una reflexión sobre el fenómeno de la centralización en Colombia y sus efectos estimuladores para el egoísmo como ausencia de reconocimiento ético, como ausencia de empatía.
una reflexión sobre el fenómeno de la centralización en Colombia y sus efectos estimuladores para el egoísmo como ausencia de reconocimiento ético, como ausencia de empatía.
una reflexión sobre el fenómeno de la centralización en Colombia y sus efectos estimuladores para el egoísmo como ausencia de reconocimiento ético, como ausencia de empatía.
Bogot es una ciudad con un ndice de centralizacin de 1:5, en otras
palabras, uno de cada cinco colombianos vive en Bogot. El motivo? No hay slo uno, hay muchos, entre ellos se encuentra el conflicto armado y su desplazamiento recurrente en el pasar de los aos; la creencia comn a pensar que hay ms oportunidades econmicas en la capital, lo cual no es tan cierto; y por ltimo, una expansin territorial que gradualmente ha ido consumiendo a los pueblos aledaos a Bogot, por ejemplo, Suba. Con ocho millones de habitantes, la experiencia de Bogot nunca es uniforme. Soy de las personas que ama caminar, que encuentra en ello un espacio reconfortante de reflexin y tiendo, por eso mismo, a hacerlo tanto como sea posible. Una de las primeras percepciones que adquir de Bogot fue aquella que me indicaba ausencia de zonas verdes en algunos de sus sectores; de hecho, me atrevo a afirmar que hay un mayor nmero de rboles en algunas zonas del norte de la ciudad que en muchas del sur. La experiencia como transente nunca es la misma, en muchos de estos lugares atiendes a una sensacin de confort mientras caminas; en otros, una sensacin de malestar y stress a causa de una posible inseguridad en el ambiente. Tengo que aceptar una cosa, mi hbito de caminar entre las paredes del lugar que habito viene de una edad temprana; desde que comenc a hacerlo, se convirti en un mecanismo de reflexin sobre el entorno que habito; y por ende, es en la caminata donde mejores comparaciones he logrado establecer en la ciudad. De nio mi familia me llevaba a Boyac, en el transcurso del viaje, notaba cun parecidas eran las montaas que decoraban el altiplano cundiboyacense. Al llegar de visita a muchos pueblos, personas desconocidas atendan a mi presencia con un saludo de buenos das o buenas tardes segn la posicin del sol, entregaban su amabilidad sin preguntarse de dnde provena o de si me volveran a ver en sus vidas. Gradualmente entend que este tipo de prcticas, como saludar a un entero desconocido, eran ms recurrentes en lugares donde habitaba menos gente La razn?, pens que simplemente era una costumbre local, pero luego record lo que me deca mi abuelo: En Bogot las cosas estn cambiando mucho, los jvenes de ahora ya no tienen la cultura del saludo, ni tampoco la preocupacin por quienes los rodean. Es decir, hubo un tiempo en que Bogot tuvo dentro de s estas prcticas, que ahora, slo permanecen en el recuerdo de sus habitantes ms viejos. Fue entonces donde comprend con un poco ms de claridad la situacin actual en Bogot. De ser una capital donde el rolo portaba sombrero y
saludaba con cierta cortesa infundada, pas a ser un lugar donde la
interaccin con el vecino se dificulta cada vez ms por culpa de la centralizacin. Lo s, puede que el estado actual que nombro no est enteramente causado por la centralizacin, pero la misin de un ensayo es tomar posicin; y por ende, he aqu las razones bajo las cuales concibo este fenmeno social. En comunidades pequeas, con un nmero de habitantes reducido, las personas tienden a interactuar entre s para forjar lazos sociales de confianza. Esto hace parte de una dinmica de seleccin social que, a mi modo de ver, es ms intuitiva que institucional. Voy a ponerlo en un ejemplo claro, si Antonia vive en un casero de mil habitantes, es muy posible que aquellas personas que habitan con ella el lugar vuelvan a verla muchas veces en su vida; de esto se derivan muchas cosas, por ejemplo, que si yo coopero con Antonia, es muy posible que en un encuentro futuro ella me recuerde y decida cooperar en alguna peticin que yo le haga. Los lugares con nmero de habitantes pequeos se prestan para la cooperacin, la empata, la compasin y el compartir. No afirmo que estos fenmenos sociales no se dan en Bogot, pero me parece que son reducidos por el hecho de la centralizacin. De nuevo, un ejemplo cotidiano nos ofrece un horizonte de sentido claro. Cuando vas caminando en Bogot, en la Bogot actual, por la carrera sptima, te encuentras a cientos y miles de personas que al igual que t son transentes, muchas de ellas con destinos cercanos a los tuyos, pero muy pocas de ellas interactan entre s. La razn? Las metrpolis ofrecen a sus ciudadanos el anonimato como un beneficio, t puedes ser un entero annimo en la carrera sptima mientras caminas junto a cuatro mil personas ms; esas personas, al igual que t, sienten el anonimato; y por ende, todos vivimos separados en la cercana. Qu ocurrira si alguien intentara jugar al annimo en una comunidad de pocos habitantes? Wilson es un hombre que vive en un pueblo pequeo, nunca quiso atender a un proyecto