Actividad Física, Tercera Edad y Política de Estado
Por: Graciela Carrión
Mi propósito en este artículo es dar a
conocer a la sociedad en general la
importancia de cultivar nuestro cuerpo de
una manera activa, practicando ya sea algún
deporte, recreación o ejercicios físicos en
general como lo son aeróbicos, la natación y
caminatas entre otros.
Además deseo resaltar la opinión del
individuo común que practica o no
actividades físicas, sobre la integración a
esta rutina de los adultos mayores,
comúnmente llamada tercera edad, y
conocer la posición del Estado frente a la
problemática que se presenta en los centros
hospitalarios, donde se da un incremento de
una serie de padecimientos causados por el
sedentarismo, los cuales han podido ser
prevenidos con la práctica diaria de rutinas
simples de caminatas o ejercicios aeróbicos.
Para la construcción de este documento
utilicé diferentes herramientas como la
consulta de libros, material informático,
lectura de artículos periodísticos, entrevistas
y encuestas a adultos mayores sedentarios y
practicantes de actividad física, presentes en
áreas como el parque Omar, centros de
Salud y casas comunales y de la tercera
edad.
Según la revista LatinSalud.com, el aumento
de la esperanza de vida en la sociedad actual
ha dado lugar a un aumento de la población
de edad que al devenir hemos venido
llamando “tercera edad”. Existe pues, una
búsqueda de longevidad en nuestras vidas
mediante el cuidado de nuestros cuerpos y
nuestra alma a todos los niveles. En este
sentido la actividad física y la recreación es
gracielita1617@hotmail.com
19 de septiembre de 2009
un factor que contribuye a la mejora de la
salud y a una mejor calidad de vida en estas
edades.
Durante la etapa de la vejez, se debe
mantener una participación activa en roles
sociales y comunitarios para una satisfacción
de vida adecuada. No cabe duda que la
práctica física siempre desde tiempos
antiguos y se ha considerado como un
elemento fundamental para conseguir un
estado de salud óptimo.
Envejecimiento: Para la revista
saludalia@saludalia.com, es muy difícil
determinar cuando comienza el periodo del
desarrollo humano conocido habitualmente
como tercera edad. Los expertos en la
evolución del hombre no se ponen de
acuerdo respecto al momento en que se
inicia la vejez, ya que va a depender de
numerosos factores que inciden en la vida
que se ha llevado: alimentación, actividad,
profesión, acontecimientos vividos, forma de
afrontarlos, etc.
De ahí que podamos afirmar que la edad
cronológica no define el envejecimiento si
bien en nuestra sociedad parece que se
acepta como punto de comienzo de esta
etapa de la vida el momento correspondiente
a la jubilación, tanto si se es o no trabajador
activo, situándose ésta en torno a los 65
años.
Cambios: Existen algunos factores de riesgo
para padecer enfermedades con la edad y la
inactividad: alimentación excesiva,
hipertensión, tabaquismo y alcoholismo,
sedentarismo, osteoporosis, obesidad, estrés,
soledad. Entre los factores que retardan el
envejecimiento están: el sueño adecuado,
actividad física continuada, buena
alimentación, participación social. Se sabe,
pues que la edad (mayor edad), produce
cambios estructurales, y una disminución de
las funciones fisiológicas.
La fuerza disminuye menos en personas que
han realizado actividad física durante toda la
vida. Con relación a aspectos óseos, se ha
observado una densidad ósea mayor en
atletas que en sedentarios. En cuanto a la
resistencia numerosas investigaciones al
respecto, afirman que la realización de un
programa de ejercicio correctamente
diseñado mejora la salud y disminuye el
riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
El ejercicio físico también repercute de
forma positiva en aspectos psicológicos. Las
actividades deportivas incrementan la
sensación de logro personal, los sentimientos
de competencia y auto-eficacia, aumentando
los beneficios sociales y psicológicos que la
práctica deportiva tiene en el bienestar de las
personas mayores. Mejora del estado de
ánimo, disminuye la depresión y ansiedad, y
reduce la sintomatología somática. Además,
en los mayores con algún tipo de deterioro
físico, la práctica deportiva aumenta la
sensación de control y bienestar durante la
realización de los ejercicios.
Avances:Al transcurrir los últimos años se
ha registrado una paulatina integración por
parte de los adultos mayores al campo de la
actividad física, debido a que actualmente
se considera el ejercicio como un elemento
fundamental en el mantenimiento del estado
físico y saludable, la influencia de
estamentos públicos y privados así como de
la medicina en la práctica física, existen una
amplia disponibilidad y creación de centros
específicos, se da el desarrollo de
actividades, materiales y profesionales
adecuados, una mejor disponibilidad
económica, mayor disponibilidad de tiempo
libre y desarrollo de la "cultura del ocio" y
