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TIEMPOS DIVINOS
vIDA GONZÁLEZ
Guerra, hambruna, temor, estas palabras podrían describir con bastante precisión nuestra
realidad actual. El mundo en que vivimos parece estar muy lejos de ser ideal, nada tiene mucho
sentido.
¿Es el lugar en el que nos gustaría que vivan nuestros hijos? Tal vez la respuesta a esta
pregunta estará en la mente de la mayoría, no, este no es un buen lugar en donde estar.
Mas, ¿tenemos una alternativa? Bueno, nosotros lo creemos. Nuestro planeta es un buen
lugar en donde estar mientras permanezcamos en el plano tridimensional. Nosotros, en cuanto
devotos del Señor sabemos que el ciclo aparentemente interminable de vida y muerte constituye un
pasatiempo tedioso y que estaremos en mejores condiciones si fuéramos capaces de completar
nuestro viaje durante esta vida. No obstante, mientras estemos aquí debiéramos sacar el máximo
provecho de la experiencia. Necesitamos vivir en armonía con el resto de la creación.
Se puede hacer, no es fácil, mas ciertamente que es factible.
Este es el razonamiento detrás de este pequeño libro. Creemos que la presencia del Poorna
Avatar en nuestro planeta le está dando al total de la humanidad la mejor oportunidad que haya tenido
para alcanzar la autorrealización.
Los autores viven y trabajan en un pequeño poblado rural en las montañas de Victoria
Occidental, Australia. Como unidad familiar, no somos diferentes de ningún otro grupo en ninguna
parte del mundo. Le hacemos frente a dificultades y desafíos como cualquier otro. El donde vivan, no
hace diferencia alguna.
La única distinción residiría en que vivimos nuestra vida desde un punto de vista plenamente
orgánico.
Hasta donde nos es posible, cultivamos nuestros propios alimentos y nos mantemos lejos de
los supermercados. No usamos ni venenos ni contaminante alguno. Pasamos una buena parte del
tiempo tratando de evitar que pájaros e insectos se coman todos nuestros alimentos. No nos importa
compartir algo de ellos con nuestros amigos silvestres, mas, como también necesitamos comer,
controlamos hasta donde podemos, lo que ellos consumen.
Todos almacenamos el agua de lluvia que podamos y practicamos el reciclaje de restos
orgánicos y vidrio, plásticos y papel a diario. Para abonar el suelo que usamos para cultivar nuestro
alimento, pasamos bastante tiempo recolectando estiércol desde distintas fuentes, como caballerizas
o diferentes establos. Es obvio que vivir en un ambiente campesino facilita en algo las cosas.
Algunas personas pueden pensar que nuestra vida es muy dura, ya que hemos de trabajar
cada día de la semana. El manipular boñiga animal podría no ser la mejor definición de una vida
atractiva, y es un trabajo pesado. Mas, si uno disfruta lo que hace todo se traduce en una gran
diversión.
Por otra parte, puede que alguien sienta que nuestra vida es idílica y que somos una familia
privilegiada. Diríamos que ambas opiniones serían correctas. Es tan árdua como es entretenida,
ambas cosas al mismo tiempo.
No obstante, sucede que creemos que nuestro estilo de vida sea tal vez una de las muchas
posibilidades que tenga el género humano como alternativa a la contaminación y al desaliento. Que
nosotros, en cuanto sociedad, tengamos que introducir algunos cambios en la forma en que nos
comportamos, no constituye una novedad para nadie.
El cómo implementemos esos cambios en nuestras vidas diarias responde a una elección
personal y será determinado por muchos factores, como la ubicación geográfica y el conocimiento, la
determinación y otros por el estilo.
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Por varios de los últimos años hemos tenido el enorme privilegio de tener conciencia de la
presencia de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba en el planeta.
Creemos que Él es el Señor del Universo. Tiene bajo Su control a todos los elementos de
esta tierra y más allá. Él nos ha puesto aquí y dependía de nosotros el descubrir por qué lo había
hecho. Él también les puso aquí a ustedes, en dondequiera que sea, y lo hizo por una razón. Todos
tenemos trabajo por hacer como devotos del Señor. Swami espera que hagamos nuestra parte del
trabajo que tenemos a mano.
Como parte de la labor asignada por nuestro Señor, estamos ahora escribiendo este libro,
como nuestra contribución a la tarea comunal y es un privilegio el que se nos haya dado esta
oportunidad.
Esto es una guía para devotos, acerca de como implementar nuestra espiritualidad sobre una
base diaria. Simplemente narramos un recuento de cómo lo hacemos. No aseveramos tener la
solución pefecta para todos los problemas que enfrenta la humanidad, sin embargo, esta es nuestra
pequeña contribución. Esperamos que el lector aprecie este esfuerzo y pueda implementar algo de la
información que estamos proporcionando.
Vida González
Casterton, Febrero 2008
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Prólogo de la Traductora
Para algunos, el panorama del mundo se reduce a lo que les muestra una “ventana”
electrónica principalmente en materia de conflictos de todo tipo, unos reales, otros imaginarios. Son
pocos los que sienten curiosidad siquiera por echar una mirada al mundo que bulle en sus jardines...
para no hablar de una mirada amable al mundo de sus congéneres. Para una mayoría, la vida “les
sucede” simplemente y vive encerrada en una burbuja propia, desde la cual apenas si es consciente
del cambio de las estaciones.
No obstante, nuestro mundo ha acelerado su paso, ha salido de la inercia y ha avanzando
hasta un punto de giro. Este despertar se ha manifestado principalmente en un vuelco en el
pensamiento de miembros de una de las ciencias consideradas como “duras”: la física. Este vuelco
se percibe en la irrupción de una dimensión que no se había considerado sino como subjetiva:
hablamos del espíritu. Hay toda una pléyade de físicos que fueron abriendo camino en sus
concepciones hacia esta nueva dimensión: Albert Einstein, Max Planck, Werner Heisenberg, Niels
Bohr, Erwin Schrödinger, Wolfgang Pauli y Fritjof Capra, para mencionar a algunos. Podríamos
resumir esta nueva visión en lo que dijera Kenneth Wilber en su libro “Up from Eden”: “Si le
preguntaran a un hombre de ciencia, ‘¿Cree en el Espíritu?’, hace algunos años atrás habría
replicado, “¡Cómo voy a creer en el Espíritu, si soy científico!’ En cambio, unos años después, ante la
misma pregunta, responde, ‘¡Cómo no voy a creer en el Espíritu, si soy científico!’”
Pero aún queda una brecha por cerrar para llegar a lo que dos extraordinarios pensadores, Sri
Aurobindo, el iluminado santo hindú y el Padre Pierre Teilhard de Chardin, S.J., expresaran: el futuro
de la humanidad es la Conciencia de Dios.
Para cerrar esta brecha tenemos aún por delante una tarea ineludible. Debemos despertar y
mirar a nuestro alrededor. Dejar de ver el mundo a través de un televisor y comenzar a preocuparnos
por lo que le estamos haciendo a la naturaleza, al planeta y a nosotros mismos. Ya no sólo se trata
de nuestra comodidad, sino de nuestra sobrevivencia. Estamos en el umbral de una Nueva Era, la
Era Solar, la Era de la Verdad o como quiera que se la llame. Tenemos la fortuna de tener a un
Maestro y un Guía con nosotros, aquí y ahora en nuestra Tierra, Bhagavan Sri Sathya Sai Baba el
Avatar de esta Era.
¡Manos a la obra!, diríamos... Y para orientarnos, reconocer falencias y establecer
prioridades, nos cae en suerte este lúcido, articulado e inspirado texto de Vida González: “Tiempos
Divinos”.
Herta Pfeifer
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oo—oo—oo—oo—oo
no tiene sentido, pero será muy difícil intentar convencer a nuestros padres y amigos que la economía
mundial no colapsará por el hecho que no necesitemos ya asesinar a nuestras vacas y ovejas para
alimentar nuestros cuerpos físicos.
Será aún más duro informar a nuestras inmensas muchedumbres de hombres y mujeres
pescadoras y consumidoras de pescado, del hecho que nuestros mares están tan contaminados con
mercurio, que el comer cualquier clase de peces o mariscos es lo más cerca que pueden llegar a estar
de cometer suicidio.
Un paso a la vez es lo que se recomienda encarecidamente aquí, ya que los desafíos habrán
de ser muchos y frecuentemente más difíciles de enfrentar. Será sensato elegir como punto de
partida una tarea que requiera un esfuerzo mínimo para despegar.
En lugar de restringirse en comer carne, existen algunas otras vías para intentar esta
experiencia de cambio de vida que serán más fáciles de enfrentar en un comienzo. El fumar tabaco y
beber alcohol son identificados fácilmente por una mayoría como hábitos perjudiciales para la salud.
Por esta razón, el ponerle fin a estas nocivas prácticas sería recomendable como un primer paso ideal
en el camino hacia el liberarse de las prácticas destructivas que nuestra sociedad acepta como parte
de la vida moderna.
En Australia y en algunos otros países desarrollados, el fumar en lugares públicos ha sido
prohibido, facilitándole de este modo a los fumadores el pensar en abandonar el hábito. No
necesitamos que se nos diga qué hacer a cada paso; aunque una pequeña ayuda de la sociedad hará
las cosas algo más fáciles.
Sugeriríamos que la real prueba sería el encontrar la causa subyacente tras de la práctica.
Ante todo, la razón por la cual necesitamos fumar es tal vez lo que habríamos de encontrar primero.
La mayoría de la gente comienza a fumar debido a la presión de sus pares, y una vez que ha quedado
cogida en la situación, es casi imposible que deje la adicción.
¿Qué es lo que los cigarrillos reemplazan en nuestra vida? ¿Por qué tenemos que
emborracharnos con el fin de divertirnos? ¿De qué carecemos en nuestra vida para tener que
reemplazarlo con estas sustancias dañinas?
