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LEY 13869

EL SENADO Y CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA PROVINCIA DE BUENOS


AIRES, SANCIONAN CON FUERZA DE
LEY
ARTICULO 1.- Créase el Banco de Datos Genéticos de la Suprema Corte de Justicia.

ARTICULO 2.- En dicho banco de datos se incluirán los resultados de los estudios
genéticos realizados en todas las investigaciones penales efectuadas en los términos y
con las garantías del Código de Procedimiento Penal (Ley 11.922 y sus modificatorias),
especialmente en las que se investiguen delitos contra la vida, la integridad sexual, la
identidad o la libertad de las personas.

ARTICULO 3.- La Suprema Corte de Justicia deberá adoptar los recaudos necesarios
para la conformación de la base de datos, la confidencialidad de sus informes y el
sistema de recuperación y análisis de la información judicial.

ARTICULO 4.- La información de la base de datos es secreta, y solamente se


encontrará disponible para el Ministerio Público y los Magistrados intervinientes, en
relación con las causas en que se encuentren interviniendo.

ARTICULO 5.- Créase el Registro de Condenados por Delitos contra la Integridad


Sexual dependiente del Ministerio de Justicia, en el que se asentará la identidad de los
condenados y sus demás datos personales, obrantes en las sentencias condenatorias por
delitos tipificados en el Libro II, Título III del Código Penal. El Poder Ejecutivo
reglamentará el acceso a la información de dicho registro respetando los principios de
interés legítimo y publicidad establecidos respectivamente por los artículos 20 inciso 3
de la Constitución Provincial, y 280 y 343 de la Ley 11.922 y sus modificatorias.
El Juez o Tribunal que dicte condena en los términos del párrafo anterior, deberá
notificarlo al Registro, acompañando copia autenticada de la sentencia.

ARTICULO 6.- Autorízase al Poder Ejecutivo a efectuar las adecuaciones


presupuestarias necesarias.

ARTICULO 7.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Fundamentos de la

Ley 13869

El objetivo de este proyecto es abordar una problemática muy seria y dolorosa


no solo del territorio de la provincia de buenos Aires, sino nacional y mundial, como
son los delitos contra la integridad sexual.

Las denuncias por violación que ingresaron en las distintas fiscalías del país
tuvo en lo que va del año un promedio de un ataque sexual cada 150 minutos, y en la
mitad de los casos las víctimas fueron menores de edad, según un informe estadístico
oficial.

Una cuestión a tener en cuenta y altamente preocupante es que solo un tercio de


los casos son denunciados. A su vez, de este lacónico porcentaje un escaso y
perturbador 10 por ciento de las causas terminan con los agresores detenidos.

El informe fue elaborado por la Dirección Nacional de Política Criminal,


organismo dependiente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la
Nación.

A su vez, un informe suministrado por la Asociación de Víctimas de Violaciones


(AVIVI) indicó que en la ciudad de Buenos Aires y, en el conurbano bonaerense, “se
notifican alrededor de cinco violaciones diarias”, para luego agregar que “los casos se
duplicaron en los últimos siete años”.

En tanto, un informe de la Procuración General de la Nación publicado hace


unos meses reveló que en la Capital Federal el 90 por ciento de los expedientes sobre
casos de violación y abuso sexual terminan impunes.

De la frialdad de los datos expresados surge con evidencia irrefutable la


necesidad de tomar conciencia de la situación en que nos encontramos, y la urgencia
con que debemos como legisladores, abordar la temática para poder empezar a
encontrar las soluciones.

En diferentes provincias de nuestro país encontramos en funcionamiento


registros de datos de los condenados por delitos contra la integridad sexual, como son el
caso de Mendoza, Neuquén, Córdoba, y en muchas otras existen proyectos para su
regulación que están en tratamientos en los diferentes legislaturas.

El objetivo de la creación de un registro compuesto por los datos personales,


incluidos los genéticos, es lograr la prevención y evitar la posible reincidencia de los
autores de los delitos aberrantes contra la integridad sexual. Dado que el conocimiento
por parte, en primera instancia, de las autoridades gubernamentales y judiciales de estos
antecedentes o por parte de la sociedad civil, ayuda a identificar a los mismos y poder
establecer las medidas de prevención adecuadas.

El Registro contará con dos secciones claramente diferenciadas, por un lado


tendrá la sección pública donde encontramos la totalidad de los datos de los
sentenciados con condena firme. Por el otro y como un dato relevante para los
investigadores estará el registro de los datos genéticos, fundamental herramienta para
identificar a los delincuentes seriales. Esta sección del registro será secretar pero su
información podrá ser utilizada con la previa autorización judicial.

