You are on page 1of 12

La Liturgia de hoy nos recuerda

que la Cuaresma no es un tiempo para tirar piedras,


sino para construir la fraternidad.
El problema del mal y del pecado no se resuelve
con el castigo y la intolerancia, sino por el amor y la misericordia.
En la 1ª Lectura,
Isaías anuncia la liberación
del exilio y el retorno
a Israel como un nuevo Éxodo
hacia la Tierra
Prometida. (Is 43,16-21)
* Ese "camino" es
imagen de otra liberación,
que Dios nos invita a hacer en
la Cuaresma y que también
nos llevará a la Tierra
Prometida, donde discurre la
vida nueva.
- ¿Cuáles son las esclavitudes
que impiden, hoy,
la liberdad y la vida?
- ¿Qué nos mantiene aún
alienados, presos y esclavos?
En 2ª Lectura,
Pablo afirma que la única
cosa que le interesa
es conocer a Jesucristo.
Todo lo demás es basura.

(Flp 3,8-14)

* ¿Cuál es el impedimento
que me impide nacer con
Cristo para la vida nueva?

En el Evangelio
tenemos una
conmovedora escena de la
vida de Jesús,
ante una Mujer PECADORA.
(Jn 8,1-11)

En el domingo pasado,

con el Hijo Pródigo,


Hoy, nos da el ejemplo...
- Jesús enseñaba en el templo.
- Los escribas vigilaban
al Maestro, para acusarlo.
Trajeron a una mujer
sorprendida en pecado
de adulterio y según la ley de
Moisés tales personas debían
ser apedreadas.

Aprovechaban la situación,
para dejar a Cristo
en una
situación comprometida:
"Maestro, ¿qué tenemos que
hacer con esta mujer ,
perdonarla o apedrearla,
como manda nuestra
ley?"
- Para los escribas y fariseos,
era una oportunidad
para probar la fidelidad de
Jesús a las exigencias de la
Ley.
- Para Jesús, fue una
oportunidad para revelar
la actitud de Dios frente
al pecado y al pecador.
- Jesús sabía que era sólo un
pretexto para acusarlo
por eso no respondió y se
puso a escribir en el suelo.
Ante la insistencia
de los acusadores, se
levantó y los desafió:
"Quien no tenga pecado,
que tire la primera piedra..."
- E, inclinándose de nuevo, continuó escribiendo en el suelo. No
sabemos qué. Tal vez los pecados de cada uno de ellos...
Y entonces aquellos "cumplidores" de la ley, envergonzados,
se marcharon uno tras otro, comenzando por los más
viejos...
- Luego Jesús perguntó: "Mujer, ¿ninguno te ha condenado?
Tampoco Yo te condeno... Anda, y en adelante no peques más..."
* La mujer no había manifestado ninguna señal de arrepentimiento.
Jesús la invita a seguir un camino nuevo de liberdad y paz.
Jesús no aprueba el pecado, pero no condena a la pecadora.
Lo importante es la converssión de las personas, no su condenación.
En el Sacramento de la Reconciliación, Dios continúa diciéndonos:
"Tus pecados quedan perdonados. Vete en paz y no peques más..."
En el episodio, Jesús muestra:
+ Una imagen de Dios:
el rosto misericordioso de Dios.
Un Dios más de misericordia,
que de justicia.
No quiere la muerte del
pecador, sino su plena
liberación.
La fuerza de Dios no está
en el castigo, sino en el
Amor.

+ Un "NO" a la Hipocresía
fiscalizadora de los escribas,
de antes y de hoy...
También hoy la intransigencia
habla mas fúerte que el
amor.
Todos somos pecadores
y no tenemos el derecho
+ Una Llamada:
No debemos discriminar y condenar
a la gente caída en la orilla del camino.
Ellos no necesitan jueces... sino salvadores...
* ¿Cuál es nuestra actitud, ante esas personas?
- ¿La de Cristo? Él tuvo "compasión y comprensión..."
No aprobó el pecado... pero no condenó a la persona....
“Tampoco Yo te condeno... Anda, y en adelante no peques más..."
O ¿la de los escribas? con Piedras en las manos, o mejor en la
lengua...
* En nuestras comunidades, ¿también hoy hay personas, que continúan
tirando piedras?
- ¿Cuáles serían las piedras, que también hoy continuamos
tirando, machacando... Y a veces hasta destruyendo el buen
nombre de los demás?
- Y Cristo ¿qué podría estar escribiendo de nosotros hoy, en el
suelo?
 ¿Podríamos enfrentarnos al desafio de Cristo:
"Quien no tenga pecado que tire la primera piedra?"

P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS - 21.0

You might also like