Estas interrogantes no podrían responderse fácilmente a menos que nos demos a nosotros
mismos la oportunidad para reflexionar acerca de las motivaciones que instigan nuestra conducta.
Necesitamos dejar de infligirle tanto dolor a nuestros cuerpos. Si se dejaran algún tiempo en
medio de sus ocupados horarios para sentarse tranquilamente en un rincón por cinco minutos, verán
sus vidas de manera muy diferente.
No les costaría nada hacer el intento, quien sabe, hasta podría cambiar su vida. Nos estamos
enfermando seriamente al adoptar hábitos que requieren permitirnos absorber sustancias muy
perjudiciales.
Estas no solamente son pesadas y densas, también son onerosas de adquirir. ¿Queremos en
verdad infligirle tanto sufrimiento a nuestros cuerpos o es que no estamos pensando realmente? El
estrecho espacio denso y lóbrego al que entramos cuando bebemos alcohol o ingerimos drogas
duras, no es un sitio grato desde el cual vivir una vida. La oscuridad es lo opuesto a lo que somos; es
por eso que no es grato estar en un lugar oscuro. ¿Por qué se pondrían dentro de él?
Permitámonos hablar de la densidad por un momento, puesto que rara vez establecemos una
conexión entre algo denso y una enfermedad mental, por ejemplo.
La Densidad
La densidad es un estado físico que define niveles vibracionales. Como ejemplo, podríamos
decir que mientras más pesados seamos, más densos seremos, y como consecuencia directa de
nuestra pesantez, vibramos a un nivel mucho más bajo.
Considerando la dificultad que muestra ya nuestro cuerpo físico en disolver y digerir esos
duros, así llamados alimentos, y agregando la cantidad de ácido que contienen como consecuencia
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del proceso de refinamiento para otorgarles una vida más larga en las estanterías, nos vemos
enfrentados a un cocktail letal de productos químicos que no podemos ni debiéramos aceptar.
La ciencia moderna ha aceptado que las más serias enfermedades de las que sufrimos, son
causadas por la enorme cantidad de toxinas que ingerimos a diario en una dieta normal. Cuando se
hayan acumulado en nuestros tejidos corporales por largos períodos, estas toxinas se desarrollarán
en tumores.
Cuando se dan los niveles de acidez ideales en nuestros cuerpos, estos tumores pueden
mutar hacia lo que llamamos cáncer y muchas otras enfermedades modernas. En realidad esto es lo
que los cánceres de cualquier denominación son : un signo de advertencia en cuanto a que algo no
está realmente bien.
Nuestro cuerpo es lo suficientemente inteligente como para hacernos saber que se está
produciendo un desequilibrio. Cuando escuchamos las campanas de advertencia, requerimos hacer
algo al respecto. Recibiremos muchos signos de alerta antes que una simple acumulación de toxinas
se vuelva lo suficientemente peligrosa al desarrollarse en una “así llamada” enfermedad.
Esta situación tampoco es aliviada por el hecho que la mayor parte de la gente no bebe casi
nunca agua pura, creando así un terreno ideal para que se desarrollen enfermedades.
Agreguen a la ecuación el que una mayoría de las drogas medicinales se obtienen fácilmente
en las estanterías de los supermercados en estos días, dándole a algunas personas la oportunidad de
servirse una sobredosis de productos químicos, y estarán enfrentado entonces una enfermedad
terminal en ciernes.
“Una dieta Sáthwica (pura, saludable) no implica únicamente al alimento que tomamos
por la boca sino que también significa el aire puro que respiramos por la nariz, la pura visión
que vemos con los ojos, los puros sonidos que escuchamos con el oído y
los puros objetos que tocamos con nuestros pies o manos.
Todo lo que absorbemos a través de las puertas de los órganos sensoriales
podría describirse como dieta.
Escuchar sonidos negativos, mirar vistas malas, tocar cosas malas
no constituyen una dieta Sáthwica.”
Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
Algunos sinónimos de densidad son oscuridad, grosor, viscosidad y todos ellos describen
pesantez la que es el opuesto de liviandad. Eso es lo que necesitamos llegar a ser. Livianos en todo
el sentido de la palabra.
Lo que Swami nos dice es que cuando vibramos a una frecuencia más alta, podríamos incluso
caminar a través de un cuerpo de materia muy pesada y densa, como una montaña. No necesitamos
hacerlo, mas sería importante el entender que en la medida en que elevemos nuestros niveles de
frecuencia vibratoria, también nos estaremos sintonizando con un grado de conciencia mucho más
elevado.
De modo que ahora entramos de veras en la espiritualidad y en como utilizarla en nuestra vida
diaria.
Al hacernos más livianos, también nos volvemos más equilibrados y, como consecuencia
directa de esto, resonamos con mayor sintonía con el resto del Universo. ¿Es de alguna significancia
el estar en sintonía con todo lo que existe? Nosotros pensamos que sí; permítannos, por favor,
exponerles algunas razones precisas respecto al por qué.
Asumamos por un momento que Dios lo es todo y también que está en todas partes en todo
momento; siendo este el caso, nosotros, como parte de la creación de Dios, también formamos parte
del Universo, es así que sería perfectamente sensato el que al menos tratemos de estar en sintonía.
Es la desconexión entre nuestro cuerpo y nuestra alma lo que nos está matando. Miren hacia
atrás cincuenta años y se encontrarán con un mundo diferente.
Todo era tan distinto, y aunque usábamos petroquímicos entonces, la contaminación era
mucho menor.
Hoy en día, las bolsas plásticas están bloqueando nuestras vías fluviales y contaminando los
terrenos agrícolas hasta el punto de hacer de nuestro planeta un lugar muy inhóspito para vivir.
Habríamos de enfrentar esta nueva realidad e intentar por lo menos de rectificar nuestros errores.
La mejor manera de hacerlo es el reconectarnos con el planeta en que vivimos, convirtiendo
toda esta densidad en Luz. Se supone que hemos de ser faros de luz, por ende debiéramos
comportarnos como tales. Permitámonos retornar al origen de todas las cosas convirtiéndonos de
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Todo el resto de posible escenarios se mantendrán dentro del campo de las posibilidades
infinitas, pero usted está eligiendo la situación misma que había tratado de eludir en primer lugar.
Mientras menos pensemos acerca de sufrir un accidente, menor será la ocasión para que este
suceda. Mas si el accidente está destinado a producirse, hay mucho que pueden hacer acerca de sus
consecuencias sin tener que gastar su esforzadamente ganado dinero. En el caso de una lesión
física, pueden sanarse por sí mismos, sin intervención de nadie más. Somos perfectamente capaces
de sanar nuestros propios cuerpos, aunque lo hayamos olvidado todo al respecto, eso es todo.
El seguro es tal vez la mayor falacia en nuestra sociedad de hoy. Si concordaran en esto con
nosotros, ¿a qué dirían que es apegada la gente que adquiere seguros? Nosotros pensamos que con
toda certeza podría ser el miedo.
La única manera de liberarse del miedo es el aceptar nuestro destino. Lo que esté destinado
a suceder ha sido hecho a medida para ustedes por su Hacedor y será lo mejor que pueda ocurrirles,
será para su beneficio. Dios no les está haciendo esto a ustedes; lo está haciendo por ustedes.
La aceptación sería entonces nuestra única salida de este predicamento, porque cada vez que
se rehusan a llevar a cabo alguna tarea o a aceptar algo, lo que están haciendo en realidad es admitir
que carecen de confianza. Por ende están justo en el blanco para ser puestos a prueba, y hasta que
no la pasen, la misma situación se les presentará una y otra vez. Podrán posponerla, pero no podrán
evitarla.
“Desapego, Fe y Amor – estos son los pilares sobre los que descansa la Paz.
Entre ellos, la Fe es crucial. Porque sin ella el Sadhana será un rito vacío.
El Desapego únicamente puede hacer efectivo al Sadhana, y el Amor
lleva rápidamente hacia Dios. La Fe alimenta la agonía de la separación de Dios.
El Desapego la canaliza por la senda de Dios. El Amor alumbra el camino.
Dios les concederá lo que necesiten y merecen, no hay necesidad de pedirlo,
ni razón para quejarse. Estén contentos, agradezcan todo lo que suceda,
cada vez que suceda. Nada puede suceder sin Su Voluntad.”
Volviendo atrás, hasta donde empezamos, podemos decir con confianza que al convertirnos
en uno con la Luz, no podemos eludir nuestro destino aunque, ciertamente, podemos al hacernos
seres humanos más saludables, estar mejor preparados para enfrentar nuestra vida con la seguridad
que ninguna enfermedad puede atacar a un cuerpo saludable.
Una enfermedad es un desequilibrio y puede ser corregido simplemente eliminando el
consumo de sustancias perjudiciales y comiendo alimentos frescos, orgánicos, cultivados localmente,
y bebiendo agua fresca, tibia.
Al hacerlo así, también estaremos tratando de manera mucho más amable a nuestro planeta,
evitando el uso de mucho combustible fósil y ahorrado, de pasada, millones de dólares.
Hemos tocado hasta ahora toda una gama de diferentes modos de enfrentar nuestros apegos
y existen muchas otras posibilidades, mas como cada individuo tiene un vasto número de asuntos que
tratar, sería muy difícil poner una solución a disposición de todos, todos hemos de encontrar nuestro
propio camino en torno a este tópico.
Otro enfoque para incrementar nuestros niveles vibratorios, es poner en práctica otra de las
enseñanzas de Swami : el Sacrificio. Swami dice que el sacrificio debiera ser practicado en la forma
de servicio a los pobres y los que estén en situaciones sociales muy desventajosas, por ejemplo.
Baba le da mucha sustancia a este tema cuando dice, “Las manos que ayudan son más
santas que los labios que oran”. Hay mucho que podemos hacer por ayudar y, ciertamente, no
requerimos ir muy lejos de casa para encontrar a alguien con necesidades, de hecho, nuestros
parientes y amigos podrían representar una buena base para nuestro servicio a la sociedad.
