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Economía Política

para no economistas:
desde un enfoque histórico social
Ricardo Romero

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Economía Política para no economistas

Ricardo Romero

Economía Política
para no economistas:
desde un enfoque histórico social

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Ricardo Romero

Cuadros de Tapa:
-“Un alto en el campo” Pridiliano Pueyrredón (1861).
-“Manifestación” Antonio Berni (1934).

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Economía Política para no economistas

Preparado para el programa del

ECONOMÍA POLÍTICA - 5º AÑO.

del

COLEGIO NACIONAL
DE BUENOS AIRES

Cátedra: Prof. Lic. Ricardo Romero

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Verano de 2000.

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Ricardo Romero

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Economía Política para no economistas

Presentación
ace dos años, el rector del Colegio Nacional de

H Buenos Aires, Dr. Horacio Sanguinetti, me pro-


puso dictar las materias: "Economía
Política" de quinto año y "Economía" de sexto.
Desde ese entonces soy profesor de esta casa de estudios.
Los principios reformistas que inspiran el funciona-
miento del prestigioso Colegio Buenos Aires, me permitie-
ron elaborar el programa de la materia con total libertad de
cátedra, cumpliendo con los objetivos mínimos del Plan de
Estudios de la Educación Media.

A partir de mi desempeño como profesor, elaboré


este Manual que busca mejorar la calidad de la enseñanza,
sistematizando los temas y permitiendo al estudiante el
manejo de un texto básico de la disciplina.

Los trabajos de los estudiantes de 6º sexta de 1999,


junto a las reflexiones, debates y preguntas que surgieron de
mis alumnos de quinto y sexto de 1998 y 1999, fueron la
base con la que se construyó este libro.

Economía Política para no economistas está orien-


tado a estudiantes del área de humanidades. En este senti-
do, se intenta hacer el análisis social de la disciplina, y sin
perder el rigor académico, mostrar los conceptos, evitando
la excesiva matematización que suele atormentar a quienes
desde las ciencias sociales necesitan aproximarse al mundo
de la economía.

De esta forma, el texto se divide en tres grandes par-


tes. La primera aborda el pensamiento de la Economía Polí-
tica Clásica (Smith y Ricardo) y su crítica (Marx). En la se-
gunda parte, se analiza la Economía Neoclásica (Menger y
Pareto) y la crítica de la misma (Schumpeter y Keynes). Por
último, se despliegan algunos conceptos de macroeconomía

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Ricardo Romero

para realizar un análisis de la evolución de la Historia Eco-


nómica Argentina. A través de la obra se procuró además,
recurrir a los textos originales de los autores seleccionados,
intentando acercar al estudiante a su lectura y su compren-
sión crítica.

Si bien los errores que el lector pueda detectar son


de mi entera responsabilidad, debo decir que la elaboración
de este trabajo cuenta con el acervo de los conocimientos
que me brindaron los profesores Marcelo Matellanes, Ma-
nuel Acevedo, Pablo Levín y Mario Rapoport.

Debo agradecer los profundos debates que tengo


con mis amigos Jorge Baletto y Eduardo Crespo, además de
las reflexiones y aportes de Sylvia Ruiz Moreno en la selec-
ción de las fotos de la tapa, que contribuyeron a que este
libro salga mejor de lo que hubiese esperado. A lo que sumo
la fuerza de mis amigos Fernando Moroni y Leandro Santo-
ro.

Además, quiero agradecer: a mi padre, a mis her-


manos, a mi tía y a la familia de Sylvia; que me brindan el
cariño suficiente para seguir adelante en mis proyectos.

Por último, ante la mala noticia de la muerte de Gui-


llermo Estevez Boero, un perseverante militante reformista
y defensor de la educación pública, es a él a quien quiero
dedicar este libro.

Lic. Ricardo Romero: Politólogo y Especialista en Historia Económica


(UBA). Diploma Superior en Economía Brasileña (UNSAM). Profesor de Econo-
mía Política (CNBA). Docente e Investigador (IIHES-FCE-UBA). Asesor Vicepresi-
dencia 2º Legislatura Ciudad de Buenos Aires.

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Economía Política para no economistas

Objetivos de la Materia:

 Delimitar el campo de “lo económico” y la


forma de abordaje realizado por parte de la
Economía Política y la Economía del mismo.
Exponer las diferentes corrientes teóricas del
pensamiento económico.

 Analizar los conceptos elaborados por las dis-


tintas escuelas desde las fuentes bibliográfi-
cas, procurando explicar su aplicación practi-
ca.

 Relacionar el instrumental teórico y técnico,


aportado por esta disciplina, con la Historia
Económica Argentina.

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Ricardo Romero

Esquema de la Materia
Primer Trimestre

Introducción: Unidad 1: Unidad 2:


Economía Polí- La Economía Polí- Crítica a la Eco-
tica tica Clásica. Smith nomía Política.
y Economía. y Ricardo Marx.

Segundo Trimestre

Unidad 3: Unidad 4:
La Economía: Escuela Ne- Síntesis neoclásica.
oclásica. Menger y Pareto. Schumpeter y Keynes.

Tercer Trimestre

Unidad 6:
Unidad 5:
Historia Económica Ar-
Conceptos básicos de
gentina.
Economía. Comercio y
Economía Internacional.

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Economía Política para no economistas

Introducción:
Economía Política y Economía.

1. Descripción de “lo económico”como tema de análisis.


Conexiones con otras disciplinas.

2. La Economía Política como método de conceptualiza-


ción.

3. Economía como ciencia y construcción de leyes económi-


cas.

4. Contexto histórico del despliegue de la economía mo-


derna.

La presentación de este programa tiene como objeti-


vo introducir a los alumnos de Economía Política en el estu-
dio de una disciplina que se presenta cotidianamente en su
vida social como un discurso ajeno y cerrado a su compren-
sión. Estando a la vez orientado a estudiantes del área de
humanidades que no son propensos a sumergirse en las
ecuaciones matemáticas del reduccionismo neoclásico y
tecnocrático.
En ese sentido, se describe “lo económico” como te-
ma de análisis esencialmente social. De esta manera se enca-
ra la compresión del desarrollo de la materia en términos
históricos e interdisciplinarios.
Si bien Platón y Aristóteles en Grecia antigua o San-
to Tomás de Aquino en el feudalismo esbozaron algunas
ideas sobre “valor” y la distribución económica, sus re-
flexiones no alcanzan un conocimiento estructurado de la
disciplina.

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Ricardo Romero

Las profundas transformaciones sufridas con la


“Revolución Industrial” incentivaron las investigaciones
sistematizadas que intentaban explicar las nuevas tenden-
cias abierta por el capitalismo. Dando origen a la disciplina
económica.
Se intenta aquí, delimitar el campo de “lo económi-
co” desde el contexto del surgimiento de la disciplina. Ana-
lizando la forma de abordaje realizado por parte de la Eco-
nomía Política y la Economía. A partir de exponer las dife-
rentes corrientes teóricas del pensamiento económico.
La Economía Política se presenta como método de
conceptualización que intentaba comprender la forma de
Producción, Distribución y Consumo que desarrolla un a
sociedad como conjunto. En este sentido, la Economía Polí-
tica se presenta como un disciplina social y política.
La modernidad estuvo caracterizada por la industria-
lización y urbanización en “lo económico”, y la formación
del Estado en “lo político”. Esta manifestación secularizada
permitió la separación, en apariencia, de ambas esferas y el
abordaje por disciplinas diferenciadas.
De esta forma, la comprensión de “lo económico”
tomó la forma de Economía como ciencia y construcción de
leyes económicas. La modelización matemática y la estadís-
tica formarán parte indisociable del instrumental económi-
co.
El análisis diferenciado de la Economía Política y la
Economía nos permitirá reflexionar sobre las implicancias
teóricas de estos abordajes y profundizar en un análisis crí-
tico de la realidad económica.
Además, durante la lectura a los textos se focalizan
conceptos como: División del Trabajo, Mercado, Comercio
Internacional, Estado, etc. Descubriendo la actualidad de los
mismos y su aplicabilidad práctica.
Provocar el acercamiento de los estudiantes a los

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Economía Política para no economistas

textos clásicos del pensamiento económico, tiene como obje-


tivo mostrarles una disciplina en construcción que ellos
pueden llegar a enriquecer.

 FUCCI, Pablo, Sobre los discursos económicos,

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Ricardo Romero

Edic. de la Universidad, Bs.As., 1996, pp.11-16.

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Economía Política para no economistas

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Ricardo Romero

Unidad 1:
La Economía Política Clásica. Smith y Ricardo

1. Antecedentes históricos del pensamiento económico.

2. Transición al capitalismo. Mercantilismo y Fisiocracia.


John S. Mill y Malthus.

3. La Economía Clásica: Adam Smith y David Ricardo.

4. Valor, División del Trabajo y Mercado.

5. Renta Diferencial y Ventajas Comparativas.

Podemos situar el nacimiento de la Economía Políti-


ca en los albores de la Sociedad Industrial. Momento en que
se producen simultáneamente: la conquista de América, el
crecimiento del comercio mundial y el aumento progresivo
de las ciudades.

Estos cambios estuvieron antecedidos por las inno-


vaciones tecnológicas, en el campo primero y en la industria
después, que garantizaron los recursos necesarios para esta
nueva era.

La modernidad estuvo montada sobre dos grandes


revoluciones: en “lo político” la francesa y en “lo económi-
co” la inglesa. Básicamente esos sucesos delimitaron el Esta-
do Moderno, que aspiraba a garantizar la “igualdad, frater-
nidad y libertad” de todos los ciudadanos y la Economía de
Mercado que convertía eventualmente a toda la Sociedad
Civil en eventuales mercaderes. El creciente progreso mate-
rial legitimó el discurso de la Ilustración.

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Economía Política para no economistas

Estas transformaciones motivaron el desarrollo de


diversas obras analizando las relaciones mercantiles, los
cambien en el agro, el surgimiento de la industria o el au-
mento de la población y los transportes.

Si bien encontramos una serie de teóricos y corrien-


tes, como los fisiócratas o los mercantilistas, que abordaron
algunos de estos aspectos relacionados a “lo económico”, a
partir de la obra del filósofo escocés Adam Smith, la com-
prensión sistematizada de la Producción, la Distribución y
el Consumo se constituyeron como aspectos ineludibles de
la Economía Política. Tradición que continuaron en sus
obras David Ricardo y, en forma crítica, Karl Marx.

 FUCCI, Pablo, op. cit, pp. 17-31.

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Ricardo Romero

SMITH, ADAM (1723-1790)


Investigación sobre la naturaleza y causas
de la riqueza de las naciones,
FCE, México, 1987, Libro I.

Capítulo I y II: “Teoría de la división del trabajo”.

Teoría de la división del Trabajo

Un concepto clave de la Obra de Smith es el de Divi-


sión del Trabajo. Al entender que la riqueza de una socie-
dad esta dada por lo generado por el Trabajo Humano.

En ese sentido el incremento de los recursos con los


que cuenta una sociedad se dará a partir de mejorar el ren-
dimiento de la productividad del trabajo.

La División del Trabajo consiste en buscar la reduc-


ción de los tiempos muertos en la destreza de quienes llevan
a delante la producción. Para esto se busca combinar la tec-
nología con los procesos productivos.

La propensión al intercambio, considerada como na-


turaleza humana, garantiza que se intercambien entre sí los
productos realizados con el mayor rendimiento productivo.

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Economía Política para no economistas

División del Trabajo:


1-“...la división del trabajo, al reducir la tarea del hombre en una
operación sencilla, y hacer de ésta la única ocupación de su vi-
da, aumenta considerablemente la pericia del operario...”p.11.
2-“...Es imposible pasar con mucha rapidez de una labor a otra,
cuando la segunda se hace en sitio distinto y con instrumentos
completamente diferentes...”p.12
3-“...la división del trabajo (...) ocasiona en todo arte un aumento
proporcional en las facultades productivas del trabajo...”p.9.
4-“...Esta imposibilidad de hacer una separación tan completa de
los diferentes ramos de labor en la agricultura es quizá la razón
de por qué el progreso de las aptitudes productivas del trabajo
en dicha ocupación no siempre corre parejas con los adelantos
registrados en las manufacturas...”p.10.
5-“...la invención de las máquinas que facilitan y abrevian la tarea,
parece tener su origen en la propia división del trabajo...”p.12.

Propensión al Cambio:

1-“...Entre los hombres (...) los talentos más dispares se caracteri-


zan por su mutua utilidad, ya que los respectivos productos de
sus aptitudes se aportan a un fondo común, en virtud de esa
disposición general para el cambio...”p.19.
2-“...Es la consecuencia gradual, necesaria aunque lenta, de (...)la
propensión a permutar, cambiar y negociar una cosa por
otra...”,p.16.

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Ricardo Romero

Capítulos V, VI y VII: “Teoría del Precio”

Teoría del Precio

Generalmente se comete el error de definir el Valor a


partir de la magnitud monetaria por lo que se paga una
mercancía. Sin embargo, Smith plantea que el precio primi-
tivo es el Trabajo, que los define como Precio Real, contra-
puesto el Precio Nominal, expresado en moneda con la que
se realizan las transacciones.

El precio natural es el esfuerzo o la fatiga que cuesta


obtener algo Real (Valor). En tanto que Precio de Mercado
es la valorización que se da en el mercado, o sea, lo que se
esta dispuesto a entregar en términos nominales por la mer-
cancía.

De esta manera, el Precio Nominal fluctúa de


acuerdo a la oferta y demanda. El Precio Real, en cambio,
permanece constante. La competencia tiende a dejar a aque-
llos que tienen los mejores costos y precios, eliminando a los
ineficientes, llevando a la especialización del mercado.

A la vez, Smith expone dos aspectos del concepto de


Valor. Según Uso, entendido como la posibilidad de aplica-
ción que tiene un objeto. Según Cambio, fijado socialmente
como la importancia que tiene un objeto.

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Economía Política para no economistas

Definición de Valor y Precio


1-“...Parece, pues, evidente, que el trabajo es la medida universal y
más exacta del valor, la única regla que nos permite comparar
los valores de las diferentes mercancías en distintos tiempos y
lugares...”p.37.
2-“...no es de extrañar que se preste más atención al precio nomi-
nal que al real...”p.38.
3-“...Cuando el precio de una cosa es (...) suficiente para pagar [los
gastos] (...) aquella se vende por lo que se llama su precio natu-
ral.”p.54. “El precio natural viene a ser (...) el precio central,
alrededor del cual gravitan continuamente los precios de todas
las mercancías....”p.57.
4-“...El precio efectivo a que corrientemente se venden las merca-
derías es lo que se llama precio de mercado, puede coincidir con
el precio natural o ser superior o inferior a éste (...) El precio de
mercado de cada mercancía en particular se regula por la pro-
porción entre la cantidad de ésta que realmente se lleva al mer-
cado y la demanda de quienes están dispuestos a pagar el precio
natural del artículo...”p.55.
5-“...El precio de monopolio es (...) el más alto que se puede obte-
ner. Por el contrario, el precio natural o de libre competencia es
el más bajo que se puede conseguir...”p.60.
6-“...es más frecuente que se cambie y (...) se compare un artículo
con otros y no con trabajo. Por consiguiente, parece más natu-
ral estimar su valor en cambio por la cantidad de cualquier otra
suerte de mercancía, y no por la cantidad de trabajo que con él
se puede adquirir...”p.32.
7 -“Existe también en toda sociedad o comunidad una tasa prome-
dia o corriente de renta, que se regula (...) por las circunstan-
cias generales (...)en aquella sociedad (...) y (...) por la fertilidad
natural o artificial del terreno...”p.54.
Componentes del Precio

Si bien originariamente la cantidad de trabajo es la


única norma de Valor, cuando se utilizan bienes acumula-

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Ricardo Romero

dos, algo debe abonarse como ganancia del empresario. A la


vez, cuando toda la tierra se halla en régimen de propiedad
privada, la renta constituye un tercer componente del pre-
cio.

Salario: “el hombre ha de vivir de su trabajo y los salarios han de


ser, por lo menos, lo suficientemente elevados para mante-
nerlo...” p.64.

Beneficio: “...el aumento o disminución de los beneficios del capi-


tal depende de las mismas causas que hacen descender los
salarios de los trabajadores, o que hacen progresiva o de-
cadente la riqueza de la sociedad...”p. 85

Renta: “...considerada como el precio que se paga por el uso de la


tierra, es naturalmente el precio más elevado que él colo-
ca, y se halla en condiciones de pagar en las circunstancias
en que la tierra se encuentra...”p.140.

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Economía Política para no economistas

RICARDO, DAVID (1772-1823)

Principios de Economía Política y Tributación,


FCE, México, 1994, 5º reimp.

Cap. 1: Sobre el Valor.

Sección I

“...la utilidad no es la medida del valor en cambio, aunque


es absolutamente esencial para éste. Si un bien no fuera, de ningún
modo, útil (...)no tendría ningún valor en cambio, por escaso que
pudiera ser, o sea cual fuere la cantidad de trabajo necesaria para
obtenerlo(...) Por poseer utilidad, los bienes obtienen su valor en
cambio de dos fuentes: de su escasez y de la cantidad de trabajo,
requerida para obtenerlos (...) Existen ciertos bienes cuyo valor
está determinado tan sólo por su escasez. Ningún trabajo puede
aumentar la cantidad de dichos bienes y, por tanto, su valor no
puede ser reducido por una mayor oferta de los mismos...” p. 9.

“...La mayoría de los bienes son objetos de deseo se procu-


ran mediante el trabajo, y pueden ser multiplicados (...) Por tanto,
al hablar de los bienes, de su valor en cambio y de las leyes que
rigen sus precios relativos, siempre hacemos alusión a aquellos
bienes que pueden producirse en mayor cantidad (...) En las etapas
iniciales de la sociedad, el valor en cambio de dichos bienes (...)
depende casi exclusivamente de la cantidad comparativa de trabajo
empleada en cada uno (...) El trabajo fue, pues, el precio primitivo,
la moneda originaria que sirvió para comprar y pagar todas las
cosas...”.p. 10.