o trabajo, tampoco quiso educarse, simplemente le gustaba el vino y la fiesta. Con el pasar del tiempo, Wilson se ve sin dinero y bajo la presin de su alcoholismo empieza a robar. Qu es lo ms posible en este caso? A mi modo de ver, Wilson lograr cometer uno o dos hurtos, luego, alguna de sus vctimas lo reconocer al verlo en el pueblo, gradualmente ser sealado socialmente; y luego, puede que nadie vuelva a cooperar con l. Es decir, en un pueblo con pocos habitantes, jugar a hacer dao hacindose el annimo es poco fructfero, y resulta entonces que cooperar es la mejor opcin en un lugar donde te pueden reconocer con facilidad. En Bogot, en cambio, Marcos vive una vida de pobreza e indigencia, se ha visto en situaciones muy duras de sobrevivencia y sabe, sabe con claridad, que puede robar a cualquier persona que le presente la oportunidad para hacerlo sin ser descubierto. Una de las razones de que esto sea posible es lo que nos venden como beneficio, el anonimato. Marcos tiene claridad en que
lo ms posible es que no vuelva a encontrarse nunca a las personas que ha
robado; por consiguiente, conoce de antemano que puede ser un transente libre sin que nadie lo seale por los actos que ha cometido. Considero que Bogot posee un problema de sociabilidad muy fuerte, pues para aquellos que decidimos cooperar e intentar ser empticos en una sociedad egosta no parece darse un espacio de beneficios, no obstante, tambin hay que aceptar que es un punto de encuentro que funciona bajo otras medidas. En Bogot prevalece el pluralismo, es decir, como todos somos annimos, bsicamente cabemos todas las posibles identidades en este espacio poblacional. Se generan culturas colectivas, culturas suburbanas, sitios de encuentro que posibilitan interacciones dependiendo de los gustos contenidos en la singularidad de cada persona. Tambin me parece visible que Bogot, en tanto capital, es un espacio donde es muy fcil cruzarse a personas que ostentan el poder en cualquiera de sus formas. Si te pones a caminar cerca al centro comercial Andino, es muy posible que te encuentres a alguna figura pblica, o, si te la pasas en el centro, puedes tener fcil contacto con algn funcionario pblico. Ms all de figuras sociales, el comn denominador de las personas nos reunimos, de modo obligatorio, en los sistemas de transporte pblico. Sin duda, una de las experiencias ms particulares y traumticas que ofrece Bogot es su sistema de movilidad. Bogot te ofrece un ruido estimulante en las que son llamadas horas pico. Es un entero deleite atender al anonimato en estaciones de transmilenio que son de alta afluencia, como Ricaurte, en las que el ruido es una constante a la cual uno llega a acostumbrarse en cuestin de algunos minutos. Uno advierte cmo su ritmo de marcha va descendiendo, desapareciendo, mezclndose con el ritmo de la marcha de las masas, todos a una misma velocidad, a lugares distintos sin mirar a los ojos a los dems porque lo nico que importa es llegar al trabajo sin distraerme observando a los dems. Pero no todo es caos, Bogot ofrece espacios llenos de arte que tienden a convertirse en experiencias de gran valor. La cantidad de museos, presentaciones de teatro, movilizaciones, deportes y conciertos a los que uno puede asistir en la metrpolis es invaluable. En esta gran variedad, se generan productos que abarcan pblicos particulares; pero se generan tantos productos, que nadie se queda sin algo que le guste. Y lo mejor, la ciudad gradualmente ha adherido a sus prcticas este tipo de actividades, que, de uno u otro modo, hacen parte de la cultura y del hbito capitalino. A mi modo de ver, el papel del socilogo en una ciudad con fenmeno de centralizacin, es atender a la necesidad de las libertades individuales posibilitando dinmicas colectivas que las permitan. Atender al pluralismo como esencia de las sociedades sin estimular por esto el egosmo, es una de las misiones del presente que ms reclama atencin. El establecimiento de
identidades, como la del bogotano, puede ser una ruta de acceso a un
trabajo poblacional entero, en donde se le puede sugerir a los miembros de la metrpolis que, si bien pueden ser annimos los unos para los otros, no necesariamente de esto se sigue que toda accin se queda en el anonimato mismo. A qu me refiero con esto? Me refiero a que si Juliana daa una silla en el parque, o tu vecino golpea a la esposa, la negligencia que trae consigo ese anonimato que dicta: No es mi problema, puede disminuirse. Cmo? Me parece que los lugares con centralizacin dependen del ejercicio mismo de las labores que sus integrantes llevan a cabo; ahora bien, si se establece una identidad en la que, an los actos de los annimos son reconocidos como actos dentro de la metrpolis que a todos nos pertenece, no importar el hecho de que sea un desconocido para que alguien le haga un reclamo o queja directa. Pues la cuestin realmente es esta: no hay ninguna accin que se d dentro del espacio social que habito, que no me afecte. Todas las acciones tienen una repercusin para el otro, y de la consciencia de esto depende la construccin de hbitos para el buen vivir.