Cuando trabajamos desinteresadamente para ayudar a la comunidad o a un individuo,
estaremos sirviendo a Dios y nuestro trabajo se transforma en adoración.
Este tipo de trabajo nos promueve a un plano de conciencia mucho más elevado. Debiéramos
aprovechar cada oportunidad que se nos ofrezca para servir a quienquiera que lo necesite, aunque en
realidad somos nosotros los que recibimos el beneficio de nuestro trabajo.
Volviendo a un párrafo previo, podemos decir con seguridad que si estamos totalmente
comprometidos con nuestra devoción al Señor, debiéramos ser capaces de reconocer a Dios en cada
criatura y, al hacerlo así, no debiéramos tener dificultades en ofrecer nuestra ayuda a los necesitados
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en cuanto una ofrenda a nuestro Padre Celestial. No cabe la menor duda que Él aceptará nuestro
trabajo como muestra de nuestra devoción.
Quienquiera que llegue a solicitar un servicio de ustedes será aquel al que deban
atender en ese momento. Será su deber el darle a esa persona alguna satisfacción a través
de su servicio, y ese será el mejor trabajo que puedan hacer en ese momento.
El presente, cuando puedan hacer algo, será el momento más sagrado.
No ven el futuro, porque sus ojos no pueden percibirlo.
El pasado se ha ido y no hay nada que puedan hacer respecto a él.
De modo que el momento presente es el mejor – aquel momento en que pueden
cumplir su deber y prestarle servicio a la persona que viene a pedir su ayuda.
Thomas A. Edison
Nuestra cáscara exterior Física es invariablemente una ilustración de lo que está sucediendo
en el interior. Usualmente le damos muy poca oportunidad a nuestros cuerpos de mostrarnos lo que
pueden hacer. Nuestra tendencia a confiar en drogas medicinales, médicos y otros por el estilo es
dominante y nos ha llevado a un colapso casi total de nuestro sistema inmunológico.
Nos hemos hecho absolutamente dependientes de todo tipo de dañinos así llamados
medicamentos, al tomarlos cada vez que tenemos un resfrío, lo cual muestra claramente cuan
deficiente es nuestro entender sobre como funciona el cuerpo.
Todos hemos escuchado la frase “es un maravilloso medicamento, pero tiene unos
desagradables efectos secundarios”. ¿Cómo puede calificar como medicamento si tiene efectos
secundarios? La definición misma de medicamento es terrorífica:
En un mundo ideal, debiéramos tener un suave resfrío cada mañana para limpiar nuestro
sistema. Al toser y estornudar estaremos desbloqueando nuestras vías aéreas de manera natural,
haciendo pasar aire por ellas. No hay necesidad de detener esta saludable manera de liberarnos de
algunas bacterias indeseadas.
Las fiebres son otro medio que usa nuestro cuerpo para responder cuando está bajo ataque.
Dos o tres grados en la temperatura corporal puede que no signfiquen mucho para nosotros, aunque
para micro-organismos significa la diferencia entre la vida y la muerte.
Obviamente, el hacer uso de algo de sentido común cubre un largo camino. No estamos
sugiriendo de ninguna manera o forma el que todos los medicamentos sean malos o que los médicos
sean innecesarios, por el contrario, realizan una gran labor y le ayudan a una enorme cantidad de
gentes, mas es muy importante el apreciar que intentar prevenir que nuestro sistema se proteja a sí
mismo contra algún tipo de ataque externo, no representa el mejor enfoque para una buena salud.
El permitirle a la Naturaleza tomar su curso es tal vez lo más cerca que podamos llegar de
“dejar de hacer y dejar a Dios”. Entonces, ¿qué es lo que realmente nos está enfermando tanto? Una
corta respuesta para esta pregunta sería, es nuestro Estilo de Vida.
No podemos esperar que nuestros cuerpos físicos acepten sin quejarse, los masivos niveles
de contaminación con los que les alimentamos, incluyendo niveles de ruido y de humo, en especial en
nuestras ciudades.
No hay manera en que podamos comprar un automóvil y luego verter vino en el estanque de
combustible; sabemos bien que no andará. No obstante, esperamos que nuestros cuerpos toleren una
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en la adolescencia.
¿Puede alguien percibir algo de anormal aquí? (Los terneros bebé son en general varias
veces más pesados que los bebés humanos, por eso tiene sentido que el calcio que necesitan para
mantener sanos sus huesos sea muy grueso y casi imposible de digerir para nosotros).
Como lo mencionáramos antes, nuestro propio sistema nos provee de suficiente calcio
específicamente hecho para nosotros por nuestro propio cuerpo, en una perfecta adaptación.
Cuando ingerimos calcio de otras fuentes, para lograr acomodar esta ingesta extra
desperdiciamos nuestra maravillosa fabricación propia, en forma de orina que se va por el desagüe
cuando vamos al retrete.
Esta situación nos deja con dos problemas. El primero es que perdemos el buen material que
mantendría sanos nuestros huesos, y, el segundo sería el que terminamos con una sobrecarga de una
sustancia muy grosera de la que no somos capaces de hacer uso. En la mayoría de los casos, como
se dijera antes, ese excedente se guarda en nuestras articulaciones, en donde se acumula y
comienza de inmediato a cristalizarse.
Este desarrollo puede tratarse con relativa facilidad cuando somos una activa persona de
veinte años de edad. Mientras mayores seamos, más difícil se nos hace eliminar este exceso.
Pueden imaginar lo que puede suceder cuando, para corregir una deficiencia de calcio, se
espera que tomen más de un calcio artificial imposible de digerir, fuera de toda la cal y los químicos
empleados para hacer esas tabletas.
Terminan con osteoposoris, un estómago asaz descompuesto y un gran agujero en su
billetera.
Creemos que debe haber algún camino de salida, tiene que existir alguna manera mejor.
Es por eso que estamos escribiendo este libro. Consiguiendo toda esta información, pueden,
al menos ahora, repensar sus vidas en términos de cuan dependientes son de tantos factores
externos y, es de esperar, hacer algo al respecto.
Confiamos en que cuando aumentamos nuestros conocimientos sobre algo, podemos
prepararnos para abordar estos temas de mejor manera.
Se producirá entonces un milagro natural, porque contamos ahora con una mejor alternativa
para la enfermedad, podemos mirar nuestras vidas desde una perspectiva nueva, que nos da la
ocasión de analizar las diferentes maneras de corregir los posibles errores que podamos haber
cometido en el pasado.
Podemos elegir si queremos seguir apegados las antiguas costumbres, sólo porque las
obtuvimos de nuestros mayores. Podríamos seguir siendo dependientes de las fuerzas externas. O
podríamos irnos por las ramas y seguir nuestra propia intuición.
Esta es la clase de libertad de la que hemos estado hablando. Si piensan que algo está bien,
háganlo de todos modos. Mas si pensaran que podría no ser una muy buena idea, aunque todos los
demás lo hagan, bueno, entonces tendrían su oportunidad de elegir.
Swami ha dicho que Él es la conciencia dentro de nosotros, Él es la concienciación. Cuando
estén tratando de tomar una decisión en cuanto a hacer o no algo, pásenlo por la prueba de fuego.
Si lo ponen frente a su conciencia superior, ¿pasará la prueba, sea lo que sea que ustedes
piensen hacer? Si la respuesta fuera afirmativa, simplemente sigan adelante y háganlo. Mas si no lo
sintieran como correcto, por amor a Dios, intenten otra cosa. Habrán de ser valientes para
implementar este consejo, pero pensamos que vale la pena.
Este coraje recién encontrado les abrirá muchas puertas. Si son lo bastante valerosos como
para seguir a su corazón, podría suceder que, el tomar su propia decisión basada en la moral y una
ética ecológica más que en las tradiciones, les haga capaces de desprenderse de una larga lista de
patrones conductuales con los que no concordaban, pero que simplemente aceptaban.
Obviamente, el dar el primer paso podría desorientarnos, incluso podría hacernos reflexionar
aceca de si hemos tomado o no la senda correcta, mas estas dudas no se mantendrán por mucho
tiempo.
Cuando nos encontremos, finalmente, disfrutando de nuestra independencia, tendremos el
beneficio extra de una maravillosa sensación de alivio. Luego al encontrarnos con gente afin
completaremos el cuadro.
En cuanto al tema de la ética, podríamos agregar algunas palabras de estímulo. Tomar el
camino más corto a casa puede ser práctico a veces y muy recomendable cuando volvemos desde el
trabajo, por ejemplo.
Mas, tomar atajos cuando estamos por tomar una importante decisión acerca de como hacer
calzar una ética y principios morales en nuestra vida diaria, no será ciertamente hacer algo inteligente.
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El que les haya sido dada una cierta tarea por cumplir no sólo les ofrece una maravillosa
oportunidad para conseguir una promoción, sino que les da la absoluta certeza del éxito, porque Él
nunca les pedirá que carguen con un peso superior al que puedan llevar.
Una vez que se hayan convencido de la misión, nunca miren atrás, dejen que el Señor les
guíe y les consuele por el camino, sin que importe lo difícil que pueda parecer.
Entonces, una vez que hayan llegado a su destino, nunca juzguen el resultado final. No traten
de entender. Incluso aunque ustedes lo sientan y les parezca como un fracaso. Siempre será
perfecto a los ojos del Señor. No vacilen, una vez que se hayan convencido, pónganse en las seguras
y amorosas manos de su Creador y sigan adelante.
nombre del progreso industrial y comercial. Nos muestran una cara amable en los avisos de la TV,
aunque son cualquier cosa menos amigables.
¿Han observado alguna vez cuan regulares en tamaño son las manzanas que consiguen en
un supermercado? ¿Se han preguntado por qué? Los manzanos producen manzanas de muchas
formas y tamaños, pero eso no lo ven en perfecta disposición de frutas y vegetales en la sección
correspondiente de cualquier supermercado grande.
