You are on page 1of 4

Clase Dominical 02-14-10

Tema: La Firmeza en Tiempos Difíciles


Testo: Santiago 5:7-

Intro: Los cristianos esperamos pacientemente el regreso de Cristo, esa bienaventurada esperanza y
manifestación gloriosa de nuestro Señor y salvador Jesucristo, como nos lo enseña la biblia, en medio de las
diversas pruebas y luchas que a veces logran debilitar nuestras fuerzas, nos fortalecemos en esta esperanza,
resistiendo con paciencia, esperando este día glorioso cuando el vuelva por nosotros.

Santiago 5:7-8
7
Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso
fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. 8Tened también
vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.

La situación para algunos entre la comunidad a la que se dirige Santiago, no era la mejor, vivían tiempos difíciles,
si leemos el contexto a estos pasajes que vamos a estar estudiando encontraremos que había dos clases
sociales muy marcadas, por un lado estaban los ricos que oprimían a la clase trabajadora, especialmente a los
cristianos, pues, Santiago los acusa de ser aquellos que los maldecían.

Estos eran los que retenían con engaño el salario de los obreros, a los cuales, muchas veces los llevaban a los
tribunales y los condenaban aun a la muerte. La otra clase social era la trabajadora, entre ellos los justos, los que
creían en el Señor Jesús, a estos se dirige Santiago a partir del verso 7 en adelante, exhortándolos a tener
paciencia.

La palabra paciencia [makrothumeo] denota resistir largamente, algunas veces se traduce como “esperar con
paciencia” y otras veces como longanimidad, para tener un mejor concepto el diccionario lo define como;
grandeza y constancia de ánimo en las adversidades. Lo que la palabra de Dios nos exhorta es a tener largura
de ánimo en medio de las circunstancias difíciles y adversas. La pregunta es ¿Hasta cuando tenemos que ser
pacientes?

La respuesta es hasta la venida del Señor. Esta es una de las verdades fundamentales de nuestra fe, se
conoce como; la segunda venida de Cristo, de esta verdad hay bastantes referencia tanto en el AT como en el
NT. La mayoría de ellas están en el NT, el Señor mismo lo declaro muchas veces, ahora, entendemos que la
segunda venida de Cristo consiste en el regreso corporal, literal, físico y visible del Señor Jesucristo.

Juan 14:1-3
1
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2En la casa de mi Padre muchas moradas
hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3Y si me fuere y os
preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

En este pasaje el Señor declara que se tenía que ir para preparar un lugar, es decir, un lugar para vivir en la
eternidad, afirmando que de no ser así, el mismo lo hubiera dicho, esto nos debe dar seguridad de que lo que el
promete tendrá su cumplimiento. Tan importante y conveniente era su partida, que de lo contrario el Espíritu
Santo no vendría [16:7]. Así también el nos promete que un día regresara por nosotros.

Hechos 1:9-11
9
Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. 10Y
estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos
varones con vestiduras blancas, 11los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al
cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al
cielo.

Aquí se dio el cumplimiento de su partida, 40 días después de su crucifixión y resurrección, el Señor Jesús ya
con un cuerpo glorificado, fue alzado y recibido arriba en el cielo en donde se sentó a la diestra de Dios
[Mr.16:19], y de ahí en adelante esperando a que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies
[Heb.10:13]. Los dos varones con vestiduras blancas son ángeles, ellos mismos confirmaron la promesa su
retorno, es decir de su segunda venida, de la misma manera que el se fue, envuelto en una nube, el volverá y
todo ojo le vera. [Ap.1:6]
Filipenses 3:20-21
20
Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor
Jesucristo; 21el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de
la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.

La declaración de Pablo tiene mucho peso, en contraste con los versos anteriores donde describe a personas
que viven en sus propias satisfacciones carnales, pensando en lo terrenal, el declara que nosotros tenemos una
ciudadanía celestial, el termino ciudadanía denota un comportamiento como ciudadanos, nosotros vivimos no
conforme el sistema mundano, sino a las normas celestiales.

Y afirma que de ese mismo cielo “esperamos”, en griego esta palabra se traduce como: esperar ansiosamente,
como lo traduce LBDA, así esperamos a nuestro Salvador y Señor Jesucristo, El cual, garantiza la Biblia, que
transformara el cuerpo, nuestra apariencia será cambiada, este cuerpo de nuestra humillación, será conformado
a un cuerpo glorioso, semejante al cuerpo de la gloria suya.

1Corintios 15:51-53
51
He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52en un momento, en
un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados
incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 53Porque es necesario que esto corruptible se vista de
incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad

¿Cómo sucederá? Pablo declara que este misterio que esta encubierto para entenderlo por los medio naturales,
ahora es revelado por Dios a sus hijos. Pablo declara lo que recibió por revelación divina, que no todos
experimentaremos la muerte, pero es seguro que todos seremos transformados, este termino significa; hacer
otra cosa de lo que es, significa cambiados de forma, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, en un
“atomos” que se consideraba una unidad pequeña que no se podía dividir. Así de rápido los muertos serán
resucitados incorruptibles para nunca experimentar la muerte, y los que vivimos seremos vestidos de
incorrupción e inmortalidad.

