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La Psicología de la Vida
Este texto es opinión sin pretensiones de ninguna clase. Es el resultado de estudios llevados a
cabo por el autor sin rigor científico, ni académico, ni religioso, por lo tanto no debe tomarse
éste como un libro de texto, ni guía de estudio y menos aún como un manual de autoayuda.
El texto tiene como objetivo único hacer un reconocimiento a la célula, unidad extraordinaria,
que durante cerca de cuatro mil millones de años ha luchado incansablemente por lograr el
establecimiento de la vida en una continua transformación del medio y de sí misma.
Partícula magnífica que ha creado un mundo maravilloso, pleno de formas, colores, tamaños,
una diversidad casi infinita ¿Qué tanto sabemos de la célula? Poco. Después de leer este texto,
el conocimiento seguirá siendo casi el mismo, pero espero, querido lector, que éste despierte en
usted la admiración por la célula, aquella que lo creo y lo constituye, ese diminuto organismo
que es el motor de toda la vida que conocemos.
El Autor.
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Como ser humano tengo el deber de promover la vida en libertad, de reconocer a todos los seres
humanos como iguales, de proteger a los vegetales por ser los dadores de vida, de proteger a los
animales como ancestros y compañeros. Debo proteger las fuentes de alimento, agua, sol y
oxigeno pues son el patrimonio de la vida.
Contenido
Primera Parte:
La historia increíble.
Segunda Parte:
Reproducción y Coproducción
Tercera Parte:
Evolución: Célula, Organismo y Vida
Cuarta Parte:
Psicología de la Vida
Quinta Parte:
El futuro de la Célula y de la Vida
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Primera parte:
La historia increíble
Algo que diferencia al planeta Tierra de sus hermanos del sistema solar es su
activa capa de vida, o biosfera, capa que nos causa admiración profunda a
quienes habitamos este planeta. Podemos pasar horas en un campo, en un
bosque, en la orilla del mar observando la magnificencia y la capacidad creadora
de la vida.
Por donde quiera que miremos, encontramos maravillosas formas bien sean estas
gigantescas como los arboles y grandes animales, o minúsculas como los hongos
o insectos. Los colores que abundan partiendo de un verde, que en todas sus
gamas, colma casi todos los rincones visibles del planeta hacen contrastar con
los demás planetas que son monocromáticos.
Toda esa abundancia, toda esa creatividad, toda esa explosión tiene un común
denominador y es una microscópica partícula capaz de transformar la energía y
la materia inorgánica en Vida, esa minúscula partícula es la célula.
La Biología actual busca afanosamente una respuesta del cómo surgió la vida en
el planeta, seguramente nunca se encontrará, es un secreto encerrado en la célula
misma. Existen variadas hipótesis, pero básicamente son dos: una que la vida
surgió en el planeta gracias a un ambiente bioquímico favorable para su
evolución y la segunda es que la vida llegó al planeta como pasajero de algún
meteorito que en algún momento chocó contra la Tierra. En este último caso, la
pregunta seguiría sin respuesta.
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Mas que heterotrofia, considero que existió simbiosis entre los organismos
precelulares, es más lógico y natural, además que parece ser una norma natural,
si analizamos los organismos pluricelulares vemos una asociación totalmente
coordinada en la que todas las partes pueden garantizar su supervivencia. Aquí
surge otro elemento importante de la Psicología de la vida: la asociación para
solventar la necesidad y mantener la vida a través de la cooperación y la
construcción en común.
Existen tres tipos de simbiosis: parasitismo donde uno vive del otro,
mutualismo, donde ambos organismos sacan buen provecho de la asociación y
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comensalismo donde uno vive del otro sin afectar a éste último. Considero que
la primera relación de estos preorganismos fue la de mutualismo, donde las
partes brindaron capacidades que favorecían su existencia. Así se fueron creando
cadenas moleculares cada vez más complejas.
Aquellos primeros seres, muchos más sencillos que las células modernas
empezaron a poblar el planeta hace cerca de cuatro mil millones de años.
Seguramente empezaron a habitar aguas poco profundas en bahías y ensenadas
protegidas de las fuertes corrientes oceánicas turbadas por grandes cataclismos y
tormentas. En aquellos resguardos la vida celular empezó a surgir ya con fuerza,
tenían un proceso primario de transmisión genética que las empujaba hacia su
objetivo esencial: Propagar y mantener la vida, esa es la razón de ser de la
Célula.