Los agricultores en Australia son obligados a rechazar sesenta por ciento de las manzanas
que producen, por las irregularidades en forma y tamaño. A las corporaciones les pueden vender
únicamente fruta que luzca perfecta, el resto va para la alimentación de ganado o se deja
descomponer en el terreno. El pobre agricultor es quien tiene que pagar la cuenta. Para no
mencionar los cambios climáticos como las sequías o las inundaciones. La fruta que compran tiene
también otro nocivo secreto oculto agregado. Es cosechada en verde, para evitar el ataque de
insectos, y a continuación la fruta es guardada hasta por dieciocho meses en inmensos congeladores.
Cuando llega hasta sus mesas, la manzana que luce tan tentadora y lozana es cualquier cosa menos
fresca.
El mismo ejemplo es aplicable a cualquier fruta o vegetal que ven en los anaqueles. Los
buenos viejos tiempos cuando el pequeño almacén de la esquina tenía la oportunidad de proveer
frutas y vegetales no contaminados, es asunto del pasado.
Mas, de nuevo, esta no es una declaración de guerra políticamente motivada en contra de las
grandes corporaciones; no tendríamos ninguna chance de luchar en contra de las multinacionales.
Estamos simplemente haciendo valer los hechos. Si no dejamos de contaminar nuestro
planeta y nuestros cuerpos con químicos de cualquier denominación, pereceremos más temprano que
tarde. Nuestros cuerpos ya no pueden seguir resistiendo el castigo; necesitamos volver a lo básico.
Sabemos que todo esto suena dramático y parece ser imposible de rectificar, mas no es así.
Todos tenemos el poder de hacer algo acerca de la contaminación; somos la causa misma de
ella, por ende ciertamente que podemos hacer algo al respecto. Como dijimos al referirnos a cambiar
nuestros hábitos cotidianos, no esperamos que nadie lo haga todo de una sola vez, no funcionaría.
Hemos de hacerlo gradualmente, paso a paso. Si la tarea a la mano parece demasiado grande para
un individuo, es porque lo es. Nadie espera de nosotros el hacerlo todo, pero ciertamente que
podemos y debiéramos hacer nuestra parte.
La gente a menudo se queja de la polución y contaminación que afecta a nuestros ríos. Los
niveles de ruido también representan una gran amenaza para la salud, ya que parecen estar fuera de
control. Todo esto sucede debido a nosotros, nosotros somos los que adquirimos los bienes, y a
nosotros se nos debiera declarar responsables. Es tiempo que despertemos a una nueva realidad.
Debemos tomar el control de nuestras vidas y debiéramos aceptar la responsabilidad por lo
que le suceda al delicado medioambiente en que vivimos.
Una parte del convertirse en un ser humano responsable debiera ser el aceptar nuestra cuota
de culpa por la condición de nuestro planeta en el momento actual.
No damos la impresión de darnos cuenta que el transportar bienes de un lugar al otro no
solamente cuesta dinero, sino que también causa una increíble cantidad de polución que afecta a
todos.
Muchas de las enfermedades de la fruta de las que se quejan nuestros agricultores, son
foráneas y lo mismo sucede en cualquier otro país. Lo que pudiéramos considerar como una maleza
en Australia, podría ser algo apetecido en otras partes del mundo, y las consecuencias de estar
esparciendo malezas por todos lados le son bien conocidas a los agricultores.
Millones de toneladas de químicos son utilizadas cada año con el propósito de eliminar
vegetación silvestre indeseada desde los terrenos acotados para cultivo.
Muchas especies de insectos son importados desde otros países para tratar de controlar
pestes, y esto le trae también serias consecuencias a nuestro frágil medioambiente.
Nuestra determinación en señalar los valores reales de cultivar de manera local, o mejor aún
de cultivar nuestros propios alimentos, se basa fundamentalmente en el hecho que sólo cincuenta
años atrás nuestro planeta era un lugar muy diferente. Era más limpio y más sano, en tanto que ahora
es un verdadero lio. Si hemos de darle un futuro a nuestros vástagos en este planeta, tendremos que
cambiar de manera de actuar.
Hace sólo unas décadas atrás no teníamos la clase ni la magnitud de problemas que
enfrentamos hoy en día. Y nos sentimos confiados en que así como los hemos causado, también
podemos rectificarlos.
Podemos hacerlo. Podría parecer como una causa perdida dado que la extensión del daño es
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tan grande. Mas, como es frecuentemente el caso, cada vez que enfrentamos una tragedia de algún
tipo, nuestra primera reacción será de desesperación y desolación. Una vez que superamos el
impacto, podemos empezar a hacer lo que se requiere, poco a poco, hasta que logremos el éxito.
No podemos realmente echarle la culpa todo el tiempo a la corporaciones multinacionales;
quizás no son sino aves oportunistas. Viven y se reproducen consumiendo nuestra carne misma, mas
sólo porque nosotros se lo permitimos. Nosotros les dimos la oportunidad y ellas muy contentas la
aprovecharon, eso es todo.
Es nuestra opinión que el real enemigo vive entre nosotros, o lo que es peor, dentro de
nosotros.
Nuestros propios deseos nos están llevando hasta el borde mismo de la desesperación. No
importa que vivamos en Alaska, si se nos antoja comer mangos, tenemos que conseguirlos. La
absolutamente desproporcionada cantidad de esfuerzo, combustible y dinero que hayamos
desperdiciado y el nivel de polución que hayamos causado, no serán ni por asomo tan importantes
como el complacer a nuestro sensual apetito por deleites exóticos.
Pregúntenle a cualquiera sobre qué le gustaría tener para la cena, si pudiera costearlo, y
nueve sobre diez mencionarán el caviar y el champagne como lo más deseable. No es que sepamos
lo que es el caviar; si lo supiéramos no lo tocaríamos ni con una vara de dos metros. El caviar es, en
realidad, los huevos crudos y salados del esturión, un pez gigante nativo del Mar Caspio y las áreas
circundantes. Alguien probablemente pensó, “Esto es tan inusual y oneroso de producir que la
mayoría de la gente nunca podría costearlo, muy bien entonces, tenemos que tenerlo.” La masacre
masiva de millones de estos infortunados peces no nos preocupa en lo más mínimo, la buena vida
viene primero.
Países como Japón y Noruega gastan millones en cazar y masacrar a nuestras hermosas
ballenas, simplemente porque les agrada el sabor de su carne. Un solo plato de ballena les costará
cien dólares americanos en cualquier restaurant de Tokio.
Los franceses sobrealimentarán a gansos y patos hasta que las infortunadas aves desarrollen
una enfermedad terminal del hígado. Luego el ave gravemente enferma se mata sólo para hacer una
así llamada exquisitez denominada Pâté. Y lo aceptamos todo en nombre del progreso, la comodidad
y la sofisticación.
El fondo del asunto aquí es la ignorancia, pura y simple. Si supiéramos lo que estamos
comiendo y lo que ha tomado el ponerlo en nuestro plato, ésto, por lo menos, nos llevaría a pensarlo
dos veces.
¿Qué les parece agregarle un poco de compasión a nuestras vidas? Estos bellos animales
tienen un rol que desempeñar en la creación, rol que ciertamente no es el de terminar en nuestro plato
de comida. No podemos considerarnos gente espiritual y comportarnos al mismo tiempo como
bárbaros.
Esta no es más que la punta del iceberg y, debido a que esto no es un análisis de la cultura
mundial y lo que podría andar mal en ella, no vamos a extendernos mucho más sobre este tópico.
Nuevamente, la idea que hay detrás de darles algunas informaciones es que, una vez que
estén bien versados en las causas de nuestro predicamento, puedan decidir actuar a una escala que
les resulte fácilmente manejable.
Habiendo establecido nuestra intención, una vez que sepan qué hacer, si llegaran a la
conclusión que no hay nada que puedan hacer puesto que no son sino un individuo, diremos, que se
han olvidado por completo de quienes son. ¡Qué vergüenza!
Por favor, no olviden que una multitud de gentes no es sino un gran grupo de individuos. Si
nos unimos podemos encontrar una solución a todos nuestros problemas. Todo lo que tenemos que
hacer es darle un impulso.
La aparente debilidad de uno puede ser reemplazada por el asombroso poder de muchos. No
somos realmente pequeños e impotentes individuos. Somos, como dice Swami, chispas de Divinidad.
Cada una de las células de nuestra forma física es 1.17 voltios de energía eléctrica. ¿Se
pueden imaginar el enorme poder que podríamos reunir, dejando simplemente de lado nuestras
diferencias?
La ignorancia es una inmensa fuerza que podría requerir de algún esfuerzo para ser vencida,
mas cuando un grupo de seres humanos de mentalidades afines quiere conquistarla, es muy poco lo
que pueda hacer esta energía negativa. El mal no es sino ignorancia en movimiento.
Venzan a la ignorancia y no tendrán problemas para conquistar a la polución y a otras fuentes
de amenaza. Sí, somos lo que comemos, por lo tanto asegurémonos que sabemos lo que nos
estamos llevando a la boca y por qué. Nuestra vida espiritual depende totalmente de esto.
20
Australia gasta uno y medio billones de dólares cada año tratando desórdenes ligados a la
obesidad (y esta es una cifra muy conservadora). El gobierno cree que estamos enfrentando a la
mayor epidemia de enfermedades cardiovasculares en la historia del país. Cuarenta y nueve por
ciento de la población está con sobrepeso. Cientos de millones de dólares son gastados, cada año,
por gentes que intentan bajar de peso.
Y se preguntan por qué. ¿Cuál podría ser la razón detrás de esta epidemia? Sólo comemos
toneladas de grasas saturadas, camionadas de preparados azucarados y cajas y más cajas de
alimentos congelados llenos de sal, azúcar y preservantes. Enjuagamos todas estas exquisiteces con
galones de la mejor cerveza del mundo. ¡Todo está bien! ¿Podría alguien ver alguna razón del por
qué somos el segundo país más obeso en el mundo, quedando detrás sólo de los USA?