Asimismo y con el objeto de incorporar a las organizaciones no


gubernamentales, que vienen desarrollando una tarea muy importante en materia de
contención y divulgación de las acciones a seguir para prevenir ser víctimas de un delito
de estas características, se crea un consejo en defensa de las víctimas, el mismo está
integrado por representantes de las diferentes carteras del Poder Ejecutivo,
representantes de las organizaciones que tengan por objeto el abordaje de la
problemática de las víctimas de delitos contra la integridad sexual, y los académicos o
profesionales que sabemos dedican su labor al estudio en pos de encontrar soluciones
desde lo teórico, seguramente sus aportes serán fundamentales.

El objetivo de este consejo será asesorar al Poder ejecutivo en las políticas


públicas que se deberán implementar con el fin de prevenir la comisión de delitos,
difundir entre la población las medidas para repeler los ataques de los delincuentes y
contener a las víctimas, ya que es un tema muy fuerte y delicado su recuperación, luego
de sufrir uno de los hechos más traumáticos que una persona puede atravesar.

No nos olvidemos que las víctimas de estos delitos muchas veces quedan
marcadas de por vida, se les hace muy difícil su reincorporación a los actos más
sencillos, como es el hecho de salir de su casa, que en muchos casos se torna un
martirio. Estas personas, son las que necesitan de nuestra mayor atención, entre las
víctimas de estos delitos nos encontramos con los niños quienes no tienen las
herramientas para poder comprender porque aquellos que deberían cuidarlos y
protegerlos, los mayores, se aprovechan del modo más vil de su inocencia.

Estos delitos son sumamente aberrantes, pero la única manera de poder abordar
la problemática es conociéndola y difundiéndola. Son estos los pilares fundamentales de
este proyecto, por un lado debemos tener bien en claro quiénes son los delincuentes que
tienen condena firme, por el otro debemos establecer canales ágiles y participativos para
que el Estado provincial realice conjuntamente con la sociedad civil las acciones de
prevención, difusión y contención. No podemos esperar más, debemos actuar ya.

Por lo expuesto encarezco a los señores legisladores que me acompañen con el


voto positivo del presente proyecto de ley.

FUNDAMENTOS DEL EXPEDIENTE E-160/08-09

HONORABLE LEGISLATURA, se somete a consideración de vuestra


honorabilidad el proyecto de la ley que se adjunta para su sanción, referido al
REGISTRO ÚNICO DE DATOS GENÉTICOS PARA AQUELLAS PERSONAS
CONDENADAS POR DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL, tendiente a
determinar un banco de datos de ADN que permita facilitar la identificación de toda
aquellas personas que cometa ese tipo de ilícitos regulados en el Título III del Libro II
del Código Penal de la Nación Argentina.

Conmueve a la sociedad semejante agresión, por el alto impacto que genera este
tipo de acción antijurídica que comprende la integridad física, psíquica y moral de las
víctimas, las que resultan atravesadas de por vida por las secuelas irreversibles que el
trauma sufrido le genera.
Mayor énfasis aún, cuando la víctima es menor de edad y es bien sabido que la
persona en pleno proceso de desarrollo de su niñez, registra las secuelas de la
perturbación con mayor gravedad en su evolución madurativa, que se manifiestan en el
devenir de las etapas de crecimiento e impactan en la conformación de su personalidad
en la adultez.

Es intención de esta propuesta, el prevenir la reiteración de tales ilícitos cuando


aquel sospechado, es reincidente y las pruebas destinadas a determinar la autoría,
circunstancia que en la mayoría de los casos genera la impunidad del autor, en tanto
prevalece la presunción de inocencia.

Nuestro proyecto, sin desconocer la existencia y respeto de la manda


constitucional, añade un medio de prueba más, a través del cual, la reunión material de
la semiplena prueba de la autoría y responsabilidad por este ilícito, determinará con
fehaciencia la imputabilidad al sospechado. Sin olvido, obviamente, que ayudará a
descartar la duda razonable respecto del inocente.

De este modo la escasez de la reunión del material probatorio para el delito,


tenderá a perfeccionarse completándose con un examen de ADN a través de la
extracción de una muestra de cabello de la persona del imputado.