“...la única circunstancia que puede servir de norma para


el cambio recíproco de diferentes objetos parece ser la proporción

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Ricardo Romero

entre las distintas clases de trabajo que se necesitan para adquirir-


lo; o, en otras palabras, que la cantidad comparativa de bienes
producidos por el trabajo es la que determina su valor relativo
presente o pasado, y no las cantidades comparativas de bienes que
se entregan al trabajador, a cambio de su trabajo...”. p. 13.

Sección II

“...La valuación de las distintas calidades de trabajo se


ajusta rápidamente en el mercado para los fines prácticos y depen-
de mucho de la destreza comparativa del trabajador, así como de la
intensidad del trabajo realizado (...) Una vez establecida la escala
está sujeta a pocas variaciones...”. p. 16

“...Podemos concluir con razón suficiente que cualquier


desigualdad que originalmente pudiera haber existido en ellas
(distintas clases de trabajo humano), cualquiera sea manual supe-
riores a otras, dicha desigualdad seguirá siendo casi la misma de
una generación a la siguiente, o, por lo menos, que la variación es
ínfima de un año a otro, y por consiguiente, puede influir muy
poco, a la corta, sobre el valor relativo de los bienes...”. p. 17

Sección III

“...el valor de cambio de los bienes producidos sería pro-


porcional al trabajo empleado en su producción: no sólo en su pro-
ducción inmediata, sino en todos aquellos implementos o máquinas
requeridos para llevar a cabo el trabajo particular al que fueron
aplicados...”.p.19.

“... El ahorro en el uso de la mano de obra nunca deja de


reducir el valor relativo de un bien (...) La proporción que debería
pagarse en concepto de salarios es de importancia máxima en lo
que atañe a las utilidades, pues bien se comprende que las utilida-
des serán más altas o bajas exactamente en proporción a que los
salarios sean bajos o altos...”.p. 20 y 21.

“...si tuviéramos una norma invariable con la cual medir


la variación en otros bienes, advertiríamos que el límite máximo

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Economía Política para no economistas

donde podrían aumentar permanentemente (...) es proporcional a


la cantidad adicional de trabajo requerida para su producción (...)
si se necesitaría más o menos trabajo para la producción del otro
bien, ocurriría inmediatamente una alteración en su valor relativo,
pero dicha alteración no se debe al aumento de salarios sino al
cambio registrado en la cantidad de trabajo necesaria...”.pp. 22 y
23.

Sección IV

“...(la) diferencia en el grado de durabilidad del capital fi-


jo, y esta variedad en las proporciones en que ambas clases de capi-
tal pueden combinarse, introducen otras causa, además de la can-
tidad mayor o menor del trabajo necesario para producir los bienes,
para las variaciones de su valor relativo: causa es el aumento o
reducción del valor...”.p. 23.

“...Si para producir, los hombres no se sirvieran de ma-


quinaria sino tan sólo del esfuerzo humano, y si el lapso de tiempo
transcurrido antes de colocar sus bienes en el mercado fuese de la
misma duración, el valor de cambio de sus bienes sería exactamen-
te proporcional a la cantidad de trabajo empleada (...) Si emplean
capital fijo del mismo valor y de la misma duración, entonces sería
igual el valor de los bienes producidos, ya que éstos variarían con
la mayor o menor cantidad de trabajo empleada en su produc-
ción...”. pp. 24 y 25.

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Ricardo Romero

Sección V

“...Si el capital fijo no es de índole duradera, requeriría


anualmente una mayor cantidad de trabajo para mantener su ori-
ginario estado de eficiencia; pero el trabajo así empleado puede
considerarse como gastado realmente en el producto manufactura-
do, que deberá tener un valor proporcional a dicho trabajo...”.p.29.

“...En cambio, un aumento de salarios de los obreros no


afectaría igualmente a los bienes producidos con maquinaria de
consumo rápido y a los bienes producidos con maquinaria de con-
sumo lento...”.p.30.

Sección VI

“...cuando los bienes variasen en su valor relativo, sería


deseable averiguar con certeza cuáles de ellos bajaron y cuáles
aumentaron en su valor real, y ello sólo podría lograrse comparán-
dolos sucesivamente con cierta medida estándar invariable de va-
lor, que no debe estar sujeta a ninguna de las fluctuaciones a las
cuales están expuestos los demás bienes (...) bien que no se obtiene
sino bajo las mismas contingencias que los demás, y cuya produc-
ción requiere trabajo y capital fijo...”.p 33.

“...Por consiguiente ni el oro ni ningún otro bien nunca


podrán ser una medida perfecta del valor para todas las cosas (...)
Para facilitar, pues, el objeto de la presente investigación (...) lo
supondré invariable, y por ende supondré que todas las alteracio-
nes en precio fueron ocasionadas por alguna alteración en el valor
del bien del que puedo estar hablando...”.p. 34.

Sección VII

“(la alteración del precio de los bienes se debe a una varia-


ción del dinero mismo)... un aumento de los salarios debido a esta
causa (una baja del valor del dinero) irá invariablemente acompa-
ñado de un aumento en el precio de los bienes; pero en tales casos
otros, y que la variación ha quedado confinada al dinero (...) Al
establecer los principios que regulan el valor en cambio y el precio,

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Economía Política para no economistas

debemos distinguir cuidadosamente entre las variaciones que son


inherentes al bien mismo, y a las que son ocasionadas por una
variación en el medio con que se estima el valor o se expresa el
precio...”. p. 36.

“...Un aumento en los salarios, debido a una alteración en


el valor del dinero, produce un efecto general sobre el precio, y por
esa razón no produce efecto real sobre las utilidades (...) No es
mediante la cantidad absoluta del producto obtenido por cualquie-
ra de las clases mencionadas (terratenientes, empresarios y traba-
jadores) como podemos apreciar correctamente la tasa de utilidad,
renta y salarios, sino por medio de la cantidad y mano de obra para
obtener el producto en cuestión...”p.37.

Sobre la Renta

“la renta es aquella parte del producto de la tierra que se


paga al terrateniente por uso de las energías originarias indestruc-
tibles del suelo...”.p.51.

“... cuando se inicia el cultivo de tierras de tercera calidad,


la renta comienza inmediatamente en la segunda, y está regulada,
como antes, por las diferencias en sus energías productivas. Al
mismo tiempo, la renta de la primera calidad (...) debe ser superior
a la segunda (...) Con cada nueva etapa en el progreso de la pobla-
ción que obliga a un país a recurrir a tierras de peor calidad para
permitirle abastecerla con alimentos, aumentará en totalidad de las
tierras más fértiles...”.p.53.

“...cuando la tierra es más abundante, más productiva y


más fértil, no produce renta; solamente cuando sus energía se re-
ducen y cuando menos produce a cambio el trabajo es cuando una
parte del producto originario de las porciones más fértiles se aparta
para el pago de la renta...”.p.57.

Sobre el precio natural y el precio de mercado

“...Este deseo eterno por parte de todos los empresarios,


que consiste en abandonar una actividad menos provechosa por

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Ricardo Romero

otra que reporte más ventajas, registra una fuerte tendencia a


igualar la tasa general de utilidades...”. p. 67.

“...es el deseo de que cada capitalista tiene de desviar sus


fondos de una colocación menos provechosa a otra más rentable, la
que evita que los precios de mercado de los bienes sigan mante-
niéndose, durante mucho tiempo, por encima o por debajo de sus
precios naturales. Es esta competencia la que ajusta el valor en
cambio de los bienes, pues después de pagar los salarios del trabajo
necesario para su producción (...) el valor restante o superávit será,
en cada industria proporcional al valor del capital empleado...”. p.
69.

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Economía Política para no economistas

Economía

Política

Comparación

Smith Ricardo
Cap. V: Del precio real y Cap. I: Sobre el Valor
nominal de las mercancías
Cap. VI: Sobre los elementos
componentes del precio
de las mercancías
Cap. XI: De la Renta de la Cap. II: Sobre la Renta.
Tierra. Cap. III: Sobre la Renta de las Mi-
nas
Cap. VII: Sobre el Precio Cap. IV: Sobre el precio natural y el
Natural y el precio de precio de mercado.
mercado de los bienes.
Cap. VIII: De los Salarios del Cap. V: Sobre los Salarios.
Trabajo.
Cap. IX: De los beneficios del Cap. V: Sobre las Utilidades.
Capital.
Cap. X: De los salarios y be-
neficios en los diferentes
empleos del trabajo y del
capital.
Cap. VI: Sobre el Comercio Exte-
rior.

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Ricardo Romero

Unidad 2:
Marx: Crítica a la Economía Política

1. Momento político del pensamiento Marxista.

2. Características de la “Crítica de la Economía Política”.

3. Principales conceptos desplegados de “El Capital”.

4. Trabajo Asalariado y Capital. La acumulación de capital


y sus crisis.

5. Diferencia entre Moneda y Dinero

MARX, Karl (1818-1883)

El capital. Crítica de la Economía Política.


FCE, México, 1986.

Tomo I, El proceso de producción del capital.


Carlos Marx plantea que el “proceso de producción
de capital” se orienta al intercambio de Mercancías, bajo una
relación mediada por el Dinero, en la cual se busca acumular
Capital.

La relación social mercantil permite fetichizar la


apropiación de “Plusvalor” por parte del Capital, generada
ya sea por la reducción del “salario” (Plusvalor Absoluto) o
la gestión sistematizada del proceso de producción (Plusva-
lor Relativo); combinándolas ambas bajo la “relación sala-
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Economía Política para no economistas

rial” en escala, buscando la constante Acumulación de Capi-


tal.
Secciones de Das Kapital

En la Sección I (Mercancía-Dinero): Se analiza cómo las


Mercancías expresan su Valor, delimitados por las
formas asumidas en su doble aspecto (Uso y Cambio)
y sintetizados en el Dinero, como expresión fetichiza-
da del trabajo social. El Valor de la Mercancía asume
diversas formas: en sí (forma simple), respecto a otras
(forma total), en relación a una mercancía (forma ge-
neral), la que permite su forma Dinero como síntesis
fetichizada del Valor y como expresión de la Mercan-
cía.

En la Sección II (Dinero-Capital): La mediación del Dinero,


en el intercambio de mercancías, disuelve el proceso
de producción (Trabajo). La apropiación del “Plusva-
lor” se procede bajo el pago del “Salario”, por debajo
del Valor, expresado en D´, y generado por la fuerza
de trabajo entregada a cambio del mismo y la apro-
piación por parte del Capital del Trabajo no remune-
rado al trabajador.

En la Sección III (Producción de la Plusvalía Absoluta): El


proceso de trabajo es el ámbito de generación de Va-
lor. La combinación productiva del “Capital Constan-
te” (trabajo muerto) y el “capital variable” (trabajo vi-
vo) en una determinada “jornada de trabajo” genera
una cantidad de Valor, del cual una “masa” del mismo
es apropiado por Capital en forma de “plusvalor”
siendo la “cuota” que le corres–ponde al mismo.

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Ricardo Romero

En la Sección IV (Producción de Plusvalía Relativa): La


administración del trabajo permite incrementar su ca-
pacidad productiva generando un Valor adicional que
apropia el Capital en términos relativos bajo una de-
terminada “jornada laboral”. Las formas que permi-
ten el incremento de la productividad del trabajo son:
la “cooperación” productiva bajo la sistematización y
“división del trabajo” permitido por la maquinización
de la “industria”.

En la Sección V (Producción de la Plusvalía Absoluta y


Relativa): La producción de Capital es producción de
“plusvalor”, obtenido de la generación de Valor por
parte del trabajador, quien recibe una parte de la pro-
ducción (Trabajo Necesario) para su subsistencia y
una parte es apropiada por el capitalista (Trabajo Ex-
cedente). Dado una cantidad de Trabajo Total, me-
diante la reducción del Trabajo Necesario se obtiene
“plusvalía absoluta”. En tanto el Capital sistematiza la
búsqueda de “plusvalor” requiere ampliar el Trabajo
Excendete, “plusvalía relativa”, estando limitado por
la “jornada de trabajo”, la “intensidad del trabajo” y
el nivel de desarrollo de las “fuerzas productivas”. La
relación entre el “plusvalor” sobre el Trabajo Necesa-
rio, constituye la “Cuota de Plusvalía”

En la Sección VI (El Salario): En tanto que el “plusvalor”


depende de la relación con el Trabajo Necesario, que
garantiza la reproducción del trabajo, deberá estable-
cer un mecanismo de pago, que podrá ser por “pie-
zas” o por una jornada de “tiempo”. El nivel depen-
derá de las pautas culturales de cada Nación.

En la Sección VII (El proceso de Acumulación de Capital):


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Economía Política para no economistas

El proceso de creación de Valor bajo la combinación


del CC y CV (Reproducción Simple) para la obtención
de PL se sistematiza para la Reproducción Ampliada
de Capital. El proceso se inicia bajo en un momento
histórico, Acumulación Originaria, que permite trans-
formar PL en Capital sucesivamente, bajo las limita-
ciones que se les presentarán con la tendencias socia-
les que enmarca la Ley de Acumulación de Capital.
Estando sometido el proceso a una expansión que in-
corporará colonias al proceso.

Síntesis de las formas mercantiles: surgimiento del capital.


Del Tomo I de El Capital se desprenden analítica-
mente, las formas que toman las relaciones mercantiles. La
base esencial del aporte marxista reside en la comprensión
del fetichismo de la Mercancía, que mercantiliza la relación
Capital/Trabajo en la forma salarial. Comprender cómo
actúa el Dinero en esta mediación, y cómo se realiza el pro-
ceso de acumulación de capital, necesariamente en la pro-
ducción, constituye el punto fundamental de distanciamien-
to con el neoclasisismo.

Al describir el despliegue de formas merca–ntiles


observamos:
1-M-M
2-M-D-M
3-D-M-D'
4-D-M-P-M'-D'
5 - D - M - P (K /W) - M ' - D '
Donde en la lógica que mueve al Capital es la acumu-
lación misma de Dinero (‘D). Por ende, el Ciclo debe necesa-
riamente pasar por el proceso de producción. La distinción
del análisis marxista es comprender cuáles son los conflictos
a los cuales se somete el Capital en la necesidad constante de
subsumir el Trabajo a la acumulación de capital.

33
Ricardo Romero

Ley de Acumulación de Capital y sus crisis.


La discrepancia con la escuela Neoclásica no se per-
cibe en el análisis de reproducción simple, sino en la compren-
sión de la reproducción ampliada, donde por tendencias que
provocan la caída de la Tasa de Ganancia y la Sobreproduc-
ción, y al entender que el Trabajo Asalariado y el Capital
como una relación social contradictoria, diferente a como lo
entiende el neoclasisismo, tendencialmente el capitalismo
entra en crisis, provocando conflicto social.
Sobre la Tasa de Ganancia y su tendencia.
En la Sección III del Tomo III, siempre teniendo pre-
sente que sólo fue expuesta en forma de borrador, podemos
encontrar una de las crisis clásicas que afronta El Capital, y
es la “ley de la tendencia decreciente de la cuota de ganan-
cia”, expuesta en primer término en el capítulo XIII. Luego
en le capítulo siguiente analiza las contratendencias que
contrarrestan esta decrecimiento.

En escala ampliada, el componente del capital inver-


tido tiende a aumentar, provocando dicho efecto. Sintetiza
Marx: “...como vemos, las misma cuota de plusvalía, sin necesidad
de que varíe el grado de explotación, se traduce en una cuota de-
creciente de ganancia, puesto que el volumen material aumenta
también, aunque no en la misma proporción, el volumen de valor
del capital constante, por tanto, el del capital en su conjunto...”. A
la vez: “...el mismo número de obreros (...) consume productiva-
mente, en el mismo tiempo (...) un capital constante con un volu-
men cada vez mayor...”. (Tomo III, Sec. III, Cap. XIII. p. 213.)

Valor
=
Capital Constante
(Componentes necesarios para la producción: Ma-
terias Primas, Herramientas, etc.)

34
Economía Política para no economistas

+
Capital Variable
(Componentes de Trabajo Social necesario)

+
Plusvalor
(Excedente de trabajo apropiado por el Capital)

Donde la Tasa de Ganancia determina el proceso de acumu-


lación:

Tasa de Ganancia= PL / ( CC + CV)

el Capital busca maximizar PL, para ello debe reducir los


componentes del CC y CV.

Sobre la crisis de sobreproducción.


Esta misma tendencia deriva a una crisis de sobre-
producción: “...Este aumento del volumen del capital constante
(...) va acompañado del abaratamiento progresivo de los productos.
Cada producto individual de por sí contiene ahora una suma me-
nor de trabajo que en otras etapas anteriores de la producción (...)
La tendencia progresiva de la cuota general de ganancia a bajar
sólo es, pues, una expresión característica del régimen capitalista
de producción...” (Tomo III, Sec. III, Cap. XIII. p. 215.).

35
Ricardo Romero

Unidad 3:
La Economía: Escuela Neoclásica. Menger y Pareto

1. Diferenciación entre macroeconomía y microeconomía.

2. El sistema económico. La Teoría del Consumidor y del


Productor.

3. La demanda de Bienes. Concepto de Utilidad.

4. Los factores de producción y la distribución del ingreso.

Escuela Neoclásica

Como la Teoría Neoclásica presupone que la econo-


mía se desenvuelve en libre mercado, compuestos por agen-
tes, oferentes y demandantes, que actúan racionalmente y
maximizan utilidades, al encontrarse e intercambiar sus
productos se encuentran puntos de equilibrio que satisfacen
las necesidades del conjunto de individuos de la sociedad.
En este sentido, se analiza los componentes del mercado
tanto desde el Consumidor como desde la perspectiva del
Productor.