Podemos tener sólo un indicio. Es todo lo anterior, compañeros, nada más. ¿Qué clase de
células puede crear nuestro cuerpo con estos ingredientes? La respuesta es, la peor clase. Y deben
agregar, colorantes permitidos, establizantes, saborizantes artificiales, sodio, y la lista sigue y sigue.
Eso completa este espantoso cuadro, y ellos, pese a todo lo que se ha dicho, se preguntan
por qué. La Fuerza Vital es el secreto.
Fuerza Vital es lo que necesitamos para crear vida. Ninguna substancia viviente puede ser
producida desde la materia muerta. Una vez que está muerta, está muerta. Podríamos usar esa
materia sin vida para hacer compost y nutrir el terreno y entonces, podemos comenzar una vez más el
proceso de creación.
¿En dónde va a detenerse? No necesitamos hacer nada de esto para alimentar a una
humanidad hambrienta. Hay suficiente buen alimento en nuestro planeta para todos; no hay
necesidad de continuar con la matanza en masa de animales y con la explotación de los hombres por
los hombres.
Todo lo que se necesita es que cada uno de nosotros cuide de su vecino. Si fuéramos
capaces de ahorrar una pequeña porción del dinero que gastamos cada año en corregir lo impropio
que hacemos al comer en exceso, podríamos educar y alimentar a todos los niños pobres de un país
latinoamericano o de cualquier otro lugar del mundo en desarrollo, sin ningún problema.
Necesitamos educar a nuestros hijos desde la más temprana edad posible. Tienen el derecho
de saber qué están comiendo. Ellos nos confían sus vidas y nosotros les fallamos. Una de las
experiencias más perturbadoras que hayamos tenido la oportunidad de presenciar, se produjo durante
una clase de arte para niños pequeños.
Algunos niños pidieron ser llevados a un Kentucky Fried Chicken para la colación y mientras
tratábamos de explicar la relación entre lo que ellos querían comer y un hermoso polluelo que comía
pasto en el jardín, pudimos observar que en ningún momento pudieron establecer una conexión entre
las dos imágenes. El cuerpo muerto de un pobre pollo es delicioso, en tanto que un maravilloso
polluelo ocupado en buscar su alimento no era sino un pájaro. En sus pequeños cerebros no pudieron
discriminar entre el bien y el mal. Nosotros les hemos enseñado todo lo que saben. ¿Cómo podrían
haber visto la diferencia?
Incluso tenemos denominaciones diferentes para ellos, un pollo vivo es llamado ‘pollito’ y uno
muerto es llamado ‘carne de ave’. Lo mismo sucede con oveja y ‘carne de cordero’, una vaca y ‘carne
roja’; cerdo y ‘carne de puerco’. Cambiando de nombre nos libramos del asesinato. [Esto es algo no
tan extremo en castellano, ya que las denominaciones no difieren mucho. – N. de la T.]
Un niño pequeño nunca mataría a un animal; tendríamos que enseñarle como hacerlo. Mas,
por qué los matamos nosotros, bueno, la respuesta es simple : es ignorancia. No tenemos idea de por
qué hacemos las cosas que hacemos. Simplemente seguimos a la masa. No debe ser malo si todos
los demás lo hacen. Los animales no tienen sentimientos, dicen. Cualquiera que crea esta insensatez
debiera observar a una gallina con sus polluelos para ver hasta qué extremos esta maravillosa criatura
está preparada a llegar para proteger a su cría.
infecciones, antibióticos que nosotros los humanos ingerimos junto con la carne, debilitándonos cada
vez más.
Una amenaza muy común en estos días es la intoxicación con ‘salmonella’. La salmonella es
un producto secundario al agregado de antibióticos al alimento animal. Se desarrolla en la carne no
cocida. Este microorganismo es tan fuerte que puede desayunar antibióticos sin morir. Si comieran
carne cruda, lo que están comiendo realmente son bacterias de salmonella vivas que les pueden
enfermar seriamente.
Debido a las grandes cantidades de antibióticos agregados a la carne que llegamos a
consumir, la mayoría de la gente no puede defenderse cuando se enfrenta a una infección, y algunas
personas incluso morirán. Una vez más hemos perdido el guión cuando se trata de llevar una vida
saludable. No tenemos idea de cómo conservarnos sanos y no hacemos esfuerzos por apreciar lo
importante que es estar bien físicamente.
El camino por el que vamos nos llevará a la destrucción total del medioambiente y de la raza
humana. Nuestro enfoque de la salud como comunidad causa consternación, lo que nosotros en
Australia llamamos el sistema de salud, debiera ser conocido como el sistema insalubre. La forma en
que las enfermedades graves son tratadas por la comunidad médica, no solamente es errónea,
debiera ser ilegal.
La medicina occidental (al menos en este país) trata los síntomas más que la causa real de la
dolencia. Una y otra vez vemos a gentes que son enviadas de regreso a casa con una larga lista de
drogas para tratar un síntoma que podría o no haber sido la razón por la que el paciente fuera al
hospital en primer lugar.
Lo que es aún más inexcusable es que, si un médico quiere hacer lo correcto y decirnos qué
es lo que realmente anda mal con nosotros; él o ella podrían estar en problemas con la comunidad
médica organizada, porque estarían yendo en contra de su código de ética.
En nuestra humilde opinión, el sistema de salud ha sido organizado para mantenernos
enfermos y para volver por más.
Si sucediera que uno tuviera síntomas similares a los que se dan cuando se sufre de
epilepsia, por ejemplo, será medicado para la epilepsia, ya sea que la sufra o no. Eso es lo que dice
el libro, de modo que eso es lo que harán, ya sea correcto o erróneo.
Y luego, si uno no responde al tratamiento, intentarán algo más hasta que uno recobre la
sensatez y decida responder al tratamiento o se muera, o algo peor. Si se muere, bien, todo habrá
terminado, por alguna razón no pudieron ayudarle, y seguimos al próximo. Mas si uno decidiera
soportar el dolor y luchar un día más, entonces le darán algunos químicos más hasta que uno ya no
pueda luchar. Aunque puede que esto se tome algún tiempo... hay gentes que siguen y siguen
durante años.
Una vez oimos decir que a nuestra pequeña hija se le habían administrado las mejores drogas
disponibles en el mercado, ella simplemente no había respondido al tratamiento.
Y ni siquiera se atrevan a decirles que piensan que la droga les está haciendo sentirse peor,
se les pedirá que se callen, después de todo ustedes no son médicos.
Obviamente no estamos aseverando que todos los médicos son iguales. Hay algunos que
son maravillosos profesionales que harán todo lo posible por ayudarle a todo el que lo requiera. No
estamos hablando aquí de individuos; nos estamos refiriendo a las gentes que manejan el sistema
hospitalario, las cuales, en la mayor parte de los casos, ni siquiera son médicos.
Debido a que son burócratas y no saben nada mejor, les van a tratar como a un número. No
serán más que un trabajo por delante y, mientras antes estén fuera de sus manos, mejor. Dada la
forma en que son manejados los hopitales, se estarán haciendo un favor a sí mismos manteniéndose
alejados de ellos tanto como les sea posible. Por otra parte, podrían decir, confíen, necesitamos
hospitales y médicos, qué pasaría si se fracturan una pierna. Y tendrían tazón; en ese caso les
aconsejaríamos ir a un hospital y ver a un médico y hacer que les enyesen la pierna.
Eso lo hacen muy bien. Mas, no importa cuan enfermos piensen que estén, siempre podrán
sanarse a sí mismos. De hecho no existe mejor opción, lo pueden hacer, y todo lo que necesitan es
recurrir dentro de sí mismos a sus maravillosas Fuerzas Internas. Sí, lo han leído bien, en el lado
opuesto del espectro, existe un poder que proviene de adentro de ustedes, y lo llamamos Fuerza
Interna.
El Avatar nos dice que somos exactamente lo que es Él, una energía no física que no puede
medirse, puesto que es todopoderosa e infinita. Dice que somos maestros cósmicos viviendo una
experiencia física con un muy elevado propósito. Y si lo creyéramos, como lo ha dicho muchas veces,
Él nos ha estado preparando por muchas vidas para enfrentar el momento actual, ¿por qué, entonces,
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La Verdad
“La Verdad descansa sobre su propia evidencia,
no requiere de ningún otro testimonio para verificarla,
resplandece por sí misma.”
Swami Vivekananda
Aparentemente, no tenemos sino una alternativa para la enfermedad, vale decir, la medicina
occidental. Si aceptáramos esto como correcto, ¿qué hacemos con el hecho que cada cierto número
de años, los textos de medicina se reescriben por completo cuando nuevas investigaciones dejan a
las anteriores como obsoletas? Terapias que hasta ayer eran el único, mejor e irrefutable tratamiento
para muchas enfermedades, han de ser descartadas hoy. ¿Cómo nos las arreglamos con este viraje
en la realidad?
¿A quién le creemos? Las drogas medicinales que en los años sesenta se empleaban para el
control de la natalidad, fueron retiradas de las estanterías de las farmacias, porque causaban defectos
de nacimiento en las siguientes generaciones. Hoy en día, esas mismas drogas se están usando para
tratar algunas formas de cáncer.
¿Puede alguien explicarnos este peculiar ejercicio en reciclado? Si era malo ayer, es malo
hoy. Alguien no está diciendo la verdad. Según el diccionario, 'Verdad' es la calidad de ser genuino,
real u objetivo. Según Baba, la verdad nunca cambia, si es verdadero no se puede comprobar falso.
El conocimiento ancestral mantenido vivo por los diferentes pueblos indígenas de muchas regiones de
nuestro Planeta no ha cambiado en milenios.
