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América latina estaba alcanzando resultados sin precedentes, debido a su rápido crecimiento
económico e industrialización, pero sin tener en cuenta los problemas sociales y otras formas de
dependencia externas que en su seno se iban acumulando tensiones y dificultades que solo se
resolverían a través de crisis muy serias.
De acuerdo con el desarrollo, los sectores primarios – agricultura, silvicultura, pesca y minería - van
perdiendo importancia, mientras se expanden proporcionalmente los secundarios – industrial de
transformación – y los terciarios – Los servicios - es decir para que el medio artificial sea vivible y
productivo, es indispensable que se le suministre energía.
En el medio artificial es indispensable además la reposición de todos sus elementos cuando éstos se
van deteriorando normalmente. Para ello es preciso recurrir nuevamente a la biosfera, extrayendo
materia y transformándola en los elementos apropiados, todos los elementos extraídos del medio se
transforman, en términos de masa y energía, en una cantidad igual de productos y residuos, los que
deben reacomodarse en la naturaleza.
Las ciudades son centros concentradores de insumos naturales y donde se consume y se acumula la
mayor parte de los productos, también se concentra la mayoría de la población, además son los
mayores centros de producción de desechos y residuos. Y éstos se descargan al aire, al agua y
sobre la tierra, es decir a la biosfera.
El medio ambiente son la fauna, flora minerales y espacios además las interacciones ecológicas entre
todos estos elementos; la biosfera condiciona las posibilidades de desarrollo pero el proceso de
desarrollo socioeconómico altera los ecosistemas y afecta con su dinámica de diversas maneras a la
biosfera.
Los elementos que integran la biosfera no son inertes, y forman ecosistemas; caracterizados, entre
otras cosas, por estar en permanente proceso de reproducción y mutación evolutiva, gracias a una
fuente externa de energía – la radiación solar -. La sociedad humana durante su supervivencia y
desarrollo exigen la explotación del medio ambiente. La explotación del medio ambiente interfiere con
los ciclos ecológicos; esta interferencia es asimilada por los ecosistemas ya que poseen una
capacidad relativamente amplia de absorción y digestión.
Las actividades humanas influyen en mayor o menor medida sobre la biosfera, mientras que las
características del medio ambiente influyen a su vez sobre la sociedad. Para llegar a una
comprensión más precisa de la forma concreta de esas interacciones, se necesita precisas el estilo
de desarrollo, incluida plenamente la dimensión ambiental, lo que implica centrar la atención sobre las
actividades de extracción de materia y energía de la naturaleza y su transformación, acumulación y
consumo; la generación simultánea de desperdicios y desechos y la ordenación territorial de ambos
tipos de actividades.
Son los cambios catastróficos o evolutivos de la propia biosfera que determinan las modificaciones de
la sociedad. Sea que la sociedad desencadene los cambios en las interacciones, o que sólo esté
reaccionando frente a cambios ambientales, las características ambientales, a lo largo de un
prolongado proceso histórico, influyen sobre la cultura, costumbres, estilos de vida y conocimientos
técnicos de una sociedad.
Las importaciones constituyen el reflejo del estilo de vida de los países desarrollados e incorporan el
proceso histórico de condicionamiento mutuo entre sociedad y naturaleza de esos países. En el
desarrollo del capitalismo de los países industriales influyeron poderosamente las condiciones
particulares de cada uno.
En el desarrollo del capitalismo en su fase de expansión industrial en los diversos países estilos o
modalidades diferentes en materia de organización económica, estructura social, orientación de la
técnica y los modos de organización de la industria, la agricultura, el transporte las formas
arquitectónicas y de la construcción. Todos estos centros del capitalismo industrial tuvieron sus
extensiones coloniales o zonas de influencia hegemónica a las que se transfirieron algunas de las
características del estilo de las potencias metropolitanas.
Por haber sido casi todos los países desarrollados potencias internacionales y coloniales, sus estilos
nacionales de desarrollo reflejan la interacción sociedad – naturaleza nacional y la interacción
sociedad nacional – naturaleza colonial. Los países hoy industrializados tuvieron el privilegio de
extraer de su propia naturaleza y del resto del globo los productos que exigían el crecimiento de su
población y de su producción.
El agotamiento de los recursos no renovables de más alta ley y de mejor localización y el deterioro de
los renovables que acompañaban este proceso, no constituía para ellos un problema en la medida en
que el avance tecnológico y la penetración en nuevos territorios y países ponía siempre a su
disposición nuevas fuentes de recursos.
Los estados unidos contaba con una extensa variedad de recursos, incluso energía barata y petróleo
en particular, y hasta la tercera década de este siglo, escasez relativa de mano de obra.
Por su condición de poder hegemónico dentro del capitalismo mundial a partir de la segunda guerra
mundial, Estados unidos pudo determinar en gran medida las características de la organización y
funcionamiento del capitalismo durante su nueva fase. Hasta 1974 la energía parecía un factor de
producción extraordinariamente barato, esta situación fue la causa principal de que se generalizaran
en los países industrializados estilos de producción y consumo. Este estilo se reflejo a través de
varios procesos: el predominio de la tecnología del bulldozer, la artificialización. Por tanto hay que
reconocer la existencia de un estilo ascendente a nivel mundial y un estilo dominante a nivel nacional.
