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RESUMEN DEL SUMARIO A ALEJANDRO GROSSO GRAZIOLI (2003-2006)

Alejandro Grosso Grazioli figura en la nómina de profesores del departamento de


Sistemas contables y administrativos. Es de la conducción de UTE-CTERA.
En función de las gravísimas denuncias formuladas en junio de 2003 en sendas notas
por 27 padres y alumnos de la división 4º 5ª del Turno Tarde, el rector Abraham Gak,
previa vista a la asesora legal de la escuela –Dra. Ana Gascón-, le inició un sumario
administrativo a Grosso Grazioli (Expediente Nro. 65919/03).
Entre las graves conductas del profesor denunciadas por padres y alumnos figuran:
1) solicitar a los alumnos el llenado de una ficha con información personalísima, con
datos como religión, actividades políticas y personales, amigos, relaciones y pareja
que son irrelevantes para el ejercicio de la labor docente, cuya confección tenía
incidencia en la nota conceptual. Consideran que esta conducta afecta la libre decisión
del alumnado, constituye un abuso de autoridad y contradice los criterios de
preservación de la identidad, intimidad y privacidad da las personas.
2) concurrir en forma frecuente, acompañado por adultos de su amistad, a fiestas
estudiantiles, pagando a los jóvenes el consumo de alcohol. Consideran preocupante
esta clase de comportamiento, así como su búsqueda de actuar como un par, lo que
desdibuja su lugar docente.
3) comportamiento provocativo e insinuante hacia las alumnas en las fiestas
estudiantiles a las que el concurría y dentro del aula. En el marco de una relación
desigual, esto generó incomodidad y confusión en las menores de edad.
4) permanentes comentarios procaces. Los testigos mencionan que el Profesor
Grosso Grazioli hacía alusión al sexo en todo momento, refiriéndose incluso a su
propia práctica sexual, no convencional. En forma reiterada aclaraba que lo más
importante de la vida es el placer.
5) incitar a la clase para organizar salidas conjuntamente, como ir al teatro, al cine,
fiestas de cumpleaños.

Los padres destacaron que los hechos denunciados provocaron en muchos de sus
hijos “temor a represalias, sensación de tensión en las alumnas y un estado general de
malestar e inseguridad ante algunas de sus conductas”. Y le requirieron al Rector que
se iniciaran las acciones correspondientes y que, mientras durara la investigación, el
profesor fuera apartado del curso.

[NOTA: El art. 7º del Reglamento de Convivencia de la Escuela establece como


conductas transgresoras de los adultos: inc.b) las referidas a discriminación
religiosa, racial, ideológica, sexual o de cualquier otro tipo; inc.g) alianza con
los alumnos e inc.i) utilización de métodos inadecuados.]
[NOTA: El art. 9º de la Ley de Protección integral de los derechos de las niñas,
niños y adolescentes dice: “La persona que tome conocimiento de malos tratos,
o de situaciones que atenten contra la integridad psíquica, física, sexual o
moral de un niño, niña o adolescente, o cualquier otra violación de sus
derechos, debe comunicar a la autoridad local de aplicación de la presente ley]

Ante la magnitud de la denuncia, para asegurar transparencia y ofrecer a los y las


adolescentes afectados las mayores garantías en el delicado procedimiento, se
encomendó la instrucción sumarial al Secretario Académico de la Facultad de
Derecho, Dr. Gonzalo Alvarez y a la Directora de la Carrera de Especialización
Interdisciplinaria en Problemáticas Sociales Infanto-Juveniles de esa Facultad, Dra.
Nelly Minyersky, una profesional de amplia trayectoria y reconocimiento académico.
Conforme la naturaleza de los hechos denunciados (violatorios del Código de
Convivencia de la escuela y de la ética universitaria), la asesora legal del Pellegrini
recomendó la desvinculación del profesor de tareas académicas en contacto directo
con los alumnos, mientras se sustanciara la investigación.
Se incluyó en el sumario, como antecedente, el Expediente Nro. 64.946/99, iniciado
por la Vicerrectora del Vespertino, Ana Escandel: "Situación producida entre el
profesor Alejandro Grosso Grazioli y la alumna… ". El expediente refiere a un episodio
ocurrido en junio de 1999: según consta, el profesor había tenido una proximidad
inusual con una alumna de 4º año del turno noche, comunicado a las autoridades por
la madre de la jovencita (el profesor se encontró varias veces con la alumna fuera de
la escuela y un sábado a la noche la pasó a buscar por su casa para salir, a lo que su
madre se negó). El profesor, en la oportunidad del incidente, adujo que la joven tenía
problemas de aprendizaje e integración y que él quería ayudarla. Se le recordó que la
escuela tenía canales institucionales para dar apoyo a los alumnos.

