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Seor... Hasta el gorrin ha encontrado una casa, la golondrina un nido donde colocar
sus polluelos: tus altares, Seor de los ejrcitos... Dichosos los que viven en tu casa
alabndote siempre (Sal 84, 1-4).
2.2 Misin difcil:
Son varias las razones por las cuales no es fcil el ejercicio del ministerio de sacristn:
a) Se le deja solo.
La gente en general no tiene conciencia de que toda la Iglesia es servidora; ni reconocen
los servicios que prestan a la comunidad estos ministros de la pastoral. Los sacerdotes a
veces tienen demasiada cautela o desconfianza, por sus experiencias pasadas con
encargados que se consideraban dueos de la capilla u obraban independientes. No hay
mentalidad ni praxis de corresponsabilidad de parte de todos, y de este modo se cargan
en el sacristn.
b) Se le considera lejano o raro.
Hay una tendencia a considerar al Sacristn como una persona que es casi clrigo; o
bien que no alcanza a realizar los trabajos del comn de las personas. Y stos son dos
peligros en los que puede caer la persona misma. Muchas veces su funcin se reduce al
templo, sin proyeccin a la comunidad y sin relacin al apostolado. Siendo una persona
tan visible, sus defectos se hacen muy notorios, y pueden crear una imagen falsa en la
gente.
c) Su trabajo es poco deseado.
Hay miedo al fracaso, a no saber cumplir con sus deberes, a cansarse antes del trabajo, a
perderse en mil detalles intiles. Siendo un servicio a la comunidad, no hay un pago
adecuado por sus actividades, ni prestaciones, seguro, etc.; si acaso una motivacin
simblica. Y s hay trabajo constante. Por eso ahora estn buscando que sea mejor un
equipo de personas.
d) Acarrea riesgos.
Es responsable del patrimonio religioso de una comunidad, incluyendo el Santsimo
Sacramento. Adems, el excesivo trabajo puede hacer disminuir su atencin a su familia
y a sus trabajos. Y corre el peligro de familiarizarse con lo sagrado al grado de perder la
sensibilidad religiosa o caer en la rutina y perder el respeto.
e) Es un servidor pblico.
Muchas personas los rechazan por ser uno de ellos mismos, por no tener una formacin
de altura, o por no cumplirles sus gustos. Deben luchar contra muchos caprichos, y ser
firme ante muchos criterios que pretenden mandarlo. Eso los hace a veces hoscos, o
miedosos.