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EL HOMBRE

El ser humano, de cualquier época, debe prestar atención a


una distinción elemental pero profunda: cuando alguien habla
de ser humano se refiere a un animal racional y espiritual…
Quiérase o no, el ser humano se distingue radicalmente del
animal sin razón, que está por debajo en todo sentido…

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1
 
 

¿QUÉ ES EL SER HUMANO?

Fuente: www.jorgevila.com.ar/creacion%20del%20hombe.jpg
Para entender el origen
de la maldad es necesario
mirar el principio

Ante la complejidad del ser


humano los distintos frentes
del saber, las corrientes
filosóficas, la mitología, los
programas políticos y hasta los
sistemas religiosos han escrito
miles de bloques de papel
intentando responder qué es
el ser humano. En la
trayectoria de esta búsqueda
algunas respuestas son
demasiado alegres y muchas otras el extremo de la desesperanza. Han ido
“desde la deificación del ser humano hasta considerarlo algo absolutamente
inútil”1
Los conceptos y teorías materialistas (naturalistas), existencialistas e
individualistas∗ se desinteresan de la particularidad del ser humano e
intentan explicarlo desde la teoría naturalista de la evolución, qué no es un
hallazgo, sino una descabellada teoría filosófica por más que sus partidarios
quieran fundarla en el prestigio legítimo de las Ciencias Naturales. Para la
generalidad de ellos, el ser humano es “un producto superior de la naturaleza,
mamífero, dotado de razón, lenguaje, memorias conscientes…que se realiza en
un proceso de socialización interiorizada por un complejo órgano∗∗, siendo el
sujeto existente y lo demás le es objeto, es decir, utensilio o escenario del

1
HORTA VASQUEZ, Edwin de J., y RODRIGUEZ GALLÓN, Víctor. Ética General. Bogotá:
Quebecor, 6ed. 2003. P. 222.

Pensamiento presocrático, Bacon, Aristóteles, Rousseau, Nietzsche, Sartre, Compte.
∗∗
El cerebro.

2
hombre”2.

En la primera escena de la famosa obra de Shakespeare, Hamlet, se lee:

¡Qué obra maravillosa es el hombre! ¡Cuan noble es su razón!


¡Hasta qué punto son infinitas sus facultades! ¡En su forma y
movimiento; con claridad expresa su propósito divino! ¡Qué
admirable resulta! ¡Qué semejante a un dios en su capacidad de
captación!

De estos ideales, sorprende que la realidad lo muestre implicado en la


mentira, la intriga, la inmoralidad, el crimen, la tragedia, la violencia, el
engaño, entre otros defectos, con sus consecuencias inevitables: la culpa, la
vergüenza, lo trágico, la anarquía y el dolor en la orbe de la tierra. Convendrá
más lo que Pascal Blaise∗ en cumplimiento de su fructífero trabajo intelectual y
buscando su identidad espiritual expresó: “El hombre es la gloria y la hez
del universo”3.

Ningún pensador sensato niega la presencia del delito, pecado o error ( o


algún equivalente según su filosofía) en la raza humana. En efecto, todos los
grandes dramaturgos han registrado la existencia del delito al retratar el
remordimiento, la destrucción, el perdón, la reconciliación. Los historiadores,
han reconocido la realidad y destrucción a causa de los delitos. Todos los
gobiernos de la tierra hacen un reconocimiento tácito y amplio de la
presencia del mal en los ciudadanos con su énfasis en la necesidad de sitios
de reclusión, cárceles de alta seguridad y muchas leyes de protección contra los
diferentes delitos, Desde este mismo ángulo, los filósofos y sus sistemas han
luchado con el problema del mal; la psicología de nuestro tiempo da
testimonio indubitable del poder negativo de las conductas y costumbres y, de
la destructividad latente de los Actos Humanos.

Seguramente el cavilar libre del ser humano sobre su asombrosa realidad


seguirá gastando mucha tinta y papel; pero, seguir considerándose así mismo
como cualquier trozo de la naturaleza, olvidándose que él mismo es investigador,
inteligente, moral, con conciencia personal e histórica y que en su interior
palpita la eternidad, no conducirá a respuesta eficiente.

El ser humano, de cualquier época, debe prestar atención a una distinción


elemental pero profunda: cuando alguien habla de ser humano se refiere a un
animal racional y espiritual, al que razonablemente se le llama persona. Este
hecho lo hace diferente, a tal que, cuando se define como simple materia, de la
familia de los irracionales y de un proceso evolutivo, se afecta en lo más
profundo de su ser y continua preguntándose: ¿Qué es el ser humano?

2
FERCUSON B., Sinclair y WRIGHT, David F. Nuevo Diccionario Antropológico. El paso TX. USA:
CPB, 2ed. 1998. p.282.

1623 -1662.Matemático y filósofo.
3
PFEIFFER, Charles F. Antropología y arqueología. Michigan: Mundo Hispano. 1982. p.366.

3
Así que, en una reflexión juiciosa de su propia capacidad y debilidad,
comparada, a la vez, con la experiencia general y personal de la vida sobre
¿qué es el ser humano?, la explicación más sencilla y satisfactoria, jamás dada
por otro, es la posición antropológica revelada por Dios, que resalta, al mismo
tiempo: a) creado por Dios; b) el parentesco∗ del hombre con Dios; c) creado un
poco menor que los seres espirituales (ángeles); d) pero al mismo tiempo caído
en pecado”∗∗4, esto es, conocedor del bien y del mal.