Las procariotas habitaron durante mil millones de años el planeta. Lento fue el
paso evolutivo, pero importante su presencia para el establecimiento de la vida,
estas células primitivas vivían inicialmente en el agua, seguramente en aguas de
bahías, ensenadas y lagunas alimentadas por el océano. La importancia de este
aspecto radica en que hoy en día la gran mayoría de células que viven en este
planeta aún viven en medio del agua salada, así se encuentren a miles de
kilómetros del mar. Las células han creado un ambiente similar donde nacen,
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Mil millones de años para que la célula evolucionase hasta alcanzar el grado de
sofisticación que hoy posee, durante ese periodo la procariota fue capaz de
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Esta heterotrofia marca un hito en el proceso vital. Va mas allá del parasitismo,
porque en éste ambos organismos se mantienen con vida, bueno, hasta cuando el
parásito acabe con los recursos del otro. En la heterotrofia un organismo se
come al otro, estando éste último generalmente con vida aún. Pero seguramente
esta nueva relación fue la que propició la aparición del nuevo modelo de célula,
la eucariota.
¿Qué contiene esa información para ser tan celosamente guardada? Contiene
todo el proceso evolutivo de la vida, la historia y el programa completo para
llevar a cabo la construcción de una nueva célula y de una nueva vida. Porque lo
que se viene ahora con las eucariotas es el dominio total de la Tierra, se la van a
tomar a fuerza de vida. La célula eucariota es una sofisticada maquina o
industria capaz de desarrollar por si misma organismos completos, poblaciones
gigantescas de células trabajando al unísono, capaces de abandonar el mundo
microscópico y crear nuevos seres donde la célula ya no se ve.
La Tierra se encuentra dispuesta para albergar los nuevos seres que la han de
habitar, las bacterias procariotas han hecho su trabajo, el cual continúan
haciendo hoy día y el terreno está abonado para la nueva incursión de la vida. En
el espectro poblacional de hace 2,800 millones de años existen células
procariotas y eucariotas, autótrofas y heterótrofas, son seres unicelulares y
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Pero aun falta tiempo para llegar a ver organismos pluricelulares. Falta que se dé
un paso nuevo, algo que yo denomino Coproducción. La reproducción es la
capacidad de la célula de producir una copia igual de sí misma. La
Coproducción es la producción compartida de un nuevo ser mediante el aporte
genético de dos sujetos de la misma clase. Esto se denomina reproducción
sexual, porque cada sujeto aportante posee un sexo diferente. Como se realizó la
diferenciación en la célula eucariota, es otro de sus misterios y parte de la
inteligencia detrás de la vida.
No se sabe si los primeros seres sexuados nacieron con esa diferenciación o fue
un desarrollo de los nuevos organismos pluricelulares. Y es que ese nuevo
proyecto de organismos es un completo misterio, las células dejaron de armar
colonias para diseñar organizaciones, es algo muy diferente, pues para ello se
especializaron y constituyeron nuevas entidades, que sin embargo dependían de
una sola célula para su creación. Esta importante fase la desarrollaremos en la
siguiente parte de este escrito.
Vemos como el nuevo modelo celular reúne todos los elementos básicos y
necesarios para constituir una organización capaz de emprender actividades de
gran envergadura. El lento proceso evolutivo ha ido construyendo poco a poco
ese modelo y lo tiene cuidadosamente guardado y protegido. Ahora la actividad
interna de la célula es altamente compleja, existe un intercambio permanente de
información basado en la transferencia de energía a través de reacciones
químicas. Es una máquina perfecta y con mínimas pérdidas.
Se percibe, con esta nueva excursión de la vida, una novedosa estrategia, mucho
más ambiciosa y abarcante, la vida ya había conquistado el mar, las aguas dulces
y el subsuelo, ahora venía la conquista del resto del planeta, pero era claro que
ésta no se podía desarrollar mediante seres unicelulares. El cómo se gestó el
nuevo diseño es un misterio, que solo nos invita a reflexionar sobre la gran
inteligencia que existe o está detrás de la célula, porque la nueva propuesta fue
altamente agresiva y exitosa.
El trabajo llevado a cabo por el reino bacterial durante millones de años había
preparado al planeta para la nueva arremetida de la vida, de hecho el círculo
virtuoso propuesto está totalmente diseñado para permitir el desarrollo
permanente de la vida, las diferencias básicas de la células se integran en dicho
proceso. Los seres autótrofos se han de constituir en el primer eslabón del nuevo
diseño, ellos tienen la capacidad de transformar los elementos básicos
contenidos en la tierra en materia orgánica digerible por el resto.
