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REVISTA LATINOAMERICANA DE LECTURA

ISSN 0325/8637 CODEN LVIDDG

AÑO 21
junio 2000
2
DANIEL CASSANY

De lo analógico
a lo digital
El futuro
de la enseñanza
de la composición

Comunicación y desarrollo 1
El lenguaje verbal es uno de los elementos aso-
ciados al proceso de hominización. Si bien el
material genético de humanos y simios tiene
muchas más coincidencias que diferencias, sue-
le aceptarse que el habla (desarrollada hace en-
tre 150.000 y 75.000 millones de años) consti-
tuye uno de los instrumentos fundamentales de
construcción de las comunidades humanas. Se-
gún los antropólogos, si no habláramos quizá
todavía viviríamos en clanes familiares o en pe-
queñas tribus, como los chimpancés, porque el
Daniel Cassany es doctor en Ciencias de la diálogo y la conversación sirven, entre otras co-
Educación y profesor de Análisis del Discurso de sas, para repartir el trabajo, coordinar esfuerzos
la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona, España). y estructurar las personas en organizaciones
Ha publicado varios artículos y libros sobre complejas (empresas, ciudades, estados) que
didáctica de la lengua, comunicación escrita y permiten conseguir objetivos inalcanzables pa-
análisis del discurso. ra un individuo aislado.
La técnica es otro de los motores del desa- científicos, publicaciones editoriales) y su
rrollo. La invención de la escritura hace 3.000 transmisión (correo electrónico, internet); sólo
años ensanchó las prestaciones del habla y su- en su recepción sigue manteniéndose vivo el so-
puso avances incuestionables en el devenir hu- porte analógico (papel, libro, revista), si bien
mano. Con la grafía el habla se cosifica, desper- también han aumentado los formatos de comu-
sonaliza, descontextualiza, objetiviza, entre nicación on line. Quizá nunca desaparezcan de-
otras facultades (Cassany, 1999: 42), lo cual po- terminados documentos como certificados, tes-
sibilita el desarrollo de géneros comunicativos tamentos o contratos con firmas manuscritas,
nuevos: la correspondencia, el inventario de he- porque ofrecen prestaciones irremplazables
chos, la descripción objetiva, etc. Algunos de –¡aunque en España ya exista legislación sobre
los cimientos más significativos de nuestra civi- sus correspondientes digitales!–. Pero hoy es
lización clavan sus raíces en la escritura: el na- incuestionable la supremacía de lo digital, y si a
cimiento y la expansión del comercio, la conso- lo largo de nuestra historia un cambio de tecno-
lidación de la democracia como sistema políti- logía comunicativa supuso evolución en las for-
co, o la construcción del paradigma técnico- mas de vida, ¿qué nos puede deparar lo digital?,
científico como explicación más plausible y ¿cómo cambiará nuestra sociedad, país, ciudad,
unánime de la realidad (con su empirismo, bús- etc.?, ¿qué implicaciones tendrá el salto de una
queda de objetividad y precisión, razonamiento tecnología tan física, como la analógica, a otra
lógico). Del mismo modo, el desarrollo en el si- de mucho más mental, como la digital? Y a la
glo XX de las tecnologías del habla (telégrafo, escuela: ¿qué le espera?, ¿qué cambios debe
telefonía, etc.) y de los medios de comunicación adoptar para adaptarse a este nuevo contexto?2
de masas (radio, periodismo, televisión, etc.) tu- Ésta es mi reflexión breve y provisional sobre el
vo una influencia indiscutible en los procesos impacto que esta nueva expansión tecnológica
de interacción (intercambio, colonización cultu- va a tener en el ámbito de la enseñanza de la
ral, dominación política, etc.) y globalización composición. Sin voluntad futuróloga ni afán
de las distintas comunidades humanas. proselitista, esbozaré algunos cambios que se
están generando, así como sus consecuencias en
En los albores del siglo XXI estamos asis-
la organización social y en la enseñanza.
tiendo –si es posible de modo todavía más ace-
lerado– a una enésima expansión de la capaci-
dad comunicativa humana. Me refiero a la ex-
pansión del soporte digital del lenguaje (com-
putadoras, pantallas, teclados, internet, etc.) co-
mo complemento o sustituto del soporte analó-
gico tradicional (sonidos, ondas hercianas, pa-
pel, libros, etc.). En apenas dos décadas (la pri-
mera computadora personal saltó al mercado en
1982), los sistemas de representación y transmi-
sión de información por dígitos (soporte o en-
torno digital) se han generalizado y hoy son tan
habituales como los analógicos, que represen-
tan y transmiten datos con elementos físicos,
compuestos por átomos: sea el habla (voz, soni-
do, labios) o la escritura (papel, libro, máquina
de escribir). El día a día se ha llenado de correos
electrónicos o e-mails, charlas on line o chats y
webs o sitios en la red (internet), al mismo tiem-
po que se multiplica el uso de los celulares y
que decae el volumen de cartas y faxes.
En los países más desarrollados, la tecnolo-
gía digital ha sustituido de modo casi completo
a la analógica en los ámbitos de producción del
discurso escrito (correspondencia personal, co-
mercial y empresarial, textos académicos y 3
De lo analógico a lo digital
Aunque este cambio afecte tanto al habla como
a la escritura, nos centraremos aquí en la segun-
da, contrastando sus principales características:

ENTORNO ANALÓGICO ENTORNO DIGITAL

Ámbito pragmático
1. Interlocutores: comunidad de habla (lo- 1. Interlocutores: comunidades virtuales
cal, nacional, idiomática). Monocultura- (tribus virtuales). Diversidad cultural.
lidad.
2. Acceso limitado a destinatarios y recur- 2. Acceso ilimitado.
sos enciclopédicos.
3. Mundo presencial con coordenadas fí- 3. Mundo virtual y ubicuo.
sicas.
4. Canal visual. Lenguaje gráfico. 4. Canales visual y auditivo. Hiper o multi -
media.
5. Interacción diferida, transmisión lenta, 5. Interacción simultánea, transmisión ins -
etcétera. tantánea.
6. Alto coste. 6. Bajo coste.

Ámbito discursivo
7. Linealidad. Itinerario único. 7. Hipertextualidad. Diversidad de itine-
rarios.
8. Intertextualidad retroactiva. Texto ce- 8. Intertextualidad proactiva explícita: en -
rrado. laces. Texto abierto.
9. Géneros tradicionales: carta, informe, in - 9. Géneros nuevos: e-mail, chat, web.
vitación, libro.
10. Elaboración oracional. 10. Fraseología específica, sintagmas ais-
lados.

Ámbito del proceso de composición


11.Procesamiento lento. 11. Procesamiento eficaz: ingeniería lin -
güística.
12.Sobrecarga cognitiva. 12. Descarga cognitiva. Énfasis en lo estra-
tégico.
13.Aprendizaje heterodirigido. 13. Énfasis en los recursos autodirigidos.