También se incluyó una nota presentada en setiembre de1999 por una profesora
tutora de 5º año, donde puso en conocimiento del vice-rector del turno mañana que un
grupo de alumnas le había expresado su malestar por expresiones inapropiadas, de
connotación sexual, que había tenido reiteradamente en clase el profesor Grosso
Grazioli.

Durante la instrucción del sumario se recogieron numerosas y detalladas


declaraciones de alumnos, padres y ex alumnos sobre las actitudes y dichos del
profesor en clases y fiestas de alumnos. Todas ellas ponen de manifiesto una
conducta no solo impropia sino completamente desaconsejable en el marco de una
relación pedagógica con menores. También se advierte la connivencia entre el
profesor y varios preceptores.

“En reiteradas oportunidades el profesor Grosso Grazioli les dijo a la clase en general de
arreglar salidas par ir al teatro o al cine”
“En reiteradas ocaiones tuvo comentarios respecto de alumnas, tales como que eran muy lindas
o bien en el contexto de la materia, les preguntaba respecto de las cosas que les daban placer,
además del dinero”
“El profesor tiene actitudes un poco perversas, como ser la forma en que mira a las alumnas, de
arriba abajo, viendo como están vestidas…”
“Siempre está hablando de levante, de fiestas, de salida, utiliza ejemplos de este tenor. El
profesor insistía que las alumnas debían ser tratadas como mujeres, no como alumnas y quería
entablar una relación de amistad con todos los alumnos”.
“Una vez dijo que la relación docente alumno era una relación circunstancial y que él buscaba
que la relación trascendiera las puertas del colegio y fuera de amistad”.
“El profesor era un desubicado y no estaba capacitado para dar una clase, la clase era cualquier
cosa. Las chicas del curso estaban preocupadas que el profesor tuviera actitudes indebidas”.
“En otros momentos el profesor aparecía en fiestas, y le hacía comentarios respecto de que
estaba flaca y le molestaba su actitud provocativa, siendo un profesor”.
“En una oportunidad en momento en que salían de la clase, y el profesor les daba la mano a los
alumnos, a la dicente le tocó los collares y le dijo que lindos collares y que linda que era. La
dicente lo comentó en el recreo y los alumnos de otros años le dijeron que Grosso era un
baboso”.
“El profesor desde el primer día quiso dejar aclarado que quería tener una relación de pares y no
de profesor-alumno”.
“Durante las clases del profesor no se hacía nada referente a lo que es la asignatura”.
“En reiteradas oportunidades los preceptores le preguntaban respecto de información sobre lo
que pasaba con el caso Grosso (…) A partir de lo ocurrido, la buena relación que tenían con los
preceptores dejó de existir”.
“A la dicente le parece que hay un trato especial entre algunos preceptores y el profesor y que
esto determina que haya cambiado el clima con los preceptores en relación a los alumnos”.
“Los preceptores, cuando las chicas salen de prestar declaración, les pregunta al respecto,
tratando todo el tiempo de sacar información”.
“A la dicente le preocupa ver al profesor Grosso Grazioli en la escuela, comunicándose con
preceptores y alumnos de otras divisiones, solicitando que presenten notas a su favor para que
vuelva a clases”.
“Luego de su reunión con el Rector, los alumnos se sintieron atemorizados con la actitud de
algunos preceptores y profesores que los culparon de que los problemas del docente se debían a
su culpa”.
Una ex alumna: “Reiteradamente, el mencionado profesor tuvo conductas provocativas con la
dicente, a saber, estando la dicente en una prueba, el profesor se le acerca, la toma del brazo,
con la cara muy cerca de la testigo, y le pregunta acerca del color de su remera y agregando que
le quedaba muy bien (…) En otra ocasión le manifestó que estaba más linda que nunca”.”En
otra oportunidad, la dicente dejo un aviso en un pizarrón del aula para sus compañeros,
comunicando día y lugar en que festejaría su cumpleaños (…) El día del cumpleaños, la dicente
ve intempestivamente que el profesor llega a su fiesta y la saluda”. “El profesor durante las
clases hace alusión al sexo en todo momento, y que en otra ocasión de modo solapado hizo
alusión a su propia práctica sexual, no convencional”.
Otra ex alumna: “En una ocasión 5º 5º dio una fiesta en un lugar alquilado y cuando la dicente
fue a la misma alrededor de las tres de la mañana, se encontró al profesor Grosso Grazioli,
Único docente que había ido a dicha fiesta, el cual le dijo que la estuvo esperando toda la
noche”.