1Tesalonicenses 4:15-17
15
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la
venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz
de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17Luego
nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes
para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18Por tanto, alentaos los unos a los otros
con estas palabras.

¿Cuándo sucederá? En la venida del Señor, es decir, cuando el Señor mismo descienda del cielo, Pablo afirma
que esto que el esta declarando, es una revelación que El Señor le dio, y que este será el orden, los muertos en
Cristo resucitan primero, es decir, los que vivamos para cuando este evento suceda, no nos adelantaremos a
nuestros hermanos que duermen en el Señor.

Sin embargo todos seremos arrebatados, este verbo comunica; que ese ejerce una fuerza de una manera súbita,
ser tomados por la fuerza, para encontrarnos con el Señor en el aire y así estar siempre con El. Es conveniente
aclarar que este encuentro con el Señor es solo la primera fase de su segunda venida, la cual se completara
cuando el Señor ponga sus pies sobre la tierra y traiga juicio sobre ella. Finalmente nos exhorta a consolarnos, a
exhortarnos, y alentarnos los unos a los otros con esta revelación.

Santiago 5:7-8
7
Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso
fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. 8Tened también
vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.

En este mismo contexto Santiago nos exhorta a tener paciencia, de la misma manera que el labrador espera el
valioso fruto de su siembra, teniendo largura de animo, esperando el tiempo natural de las cosas que sucederán
en su tiempo preciso, como la lluvia temprana, en otoño, o la tardía, en primavera, así tenemos que aguardar
pacientemente el regreso del Señor Jesús.
Así mismo nos exhorta a afirmar nuestro corazón, se puede traducir por tener firme nuestro corazón o establecer,
en el sentido de algo fijo, también tiene el sentido de confirmar. Mantener esta esperanza de que la venida del
Señor esta cerca, debiera establecer una firmeza en nuestro corazón para resistir ante las adversidades que
experimentemos.

1Tesalonicenses 3:12-13
12
Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos
nosotros para con vosotros, 13para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante
de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

Como creyente tenemos que buscar ese crecimiento abundante, que nos da el Señor, especialmente en el amor
los unos por los otros, para que en ese crecimiento sean afirmados nuestros corazones en santidad para que
seamos hallados delante de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo, en su venida, irreprensibles, es decir sin
nada que se nos reproche.

2 Corintios7:1
1
Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de
espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

Ante tales promesas que tenemos, como la de su venida, así como la de que el tiene comunión con nosotros, de
que somos sus hijos e hijas, se nos exhorta a buscar la limpieza de todo aquello que se considera como
inmundicia en nuestro cuerpo y en nuestro espíritu, perfeccionándonos en la santidad, es decir, madurando en la
santidad, apartándonos de todo aquellos que contamina nuestro ser, y esto ira sucediendo cuando vivamos cada
día en el temor reverente al Señor.

Tito 2:11-14
11
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12enseñándonos que,
renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
13
aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador
Jesucristo, 14quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo
propio, celoso de buenas obras.

Toda esta verdad que hemos mencionado, como; nuestra redención por el sacrificio de Cristo, la presencia del
Espíritu Santo, su gracia, el arrebatamiento en la segunda venida de Cristo, de ese lugar que el Señor ha
preparado para nosotros, para que estemos con El, de esa ciudadanía celestial a la cual pertenecemos, de la
promesa de que nuestro cuerpo será transformado en un cuerpo glorioso, y todas las demás verdades.

Si toda esta verdad no nos hace vivir una vida dedicada al Señor, renunciando a la impiedad, y a los deseos
mundanos, y vivir una vida con cordura y dominio propio, en justicia, santidad, equidad, honestidad y todo lo que
conlleva una vida temerosa a Dios, teniendo como esperanza siempre con anhelo su regreso. Nos podríamos
comparar a un estudiante que no ha comprendido que el asistir a la escuela y dedicarse al estudio le esta
preparando para un futuro.

Todo lo que Dios nos ha provisto, su sacrificio, su resurrección, el redimirnos y justificarnos, el santificarnos, la
presencia de su Espíritu Santo morando en nosotros, las promesas que el nos ha dado, como la de su regreso y
todas las demás que he mencionado, debe ser motivo para comprender que el nos esta preparando para un
futuro glorioso.

No debemos permitir que vivir la vida cristiana sea algo religioso, monótono, pesado de sobrellevar y tedioso,
sino por el contrario. Debe ser motivo suficiente para deleitarnos en sus mandamientos, para gozarnos en todo lo
que nos ha concedido, y llenarnos cada día de su presencia.

You might also like