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Tu, ¿qué clase de Nicodemo eres?

1 Había un hombre de los fariseos


que se llamaba Nicodemo,
un principal entre los judíos.

2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo:


Rabí, sabemos que has venido de Dios
como maestro;
porque nadie puede hacer estas señales que
tú haces,
si no está Dios con él.
Juan 3:1-2

Nicodemo es un verdadero especialista en las Escrituras, un fariseo y maestro de


Israel que ha sido formado estrictamente en el estudio de la Ley y los Profetas, así
que conoce profundamente los mandamientos, la historia, la profecía y la doctrina
de lo que nosotros hoy llamamos el Antiguo Testamento.

En los últimos días, Nicodemo, ha escuchado rumores sobre uno que anda haciendo
milagros, grandes señales, uno que afirma ser el Hijo de Dios y que ofrece salvación
a quien crea en él. Conocedor de las Escrituras, concluye, al igual que otros de los
de la secta de los fariseos, que aquel que anda haciendo milagros, sin duda
proviene de Dios. Por las Escrituras Nicodemo sabe que uno de los sellos que Dios
dio a sus profetas, para atestiguar que provenían de él, era hacer señales. Cada vez
que una persona afirmaba ser enviada por Dios y afirmaba que las palabras que
salían de su boca eran dadas por Dios, el sello que validaba tales afirmaciones era
la realización de milagros, situación que era perfectamente conocida por el pueblo
de Israel y claro, por un estudioso y religioso como Nicodemo.

Este hombre: fariseo, principal y maestro de Israel planea reunirse con aquel que
anda haciendo señales, seguramente ha dedicado un buen tiempo a reflexionar
sobre Jesús; sobre sus afirmaciones, sobre sus señales, y ahora quiere
entrevistarlo, conocerlo de cerca, ¿cuales serían los pensamientos de Nicodemo
durante las horas previas al encuentro?

Siendo un fariseo debió considerar cada detalle religioso, siendo un maestro de


Israel, debió considerar cada detalle doctrinal e histórico, y siendo un principal
debió considerar cada detalle político.

Quizás ese día Nicodemo despierta pensando en cada una de las dudas que le
asaltan sobre ese hombre, debió dedicar un buen tiempo a purificarse

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1
ceremonialmente, ese era uno de los mayores cuidados de los fariseos, purificarse,
mantenerse limpios, y Nicodemo era un buen fariseo.

Todos los rituales de lavamiento y purificación ordenados en la Palabra de Dios


eran observados escrupulosamente por los fariseos y no solamente los ordenados
en el A. T. sino otros que durante años, ellos habían venido agregando.

Para un fariseo como él, la purificación ceremonial era muy importante, recuerde
que sus colegas acusaban frecuentemente a Jesús y a sus discípulos por no
lavarse; por ejemplo cuando uno de ellos invitó a Jesús a comer en su casa, dice
Lucas 11: 38 que el fariseo se sorprendió porque notó que antes de comer, Jesús,
no se había lavado ceremonialmente las manos.

La ley de Dios exige santidad: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro
Dios -Lv.19:2-. Tal santidad, dice el teólogo Hendriksen:

"implicaba no solamente la renovación interior, sino que debía expresarse


también exteriormente, y esto no solamente en una conducta ética, sino
también en un sentido ritual" 1.

El problema es que los fariseos olvidaron lo espiritual y exaltaron lo ritual, olvidaron


la gracia de Dios y exaltaron equivocadamente la salvación por obras. Por esa
razón, en algún momento del día, antes de su encuentro con Jesús, Nicodemo debió
"purificarse", lavarse cuidadosamente, iba a tener un encuentro, con uno que él,
Nicodemo, sabia que provenía de Dios, así que le era de enorme importancia
presentarse, -dada su tradición de fariseo-, puro, limpio.

Ahora es el momento de salir al encuentro con aquel que proviene de Dios,


Nicodemo ha calculado los costos políticos del encuentro, por lo tanto, el encuentro
será de noche, a la vista de no muchos, y seguramente ha preparado y pensado
intensamente sobre el dialogo que sostendrá con Jesús.

Versículo 2
Rabí, sabemos que has venido de Dios
como maestro;
porque nadie puede hacer estas señales que
tú haces,
si no está Dios con él.

Dos afirmaciones: (1) Rabí has venido de Dios como maestro, y, (2) nadie puede
hacer las señales que tu haces, si no está Dios con el.