Respecto al Consumidor, cumpliendo los presu-


puestos marcados, éste lo hace bajo una cierta restricción
presupuestaria maximizando su utilidad. De esta manera
obtendrá los productos que le sean más útiles de una canasta
de bienes y servicios, buscará los de mejor calidad y los
combinará de tal manera de obtener el más bajo precio.
Como señaláramos anteriormente, es muy difícil pensar ese
comportamiento en la actualidad, sin embargo, no aproba-
ríamos un examen de microeconomía si dijésemos lo contra-
rio.

36
Economía Política para no economistas

Por el lado del Productor, luego de analizar técnicas


productivas, diferentes mercados de bienes y servicios, éste
combina ciertos Precios y Costos para maximizar su Benefi-
cio y minimizar los Costos. La ecuación se resume:

Beneficio
=
Ingreso (productos * precios)


Costos (K capital, L trabajo)

El objetivo se centra en maximizar


Beneficios y minimizar Costos
En este modelo no existen pujas, al darse la distribu-
ción de Ingresos en una sociedad de libre mercado, armóni-
ca y sin conflictos, en la cual cada individuo recibe su ingre-
so según “aporte” al proceso económico. Todo aumento en
la participación de los factores dependerá de la productivi-
dad marginal que determina el precio de los mismos.

Se puede decir que el neoclasicismo está en contra


de la intervención del Estado debido a que éste impone im-
puestos al ahorro empresarial lo que limita la posibilidad de
inversión. La no intervención del Estado y el libre mercado
son los conceptos fundamentales del pensamiento Neoclási-
co.

MENGER, Carl (1840-1921)

Principios de Economía Política,

37
Ricardo Romero

folio, Barcelona, 1996.

Capítulo III: “La Teoría del Valor”

Valor

En las primeras líneas del capítulo, Menger define el


concepto de “Valor” diferenciándose de la Escuela Clásica.
El Valor de un Bien esta dado por su utilidad, entendida en
su capacidad de satisfacer necesidades.

“...aquel fenómeno vital que llamamos valor de los bie-


nes brota de la misma fuente que el carácter económico de estos
últimos, es decir, de la antes descripta relación entre necesidad y
masa de bienes disponibles...” p.104

“...Utilidad es la capacidad que tiene una cosa de servir


para satisfacer las necesidades humanas y, por consiguiente (en el
caso de la utilidad conocida), un presupuesto general de la cuali-
dad de los bienes...”.p.107

“...El valor de los bienes se fundamenta en la relación de


los bienes con nuestras necesidades, no en los bienes mismos (...)
Para los habitantes de un oasis (...) una cantidad de agua no tiene
ningún valora al pie del manantial...” p.108.

38
Economía Política para no economistas

Medida
Esta definición separa completamente de la idea del
Valor sujeto a la cantidad de Trabajo. No existe un valora o
medida en sí, para comprender el Valor es necesario seguir
buscar las siguientes condiciones del Bien:
Condición Subjetiva: “...los sujetos económicos se encuentran
en una situación en la que deben elegir entre la satisfacción
de una necesidad de la que depende la conservación de su
vida y otra de la que depende un mayor o menor bienestar,
suelen inclinarse por la primera (...) Respecto de las necesi-
dades del segundo tipo eligen aquellas de las que dependen
un grado mayor de bienestar..” p.110

Condición Objetiva: “...en la medida en que para la satisfacción


de una necesidad dependemos de nuestra disposición sobre
un bien determinado (...) Según sea, pues, mayor o menor la
significación que la significación de dicha necesidad para
nosotros, será también la mayor o menor el valor del bien
correspondiente...) p. 114.

Condición de Cantidad: “...allí donde, frente a un conjunto de


necesidades, existe una cantidad de bienes de diversa cali-
dad, pero la satisfacción de necesidades de una determinada
intensidad depende de una concreta cantidad parcial de es-
tos bienes o de un bien concreto...” p. 128.

Condición de Preferencia: “...Así pues, el valor es de naturale-


za subjetiva, no sólo cuanto a su esencia, sino también en
cuanto a su medida. Los bienes tienen siempre “valor” para
unos determinados sujetos económicos y, además, para estos
sujetos sólo tienen un determinado valor...” p. 131.

Valor de los Bienes de Orden Superior

Se entiende como Bien de Orden Superior (medios


de producción) a aquel que no satisface una necesidad in-

39
Ricardo Romero

mediata, diferente a un Bien de Orden Inferior (medios de


consumo) que se consume directamente para satisfacer una
necesidad. pp. 71 y 74.

“...el valor que tienen los bienes de orden inferior no puede


estar condicionado por el valor de los bienes de orden superior
utilizados para la producción (...) al contrario, el valor de los bie-
nes de ordenes superiores está condicionado siempre sin excepcio-
nes por el valor previo de aquellos bienes de orden ordenes inferio-
res a cuya producción sirven...” pp. 134-5.

“...la transformación de los bienes de orden superior en


bienes de un orden inferior sigue el mismo ritmo temporal que los
restantes procesos de transformación...” p. 137
Sobre el valor del suelo, del capital y
de las prestaciones laborales
Parece interesante delimitar el análisis del valor de
estos bienes, que están orientados a la producción. Como la
definición de valor es diferente a la Escuela Clásica, la asig-
nación de la retribución a estos factores es diferente en el
caso del Uso del Suelo y la Utilización del Capital, pero si-
milar en el caso de las Prestaciones Laborales.

Uso del Suelo: “...en contra de ellos, y sobre todo en la forma en


que lo ha expuesto Ricardo, debe alzarse la objeción de que
lo que aquí se destaca no es el principio de valor que tienen
para los hombres económicos los usos del suelo... p. 151
(...)la forma concreta en que aparecen los terrenos y los
usos del suelo son objeto de nuestro cálculo del valor exac-
tamente igual que todos los restantes...” p. 152.

Prestaciones Laborales: “...el precio de las prestaciones labora-


les, al igual que el de las utilizaciones del suelo (...) debe
ser suficiente para alimentar al trabajador y a su familia.
(...) el mínimo existencial (...) regula el precio del trabajo
más común...” p. 154.

Utilización del Capital: “...hemos aludido a los errores de la

40
Economía Política para no economistas

teoría que considera el precio de la utilización del capital


como compensación al capitalista por su sobriedad (...) el
precio a fijar (...) es una consecuencia de su carácter eco-
nómico y de su valor (...) como cualquier otro tipo de bie-
nes...” p. 155.

41
Ricardo Romero

PARETO, Pareto (1848-1923)

Manual de Economía Política,


CEAL, Nº36, Bs.As., 1967-1992,

pp. 29-57.

Vilfredo Pareto amplia los conceptos desplegados


por Escuela Neoclásica. Para él, la economía es una ciencia
positiva, capaz de axiomatizarse de modo que no haya con-
tradicciones entre los axiomas.

En su texto Pareto explica la teoría de la ofelimidad


y cómo esta tiene una íntima relación con los gustos y obstá-
culos. Redefine diferentes conceptos como el de valor de
cambio y expone esta visión neoclásica de ver al mundo
económico. Centra su teoría en el tema del “equilibrio eco-
nómico” a partir del cual esboza el resto de su planteo eco-
nómico.

Esta visión influyó mucho dentro de la economía ita-


liana de la época, tanto es así que nuestra idea sobre la eco-
nomía actual tiene resabios de esta teoría.

Capítulo III:
Noción General de Equilibrio Económico

22. “...Se puede decir que el equilibrio económico es el es-


tado que se mantendría indefinidamente si no hubiese ningún
cambio en las condiciones bajo las cuales se lo observa...” (p.29)
Si consideramos al equilibrio estable, este está con-

42
Economía Política para no economistas

formado de modo tal que si es levemente modificado, tien-


de de inmediato a restablecerse. Es lo que se llama el estado
de equilibrio. Logrando el estado de equilibrio, el sistema se
mantiene indefinidamente en ese estado.
Movimientos reales son los necesarios para llevarnos
efectivamente al equilibrio; sirven para saber cómo se pro-
ducen los hechos. Virtuales, pueden producirse para alejar-
nos del estado de equilibrio, pero no se producen realmente
porque el equilibrio subsiste; sirven para conocer las pro-
piedades de algunos estados económicos.
Solamente algunos movimientos son posibles en la
realidad. Hay obstáculos que impiden los movimientos,
impiden que se produzcan algunas variaciones.
El equilibrio resulta de la oposición de gustos y obs-
táculos. Los dos casos extremos y que no se encuentran en la
realidad, son aquel en el cual no hay gustos, y aquel en el
cual no hay obstáculos.
“...Los obstáculos no determinan de un modo absoluto to-
dos los movimientos; establecen... ciertos límites,... ciertas restric-
ciones, pero permiten al individuo moverse conforme a sus propios
gustos sobre un campo más o menos restringido...” (p.30)
Los gustos y los obstáculos se refieren a cada uno de
los individuos que se consideran:
“...hay que agregar a los gustos y a los obstáculo las con-
diciones de hecho que determinan el estado de los individuos y de
las transformaciones de los bienes...” (p. 30)
Para tener la posibilidad de la determinación del
equilibrio se establece la siguiente condición: “...los movi-
mientos permitidos por los obstáculos en el momento que se produ-
cen, son impedidos por los gustos; o, lo que es lo mismo, en ese
momento, los movimientos permitidos por los gustos son impedi-
dos por los obstáculos. En efecto, es evidente que de cualquiera de
las dos maneras, se expresa la condición de que ningún movimien-
to se produce, y esta es, por definición, la característica del equili-
brio...” p.31.

Pareto designa la utilidad económica con la palabra


ofelimidad.

43
Ricardo Romero

“...La ofelimidad de cierta cantidad de una cosa, añadida a


otra cantidad determinada, (que puede ser igual a cero), de esta
misma cosa ya poseída es el placer que le procura a un individuo
esta cantidad... Si esta cantidad es muy pequeña y si se divide el
placer que procura por esta cantidad, se tiene la ofelimidad elemen-
tal. Si se divide la ofelimidad elemental por el precio, se tiene la
ofelimidad elemental ponderada...”(p.33)
Luego de exponer este tema el autor pasa a explicar
la imposibilidad de deducir el valor de la ofelimidad a par-
tir de la ley de la oferta y la demanda. Explica después la
importancia del uso de las matemáticas en su teoría:
“...Gracias al uso de las matemáticas, toda esta teoría...no reposa
más que en una experiencia...La teoría de la ciencia económica
adquiere así el rigor de la mecánica racional, deduce sus resultados
de la experiencia, sin hacer intervenir a ninguna entidad metafísi-
ca...” (p.34)
Las condiciones para que se dé el equilibrio económico:
“...Para conocer ciertos fenómenos hemos debido estudiar
su manifestación; para estudiar el equilibrio económico hemos
debido estudiar como está determinado...” (p.37)
“...los cálculos numéricos de cantidad y de precio, son el
único medio conocido hasta ahora para llegar a una noción de la
manera en que varían esas cantidades y esos precios, o más exac-
tamente, de un modo general, para saber cómo se produce el equili-
brio económico...” (p.38)
El individuo no debe considerar la “pena” que se
toma directamente para producir una determinada mercan-
cía (Crítica a Smith), sino las ventajas a las que él renuncia
empleando su tiempo en producir esa mercancía determi-
nada en lugar de emplearlo de otro modo. Pareto llama,
entonces, “costo de producción” al placer al que el indivi-
duo renuncia cuando emplea su dinero para comprarse una
mercancía determinada en lugar de comprarse otra cosa. El
precio que se paga por esa mercancía es tal, que representa
un placer igual al costo de producción. En el punto de equi-
librio la oferta y la demanda son iguales y, en el camino

44
Economía Política para no economistas

seguido para llegar a ese punto, no son iguales. Para que el


cambio de los precios sea posible, es necesario que ellos no
sean impedidos por la moneda. Cuando la moneda es el
oro, los precios no podrían aumentar más allá de ciertos
límites, porque la cantidad de oro disponible es limitada.
“...los obstáculos a los cambios de precios se originan en la
competencia de colectividades independientes, sea del mismo país,
sea del extranjero (comercio internacional), y de la dificultad de
hacer mover al mismo tiempo todos los precios; en consecuencia,
los que no cambian impiden el movimiento de los otros...”(p.46).
Al mencionar los diversos movimientos que experi-
mentan los precios, vale señalar lo siguiente:
“...Si los precios de la mayor parte o de todas las mercade-
rías de un país aumentan, la exportación disminuye, la importa-
ción aumenta, y el oro sale del país para ir al extranjero; en conse-
cuencia los precios terminan por bajar y por volver a su estado
primitivo...”(p.46)
Se puede realizar una precisa relación entre los con-
ceptos de producción y circulación.

Circulación económica: “...la producción y la circula-


ción forman un círculo. Toda alteración en un punto del fenómeno
repercute, aunque no igualmente, sobre todos los otros. Si hacemos
aumentar los precios de los productos, haremos aumentar, como
consecuencia, los precios de los factores de la producción. Si, por el
contrario, hacemos aumentar éstos, haremos aumentar aquellos...”
(p.49)

Noción general del equilibrio económico

“...El precio o valor de cambio está determinado al mismo


tiempo que el equilibrio económico y éste nace de la oposición entre
los gustos y los obstáculos. Aquel...que considera únicamente los
gustos, cree que ellos determinan exclusivamente el precio y en-
cuentra la “causa” del valor en la “utilidad” (ofelimidad). Aquel
que...considera solamente los obstáculos... encuentra la “causa”
del valor en el costo de producción. Y si entre los obstáculos consi-
dera únicamente el trabajo, encuentra “la causa” del valor exclu-
sivamente en el trabajo...y esta teoría no será falsa, sino simple-

45
Ricardo Romero

mente incompleta...” (p.52)


“...Resulta así [el valor de cambio] una entidad mal defi-
nida y que, precisamente a causa de ello, puede comprender una
cierta noción de las condiciones que se han descuidado, de las que
intuye... la necesidad de tenerlas en cuenta...” (p.53)
“...No existe ninguna entidad semejante a lo que los eco-
nomistas literarios denominan “valor”, que sea dependiente objeti-
vamente de una cosa, como lo sería la densidad u otra propiedad
física cualquiera de esa cosa (...) Si esta cosa vaga e indeterminada,
que los economistas literarios denominan “valor” tiene alguna
vinculación con los precios, se puede afirmar que depende de “to-
das” las circunstancias...que influyen sobre la determinación del
equilibrio económico...”(p.55)

46
Economía Política para no economistas

47
Ricardo Romero

Unidad 4:
Síntesis neoclásica. Schumpeter y Keynes

1. Schumpeter: Análisis del ciclo Económico.

2. Empesario e innovación tecnológica.

3. Keynes y su teoría económica.

4. La participación del sector público en la economía. Mul-


tiplicador Keynesiano.

5. Política económica: fiscal y monetaria. Bancos: conceptos


y función.

La Teoría del Equilibrio General no podía dar res-


puesta a las constantes crisis que presentaban los países
capitalistas. Este equilibrio se presuponía desde la Ley de
Say, que planteaba que toda oferta genera su propia de-
manda.

Habiendo sido el marxismo el cuerpo teórico que


parecía comprender el proceso de acumulación del capital,
observando el proceso de sobreproducción que tendencial-
mente coloca en crisis al capitalismo.

Sin embargo, desde otra perspectiva, Joshep Schum-


peter desarrollaría una teoría que procuraría repensar las
crisis. Según este autor, los cambios tecnológicos debido a
los nuevos empresarios colocan a las crisis como un mo-
mento de desarrollo en la economía.

Durante gran parte del siglo XIX y principios del


XX, los economistas depositaban, religiosamente, la con-

48
Economía Política para no economistas

fianza en el comportamiento de mercado, incomprensible-


mente en momentos en que crecía trustificación de las em-
presas.

Esta posición solo se abandonaría en la crisis del ‘30,


cuando el accionar del Estado, recuperaría a las alicaídas
economías capitalistas.

El nuevo rol del Estado estuvo sustentado en los


análisis realizados por Keynes, quién propuso orientar el
accionar estatal, a través de políticas monetarias y fiscales,
hacia incrementar la propensión al consumo, incentivando
la inversión y provocando el aumento del ingreso por el
efecto multiplicador.

Durante décadas, las políticas keynesianas se aplica-


ban como mecanismo para recuperar el crecimiento. Recién
en los ´70, los déficits fiscales recurrentes en que caían los
Estados, sumados a las tendencias inflacionarias, provoca-
ron el abandono de estas recetas.

49
Ricardo Romero

SCHUMPETER, Joshep (1883-1950)

Teoría del desenvolvimiento económico,


FCE, México, 1997, 2 ed.

Cap. VI: El ciclo económico

En este capítulo Schumpeter expone las principales


ideas que nutren s su Teoría de las Crisis.

1. Sobre el carácter de las crisis: “...¿procede el desenvolvi-


miento en forma continua o interrumpida? (...) La expe-
riencia responde a estas preguntas en forma negativa
(...)las crisis pueden ser o no un fenómeno uniforme (...)
las crisis pueden o no ser susceptibles de una explicación
puramente económica... pp. 217-219 (...) Se plantea la si-
guiente cuestión: ¿existen crisis puramente económicas?
...”.p.221.

2. ¿Porqué el desenvolvimiento es irregular?:

A. “...por no distribuirse igualmente en el tiempo las nuevas com-


binaciones (...) sino que, en caso de aparecer, lo hacen en forma
discontinua, en grupos o manadas...” p. 224 (...) “...las nuevas
combinaciones no proceden de empresas antiguas ni toman in-
mediatamente su lugar, sino que aparecen al lado de ellas
haciéndoles la competencia(...) Esto produce un auge secunda-
rio que se difunde por todo el sistema económico (...) (además)
deben jugar un gran papel los errores en el comienzo, y durante
el curso de la depresión...”

B. “...¿Por qué no aparecen continuamente los empresarios (...)


sino en grupos? Exclusivamente por el hecho de que la apari-
ción de uno o más empresarios facilita la de otros, y éstos a su

50
Economía Política para no economistas

vez la de nuevos grupos...”.p. 228.