Un comentarista, con gran lógica, asume esta verdad en lenguaje corriente:

Si el hombre fue creado, no está en el mundo por evolución. Y si el


hombre es imagen de Dios, entonces no es Dios; quedan con ella
descartadas la mitad de las soluciones falsas. Y si el hombre es a
imagen de Dios, tampoco es pura materia; quedan descartadas así
también la otra mitad de las respuestas inexactas, todas aquellas
que subestiman a la persona humana hasta el nivel de la materia, o
de la angustia o de la deificación inútil. Y si cayó en pecado; no
se puede decir que es perfecto.5

Será útil al ser humano seguir especulando que él “¿es nada más que un
animal complejo∗∗∗; o un verdadero fragmento de la divinidad?”∗∗∗∗

Quiérase o no, el ser humano se distingue radicalmente del animal sin razón,
que está por debajo en todo sentido: “Grande y maravilloso es el hombre,
maravillosamente ha sido
formado, cumbre y corona de
toda la creación” 6 . Desde
luego, en franco contraste está
la total debilidad: “siendo
semejante a la vanidad, sus
días son como la sombra que
pasa, en la mañana florece y
crece y rápido es cortado y se
seca; toda carne, es hierva y
toda su gloria como la flor del
campo7.
Fuente: www.imaginacionatrapada.com.ar/Imagenes/michelangelo-creation.jpg


Génesis (El principio) Capitulo I, versículo 27. “Y Creó Dios al hombre (Adán) a su imagen , a
imagen de Dios los creo: varón y hembra los creó”.
∗∗
Muchas palabras se usan para denotar no solo el pecado sino también la culpa: impiedad,
confusión, iniquidad, perversión, culpa, trasgresión, rebelión, error, problema, vanidad, mentira,
engaño, mal (usualmente de los efectos dañinos que llegan judicial o naturalmente por el pecado),
transgresión, romper la confianza, error, negligencia, culpa, injusticia, desobedecer, transgredir. De
manera que el pecado, sus consecuencias, y los medios para removerlo, se unen vividamente en la
conciencia del ser humano.
4
SELLKOEDER, Fredireck W. El hombre, su grandeza y su miseria. Barcelona: Felire. 1988. p. 318.
5
CABODEVILLA, José María. Citado por HORTA VÁSQUEZ. Op. cit. p. 222.
∗∗∗
Posición materialista
∗∗∗∗
Posición idealista y panteísta.
6
SAGRADA BIBLIA. Edición, Dios Habla Hoy. Salmo 134:14.
7
SAGRADA BIBLIA. op. cit. Salmo 144:3,4; Isaías 10: 6,7.

4
Para no persistir en la especulación filosófica, que a priori recibe aplausos y
exaltaciones, la conclusión es que, esa asombrosa criatura capaz de conquistar
el espacio y elevar el conocimiento como nunca; que cuando intenta
precisarse a sí misma desconcertantemente cae en la frustración, el
pesimismo y el horror del existencialismo, es: la “Imago Dei” (la imagen de
Dios), es decir, no solo elemento material, sino también espiritual∗ con
propósitos y planes eternos; “Creado según Dios, en la justicia y santidad de
la verdad”8, pero caído en la desobediencia y rebeldía para alienarse en el mal,
sin quedar a la deriva, pero sí en una ley:

Qué hace lo que no quiere hacer… qué cuando quiere hacer lo


aprobado inevitablemente resulta haciendo lo reprochable…Qué le
encanta lo bueno… pero hay algo, allá en lo profundo del ser: una
baja naturaleza que está en guerra contra la buena voluntad y gana
las peleas llevándolo cautivo al delito que reside en el hombre…la
intención del hombre es servir al bien…pero se halla esclavo del
pecado. La conciencia le indica lo que es bueno pero la naturaleza
caída le encanta el mal y se complace que otros lo haga9.

Aunque el ser humano es “un poco menor que los ángeles y coronado de
honra y gloria”∗∗ ¡Qué triste el estado actual en que se encuentra. Solo la luz
de Dios, que pugna por entrar en su ser, le dará discernimiento para entender
¡quién es!, no sentirse defraudado, sin una meta final y confundido en este
mundo temporal, materialista y especulativo. Solo la verdad lo hará
efectivamente libre y feliz. Entonces ¿Por qué no acercarse a Jesucristo, el
pensamiento y expresión activa de Dios en forma de hombre, quien reveló: “soy la
verdad” y además, ha derramado su vida en un madero para rescatar, totalizar,
socorrer y bendecir al ser humano que libre y voluntariamente desee su ayuda?
¡Ánimo!.

José Jaime Sánchez F.


Pastor – Maestro
Calvary Chapel Tunja.


El Génesis 2:7 “Cuando llegó el momento oportuno, JHWH formó el cuerpo del hombre del
8
SANTA BIBLIA, Edición al día. Efesios, 1:20.
9
SANTA BIBLIA, Opt. cit. Efesios 7: 21 -25.
∗∗
Ibíd., Salmo 8:3-5.

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