Para poder llegar a ese nuevo estado, para poder conquistar la superficie, la
célula se ingenió la forma para mantenerse dentro del agua, porque ella es
esencialmente acuática, nació y se desarrolló en ese medio. La célula fue capaz
de encapsularse y de crear organismos con esa misma característica, al interior
de los cuales las células viven en un ambiente marino. El agua es un elemento
vital.
Todas las habilidades que la célula adquirió durante más de dos mil millones de
años y que celosamente había sabido conservar y compartir dan como resultado
una explosión de vida y creación en la superficie. Desarrolló la célula una
experiencia transformadora de energía y materia capaz de modificar una masa de
roca en un completo organismo vivo capaz de regenerarse continuamente.
A la vida le tomó menos de trescientos millones de años para crear los nuevos
organismos pluricelulares, nada comparado con los dos mil quinientos millones
tomados para llegar a la eucariota y a los vegetales y animales inferiores
invertebrados. Primero se dio la invasión vegetal, ellos constituyen la base de la
escala alimenticia, el soporte de los demás seres vivos. Hemos dicho que las
bacterias y archeas han preparado el terreno, literalmente hablando, sin el lento
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Hace apenas 200 millones de años aparecieron estos organismos con un sistema
de coproducción más seguro aunque más lento el desarrollo, en su mayoría
omnívoros, es decir que comen de todo, heterótrofos puros, de menor tamaño en
su gran mayoría y con una gran capacidad de adaptación. La célula había dado
un gran paso en su diseño, creando un nuevo modelo más eficiente y que en
poco tiempo abriría paso a una etapa revolucionaria en el planeta.
Las células del organismo no se comen entre sí porque tienen un sistema que
suple los requerimientos de manera permanente. Es entonces interesante
entender este comportamiento heterótrofo al exterior y autótrofo en su interior.
Aquí tenemos otros dos elementos importantes para desarrollar más adelante
pero que vale la pena plantear en este momento: la lucha por la supervivencia
celular ha sido, es y será asegurar los recursos y nutrientes que requiere
permanentemente; el otro elemento es que ante la ausencia de estos recursos
sobreviene la muerte, el fin de la célula y por extensión el de la vida. Aun es
prematuro hablar de sentimientos, pero ¿tiene temor la célula de perder la vida?
Aunque todos los sistemas del Homo Sapiens son muy desarrollados, el de
control posee unas características que permiten al organismo llevar a cabo tareas
hasta ahora no realizadas por ninguno de los seres vivos. Esas características
tienden a fortalecer el objetivo celular, al existir un ser con ellas, la célula está
desarrollando nuevos mecanismos que permitan la trasformación del entorno
vivo y asegurar el mantenimiento de la vida. Después del cuasi fracasado intento
dinosáurico, la célula le ha apostado todo a su nuevo desarrollo.
El organismo humano, el del Homo Sapiens, está diseñado para realizar acciones
que ningún otro animal, ni vegetal, ni bacteria han podido desarrollar. El ser
humano es capaz de estudiar la vida, controlarla y transformarla gracias a su
sistema nervioso central. Con él, el humano posee la capacidad de abstracción,
es decir a partir de un hecho físico, él puede reconocerlo, transformarlo y
comunicarlo. Hasta ahora ningún ser vivo había podido hacer esto de manera
voluntaria. El humano tiene una función cocreadora, o al menos eso pretende ser
el objetivo del nuevo diseño celular.
Segunda Parte:
Reproducción y Coproducción
La coproducción solo genera una célula que es totalmente diferente a todas las
demás existentes, posee las características completas del ser que va a formar, el
cual es nuevo, distinto y único, sea este una planta, un animal o un humano. La
célula garantiza así su diversificación, adaptación y permanencia.
para todos y cada uno de los seres de manera homologa en cada individuo de la
especie. Tercero porque en la etapa de gestación del ser, la célula se replica,
creando nuevas células que con diferentes funciones reviven todas las
experiencias que ella ha ido adquiriendo en su historial de vida.
No se sabe dónde queda ubicada esa célula primera una vez se conforma el
organismo, pero ella es la única capaz de crear en su totalidad al ser, las
siguientes duplicaciones van perdiendo esas capacidad, a medida que se
reproducen, es decir que para a las células de segunda generación en adelante ya
no les será posible generar un nuevo ser en su totalidad. Estas células de segunda
generación son las generadoras de los diferentes sistemas del organismo, en el
caso de los vertebrados una es la matriz del sistema nervioso, otra de los órganos
internos, otra genera los sistemas de movimiento y desde la otra se constituye en
todo el sistema externo de protección: la piel.