Todas esas culturas han sobrevivido por eones en el tiempo, simplemente conectándose al
Gran Espíritu o cualquier otro nombre que puedan haber usado. No existían las drogas. Ellos
entendían el hecho que cualquier enfermedad que el cuerpo físico pudiera estar experimentando, no
podía sino venir del ámbito espiritual y sólo podía ser remediada, reconectando el cuerpo al espíritu,
simplemente sintonizándose. Cuando estamos completamente conectados, el estar enfermo no es
una opción. Este estado de existencia no sólo es alcanzable, sino también esencial para existir en la
nueva realidad a la que estamos entrando.
La Edad de Oro está encima de nosotros. Dios le ha prometido a toda la humanidad una era
de felicidad y de paz que durará mil años. Tenemos que desempeñar nuestro rol en este Drama
Cósmico, tenemos trabajo por hacer, y este no puede esperar. El tiempo de preparación ha llegado a
su fin, los cimientos se han establecido y ahora debemos asumir nuestras cualidades Divinas y
ponerlas a trabajar.
En esta etapa podrían surgir ciertas interrogantes. Podrían decir, “Eso resulta más fácil decirlo
que hacerlo” y puede que tengan razón. Hemos dependido de esas fuerzas externas por tanto tiempo
que hemos perdido la habilidad de utilizar nuestro poder.
El camino de vuelta a la plena maestría podría ser traicionero, entonces, ¿en dónde
empezamos? Al haber introducido algunos cambios en nuestra dieta ya habremos adelantado algo.
La meditación podría representar el próximo escalón lógico de subida. Mas, ¿cómo se hace?
¿Puede meditar cualquiera? La respuesta es sí; todos y cada uno de nosotros puede y debiera
meditar, idealmente cada día. Hay muchas maneras de hacerlo, tantas como gentes hay en el
planeta, no hay formas correctas o equivocadas.
Swami ha dicho, “Cuando y dondequiera que se pongan en contacto con Dios, ese será el
estado de meditación.” Claramente, Él nos está permitiendo hacerlo todo a nuestro pripio ritmo.
Cinco minutos de calma les dejarán en el estado de ánimo preciso. El próximo paso es concentración.
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Para esto, Baba dice que podríamos contemplar la luz de una vela por unos pocos minutos hasta que,
al cerrar los ojos, podamos aún ver su llama en nuestras mentes. Puede resultar algo difícil el
visualizarla en un comienzo, mas la práctica lo perfeccionará.
En este punto, Swami nos instruye para que llevemos la llama hasta nuestro corazón y
dejemos que incinere cualquier impureza que podamos encontrar. Una vez hecho ésto, debieran ir
moviendo la llama hacia los diferentes órganos hasta que hayan sido profundamente limpiados y
queden libres de todo tipo de contaminación.
Para cuando hayan terminado con todas las rondas, es muy probable que hayan finalizado la
meditación. Podría tomarles cinco minutos o podrían ser treinta, eso no hará diferencia.
En todo caso, es el establecer la intención lo que realmente hará que la meditación sea
exitosa.
En el momento en que tomen la decisión de conectarse a un nivel superior de conciencia, el
ambiente real en el que se encuentren, será transformado en un santuario apacible y sereno, en el
que se puedan sentir a salvo y tranquilos.
Serán capaces de ver, con los ojos cerrados, los múltiples maravillosos colores del ámbito
más elevado en donde se encuentran ahora. Podría ser que vieran rostros amistosos que les miren,
esperando saludarles. Podrían ser caras familiares o completamente desconocidas, otra vez, no hace
diferencia, están allí para ayudarles.
Estarán iniciando un nuevo viaje y ellos se sienten más que felices de ayudarles en el camino.
Hasta donde les conducirá esta nueva senda, es totalmente desconocido. Mas pueden estar seguros
que será tan curioso como fascinante.
Nuestra dependencia de esas fuerzas externas a la que nos referíamos antes, ha reducido a
escombros nuestra capacidad de mantener una salud perfecta.
El entender que todo lo que parezca andar mal en nosotros podría ser tratado por un
facultativo, nos ha dado la falsa impresión de que todo está bien mientras haya un hospital cerca.
Bueno, los médicos y los hospitales son excelentes cuando se trata de dar a luz un bebé o si
tuvieran alguna clase de emergencia, mas no son la respuesta para una salud perfecta, por cierto que
no.
Existe una inmensa diferencia entre sentirse bien y gozar de perfecta salud.
Swami le ha entregado al mundo dos de los mejores hospitales, en los que se le da el más
alto nivel de tratamiento a cualquiera, sin cobrar ni un solo centavo.
Mas están ahí para cuidar de gentes enfermas que han sido descuidadas por sus familias o la
sociedad en general; esas gentes, en muchos casos viven tan lejos de un hospital, que el detener una
enfermedad antes que se vuelva crónica, resulta muy difícil.
Existen muchas razones para que las gentes lleguen a desarrollar una condición médica
grave, una de ellas es la pobreza, otra es la ignorancia, simplemente no saben de nada mejor. Swami
nos ha dado, a Sus devotos, una opción mejor. Como dijera, “Los hospitales están ahí para aquellos
que los necesiten”.
No estamos diciendo que todos esos individuos hayan elegido conscientemente estar
enfermos, como dijéramos, no saben de nada mejor. La salud perfecta se puede dar tan sólo cuando
cuerpo, mente y espíritu se encuentran en completa armonía. Es privilegio nuestro el que se nos haya
dado una elección. Dios nos dio una elección.
La elección es la de optar entre enfermedad y salud, y debiera ser fácil. ¿Queremos
realmente estar enfermos? Probablemente no, pero lo estamos. La dolencia más difundida de la que
sufrimos es llamada adicción.
Porque somos adictos a tantas cosas, es casi imposible individualizar cuál hábito es el más
perjudicial. Elegiremos uno por ustedes, sólo para que podamos empezar. Tal vez la tendencia más
común sería nuestra obsesión con el ‘statu quo’, nos gustaría que las cosas buenas duraran por
siempre, una vez que pensamos tener lo justo, nos gustaría perpetuar ese sentimiento por el resto de
la eternidad.
Por lo tanto somos adictos a las cosas buenas en la vida. No hay nada de malo en ello,
podrían decir y tendrían razón. Lamentablemente, por designio, las cosas van a ponerse malas; debe
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ser así con el objeto de permitirnos percibir un contraste entre ambos escenarios. Baba ha dicho,
“Nunca podrá derivarse alegría de la alegría.” Necesitamos experimentar pesar para ser capaces de
reconocer la felicidad. Mientras nos estamos divirtiendo, generalmente no estaremos aprendiendo
mucho. Nunca recordamos a Dios a menos que la situación se salga algo de control.
Por otra parte, hay individuos que se obsesionarán exactamente con lo contrario. Algunos,
una vez que se habitúan a cualquier situación, harán lo que sea por mantenerla.
Incluso si esa circunstancia particular es tan espantosa que nadie en su sano juicio eligiría
estar en ella. Aquí va un ejemplo al respecto.
Hace algún tiempo conocimos a un hombre de poco más de sesenta años. Durante nuestra
primera conversación, nos contó que tenía un cáncer de algún tipo. Obviamente sentía lástima de sí
mismo, ya que su pronóstico, según los médicos, no era muy bueno. No obstante, estaban haciendo
todo lo mejor por aliviar en algo los dolores y habían prometido mantenerlo con vida por tanto tiempo
como fuera posible.
Debido a su condición, el Departamento de Seguro Social le había asignado una pensión
semanal; esto es lo que sucede normalmente en este tipo de situación en Australia. Nuestro reciente
conocido se sentía, en nuestra opinión, extremadamente complacido con sus circunstancias. No tenía
necesidad de trabajar y sus necesidades cotidianas estaban cubiertas.
Al menos mientras tuviera cáncer, por supuesto. Todo lo que tenía que hacer era mantenerse
enfermo hasta que cumpliera los sesenta y cinco años, y entonces tendría una pensión de todos
modos.
Pensamos que podíamos serle útiles diciéndole que no tenía necesidad de estar enfermo, que
le ayudaríamos a liberarse por completo de su enfermedad, y que no le costaría ni un centavo.
Su reacción nos dejó atónitos. Se molestó muchísimo y se marchó declarando que no
arriesgaría su pensión por ningún motivo.
Lamentablemente, este no es un caso aislado Mucha gente elige estar enferma por diferentes
razones, por demencial que esto pueda tal vez sonar.
Alguien podría usar su condición médica para obtener alguna ganancia de alguien más. Esta
es una ocurrencia muy común y, por ello, muy difícil de detectar. Hay niños que se enferman para
lograr la atención de sus padres.
Los adultos pueden volverse realmente creativos cuando la situación así lo exija. No es raro
ver relaciones que operan sobre el principio de algo como, “Él no se marchará nunca mientras yo esté
enferma y vulnerable.”
Hay tantos ejemplos de ésto como hay relaciones disfuncionales. Estos casos, en nuestra
opinión, describen una adicción, harán lo que sea por mantener viva una situación sin que importe lo
terrible que pueda ser; aparentemente, prefieren lo malo conocido.
En un pasmoso número de casos, la intención parece ser, hacer que la otra persona se sienta
culpable, con el objeto de controlarla. Necesitamos estar al control, haremos todo lo posible para
asegurarnos de salirnos con la nuestra en lo que queramos. Cuan frágil es nuestra comprensión del
Drama Cósmico, cuan poco es lo que sabemos sobre como trabaja Dios.
Siempre existe una mejor elección; tenemos una alternativa al estar atados a una cosa mala,
sólo porque es todo lo que conocemos. Podemos liberarnos.
No podemos elegir nuestro destino, ya que eso es trabajo del Señor. No obstante, podemos
elegir la manera en que cumplimos con el destino que Dios nos ha asignado. Todos tenemos algún
trabajo que hacer. Podría ser socialmente muy deseable, o podría ser simplemente el barrer pisos.
Para el Señor no hace diferencia el tipo de ocupación que tengamos. Es la forma en que
desempeñemos nuestro deber lo que importa realmente.