4
En lo pragmático, el soporte digital favo- (núm.6), mientras el uso de recursos informáti-
rece la creación de comunidades o tribus virtua - cos y el acceso a la red se generaliza (lugar de
les (núm. 1), de personas que comparten rasgos trabajo, casa, cibercafés) y abarata, la publica-
particulares y que se conectan, interactúan y se ción analógica de revistas y libros o el envío de
desarrollan como grupo a través del entorno di- circulares por correo postal aumenta de precio.
gital. En el mundo presencial analógico, las co- Además, el coste ecológico que puede tener el
munidades suelen coincidir con límites político- uso de papel (tala de árboles, procesamiento de
administrativos (ciudad, provincia, nación o es- la masa de papel, etc.) resulta ofensivo con la su-
tado) y lingüísticos (idioma, dialecto) –confor- puesta “limpieza” de la tecnología informática.
mando las conocidas comunidades de habla–. Por otra parte, la diversidad de canales y có-
Los miembros de estas comunidades suelen digos comunicativos que incluye el medio digi-
compartir rasgos variopintos, además de los tal (núm. 4), así como su gran velocidad de
discursos: una ubicación geográfica, una nacio- transmisión (núm. 5), que permite grados casi
nalidad, una ideología, la pertenencia a una cla- simultáneos de interactividad, son las causas
se social, etc., lo cual destaca su carácter mono- del notable dinamismo que presentan dichas co-
cultural. La dinámica comunicativa de estos munidades, que nacen, crecen y mueren o evo-
grupos es relativamente lenta, porque la posibi- lucionan a un ritmo mucho más alto que las pre-
lidad de crear y propagar discursos se reduce al senciales. Respecto a la integración de códigos,
ámbito personal (correspondencia privada) y cabe destacar que lo digital integra todo tipo de
está limitada por el control político (normas de lenguajes y formatos (habla, escritura, imagen
moralidad, limitación de campañas electorales estática y en movimiento, infografía, reproduc-
y panfletos políticos) y los costes económicos. ción virtual, etc.), con lo que se convierte en un
poderosísimo sistema multimedia de represen-
En cambio, lo digital posibilita el desarrollo
tación y comunicación de datos –como mínimo
de comunidades basadas en cualquier tipo de
en comparación con los limitados recursos tipo-
propósito o actividad, más allá de las “fronte-
gráficos del escrito–.
ras” tradicionales. Así, un anciano que viva con
un hígado trasplantado –y que quiera conversar En lo discursivo, el soporte digital rompe
con personas en su misma situación–, una les- definitivamente la linealidad del discurso y or-
biana que busque compañeras o un joven racis- ganiza el contenido textual de manera hiper e
ta que quiera formar una banda establecen con- intertextual. Si bien la escritura ya liberó al
tactos a través de la red, crean su propio espacio usuario de la obligación de ceñirse al hilo dis-
(una lista o grupo de discusión, un club), con- cursivo (la linealidad del habla, núm. 7), permi-
versan, intercambian objetos digitales (fotos, tiéndole saltar adelante y atrás a su antojo en la
discursos, programas) y desarrollan su particu-
lar cultura, al margen de la procedencia de sus
miembros. Personas de todo el mundo que difí-
cilmente se habrían conocido por canales analó-
gicos, llegan a conformar una comunidad dis -
cursiva –en el sentido de que el objeto básico de
intercambio y unión es el discurso–, que llena
parte de sus vidas y que inevitablemente influ-
ye en el resto de las comunidades.