3-La aparición en grupo de los empresarios: “...es la única


causa del auge, tiene un efecto diferente sobre el sistema
económico del que tiene la aparición continua...”.p.230
(...)Al comienzo de la expansión suben los costos de los
viejos negocios (...) la aparición de los nuevos negocios
causa una baja de los precios, ..., puede conducir a una
crisis, debe conducir a una depresión, y origina todos los
demás fenómenos...”.p.233.

4-Teoría de la Crisis: “...los argumentos de cualquier teoría de


las crisis o del ciclo, comprenderá cómo el auge (...) crea de
sí mismo una situación objetiva que, desdeñando todos los
elementos fortuitos y accesorios, pone fin al auge, conduce
con facilidad a una crisis y necesariamente a una depre-
sión; y de ahí a una posición temporal de firmeza relativa
y de ausencia de desenvolvimiento...” p.236.

5-Las Crisis: “...la depresión conduce (...) a una nueva posición


de equilibrio (...) las perturbaciones causadas por la ex-
pansión, esto es, por la aparición de nuevas combinaciones
(...) los negocios viejos (...) se encuentran tres posibilida-
des: decaer (...) dedicarse a otra rama (...) o adoptar otros
métodos comerciales o técnicos (...) que signifiquen la ex-
tensión de la producción...”.p.241. “...el verdadero signifi-
cado de un período de depresión (...) es la lucha por otra
nueva posición de equilibrio que incorpore las innovacio-
nes dé expresión a sus efectos sobre las empresas an-
tiguas...”. p. 242.

6-El ciclo económico: “...en una sociedad con propiedad privada


y libre competencia, este proceso es el complemento nece-
sario del emerger continuo de nuevas formas sociales y
económicas, y de ingresos reales en continuo crecimiento
para todas las capas sociales. El proceso sería más suave si
no hubiera fluctuaciones cíclicas, pero no se deben total-

51
Ricardo Romero

mente a las últimas, ni totalmente independiente de éstas.


Esos cambios económicos y culturales son aquellos sobre
los cuales se ha concentrado por tanto tiempo la atención
analítica. Y es más característico del sistema capitalista, lo
mismo que de su cultura y resultados, elevación y caída de
familias y empresas, que cualquiera de las cosas que pue-
dan ser observadas en una sociedad estacionaria, tomada
en el sentido de que se produzcan sus procesos con ritmo
constante...”.p. 254.

52
Economía Política para no economistas

KEYNES, John Moynard (1883-1946)

Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero

FCE, México, 1992, 1 reimp.

Los Postulados de la Economía Clásica

Teoría Clásica de la Ocupación


• Postulado I: El salario es igual al producto marginal del tra-
bajo. (p. 17)
• Postulado II: La utilidad del salario, cuando se usa determi-
nado volumen de trabajo, es igual a la desutilidad marginal de
ese mismo volumen de ocupación (p. 17)
-Desutilidad marginal: “...debe entenderse cualquier motivo
que induzca a un hombre o a un grupo de hombres a abs-
tenerse de trabajar antes que aceptar un salario que repre-
sente para ellos una utilidad inferior a cierto límite...”.(p.
17)

-Desocupación “friccional”: “... desajustes que se oponen a un


estado de ocupación total continuo...”. (p. 17)

-Desocupación “voluntaria”: “...resulta de la negativa o inca-


pacidad de una unidad de trabajo para aceptar una remu-
neración correspondiente al valor del producto atribuible a
su productividad marginal...” (p. 18)

-Desocupación “involuntaria”: “...los hombres se encuentran

53
Ricardo Romero

involuntariamente sin empleo cuando, en el caso de que se


produzca una pequeña alza en el precio de los artículos
para asalariados, en relación con el salario nominal, tanto
la oferta de mano de obra dispuesta a trabajar por el sala-
rio nominal corriente como la demanda total de la misma a
dicho salario son mayores que el volumen de ocupación
existente...” (p.25)

-Objeción 1 al segundo postulado: “... una baja en los sala-


rios reales (...) no produce, por regla general, una dismi-
nución de la oferta de mano de obra disponible al nivel de
salario corriente...”. (p. 23)

-Objeción 2 al segundo postulado: “... inconformidad con el


supuesto de que el nivel general de los salarios reales esta
directamente determinado por el carácter de los convenios
sobre salarios...”. (p.23)

-Diferencia entre salario relativo y nivel general de los


salarios: “...El efecto de la unión de un grupo de trabaja-
dores consiste en proteger su salario real relativo. El nivel
general de los salarios reales depende de otras fuerzas de
trabajo económico...”(p24)

Teoría Clásica de la Producción

-Satisfacción de necesidades: “...Se dice que gasta cuando


procura obtener satisfacción presente de los bienes y servi-
cios que compra y que ahorra cuando el trabajo y los bie-
nes que compra los dedica a la producción de riqueza de la
cual espera derivar medios de satisfacción en el futuro...”
(p28)

54
Economía Política para no economistas

-Definición de costos: “...los costos de producción se cubren


siempre globalmente con los productos de la venta deriva-
da de la demanda...” (p30)

-Definición de valor: “...el ingreso global percibido por todos los


elementos de la comunidad relacionados con una actividad
productiva necesariamente tienen un valor igual al valor
de la producción...” (p30)

-Critica a la definición de riqueza: “...la suma de los incre-


mentos netos de la riqueza de los individuos debe ser exac-
tamente igual al total del crecimiento neto de la riqueza de
la comunidad (...) quienes piensan de este modo se enga-
ñan (...)al suponer que existe un eslabón que liga las deci-
siones de abstenerse del consumo presente con las que
proveen el consumo futuro...” (p30)
Alusión a la Teoría Clásica en General
-Ley del salario real: “... el salario real es igual a la desutilidad
marginal de la desocupación existente...”. (p. 30.)

-Inexistencia de la desocupación “involuntaria”: “...no exis-


te eso que se llama desocupación involuntaria en sentido
riguroso...”. (p.30)

- Ley de oferta y demanda: “...la oferta crea su propia demanda,


queriendo significar que el precio de la demanda global es
igual al precio de la oferta global para cualquier nivel de
ocupación y de producción...”. (p. 31)

55
Ricardo Romero

El Principio de la Demanda Efectiva.

-Definición de costo de factores: “...las cantidades que (el


empresario) paga a los factores de producción por sus ser-
vicios habituales...”. (p. 32)

-Definición de costo de uso: “...las sumas que pagan a otros


empresarios por lo que les compra, justamente con el sa-
crificio que hace al emplear su equipo en vez de dejarlo in-
activo...” (p. 32)

-Definición de ingreso: “...El excedente de valor que da la pro-


ducción resultante sobre la suma del costo de factores y el
costo de uso...”.(p. 32)

-Definición de ingreso total: “...el costo de factores y la ganan-


cia del empresario juntos...”.(p. 32)

-Definición de producto: “...ingreso global (...) que resulta de


un volumen de ocupación...”.(p. 32)

-Definición de la oferta global de la producción: “... la ex-


pectativa de los resultados que se espera obtener y que
hará costeable a los empresarios dicha ocupación...”.(p.
32)

-Definición del volumen de ocupación: “...el volumen de


ocupación está determinado por la intersección de la fun-
ción de la demanda global y la función de la oferta global,
porque es en este punto donde las expectativas de ganan-
cia alcanzan al máximo...”. (p. 34) (...) en equilibrio el vo-
lumen de ocupación depende: a) de la función de la oferta
global, b) de la propensión a consumir y c) del volumen de
inversión...”. (p. 36)

-Definición de la demanda efectiva: “...la intersección de la


función de demanda global con la función de oferta global
se denominará la demanda efectiva...”. (p. 34)

56
Economía Política para no economistas

-Definición de propensión a consumir: “...La relación entre el


ingreso de la comunidad y lo que se puede esperar que gas-
te en consumo (...) dependerá de las características psico-
lógicas de la comunidad a las que llamaremos su propen-
sión a consumir...” (p. 36)

-Crítica final a la teoría económica clásica: “...Puede suceder


muy bien que la teoría clásica represente el camino que
nuestra economía debería seguir: pero suponer que en rea-
lidad lo hace así es eliminar graciosamente nuestras difi-
cultades (...) (los clásicos) predican que todo pasa del me-
jor modo en el más perfecto de los mundos, a condición de
que dejemos las cosas en libertad...”. (p. 40)

El multiplicador Keynesiano

Se presenta aquí un concepto esencial del pensa-


miento keynesiano, el multiplicador:
“...Definamos, por tanto a dC/dY como la propensión
marginal a consumir. Esta cantidad es de considerable importan-
cia, porque nos dice cómo se dividirá el siguiendo incremento de la
producción entre consume e inversión; porque ∆Y = ∆C + ∆Y,
donde ∆C y ∆I son los incrementos del consumo y de la inversión;
de manera que podemos escribir
∆Y = k∆I, en donde 1-1/k es igual a la propensión marginal a con-
sumir...” p. 108.
De lo que se desprende la siguiente ecuación del
multiplicador:

k = ∆Y/∆I

Reflejando k el incremento de ∆Y a cada incremento


de I.

57
Ricardo Romero

Teoría de los Precios


Dice Keynes: “...la teoría cuantitativa del dinero puede
enunciarse como sigue: “Mientras haya desocupación, la ocupa-
ción cambiará proporcionalmente a la cantidad de dinero; y cuando
se llegue a la ocupación plena, los precios variaran en la misma
proporción que la cantidad de dinero...” p. 263.

Política Fiscal y Monetaria

Del aporte conceptual elaborado por Keynes, pode-


mos observar el rol del Estado en la economía y su capaci-
dad de incentivar el crecimiento. Los instrumentos con los
que cuenta son la Política Fiscal y la Política Monetaria.
Política Fiscal: Esta orientada al análisis de los Ingresos y
Egresos del Estado. El Ingreso representa las Tasas o
Impuestos que recauda el Estado que permiten sol-
ventar los Gastos que estan en su Presupuesto Públi-
co. La propuesta keynesiana nos propone orientar el
Gasto hacia la Inversión, generando un efecto multi-
plicador sobre el Producto que incentive el creci-
miento.
Política Monetaria: Representan las medidas que toma el
gobierno, desde el Banco Central sobre la cantidad
de Moneda circulante en un país. Aquí Keynes pro-
pone incrementar la emisión monetaria, de manera
tal de incrementar la Demanda Efectiva a fin de in-
crementar la producción.

58
Economía Política para no economistas

Banco Central y Créditos

Como se señaló anteriormente, el Banco Central es el


encargado de regular la cantidad de circulante monetario de
un Estado. Siendo a la vez la entidad que controla el funcio-
namiento de los Bancos.
Los Bancos son entidades que aceptan dinero de
ahorristas, quienes reciben un interés, para realizar presta-
mos a inversionistas o adquiere activos rentables que les
permitan obtener un beneficio superior al interés que tienen
que pagar.

Multiplicador Bancario

Las entidades bancarias al prestar el Dinero de los


ahorristas, están incrementando la disponibilidad moneta-
ria. Este efecto se conoce como multiplicador.
A fin de garantizar la solvencia de las instituciones
financieras, el Banco Central sólo permite prestar una parte
de los depósitos, a fin de generar un resguardo ante los aho-
rristas. Esa cuota que el Banco Central retiene se llama “En-
caje Bancario”.
La fórmula matemática es:

Nuevos Depositos = $Depósitos . (1/ 1- encaje)

Para nuestro ejemplo de Encaje = 10%

Nuevos Depósitos = $Depósitos.(1/0,9)

59
Ricardo Romero

Presentamos en forma numérica el efecto:

Dinero Deposito Encaje Presta


10%
100 100 10 90
190 90 9 81
271 81 8,1 72,9
343,9 72,9 7,29 65.61

60
Economía Política para no economistas

61
Ricardo Romero

Unidad 5:
Conceptos básicos de Economía. Comercio y Econo-
mía Internacional

1. Producto, Ingreso y Renta Nacional.

2. Consumo, Inversión, Ahorro y Gasto.

3. Las relaciones con el mercado mundial.

4. La teoría de las ventajas en el comercio internacional.


Exportaciones.

5. Modelo de Identidades Básicas.

62
Economía Política para no economistas

Conceptos básicos de Economía y Comercio Internacional

Se propone en esta unidad introducir al estudiante


en la compresión de conceptos básicos de Economía y Co-
mercio Internacional, con el fin vislumbrar el desarrollo de
la Economía Argentina desde una perspectiva histórica.

En primer lugar, se presentan las identidades básica


macroeconómicas: Ingreso-Producto, Ahorro Inversión,
Tasas-Gasto, Exportaciones e Importaciones.

Además, se analizan las Teoría sobre el Comercio In-


ternacional, siendo de relevancia la comprensión de su di-
námica, teniendo presente que la estructura económica ar-
gentina esta condicionada por su relación con el mercado
mundial.

Producto o Renta Nacional e Ingreso

La Macroeconomía es un área de la Economía que se


dedica al análisis de la compresión de las variables econó-
micas de un Estado o sociedad y diseña Políticas Económi-
cas con el fin de generar el equilibrio estable de las mismas.

Se definirán a continuación tres conceptos funda-


mentales que nos permiten comprender el marco general de
la macroeconomía.

Producto o Renta Nacional: Una economía produce anual-


mente una determinada cantidad de Bienes y Servi-
cios. La medición del Valor Total de los mismos constitu-
ye el Producto o Renta Nacional de una sociedad. El con-
cepto es importante para observar la evolución eco-
nómica del país y comparar con otros países.

Ingreso Nacional: Los diferentes individuos de la sociedad


perciben un ingreso por su participación en la pro-

63
Ricardo Romero

ducción. El Ingreso monetario es igual al Producto


Nacional que tiene la Sociedad.

Consumo, Ahorro, Inversión y Gasto

A la vez, el Producto se puede desagregar según el


uso que se realicen de los bienes. Parte del Producto es des-
tinado al Consumo. Otro parte se constituye en Ahorro que
se utilizará en la Inversión. Finalmente existe una tercera
parte que es el pago de impuestos al Estado para solventar
su Gasto.

De esta forma se constituye una identidad macroe-


conómica básica de una economía cerrada:

P (Producto) = C (Consumo) + I (Inversión) +


G (Gasto)

a la vez, el Ingreso estaría constituido por:

I (Ingreso) = C (Consumo) + S (Ahorro) + T (Tasas o im-


puestos Estatales)

donde se entiende que la Inversión es igual al Aho-


rro.

Esta ecuación será completada al incorporar al sector


externo en la misma. Previamente se describirán algunos
comentarios sobre el Comercio Internacional.

64
Economía Política para no economistas

Teoría de las Ventajas en el comercio internacional

Desde la formación de los primeros asentamientos


humanos, el intercambio de excedentes económicos entre
sociedades se presenta como una constante en la historia de
la humanidad.

Durante la crisis del feudalismo y la formación de


los Estados Nacionales -durante el siglo XVI y XVII- el
“mercantilismo” ocupará el discurso económico de la época.
La idea de la acumulación de oro y metales preciosos se
conseguía a cambio de tener una balanza comercial favora-
ble (esto es exportaciones mayores a las importaciones).

La perspectiva mercantilista tuvo sus críticas en el


pensamiento británico, desde William Petty a David Hume.
Esto no deja de ser paradójico, puesto que Inglaterra se con-
vertiría en el siglo XIX, en la abanderada del librecambismo;
sin embargo, durante su formación industrial desplegó polí-
ticas proteccionistas a sus manufacturas, al igual que Fran-
cia respecto de la agricultura.

Con la obra de Adams Smith nos encontramos con el


concepto de Ventajas Absolutas, que desplaza la preocupa-
ción del comercio exterior en cuanto a la acumulación de
oro, hacia la idea de exportar aquellos bienes que se fabrica-
ran a bajo costo en el país e importar aquellos que fueran de
menor costo en el exterior. Un país tiene una ventaja absoluta
cuando puede producir un bien con menor costo de producción.

Producción Sin Intercambio Con Intercambio

65
Ricardo Romero

País A

Producto X 100 200

Producto Y 50 Lo intercambia

País B

Producto X 50 Lo intercambia

Producto Y 100 200

Prod. Hs. Trabajo 150 200

Sin embargo, David Ricardo introduce el concepto


de Ventajas Comparativas, que plantea que los países de-
ben especializarse en la producción de aquellos bienes en
los que se tenga mayor productividad. Si dos países tienen
ventajas comparativas y existe un flujo de intercambio, ambos se
ven beneficiados porque se consigue una mayor producción con el
mismo número de horas de trabajo.

Producción Sin Especializ

P
a
í
s

Producto X

Producto Y

Prod. Hs. Trabajo

66
Economía Política para no economistas

País B

Producto X

Producto Y

Prod. Hs. Trabajo

En la actualidad, se habla del concepto de Ventajas


Competitivas, elaborado por Michael Porter, quien entiende
que los países se insertan en el mercado mundial a través de
la generación de las ventajas competitivas, permitidas por
avance tecnológico y la diferenciación de productos para
mercados segmentados.

Los Términos de Intercambio y la relación desigual

El pensamiento ricardiano se convertiría en la base


teórica del comercio internacional del siglo XIX y principios
del siglo XX hasta la crisis del 30, que frenó el despliegue
del comercio internacional hasta la posguerra.

Términos de Intercambio

La Teoría de los Términos de Intercambio, elaborada


por el CEPAL, analiza la variación asimétrica que se produ-
cen entre los precios de los productos manufacturados y los
agropecuarios, que tienden a subir provocando un deterioro
para el país agrícola.

67
Ricardo Romero

Año 1: Prod. Manuf / Prod. Agro = 1


Año 2: Prod Manuf / Prod. Agro = 2;
mostrando un deterioro de los precios
del producto agrícola.

Teoría del Intercambio Desigual.

