Gengis Kan lideró a los ejércitos mongoles en una de las expansiones militares más importantes de la historia en el siglo XIII, conquistando gran parte de China y Asia Central a través de una serie de victorias militares. Su éxito se debió a su liderazgo carismático, su selección de generales basada en el mérito en lugar del linaje, y el uso sistemático del terror.
Gengis Kan lideró a los ejércitos mongoles en una de las expansiones militares más importantes de la historia en el siglo XIII, conquistando gran parte de China y Asia Central a través de una serie de victorias militares. Su éxito se debió a su liderazgo carismático, su selección de generales basada en el mérito en lugar del linaje, y el uso sistemático del terror.
Gengis Kan lideró a los ejércitos mongoles en una de las expansiones militares más importantes de la historia en el siglo XIII, conquistando gran parte de China y Asia Central a través de una serie de victorias militares. Su éxito se debió a su liderazgo carismático, su selección de generales basada en el mérito en lugar del linaje, y el uso sistemático del terror.
En apenas veinte aos, el caudillo mongol levant un imperio colosal,
encadenando victorias que descansaron en su carisma personal, la eleccin de generales en razn de sus mritos (y no de su linaje) y el empleo sistemtico del terror. A principios del siglo XIII, los ejrcitos mongoles, liderados por Gengis Kan, protagonizaron una de las expansiones militares ms importantes de la historia. En poco ms de veinte aos, los mongoles conquistaron buena parte del norte de China, entonces ocupado por el reino de Xi Xia y el imperio yurchen, y destruyeron el imperio musulmn de Juarezm, situado en Asia Central. Los sucesores del conquistador mongol continuaron las conquistas, y en unos aos sus ejrcitos amenazaban pases tan distantes entre s como Hungra, Egipto y Japn. A primera vista, la fulgurante expansin mongol resulta difcil de explicar. Es cierto que los pastores nmadas eran unos guerreros formidables: su estilo de vida los haba convertido en excelentes jinetes y arqueros, y un clima atroz los haba curtido para soportar las interminables penurias de la vida militar. Pero ninguno de los pueblos nmadas que les haban precedido como conquistadores surgidos de las estepas haba tenido un xito remotamente parecido al suyo. Ms an, los ejrcitos de Gengis Kan no disfrutaron de ninguna ventaja tecnolgica sobre sus predecesores. De hecho, su arma principal, el potente arco compuesto, slo presentaba pequeas diferencias con el usado por los escitas ms de dos mil aos antes. Por otra parte, la organizacin del ejrcito mongol, estructurado en unidades de 10, 100, 1.000 y 10.000 hombres, tampoco era ninguna novedad y haba sido empleada por muchos pueblos nmadas, desde que los Xiong Nu, fundadores del primer imperio en Mongolia, la adoptaron por primera vez en el siglo III a.C. Un elemento determinante para entender este xito es la figura del propio Gengis Kan. Fue uno de los mejores generales de su poca y se le considera, merecidamente, como uno de los grandes generales de la historia. El carisma del lder Las hazaas de Gengis son impresionantes y entre sus vctimas se cuentan dos de los Estados ms poderosos del momento: los imperios yurchen y juarezmio. Sus batallas campales se cuentan por victorias: contra el reino de Xi Xia en Keyimen (1209); contra los yurchen en Fuzhou (1211), en Xijiang (1212) y en Yizhou (1213), y contra los juarezmios en el Indo (1221). Adems, durante esos aos varios ejrcitos mongoles mandados por un grupo de subordinados de talento, como Jebe, Subetei y Mujali, infligieron a estos mismos enemigos al menos media docena ms de grandes derrotas. Son
precisamente estos hombres quienes nos recuerdan otro ingrediente de la
receta del xito de Gengis Kan: la instauracin de una meritocracia en el ejrcito o, lo que es lo mismo, la seleccin de los hombres para puestos de responsabilidad por sus cualidades personales y no por su pertenencia a la aristocracia mongol. Pero Gengis Kan no slo dispuso de un nutrido grupo de excelentes subordinados, sino que stos le fueron absolutamente fieles, incluso hombres como Jebe, que haba matado de un flechazo al caballo de Gengis Kan durante una batalla, hombres que haban sido sus enemigos y a los que haba perdonado. Fue el carisma del conquistador mongol lo que le permiti disfrutar de la lealtad incondicional de sus soldados, como en aquella ocasin en que, tras una confusa batalla contra los tayichiut, una tribu mongol que se negaba a reconocerle como kan, acab tirado en el campo de batalla con una herida en el cuello y fue salvado por Jelme, uno de sus guerreros, que le cuid toda la noche y lleg a infiltrarse en el campamento enemigo para conseguir leche de yegua para su sediento y malherido kan.