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ESTIMADO SEOR:
Dado que seguramente ests involucrado en controversia y que tu amor por la verdad
est vinculado a un carcter fuerte, mi amistad me lleva a sentir preocupacin por ti.
T ests del lado ms poderoso; porque la verdad es grande y tiene que prevalecer; de
modo que una persona de capacidades menores a las tuyas podra salir al campo
confiado de la victoria. Por eso, no estoy angustiado por la batalla en s, sino que
quiero que seas ms que vencedor y que triunfes no solamente sobre tu adversario,
sino sobre ti mismo. Si no puedes ser vencido, puedes resultar herido. Para guardarte
de tales heridas que te puedan hacer llorar sobre tus conquistas, te presentar algunas
consideraciones que te servirn como una cota de malla, si las acatas. De tal armadura
no tendrs que quejarte, como lo hizo David de la armadura de Sal, de que sea ms
incmoda que til; pues fcilmente percibirs que se saca del arsenal provisto para el
soldado cristiano, la palabra de Dios. Doy por sentado que no esperas ninguna
disculpa por mi libertad, y por eso no la ofrecer. A fin de estructurar mis consejos, los
resumir en tres puntos principalescon respecto a tu oponente, al pblico y a ti
mismo.
En cuanto a tu oponente, deseo, antes de que empieces a escribir en su contra y
durante todo el tiempo en que prepares una respuesta, que lo puedas encomendar en
oracin ferviente a la enseanza y a la bendicin del Seor. Esta prctica te ayudar a
disponer el corazn en amor y compasin hacia l, y tal disposicin ser una buena
influencia sobre toda pgina que escribas. Si lo consideras un hermano, aunque muy
equivocado acerca del tema del debate entre ustedes, las palabras de David a Joab con
respecto a Absaln se aplican muy bien: Tratad[lo] benignamente por amor de m. El
Seor lo ama y lo soporta; por lo tanto no debes menospreciarlo, ni tratarlo
severamente. El Seor te soporta a ti de igual forma y espera que t muestres ternura
a otros, a raz de tu comprensin de la necesidad que t mismo tienes de mucho
perdn. Dentro de poco se encontrarn en el cielo; entonces l ser ms querido para
ti que el amigo ms cercano de esta tierra lo es en este momento. Ten presente ese
periodo en tus pensamientos; y aunque tendrs que oponerte a sus errores,
considralo personalmente como un alma afn, con quien sers feliz en Cristo para
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