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LA LEY EL ESPEJO DE DIOS

Ahora vamos a tratar la ley como un espejo, El Espejo de Dios.

1.- LA LEY ES EL ESPEJO DE DIOS

Ninguna persona se puede enfrentar a Dios confiando en su propio record o en su


propia justicia. La moralidad que Dios demanda solamente se encuentra en Cristo
Gálatas 3:13. La ley es el espejo de Dios porque la Ley dice: No adulterarás, si haz o
no hagas.

Un misionero comentó lo siguiente: “En una ocasión yo venía del jardín y mi esposa
me dijo que tenía la cara sucia, yo le dije: No puede ser yo me lave hace 10 minutos;
ella me dio un espejo y pude ver que en efecto tenia la cara sucia en especial la nariz, así
ella cerro mi boca. Así es la ley siempre nos muestra lo que realmente somos, por lo
cual Dios “Cierra nuestra boca” Romanos 3:19. La Ley es un espejo y al mirarnos en
ella no podemos decir nada.

Un niño recién nacido es como un ángel pero no necesitan mucho tiempo para saber que
no es así, sino que somos mentirosos desde el principio Salmos 58:3. Cuando un niño
llora en la noche uno puede pensar que se está muriendo y cuando te acercas a él, se
pone muy contento y se sonríe, solamente quería compañía. Aprende desde muy chico y
si tú se lo permites un niño de tres meses te puede engañar. También le puedes decir a
un niño: “¿Tú fuiste el que se comió las galletas?” . Y con la boca llena te dice que no.
El tiene un principio malo y una tendencia a la maldad. El principio de la depravación
toral del hombre no significa que él no hace cosas buenas, sino que esta endurecido,
opuesto a Dios, haciendo siempre las cosas para sí mismo en lugar de hacerlo para la
gloria de Dios. El puede dar dinero a los hombres en la calle o en el plato de las
ofrendas en la iglesia solo para sentirse mejor para su propia reputación y egoísmo
porque su conciencia lo ataca.

2._ LA LEY NOS ENSEÑA QUE SOMOS PECADORES

Todos somos destituidos de la gloria de Dios. La ley nos enseña que somos
pecadores. La ley no cambia el corazón humano, solamente revela lo que es, por lo cual
la Ley es un ayo Gálatas 3:24. Este ayo es para mostrarnos nuestra condición
pecaminosa y guiarnos a Cristo. Este es el propósito de la Ley-ayo. Necesitamos saber
que estamos perdidos para ser salvos. El pecado en transgresión de la Ley 1ª Juan 3:4.
Esto ocurre aunque el pecado sea pequeño Cantares 2:15. Cuando los gentiles en el
templo pasaban del atrio un centímetro eran traspasados por una flecha o lanza.

“La Ley nunca hizo nada perfecto” Hebreos 7:19. La Ley es como un polvo para la
cara de una mujer y solo le muestra donde no se ha polveado.
Quiero decir algo que posiblemente ha sido mal entendido. Dios sabía desde antes
que el hombre no podía guardar la Ley. La Ley no fue dada para guardarla sino para
quebrantarla así todo el mundo sería culpable delante de El. Si yo pudiera escribir cada
uno de tus pecados no regresarías al siguiente estudio.

La Ley nos muestra la codicia de los ojos, el orgullo de la vida y todo aquello que
nos salva de la voluntad de Dios. Mateo 15:18-19 nos muestra lo que somos por dentro,
por lo cual somos un blanco de Satanás, si no somos llenos del Espíritu Santo para
guiarnos.

El problema del pecado no está en el acto de hacerlo propiamente, sino que lo


hacemos porque somos pecadores. El hombre no es un asesino porque mata a una
persona sino porque es un asesino en su corazón. Un hombre no es un adultero por el
hecho de adulterar, sino porque en su corazón es un adultero. Una persona que dice “Yo
siempre he vivido una vida muy buena” no es honesta. Yo nunca he tomado una buena
fotografía de mi mismo, siempre hay algo en mí que no es bueno. La Ley no presenta
nada bueno de nosotros, sino que siempre nos muestra como somos.

Nosotros hemos hecho cosas como creyentes que nunca creímos que fuéramos a
hacer. Pablo dijo: “Yo se que en mí no mora ninguna cosa buena” Romanos 7. Este es
el problema con las resoluciones de año nuevo: no duran. En una ocasión, un hombre le
prometió a su compañero en año nuevo, no tocar más el licor, y lo firmó con sangre de
sus propias venas, pero a la segunda semana se emborrachó otra vez. “Toda carne es
como hierba” 1ª Pedro 1:24-25.

En los tiempos de Jesús no había cantinas, ni cines y no pudieron guardar la Ley.


Juan 7:19. La Ley nos enseña que somos pecadores.