mayor conciencia y difusión de los medios
de comunicación.
Por estas y otras razones como motivación y
apoyo por parte de los demás, nuestros
adultos mayores poco a poco están
asistiendo con mayor frecuencia, ya sea a
clases privadas o a domicilio, locales
privados o entidades públicas tales como el
parque Omar, las casas de la tercera edad,
las cuales se encuentran bajo el paraguas de
las juntas comunales, o bien apoyadas por
algunas figuras políticas, las cuales en
muchas ocasiones aparecen con gran fuerza
durante el periodo electoral, realizando
actividades con excelentes frutos, pero poco
a poco, muchas de estas van perdiendo
fuerza; mientras que otras simplemente
quedan en el olvido; pero hay que
condecorar el esfuerzo por parte de aquellos
que si mantienen su apoyo a lo largo del su
periodo lectivo, labor que debe reconocerse
y tomarse en consideración y seguir como
ejemplo.
En estos centros se practican actividades de
tipo recreativas y de esparcimiento como la
impartición de cursos y seminarios, que
ayudan a elevar la autoestima, vivir una vida
plena en sociedad con personas con
diferentes virtudes y defectos y un sinfín de
habilidades de las cuales se pueden aprender
y disfrutar como lo hacían en sus años
mozos; años que tal vez por diferentes
causas se han dejado en el olvido y que muy
probablemente pueden ser recuperado con la
práctica de este tipo de actividades.
También se imparten talleres manuales los
cuales desarrollan gran cantidad de
habilidades psicomotrices tales como la
motricidad fina.
Para los especialistas en medicina y nosotros
los educadores físicos la actividad física es
netamente indispensable para una salud
integral, pero, en muchas ocasiones surgen
interrogantes y preocupaciones tales como si
¿La sociedad está educada para entender la
necesidad de practicar actividad física
durante todas las etapas de la vida?, más aún
¿Comprenden a los adultos mayores que
practican alguna actividad física? o por el
contrario ¿Son personas sin criterios de la
pobre opinión que estos adultos mayores se
ven ridículos, al entrenarse para la recta final
tratando de evitar el declive?, sin conocer el
sinnúmero de enfermedades y padecimientos
que se pueden evitar, controlar y mejorar
con la práctica continua de diversas
actividades de tipo físicas. Otra pregunta
importante es, ¿el gobierno mantiene una
legislación vigente que rija la práctica de
actividad física en el país?
Gracias al esfuerzo de muchos médicos,
activistas y educadores físicos, profesionales
en general y demás colaboradores poco a
poco hemos logrado tener una sociedad
conciente de la importancia de cuidarse de
una forma integral, dejando atrás el tabú de
que el ejercicio físico es solo para los
deportistas o las personas que gozan de
juventud plena, comprendiendo y apoyando
a nuestros ancianos, y aún más animándolas
a que gocen de sus derechos hasta el final de
sus días.
A pesar que dentro de la ley de discapacidad,
se tocan la importancia de que los adultos
mayores practiquen diversas actividades que
les permitan mantener una vida de calidad,
“lastimosamente”, aún no contamos con una
legislación que permita el auge de la
integración de los adultos mayores en el
campo de la actividad física, y la realización
de grandes competiciones dentro de la
República de Panamá, como por ejemplo
unas olimpiadas de la tercera edad.
Prevención: Con el envejecimiento
sobrevienen una serie de modificaciones en
el funcionamiento de los órganos y sistemas
de nuestro organismo. En las personas
mayores, por lo general, suele existir una
disminución importante de la fuerza y la
masa muscular, como consecuencia de
permanecer inactivos por periodos
prolongados. LatinSalud.com.
La Educación Física funge como medicina
preventiva, evitando la aparición de
diferentes padecimientos y contrarrestar
pérdidas valiosas, si se practica de forma
continua a lo largo de las diferentes etapas
de la vida, por esta razón, la dirección
LatinSalud.com, nos presenta como
beneficios de la práctica activa de ejercicios
físicos el poder mantener una condición
física adecuada, una menor incidencia de
caídas y fracturas óseas, por aumento de la
fuerza muscular y coordinación de los
movimientos, producto del entrenamiento,
retraso en la aparición de osteoporosis, sobre
todo en mujeres posmenopáusicas, mejora la
depresión.
La actividad física cotidiana, constituye uno
de los pilares de los programas de
prevención de la ateroesclerosis, ya que
según las estadísticas médicas de diferentes
centros hospitalarios, los cuales mantienen
programas activos de aeróbicos para la
tercera edad, se registra una disminución en
la cantidad de personas hipertensas que
asisten a dichos centros por crisis de
tensión , debido a una baja de las cifras de
tensión arterial, con una gran mejoría de su
cuadro clínico, la cual aumenta el gasto
calórico del organismo, contribuyendo a la
pérdida de peso y al mantenimiento de la