Cada célula del organismo pluricelular coproducido lleva a cabo una función
específica y cada una de tales funciones ha sido previamente ensayada en el
diseño celular, alguna vez algún ser unicelular desarrollo cierta aptitud y ésta fue
tomada por otro organismo de grado superior. Las primera células se agruparon
en colonias donde cada una actúa de manera independiente pero en ciertos casos
pueden realizar acciones conjuntas. De estas colonias pudieron nacer las
experiencias necesarias para después constituir los tejidos, esenciales éstos para
la construcción de órganos, la base de los de los organismos vivos.
Ninguna experiencia vivida por la célula en sus casi cuatro mil millones de años
ha sido en vano, cada una de ellas se va incorporando en los nuevos diseños que
desarrolla, mejorando procesos para crear nuevos organismos. Estos organismos
son verdaderas organizaciones de altísima complejidad con procesos altamente
evolucionados y cada uno llevado a cabo en forma admirable.
masa viva más grande en la Tierra, tanto en población como en masa real, es la
bacteriana que se reproducen a sí mismas. Entre estos organismos existe un
fenómeno pseudosexual denominado conjunción donde las bacterias
intercambian información genética entre ellas, mediante un sistema de
comunicación físico entre ellas y que les permite actualizar dicha información.
Una nueva cooperación surge entre los seres vivos, en especial entre los
individuos del reino vegetal con los del animal, esta cooperación no es más que
una de las estrategias de la vida para su preservación. Los gametos vegetales se
encuentran en las flores, el masculino debe llegar al femenino localizado en otra
flor para que suceda la fecundación. En algunos casos el polen, gameto
masculino, puede ser llevado por el viento o por la lluvia y ocasionalmente
llegar a otra flor donde se encuentre con la oosfera, deberían darse muchas
circunstancias favorables para que ello sucediese, circunstancias que como
hemos visto nunca han sido insalvables para la vida.
No hay que olvidar que el objetivo de la célula es preservarse con vida, para ello
debe proveerse alimento suficiente y garantizar su reproducción. Para el vegetal
sexuado, la coproducción en manos de las condiciones ambientales podría llegar
a ser riesgosa, el diseño mejorado de los pluricelulares iba a compensar esta
debilidad vegetal. Las hermosas flores, sus aromas y sus dulces mieles no fueron
creadas para la admiración y goce de los humanos, de hecho cuando ellas
surgieron los hombres aún no existían, las flores fueron parte del diseño de la
vida para atraer especialmente a los insectos, sus más efectivos y numerosos
polinizadores. Los insectos, seres animales, voladores y caminadores que viven
especialmente de los vegetales.
Algo mencionado en el capitulo anterior debe ser tenido en cuenta en este diseño
pluricelular, éste modelo terrestre es un dispositivo herméticamente sellado ya
que su interior es un ambiente acuoso, similar al marino, no se debe olvidar que
la célula tiene un origen oceánico y no puede vivir sin agua, ese era uno de los
grandes limitantes del desplazamiento celular. Este diseño encapsulado es una
manera de mantener el preciado liquido contenido, los vegetales habrían de
tomarlo del terreno, a través de su sistema radicular, que es el equivalente del
sistema digestivo y gracias a la transpiración que se sucede en la hojas, el agua
fluye a todo lo largo del organismo. El cambio de presión garantiza el flujo del
líquido y mantiene la cantidad requerida para la supervivencia de las células. La
falta de agua inhibe la fecundación.
El agua es transpirada por las hojas realizando una transferencia de vapor por
dióxido de carbono, elemento esencial para la fotosíntesis. Este proceso permite
la transformación de los nutrientes en la materia viva que ha de constituir el
vegetal. La fotosíntesis es de origen marino, como la célula misma, es la
causante de la presencia de oxigeno en la atmósfera y el inicio de la cadena
alimenticia marina. Aquí se puede ver como la experiencia adquirida y probada
por más de dos mil millones de años fue implementada en los organismos
vegetales terrestres, los conquistadores.