La facilidad con que se desarrollan dichas


comunidades depende de las prestaciones que
ofrece lo digital: bajo coste de producción y
transmisión de discursos; acceso ilimitado, di-
recto y privado a un número ingente de destina-
tarios y recursos (núm. 2); privacidad y posibi-
lidad de construirse “imágenes” virtuales –fa -
ces– según los intereses personales (uso de
nicks o sobrenombres, personalidades ficticias,
fotos retocadas, etc.; núm. 3). Respecto al coste 5
prosa, sólo pudo desarrollar la hipertextualidad tos (¿qué datos busco?, ¿qué enlace elijo?), de-
de manera casi anecdótica en algunos géneros be evaluar de manera continuada su nivel de
literarios –como las novelas interactivas para comprensión (¿qué entendí y qué no?) y buscar
adolescentes o las experimentales como Rayue- los caminos para llenar las lagunas identifica-
la de Julio Cortázar–. En cambio, el entorno di- das (¿dónde puedo encontrar lo que me falta?).
gital utiliza el hipertexto como estructura bási- Los errores en la identificación de objetivos o
ca: el escrito lineal y unidireccional se rompe en en la selección de enlaces provocan pérdidas de
diversidad de fragmentos autónomos que se co- tiempo e información, además de un grado va-
nectan entre sí con enlaces (links) o llamadas riable de fracaso en la lectura: el lector se pier-
que permiten saltar ágilmente de uno a otro, en de en un mar de datos y enlaces sin interés, in-
cualquier dirección –como una araña que se capaz de encontrar lo que busca. (Para una dis-
desplaza a través de una telaraña o de una red–. cusión detallada sobre las diferencias entre lec-
Además, hechos como el tamaño relativamente tura de textos analógicos e hipertextos, ver Di-
reducido de la pantalla (que constituye la uni - llon, 2000).
dad visual digital, como la página lo es en el Si los enlaces internos (intratextuales) en-
entorno analógico) o el interés de fomentar la tre componentes de un mismo discurso son el
interactividad (de que el lector pueda decidir fundamento del hipertexto, los enlaces exter-
qué fragmentos quiere leer y en qué orden) in- nos entre textos diferentes nos introducen en el
ducen a los autores a preferir los fragmentos ámbito de la intertextualidad (núm. 8). Un do-
breves de texto a los extensos. cumento analógico indica también con citas di-
El hipertexto genera cambios relevantes en rectas e indirectas y referencias bibliográficas,
el procesamiento verbal. Prescindiendo de los los préstamos y las conexiones que mantiene
aspectos técnicos (uso de programas y lenguajes con otros textos, pero las características y los
informáticos) y desde la óptica de la produc- objetivos de dichas interrelaciones difieren de
ción, el autor debe atender a exigencias lingüís- las de los enlaces digitales. En libros y artícu-
ticas nuevas (atomización del discurso en uni- los impresos, las referencias son retroactivas
dades pequeñas y autónomas, organización je- porque remiten solo a documentos elaborados
rárquica e interconectada de las mismas, bús- en el pasado (o, como máximo, en prensa) y
queda de enlaces adecuados y títulos de enlace tienen el propósito de reconocer la autoría de
comprensibles, etc.), al mismo tiempo que pres- ideas o palabras, o de remitir a informaciones,
cinde de las asociadas a la linealidad (ordena- autoridades o hechos que constituyen un argu-
ción del contenido en un único hilo argumental, mento para el discurso que se está elaborando.
establecimiento de una progresión de lectura: de Se presupone sutilmente así que el resto del
lo conocido a lo nuevo, de lo básico a lo com- contenido, el que carece de referencias, es res -
plejo, etc.). Puesto que se suele manejar una ponsabilidad del autor del discurso, o sea crea-
gran cantidad de datos, dispuesta a través de nu- ción propia, original, lo cual postula además
merosas páginas y enlaces, el autor debe poder que existe una unidad textual delimitada (con
calcular con precisión las necesidades de su hi- límites precisos, como mínimo físicos) con un
potético lector, para facilitarle accesos directos autor individual.
y eficaces a los objetivos perseguidos. Si ade- Al contrario, los enlaces de documentos di-
más resulta que no existe ningún prototipo de gitales son proactivos ya que sólo se refieren a
lector, sino una infinidad de individualidades sitios web del presente –o del futuro, puesto que
con grados diferentes de conocimiento previo, las webs se actualizan periódicamente–, y tie-
que se acercan al hipertexto con intereses y pro- nen por objetivo ofrecer al usuario acceso in-
pósitos diversos, el autor debe prever varios iti- mediato a más información. La elección de en-
nerarios de lectura para atender a esta diversidad. laces no se basa en el reconocimiento de cita-
Desde la óptica de la recepción, el lector de- ciones o voces diversas ni en la construcción de
ja de conducir por una carretera única, para pa- una argumentación, sino en el interés y la utili-
sar a circular por un entramado complejo de dad que puedan tener para el lector. Al mostrar
vías, en cuyos cruces debe tomar decisiones de y utilizar de manera explícita las relaciones in-
a dónde ir y por qué lugar. Este hecho le exige tertextuales que mantienen los discursos entre
desempeñar un papel más activo en el proceso sí, el usuario salta de un lugar a otro de la red,