Dicha muestra, será comparada con el Registro de ADN realizado a los


condenados por sentencia firme de delito contra la integridad sexual, circunstancia que
será incorporada como medio instrumental para facilitar la identificación de aquel que
pueda reincidir en el mismo tipo de ilícito.

FUNDAMENTOS DEL EXPEDIENTE E-164/08-09

HONORABLE LEGISLATURA:

El abuso sexual es uno de los ataques más violentos que puede sufrir una
persona, generando daños físicos y traumas psicológicos que afectan el desarrollo de su
vida futura.

Es por ello, que el Estado debe garantizar protección y orientación a las


víctimas, así como también debe notificar del desarrollo del proceso y la sentencia en el
marco de resguardo del afectado.

Cabe destacarse, que los crímenes de índole sexual o abuso de menores se


caracterizan por el peligro de reincidencia, ante esta grave realidad es necesario que
tanto las instituciones de orden público como la comunidad, conozcan el paradero de
aquellos que han sido condenados por delitos de esta naturaleza y pueden ser
identificados ante una situación que genere incertidumbre.
Para cumplir con estos objetivos se crea un registro de personas condenadas por
delitos sexuales y/o abuso sexual contra menores de edad, mujeres, ancianos, personas
con discapacidades diferentes, personas en general.

Por medio de dicha ley, se incorpora el Registro Único de Condenados por


Delitos Sexuales y/o Abuso al Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires. El
Registro constará de los datos personales del condenado, con su domicilio actualizado,
para que sea realmente una medida eficaz de prevención y resguardo de la sociedad.

La importancia de la presente ley radica en ser una herramienta de prevención,


ya que los especialistas en el tema y las estadísticas indican que el delito de abuso
sexual es el que tiene mayor grado de reincidencia. El Estado debe estar en constante
vigilia de la protección de la sociedad, una vez que el condenado sea liberado y se
reintegre a la misma.

A su vez, distintos casos que se han registrado en diferentes países, como en


Argentina, surgen además porque las personas resultan ser reincidentes y considerados
de alto riesgo, y se enfatiza que los padres de las víctimas, en el caso de ser menores,
podrían haber evitado los hechos en caso de conocer las circunstancias personales de los
agresores. En el caso que los padres de los menores y la sociedad en su conjunto no
tuviesen conocimiento de los imputados en hechos de estas características y con
reincidencias, son el detonante y el causal de legislaciones que intentan alertar a terceros
sobre la urgencia de tomar recaudos por la peligrosidad de estos delincuentes.

Por otra parte, es necesario asentar que este Registro no atenta contra el derecho
a la intimidad y a la dignidad de la persona, ya que una vez que el juez expidió
sentencia de culpabilidad y con la consecuente condena, esto trasciende el ámbito
privado propio del delincuente y la esfera de su intimidad, afectando a terceros, la
seguridad y el orden público. La información relativa a la condena y al delito, siempre
que se trate de información veraz y de interés para la sociedad, no tiene la pretensión de
afectar la dignidad del condenado.

Sin embargo, queda implícito que el derecho a la intimidad puede asimismo ser
restringido por el legislador cuando exista peligro de una amenaza mayor para la
sociedad en su conjunto. Esta ley de ningún modo afecta la intimidad ni la libertad
individual de las personas, porque las libertades son equivalentes y en dicho caso se
justifica la protección contra la ofensa y el peligro que se enfrenta.

Con el debido respecto, protección y garantizar el acceso solo a personas


identificadas y con una causa solvente, se avanza en el resguardo integral de la
sociedad.

Por otra parte, en la actualidad en varias legislaturas provinciales como así


también en el Congreso de la Nación se están debatiendo proyectos del mismo tenor, lo
cual da cuenta de la importancia de la problemática y de la necesidad de avanzar en
materia legislativa en la búsqueda de soluciones a un flagelo que afecta al conjunto de la
sociedad. De la misma forma se encuentran leyes con la misma vocación en diferentes
legislaciones internacionales, y principalmente está inspirado en la legislación francesa,
la cual establece que esos datos pueden ser solicitados por organismos públicos o
privados autorizados por el Estado.
A su vez, según fuentes especializadas en materia de política criminal del
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, los delitos sexuales tienen dos
características distintivas que obligan a prestar mayor interés estatal para proteger los
derechos de las personas en sociedad. En primer lugar, respecto de la víctima, el daño a
su integridad física con posibles lesiones y secuelas patológicas de gravedad, que
siempre son acompañadas por los trastornos psicológicos que el hecho acarrea, con
notables incidencias en el entorno familiar. En segundo lugar, respecto del agente autor
del delito, se destaca su inclinación permanente a reincidir, según muestran las
estadísticas de casos.