Mas, para cumplir con nuestro destino, habremos de estar con buena salud, física y
mentalmente, para alcanzar con éxito nuestra meta. La forma física en la que moramos se mantendrá
por la duración del viaje, ni más ni menos.
Sin embargo, nos corresponderá a nosotros mantenerla en las mejores condiciones para
asegurarnos de llegar hasta el final, como fuera el propósito de nuestro Hacedor. Sólo siendo los
saludables y bien equilibrados seres de Luz que se supone que somos, podremos llegar al final del
trayecto.
En el proceso de alcanzar nuestro destino, es seguro que hemos de sufrir altibajos en el
camino, mas ellos no necesitan ser una excusa para que nos metamos en una trinchera cada vez que
tengamos que enfrentar alguna dificultad.
El uso de nuestro sentido común nos brindará la mejor oportunidad para cumplir en buena
forma nuestro objetivo.
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En este punto hemos completado un ciclo entero; todo vuelve al punto desde donde partimos :
somos lo que comemos. Nutran su cuerpo con buenos alimentos y este cumplirá su objetivo a la
perfección.
La conexión entre el Espíritu y la forma corporal, en su mayor parte es nuestra dieta. En
realidad no hay necesidad alguna para nadie de estar enfermo, es una elección. El mejor de los
medicamentos es el comer bien. El cuerpo responderá siendo saludable.
Los médicos no están destinados a curar a nadie; su real función es la de mantenernos sanos
dándonos los mejores consejos posibles. Y eso sólo puede ser, coman alimentos frescos y háganlo
con moderación. Es una aberración el tener que ir donde un médico para recuperarse por haber
comido demasiado.
Debiéramos saberlo. Hay muchas ramificaciones de la medicina moderna que ni siquiera
debieran existir. Noventa por ciento de las enfermedades que sufrimos se relacionan con el comer en
demasía y los productos equivocados.
No necesitaríamos hacer ningún esfuerzo para perder peso; el cuerpo eliminará cualquier
desecho innecesario tan pronto como haya extraído todo valor nutritivo que contenga la comida que
hayamos ingerido. No necesita de ninguna ayuda externa para ello, mientras haya sido mantenido en
buena forma, sabrá qué hacer.
Las acumulaciones estacionales de proteina extra dentro y en torno al cuerpo es de
ocurrencia natural; tendemos a comer más en el invierno que en el verano. Todos los animales lo
hacen y es normal que las gentes que viven en lugares más fríos aumenten la ingesta de proteinas
para mantener el calor. Sin embargo, tan pronto como llega el tiempo más caluroso, todos los
animales salen y comienzan a quemar grasa de nuevo. Nosotros debiéramos hacer lo mismo. Comer
con moderación es valedero en cualquier circunstancia : comer para vivir y no vivir para comer.
“En este mundo de acelerado ritmo es muy frecuente el caso en que la gente acepte
lo que la sociedad, los miembros de la familia y las autoridades,
a quienes nadie pareciera nunca poner en duda,
crean respecto a como vivir sus vidas.
Y sin embargo, la gente más feliz que conozco, ha sido aquella que ha
aceptado la responsabilidad principal por su propio bienestar físico y espiritual.
Aquellas que poseen fuerza interior, coraje, determinación, sentido común
y fe en el proceso de crear vidas más equilibradas y satisfactorias para sí mismas.”
Ann Wigmore
Somos muy apegados a muchas prácticas sociales. Existen tantas tradiciones como hay
grupos de personas en todo el mundo.
Cada una de esas tradiciones contendrá una cantidad colosal de hábitos relacionados con el
lugar en que vivimos y a qué clase de alimentos tengamos acceso. Cuando se combinan, estos
elementos nos otorgarán un patrón conductual que, como grupo, usualmente seguimos sin vacilar.
Si vivieran en una comunidad agrícola, en donde todos coman carne, es más que probable
que ustedes hicieran lo mismo. No vemos a los animales como seres; los vemos como alimento a
menos que interactuemos con ellos. Probablemente no mataremos y comeremos a una mascota
familiar. La crueldad con los animales es un término usado sólo para describir cosas como el darle
una paliza al perro de uno, porque se comió nuestro refrigerio.
No nos detenemos a pensar que, para hacer la salchicha que nos estamos comiendo,
habremos tenido que matar primero a la vaca o al cerdo de donde proviniera el tejido carnoso.
Resulta algo irónico observar que algunas personas organizarán un asado a la parrilla con el objeto de
reunir dinero para ayudar a los Humanos de la Sociedad en Contra de la Crueldad con los Animales,
por ejemplo. Nadie pareciera percibir las contradicciones aquí.
También es claro que la mayoría de la gente no parece darse cuenta del conflicto entre los
muchos restaurantes que venden alimentos grasos que causan cáncer y, al mismo tiempo, hacer
donativos para investigaciones sobre el cáncer. No se nos ocurre que los hospitales están llenos de
gentes, jóvenes y viejos, que podrían no tener otra cosa que una indigestión crónica.
“No me cabe duda que es parte del destino de la raza humana, en su gradual desarrollo,
dejar de lado el comer animales, tan ciertamente como el que las tribus salvajes
hayan abandonado el comerse unos a otros,
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Al ingerir tantas cosas azucaradas, saladas, ácidas, están constantemente tratando de digerir
lo que sea hayan comido algunos días atrás. Comieron demasiado, eligieron todos los alimentos
erróneos y así y todo reciben un impacto cuando se les dice que tienen cáncer.
Nuestro cuerpo necesita tener una tregua entre las comidas; el proceso digestivo consume
setenta y cinco por ciento de la energía asignada para nuestro diario vivir. Cada célula en nuestro
sistema queda sometida a presión cuando comemos en demasía. Los animales no lo hacen, sólo
comen lo que necesitan, y otros animales comen el resto. Incluso los grandes felinos como los tigres
le dan a sus cuerpos un período de ayuno después de una comida opípara.
¿Cómo podemos esperar que las formas físicas que nuestro Dios nos diera cumplan con las
múltiples tareas de un día, si usamos la mayor parte de nuestro potencial disolviendo inmensas
cantidades de basura indigerible? Carece de todo sentido.
Otra vez, si fuéramos a comparar nuestros cuerpos con un camión, por ejemplo, si el camión
estuviera diseñado para transportar veinte toneladas de carga y le ponemos cuarenta toneladas,
siendo realistas, ¿podemos esperar que se mueva? Algunas gentes circulan cargando a veces el
doble del peso que debieran, con lo cual someten a sus corazones, piernas, columna vertebral y todo
el resto de sus cuerpos a muchísima tensión.
Otras fumarán cigarrillos hasta volverse azules y luego culparán a las compañías tabacaleras
por su hábito y buscarán ser compensadas cuando se les detecta un agresivo cáncer pulmonar.
Si están teniendo problemas con el sueño de noche, porque ya no caben en la cama, bueno,
la solución que debieran buscar no es el conseguir una cama más grande.
¿Qué es lo que tratamos de hacer cuando comemos demasiado? ¿Qué es lo que tratamos de
ocultar cuando bebemos hasta caer inconscientes? Las respuestas para estas interrogantes no son
simples; habrá una respuesta diferente para cada bebedor empedernido y para cada individuo con
sobrepeso.
No obstante, podríamos decir que la comida se ha convertido en el tema número uno en
nuestra sociedad, ya sea que se trate de mucha o de muy poca. Países enteros están sufriendo el
problema de no ser capaces de alimentar a su población, ya sea por hambrunas, sequías, guerras u
otras causas.
Por otro lado, millones de personas están sufriendo enfermedades relacionadas con el exceso
de comida y licor. Justo en medio de todo esto hay una porción comparativamente pequeña de
residentes del planeta que está trabajando conscientemente por encontrar un equilibrio entre
alimentar al mundo y, al mismo tiempo, salvaguardar al planeta para futuras generaciones. En este
momento del tiempo, nos encontramos confrontados a una situación aparentemente impracticable.
Si continuamos del modo en que vamos, no habrá un planeta en el que puedan vivir nuestros
niños. No podemos seguir echándole la culpa a los gobiernos; después de todo, somos nosotros los
que votamos para instaurarlos.
Somos también nosotros los que elegimos comer lo que queremos, sin importar la cantidad de
daño que le inflijamos al suelo a través de una infinita lista de químicos usados como fertilizantes.
Para vivir cómodamente, estamos dispuestos a mirar hacia otro lado mientras las grandes
corporaciones devastan a los países pobres en el nombre de nuestro progreso. Tenemos que tener el
lujo y la sofisticación de poder comer todo lo que queramos cuando lo queramos. Debemos tener un
segundo automóvil, o un tercero, aunque ello implique agregarle muchas toneladas suplementarias de
contaminantes a la atmósfera.
No sabemos cual sería el beneficio al mandar más hombres a la luna, o si es que hay un
beneficio después de todo, pero nos inflaremos de orgullo ante el logro, aunque suponga un costo de
billones de dólares.
La colosal cantidad de dinero que gastamos en el así llamado progreso, no irá a alimentar ni a
uno solo de los niños desnutridos en África o América Latina, mas estamos preparados para llegar al
límite con el objeto de enorgullecer a nuestro país o a nuestro grupo étnico.
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Desperdiciamos inmensas cantidades de agua para criar animales para que podamos
matarlos y comerlos, cuando una porción menor de agua podría emplearse para cultivar vegetales que
alimentarían a millones.
Con el fin de poder mantener tantos automóviles en las carreteras necesitamos producir más
combustible para moverlos, incluso si, como consecuencia, hemos de invadir a otro país productor de
petróleo como para garantizarnos el suministro. Y el cuento sigue y sigue.
Podríamos hacer mejor las cosas, pero elegimos no hacerlo. Queridos amigos, todos somos
responsables de este desastre o, al menos, le hemos permitido a otros desencadenarlo por nosotros.
No podemos seguir culpando a nuestros líderes por las consecuencias del hacer lo que queremos que
hagan.