6 de lectura: debe ser consciente de sus propósi- de un discurso a otro, en busca de sus propósi-
tos –casi sin darse cuenta y sin saber si cambió ra guiar al navegante, así como los iconos con
o no de web-discurso–, y se desvanecen los los enlaces para acceder a las páginas interio-
conceptos de límite o unidad textual, de contex- res; o que la rutina conversacional del chat exi-
tualización espacio-temporal, de autoría e in- ja saludar informalmente a los interlocutores
cluso –en parte– de originalidad. De hecho, cuando se entra a la habitación (room) y despe-
cuantos más enlaces intra e intertextuales inclu- dirse cuando se sale, ¡aunque sean desconoci-
ya el documento virtual más relaciones diversas dos e invisibles!
entre datos permite para adaptarse a los propó-
sitos del usuario. Emerge así a la superficie la En el plano léxico, los términos semiespe-
consabida polifonía e intertextualidad bajtinia- cializados usados en el párrafo anterior en in-
na, que permanecía oscura o escondida en el glés (chat, attachment, interface) y español
documento analógico: redactores y lectores so- (menú, habitación, navegante, icono, enlace,
mos más conscientes de la naturaleza social del página de superficie, entrar, salir, etc.) son una
discurso y de la función de simple peldaño de buena muestra del vocabulario específico de es-
una escalera que realiza un texto o un autor en tos nuevos géneros. También son frecuentes las
el entramado discursivo de una comunidad. Y abreviaturas, por ejemplo Re: por respuesta en
es que ìla web no es otra cosa que un documen- el descriptor temático (o subject) de e-mails,
to gigantesco de unos cuantos centenares de pixs por pictures o fotos, aka o a. k. a. por also
millones de páginas, producidas por millones known as (también conocido como), o FAQ por
de autores y almacenadas en centenares de mi- frequent asked questions (preguntas más fre-
les de computadoras de todo el mundoî (Xavier cuentes). Finalmente, en el plano sintáctico, los
Alamán citado por Palau. 1998) o un docuver- límites reducidos de la pantalla informática y
so, un universo de documentos (Mengual, de los campos o espacios donde debe escribirse
2000). (mensajes, denominaciones de iconos, menús,
etc.) favorece el uso de sintagmas nominales
En conjunto, con la estructura hiper e inter- aislados (como títulos o etiquetas), a diferencia
textual el escrito se convierte en un objeto co- de la elaboración de oraciones completas típica
municativo más abierto (que admite actualiza- de la documentación analógica.
ciones continuadas), versátil (permite diversi-
dad de itinerarios), interconectado (relacionado Respecto al proceso de composición, las
con el resto de recursos enciclopédicos de la distintas aplicaciones informáticas inciden de
red) y significativo (multiplica sus posibilida- modo sustancial en la tarea de escribir. Nadie
des interpretativas). duda hoy de que, con procesador de texto, veri-
ficador ortográfico y gramatical, revisor estilís-
Por otra parte, el entorno digital ha creado tico –legibilidad, grado de formalidad–, diccio-
nuevos géneros (e-mail, chat, sitio web) y for- nario de sinónimos o asistente para la redacción
matos discursivos (interfaz o interface de pan-
talla, etc.; núm. 9), que poco a poco van estan-
darizando sus usos ling¸ísticos, con estructura,
registro y fraseología particulares (núm. 10).
En el plano estructural, por ejemplo, es corrien-
te que un e-mail arranque con un informal Ho -
la, X, y termine con el nombre del autor y un
membrete con sus datos (apellidos, cargo, di-
recciones, etc.), separado con cenefas gráficas
–al revés que una carta tradicional, que lo lleva
al principio–. Otros rasgos son que el mensaje
puede incluir fragmentos copiados literalmente
de otro e-mail (marcados con el signo > al prin-
cipio de cada línea y con la indicación X escri-
bió: al inicio) e incluso documentos (o attach -
ment) en formatos variados (texto, foto, vídeo,
dibujo, etc.). Del mismo modo, es habitual que
la página de superficie de una web incluya el
menú y los submenús o índices de la misma pa- 7
y traducción de documentos preestablecidos piantes o expertos), sofisticados menús de ayu -
(programas de ingeniería lingüística; núm. 11), da o recorridos iniciales de visita o familiariza -
un autor consigue escritos mejores y más elabo- ción; los juegos informáticos suelen tener va-
rados con menos esfuerzo y tiempo: la escritura rios niveles de dificultad, y ningún jugador pue-
analógica tiene un procesamiento más lento y de saltar de nivel sin haber adquirido la habili-
muchos menos recursos o apoyos. Si bien el dad y el conocimiento necesarios para hacerlo;
nuevo verificador equivale al cuaderno de orto- el mismo hipertexto facilita que la información
grafía, el libro de gramática y el diccionario a se suministre a cada usuario según sus necesida-
los CD en línea, o las teclas de copiar y pegar a des, de manera autodirigida. Este conjunto de
las tijeras, el pegamento y la goma de borrar, el mecanismos facilita que el lector-autor digital
entorno digital integra todos estos recursos en pueda aprender de manera notablemente autó-
la computadora, con el fin de que el autor pue- noma, a diferencia del aprendizaje de la escritu-