Las algas poseen una reproducción diferente a los otros reinos alternando ciclos
sexuales y asexuales, estos últimos no propiamente por duplicación sino más
bien por partición. La reproducción asexual por esporas se realiza por células
haploides, al igual que los gametos que efectúan la coproducción. A diferencia
de esta última en la reproducción por esporas, estas son capaces de producir
mitosis sin intervención externa. La ventaja de la espora es su alta resistencia a
las condiciones ambientales adversas y su posibilidad de permanecer en ese
estado durante largo tiempo sin generar el nuevo ser. Este tipo de reproducción
es usado por las algas, hongos y helechos. Aquí pareciera ser un diseño no muy
seguro o eficiente, por cuanto fue el modelo coproductivo el que se impuso en
los organismos pluricelulares, o fue la etapa previa al mencionado modelo.
Tercera Parte:
Evolución: Célula, Organismo y Vida
Es indudable que la célula posee una estrategia para garantizar su permanencia y
por extensión la de la vida en el planeta Tierra. Tampoco se puede negar que
detrás de ese diseño y esa estrategia existe una inteligencia superior, hasta ahora
inalcanzable por ningún ser viviente, conformado por células, que habite el
planeta.
Entropía es una fuerza interna de cada sistema que tiende al desgaste del mismo
hasta llegar a un punto de equilibrio estático que en los sistemas vivos se
equipararía a la muerte, es decir al fin del organismo. La negentropía es una
aptitud para vencer la entropía y superarla, es típica de los organismos vivos,
pues solo ellos son capaces de hacer uso de su experiencia, retroalimentarse y
generar nuevas experiencias de vida, esto se denomina evolución.
La célula tiene un objetivo claro: crear y mantener la vida y para ello ha pasado
de dejado de ser solitaria a crear grandes organizaciones multifuncionales
sumamente complejas y conformadas por un gran número de integrantes, billones
de células trabajando al unísono. Estas organizaciones celulares son los
organismos vivos que habitan la Tierra.
Para estudiar la evolución hay que tener muy en claro los objetos del estudio, la
célula tiene un proceso, la vida otro, los organismos como grupos otro y cada
organismo en particular poseen otro. Están todos ligados obviamente, el proceso
evolutivo animal no podría comprenderse a profundidad sin entender el de la
célula. De igual manera la vida no puede entenderse sino conocemos el proceso
de cada ser viviente. La evolución de un organismo provee insumos para la
evolución celular y viceversa.
Pero si ese proceso ha sido lento ya que le ha tomado a la célula más de tres mil
millones de años realizarlo, no ha sido por negligencia o pereza de ella, se debe
más bien a la tenacidad, perseverancia y paciencia, además de una fe ciega en su
objetivo. La célula no es una maquina, porque de serlo usted, yo y todos los seres
vivos igualmente lo seríamos, la célula es un ser vivo inteligente, con una gran
capacidad de análisis y de síntesis, de hecho esto último se refleja claramente en
su vasta creación.
ellos, simplemente comparten un espacio donde cada uno lucha por lograr su
objetivo: sobrevivir.
A pesar de la soledad de la célula en esos tiempos, el resultado de las colonias
fue favorable para el desarrollo de la vida, mayor número de individuos
produjeron transformaciones más contundentes en el medio ambiente y en la
célula misma.
En los conglomerados celulares empezaron a surgir formas de relacionarse, la
primera tuvo que ver con los hábitos alimenticios, las primeras células debieron
ser autótrofas, es decir que por su propia actividad se nutren y se transforman. El
nuevo hábito fue comerse entre ellas, seguramente en algún momento existió
carencia de nutrientes y tuvieron que echarle mano a la vecina. Esto es la
heterotrofia. Suena fuerte escuchar esto, pero el mensaje es que la vida está por
encima de todo, así sea la propia vida.
Sin embargo la heterotrofia abrió el camino de la evolución celular y de los
organismos futuros. En aquel momento aún no existían éstos últimos. La célula
se transformó gracias a la heterotrofia, la eucariota surge seguramente como
resultado de que una célula se comió a otra, en este caso una bacteria, la cual se
transforma en la mitocondria, el motor de la eucariota.
También pudo darse como resultado de un trabajo conjunto, en aquella época aún
no existen tejidos, pues las procariotas tienden a tener malas relaciones, pero esa
forma de trabajo conjunto, aunque no mancomunado y que se denomina
simbiosis es el otro posible origen de la eucariota, donde dos células se unieron
de tal manera que generaron una nueva renovada y más poderosa. Este origen
puede justificar la futura capacidad de este tipo de célula para constituir tejidos, y
de estos órganos que conforman los organismos.
