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II. Desarrollo
A. Justificación
Este trabajo de investigación comienza a partir del año 1.983 porque sentí la
necesidad de dar respuesta a distintos hechos que motivaron al cuestionamiento sobre el
comportamiento popular del hombre latinoamericano dentro de la corriente postmoderna.
Las etapas de investigación fueron pautando mecanismos de asociación que se
plasmaron dentro de modelos y estructuras propias del ámbito de la cultura y es así que la
Integración surge como la temática que abarca varios espacios disciplinares en los cuales se
entremezclan concepciones divergentes y emergentes que refuerzan el estudio sistemático
incorporado en forma interdisciplinaria como también transdisciplinar.
Como todo aquel que se deleita con su trabajo de creación indagué siguiendo a un
biólogo como Ludwig Von Bertalanffy, sabemos que la Teoría General de los Sistemas tiene
como referente el estudio de los organismos vivos como así también el de la organización
social en busca de una integración interdisciplinaria. Esta es una creación de la ciencia que
sistematiza el paralelismo de principios cognoscitivos generales en diferentes campos de la
actividad científica y social del hombre.
A otro nivel de conocimiento también indagué participando en ese universo cultural
que rodea al hombre, es decir, ese universo de símbolos, al hombre gobernado por entidades
simbólicas. En el análisis de la teoría de los sistemas la práctica no se limita sólo a entidades
materiales como la física, biología y otras ciencias sino que es aplicable a entidades que son
inmateriales y heterogéneas, por ello el hombre es parte del universo cultural.
Nuestra realidad va cambiando o renovando pautas culturales, tanto culturas como
subculturas participan de lo que he llamado “Neofolklore”. Hay que recordar y asimilar que
la postmodernidad se instaló en la sociedad de la comunicación generalizada, es decir en una
sociedad compleja, globalizada, donde vivir en este mundo múltiple, pluricultural, significa
hacer uso de una libertad problemática, es decir entendida como una oscilación contínua
entre pertenencia y el desprendimiento o desarraigo.
Entendida la cultura popular como un complejo sistema de símbolos, de identidad
que un pueblo crea y preserva es el proceso que conlleva al desarrollo de etapas como las
del proceso de aculturación, integración, asimilación y masificación partiendo desde lo
geográfico hasta lo político.
A. Marco Conceptual
Seguramente más de una vez hemos escuchado hablar del concepto de Folklore,
creado por William John Thoms, a partir de palabras anglosajonas Folk. (Pueblo) y Lore
(sabiduría, o tal vez enseñanza, vinculada por algunos con el alemán Lehre) un saber
tradicional, “el saber tradicional del pueblo decía William John Thoms, con el pseudónimo
de Ambrosio Martín, en su carta, titulada “Folklore”, publicada en el Nº 982 de la revista
Athenaeum del 22 de agosto de 1846. Pero la interpretación se vincula con el concepto de
cultura dado por Tylor en su obra La cultura primitiva, que la llamó “supervivencias
culturales. Aunque ambos conceptos pueden parcialmente contener contenidos folklóricos
no significa que uno contenga al otro.
La definición de Thoms, saber tradicional del pueblo, es también un término muy
amplio en donde no se puede saber si hace referencia a los pueblos europeos, civilizados o a
los pueblos naturales o primitivos. Al ampliarse el concepto de folklore se desvirtúa ya que
se hace coextensivo con el saber tradicional de cualquiera de los pueblos y de esta forma el
concepto se confunde con el concepto antropológico de cultura en el sentido definido por
Tylor. Thoms se refería a un concepto diferente que Tylor pero podemos extraer de su
definición un componente significativo “la sabiduría tradicional de un pueblo”,
consideremos a esta una perspectiva emic y emic subjetalA, con esto inferimos que los
saberes han de entenderse en un sentido concreto y no abstracto, científico.