da usarlos simultáneamente y de modo casi au- ra analógica, que exige más interacción presen-
tomático. cial con expertos. Una buena prueba de ello es el
Desde otro punto de vista, en un entorno buen dominio del entorno digital que tienen mu-
analógico el autor debe resolver sólo con sus re- chos adolescentes al llegar a la escuela, muy su-
cursos mentales “naturales” (memoria de traba- perior en muchos casos al de sus docentes.
jo, memoria a largo plazo, procesos de análisis, En resumen, el advenimiento del entorno
revisión, generación de ideas, inferencia, etc.) el digital en el uso de la escritura está cambiando
amplio espectro de exigencias lingüísticas que de manera profunda las prácticas comunicativas
impone la elaboración de cualquier escrito: des- en los planos pragmático, discursivo y proce-
de la construcción de un significado hasta la co- sual. Internet facilita el surgimiento de comuni-
rrección tipográfica. La investigación sobre la dades sociales particulares, al margen de los
composición de expertos y aprendices ha mos- grupos administrativos y lingüísticos habitua-
trado que los primeros se caracterizan por haber les, que rompen el tradicional aislamiento mo-
automatizado hasta un nivel subconsciente los nocultural. Surgen géneros discursivos nuevos,
aspectos más superficiales de la composición con estructura, registro y fraseología particula-
(copia o transcripción, ortografía, etc.), de mo- res, y la computadora está cambiando el perfil
do que dedican sus recursos cognitivos a las cognitivo de los escritores, que descargan las
cuestiones de fondo (elaboración del significa- tareas más mecánicas en la máquina para con-
do, análisis de la situación retórica, etc.). En centrarse en la estrategia comunicativa. Un
cambio, los aprendices, con escasa automatiza- nuevo orden escrito emerge al ritmo que se im-
ción, sufren a menudo el fenómeno conocido pone lo digital.
como sobrecarga cognitiva (núm. 12), por el
que su memoria de trabajo no alcanza para to-
das las exigencias de composición al quedar En el aula
prematuramente sobresaturada; los errores o las
imperfecciones del texto –que el propio autor La primera consecuencia que podemos sacar
puede reconocer en otro momento– se explican del análisis anterior es la necesidad de añadir un
así como datos que la memoria no pudo proce- nuevo ámbito al concepto de alfabetización: el
sar durante la composición al estar copada con digital. Como muestra el cuadro, podemos dis-
exceso de demandas. En este sentido, la tecno- tinguir tres ámbitos concéntricos: la alfabetiza-
logía digital permite que el autor “descargue” su ción tradicional, centrada en la capacidad de
memoria saturada, asignando a la máquina la usar la correspondencia habla-escritura; la alfa-
parte más mecánica de la composición, según betización funcional, centrada en las capacida-
sus intereses, y que reserve para su propia men- des comunicativas de usar la lectura y la escri-
te los aspectos estratégicos. tura de modo eficaz (comprender ideas genera-
Finalmente, el entorno digital ofrece siste- les y secundarias, discriminar datos relevantes e
mas aparentemente más eficaces de autoforma- irrelevantes, hacer inferencias, etc.) en el mun-
ción para que los individuos puedan usar de mo- do letrado analógico, y la alfabetización digi-
do autónomo el sistema (núm. 13). Muchos pro- tal, centrada en las capacidades específicas que
gramas poseen varios niveles de utilización impone el soporte digital en el uso de la escritu-
8 (funciones básicas y avanzadas, para princi- ra, esbozadas más arriba.
Alfabetización
Pero si entendemos el entorno digital –tal
como lo hemos presentado– como una exten-
Alfabetización funcional sión de las potencialidades del lenguaje, creo
que debe enfocarse su enseñanza de un modo
Alfabetización digital más profundo. Puesto que la escritura digital
empieza a ser ya tan importante como la analó-
gica –y su futuro es incuestionable–, la alfabe-
tización tendría que dar prioridad o equivalen-
cia a lo digital respecto a lo analógico. La clase
de lengua escrita tendría que hacerse en buena
parte con computadoras. Y si el lenguaje escri-
Nadie a estas alturas discute la convenien-
to es el instrumento fundamental de las asigna-
cia de incluir enseñanzas digitales (computa-
turas científicas, también resulta relevante que
ción, internet, etc.) en el currículum escolar, pe-
las ciencias naturales y experimentales usen
ro sí resulta más controvertida la manera de ha-
tecnología digital para el desarrollo de sus con-
cerlo. En muchos casos, lo digital entra en la es-
tenidos. Si cualquier maestro es maestro de len-
cuela como un instrumento tecnológico, no co-
gua, si saber física significa poder hablar y es-
mo un fin en sí mismo: es una asignatura com-
cribir de física, es indudable que el maestro de
plementaria de “tecnología”, independiente del
física tiene que poder usar la computadora con
resto del currículum. El centro dispone de un
sus alumnos en clase.
aula de informática o computación, que visitan
periódicamente los distintos grupos de alumnos En concreto, destaco los siguientes puntos,
para recibir instrucción aislada, práctica y rudi- relacionados con el equilibrio entre lo analógi-
mentaria, sobre cómo usar las máquinas. co y lo digital en el aula:

9
◆ Comunidades discursivas. La enseñanza de ◆ En esta línea cabe destacar iniciativas como
la composición topó tradicionalmente con la las de muchos Writing Centres o Labs, de
dificultad de encontrar contextos de escritura universidades y colleges norteamericanos,
auténticos para el aprendiz e interlocutores que han desarrollado webs y tutoriales en lí-
reales diferentes del docente. En un entorno nea muy exhaustivos e interesantes (véase
analógico, las respuestas posibles a este reto por ejemplo el Online Writing Lab, de Purdue
se limitan a los intercambios dentro del cen- University). También resulta curioso y espe-
tro (entre alumnos o grupos de nivel diferen- ranzador el Calibrated Peer Review (CPR),
te), con la comunidad escolar (escribir a pa- un entorno virtual de escritura y revisión en-
dres, a hermanos) o a través de algunos cana- tre pares, en la línea de los revisores de revis-
les preestablecidos (periódicos de escuela, la tas científicas. También es interesante la re-
correspondencia con amigos o penfriends). vista virtual Kairos, especializada en escritu-
Pero el entorno digital abre un abanico am- ra digital y sistemas en línea de enseñanza-
plísimo de posibilidades: e-mails y listas de aprendizaje de la comunicación escrita.
distribución, chats de discusión de temas de
interés, participación en programas interna- ◆ Usos analógicos. La escritura analógica si-
cionales de intercambio de datos, etc. Estas gue teniendo vida y utilidad en un mundo
opciones resultan sobretodo relevantes para eminentemente digital, como género manus-
los centros más aislados (escuelas únicas, ru- crito particular (tarjetas para regalos, dedica-
rales, pueblos alejados, etcétera). torias, cheques, notas), como producto final
de recepción (lectura de libros, cartas, etc.) y
como herramienta complementaria para al-
gunas subtareas de la composición digital
(anotar las ideas sobre papel antes de intro-
ducirlas en la computadora, hacer esquemas
gráficos sobre papel, revisar un borrador so-
bre una impresión, etc.). El tratamiento di-
dáctico de la escritura tendría que seguir esta
línea, poniendo énfasis en la complementa-
riedad de ambos soportes.