Como pruebas de su buena relación con los alumnos, Grosso Grazioli agregó al
sumario varias cartas con firmas de alumnos de cursos de 4° y 5° año de los turnos
tarde y vespertino, que le manifestaban su apoyo y afecto. En una de ellas dicen:
“esperamos pronto sus clases y su regreso a nuestras fiestas”.

Una de las alumnas declarantes a su favor expresó:


“Como docente tiene muchas carencias. La dicente manifiesta que ella era una de las personas
que firmó la nota apoyando al profesor, pues entiende que por invitar una ronda de tequila no
pasaba nada. Cuando el profesor dejó de venir a clases ella lo llamó para ver que pasaba y él le
pidió que le hicieran un cartel de bienvenida (…) Aclara que tiene el número de teléfono
particular del profesor, pues él mismo se lo había dado porque iban a organizar una salida con
amigos. Recuerda que en esa oportunidad el profesor el dijo a la dicente que algunos alumnos
habían hecho una nota a su favor, y que la vieran, a ver si hacían una ellos. Entonces la división
hizo unas notas apoyando al profesor, porque entendían que nada de lo que no quisieran iba a
pasar por aceptar una bebida”.

Un profesor de Economía y tutor del turno tarde, declaró que conocía las quejas de
muchas alumnas en relación a la conducta de Grosso Grazioli. En 2002, en su
condición de tutor, citó al profesor y lo notificó de una situación planteada con una
alumna de 4 año. La advirtió que de persistir estas situaciones de conflicto iniciaría un
sumario. Sin desconocer los hechos, Grosso Grazioli se comprometió a modificar su
conducta. Al conocer la situación con la división 4º 5º TT de 2003, comentada por los
alumnos, les aconsejó que hablaran con su tutora y que asentaran por escrito los
hechos motivo del conflicto.

Consultada sobre la ficha que pedía el profesor, la Directora de Estudios, Ester Motrel,
informa que:
“Las encuestas definidas institucionalmente son elaboradas por el DOE o por comisiones del
Consejo Académico Asesor o la Dirección de Estudios. En relación con la encuesta remitida,
cabe señalar que no teníamos conocimiento de su implementación. De la lectura no se infiere el
objetivo pedagógico, más aún teniendo en cuenta que el profesor no es tutor del grupo.
Asimismo, los tutores no recaban ese tipo de información y son los referentes del resto de los
profesores del curso en cuanto a comunicar características de grupos o personas. Se observa,
además, que se solicitan datos de la vida personal de carácter íntimo o privado como sus
intereses sociales, políticos, religiosos, la utilización de su tiempo libre y el exhaustivo detalle
sobre su ocupación, obvies, actividades de espectador, pareja, etc. El hecho de expresar, en
dicha encuesta que `todo dato será tomado como secreto profesional del profesor´ le da un
carácter que no condice con el rol docente. El docente tiene un contexto institucional que prevé
a través de distintos actores, tutores, preceptores, psicólogos, autoridades, el abordaje de los
problemas de los alumnos dentro de parámetros de discreción que resguardan su privacidad”.

[NOTA: Según consta en el CV que Grosso Grazioli presentó en la Facultad de


Ciencias Económicas de la UBA con motivo de presentarse a un concurso
como JTP en una materia, en 2000-2003 era profesor de la Escuela de Guerra
del Ejército y del Colegio Militar de la Nación]

Los sumariantes concluyeron que el profesor había hecho abuso de la autoridad y al


mismo tiempo de la confianza que su cargo le confería para desempeñar las funciones
atinentes a su cargo docente, transgrediendo así el ”Reglamento de Convivencia de la
Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini”. Por todo ello, la sanción disciplinaria
recomendada fue la cesantía.