Hitler envió a millones de judíos a las cámaras de gas, no cabe duda que era un individuo
enfermo. No obstante, esto hace que uno se pregunte que habría sucedido si hubiera tropezado con
algún tipo de resistencia por parte del pueblo alemán. ¿Actuaba en realidad solo?
Nosotros les ponemos en donde están; hemos de reconocer alguna responsabilidad por
nuestros actos. Parte de ser una persona espiritual ha de ser el cuidar de nuestro medioambiente;
después de todo, es nuestra Madre de la que estamos hablando.
Este maravilloso lugar que llamamos nuestro planeta es un ser viviente y no es nuestro. Ella
es tan inteligente como es generosa; nos proporciona alimento y cobijo. Ella es nuestra Madre
Cósmica; merece nuestro amor y respeto. Cada centímetro de su hermosa vastedad no sólo es
precioso, sino también único. No podemos reemplazarlo. ¿A dónde iríamos si perdemos nuestro
hogar?
¿Podemos ver aquí la correlación entre nuestros cuerpos físicos y nuestro planeta? El cuerpo
nos fue dado con un propósito; nos tendrá que durar por el período de nuestro viaje. Cuando
terminemos finalmente con nuestro deber aquí, en este plano tridimensional, desecharemos nuestra
forma física, mas, debido a que no somos el final de la línea, no podemos descartar al planeta mismo.
La siguiente generación lo necesitará también. Somos todos responsables del cuidado de
nuestro hogar, ya sea que seamos un país poderoso o uno sumido en la pobreza, de todos modos
debiéramos hacer un esfuerzo por reducir el consumo de combustibles fósiles a un nivel más
razonable.
Es a estas alturas que alguien podría preguntar si el salvar a la tierra de un final catastrófico
resulta realista de alcanzar. Nos gustaría darle una respuesta, no es la única respuesta posible,
aunque pensamos que es válida. Si nos unimos todos podríamos ciertamente lograr una solución
global en un muy corto período de tiempo. Los pesimistas encontrarán muchas razones sobre el por
qué no podríamos, aunque obviamente ellos no están conscientes de la presencia en el planeta del
Avatar de esta Era.
Los humanos tenemos una tendencia a sentirnos débiles y vulnerables cuando la tarea a la
mano pareciera ser abrumadora. Como una pequeña forma humana, el hombre parece incapaz de
producir el tipo de cambios que puedan requerirse en el momento. Mas, si nos comparamos a una
gota de agua, por ejemplo, una gota pareciera ser insignificante y es innegable que lo es, mas si la
misma gota se une al poderoso océano, se convierte en el océano mismo. El océano no es más que
una inmensa aglomeración de gotas de agua. Tiene el poder de apagar sin ningún problema
cualquier fuego, aun el mayor de los incendios. Podríamos usar esta analogía con referencia a Dios.
Podemos elegir sentirnos pequeños y frágiles o podríamos decidir unirnos al Señor y
convertirnos en uno con Él. Es una opción; podemos hacerlo si quisiéramos. Mas para unirnos
habremos de llegar a ser aquello que ansiamos ser, no basta con ser más espiritual, tendremos que
convertirnos en el espíritu mismo.
Volviendo al océano y a la gota de agua podríamos decir que la gota contiene el mismo
potencial latente, la misma estructura molecular, puede que sea a una escala ínfima, pero ciertamente
es lo mismo y una con el océano. Cualquier ser humano que elija ser un individuo aislado,
desahuciará cualquier oportunidad que haya podido tener, él o ella, de hacerse uno con el Creador.
Intentando liberarse a sí mismos de la ilusión de los cinco sentidos y la tercera dimensión, los
hombres luchan durante toda su vida física. De todo lo que trata la vida es de volver a nuestro
Creador. La Paternidad de Dios y la hermandad de los hombres marca el final del camino.
“Deben mostrar por precepto y por ejemplo que la senda de la autorrealización es la senda hacia la
alegría perfecta. Por lo tanto, pesa sobre ustedes una gran responsabilidad, la de demostrar
a través de su calma, compostura, humildad, pureza, virtud, coraje y convicción
en cualquier circunstancia, que el Sadhana que practican
les ha hecho personas mejores, más felices y más útiles.
Practiquen y demuestren, no sólo aseveren con palabras y nieguen en los hechos.”
Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
El Hacedor
Cuando emprendimos el desafío de escribir este pequeño libro no teníamos idea de como
sería una vez terminado; su contenido ciertamente habrá de gatillar una gama muy diversa de
respuestas en la mayoría de los lectores. Algunos, incluso podrían considerar nuestro enfoque como
radical o hasta fanático, lo que esta bien.
Sabemos que cada vez que alguien le presenta al mundo una idea aparentemente nueva,
estará sacudiendo literalmente la pequeña zona de comodidad de alguien. Va a haber muchas
reacciones a nuestras acciones, tendremos que aprender a convivir con ellas.
No aseveramos contar con la bala mágica que resolverá todos los problemas del mundo, mas
si le podemos ayudar a un solo individuo a conseguir algo, nuestro esfuerzo valdrá la pena.
Nuestro objetivo ha sido, todo el tiempo, el entregarle a los devotos Sai una visión alternativa
en cuanto a como abordar nuestra espiritualidad cotidiana. Para algunos puede que sea una nueva
óptica y para otros, probablemente sea un escrito trivial, aunque sabemos que habrá muchas
posibilidades entre ambos extremos.
En todo caso, no nos atribuimos mérito alguno por escribirlo. El estar sentados frente al
ordenador y presionar algunas teclas no nos convierte en los hacedores. Estamos plenamente
conscientes del hecho que es el Señor quien lo hace todo.
En consecuencia, no tenemos excusas por haber ofendido a alguien. A veces el decir la
verdad tiene consecuencias indeseadas. Nos sentimos muy felices y honrados por haber sido
elegidos para esta tarea.
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Algunas de las ideas presentadas podrían representar un real desafío para algunos. Lo que
ha sido dicho aquí podría ser tomado como un ataque hacia la profesión médica o algo peor. Esa no
era nuestra intención. Sería esencial para los escritores el transmitirle a los lectores que no sólo
sentimos el mayor respeto por los médicos, sino que reconocemos la importancia que Swami le da a
los muchos médicos y enfermeras que trabajan en Sus hospitales y que llevan a cabo una maravillosa
labor.
Lo que se ha declarado, se mantiene. Es nuestra opinión que la manera en que la medicina
occidental enfoca el sanar, es desconsolador y debiera ser revisado.
Como dijéramos antes, hay muchos profesionales que no sólo actúan apropiadamente con
sus pacientes, sino que también son capaces de reconocer el fracaso del sistema de salud. Alguien
tenía que poner los puntos sobre las ies, y nos sentimos felices de que se nos haya brindado esta
oportunidad.
También le hemos dedicado ya los resultados de nuestras acciones a nuestro Señor.
No obstante, creemos que todo sucede por una razón; tal vez alguien saque algo de provecho
leyendo este enfoque más bien particular de la vida moderna.
Hay algo que necesitamos expresar acerca de como manejar una situación nueva como ésta;
como devotos, nosotros tenemos un as escondido en la manga – se denomina Darshan, y está a
disposición de todos los seguidores de Sai y de cada otro buscador de la verdad. Es un instrumento
infalible que puede y debe ser utilizado en cualquier momento cuando estemos en algún conflicto. La
presencia del Señor en forma humana nos otorga una increíble ventaja.
Obviamente, este no es un club privado; eventualmente todos los seres llegarán a nuestro
destino común. A su tiempo, Swami extenderá Su alcance hasta cada rincón del globo, como lo ha
prometido, y cada persona tendrá la ocasión de recibir Su Darshan. No necesitamos ir a la India para
tener el Darshan del Señor, tenemos fotografías y películas.
Creemos ciertamente que el propósito de esas imágenes es, mayormente, el de brindarnos la
oportunidad de mantener el Sagrado Nombre y la Forma del Señor en nuestros corazones, siempre.
Lo que estamos sugiriendo aquí es hacer uso de cada posible instrumento que nos haya
dado. Su Darshan echará por tierra cualquier obstáculo que pudiéramos encontrar en nuestro camino,
si sintieran que el cambiar su realidad fuera una tarea demasiado grande para que la manejen por sí
mismos, pueden sentarse simplemente frente a una foto de Swami y rogar por ayuda, Él vendrá de
inmediato a rescatarles.
Debido a que mora en sus corazones, el rescate será instantáneo y gratuito.
Canten el nombre del Señor, no pierdan esta oportunidad única, este es un ofrecimiento que
no se da más que una vez en muchas vidas, y es con mucho, demasiado bueno como para ignorarlo.
Él es Aquel que responde a todas las plegarias dirigidas en todos los idiomas a todos los nombres.
Él es el Unico que escribe todos los libros, canta todas las canciones y le da a
probar a todos Sus hijos el más sublime de los Amrithas.
Él es el Único que inspira todas las ideas, el Único que planta todos los árboles.
Él, el testigo silencioso de todas nuestras acciones, que perdona con amor nuestra infantil arrogancia.
Él el Hacedor, el principio y el fin de esto, Su maravilloso drama cósmico.
Hoy, una vez más, camina entre los hombres en una exquisita forma física.
Roguemos porque no permita que ninguna de Sus criaturas se aparte de Su Divina presencia.
Y que nos permita, humildes servidores de Su Gloria Todopoderosa,
difundir Sus historias por todo el bendito Mundo sobre el que Él camina.
El polvo bajo Sus Pies es un millón de veces más afortunado que el más rico de los hombres.
Ríndanse, pídan que Él cuide de sus egos y comiencen a apreciar
cuan afortunados somos por haber recibido la oportunidad de estar vivos,
aunque no sea sino por un breve momento, mientras Él está en una Forma Física.
Esta labor de amor se dedica devotamente a los Pies de Loto de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba,
el Señor sin forma actualmente encarnado en esta Tierra.
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Traducido por Herta Pfeifer,
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