◆ Destrezas manuales y técnicas. La irrup-


ción del paradigma digital exige incluir en el
programa educativo las destrezas manuales y
técnicas implicadas en el uso de la computa-
dora (manejo del teclado, dactilografía, man-
tenimiento de la computadora, condiciones
de seguridad, acceso a internet, al lector de
CD, etc.) y de los programas más básicos (e-
mail, edición de hipertextos, etc.). En niveles
superiores, pueden enseñarse opciones avan-
zadas como la creación de macros para auto-
corregir los errores ortotipográficos reiterati-
vos o el uso de programas de esquemas y di-
bujo. Tampoco pueden olvidarse las cuestio-
nes éticas: prestar atención a los elementos
destructivos (virus, gusanos, caballos de Tro-
ya, etc.), respeto a la intimidad y limitación
del correo masivo, usos lícitos de la red y del
anonimato, etc. La inclusión de estos aspec-
tos de ningún modo supone la eliminación
de los equivalentes analógicos (caligrafía,
organización de la página, etc.), igual que la
10 llegada de la calculadora al aula no significó
el abandono de la enseñanza de las opera- Notas
ciones básicas de cálculo. El aprendiz debe 1. Debo y agradezco a Sebastián Bonilla, Cristina
dominar la tecnología analógica con la mis- Gelpí y Jaume Palau numerosos comentarios sobre
ma destreza que la digital. versiones previas de este artículo, que me ayuda-
ron a desarrollar ideas y corregir errores. Una ver-
◆ Computadoras y gramática. El uso de in-
sión reducida de este texto se publicará en la revis-
dustrias de la lengua (verificadores ortográfi- ta del CETEX (Centro de Estudios Textuales) del
cos, correctores estilísticos, diccionarios on Instituto Pedagógico El Libertador de Maturín (Ve-
line, etc.) exige un replanteamiento de la nezuela), como actas de las jornadas “Didáctica del
educación gramatical relacionada con el uso texto escrito”, celebradas en junio del 2000 en
de la escritura. Tan ingenuo resulta cerrar los aquella ciudad. La presente versión expande, deta-
ojos a este hecho –y seguir enseñando sinta- lla y documenta las ideas principales del texto.
xis y morfología como antes–, como presu- 2. A título de ejemplo, un estudio sociológico reciente
poner que la máquina resuelve todas las difi- (Nie y Erbring, 2000) apunta, entre otros datos, que
cultades de manera instantánea. El alumno el uso de la tecnología digital (comunicaciones,
debe aprender a usar estos nuevos formatos compras, búsqueda de ocio e información en inter -
de manera adecuada; por ejemplo, debe co- net) crece a medida que los usuarios se familiarizan
nocer los límites del verificador gramatical con el medio y que provoca que disminuya el segui-
(cuestiones que no incluye, ultracorreccio- miento de los medios de comunicación más tradi-
nes), debe tener criterios para elegir el sinó- cionales o incluso el contacto con el entorno social.
nimo apropiado para cada contexto (según la
acepción semántica, el registro, el género Daniel Cassany
discursivo), debe poder elegir entre las dis- E-mail de contacto:
tintas opciones que ofrece un corrector de es- HYPERLINK “mailto:daniel.cassany@trad.upf.es”
tilo (extensión de la frase, nivel de formali- daniel.cassany@trad.upf.es Sitio personal:
HYPERLINK http://www.upf.es/dtf/xarxa/atomium.jpg
dad). Todas estas cuestiones exigen tener co- http://www.upf.es/dtf/personal/danielcass/index.htm
nocimientos lingüísticos relevantes sobre la
estructura del idioma y el uso de la escritura
en cada contexto; pierden interés los aspec-
tos más mecánicos y superficiales (reglas de Bibliografía
ortografía, conjugaciones verbales), que re- Calibrated Peer Review (CPR)
suelve automáticamente la máquina. tm http://cpr.molsci.ucla.edu:8800/cpr info)

En definitiva, la llegada del entorno digital Cassany, Daniel (1999) Construir la escritura.
también está provocando cambios importantes Barcelona. Paidós, 2da. edición, 2000.
en el ámbito educativo. Enseñar a escribir hoy Dillon, Andrez (2000) Selected Online
de ninguna manera puede ser igual a como era Publications by Andrew Dillon. "http://www.s-
hace tan solo treinta años, cuando no existían lis.indiana.edu/adillon/web/rescont.html" \t
computadoras personales, ni internet ni e-mails "_blank" http://www.slis.indiana.edu/adillon-
–y cuando lo más sofisticado era una máquina /web/rescont.html
eléctrica de escribir–. Si queremos que la didác-
Mengual, Victoria. “L'hipertext a la WWW o
tica de la escritura siga respondiendo a los usos
el germà il-legítim del docuvers.” Trabajo de
sociales, externos a la escuela, y que el alumno licenciatura. Barcelona: UPF, HYPERLINK
aprenda en el aula lo que necesita saber hacer "http://clea.mareotis.com/hipertext/html"
en la comunidad, no podemos olvidar este cam- http://clea.mareotis.com/hipertext/html
bio tan trascendental.
Nie, Norman H. y Lutz Erbring (2000) “Internet y
sociedad”, Quark, 18, 15-22.
Online Writing Lab. Purdue University
HYPERLINK http://owl.english.purdue.edu/
http://owl.english.purdue.edu/
Palau, Jaume. (1998) “Redacció i elaboració de
pagines web”. Barcelona, Servei de llengua
catalana, Universidad de Barcelona.
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