Sin embargo ese camino desde la célula solitaria hasta conformar organismos le
tomó mucho tiempo a la eucariota pues tenía aun mucho que aprender. Los
sofisticados tejidos existentes en los organismos vivos de hoy, que ejecutan
diversas, múltiples y disimiles funciones conformados por células igualmente
variadas en forma y objetivos fueron obtenidos una vez la célula experimentó en
cantidad de individuos unicelulares cada función hoy integrada en los citados
organismos actuales.
Los miles de millones de años de soledad celular fueron un intenso proceso de
aprendizaje y autoconocimiento realizado a partir de reacciones bioquímicas cada
vez más complejas. Toda la interacción celular en los organismos modernos se
realiza de la misma manera, de manera altamente sincronizada con una eficiencia
y eficacia sorprendentes. Ninguna organización humana se puede equiparar a este
sorprendente sistema vivo.
La célula eucariota después de experimentar múltiples funcionalidades y formas
de interacción, además de formas más seguras de reproducción se lanza a la
aventura de constituir grupos celulares capaces de proveerse alimento y por
extensión ser capaces de mantener la vida. Fabricas gigantescas de células que
sean capaces de sostenerse por sí mismas: los organismos pluricelulares.
Las primeras comunidades celulares fueron lógicamente constituidas por
procariotas, y como ya se ha dicho, se denominan colonias y no poseen ningún
tipo de organización. Sin embargo, seguramente, es el primer intento de la célula
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por crear vínculos y relaciones, indudablemente el primer paso hacia los futuros
desarrollos que habría de concebir.
Mas cuando la eucariota decide lanzarse a la conquista del planeta completo con
toda clase de organismos, lo hace con todo el arsenal, muchas opciones de
adaptación en tierra, mar y aire, los hace para condiciones extremas, casi con
agua, en exceso de agua, para el calor más intenso y para el frio más penetrante.
Casi en todos los lugares de la tierra existe algún organismo eucariota, donde no
lo haya, seguramente estará habitado por las súper adaptables y resistentes
bacterias.
La orden proviene del órgano más sofisticado del diseño eucariota, el cerebro. El
acto de voluntad es recibido por este órgano y es debidamente procesado no solo
para dar la orden a músculos, tendones y huesos, sino al corazón para que se
disponga a distribuir energía en aquellos sitios donde se requiera, al sistema
excretor para que trabaje con más agilidad, si es requerido, etc. Una coordinación
de toda la organización. De nuevo, no se debe olvidar que toda la comunicación
es un intercambio de energía: el acto de voluntad, la coordinación, la orden y la
ejecución.
Todos los animales tienen un sistema nervioso central coordinado por el Cerebro,
este sistema ha ido evolucionando a medida que salen nuevos modelos de
animales haciéndose mas y mas complejo a cada paso de la evolución animal, el
cual se mueve por hambre, el hambre es el aviso en el organismo que a las
células les hace falta nutrientes, y es una sensación dolorosa.
Los vegetales usan a otros para su coproducción, a los animales, quienes con su
movimiento realizan esta tarea, también como se había visto anteriormente. La
capacidad y el acto de moverse es parte del diseño de la célula para mantener la
vida.
Las otra opción de las eucariotas son los tejidos celulares, estos son grupos de
células similares que realizan funciones especificas dentro de un organismo. Es
claro que todas las células de un organismo poseen una identidad, genéticamente
son iguales, se diferencian en la función que cada una lleva a cabo. Los tejidos
conforman órganos, o sea elementos mayores que desempeñan funciones vitales
del organismo para mantenerlo con vida y por ende a las numerosas células que
lo conforman.
De esta manera, al ser hijos de una sola madre, se garantiza en buena parte la
identidad de la colmena, es una información transmitida genéticamente, los
zánganos que han fecundado a la reina pertenecen al mismo grupo de tal manera
que la identidad se mantiene.
Cuarta Parte:
Psicología de la Vida
En las tres primeras partes de este escrito se ha analizado el proceso evolutivo de
la célula, de los organismos que ha diseñado, creado y constituido, además de
las entidades que estos organismos a su vez conforman, en fin se ha dado una
visión rápida del proceso de la vida en el planeta Tierra.
Para iniciar se ha de revisar algunas pistas que se han escrito a lo largo de los
tres primeros capítulos de este libro. Lo primero es que la célula desde su
constitución inicial tiene un objetivo claro: permanecer viva, es decir mantener
vigente su propósito, la vida sin la célula no existiría.
Durante cerca de mil quinientos millones de años las células fueron solitarias, a
veces se juntaban en colonias, donde mantenían su individualidad y autonomía.
