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A- Primera parte
que nadie las espera (...). El General Videla no pide adhesin, sino
comprensin, la tiene.
El nuevo presidente ratific a Leopoldo Bravo como embajador en Mosc,
lo cual result ser otra forma de ganar mayor apoyo tanto del PCA como de
la URSS, ya que el embajador era de conocida tendencia pro sovitica.
A su vez, el PCA presentaba a la dupla Videla-Viola como el ala de la
democracia renovada, frente a un ala pinochetista, sector no
predominante dentro de las FFAA, canalizada a travs de Emilio Massera y
Luciano Menndez. Ms all de las declaraciones de Videla referidas a una
solucin basada en una montaa de cadveres, para el PCA el
presidente era un general democrtico y moderado (Echage, 1984).
Pero... a qu se debe tanto apoyo por parte de este partido al gobierno de
facto? Claramente, el PCA responda a la poltica de estado implementada
por la URSS. De acuerdo al escritor Modesto Emilio Guerrero, el PCA
terminara, para su desgracia, negociando trigo por muertos; lo
importante en esta etapa era garantizar el envo de trigo a Rusia. Esta
razn de Estado los convirti en cmplices de los genocidas, que
perseguan, entre otros, a las bases del Partido Comunista, ausentes de
estas decisiones de la direccin. A su vez, esta ecuacin garantizaba de que
siguiera llegando a la Argentina el oro ruso, es decir el presupuesto de
financiamiento que era derivado a los partidos comunistas en Amrica
latina; La relacin de la dictadura con la URSS fue la garanta de la
supervivencia del PCA, a pesar de los muertos que sufri, sobre todo la
garanta para su direccin, acomodada en privilegios materiales, confort y
seguridad, como cualquier burgus.
Ni el PCA ni la Unin Sovitica utilizaban la palabra dictadura para
calificar al rgimen de Videla. La prensa sovitica, por ejemplo Radio
Mosc, destinaba parte de sus emisiones a denunciar los crmenes
cometidos por la dictadura chilena, mientras que elogiaba o simpatizaba
con los generales Videla y Viola. Por otro lado, Sovestskoya Rossia deca a
pesar de todas las esperanzas de la reaccin el golpe de estado de marzo en
la Argentina no fue semejante al chileno.
Para ir cerrando esta etapa del trabajo, podra decirse que la dirigencia del
PCA claramente actuaba en funcin de los intereses y objetivos de Mosc, y
no de los trabajadores y del pueblo argentino, lo cual se manifiesta
concretamente en las declaraciones oficiales realizadas por la cpula del
partido.