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La
sociedad exige que se mantenga el orden, para esto, ha creado un agente que
sea capaz de reformar de sanar a aquellos que piensan o se comportan de
manera distinta a lo socialmente aceptado, este es el papel del psiquiatra y el
psiclogo. De estos depende si al paciente se le considera un peligro para los
dems y para s mismo y por tanto se le confina, se le separa de la sociedad.
De esta manera, la sociedad ha hecho del psiclogo y el psiquiatra una especie de
autoridad moral y policial.
Es as como estas ramas han creado toda una nosologa alrededor de la palabra
enfermedad.
Estas clasificaciones estn hechas en base a investigaciones realizadas en
Estados Unidos y Europa pero por el carcter internacional, estas clasificaciones
se utilizan a nivel mundial, cometiendo el error de no considerar el ambiente
sociocultural de cada regin, haciendo difcil el definir los parmetros de
normalidad y anormalidad, que varan de acuerdo a las culturas.
Segn Devereux (en de Pedrique, 2002), la psiquiatra no se ha preocupado
mucho por ubicar la frontera entre lo normal y lo anormal en su campo de
trabajo. Lo que ha hecho es caracterizar a la primera como un estado de salud
mental que no presenta sntomas anormales psquicos ni emocionales, ni dolores,
sufrimientos, molestias o incapacidades.
Vallejo (en de Pedrique, 2002) reconocen que esta definicin lo que hace es
delimitar lo que puede considerarse como razonablemente normal, pero no
aclara cul es el estado ptimo de salud mental. La adaptacin, criterio muy
usado en la psiquiatra actual para delimitar lo normal de lo anormal, es muy
cuestionable pues hay muchas situaciones sociales donde el adaptarse podra
ser ms bien signo de enfermedad y no de salud mental.
Durante siglos, mdicos y filsofos han reflexionado sobre el problema de la
locura sin llegar a saber qu es.
A la pregunta: Qu es la locura? Freud respondi que no es necesario oponer la
locura a la normalidad.