La heterotrofia puede ser una de las causas para el siguiente paso evolutivo de la
célula, pasar de procariota a eucariota, es decir de ser células sencillas a
convertirse en organismos de alta complejidad.
nueva célula se ha de duplicar creando cuatro células madres que son las
gestoras de todo el organismo, las nuevas células seguirán duplicándose hasta
conformar el embrión y finalmente el ser completo, algunas de aquellas últimas
células han de seguir duplicándose hasta la vejez, cuando cesa la duplicación,
viene la declinación del organismo y finalmente la muerte.
De acuerdo con los dos tipos de organismos, los que se autoconstruyen y los que
dependen de otros, surgieron dos tipos de seres vivos los vegetales y los
animales.
Las células eucariotas que conforman los organismos vegetales son más
sencillas que las correspondientes de los animales, debido precisamente a que la
complejidad organizacional de los primeros es menor por carecer de
movimiento. Como se describió anteriormente. Los vegetales, por su carácter
autótrofo están fijados a la Tierra de la que se nutren, toman los nutrientes
inorgánicos de ella y gracias a la fotosíntesis, es decir la acción de la luz solar,
los transforman en materia orgánica y oxigeno.
Los omnívoros, es decir los que comen de todo, deberán perseguir a su alimento,
tomarlo, muchas veces a alta velocidad y darle muerte. El sistema sensor está en
permanente alerta durante este proceso generalmente eficiente, midiendo
velocidad, peso, espacio. Simultáneamente el centro de control está verificando
sus propios niveles de energía, coordinado los órganos de movimiento y
nutriendo a todas las células. Ese proceso se está llevando a cabo tanto en el
perseguido como en el perseguidor.
Otro aspecto relevante es que los sensores que posee el organismo no solo le dan
la posibilidad de percibir, entender y comprender el espacio y el tiempo, sino
que adicionalmente le da sensibilidad. El organismo animal ve, huele, siente,
saborea, oye, cualidades que no poseen los vegetales. Éstos perciben el mundo y
el espacio de una manera básica, no deben pelear, mayormente, por los recursos
para sobrevivir, no requieren de tanta sensibilidad.
El animal siente, sobre todo siente dolor cuando tiene hambre, ese dolor lo
empuja a la búsqueda de su alimento y del agua. Con el dolor causado por el
hambre, el animal es capaz de dar muerte a otros ser vivo por su propia
supervivencia. Este es un aspecto muy importante, desde el punto de vista de la
célula, la supervivencia es obligatoria para cualquier organismo, está escrito en
la conciencia celular, por la propia supervivencia, el animal acaba con la vida de
otro ser vivo. De este hecho surge la idea que la evolución está asegurada al más
poderoso.
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Hace apenas dos y medio millones de años, nada comparado con los cuatro mil
millones de existencia celular, apareció sobre la faz de la tierra un organismo
pluricelular eucariota heterótrofo animal con nuevas características. El género
humano empieza a recorrer los senderos de la vida.
Como el animal, el ser humano tiene conciencia del espacio y del tiempo pues
posee sensores como aquel. El sistema de control del ser humano es mucho más
desarrollado y complejo que el animal, esto le permite hacer procesos de
pensamiento denominados abstractos. Abstraer es la capacidad de comprender
los hechos y eventos de manera separada del objeto que las realiza. Un acto de
pensamiento es una idea, la abstracción es comprender la idea, luego viene la
realización de la idea, la creación real y consciente.
Parece que el homo sapiens logro sobrevivir por su capacidad de hacer armas,
con ellas pudo cazar, alimentarse y defenderse de las fieras que lo asediaban.
Ese fue un acto de pensamiento, el análisis de un problema, el planteamiento de
una solución y la realización de la misma. Eso es razonar, por ello al ser humano
se le considera como un organismo racional.
El elemento gregario del ser humano está fuertemente arraigado, quizás por su
propia debilidad inicial ha hecho que el hombre se una en organizaciones cada
vez más complejas, como el mismo. Otro elemento fortalecido en el humano es
la sensibilidad, su capacidad de abstracción le ha permitido desarrollar
sentimientos, forma de expresar esa sensibilidad. El humano siente y diferencia
el dolor, siente e interpreta el miedo, el hambre, la protección, creando nuevas
formas de interrelación basadas en la interpretación de tales emociones.