Por lo anteriormente expuesto y en virtud de la preocupación que genera este


delito en la sociedad, solicito a los Sres. legisladores acompañen con su voto afirmativo
el presente proyecto de ley.

FUNDAMENTOS DEL EXPEDIENTE E-183/08-09

Los recientes y numerosos casos que han salido a la luz respecto de denuncias y
sentencias en casos de abuso físico y sexual de menores de edad pone sobre la
superficie un tema que, lejos de ser nuevo, muestra no solo cifras preocupantes sino uno
de los temas más sórdidos, perversos y escabrosos que pueda exhibir una sociedad.

Resulta destacable aclarar, que conducta como las aquí evaluadas, la tasa de
reincidencia asciende a un 80%. Es por tal razón que el presente proyecto de ley tiene
por objeto, prevenir a la población de eventuales nuevos delitos sexuales que se puedan
perpetrar.

Se prevé la creación de un registro de condenados con el fin que las autoridades


públicas, judiciales y administrativas, puedan contar cuando lo necesiten. Este proyecto
tiende en igual sentido, a que la información asentada en el Registro de condenados, sea
de fácil y simple acceso para la ciudadanía.

En este proyecto se ponen en juego varios principios. El primero es la publicidad


de los actos de gobierno. En este caso, de las sentencias. Sabido es que los juicios son
públicos y de esta forma se potencia el carácter público de las sentencias.

Por otra parte se encuentran en colisión dos otros principios, por un lado el
derecho de la sociedad en su conjunto y de cada individuo en particular de prevenirse
para sí de eventuales delitos y el del condenado, en su privacidad. Entre estos dos,
privilegiamos el primero, ya que el condenado no ha sido puesto en ese lugar por gracia
divina, sino que fue él mismo quien se colocó al delinquir.

En orden a cifras manejadas por ONGs uno de cada cinco niños son víctimas de
alguna situación de abuso ya sea físico, emocional o sexual.
Por definición, “el abuso es todo daño producido a un niño en forma no
accidental, por una persona de mayor edad, más fuerte o autoritaria, conocida o no por
el niño”, define. El abuso físico es el que daña al cuerpo (mediante golpes, quemaduras,
lastimaduras). El emocional apunta a la autoestima con burlas e insultos y, el sexual,
“consiste en hacer participar al niño en actividades como tocarle o mirarle sus partes
íntimas, hacer que él toque o mire esas zonas del cuerpo del abusador, incitarlo a mirar
escenas obscenas, e intentar o mantener relaciones sexuales”. En cualquiera de sus
formas, el abuso deja marcas: siempre es traumático.

La licenciada Mónica Diner, directora del Centro de Prevención


Interdisciplinario de Abuso Infantil, sostiene que las víctimas de abuso pueden ser
varones o mujeres de distintas edades y clases sociales, aunque, según afirma Diner, es
mayor el porcentaje de varones maltratados físicamente y de niñas abusadas
sexualmente. En cualquier caso, las cuestiones por combatir son los engaños y sobornos
por parte de abusadores, y su contrapartida: la culpa y el miedo de los niños. “El
abusador, en general, intenta sobornar. El soborno es aquello que se ofrece a cambio de
algo que no se debe hacer. Puede ser de índole material (un caramelo, un juguete), o
inmaterial (promesa de algún premio o favor)”.

La psicóloga, autora de “Abuso infantil: manual de prevención y detección”


(Cepia, 1999) define que, “los niños deben aprender a no aceptar obsequios o
propuestas de desconocidos, aunque parezcan placenteros; tampoco deben aceptarlo de
gente conocida (pueden ser hasta sus propios padres, por eso es básico que toda la
comunidad se comprometa en prevención) cuando sientan que algo está mal o los
confunde”. Por otra parte, que el niño entienda que si no puede protegerse de un peligro
o es amenazada, eso no ocurre por su culpa, lo ayudará a defenderse y pedir auxilio.
“Caso contrario, si la agresión ocurre, puede ser vivida como un castigo merecido, y por
lo tanto aceptado. Es, por ejemplo, el caso de una niña que trabaja para un patrón
abusador, creyendo que -además de recibir un sueldo para ayudar a que su familia
subsista-, tiene la obligación de permitir que la maltrate”, dice Diner.