1
Hendriksen Guillermo, Comentario del Nuevo Testamento, El Evangelio según Mateo,
Pag.638.

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2
La primera afirmación permite entrever el sentido que Nicodemo quiere darle a la
conversación, ¿sabe usted que quiere decir el término “rabí”? Sencillo, quiere decir:
¡¡ maestro !!, así que note lo que Nicodemo dice: “Rabí o lo que es lo mismo:

“maestro”, has venido de Dios como “maestro”, en la mente de Nicodemo, el


término maestro tiene una especial significación, Nicodemo dice: “Has venido de
Dios como <<maestro>>” él no dice: “has venido de Dios como Salvador”. En la
mente de Nicodemo, Jesús no pasa de ser un gran maestro de Israel, no se acerca
a un salvador, no califica como Salvador, por esa razón Nicodemo se refiere a él
como maestro. El maestro es uno que enseña, no uno que salva, en la mente de
Nicodemo, Jesús es uno que enseña, no uno que salva, la salvación para Nicodemo
se fundamenta en las obras, en la estricta observancia de la ley y de los rituales,
por esa razón a sus ojos Jesús tan solo califica como un maestro enviado por Dios.

¿Porqué Nicodemo lo ve así?, –Vs.2- “por las señales que tu haces”, es una clara
referencia a los milagros del Señor, solo mediante milagros y señales se podía
acreditar que una persona realmente hablaba de parte de Dios.

Así sucedió con Moisés, quien entre sus múltiples objeciones para no obedecer a
Dios, esgrimió que el pueblo no le creería que el había sido comisionado por Dios
para liberarle, dice el Dr. Chantry en su libro Señales de los Apóstoles:

“Los poderes milagrosos resultaban ser entonces, las credenciales de


que disponía Moisés, para probar que era un profeta enviado por Dios
con un mensaje divinamente revelado . . . únicamente quienes eran
divinamente inspirados por Dios para hablar su palabra obraban
maravillas. Este era un don exclusivamente otorgado a los profetas” 2.

Sabe? Hoy muchos viven exactamente igual que Nicodemo, fundamentan su


salvación en las buenas obras y en la estricta observancia de rituales religiosos, no
ven a Jesús como un Salvador, lo ven como un maestro, así que esas personas
pretenden acercarse a Jesús simplemente afirmando que dado que ellas son
religiosas y que ven o creen haber visto milagros actuales del Señor, pueden
mantener una relación con Jesús, pero esa no es una relación sana, la salvación no
se da por el cumplimiento y observancia de rituales religiosos, no se da por venir a
Jesús considerándole como un especial maestro.

Es cierto que las señales a que se refiere Nicodemo sucedieron y al igual que en el
caso de Moisés, Elías y otros profetas, las señales realizadas por Jesucristo, tenían
el propósito de mostrar su procedencia del Padre, por eso Juan afirma en 20:30-31:
"Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales

2
Chantry Walter J, Señales de los Apóstoles, El Estandarte de la Verdad, 1990, pag.24.

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no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús
es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre."

Nicodemo equivocadamente acude a Jesucristo, no en busca del Salvador, sino en


busca del maestro obrador de milagros.

Versículo 3
Respondió Jesús y le dijo:
De cierto, de cierto te digo, que el que
no naciere de nuevo,
no puede ver el reino de Dios.

He aquí lo que hoy llamaríamos un verdadero baldado de agua, ¡¡¡ que respuesta la
del Señor Jesús ¡!! ¡¡¡ Que amor ¡!!, ¡¡¡ Que gracia ¡!! Nicodemo afirma que Jesús
viene del Padre por las señales que hace. Por fin, uno fariseo, uno que reconoce su
procedencia, que elogio el de Nicodemo, y el Señor Jesús, le responde con una
afirmación que aparentemente no tiene nada que ver con las palabras dichas por
Nicodemo, ¿Cuál es la relación entre las palabras de Nicodemo y la respuesta de
Jesucristo?

Los fariseos permanentemente insultaban a Jesús. En el N. T. solo hay dos


referencias en las que los fariseos muestran alguna condescendencia con Jesús, en
Lucas 13:31 le advierten que Herodes le quiere matar y que por lo tanto, debe salir
de Jerusalén, claro, detrás de esa advertencia está la oculta necesidad de que Jesús
salga de Judea, pues les está causando mucho daño con su predicación. Y la otra
referencia es la de Nicodemo.

Con Nicodemo, ¡¡ por fin ¡! Jesús recibe el elogio de un fariseo, este fariseo busca a
Jesús y admite que Jesús viene de Dios como maestro; ese elogio, viniendo de
cualquier persona es ya de por si, importante, pero viniendo de un personaje como
Nicodemo, en el contexto de rechazo a Jesús, es algo verdaderamente
representativo y digno de tomar en cuenta, y he ahí la extraña e inesperada
respuesta del Maestro: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de
nuevo, no puede ver el reino de Dios.”