La Teoría del Intercambio Desigual, elaborada por


corrientes marxistas, critica a la visión ricardiana desde tres
aspectos:

Que la Tasa de Ganancia en cada país no es igual.

Que la producción escala no beneficia a ambos paí-


ses por igual.

Que la productividad en ambos países no permane-


ce constante y generalmente son desiguales.

 LIPSEY, Richard, La Economía Positiva, Vicens, 1974.


 PORTER, Michael, Las Ventajas Competitiva de las Naciones,
Vergara, Barcelona, 1992.
 EMMANUEL, A. El intercambio desigual, Siglo XXI, México,
1969, pp. 3-37.

68
Economía Política para no economistas

Modelo de Identidades Macroeconómicas Básicas

Retomando la ecuación del Producto y el Ingreso:

P (Producto) = C (Consumo) + I (Inversión) + G (Gasto)


I (Ingreso) = C (Consumo) + S (Ahorro)
+ T (Tasas o impuestos Estatales)

Podemos abrir la economía incorporando el sector


externo en ambas ecuaciones. En el Producto se desprende
una parte que se destina a Exportar (X) y en el Ingreso de
incorpora las importaciones (M) que se pueden comprar a
partir de las exportaciones.

Para que una economía este en equilibrio: P = I

C + I + G +X = P = I = C + S + T+M

De lo que se desprende que:

(X-M) = (C-C) + (S-I) + (T-G)

Este modelo es conocido con el nombre de “Tres Brechas”,


debido a que representa a tres sectores de la economía.

Sector Externo (X- Sector Privado (S- Sector Público (T-


M) I) G)

 MOCHON, Francisco y Beker, Victor, Economía. Principios y


Aplicaciones, Mc Graw Hill, Madrid, 2 de., 1997.

69
Ricardo Romero

Unidad 6:
Historia Económica Argentina

1. Estadísticas sobre la economía argentina y su ubicación


en el contexto mundial.

2. Diferentes fases de la economía argentina.

3. La era colonial, la independencia, el modelo primario-


exportador, la sustitución de importaciones y la globali-
zación.

4. Teorías de inflación. Evolución de la inflación en argen-


tina. Los planes de estabilización.

5. Perspectivas actuales de la política económica. Modelo


Macroeconómico para Argentina.

70
Economía Política para no economistas

Argentina y su integración
al capitalismo mundial
Se presenta a continuación una descripción histórica
de la formación económica argentina, desde la colonización
hasta la actualidad. Los párrafos versan sobre la característi-
ca del contexto internacional y la forma de inserción que
tuvo Argentina en cada fase de acumulación del capitalis-
mo, sin profundizar sobre las políticas económicas específi-
cas de cada período.
El objetivo de estas páginas es el soporte para el aná-
lisis de la historia argentina. A partir de lo mismo, la ejerci-
tación se orienta a buscar datos cuantitativos y cualitativos
sobre: comercio exterior, gasto público, nivel de PBI, etc.
De esta manera, se introducirá al estudiante a los
conceptos fundamentales de Cuentas Nacionales y a las
principales variables macroeconómicas aplicadas a la com-
prensión de desarrollo histórico argentino.
Se centraliza el análisis cuantitativo a la última dé-
cada, intentando evaluar el contexto económico actual y
observando simultáneamente las principales tendencias
abiertas en la actualidad.
La herencia colonial y los límites del liberalismo económi-
co.
Generalmente, los análisis económicos tienden a
subestimar el peso del período colonial en el proceso de
industrialización de América Latina, puesto que comienzan
sus estudios a partir de 1850, dando a entender que la re-
gión entonces se integra al capitalismo mundial, abastecien-
do a las economías industrializadas.
Sin embargo, es necesario recordar que la región la-
tinoamericana que fue conquistada por las potencias euro-
peas, principalmente España y Portugal, a lo largo de los
siglos XV y XVI, en la fase que significó la acumulación origi-
naria de capital para centro desarrollado y la consecuente
des-acumulación y devastación de los países latinoamerica-

71
Ricardo Romero

nos. De esta manera, mientras Gran Bretaña acumulaba los


recursos y comenzaba su proceso de industrialización, la
región seria sometida al monopolio colonial, expropiándoles
sus recursos. Este despojo económico condicionaría su desa-
rrollo y su vida independiente.
La colonización.
El descubrimiento de América se produce en pleno
auge del capital comercial en Europa. La constante búsqueda
de puertos comerciales inspiraba a la aventura marítima. En
ese período, España y Portugal eran proveedoras menores
de las economías europeas. Esta situación de España y Por-
tugal no cambiaría a pesar del surgimiento de sus imperios
ultramarinos.
En dicho período, Inglaterra comenzaba a experi-
mentar transformaciones profundas en sus estructuras eco-
nómicas y políticas, que rezagarían a las monarquías ibéri-
cas a jugar un papel subordinado de la nueva potencia. In-
glaterra pasaría por una revolución agrícola primero y lue-
go por la industrialización que la catapultaría al liderazgo
del comercio internacional.
Inspirados en el mercantilismo, el objetivo de los co-
lonizadores se centraba en la búsqueda de materiales pre-
ciosos. En ese sentido se dirigió la colonización española
que, luego de llevar contiendas para lograr la conquista del
lado occidental de América, estableció dos centros mineros
que articularon todo el dominio español: México y Potosí.
Sobre el pilar minero se desplegaron actividades rurales,
ganaderas, agrícolas, urbanas y artesanales, que servían
para abastecer a estos complejos y sostenían las rutas co-
merciales que se abrían a través del traslado del material
extraído.
La posibilidad del desarrollo económico estuvo sus-
tentada en la existencia de fuentes mineras, la gran expan-
sión territorial y la abundante mano de obra indígena. La
exportación constante de oro y plata se mantuvo en forma
creciente. Luego el desastre demográfico que significó el
sacrificio de millones de indígenas iría mermando la activi-

72
Economía Política para no economistas

dad, lo cual llevaría paulatinamente la crisis.


Cambios geopolíticos internacionales.
Como anticipamos, a pesar de la estructura colonial,
la corona española entraría en una profunda decadencia que
la llevaría de ser la primera nación europea al tercer lugar,
quedando relegada por Inglaterra y Francia. La Corona In-
glesa irrumpió sobre el llamado mundo moderno, transfor-
mando sus estructuras económicas y sociales. Durante todo
el siglo XVII experimentaría una serie de levantamientos
políticos que culminarían con la Gloriosa Revolución (1689).
Sumado a una mutación en el cambio, irían articulando el
escenario para la expansión industrial.
La preeminencia de Inglaterra en el comercio inter-
nacional, sumado al poder económico de los Habsburgos
que demandaban productos ingleses, debilitaron la posibi-
lidad de un desarrollo industrial en España y pronto marca-
rían su declive. Respecto a Portugal, esta corrió igual suerte
durante todo el período en que estuvieron bajo dominio de
la dinastía Habsburga hasta la restauración de su indepen-
dencia en 1640. Durante el período subsiguiente, se reforza-
ron los lazos de dependencia comercial con Inglaterra, lo
cual culminaría con el tratado de Mathuen en 1703.
Reformas como respuesta a la crisis.
A principios de 1700, la relación entre las colonias
indoamericanas y las metrópolis ibéricas era mucho más
importante para las segundas que para sus dependencias
coloniales. Lo más importante reside en que dicho vínculo
se iría debilitando con el avance imponente del comercio
inglés. Ante la crisis colonial, España decidió reaccionar con
una serie de reformas, tanto políticas como económicas, que
buscaban mantener una cierta preponderancia de su domi-
nio sobre la región. A continuación se enumeran las princi-
pales medidas adoptadas por España.
Reformas borbónicas
Los borbones realizaron reformas que abarcaban di-

73
Ricardo Romero

ferentes aspectos que se enumeran a continuación.


Aspectos Políticos
• Reformas políticas administrativas: se realizaron divisio-
nes territoriales, creándose el Virreinato del Río de la Pla-
ta; el de Nueva Granada y la Capitanía General de Vene-
zuela.
• Real ordenanza de intendentes: dictada por Carlos III,
fijó la unificación del gobierno metropolitano con el co-
lonial.
• Reforma militar: la delimitación de los cargos militares y
su estructura de defensa.
• Reformas religiosa: la expulsión de los jesuitas.
Aspectos económicos.
• Reformas económicas y comerciales: lo más importante
fue la supresión del puerto único en la Metrópoli y la li-
beralización del comercio Inter-colonial. También se efec-
tuó la apertura del puerto de Buenos Aires y el regla-
mento de libre comercio.
Consecuencias sobre la independencia.
La crisis definitiva del colonialismo ibérico se pro-
fundizaría con la expansión napoleónica sobre España, des-
atando el proceso de desintegración del sistema imperial y
posteriormente la independencia de los países. En el caso
portugués, la transición mantuvo el espacio territorial que
poseía la metrópoli; sin embargo las posesiones españolas
devinieron en naciones para cada unidad administrativa.
Incluso -como en el caso del Virreinato del Río de la Plata-
no se logró mantener su unidad, sino que hubo una cuá-
druple fragmentación que luego originaría a las repúblicas
de Bolivia, Paraguay , Uruguay y Argentina. Esta última
tardaría casi siete décadas en estabilizar su estructura.
Como se observó anteriormente, la colonización
americana formó parte del proceso de acumulación del capi-
talismo europeo, y a la vez, devastó la región, generando un
desastre demográfico y el saqueo de sus riquezas. Durante

74
Economía Política para no economistas

todo el período, la economía británica iría consolidando su


industrialización y el predominio naval y comercial, provo-
cando el paulatino retroceso de España y Portugal. Frente a
esto, los mencionados países implementaron una serie de
medidas que buscaron contrarrestar la situación.
Si bien las reformas del siglo XVIII tienen el mismo
origen, los objetivos y mecanismos muestran que buscaron
estrategias diferentes y sus resultados fueron a la vez muy
distintos. En el caso español la fragmentación fue inevitable,
sin embargo para el caso brasileño la transición se mostró
menos traumática.
Existen diversos trabajos que analizan los costos y
beneficios de la independencia latinoamericana, aunque
centran su atención en los aspectos cuantitativos del proce-
so, sin comprender la manifestación políticas de los mismos.
Sería necesario comprender por qué se hacía inevitable
romper los lazos con el medioevo colonial.
Fragmentación política del imperio español: el ejemplo
del Virreinato del Río de la Plata.
Con la creación del Virreinato del Río de la Plata las
economías del interior, que habían tenido un desarrollo
próspero como proveedoras de la región minera del Alto
Perú, comenzaron su declinación económica hacia el Litoral
y Buenos Aires. Así, esta última se constituiría en el nuevo
hinterland del virreinato. La expansión napoleónica hacia
España, agotó las posibilidades de la Corona de mantener el
dominio político sobre la región.
Sería Gran Bretaña la que habría de impulsar la in-
dependencia de las colonias para luego reconstituir un
“nuevo pacto colonial”, intentando proyectarse como nueva
potencia.
A partir de esto se acentuó la fragmentación del pa-
ís, donde podríamos enumerar diversos factores, desde la
irrupción del caudillismo (lo que atañe a la producción)
hasta el comercio local, interregional y exterior. La relativa
pérdida de la hegemonía británica -a mitad de siglo XIX- de
los mercados europeos, obliga a la corona a fortalecer su

75
Ricardo Romero

contacto comercial con los nuevos países, intentando satis-


facer la demanda de su expansión producida por su Segun-
da Revolución Industrial.
Así es que triunfó y se hizo realidad la organización
nacional, bajo la conjunción por parte de los tradicionales
grupos comerciantes, devenidos en terratenientes ligados al
proceso de paulatina integración del país al mercado mun-
dial. Todo este salto cualitativo de la estructuración espacial
económica iría tomando cuerpo social y político en torno a
los intelectuales liberales, que de la mano de Roca, goberna-
rían desde 1880, llevando adelante los ideales de moderni-
zación. El país entró en un proceso de urbanización median-
te la política inmigratoria y logró un alto crecimiento eco-
nómico gracias a su relación con el mercado mundial.
Inserción en la pax británica
Ser cuna de la Revolución Industrial marcó el pun-
tapié inicial del liderazgo británico durante en el siglo XIX.
Este proceso no fue solamente un auge del crecimiento eco-
nómico, sino que marcó una transformación económica y
social, que delimitó la formación del Estado Moderno y el
despliegue del capitalismo industrial. Mientras Gran Breta-
ña había consolidado su monarquía constitucional, los paí-
ses europeos se veían sacudidos por olas revolucionarias
que limitaban la consolidación política de países como Fran-
cia o Alemania.
Por otra parte, mientras que Gran Bretaña se fortale-
cía por el auge de la industria y comenzaba el “gran boom”
de los FFCC y el liderazgo del comercio internacional, Fran-
cia no lograba consolidar su industrialización y Alemania
recién avanzaba sobre su unión aduanera. Además, sería
Gran Bretaña la que impulsaría la independencia de las co-
lonias americanas para luego reconstuir un “nuevo pacto
colonial”, intentando proyecto como nueva potencia.
Para el caso de los Estados Unidos, si bien este país
tenía un marco institucional moderno, la hegemonía de los
terratenientes limitaría el desarrollo industrial hasta 1830,
cuando el progreso técnico de la industria textil y metalúr-

76
Economía Política para no economistas

gica se desarrollaran a pasos agigantados. Este proceso ten-


dría su culminación final con en una Guerra Civil que en-
frentó a los terratenientes esclavistas del sur con la creciente
burguesía industrial del norte. La victoria de los yanquis
consolidó la expansión económica del país.
Hacia mitad de siglo XIX, el escenario económico
iría cambiando. A la industrialización norteamericana se le
sumaría la alemana, que, luego de consolidarse políticamen-
te con la asunción de Bismarck y la victoria en la guerra
Franco-Prusiana, obtendría las bases necesarias para su con-
solidación económica, desplazando a Gran Bretraña de los
mercados europeos y obligándola a fortalecer sus relaciones
comerciales con sus colonias.
El liderazgo británico en el comercio ultramarino
permitió la formación de una economía internacional regida
bajo el patrón oro y el libre intercambio proliferado por la
potencia. En algunos casos se utilizaron con las cañoneras
como en China, y en otros se tejieron con acuerdos políticos
con oligarquías terratenientes como en Argentina. Esta si-
tuación subordinó el crecimiento económico de los países
del Tercer Mundo al crecimiento de las Islas.
Relación de Argentina con el mercado mundial
Latinoamérica en general y Argentina en particular
se incorporarían a esta nueva fase de expansión del capita-
lismo. La Argentina apareció como uno de los potenciales
beneficiarios de este proceso, al suministrar los alimentos
que estaban demandando las islas británicas. Nuestro país,
desde la época de la independencia, había quedado sumer-
gido en una larga fase de guerras civiles. A mitad de siglo,
las fuerzas políticas al interior de Argentina se articularían
en un movimiento que cambiaría la orientación del país.
Paralelamente, la creciente demanda de alimentos y
materias primas por parte de las recientes economías indus-
trializadas, provocarían una nueva articulación de Buenos
Aires con el mercado mundial, y paulatinamente la Argen-
tina se incorporaría a este panorama. Hacia 1860, se viven-
ciaría una formidable expansión de la economía argentina.

77
Ricardo Romero

Cabe acotar que, en este período, los EE.UU. vivie-


ron su guerra civil, cuya consecuencia sería la consolidación
de su expansión económica. La victoria del norte industria-
lista perfilaría a este país como una tercera fuerza en el es-
cenario geopolítico mundial.
Durante el período analizado anteriormente, los
mercados de las economías europeas comenzaron a ser pe-
queños para la sobreproducción que el capitalismo indus-
trial estaba generando. Lo que habría de motivar a una fuer-
te presión exportadora hacia los países dependientes, colo-
nias y protectorados. Estas tendencias del mercado interna-
cional serían un factor relevante para integrar a Argentina
como un mercado para el excedente de manufacturas pro-
ducidas en el viejo continente.
Argentina, el Granero del mundo
Las Provincias Unidas del Río de la Plata, desde la
época de la Independencia, habían quedado sumergidas en
una larga fase de guerras civiles, con un deterioro de sus
economías regionales, a partir de la fragmentación de sus
vinculaciones coloniales, que tenían a Buenos Aires como
un hinterland que le permitía a la economía del Virreinato
del Río de la Plata articularse en una relación de comercio
monopólico con España.
Con la crisis en 1820 y la desintegración económica
de las provincias del Río de la Plata, cada parte regional
tratará de subsistir ofertando a distintos mercados sus pro-
ductos; el litoral lo hará al sur del Brasil, el nordeste expor-
tando algunas artesanías hacia el Alto Perú, Mendoza y las
provincias cuyanas harán lo propio al país trasandino, por
último, la provincia de Buenos Aires exportará carnes sala-
das y tasajo al mercado esclavista. Ante el fracaso en la cons-
trucción de un Estado Nacional, las provincias conformarán
estructuras administrativas propias.
Hacia mitad del siglo, las fuerzas políticas del inter-
ior de Argentina se articularán en un movimiento que cam-
biará la orientación del país. El interior, encabezado por
Urquiza se subleva contra Rosas ganándole militar y políti-