En una ocasión un misionero comentó lo siguiente: “Una vez yo iba manejando en


carretera y el limite de velocidad era de 55 millas por hora y yo iba a más velocidad. Un
agente de transito me paró y me dijo: ¿Sabe a qué velocidad iba? Yo le dije: si a más de
55 millas por hora. El agente de transito se asombró y dijo: Es la primera persona que
me dice la verdad. Yo escapé del castigo por confesar, por decir la verdad, pero no es
así con Dios. Escapas del castigo por confesar, pero alguien tiene que pagar por tu
pecado porque El es justo” Romanos 3:20 “ningún ser humano será justificado por la
Ley, porque por la Ley es el conocimiento del pecado”.

Muchos años antes de que ustedes nacieran el modernismo decía: “Si el hombre
sabe lo que es justo y bueno él lo hará”. Esto es mentira un ejemplo de esto es el
cigarro. Las personas que fuman saben que el cigarro produce cáncer y que cada
cigarrillo quita 8 minutos de vida. ¿Cambia esto las cosas? No, cada año más y más
personas fuman. Ellos no entienden la naturaleza humana.

3.- CUALQUIER PERSONA TIENE UN CONOCIMIENTO DE LA LEY

Cada persona tiene un conocimiento de la Ley, aunque no necesariamente, la Ley


Mosaica, pero si la Ley escrita en sus corazones Romanos 2:15.
Hace muchos años un misionero hizo contacto con una tribu en el centro de África e
hizo una prueba en este versículo. El dijo al jefe de la tribu: ¿Quién hizo todo esto?...El
gran Espíritu.

Usted siempre obedece al gran Espíritu?...No, por eso esta enojado, anoche tronó.

¿Es malo mentir?...Si


¿Es malo robar?...Si
¿Es malo matar?---Si
¿Es malo adulterar?...Y el jefe dijo:¿Qué piensa que soy?¿Un tonto?

¿Como lo sabía él? Por la Ley escrita en su corazón. Esta era una tribu sin contacto
con la civilización; por lo tanto ellos no tienen excusa Romanos 1:20.

Los evolucionistas dicen:”si ellos tuvieran otro ambiente ellos cambiarían. En el


juicio final cuando parientes, amigos incrédulos y los gigantes antidiluvianos estén en el
juicio del Gran Trono Blanco y posiblemente blanco por la ira de Dios el testigo más
grande contra ellos será su conciencia. Romanos 2:12. No importa si tienen la Ley o
no, ninguna persona guarda los mandamientos. Si nacimos equivocadamente la primera
vez entonces es necesario nacer de nuevo. Dios no pone parches en ropa vieja.
Nabucodonosor fue la única persona que recibió un cambio de corazón él recibió el
corazón de una bestia. Nuevos nacimientos es lo que Dios demanda.

Un misionero comentó en una ocasión: “Cuando tenía poco tiempo en la ciudad de


México me pasé un semáforo en rojo, no lo vi., un agente de transito me paró y se puso
frente a mi coche y al ver las placas americanas me dijo: “esta bien siga es un
extranjero”. Yo escapé por ser ciudadano de otro país”. Yo también escapé de mi vida
pasada por ser un ciudadano de otro país, por ser ciudadano de una ciudad celestial y así
escapé de la Ley. Entonces para escapar de la Ley debemos ser ciudadanos de la ciudad
celestial. Debemos nacer de nuevo.

Si tratamos de ser salvos por guardar la Ley, entonces solo nos estamos burlando de
nosotros mismos Gálatas 3:10. Nosotros no podríamos permanecer, sin guardar todos y
cada uno de los mandamientos de la Ley. Cristo cumplió los mandamientos de la Ley
Gálatas 3:13. Solamente sobre esta base Dios nos puede perdonar.

En el Antiguo Testamento los judíos eran salvos por mirar hacia delante a la
crucifixión, a la muerte del Mesías por la humanidad, mientras tanto sus pecados eran
cubiertos temporalmente por los sacrificios de animales. Ellos eran contados como
justos como nosotros somos contados justos cuando miramos a la cruz para la salvación
viendo hacia atrás al cordero que ya vino.

Dios nunca ha tenido dos maneras para salvar, por eso dice en Apocalipsis 13:8. “El
cordero que fue inmolado desde la fundación del mundo” 1ª Pedro 1:19-20.

En el día que la Ley fue dada Éxodo 32:28, 3,000 personas fueron muertas. En el día
que el Espíritu Santo fue dado 3,000 personas fueron salvas Hechos 2:41. Es la
maldición de la Ley o la gracia de Jesucristo Romanos 3:24.
¿Puede Dios realmente justificar a un pecador delante de su Trono y declararlo
completamente libre de culpa? La Biblia dice que si ¿Quién soy yo para dudar de Dios?
Romanos 8:33-34.

¡Tan completa es la salvación! Tenemos razón para alabar al Señor, ya no está mas
la maldición de la Ley sobre nuestras vidas. Cristo cumplió la Ley y llevó el castigo de
la Ley por nosotros. No hay nada más que hacer para la salvación. El nos espera para
servirle por amor con un sentido de gratitud por darnos una salvación tan grande.

FIN

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