Para la época de Jesús, la manera de llamar la atención a una idea, era mediante el
uso de expresiones repetidas, una cosa es decir: “oye, escucha esto”, y otra es
diferente es decir: “oye. . . oye, escucha esto”, en el idioma hebreo la repetición
enfatiza que lo que se va a decir, es realmente importante, así que lo que Jesús
está expresándole a Nicodemo es algo así como: “oye Nicodemo, oye Nicodemo”,
esto que te voy a decir realmente es muy importante, y le presenta aquello en lo
que verdaderamente debe fijar su atención.

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3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere


de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

Aclaremos esa respuesta de Jesús, que aparentemente no tiene nada que ver con el
saludo de Nicodemo, quien dice: “Rabí, sabemos que has venido de Dios como
maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con
él.” Jesús responde: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo,
no puede ver el reino de Dios.”. Aparentemente no hay relación alguna, pero
profundicemos un poco en el saludo de Nicodemo. –Vs.2- “Nadie puede hacer estas
señales que tú haces, si no está Dios con él.” La expresión “esas señales” apunta a
los milagros de Jesús. Para que Nicodemo pudiera afirmar su certeza de que
Jesucristo viene de Dios como maestro, debió haber visto sus milagros, así que
cuando Nicodemo saluda a Jesús con la expresión “nadie puede hacer estas señales
que tú haces”, está diciendo que él ha visto sus milagros. El hecho de ver, se
implica en la frase: “nadie puede hacer estas señales que tú haces”, ¿nota la
relación? Para saber que nadie puede hacer esas señales, es necesario haberlas
visto. Como Nicodemo está afirmando que Jesús es un maestro de Dios, por cuanto
él, ha visto sus milagros, Jesús le responde: “No puedes ver el reino de Dios, a
menos que nazcas de nuevo”. Nicodemo estás enfocado en los milagros que ves,
pero eso de nada te sirve, a menos que nazcas de nuevo, no podrás ver el Reino de
Dios. Nicodemo, no se trata de que veas mis milagros, se trata de que veas el
Reino de Dios, y para ver el Reino de Dios, que es lo mismo que ser salvo, te es
necesario nacer de nuevo.

Nicodemo, no es tu religiosidad, no son tus purificaciones ceremoniales, no es tu


pretendida observancia estricta de la ley, no son los milagros, no es nada de eso en
lo que debes fijar tu atención, nada de eso te permitirá ver el Reino de Dios, la
única manera y solo la única es nacer de nuevo, el resto de nada sirve.

Ufff, que tremenda sorpresa la de Nicodemo. Con absoluta certeza esa respuesta
del Señor Jesús, no había pasado por la mente de Nicodemo ni en sus mas
profundas consideraciones doctrinales, al punto de que tan solo atina a expresar:
“¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?

Los versículos 3 y 5 nos muestran dos ideas básicas, expresadas por nuestro
Salvador: (1) Es absolutamente necesario nacer de nuevo y hacerlo de agua y del
Espíritu y (2) Si no se da la primera condición, es absolutamente imposible ver o
entrar en el reino de Dios.

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El nacer de nuevo, o nuevo nacimiento o regeneración se ha definido como “Un
cambio de naturaleza producido por el Espíritu Santo en el hombre, al que se le
comunica una nueva vida. . . transforma su ser moral y espiritual” 3.

Pero . . . ¿porqué un cambio de naturaleza?, sencillo, porque el hombre, antes de


que el Espíritu Santo re-cree moral y espiritualmente su vida, antes de ser objeto de
la gracia de Dios y por tal gracia haber nacido de nuevo es un ser absolutamente
pecador, amante de lo malo, de lo inmoral, amante del pecado; antes del nuevo
nacimiento, antes de la regeneración ni siquiera quiere admitir su condición de
pecador, pero que no lo admita, no quiere decir que no lo sea, al contrario es una
mayor evidencia de su lamentable condición de pecado y muerte espiritual, las
Escrituras denuncian de Génesis a Apocalipsis esa tremenda condición de pecado
de cada ser humano.

Por esa tremenda condición de pecador se hace necesario nacer de nuevo, de lo


contrario no será posible ver el reino de Dios, que no es otra cosa que ser salvo.