El estilo transnacional que hemos identificado como ascendente ha heredado muchos rasgos de las
etapas anteriores del sistema capitalista internacional, pero a los efectos de este trabajo muestra
también diferencias cruciales: el papel dominante de la empresas transnacionales en la difusión y
fortalecimiento del estilo, la generación de cambios en las economías y las sociedades nacionales, la
homogeneización, uso de medios masivos de comunicación, la transformación de la división
internacional del trabajo, la intensificación de la explotación de los recursos naturales, la innovación
tecnológica intensa y continua, la generación de desechos y contaminantes, la creciente movilidad
espacial, la formación de una élite transnacional.
Hacia fines de 1950 se produjo un vuelco extraordinario del proceso de desarrollo; al efecto de
demostración de estas élites sobre el resto de la población, en especial a través de los nuevos
medios de comunicación de masas y los novedosos sistemas de mercadeo y créditos de consumo; y
al renovado vigor con que se expandía nacional e internacionalmente el capitalismo.
En el sector del transporte el nuevo estilo de uso altamente intensivo de capital, energía e
importaciones, desalojaba al tradicional. En la agricultura se registraba un gran esfuerzo de
modernización, se construyeron grandes presas, sistemas de riego y drenaje; se promovió y financió
también la mecanización agrícola.
El estilo predominante fue paulatinamente acrecentando las diferencias entre los predios, junto con
esta realidad económico-estructural la modernización del campo penetro a través del modelo de
generación, adopción y difusión tecnológico. El tractor y la maquinaria agrícola símbolo del progreso
y del adelanto tecnológico del campo tuvieron elevadas tasas de incremento. Además la
mecanización desplazadora e mano de obra, no se ha comparecido con la oferta de fuerza de trabajo
el desempleo equivalente de la agricultura latinoamericana ha sido estimado entre un 20 y 40% de la
población activa.
El consumo de nuevos productos industriales también se difunde a los estratos de bajos ingresos,
produciendo probablemente una desviación importante de los recursos necesarios para cubrir sus
necesidades alimentarias y de otros rubros básicos. Los patrones de asentamiento de las grandes
aglomeraciones se han transformado bajo el impacto conjunto del acelerado crecimiento demográfico,
todo ello acarrea una serie de importantes consecuencias:
El área ocupada por las grandes aglomeraciones ha crecido restándole terrenos a la agricultura, la
competencia por el espacio ha fomentado la monopolización de terrenos, los costos de construcción
de las viviendas también ha subido, los costos de la tierra implican el surgimientos de asentamientos
irregulares, la relegación de los estratos de bajos ingresos a zonas particularmente sujetas a la
contaminación e origen industrial, la expansión de zonas residenciales de baja densidad habitadas
por la parte más influyente y adinerada de la población urbana ocasiona una fuerte presión a favor de
inversiones púbicas en carreteras de alta velocidad.
La penetración del estilo transnacional ha traído dos secuelas negativas para la salud de los estratos
de bajos ingresos, por un lado la atención médica ha seguido las tendencias de especialización y
encarecimiento de los servicios de los países centrales capitalistas y se ha concentrado en los
problemas de los estratos con mayor capacidad económica; y el encarecimiento excesivo de los
medicamentos.
Los centros de crecimiento explosivo parecen ser excepciones a la lógica concentradora del estilo de
desarrollo, muchos de ellos surgieron durante la etapa anterior, la del capitalismo nacional,
estimulados por los grandes proyectos financiados por el estado y su aspiración a crear polos de
crecimiento regionales.
Las características que debería poseer un estilo alternativo de desarrollo son: desarrollar tecnologías
de uso mucho más intensivo de mano de obra y mas ajustadas a la base de recursos naturales,
reciclaje o reaprovechamiento de los desechos y desperdicios, detener la continua expansión de las
ciudades gigantescas así como los excesos del consumismo.
La crisis urbana también esta teniendo consecuencias: en este sentido hay iniciativas de
descentralización geográfica de las industrias. La crisis de los servicios de salud está cambiando,
llegándose a reivindicar incluso el aprovechamiento del conocimiento empírico de diversos
practicantes no profesionales de la medicina.
Existe una estrecha relación entre sociedad y medio ambiente ya que ésos son respectivamente
subsistemas que conforman un sistema global condicionándose mutuamente. Los conocimientos
científicos y tecnológicos se orientan a reproducir el estilo a corto plazo.
Las actividades destinadas a conocer y evaluar los recursos naturales y su vigilancia permanente y
sistemática, y comprender el comportamiento de sus ecosistemas deberán constituir una de las
preocupaciones centrales de la planificación y de la política de ciencia y tecnología.
La introducción de la perspectiva ambiental significa reconocer que ese proceso de crecimiento está
condicionado por el medio biofísico local, nacional y global, tanto porque este último afecta de
diversas maneras el crecimiento económico, como por que es sustancialmente afectado por el, y cada
vez más a medida que avanza el proceso del desarrollo