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El sexo fue ideado por Dios y contamos con su beneplcito para disfrutar
de l en el matrimonio.
Todo aquello que frustre esta unin fsica ordenada por Dios, debe
tratarse sin pena ni vergenza.
En nuestro catico estilo de vida, toda mujer que quiera introducir una
pasin fresca y vitalidad renovada a sus encuentros sexuales con su
cnyuge debe entender esta verdad: Para poder dar placer a su hombre,
debe restaurar en ella misma su capacidad de experimentar placer
todos los das. Las mujeres a quienes hablo de esta verdad me han
expresado de forma muy conmovedora su deseo sincero de hacer esto.
El sexo fue diseado para ser mutuamente placentero. Dios cre el sexo
como el medio por el cual un esposo y una esposa, transportados por la
dicha de su amor fsico mutuo, se convierten literalmente en una sola
carne. El milagro de esa unin que no solo incluye un acoplamiento
fsico, sino tambin una amalgama espiritual indescriptible, puede
representar la cumbre del placer humano. Tal glorioso placer fsico
celebra la unin de dos personas y es el fundamento principal de un
buen matrimonio.
Todos deseamos experimentar tal ternura y dicha, pero una mujer que
se ha acostumbrado a sacrificarse a tal medida que da a los dems
hasta la ltima pizca para atender sus intereses y cuidados sin dejar
nada para ella, con prontitud se alejar de la idea de experimentar
cualquier placer personal. Ella ni siquiera es capaz de percibir su
necesidad de placer y en ltimas puede hasta perder cualquier deseo de
experimentarlo.
Esto es algo que describe la situacin de demasiadas mujeres. Acaso
ser la suya? Falla usted con regularidad en tomarse un da entero para
su disfrute personal? Pospone de manera habitual las oportunidades
para profundizar sus amistades personales? Acaso la ltima pelcula
que vio fue Blanca Nieves y los Siete Enanitos (la versin en blanco y
negro)? En ese caso, no solo es su libido lo que ha cesado sino toda su
vida personal!