78
Economía Política para no economistas

camente. Paralelamente, la creciente demanda de alimentos


y materias primas por parte de las recientes economías in-
dustrializadas, provocarán una nueva articulación de Bue-
nos Aires con el mercado mundial, y paulatinamente la Ar-
gentina se incorporaría a este nuevo panorama.
Desde la caída de Rosas en 1852 y hasta 1860, existen
conflictos entre el interior y Buenos Aires en torno de qué
manera este espacio regional debería lograr una integración
armónica a la nueva situación económica mundial. La victo-
ria del interior es solamente política, debido a que Buenos
Aires consolidó su potencial económico debido a su tem-
prana articulación con comercio internacional.
El giro en la economía nacional, que había potencia-
do la crisis del régimen rosista, cambiando la relación de
fuerzas en la política argentina, permitió el ascenso al poder
de una elite convencida en el progreso social y la moderni-
zación.
Así es que, hacia 1860, se vivenciará una formidable
expansión de la economía argentina orientada al mercado
mundial. Los ferrocarriles dinamizarán y orientarán defini-
tivamente la economía argentina, apareciendo como un fac-
tor clave en la integración del territorio nacional. El aumen-
to de la población, el crecimiento de la agricultura y de la
ganadería e incluso algunas expansiones industriales,
acompañarían favorablemente esta posición.
Transición hacia el nuevo liderazgo norteamericano
Con la participación de los Estados Unidos en la
Primer Guerra, la derrota de Alemania devino inmediata-
mente. La intervención norteamericana en la guerra cambia-
ría, la configuración de las relaciones geopolíticas de Europa
y el mundo. La política de Wilson fue articular el mapa eu-
ropeo desde la recién creada Sociedad de las Naciones, de-
limitando el territorio y reparaciones que debía afrontar
Alemania, y creando nuevos Estados del Impero Austro-
Húngaro, buscando generar un cordón a la expansión de la
flamante revolución comunista rusa. Este frágil ordena-
miento dependía de que Estados Unidos garantizase el cír-

79
Ricardo Romero

culo financiero internacional, por otra parte resultaba indis-


pensable la participación política en la custodia de los trata-
dos.
Luego de la Primer Guerra, se intentó rearticular la
economía internacional bajo los preceptos que habían confi-
gurado el período de preguerra. Los Estados volvían a in-
corporarse al patrón oro y equilibraban sus gastos fiscales.
Pero la constante debilidad de la economía británica dificul-
taba la estabilidad monetaria. La pérdida de productividad
obligaba a bajar salarios para mantener la competitividad
británica, produciendo conflictos sociales, como la huelga
minera en 1926. Esto obligó a Gran Bretaña a regular la mo-
neda hasta llegar a la incorvertibilidad de la libra.
Resultaba claro que la estabilidad financiera cada
vez más dependía de la evolución de Norteamérica. Duran-
te los años ‘20, los Estados Unidos mantuvieron un creci-
miento sostenido. Pero hacia 1928, la economía estadouni-
dense entraría en una crisis de sobreproducción que bajaría
los rendimientos económicos y precipitaría la crisis.
El crack de la bolsa en 1929 obligaría a un cambio
global en la intervención del Estado y a un replanteo del
libre-comercio. Tras su asunción, F. Roosevelt desplegó di-
versas políticas intentando contrarrestar la crisis bancaria.
Las leyes de reordenamiento del agro, de fomento a la in-
dustria y la reorganización del Estado delimitaron el pro-
grama de acción del gobierno. Las políticas económicas
plantearon una nueva relación del Estado con la economía.
Se depositaba una nueva fe en el Estado, permitiéndole des-
arrollar políticas reguladoras y fiscales aumentando la in-
tervención estatal.
Argentina y la ISI como respuesta a las crisis
El gobierno de Alvear encontró a la economía argen-
tina en una nueva fase de expansión. La rearticulación del
mercado mundial en la posguerra reorientó las relaciones
comerciales de Argentina. Con la pérdida de hegemonía de
la Corona, los Estados Unidos comenzarían a vincularse
estrechamente con nuestro país, invirtiendo en la economía

80
Economía Política para no economistas

local y exportándole maquinaria y capitales. Al no perder


las exportaciones hacia la corona, se perfiló una relación
triangular. Bajo este contexto, la economía argentina se re-
cuperó a lo largo de la década del ‘20. El auge de crecimien-
to produjo una reducción de los conflictos sociales, gene-
rando una gran estabilidad política y el fortalecimiento de
los sectores oligárquicos.
El crack del ‘29 y los intensos cambios internaciona-
les impactaron fuertemente en Argentina. El incremento de
la burocracia estatal se reflejó en un fuerte aumento del gas-
to público, situación que irritó a los sectores conservadores.
El déficit fiscal, sumado a los crisis del ‘30 y a la enfermedad
del caudillo, Yrigoyen, apresuraron la decisión de acabar
con el gobierno, incentivando los movimientos que pedían
su renuncia a la presidencia.
La apertura de la economía argentina al comercio
mundial generaba una dependencia muy fuerte de los vai-
venes del mercado internacional. El 24% de la producción
interna estaba volcada a las exportaciones, suministrada por
67% de la producción agrícola. Además, los ingresos del
Estado estaban constituidos en un 75% por los aranceles de
Aduana. Así es que, el shock externo provocado por la gue-
rra, se sentiría fuertemente en la economía argentina.
Las políticas económicas desplegadas en este perío-
do fueron una “reacción” a una situación desfavorable del
comercio internacional antes que un estrategia de industria-
lización, a lo que se debe agregar que, según el poder de la
oligarquía en cada país, el cambio de rumbo no sería inme-
diato.
En Argentina, durante la década, la elite terratenien-
te gobernó de manera fraudulenta e intentó, bajo el pacto
Roca-Runciman en 1933, mantener las relaciones comercia-
les del agotado modelo agroexportador, sumiendo así a
toda la sociedad argentina a los intereses del la fracción
oligárquica de los “criadores”, a los frigoríficos extranjeros y
al capital inglés.
Este período, marcó la crisis y ocaso del modelo
agroexportador. Argentina entraría en un proceso de “Crisis

81
Ricardo Romero

Nacional”. El “desarrollo hacia afuera”, comenzado en 1880


y sus variaciones políticas en 1916, habían cumplido su ci-
clo. Era insostenible mantener este tipo de desarrollo bajo el
nuevo contexto internacional. Comenzaba un “desarrollo
hacia adentro”, y que tuvo sus primeros esbozos en el Plan
Pinedo den 1940.
La incipiente industrialización que remplazaría len-
tamente algunas importaciones, configura un cambio en la
estructura social. Intensas migraciones internas irían a nu-
trir la nueva clase obrera industrial. Con la asunción de Pe-
rón y el nombramiento de Miranda en Hacienda, Argentina
despegó económicamente. Un organismo como el IAPI, que
derivó parte de la renta agraria a la industria y un plan
quinquenal que fue viable mientras duraron las divisas de
posguerra que favorecieron al desarrollo.
Con el agotamiento de las reservas monetarias y la
mala situación en el campo, y un cambiante marco interna-
cional que no pudo ser sorteado, se clausuró el desarrollo
económico propuesto por el peronismo. El proceso encabe-
zado por Perón, si bien encontraba una base industrial y un
complejo militar dispuesto a consolidar la industrialización,
encontró resistencia de los sectores conservadores. Por otra
parte, la presión de los Estados Unidos, que comenzaba a
desplegar su hegemonía político-militar, también se hizo
sentir. El proyecto peronista languideció por los enfrenta-
mientos internos y aunque intentó un reacomodamiento en
su relación con los Estados Unidos, jamás logró reinsertarse
en el mercado mundial.
Delimitación de la pax americana
Al finalizar la guerra, los países europeos se encon-
traban devastados. La hegemonía económica de los Estados
Unidos era absoluta, representaba el 45,3% de la producción
industrial mundial y el casi el 40% del PB mundial. Pero la
guerra la había aliado a la URSS que expandía su zona de
influencia hacia Europa. Para garantizar el capitalismo
mundial, Estados Unidos debía garantizar la economía in-
ternacional.

82
Economía Política para no economistas

Inmediatamente a la posguerra, el cuadro interna-


cional se iría articulando en dos bloques. Por un lado los
Estados Unidos liderando las economías capitalistas indus-
triales; y por el otro la URSS, conformando un bloque de
países que fueron puestos bajo su zona de influencia. La
formación de esta polaridad estuvo centrado en el enfren-
tamiento de interese contrapuestos. Pero las posiciones con-
trapuestas sobre los temas de Alemania, Europa Oriental y
el Medio Oriente se harían sentir en la reunión de Postdam
y se profundizarían hasta llegar al enfrentamiento político.
La contención al comunismo se transformó en la po-
lítica exterior de los Estados Unidos, que permitió mantener
y ampliar el complejo-militar industrial en una lucha desen-
frenada por desplegar una capacidad bélica que mantuviera
a cada bloque en su zona de influencia. Los Estados Unidos
se aprestaron a sustituir definitivamente la paz británica la
pax americana. En febrero de 1945, en el acuerdo de Yalta,
Roosevelt hizo importantes concesiones a Stalín a cambio de
que la URSS participase de la formación de las Naciones
Unidas. De esta manera se intentaba institucionalizar los
conflictos que podrían devenir en el futuro.
Además, para controlar la economía internacional,
se fijó un acuerdo denominado Bretton Woods, que delimi-
taba las normas para constituir un sistema monetario inter-
nacional donde el Dólar pasase a representar una suma en
oro y ser divisa internacional en las transacciones. Este sis-
tema quedaba garantizado con la constitución del Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial.
La situación de los países europeos en la posguerra
era desolador. A las pérdidas humanas -cerca de 50 millo-
nes de personas- se le sumaba la destrucción material. Para
permitir un rápido desarrollo, los Estados Unidos lanzaron
el Plan Marshall, un financiamiento que alcanzaba el 4% PBI
norteamerica a lo largo de cuatro años, lo que permitió a la
economía europea recuperarse en los años ‘50.
Desde 1950 hasta 1973, se vivenciaría un crecimiento
económico sin precedentes en la historia de la humanidad.
Todos los países del mundo alcanzaron ritmos de crecimien-

83
Ricardo Romero

tos superiores al período de preguerras. Un gran cantidad


de países se industrializaron y mejoraron su situación eco-
nómica. El PB mundial casi se triplicó, la población mundial
se duplicó y el PB per cápita promedio se duplicó.
Tras la implantación del Plan Marshall, las economí-
as europeas reestablecieron su crecimiento económico. Para
acrecentar el comercio internacional, luego del fracaso de la
formación de la OTI (Organización Internacional de Comer-
cio) se establecieron una serie de acuerdos conocidos como
GATT, que facilitaron la integración comercial de las eco-
nomías occidentales. Fomentado por políticas macroeconó-
micas activas desde el Estado, las tasas de crecimiento al-
canzadas por los países de la OCDE tuvieron un promedio
del 4,4% anual, levemente superior al de los Estados Unidos
(3,9%) e inferior a Alemania (6%) y Japón (9,2%).A lo que se
agregan una tasa de desempleo promedio del 2,6% de la
PEA.
Por parte de la URSS su rendimiento económico de
posguerra sería también extraordinario, alcanzando una
tasa de crecimiento del 4.8%. A los países de Europa del
Este que quedaron bajo la órbita de la URSS se les impuso la
planificación económico. Esto permitió la industrialización
de algunos de ellos y un crecimiento promedio del 5%
anual. Debemos sumar a los países de planificación centrali-
zada a China, que en 1949, con la victoria de su revolución,
adopta este tipo de economía. El rendimiento económico de
este país alcanzó un 5,1% anual.
La crisis definitiva del imperio británico y el des-
menbramiento del francés abrió paso a la independencia
tanto política como económica de los países que habían su-
bordinado su crecimiento económico en el período del im-
perialismo. La idea de Tercer Mundo surge a partir de este
proceso de descolonización, junto a la búsqueda de auto-
nomía de los bloques liderados por los Estados Unidos y la
URSS. Cada región tendrá sus particularidades dependien-
do de la relación que establecieron habían establecido en la
economía internacional en el período 1873-1914.
Por parte de América Latina, la crisis del ‘30 obligó a
84
Economía Política para no economistas

replantear los lazos con la economía internacional y a pro-


fundizar políticas de sustitución de importaciones que in-
centivó la industrialización de la región. Los países latinoa-
mericanos registraron un crecimiento económico en el pe-
ríodo de entreguerras superior a los países europeos y se
enfrentaron a la situación de consolidar su desarrollo eco-
nómico en la posguerra. Durante ese período la región al-
canzó tasas de crecimiento del 5,2% anual.
En tanto que África y Asia, no corrieron igual suerte,
debido a que eran colonia y no tenían independencia políti-
ca, y sólo la alcanzarían en la posguerra. Luego de la inde-
pendencia nacional ambas regiones comenzarían un creci-
miento económico sostenido. Con diferencias marcadas,
África tuvo tasas del 4,5% anual y Asia del 5,2%. Debemos
destacar que esta última región, se iría articulando con los
países occidentales, recibiendo inversiones de capital y
manteniendo una relación comercial que la mantendría con
un crecimiento económico en el período posterior.
El ISI como modelo de desarrollo
La posguerra delimitó la puesta en marcha sistema-
tizada de un desarrollo en base a sustitución de importacio-
nes. La coyuntura internacional que delimitaba el mundo
bipolar y la descolonización incentivaban a la puesta en
práctica de este tipo de políticas económicas.
El ascenso conservador luego de la caída de Perón
realineaba a Argentina con el mundo occidental. Incluso el
conjunto de políticas económicas de los gobiernos que se
alternaban no cambiaban sustancialmente en términos de
política exterior. Si se recrudecían los enfrentamientos in-
ternos por las políticas salariales y la concentración de los
sectores conservadores que se oponían a financiar el proceso
de industrialización, provocando el efecto que Diamant
denominó Stop and Go.
Aquí está punto más sustancioso del debate, y que
se pone en su contexto histórico, tal cual lo pensaban los
intelectuales de la época que llenaban estantes con análisis
de la viabilidad de proyectos. Si bien no es posible en este

85
Ricardo Romero

espacio agotar la discusión, sí es necesario entender que la


conducción del proceso encontraba límites que no pudo
sortear, no por ineficiencia de la política económica, sino
por las fuerzas concretas que inviabilizaron la consolidación
del proceso.

Formación del nuevo orden mundial


Hacia finales de los ‘60 la prosperidad comenzaría
avizorar las primeras crisis. La tensiones sociales se hacían
cada vez más fuertes y el capitalismo se encontraba con un
oponente comunista que resistía y llegaba a tener un aliado
a 200 millas de Florida. Esta situación provocaría mutacio-
nes en el escenario mundial y cambios políticos en los Esta-
dos Unidos.
El sustento del crecimiento económico estuvo basa-
do en la producción en masa que permitía el consumo ma-
sivo y la integración de los trabajadores a la prosperidad
económico. El pleno empleo y el crecimiento económico se
garantiza con una política fiscal y monetaria activa del Es-
tado que cubría gran parte de los gastos sociales. Los niveles
de crecimiento dependían de incremento constante de la
productividad que garantizaban una rentabilidad mayor al
crecimiento de la masa salarial. La crisis se haría evidente
cuando estos niveles no alcanzaron a cubrir los incrementos
salariales. La presión de los trabajadores devino en inflación
combinada de recesión. El capital encontró la inflación para
desvalorizar la fuerza de trabajo y mantener sus tasas de
ganancia.
Además, el capital reorganizaría paulatinamente los
procesos productivos, replanteando el régimen de acumula-
ción. La segmentación y profundización de la diferenciación
cualititativa del trabajo habría de ser un fenómeno sostenida
hasta la actualidad. A lo que luego se sumaría una acelera-
ción de la innovación tecnológica tendiente a reducir los

86
Economía Política para no economistas

componentes y rotación del capital fijo y a incrementar con-


siderablemente los niveles de producción, a la vez que re-
orienta la producción hacia zonas de menor costo salarial,
profundizando la trasnacionalización del capital.
El cuadro de la economía internacional había cam-
biado sustancialmente en 1970, respecto de la inmediata
posguerra. El liderazgo absoluto que ocupaba los Estados
Unidos en 1945 se vio resquebrajado en 1970. A los proble-
mas de crecimiento interno se le agregarían los cambios en
el escenario internacional. Mientras que en 1950 representa-
ba el 39,4% del PB mundial, en 1970 caería al 36,2%.
El liderazgo del bloque occidental comenzaba a
cuestionarse tras la formación de la CEE en el Acuerdo de
Roma en 1968, que permitía al mismo De Gaulle desafiar a
la solvencia de la Reserva Federal. Los niveles de crecimien-
to habían sido muy superiores al de los Estados Unidos y la
competitividad alemana desafiaba crecientemente a la nor-
teamericana. Además, la competencia de los Estados Unidos
perdía competitividad con Japón que extendía sus lazos
comerciales al resto del mundo. Mientras que en 1950, Ale-
mania, Japón, Gran Bretaña y Francia representaban el
25,3% del PB mundial, en 1970 incrementarían su participa-
ción al 34,4%.
Por parte del bloque socialista, si bien los niveles de
competitividad no alarmaban, el crecimiento económico
posibilitaba una participación creciente en la economía
mundial. También se agregaron varios países al campo de
influencia. La URSS representaba el 13,8% y China el 9,1%
del PB mundial en 1950, lo que se incrementaría hasta al-
canzar el 16,1% y 10,6% respectivamente en 1970.
A partir de los ‘70, el Tercer Mundo experimentaría
un proceso de heterogeneización. América Latina que en los
‘60 debatía sobre la posibilidad de consolidar su industriali-
zación, sería encauzada bajo regímenes militares a la hege-
monía de los Estados Unidos. Los países del sudeste asiático
se subordinaron suministrando mano de obra barata, Amé-
rica Latina financió parte de los desequilibrios financieros y
África quedó marginada del proceso de acumulación de