De allí que surjan el catador de vinos, el que cuenta leyendas, el que danza, el
artesano, todo esto considerado desde un punto de vista emic, del propio pueblo,
considerando así al folklore en su sentido material u ontológico.
Pero esta reproducción tiene un momento tecnológico y/o artístico cuando se rescata
un diseño o estilo popular, porque ese “recuperar” tiene un momento gnoseológico.
El rescate de la tecnológica (artística, musical, literaria) es una reconstrucción
científica, porque puede ser una imitación de un tejido a punto de extinguirse; incluso son
los propios campesinos los que reproducen el tejido en una feria artesanal en la ciudad
cercana para las fiestas patronales del lugar, y no como supervivencia, sino como re-
nacimiento, y en este caso, la reproducción emic llega a su límite, porque la producción del
tejido popular y el tejido reconstruido procede de criterios “externos”, que proceden del
lugar donde se desarrolla la acción.
En cuanto a la forma de realización no pueden llamarse externos desde la perspectiva
emic, por ejemplo, en el caso de un misachico o un rito ceremonial que incluye un contexto
propio. Una misa católica solemne reproducida con la mayor fidelidad posible en el teatro
de la ópera no podría considerarse como una reconstrucción emic plena, sino como una
mera parodia etic: al faltar la consagración del pan y del vino y la transustanciación
consiguiente, la reconstrucción etic habría que considerarla como una blasfemia,
precisamente porque emic la misa católica no es en lo esencial un contenido cultural, sino
un proceso sobre-natural y sobre-cultural, un milagro.1
Se presenta una dualidad entre el sentido material -ontológico- y el sentido lógico –
gnoseológico- del folklore, esta dualidad folklore (emic) y Folklore (etic) conlleva a pensar
que Thoms introdujo el término Folklore en un contexto gnoseológico, considerando sus
conocimientos científicos y literarios, pero define al saber tradicional, como una realidad
material: el folklore.
1
Diccionario filosófico: Pelayo García Sierra Biblioteca Filosofía en español http://filosofia.org/filomat
una situación problemática significativa como por ejemplo; en las penetraciones culturales:
ciertos artefactos culturales en zonas fronterizas.
La construcción conceptual del problema se adecua al modelo teórico: La Teoría de
Sistemas2 de Ludwig Von Bertalanffy, su creador, de la cual analizo las relaciones
implicadas. Los sistemas abiertos no pueden vivir aislados. Los cerrados cumplen con el
segundo principio de la termodinámica que: “una cierta cantidad llamada entropía, tiende a
aumentar al máximo”. Hay una tendencia general de los acontecimientos en la naturaleza
física en dirección a un estado de gran desorden, en cambio en los sistemas abiertos evitan el
aumento de la entropía y se desarrollan en dirección a un estado de creciente orden y
organización (entropía negativa).
Los sistemas abiertos restauran sus propias energías y reparan pérdidas en su
organización. Por ello el concepto de sistema abierto se aplica a distintos niveles, por
ejemplo a nivel del individuo, del grupo, de la organización y de la sociedad.
Entradas Salidas
2
Según Bertalanffy, sistema es un conjunto de unidades recíprocamente relacionadas, de la que se deducen dos conceptos:
1. propósito (meta, objetivo)
2. globalismo o totalidad
En el primero hace referencia a que en todo sistema existe un propósito, un objetivo, un objeto de estudio cuyos elementos
y sus relaciones definen una distribución que trata siempre de alcanzar un objetivo.
En el segundo se refiere a los cambios que se generan dentro de la totalidad, es decir cuando una de las unidades del
sistema cambia, se produce un cambio en otras unidades, este efecto significará un ajuste en todo el sistema. Por esto se
presenta una relación de causa/efecto.
A partir de estas transformaciones o cambios se derivan dos fenómenos que son: entropía y homeostasia.
hipótesis que interactúan con distintos tipos de culturas ya sean a nivel regional, nacional e
internacional y que sirven para encontrar variables como también para identificar y
categorizar tipos culturales.