Quinta Parte:
El futuro de la Célula y de la Vida
El futuro de la célula y de la propia vida depende en este instante de su
evolución de solo uno los organismos creado por ella: el ser humano. Es obvio
pensar que la célula no ha hecho todo este trabajo para concluir con él ahora, se
ha visto que ella es recurrente, entonces se debe esperar que el proceso evolutivo
aun no haya terminado.
De hecho el Homo Sapiens, con menos de cien mil años de existencia, tiene
mucho que aprender. En este capítulo se continuará con el estudio de la
conciencia humana, las consecuencias de su racionalidad y la transformación
sensorial que con ayuda de su poderoso sistema de control ha logrado.
Se hablará del tema de Bienestar, considerando necesidades de acuerdo con los
niveles de conciencia planteados en el capítulo anterior. El bienestar es un
elemento que solo el ser humano tiene la capacidad de comprender, implementar
y desarrollar.
Posteriormente se tratará el tema de la organización humana y su papel en el
proceso evolutivo del género, de la célula y de la vida. En el mundo actual, los
seres humanos se mueven y viven en organizaciones de diferente índole donde
buscan su bienestar, ese es el objetivo primario de la organización, pero en el
continuo evolutivo jugará un papel decisivo.
Termina el capitulo con una visión de la nueva célula y la nueva vida tras
superar la etapa humana de la evolución. Y ésta será solo una nueva etapa del
proceso celular, donde quizás sea posible que ella haya vencido su miedo
ancestral a la muerte, después de haberla padecido de las peores formas gracias a
la aventura humana.
La célula se enfrentó durante miles de millones de años a su mayor miedo:
fracasar en su proyecto, perder todo lo que lentamente había construido, la vida
misma. Perder la vida es morir, el mayor miedo de la célula es la muerte misma.
El miedo está allí en lo más profundo de cada organismo, por ello todas y cada
una de las células se empeñan con fuerza a seguir viviendo, luchando,
aferrándose a su existencia, cada una de ellas sabe muy bien que a su muerte,
todo habrá terminado.
El miedo es uno de los motores de la vida, por un lado la lucha por el logro del
objetivo y por el otro el miedo a no lograrlo. Por ello el miedo es parte de la
conciencia celular y al igual que la vida, también ha evolucionado, tomando
forma propia como una entidad no viva que acosa a la vida.
En el capitulo anterior se analizó como el organismo animal desarrolla un
sistema sensorial que le da la capacidad de entender el espacio y el tiempo,
además de comprenderse a sí mismo como una entidad que vive, siente y piensa,
porque el animal tiene la capacidad de pensamiento, su sistema nervioso se lo
permite.
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El organismo humano tiene ante sí dos retos para consolidar el éxito del diseño
celular, el primero es el desarrollo de la conciencia racional o humana, el
humano debe profundizar en el conocimiento de sí mismo para constituirse en
un motor de la evolución, debe llegar a ser capaz de potenciar todo su organismo
celular para permitir el desarrollo de su conformante. El humano debe llegar a
un nivel de conciencia tal que le permita reconocerse como un conjunto enorme
de células luchando por la supervivencia, reconocer y comprender la conciencia
celular, al llegar a ese nivel, la comprensión de la vida a de ser totalmente
diferente.
Porque el ser humano actual aún no posee conciencia vital, el diseño celular
pretende evolucionar a través del organismo humano, pero hasta ahora éste solo
le ha causado daños profundos al proceso. El humano, que cada seis horas sufre
de hambre, aun no es consciente que billones de seres vivos se mueren, en
medio del dolor, de hambre. No solo mueren seres humanos, también lo hacen
animales, vegetales, algas, hongos, y hasta bacterias, ese es el poder devastador
del humano.
Se dará cuenta que el esfuerzo realizado por algas y vegetales debe ser ayudado,
pues de él dependemos, no puede seguir contaminando el aire de manera
descontrolada, porque de ese gas tóxico depende toda la vida del planeta.
Y algún día se dará cuenta que el dolor de cada ser humano solo es producto del
terror que el mismo siente a la muerte, se dará cuenta que con su tecnología y
creatividad se pueden alimentar a todos los seres que habitan la tierra, que no
hay más riqueza que una vida exuberante en todo el planeta. Y un día se dará
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La organización evolutiva será una entidad que tendrá claridad de sus objetivos
propendiendo en el desarrollo celular, de la vida y del organismo humano. Será
una organización con capacidad racional, sensible, creativa y dignificante. Esa
organización capaz de promover la evolución del organismo humano será la
base del nuevo desarrollo de conciencia celular.