87
Ricardo Romero

capital.
Era evidente que el liderazgo norteamericano co-
menzaba a perder posición en la economía mundial a lo se
le agregarían los problemas de políticos. El papel de poten-
cia rectora obligaba a los Estados Unidos a participar, cu-
bierto con el manto de la ONU, en conflictos internacionales
intentando controlar la expansión del comunismo. De esta
manera intervino en la Guerra de Corea en 1952-3, casi llegó
al enfrentamiento directo con la URSS en 1962 por los misi-
les en CUBA y participó en la Guerra de Vietnam intentan-
do controlar el retiro de Francia de Indichina.
Los resultados de la Guerra de Vietnam serían des-
astrosos para los Estados Unidos, no sólo militarmente, sino
que además tendría su efecto político, debido a que marca-
ría la debilidad de la potencia a nivel internacional y a nivel
interno reforzaría la actitud hacia un nuevo aislacionismo,
debido a la manipulación que se realizó del conflicto en la
opinión pública.
Se reforzarían dos tendencias, por un lado la presión
sobre las reservas internacionales y por otro la imposibili-
dad de los Estados Unidos de controlar los conflictos de
Medio Oriente entre Israel y los países árabes. Esta situación
devino en la devaluación del dólar en 1971 y la crisis petro-
lero de 1973.
Crisis del Estado de Bienestar
La creciente tendencia inflacionaria, la desacelera-
ción del crecimiento económico, sumado al descrédito de los
dirigentes políticos que tuvo su culminación el caso Water-
gate, delimitaron la formación de una reacción conservado-
ra que tendrá su inicio con la asunción de Ronald Reagan a
la presidencia. El programa económico de Reagan mantuvo
preceptos Keynesiano, debido a que se proponía estimular
la economía por medio del gasto público y el déficit fiscal.
En este sentido, el rol de Estado seguiría teniendo un rol
clave en la economía norteamericana. Pero la novedad con-
sistió en dirigir el gasto hacia el sector militar. Reagan con-
sideraba que para recuperar la competitividad internacional

88
Economía Política para no economistas

debía reindustrializar la economía norteamericana bajo un


keynesianismo militar.
El resultado de esta nueva política económica es que
se pasó de un Welfare State a un War State, que si bien re-
cuperaría económicamente a los Estados Unidos, las conse-
cuencias sociales serían profundas, provocando una pro-
funda dualización, causado por un “apartheid económico”
que condena a gran cantidad e la población a niveles de
pobreza. La cruzada neoliberal tiende a cambiar el benefac-
tor del gasto público. Se reducen presupuestos de salud,
vivienda y educación, y como contra partida se aumentan
las erogaciones en gasto militar y subsidios empresariales.
La nueva política económica transformó sustancial-
mente la economía internacional, generando un mecanismo
de desequilibrio financiero permanente. A diferencia de las
posguerra, donde la hegemonía y el poderío militar daban
coherencia al sistema internacional, a partir de los ‘70 se han
convertido en la principal fuerza desorganizadora, porque
el gasto militar provocó un doble déficit de balance comer-
cial y fiscal, demandando constantemente capital financiero
para cubrir estos desequilibrios.
Argentina y su transición al neoliberalismo
Al compás de la revolución científico-tecnológica,
entramos al vertiginoso mundo de la mass-mediatización.
El proceso de globalización del capital, reformula el rol del
Estado y provoca grandes mutaciones en las pautas cultura-
les de las sociedades. Los países de América Latina no esca-
paron a esta nueva forma del capital, tendencia que se mani-
fiesta como globalizante y tiende a trasladar las lógicas que
la constituyen hacia la región. La crisis del pensamiento
populista tradicional abrió paso a una nueva concepción
sobre las estrategias de desarrollo que incentivan una pro-
funda reforma del Estado, con políticas tendientes a privati-
zar empresas públicas, liberalizar el comercio exterior, des-
regular los mercados financieros y flexibilizar las relaciones
laborales. Irrumpió en escena un discurso oficial que se pre-
senta como único y totalizante intentando desconocer toda

89
Ricardo Romero

posibilidad de construir lógicas discursivas alternativas.


Crisis del pupulismo.
El regreso de Perón se efectuó en 1973, el peronismo
recuperaba a su líder y se esperaba un política social favo-
rable a los sectores populares. Pero pronto los conflictos
internos, sumados a los cambios en el escenario internacio-
nal, aceleraron los cambios en la política del General. Meses
después, el líder viejo caudillo murió y la sociedad argenti-
na entró al túnel del terror.
Isabel Martínez de Perón accedió al gobierno, permi-
tiendo el avance de los sectores conservadores en el poder.
El enfrentamiento social recrudeció, siendo el anuncio de lo
que vendría después para todo el país. En esos días se gene-
ralizó el descontento popular. Los obreros protestaban ante
el terrible ajuste provocado por el “Rodrigazo”, los empre-
sarios no apoyaban al gobierno y las fuerzas armadas esta-
ban ansiosas de poder. En 1975, la sociedad argentina estaba
presa de una marcada ingobernabilidad. Lentamente el go-
bierno cedió el poder a los militares firmando el Decreto
2772. El 24 de Marzo de 1976, las FFAA se hicieron cargo
por completo del gobierno, dando paso al “ Proceso de Re-
organización Nacional”. Los militares fijaron un triste desti-
no para la sociedad argentina.
La llegada de la dictadura militar aconteció cuando
Argentina se encontraba en una diáspora en torno a su de-
sarrollo económico. Se debía optar entre consolidar la es-
tructura industrial con un desarrollo autónomo o integrarse
a los vaivenes del mercado mundial, que en esos momentos
reforzaba su presión sobre el continente. Para el primer
proyecto, se necesitaba una clase empresarial acompañada
de un Estado fuerte y con un mínimo costo salarial, como lo
ofrecían las economías del sudeste asiático.
Pero la sociedad argentina sólo contaba con un Es-
tado que podía devenir en fuerte y no lograba consolidar un
desarrollo equilibrado. El crecimiento industrial argentino

90
Economía Política para no economistas

estaba centrado sobre sectores de baja competitividad que


demandaban divisas provistas por el sector secundario, que
a la vez, presionaba sobre el tipo de cambio forzando la
apertura de la economía, desprotegiendo el primer sector.
Cada aumento de la producción del sector secundario pro-
vocaba déficit comercial y problemas constantes en el Ba-
lance de Pagos.
Se suma a esta limitación, la política de redistribu-
ción, aplicadas durante períodos anteriores e inspiradas en
el pensamiento Keynesiano, tomaban al salario como varia-
ble de expansión económica. Sin embargo, a diferencia de
los efectos que podía causar el aumento de los salarios no-
minales en los países centrales, en Argentina, los efectos
sobre la estructura productivas generaban fuertes tensiones
hacia la devaluación y sus consecuentes pujas distributivas.
Algo que tenía como objetivo beneficiar a los trabajadores
terminaba provocando grandes ajustes sociales.
Durante el Onganiato, se intentó disciplinar a los
sindicatos buscando garantizar una rentabilidad que permi-
te el impulsó del sector industrial, pero la fuerte moviliza-
ción de los acontecimientos a acaecidos en el Cordobazo,
crisparon la viabilidad de este programa. Un último intento
de articular un proyecto industrialista, que no tome como
base expansiva al salario, fue el Plan Gelbard, que a través
de un pacto, pretendió compatibilizar el esquema de un
poderoso movimiento obrero con una débil estructura em-
presarial. Sin embargo la historia nos mostraría que el pro-
yecto definitivamente se abortaría en 1976.
La Política Económica de la dictadura
La otra alternativa, residía en reorientar la estructura
económica favoreciendo a la oligarquía tradicional, sector
vinculado al mercado mundial. Pero para este proyecto se
debía abrir la economía afectando la competitividad del
sector industrial argentino, y con ello, los salarios de los
trabajadores. Ambos modelos expuestos requerían frenar el
potencial de movilización de los sindicatos, que con sus

91
Ricardo Romero

demandas trascendían peligrosamente las posibilidades de


un capitalismo periférico, entrando a un punto de inflexión
del populismo, que podría devenir a una experiencia a la
cubana, motivo que reforzó la orientación del Departamento
de Estado norteamericano a acompañar la aventura militar.
Esta política económica estuvo acompañada de una
profunda reestructuración social y política. Los salarios
constantes, que alcanzaron su nivel más alto en 1975, caye-
ron aproximadamente un 50% llegando a su nivel más bajo
en 1977. Pero esa caída de salarios no incentivó el crecimien-
to industrial: de 2,1 millones de operarios se pasa a 1,8 mi-
llones, representando una disminución del 15%. Los cam-
bios impulsados por el programa económico no se reducían
a estabilizar la economía, más bien, se centraron en discipli-
nar la variable salarial.
Además, el Ministro de Economía de la dictadura,
José Alfredo Martínez de Hoz, liberalizó irresponsablemen-
te el sector financiero, incrementando la especulación; y
alimentó también una estructura de corrupción en el Estado,
por medio del desmesurado aumento del gasto público,
siendo él más alto de las últimas décadas. Agravó esta si-
tuación el explosivo crecimiento de la Deuda Externa.
La dictadura militar no sólo reestableció el poder de
los sectores oligárquicos, sino que además, actuó sobre la
estructura política de la sociedad argentina. Las FFAA Lati-
noamericanas, estuvieron influidas por la Doctrina de Segu-
ridad Nacional, que focalizó como enemigo interno al co-
munismo. La represión sobre las estructuras políticas de la
sociedad civil se sistematizó. Cada día se engrosaron la lista
de personas desaparecidas. El terror generalizado se ocultó
mediante un alto gasto público, fiestas monumentales como
el Mundial de Fútbol y un verano financiero permitido por
los petrodólares.
Al final de la década, la dictadura vio cuestionado
su poder político. En el ámbito internacional, la administra-
ción demócrata de Jimmy Carter objetaba los atropellos a

92
Economía Política para no economistas

los Derechos Humanos en la región. Mientras tanto la políti-


ca interna comenzó a sentir el reclamo de los sectores con-
servadores, devenidos en “grupos económicos”, a favor de
la apertura política. La sucesión Videla-Viola-Galtieri reflejó
ese cuestionamiento.
Transición democrática y Política Económica

Los comicios celebrados el 30 de Octubre de 1983


significaron para la sociedad argentina el intento de recupe-
rar la “República Pedida”, se volvió a la normalidad institu-
cional luego del rotundo fracaso militar en la guerra del
Atlántico Sur. La llegada del Dr. Raúl Alfonsín a la presi-
dencia marcó un cambio importante en la vida política ar-
gentina.
La democracia se centró en reinstalar las institucio-
nes como vía de recuperar el desarrollo económico. Se in-
vertió el proceso de modernización y los problemas econó-
micos pasaron a un segundo plano, priorizándose el comba-
te al autoritarismo. Este reduccionismo político fue criticado
por algunos intelectuales que alertaron sobre los nuevos
problemas que debían enfrentar las nacientes democracias.
Los procesos de democratización que vivieron los
países capitalistas desarrollados estuvieron apoyados sobre
una consolidada base económica. El fordismo permitió una
producción en masa y el Estado de Bienestar articuló un
pacto social que logró una armonía entre el liberalismo eco-
nómico y la democracia política. Pero las economías sub-
desarrolladas encontraron limitaciones en mantener la legi-
timidad de sus gobiernos democráticos, tanto por su condi-
cionamiento al mercado mundial, como por la limitada ex-
pansión del capitalismo, deviniendo en autoritarismos recu-
rrentes.
El gobierno de Alfonsín tuvo como referente para la
consolidación de la República Democrática el antecedente
español del Pacto de la Moncloa, que dio marco a la transición
de Franco a Felipe González en España. Pero la base que dio

93
Ricardo Romero

sustento a este acuerdo tuvo como raíz a una España que


había logrado desarrollar su economía desde 1959. Por el
contrario, la democracia argentina se paró sobre una eco-
nomía en crisis y con un marco internacional desfavorable a
su desarrollo económico. La búsqueda de acuerdos del go-
bierno alfonsinista pronto encontró sus límites en una so-
ciedad que no quería pactar y aquellos sectores que le die-
ron su apoyo se transformaron paulatinamente en oposi-
ción.
Durante toda la década del ‘80 la economía argenti-
na no logró recuperar su crecimiento económico, causando
el retraso de los salarios y acentuando la movilización de los
sectores sindicales. Sumado a esto, el gobierno radical tuvo
que afrontar la deuda externa acumulada en la dictadura,
que tras el “salvataje” financiero a la industria del Banco
Central, luego de la crisis de 1982, había quedado en manos
del Estado. Aunque algunos intelectuales defendieron este
traspaso, los intereses generados por la Deuda, ahora públi-
ca, significaron buena parte de la recaudación fiscal y con
ello, el ajuste de gastos redujo considerablemente el salario
de los empleados estatales.
Los grupos económicos presionaron para reorientar
la economía hacia el exterior e integrarse a los nuevos tiem-
pos de la globalización. El gobierno se vio obligado a realizar
reducciones presupuestarias y medidas de reactivación eco-
nómica que no lograron un acuerdo político. La transición
Grinspun- Sorrouille reflejó este cambio de orientación.
La República Argentina tuvo una fuerte presión fis-
cal por el pago de su deuda externa, que representaba un
7% de su renta nacional. Los organismos de crédito interna-
cional no hicieron ninguna concesión a la naciente Demo-
cracia.
El gobierno había lanzado un programa conocido
como Plan Austral, que logró por un tiempo estabilidad
económica. Pero en 1987, entró paulatinamente en crisis, los
grupos económicos encontraron en la inflación la forma de

94
Economía Política para no economistas

incrementar sus ingresos: apostando a la especulación fi-


nanciera y al desgaste de los salarios reales, que se precipi-
taban a niveles inferiores a 1975.
En las elecciones del 6 de Septiembre de 1987, la
UCR recibió un duro revés electoral, redujo considerable-
mente su bloque parlamentario y perdió varias gobernacio-
nes, marcando el punto de inflexión del gobierno de Alfon-
sín. Además, se observó un crecimiento de las ideas libera-
les, expresadas por el Ing. Alvaro Alsogaray, que impulsaba
el programa de los grupos económicos tradicionales.
Los diferentes grupos sociales presionaban sobre el
Estado que no lograba contener esas presiones y cedíao a las
demandas, cubriendo los déficits fiscales con emisión mone-
taria incentivando a la inflación. El gobierno de Alfonsín
intentó recuperar el crecimiento económico, mediante un
plan de estabilización que regulaba los tipos de cambio y
controlaba el gasto fiscal. Pero no logró detener la tendencia
inflacionaria que concluyó en la “hiperinflación” de 1989.
El 14 de Mayo de 1989 en las elecciones presidencia-
les, resultó electo el candidato peronista Carlos Saúl Me-
nem, quien se impuso al radical Eduardo Angeloz. Luego
de la profunda crisis inflacionaria de los meses de Abril a
Junio, Alfonsín decidió adelantar el traspaso del mando. El
viraje del gobierno de Menem nos presentará en esta década
un nuevo escenario.
Neoliberalismo nueva economía del peronismo.

Las elecciones del 14 de Mayo de 1989 arrojaron un


dato previsible por los encuestadores del momento, Carlos
Menem derrotó al candidato radical, el cordobés Eduardo
Angeloz, sin necesidad de Colegio Electoral. Con él, se espe-
raba el regreso del peronismo al gobierno para el 10 de Di-
ciembre. Pero la crisis financiera que vivió el país aceleró el
traspaso del mandato al 9 de Julio de 1989. La llegada de
Menen sentó sus bases sobre varios factores, que le dieron el
sustento político para marcar una nueva era en la sociedad

95
Ricardo Romero

argentina, permitiéndole ser el cuarto presidente que logra


una reelección: Roca, Yrigoyen y Perón fueron los anterio-
res.
El edificio menemista se construyó sobre estos ci-
mientos: los cambios abiertos por el capitalismo a partir de
su nueva fase llamada globalización, que presionaron a las
economías latinoamericanas para su ingreso al nuevo orden
mundial que, acompañado por la crisis del pensamiento
keynesiano y el resurgir del liberalismo, puso en cuestio-
namiento el accionar del Estado Nacional y Popular. A este
panorama se le sumó la caída de los colectivismos burocrá-
ticos del socialismo real, lo cual provocó una legitimidad del
resurgir del discurso neoclásico.
A finales de los años ‘60, las economías capitalistas
habían entrado en una retracción del crecimiento económi-
co. Los gobiernos de la OCDE aplicaban políticas keynesia-
nas clásicas para salir de las crisis, pero entonces dichas
medidas incurrieron en tendencias inflacionarias. El schok
petrolero de 1973 recrudeció la situación, las recesiones de
los años 1974-78, mostraron una crisis endógena del capita-
lismo. Ante el ocaso del keynesianismo, los liberales desem-
polvaron sus libros y volvieron a la carga en la escena polí-
tica.
Con el ascenso de Margareth Tatcher en el Reino
Unido y Ronald Reagan en EEUU, los proyectos neolibera-
les se aplicaron en sus respectivos países. En Inglaterra el
conservadurismo logró legitimidad popular luego de la
Guerra de Malvinas. En los Estados Unidos el republica-
nismo se vio favorecido por la crisis de la URSS.
Los colectivismos burocráticos permitieron la acele-
rada modernización de las economías orientales, pero en
los ‘70 se vieron superados por el desarrollo tecnológico del
mundo occidental, que lo avasallaba en la carrera armamen-
tística. El modelo de planificación soviética restringió todos
los derechos políticos a cambio de la integración económica,
pero la crisis del mismo aceleró los reclamos de libertad y el

96
Economía Política para no economistas

mundo oriental hizo implosión en 1989.