En su descargo, Grosso Grazioli dijo:


“En cuanto a la falsa denuncia sobre mi participación inadecuada en fiestas del alumnado,
invitando consumiciones alcohólicos a los mismos, cabe decir que:
Acompañarlos en ambos espacios, el áulico y el extraáulico, si bien genera de i parte un mayor
esfuerzo y compromiso institucional, es compensado por la mayor parte de los jóvenes por su
sana alegría y sus ganas de hacer y de aprender.
Como fue dicho las fiestas organizadas por los alumnos son óptimas oportunidades de poner en
práctica los conocimientos adquiridos en las disciplinas de Gestión de las Organizaciones y
Sistemas Administrativos. Mi asistencia se produce sólo al comienzo de la reunión, para
motivarlos en la realización de una experiencia vital de carácter grupal vinculada con los
saberes aprendidos.
Es falso que el docente convide a los alumnos a la consumición de bebidas alcohólicas, por el
contrario, la presencia del docente ha evitado el consumo de estupefacientes y alcohol.
Las conductas éticas y morales no pueden ni deben ser juzgadas por parámetros alejados del
acontecer social. Fácil es declamar desde un escritorio manifestando preocupación, pero lo
difícil es ocuparse de la realidad de los jóvenes. Para ello, resulta necesaria y conveniente la
vivencia de experiencias grupales fuera del ámbito áulico con el docente. La verdadera docencia
se realiza en la realidad cotidiana con la presencia física de los educadores, sean padres o
docentes.
Se me acusa falsa y maliciosamente de tener actitudes provocativas e insinuantes lesivas para el
desempeño docente y las normas de convivencia de la Escuela.
No son verdaderas las declaraciones producidas por los testigos citados.
El mundo de los adolescentes está constituido por “fantasías” de diversa naturaleza que tiñen la
interpretación de los hechos y orientan la atención a algunos aspectos focalizados. En este
sentido, las interpretaciones de los supuestos enunciados por el docente deben ser meritadas
considerando los aspectos propios de la psicología de los adolescentes.
En conclusión la relación docente alumno no se ha perdido sino que todavía permanece
inalterable tal como lo testimonia las notas recibidas por el docente en relación a su licencia
médica como por el haber sido retirado injustamente de los cursos”.

Con respecto a la implementación de una ficha personal de los alumnos que incluía
datos personales y privados, el docente adujo que la misma tenía una función
pedagógica que le permitía realizar un diagnóstico socio afectivo del grupo
imprescindible para su tarea de enseñanza.

En su declaración como testigo propuesto por Grosso Grazioli, el preceptor Marcelo


Creta dijo: “el trato del docente con los alumnos era de forma respetuosa. Contesta que si fue
de forma respetuosa y de buen vínculo con los alumnos, los preceptores y los docentes, como
por ejemplo el profesor se ofrecía para interceder y mejorar cualquier vínculo problemático que
hubiera entre los alumnos y los docentes y una manifestación que tenía buena relación era que
cuando se lo apartó de las divisiones, los alumnos reclamaron por él y se quejaron de los
profesores que lo reemplazaron…” “Que conoce que hubo una denuncia o expresión de algunos
estudiantes de la división que pertenecían a una agrupación política del Centro de Estudiantes,
que en más de una oportunidad manifestaron descontento con la gremial docente a la cual
pertenecía el profesor Grosso Grazioli y lo hicieron público en una elección en la cual el
escrutiño de la elección de Centro de Estudiantes y Comisión Interna de UTE-CTERA
coincidieron el mismo día y alumnos de esa división hicieron cánticos agraviantes y de clara
tendencia política hacia la representación de esa comisión interna entre los cuales estaba electo
el profesor Grosso Grazioli, tildándolo a él y a sus compañeros delegados de forma despectiva
como burócrata sindical, cuando había sido electo por el voto mayoritario de los docentes”.

El testigo Creta explicó que el incidente con el profesor, en realidad se originó en un


incidente por unos carteles que promocionaban una fiesta denominada “Escalera a la
cama”, organizada por algunos alumnos de 4º 5º. Según Creta, las autoridades de la
escuela primero ordenaron sacarlos y los chicos se enojaron con los preceptores que
cumplieron la indicación. Luego, ante el reclamo de los chicos, el Rector habría
dispuesto fondos para rehacer carteles de promoción de la fiesta. “Como los alumnos se
encontraban irritados con los preceptores, el profesor intercedió amablemente explicando que la
responsabilidad no era de los preceptores sino que la orden de retirarlos o autorizar que se
pegaran siempre es del Rector del colegio (…) Los chicos malinterpretaron de quién era la
responsabilidad de quitar los carteles”. “La jefa de piso, Susana Fernández y el dicente,
intentaron explicarles que era orden de la autoridad, era una orden contradictoria de la
autoridad, que primero los prohibía y después los permitía, financiándolos”.

