Professional Documents
Culture Documents
LA MEDALLA MILAGROSA.
T:
Estamos frente a ti Jess Pan de Vida, como familia, y queremos reconocerte
como nuestro Dios y Seor; eres t lo ms grande que tenemos en nuestro Hogar, a ti
nos debemos y en ti encontramos nuestra felicidad verdadera. Queremos ser tus
fervientes adoradores, que nos descubramos ante la grandeza de tu majestad Divina y
en ti encontremos la paz y felicidad de nuestra vida familiar. Que en cada Eucarista
que asistamos te adoremos en espritu y verdad, para que toda tu gloria transforme
nuestra experiencia familiar.
T: Canta, oh lengua,
el misterio del cuerpo glorioso
y de la Sangre preciosa
que el Rey de las naciones
Fruto de un vientre generoso
derram en rescate del mundo.
SEGUNDA ESTACIN: DESAGRAVIO.
T:
Perdona, Jess Eucarista, el olvido que tenemos de tu presencia verdadera en el
Santsimo, la falta de amor con la que asistimos a la Misa, el abandono que sufres en
los templos solitarios; somos familia y sabemos que el amor es la base de nuestra
unin familiar, y que por dejarte en el olvido, cuando llegan a
nuestra casa los problemas, las infidelidades, las angustias, no
estamos preparados.
Perdona Seor, nuestra falta de caridad con los hermanos, los
chismes que comunicamos, las blasfemias que te hacen los que
no te aman. Nosotros te amamos y queremos serte fieles en la
verdad.
En la noche de la ltima Cena,
Sentado a la mesa con sus hermanos,
Despus de observar plenamente
La ley sobre la comida legal,
se da con sus propias manos
Como alimento para los doce.
TERCERA ESTACIN: ACTO DE AMOR.
T:
Te amamos Jess Eucarista, y en este da queremos hacer pblica nuestra
profesin de amor a ti nuestro principio y fin. Somos Familia, y como tal, queremos
fundar nuestro amor en el tuyo, deseamos que nos ensees a amar a tu estilo, para que
en nuestra casa, sean la amabilidad, la cordialidad y el cario sean las formas de trato y
que nuestro lenguaje sea la Paz. Que el amor, sea nuestra caracterstica, y as
cumplamos tu voluntad y seamos verdaderos amigos tuyos.
El Verbo encarnado, pan verdadero,
lo convierte con su palabra en su carne,
y el vino puro se convierte en la sangre de Cristo.
Y aunque fallan los sentidos,
Solo la fe es suficiente
para fortalecer el corazn en la verdad.
Cristo no se acabar.