En la década del ‘80, Latinoamérica entró en un pro-
ceso de transición democrática, donde los gobiernos enfren-
taron un nuevo escenario mundial, que los obligó a finales
de década a cambiar la estrategia política que venían des-
arrollando en la fase populista. Luego de una serie de pla-
nes llamados “heterodoxos”, aplicados por los gobiernos de
transición, se pusieron en marcha programas “ortodoxos”,
recomendados desde el Consenso de Washington, donde las
economías latinoamericanas se abrieron al mercado mun-
dial, privatizando empresas estatales, desregulando el mer-
cado financiero y “modernizando” el mercado laboral.
La economía argentina, como todos los países lati-
noamericanos, experimentó un estancamiento durante la
década del ‘80. Los grupos económicos presionaron para
abrir la economía, reestructurar el Estado y reducir los cos-
tos salariales para mejorar su rentabilidad. El gobierno radi-
cal, que había logrado un sustento popular en las elecciones
de 1983, no accedía ni estaba en condiciones de llevar ade-
lante el programa neoconservador.
Los grupos económicos encontraron en la inflación
la forma de incrementar sus beneficios. A través de este
medio lograron bajar los salarios reales, reducir sus cargas
fiscales, por el pago de sus impuestos en valores nominales
y licuar sus deudas por las tasas pasivas. Controlaron la
economía, pero la responsabilidad política recaía en el go-
bierno.
Durante la gestión de Alfonsín la economía argenti-
na padeció un profundo estancamiento, su PBI entre 1983-
1989, con fuertes oscilaciones, creció solo un 1%, mientras
que el déficit fiscal se mantuvo en el 8% del PBI al año, el
saldo comercial fue negativo en todo el período y la Deuda
Externa creció un 28,5%, por la sumatoria de intereses que
representaron un 6% del PBI anual. Con la democracia, los
sectores populares esperaron una recuperación económica
que les devolviera los tiempos de bonanza. Pero se encon-

97
Ricardo Romero

traron con la desvalorización constante de sus salarios re-


ales, aunque tuvieron una suba de casi un 50% entre el ´83 y
´84, se precipitaron en los años siguientes hasta alcanzar los
mismos niveles del ´82.
El proceso inflacionario sumado a las fuertes presio-
nes del capital financiero internacional por el pago de la
Deuda Externa provocaron un descalabro fiscal que pronto
se expresó en una crisis social que derivó en los saqueos de
Abril de 1989. La crisis de la moneda provocó una deses-
tructuración de la Sociedad Civil y la libanización del Estado.
El caos social imperante abrió terreno a la construcción de
una pacto hobbesiano, que pondrá a Menem como “El Leviat-
han” que logrará reconstruir el Estado y la Sociedad Civil
bajo la órbita neoliberal.
La asunción Carlos Menem contó con el apoyo de un
amplio sector popular, que esperaba los salariazos a los que
les tenía acostumbrado el populismo y que se habían pro-
metido en la campaña. Pero el “aggiornamiento” de los
ideales de Perón, encontró como beneficiarios a los grupos
económicos, que fueron asediando la conducción del Esta-
do, y pronto consumaron la alianza con la integración a la
gestión de sus cuadros técnicos.
Durante 1989 y 1990, los intentos de estabilización
no lograron su objetivo. Se sucedieron varios ministros en la
cartera de economía, entre ellos representantes de los gru-
pos económicos como Néstor Rapanelli, pero la inflación no
decayó. El Dr. Carlos Menem diagnosticó una crisis termi-
nal para el populismo, y le hizo entender a la sociedad que
para liquidarla había que prepararse a un ajuste duro, cos-
toso y severo. Con una sofisticada explicación macroeconó-
mica presentó su programa: cirugía mayor sin anestesia, fue la
clave para la recuperación del crecimiento económico. La
crisis económica legitimó la transferencia total de poder al
Ejecutivo Nacional, a través de la Ley de Reforma del Esta-
do, la Ley de Emergencia Económica y la ampliación de la
Corte Suprema de la Nación, que permitieron aplicar drásti-

98
Economía Política para no economistas

camente la reestructuración económica.


Luego de varios planes de estabilización como los
BB I y II, el Plan Bonex, y los Erman I al VII, el gobierno
intentó controlar las variables económicas. En julio de 1990,
se aceleró el “asalto al Estado” con un proceso acelerado de
privatizaciones, encargadas a María Julia Alsogaray, conso-
lidando la flamante coalición con los representantes oligár-
quicos. El objetivo de la privatización no sólo se orientó a
reducir el déficit fiscal y la carga de la Deuda Externa, sino
que además procuró debilitar a un movimiento obrero y a
un empresariado ligado a los contratos del Estado.
A las privatizaciones se le sumó la apertura comer-
cial y la desregulación financiera encarada por el gobierno,
garantizadas por la Ley de Convertibilidad sancionada en
1991 que fijaba la paridad del nuevo Peso con el Dólar. La
asunción de Domingo Cavallo en el Ministerio recibió el
beneplácito de los organismos internacionales. Incluso la
administración Bush públicamente elogió el Plan Económi-
co. En junio de 1991, el Subsecretario del Tesoro, David
Mulford, elogió el plan Cavallo.
Las estratégicas elecciones del 8 de Septiembre de
1991, en las cuales el peronismo resultó ganador, permitie-
ron a Menem y Cavallo dar clara señal a los inversionistas
locales y extranjeros de la profundización de los criterios de
mercado. Las desregulaciones financieras junto a la paridad
cambiaria integraron definitivamente la economía argentina
a los designios del capital financiero internacional, que
pronto reclamó el pago del saldo de la Deuda Externa a
través de la venta de las Empresas Públicas. La política exte-
rior del menemismo se explicó con un alto desarrollo teóri-
co: relaciones carnales que permitieron a Argentina integrarse
a la lista de beneficiarios del Plan Brady.
Se recuperó la estabilidad financiera y el crecimiento
mediante una fuerte transferencia de ingresos hacia los gru-
pos económicos y el capital financiero internacional. Los
sectores populares que antes veían esfumarse sus ingresos

99
Ricardo Romero

monetarios, recuperaron la paz de un salario que les garan-


tizaba su subsistencia. Además, la sociedad reclamó el buen
funcionamiento de las empresas públicas.
Los dos primeros años de gestión menemista fueron
traumáticos en términos macroeconómicos. La inflación y el
estancamiento parecían no poder superarse. Pero luego del
Plan de Convertibilidad se recuperaron los índices de cre-
cimiento y Argentina mantuvo su estabilidad financiera. En
1992 la mayor parte del continente reorientó su política eco-
nómica hacia los ejes desplegados desde Washington.
El Ministerio de Economía, en Mayo de 1992, mostró
la reducción del índice de pobreza, que pasó del 47,7% en
1989 al 20,2%. Esta recuperación fue producto de la caída
acelerada de la inflación, que disminuyó a menos del 10%
anual. Pero esto no logró recuperar los niveles salariales y el
poder adquisitivo de 1985. Encontrándose en 1992 un 31,7%
por debajo del salario real del ´85 y un 24,8% menos de po-
der adquisitivo. Sin embargo, esta situación marcó una rela-
tiva tranquilidad social.
La política económica pauperizó a la clase media y
provocó la crisis de las PyMEs. El programa económico se
implementó ante la situación de un Estado desestructutado,
unos sindicatos derrotados y una oposición parlamentaria
en profunda desarticulación.
La consolidación del modelo económico y la estabi-
lidad financiera dieron fuerza para el avance del menemis-
mo. En las elecciones del 3 de Octubre de 1993, el PJ obtuvo
un 47,9% de los votos a nivel nacional e incluso logró ganar
la Capital Federal con su candidato, Ermán Gonzalez,
abriendo paso a la estrategia de reelección. La UCR sólo
sacó el 26,5 % de los votos, sufriendo un traspié electoral. La
fuerzas de centro-izquierda, bajo el nombre de Frente Gran-
de, encabezadas por Chacho Alvarez y Graciela Fernández
Meijide obtuvieron el 13,6% en Capital Federal. En tanto el
ahora devenido en político Aldo Rico, quién había encabe-
zado la sublevación de Semana Santa de 1987, obtuvo un

100
Economía Política para no economistas

10% a nivel nacional.


Los sueños reeleccionistas de Carlos Menem no se
presentaron como algo inédito, fue el primer gobernador
que modificó la constitución y logró un nuevo mandato en
la provincia de la Rioja en 1987. En su presidencia, la estabi-
lidad financiera y el crecimiento económico reavivaron los
aires de una reelección.
El radicalismo mantuvo una fuerte representación
parlamentaria y logró contener el proyecto reeleccionista,
pero su derrota electoral en Octubre de 1993, perdiendo el
bastión de la Capital Federal, permitió a Menem pergeniar
una consulta popular para saltar el obstáculo parlamentario.
El Dr. Raúl Alfonsín intentó delimitar los marcos de la Re-
forma Constitucional. Él había logrado obtener la mayoría
necesaria para ser presidente de la UCR en las elecciones
internas en Mayo de 1993, y ahora debía enfrentarse al ava-
sallante accionar del menemismo.
Ante esta situación, Alfonsín se orientó en la bús-
queda de un pacto político que garantizara los derechos y
los principios democráticos de la República, para alcanzar
lo que él denominó “Estado Legítimo”. El núcleo de coinci-
dencias básicas modernizó la arcaica Constitución de 1853 y
la actualizó a nuestros tiempos. Pero por supuesto, posibili-
tó la reelección de Menem.
La constitución liberal de 1853, sancionada en el
apogeo de la oligarquía argentina, no contemplaba concep-
tos como Democracia o partidos políticos, contenía cláusu-
las anacrónicas como la de otorgar patentes de corso o auto-
ritarias como la de promover la conversión de los indios al
cristianismo. Es evidente que formaba parte de nuestra vida
predemocrática y que no representaba a las fuerzas políticas
que en 1994 actuaban en la sociedad argentina. Si bien el
Núcleo de Coincidencias Básicas fue un progreso en térmi-
no de Derecho Constitucional, el Pacto de Olivos se encua-
dró y se entendió como un acuerdo político, recibiendo crí-
ticas desde diferentes sectores, incluso al interior de la UCR.

101
Ricardo Romero

En las elecciones de 1994 el presidente Carlos Me-


nem sufrió un traspié en su soberbio camino hacia la reelec-
ción. Pierde en 8 distritos y no alcanzó la mayoría propia en
la Convención Constituyente, cayendo en un 5% su partici-
pación electoral. El radicalismo se resignó a obtener sola-
mente su piso electoral del 20,8%. Este resultado fortaleció
la figura de Fernando De La Rúa, que junto a Federico Sto-
rani y Rodolfo Terragno se opusieron públicamente al Pacto
de Olivos. Los segmentos progresistas de la Capital Federal
y algunos sectores populares de las provincias se inclinaron
por votar al Frente Grande que obtuvo un 12,1%. En la pro-
vincia de Buenos Aires el ex-dirigente del movimiento cara-
pintada Aldo Rico, con un discurso nacional-peronista clási-
co, se alzó con un 7,1%.
El año 1995 se inició con las primeras crisis financie-
ras de la era poscomunista. Los desequilibrios fiscales del
Estado mexicano y la desconfianza de los inversionistas a la
capacidad del gobierno mexicano de encauzar el levanta-
miento del movimiento zapatista, provocaron la crisis fiscal
y el desconcierto en su situación económica. La crisis azteca
recorrió las redes informáticas generando el llamado “efecto
tequila”. En la Argentina, el sacudón financiero frenó leve-
mente el crecimiento económico. El gobierno vio peligrar
sus aspiraciones de continuidad, pero el “salvataje” finan-
ciero realizado por los Estados Unidos a México permitió
evitar el colapso.
Los vaivenes del mercado mundial hicieron eviden-
te la fragilidad de los equilibrios financieros de las econo-
mías latinoamericanas. La crisis provocó especulación y
presionó a las alicaídas estructuras fiscales. La respuesta se
repitió como mandato divino: reducir el gasto, no emitir
moneda, ajustar. Estas políticas generaron erupciones socia-
les en las provincias, en algunas de ellas se incendiaron las
legislaturas y se padeció el desempleo. Pero la crisis social
no fue obstáculo para frenar la reelección del presidente
Menem, que se encontró con un escenario electoral favora-
ble al enfrentar a una oposición fragmentada. La constitu-

102
Economía Política para no economistas

ción del FREPASO selló la alianza entre un gobernador des-


contento del justicialismo, Octavio Bordón, que posterior-
mente regresaría al partido, y Carlos Alvarez, quien defini-
tivamente encaró la tarea de repensar un proyecto popular
fuera del PJ.
Las elecciones del 14 de Mayo de 1995 colocaron a
Carlos Menem en el gobierno por cuatro años más. El justi-
cialismo obtuvo el 48,09% mientras el FREPASO alcanzó el
segundo puesto con un 33% de los sufragios y la UCR pade-
ció la peor elección de su historia, con un 15, 5%, aunque en
el cuadro parlamentario no perdió su posición de segunda
fuerza.
Si graficamos la popularidad del menemismo, ve-
remos que desde 1996 la imagen del presidente entró en su
fase decreciente. Durante este año se incrementaron las mo-
vilizaciones de los sectores sociales y el gobierno no encon-
tró forma de contenerlos. El apagón del 12 de Septiembre
marcó el punto de inflexión de la era menemista, alcanzan-
do su punto crítico el 26 de Octubre de 1997, ante la contun-
dente derrota electoral del peronismo.
El 30 de Junio de 1996, Fernando de la Rúa ganó las
elecciones para Jefe de Gobierno en la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires y Graciela Fernandez Meijide obtuvo mayoría
para el FREPASO en la Convención Constituyente. El radi-
calismo quedó en segundo lugar y el PJ alcanzó un magro
tercer puesto. Esta elección perfilaba el ocaso del gobierno.
La UCR y el FREPASO llegaron a un acuerdo políti-
co el 2 de Agosto para constituir una coalición en contra del
menemismo. El 26 de Octubre de 1997 la Alianza UCR-
FREPASO ganó las elecciones legislativas por abrumadora
mayoría, en lo que significó la primera derrota nacional del
menemismo.
El presidente Carlos Menem gobernó durante casi
toda una década. Los logros alcanzados por la estabiliza-
ción tuvieron un costo social inmenso, con un constante

103
Ricardo Romero

aumento de la pobreza, la desigualdad y la exclusión social.


Lo paradójico de este período es que tuvo crecimien-
to económico pero fue acompañado de un creciente desem-
pleo: mientras el PBI creció a un 9% anual desde 1991, regis-
trando un receso en 1995, la desocupación pasó de 6,9% en
1991 al 15,8% en 1997.
Los datos sobre la estructura productiva son alar-
mantes: el crecimiento del período estuvo centrado en la
exportación de recursos energéticos no recuperables (gas,
petróleo y minería) y productos agropecuarios, primarizan-
do la economía argentina.
El panorama del sector externo arroja datos preocu-
pantes, durante 1991-1997 se mantuvo un déficit comercial
es del 2% anual y los intereses de la Deuda Externa repre-
sentan un 1,8%, que junto al déficit fiscal incrementan con-
siderablemente la Deuda Pública, que se encontraba en
86.913 millones de U$S en 1991. La misma aumentó a
109.202 millones en 1997 y se estima que alcanzará los
120.000 millones en 1999.
Volver a empezar...
La crisis brasileña muestra nuevamente la fragilidad
del modelo a los vaivenes del mercado mundial y la estruc-
tura productiva condiciona el desarrollo a largo plazo de la
Argentina. A pesar de los signos de recuperación, quizás
esta crisis sea un punto de reflexión para repensar la forma
de inserción y un nuevo modelo de desarrollo.
El país que recibimos en el nuevo milenio necesita
reconstruirse y repensarse, para recuperar nuestra identi-
dad, siendo nosotros los protagonistas. Luego de tanto
tiempo, tenemos que volver a empezar...

104
Economía Política para no economistas

Modelo Macroeconómico para Argentina

Como se desarrollo en la Unidad 6, podemos obser-


var que:

(X-M) = (C-C) + (S-I) + (T-G)

Este modelo es conocido con el nombre de “Tres Brechas”,


debido a que representa a tres sectores de la economía.

• Sector Externo = (X-M)


• Sector Privado = (S-I)
• Sector Público = (T-G)

Este modelo simple intenta recomendar que a cada


desequilibrio en un sector, es financiado por otro sector.
Pero al observar las cuentas públicas en argentina, los últi-
mos diez años los tres sectores fueron deficitarios.

105
Ricardo Romero

A
ñ
o

PBI. miles de millones

Tasa de Crec.

Inflación

Inversión % PBI

Ahorro %PBI

Déficit Privado

Ingresos

Egresos

Déficit Público

Exp. % PBI

Imp. % PBI

Déf Com.

Fuente: Elaboración Propia en Base a Datos Oficiales.

Esta situación nos conduce a proponer un modelo de


comprensión para la realidad Argentina que incorpore la
Balanza de Capitales que es lo que garantizó el equilibrio
macroeconómico de este período.

De este forma, el Modelo Macroeconómico incorpo-

106
Economía Política para no economistas

ra los flujos de capitales, tanto el Ingreso de Capitales (K*) y


los egresos de capital (Ki).

Podemos arribar a un modelo simple de Balance de


Pagos, compuesto por la Balanza de Capital y la Balanza
Comercial

Donde: BP = BK + BC = (K*-Ki) + (X-M)

Incorporándolo al Modelo de Tres Brechas obtene-


mos:

(K* - Ki) + (X - M) + (C - C) + (S - I) + (T - G) = 0

Donde la igualdad estará restringida al Tipo de


Cambio y al nivel de precios. En caso de desequilibrios ne-
gativos se presionaría a la reducción de la reservas moneta-
rias, sucediendo el efecto contrario cuando los componentes
son superávitarios.

Este modelo nos permite leer la Política Económica


desarrollada actualmente por el Gobierno Nacional, que
tiende a paliar los Déficits de los sectores de la Economía.

El Programa de la Alianza en su Carta a los Argenti-


nos plantean lo siguiente:

• Para la Balanza de Capital recuperar la credibilidad ex-


terna para reducir el riesgo país y provocar el flujo posi-
tivo de capitales y una tasa de interés menor en los prés-
tamos

107
Ricardo Romero

• Para la Balanza Comercial propone mejorar la competiti-


vidad de los productos argentinos, priorizando aquellos de
mayor Valor Agregado.

• Para el Sector Privado propone modificar las relaciones


laborales, flexibilizando la relación contractual, reduciendo
costos, y capacitando a los trabajadores mejorando su pro-
ductividad.

• Para el Sector Público se plantea mejora la recaudación


evitando la evasión fiscal y modificando impuesto. A la vez
se propone un reeestructuración de Gastos.

El efecto y resultados se podrán analizar en el desa-


rrollo del curso.

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