82 LA TERCERA Domingo 28 de febrero de 2010
Tendenciasy tsunami en Chile
Terremoto
Vuelos que iban a
Chile aterrizan
en Buenos Aires
Cinco vuelos internacionales
que no pudieron aterrizar en
Santiago tras el cierre del aeropuer-
to de Santiago por el terremoto
tuvieron que desviarse a Buenos
Aires. Se trata de aeronaves de Lan
e Iberia procedentes de Madrid, el
vuelo Air France desde París, un
avión de la línea aérea colombiana
Avianca y un vuelo de Copa que
hacía recorrido entre Ciudad de
Panamá y Santiago de Chile. A su
vez dos vuelos nacionales de Lan
procedentes de Iquique tuvieron
que desviarse hacia Mendoza. Al
menos 400 chilenos están varados
en la capital argentina a la espera
de alternativas para llegar a Chile,
considerando que el aeropuerto
estará cerrado hasta mañana.
Banco Mundial y
BID ofrecen
ayuda a Chile
El Banco Mundial ofreció su
ayuda a Chile, tras el terremoto. “El
Banco Mundial se encuentra listo
para apoyar al gobierno de Chile en
la forma en que lo consideren ade-
cuado”, dijo Robert Zoellick, presi-
dente del organismo (en la foto).
En tanto, el presidente del BID, Luis
Alberto Moreno, afirmó que “que-
damos a disposición de las autori-
dades para ayudar al país a superar
la catástrofe”.
Unas 500 mil viviendas podrían
tener daños severos, según estimó
ayer el gobierno.
Una de cada cinco casas en Chile
tiene seguro contra terremotos
Un estudio reciente de la Asociación de Aseguradores estimaba hace un par de meses que si hoy ocurriera un
siniestro similar al de 1985, las aseguradoras tendrían que pagar cerca de US$ 2.600 millones en siniestros.
Héctor Cárcamo
La catástrofe que golpeó a Chile
tendrá al menos uno de cada cinco
propietarios de una casa dañada res-
pirando con relativa tranquilidad.
Según el presidente de la Asociación
de Aseguradores de Chile (AaCh),
Mikel Uriarte, alrededor de un 20%
de las casas en Chile tiene seguro,
por lo que frente al violento terre-
moto de ayer podrá recuperar lo per-
dido. Según el gobierno, unas 500 mil
viviendas tendrían daños severos.
En el caso de los automóviles,
uno de los principales bienes afecta-
dos desde el punto de vista del
número de siniestros previstos, el
porcentaje de vehículos es un poco
mayor. Según las cifras que maneja
Uriarte, alrededor de un tercio de los
autos en Chile tiene cobertura.
Muchas veces esas pólizas son
parte de la cobertura obligatoria que
piden las entidades bancarias cuan-
30%
de los autos
do otorgan un crédito hipotecario, y
que va acompañado de un seguro
contra incendio.
Ahora bien, cuando se declara
zona de catástrofe, como ocurrió
ayer en la VII y VIII Región, las ase-
guradoras no están obligadas a
pagar, aunque en el sector indican
tiene seguros contra
que por lo general la práctica indica
que cubren los siniestros.
sismos, de acuerdo con Todo lo anterior hace prever que
las estimaciones de la el costo del terremoto no será
menor para las aseguradoras. Una
asociación del sector. buena referencia al respecto puede
ser un reciente estudio de la Asocia-
ción de Aseguradores -realizado
antes de la tragedia de ayer-, el cual
indica que si el terremoto ocurrido
en la zona central en el año 1985 se
produjera en la actualidad, las ase-
gruadoras habrían tenido que pagar
US$ 2.600 millones por cobertura de
siniestros. Hace 25 años, las compa-
ñías aseguradoras sólo asumieron
un costo de casi US$ 90 millones,
JORGE FUICA
dado que estaba cubierto apenas el
6% de los daños.
Esta vez, el sismo se enfrenta con
un nivel de penetración del seguro
mucho mayor y por ende, las cober-
turas son superiores, lo que augura
un costo más alto para las empresas.
Por ello, Uriarte reconoce que
“pudiera haber impacto en el resul-
tado de las compañías” en 2010, pero
no en su solvencia, dado que las fir-
mas tienen contratos de reaseguro,
es decir, cobertura con aseguradoras
internacionales.
Uriarte explicó que desde tem-
prano se reunieron en la asociación
con el gerente general Jorge Claude,
y de inmediato tomaron contacto
con las aseguradoras para disponer
servicios ágiles a sus clientes. Esto,
pues se espera que en las próximas
horas comience a aparecer una lar-
ga lista de asegurados para declarar
sus siniestros y así reconstruir sus
casas y recuperar lo perdido.