Nicodemo, necesita nacer de nuevo, es un religioso y cree que su religiosidad le


hará salvo, pero no es así, está engañado, su religiosidad es pecado; es un
conocedor de la Ley y posiblemente se esmera por cumplirla estrictamente y cree
que tal cumplimiento le salvará, pero no es así, necesita nacer de nuevo; es un
encumbrado líder, principal de la sinagoga, pero tampoco tal posición jerárquica le
permitirá entrar en el reino de Dios, necesita nacer de nuevo.

¿Amigo aquí presente eres religioso, y crees que por eso entrarás en el reino de
Dios? ¿Conoces las Escrituras y crees que por eso entrarás en el reino de Dios ?
¿Ocupas altos cargos y crees que por eso entrarás en el reino de Dios?
Posiblemente al igual que Nicodemo estás fundamentando tu salvación en los
cimientos equivocados.

Eres pecador, al igual que Nicodemo, necesitas nacer de nuevo para ver el reino de
Dios, para ser salvo. Por esa razón, en este diálogo, Jesús expresa el concepto tres
veces:

 Vs.3: "el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios."


 Vs.5: "el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino
de Dios."
 Vs.7: "Os es necesario nacer de nuevo."

El nuevo nacimiento o regeneración es exactamente eso, nacer de nuevo, ser


nuevamente creado, es la obra soberana y libre de Dios en el pecador mediante la
cual toma su corazón, todo su ser espiritual y lo re-crea; ese corazón y naturaleza

3
Ibid, pag. 997

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6
corrompidas y pecaminosas, esa naturaleza cuyos pensamientos son de continuo al
mal , cuyo corazón es perverso y engañoso, cuyo corazón en maldad ha sido
formado, es tomado por Dios y re-creado, re-hecho, re-generado. Como resultado
de esa re-creación, de esa re-generación, ahora, quien ha creído en Jesucristo ama
la verdad y odia el pecado, ahora se tiene una nueva naturaleza, pasa de vida a
muerte.

Quizá una de las mejores explicaciones sobre el nuevo nacimiento, lo da Pablo en


su carta a Tito, capítulo 3, versículos 3 al 5:

“Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes,


extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo
en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Pero
cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor
para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros
hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la
regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.”

¡¡ Que muestra de amor la de Jesucristo !!, está enfocando a aquel fariseo, maestro
y principal de Israel en su propio pecado y en su urgente necesidad de
convertirse, de arrepentirse, de volverse de su pecado, aquel a quien Nicodemo
está tratando como maestro, se le está presentando como Salvador, no por los
milagros que ves, no por lo religioso de que seas, no por tu desempeño secular,
tan solo por el nuevo nacimiento serás salvo. Si tu fe está en tu religiosidad, en tus
rituales, en tu conocimiento, necesitas desesperadamente arrepentirte, que tu fe
esté en Jesucristo; y eso solamente será cuando nazcas de nuevo.

Y . . . mi querido Nicodemo, te tengo dos noticias: -Vs.5- ese nacimiento ha de ser


de agua y del Espíritu, para ti el agua significa “purificación" estamos de acuerdo:
"purificación", pero no purificación ritual, no purificación exterior, te estoy hablando
de que no te es suficiente, ni necesario lo exterior, lo exterior es consecuencia de lo
interior, lo verdaderamente importante es la obra purificadora del Espíritu Santo Y
la segunda: y eso mi querido amigo, tu no puedes hacerlo, no quieres hacerlo, tu
estás centrado en tu propia complacencia, en las pretensiones de tu propia justicia
y por lo tanto ni entiendes, ni quieres nacer de nuevo, ni siquiera sabes que
necesitas nacer de nuevo, y la buena noticia, esa obra tan solo es del Espíritu
Santo. Solamente si Dios de manera libre y soberana, por su Espíritu Santo hace
ese cambio en tu corazón, podrás ser re-creado, re-nacido y podrás repetir con el
apóstol Pablo: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive
Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el
cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Ga. 2:20.

Pasemos a los versículos 14 y 15

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7
14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto,
así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,

15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna.

Nicodemo es un maestro de Israel, conoce y enseña las Escrituras, pero no sabe


nada respecto del nuevo nacimiento, ni de la obra soberana de Espíritu Santo en
esa salvadora regeneración para los escogidos de Dios.

Apelando a ese conocimiento que Nicodemo tiene de las Escrituras, Jesucristo hace
referencia a los hechos narrados en el capítulo 21 de Números, básicamente se
trata del castigo que Dios le impone al pueblo de Israel por su pecado de rebeldía,
razón por la que, dice Números 21:6 “Jehová envió entre el pueblo serpientes
ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.” Así que, tras el
castigo y por la misericordiosa gracia de Dios, el pueblo se arrepintió y Dios lo
perdonó. Números 21:8-9 dice: “. . . Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente
ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella,
vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre un asta; y cuando
alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.”