misma, también se mejora el sueño e induce
una sensación de bienestar general,
incrementando la capacidad para desarrollar
tareas cotidianas y laborales, al punto de
lograr la recuperación de la movilidad total
o parcial, luego de la presencia de derrames
u operaciones complicadas.
Educación para la vida: Las personas
activas tienen una vida mas completa,
presentan mayor vigor y resistencia a las
enfermedades. Un factor que es
determinante en sobrellevar el proceso del
envejecimiento en los ancianos, es el hecho
de poseer o no una educación base para
poder desarrollar un plan para invertir su
tiempo libre. El problema es uno de origen
lúdico, ya que los individuos puede que no
sepan como ocupar el tiempo libre que antes
ocupaban con el trabajo; no saben cómo
recrearse, ni que actividades físicas realizar.
Falta de credibilidad a entrenadores:
Existen preocupantes sobre si al impartir los
programas de actividad física se hacen a
conciencia y con el debido conocimiento
para poder estructurar una clase, con todas
las etapas necesarias para lograr el mejor
aprovechamiento posible y un
acondicionamiento óptimo del adulto a
tratar.
Para alivianar este vacío de confianza es
necesario contar con educadores físicos de
calidad que puedan guiar de manera correcta
y efectiva las diferentes actividades
impartidas, siguiendo los lineamientos
básicos necesarios de la estructuración de la
clase tales como: Calentamiento: que deben
ser prolongados aproximadamente de 20
min, evitando muchos brazos por encima de
la cabeza y rotaciones, mostrar especial
atención a los estiramientos.
Aeróbicos: no realizar impactos, realizar
pasos básicos entre ejercicio y ejercicio,
utilizar coreografías cortas y sencillas,
realizar bloques sueltos e ir haciendo
repeticiones poco a poco de manera de
agilizar la plasticidad neuronal, no realizar
cambios de plano, evitar movimientos que
puedan ser complejo y usar movimientos
que le sirvan para manejarse dentro del
entorno de su vida diaria de manera
independiente.
Tonificación: Se debe evitar el uso de pesos
y resistencias en personas con problemas,
estas serán mínimas y no se registrarán
muchas repeticiones sobre un mismo grupo
muscular, se evitarán los ejercicios de
rodillas en personas que presenten
problemas en dicho segmento y se prestará
especial atención a aquellas personas que no
puedan realizar los ejercicios en el suelo,
para sustituirlos ayudándonos con un step o
una silla.
Relajación y los estiramientos: los
estiramientos irán dirigidos a la pérdida en el
rango del movimiento, y en las técnicas de
relajación se dará un contacto con el grupo,
tratando de llevar al cuerpo a una estabilidad
casi total y restablecer la homeostasis, y
poder seguir con las actividades diarias, sin
presentar molestias y fatiga excesiva.
Debemos tener muy presente que al realizar
ejercicios con adultos mayores es necesario
mantener una ficha clínica que registre las
visitas constantes a el doctor y los resultados
previos a estas así como también el
consentimiento, preferiblemente firmado por
un médico que indique que este adulto
mayor está en capacidad de realizar dichas
actividades.
El entrenador encargado de la clase debe
tener conocimientos básicos de primeros
auxilios, controlar la frecuencia cardíaca a
manudo, enseñando a los adultos a hacerlo,
recomendar una buena hidratación y un
control de la intensidad del trabajo, los
adultos mayores deben mantener un estado
de sed bajo, para evitar posibles
complicaciones. Debe recomendar el uso de
un equipo apropiado, poner énfasis en la
correcta ejecución de los ejercicios, no
olvidar nunca la máxima seguridad de los
ejercicios propuestos y estar anuente a
detener la actividad ante cualquier síntoma o
respuesta anormal del organismo.

Además se deben hacer modificaciones a

cada caso en especial, tomando en cuenta su
condición de salud, así como también los
ajustes rutinarios al tratar con longevos
como: calentamientos mucho más largos, ir
aumentando de manera progresiva de bajo a
moderado a su propio ritmo.

Abandono: Muchos ancianos,

especialmente aquellos que padecen de
artritis u otras dolencias, son reacios a hacer
ejercicio porque piensan que les ocasionará
dolor o molestias y muchos adultos mayores,
a pesar de practicar ejercicios a lo largo de
su vida, declinan de dicha práctica debido a
la aparición de diferentes padecimientos
tales como artrosis o de enfermedades
cardiacas, sin comprender que existen un sin
fin de ejercicios que se pueden utilizar para
realizar actividad física, tal vez no con la
misma intensidad con que se realizaba antes
de la aparición de las dolencias, pero al
menos llenarán gran parte del vacío que
espera ser llenado por el malvado
sedentarismo.

A modo de conclusión, podemos afirmar que

la actividad física en personas mayores
mejora su condición física y psicológica, lo
que conlleva una vida más sana, equilibrada,
alegre, activa y dinámica.