A favor del sumariado también declararon:


1) un ex alumno del profesor que dijo que en las fiestas no vio al profesor facilitar
alcohol a los alumnos y que éstos “generalmente se cuidan al lado de los profesores”.
“Cuando no hay profesores, incluyendo al profesor Grosso, los alumnos generalmente están
todos alcoholizados, sumado a alguna otra sustancia”.
2) un alumno de 6º año que no había sido alumno de GG, dijo que en las fiestas “había
consumo de sustancias alcohólicas, inclusive había olor a marihuana”. Pero que en la fiesta
en la que él vio a GG, “en el rato en que estuvo el profesor en dicha fiesta, la actitud de los
alumnos era absolutamente diferente a la que tienen normalmente en su mayoría”.

Grosso Grazioli interpuso un recurso de nulidad con el patrocinio del Dr. Mariano
Bernava Castex. Su fundamento: “una clara maniobra de persecución política”
implementada por el Rector Gak. Y el “verdadero motivo de estas falsas declaraciones
estaría vinculado al consumo indiscriminado de diversas sustancias adictivas”.
Conclusión: “nos encontramos ante un Rector, el Dr. Abraham L. Gak, que a través de
prácticas demagógicas instiga irresponsablemente la publicidad y realización de fiestas
estudiantiles en las que reina el consumo de alcohol y estupefacientes, todo ello bajo su
conocimiento (…) el provecho obtenido por el mencionado funcionario mediante estas práctias
está a las claras, utiliza a estudiantes a los fines de promover inconsistentes denuncias contra un
docente delegado gremial y opositor a su gestión. El beneficio obtenido por tales agrupaciones
políticas y estudiantes, es también evidente, consiguen eliminar a un docente que pone en riesgo
la continuidad de la realización de estas fiestas, ya que con su presencia impediría el mayor
atractivo de ellas: dar riendas sueltas al descontrol. Recordemos que el éxito en la cantidad de
concurrencia a las mismas, se traduce en mejores resultados electorales para las agrupaciones
políticas estudiantiles. Y no sólo que se elimina a este docente en particular, sino que se
“disciplina” al resto de ellos, quienes obviamente luego del presente escándalo no concurrirán o
lo harán a sabiendas de que no deben “ver, oir, ni oler” absolutamente nada.
Como resultado nos encontramos ante un excelente docente que por asumir su rol con total
vocación y absoluta responsabilidad, resulta ser víctima principalmente de un Rector
inescrupuloso, que es sobre quien debió haber recaido el sumario desde un principio.
PORQUE UNA FORMA DE EJERCER VIOLENCIA ES DAR MALOS EJEMPLOS,
“PERMITIR INDISCRIMINADAMENTE” A CAMBIO DE TRANSACCIONES POLITICAS,
PORQUE ESTA NO ES LA EDUCACION QUE QUIERO PARA NUESTROS CHICOS,
PORQUE NO QUIERO OTRO “CARMEN DE PATAGONES” INVESTIGUEMOS AL
VERDADERO RESPONSABLE: ABRAHAN LEONARDO GAK” (las mayúsculas en el
original.

A punto de expirar su mandato (pero cuando todavía se consideraba su eventual


reelección) el Rector de la UBA dispuso, en mayo de 2006, la nulidad de lo actuado
por un "error de procedimiento", con el argumento de que el sumario no debió haber
sido instruido por sumariantes de planta sino externos. Sobre el grave fondo de la
cuestión, que no fue analizado, solo imponía una suerte de amonestación al profesor
Grosso Grazioli e, insólitamente, al conjunto de los profesores de la escuela.
Ante la apelación del Dr. Gak, intervino el Consejo Superior de la UBA, que ordenó,
con fecha 29 de noviembre de 2006, la sustanciación de un nuevo sumario, con
intervención de la Dirección de Sumarios de la Universidad de Buenos Aires. No se
conocen detalles de esta nueva actuación.

Mientras fue rector, el Dr. Gak impidió el contacto directo de GG con los chicos. Hoy
vuelve a ingresar a la escuela y pretende volver a dar clases.

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