“En países desarrollados, como los Estados Unidos, el tema se habla en los
colegios y el Estado interviene en los planes preventivos –afirma la especialista, que es
docente responsable del curso para graduados “Abuso infantil y prevención”, en la
UBA-. En nuestro país, es necesario crear centros de información y atención
psicológica, médica y legal que lleguen a todos, centros de capacitación para docentes,
campañas masivas, programas para padres sobre el cuidado de la salud de sus hijos,
etc.”. Sin embargo, los adultos deben saber reconocer algunos signos de alarma: si un
chico está siendo sometido a abuso, puede presentar cambios en la conducta (inhibición,
agresividad), trastornos del sueño y la alimentación, migraña, enuresis, problemas de
aprendizaje y cambios en la sexualidad: extrema inhibición (rechazo a cualquier
contacto habitual) o erotización prematura. A esto se agregan indicios más obvios:
golpes, lastimaduras, u otras lesiones físicas. En esos casos, conviene consultar de
inmediato para obtener un diagnóstico diferencial. “Pero siempre hay que tener en
cuenta que la prevención primaria no solo general menos costos para el sistema, sino
-básicamente-, evita el sufrimiento humano.

Según las estadísticas de la fundación “Educando para prevenir la violencia”, de


las consultas por violación a menores, el 90% ocurre dentro del hogar y en el 70% de
los casos la víctima conoce al victimario, ya que cerca de la mitad de los casos es de
incesto. NO obstante aclaran que, como es de imaginar, no se denuncia la totalidad de
los casos.

El proyecto, obliga a realizar por parte del organismo dependiente del Ministerio
de Salud de la Provincia de Buenos Aires, un seguimiento y periódicos controles de
quines condenados por estos delitos, hayan recuperado su libertad.

La importancia de cualquier acción debe centralizar sus esfuerzos en materia


preventiva. La violencia familiar y abuso de menores deben ocuparse cada vez más de
la prevención. Mónica Diner, psicóloga de “niños en situaciones de riesgo”, editó
recientemente la “Guía de autoprotección de los niños para padres y maestros”, que
incluye un video con títeres que representan personales estereotipados de la vida
infantil. La obra se centra en conceptos muy claros: “derecho a protegerse” –evitar
situaciones riesgo físico, emocional y sexual- y “autoestima”. Así, ante padres y amigos
incomprensivos que se burlan de sus errores, el niño debe contestar: “¿Por qué no me
enseñan en lugar de reírse?”.

Los conceptos clave, entonces, son fácilmente memorizables: negarse, irse y


contarlo, dado que “una excitación excesiva para la tolerancia del niño produce
consecuencias patológicas duraderas”, asegura Diner. De hecho, muchas víctimas tratan
de borrar lo sucedido y aseguran que cuando crecen se convierten en dos personas: en la
abusada y en la que pretende que jamás le ocurrió. La importancia de enseñar a los
chicos a denunciar reside, en que, de reservárselo, este trauma psíquico impedirá el
desarrollo normal de sus vidas.

Es bueno saber que en materia de abuso casi el 15% es menor de 5 años. El 60%
tiene entre 10 y 18. Estos niños tiene más riesgo, pero la mayoría presenta una
inteligencia normal. Pueden ser de cualquier clase, raza o religión. La mayoría de los
abusadores son conocidos por los chicos, muchos de ellos, parientes. El 80% de los
abusadores son hombres heterosexuales. Edad promedio del abusador: 30 años. El
abuso puede suceder en la propia casa del niño. El que abusa suele utilizar más la
seducción que la fuerza.

Por todo lo expresado creemos que “Los niños deben sentir que la comunidad
avala que ellos se defiendan y que sepan que no tienen la culpa de lo que les ocurre
porque no existe ningún motivo que justifique el abuso bajo ninguna de sus formas”.
(Lic. M. Diner).

Por último, se prevé un registro de ADN que permitirá tener un banco de datos
donde cotejar ante nuevas comisiones de delito. Esto en modo alguno afecta ningún
derecho de los ciudadanos, ya que tendría la misma naturaleza que el registro de huellas
digitales. Por otra parte este registro será exclusivamente de acceso a autoridades
judiciales y utilizable en investigación penal determinada.

Entendemos que el proyecto hace un aporte a la prevención de delitos, a evitar la


reincidencia, como también a facilitar el esclarecimiento de hechos delictivos

Por lo expuesto, invito a los señores y señoras senadores a acompañar con su firma este
proyecto

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