En Juan3:14, Jesús le está diciendo a Nicodemo, que así como Moisés levantó la
serpiente en el desierto, y quien había sido mordido y por lo tanto iba a morir, si
miraba la serpiente levantada en el asta, sería salvado de la muerte. Así es
necesario que el Hijo del Hombre, sea levantado, esa es una referencia a la cruz.
Quien era crucificado, era levantado, para que el crucificado quedara a la vista de
todos los que por allí pasaran y lo pudieran ver. ¿Verlo? ¿Para que? Nicodemo está
hablando con el Salvador, Nicodemo conoce las Escrituras pero no reconoce al
Salvador tantas veces anunciado en ellas, Nicodemo ha visto las señales que
testifican de Cristo, pero tan solo reconoce a Jesucristo como maestro, ahora
Jesucristo le está anunciando que él, -Jesucristo- será levantado, será crucificado y
estará a la vista de todos, Nicodemo, si por tu pecado no me reconoces en las
Escrituras, si por tu pecado no me reconoces como el Salvador, pese a las señales
que hago, te anuncio que seré crucificado, que estaré a la vista de todos, “Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a
su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por
él.” Necesitas verme como Salvador, necesitas verme crucificado, allí estaré a la
vista de todos, como Redentor.

¿Qué pasó con Nicodemo? Note que el pasaje no lo vuelve a mencionar, sin
embargo, tiempo después este hombre vuelve a tener noticias de Jesús, los
fariseos, enconados enemigos de Jesús, buscan por todos los medios eliminarle.
Ante esa poderosa y corrupta maquinaria religiosa, Nicodemo, él mismo fariseo,

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ahora sin calcular los costos políticos, valientemente se opone a que Jesús sea
juzgado sin las garantías de ley, los cuestiona, en Juan 7:51 Nicodemo
valientemente les pregunta: ¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le
oye, y sabe lo que ha hecho?.

Posiblemente, Nicodemo, hace seguimiento de los acontecimientos que rodean a


Jesús, sabe que Jesús es arrestado, llevado ante el sumo sacerdote, interrogado y
presentado ante el malvado y codicioso Poncio Pilatos, para finalmente morir
levantado en la cruz, a la vista de todos.

Posiblemente Nicodemo recuerda las palabras de Jesús : "es necesario que el Hijo
del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna". Ahora lo está viendo levantado, crucificado, pagando por sus
pecados, aquel a quien entrevistó de noche, a quien tan solo reconoció como
maestro, ahora le está salvando, tomando sobre sí sus pecados, levantado,
crucificado en la cruz, a la vista del mundo entero, para que quien le ve y cree en
el, tenga vida eterna.

¡¡ Aleluya, gozo en los cielos !!, Nicodemo vio el milagro mas grande de Jesús, vio
su propia salvación, creyó, ¿en que momento? no lo sabemos, pero la Escrituras
dejan ver que en algún momento el Espíritu Santo obró, lo re-generó, lo re-creó, le
hizo nacer de nuevo, sus frutos dan testimonio de su arrepentimiento, Jesucristo ha
consumado su obra en la cruz, Nicodemo es testigo, por eso una vez que su
Salvador muere, Nicodemo, ahora, de día, sin secretos, contribuye con
abundantísimas especias aromáticas para la preparación del cuerpo de su Maestro,
de su Señor, de su Salvador.

Conclusiones
Hermano creyente, un día el Señor tomo nuestra vida y por pura gracia, nos hizo
nacer de nuevo, ahora no nos complacemos en el pecado, ahora amamos las cosas de
Dios, nuestra vida ha sido transformada.

¿Te gozas en esa nueva vida? No lo dudo


¿Esa nueva vida te ha sido de bendición? No lo dudo
¿Has compartido la doctrina del nuevo nacimiento con todos aquellos que te rodean
cada dia?
¿Ellos están viendo frutos dignos de arrepentimiento en ti?
¿Les estás mostrando a Jesucristo salvaldor?
Hermano, te invito a presentar día tras día, el mensaje del nuevo nacimiento a todos
los que te rodean.

Amigo presente, ¿Has oído de Jesucristo? ¿Desde hace cuanto tiempo?


¿Ves a Jesús como un sencillo maestro o un obrador de milagros?

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Necesitas verlo como tu Salvador, necesitas verlo como tu Señor, necesitas
urgentemente reconocer tu condición de pecador e implorar la misericordia de Dios,
para que re-cree, para que re-genera tu vida y puedas creer en El y ser Salvo.

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