Estas rupturas instalan una nueva forma de ver y hablar, una nueva concepción, una
nueva mirada para el debate sobre folklore. ¿Cómo se vive las Nuevas tecnologías?, ¿Qué
puedo reconstruir a partir de lo popular y de lo urbano?, ¿Qué ritos, qué costumbres, qué
gestos, qué palabras, que actitudes esperables se construyen?, todas estas preguntas tienen
un antes y un después con respecto a los momentos de ruptura.
En estos términos la noción de “Neofolklore” no es de ninguna manera una
concepción negativa ni positiva, es la significación de una construcción social sobre
renovación e innovación, con un gran aporte de creatividad. La globalización,
mundialización, el neoliberalismo y otros factores sociales han fortalecido la identidad de
los pueblos y en ellos se renuevan los patrones culturales, integran o simplemente se
fusionan.
Entonces la fusión dada en distintos géneros musicales es un estilo dentro de la
música popular no sólo en Argentina sino en Latinoamérica. Este proceso puede darse a
través de la música, la danza, el grabado, la pintura y la cerámica entre otros, lo interesante
es la búsqueda de lo auténtico, original y nacional recordando que preservar es no olvidar
que el proceso de aculturación sigue al desarrollo capitalista de la sociedad globalizada y
donde el control cultural está en manos de una clase dominante.
La globalización tiene sus efectos, la mundialización y las aldeas globales son hoy en
día, aspectos muy peculiares en la forma de vida en este siglo XXI.
Las migraciones traen consigo el desarraigo en el uso y costumbres generadas desde
un espacio geográfico a otro. Aquella persona que se traslada de una zona rural a la urbana
lleva consigo un conjunto de rasgos culturales que transfiere a otros grupos sociales, sucede
lo mismo con aquel individuo que parte de la ciudad a la mega ciudad.
Son muchos los procesos sociales que avanzan transformando pautas y/o patrones
culturales de una región a otra, como la tecnología. La tecnología marcó en la historia
cambios importantes en las sociedades, definió clases sociales y desarrollos de los pueblos.
Muchos teóricos y estudiosos sobre estos cambios indican que en cada momento de
nuestra historia, las estructuras sociales existentes oscilan bajo la presión de nuevas fuerzas
políticas y económicas (desempleos), y las relaciones naturales o normales dan lugar a una
A.4. Metodología
A.4. 1. Relevamiento de fuentes primarias:
la música, danza, cerámica y tejido, privilegiando el sentido que estos tienen para los
actores. La información primaria fue recogida en zonas rurales y urbanas privilegiando las
instituciones donde se realizan eventos artísticos, sean festivales, exposiciones, ferias, etc.
Paralelamente, para nuestra investigación utilizamos fuentes secundarias: especialmente
bibliografía referida a religiosidad popular y métodos y técnicas de investigación de campo.
Las entrevistas se llevaron a cabo entre los años 1983 hasta el presente año a más de
100 protagonistas pertenecientes a una clase social media. Las preguntas que acompañaron
estas entrevistas tienen que ver con el origen, herencia cultural, necesidad básica y mercado.
Los fundamentos metodológicos tanto como la matriz analítica utilizada condujeron
a evidenciar las formas de transmisión de determinado hecho cultural como las fiestas de los
Santos de un país a otro, la temporalidad en celebraciones del carnaval en los valles
calchaquíes, Fiesta de la Pachamama, festivales norteños y sureños, en Argentina, Chile,
Bolivia, entre otros países. El rol de los actores sociales, portadores de rasgos culturales,
mantienen y/o modifican el hecho cultural y su construcción identitaria. Este estudio de
comportamientos, estructuras y subestructuras me llevó a crear condiciones epistemológicas
necesarias para lograr que el nivel de teorización, variables e hipótesis se conectaran con
“esta” realidad quedando así determinada con una expresión acorde al presente siglo y esa es
la voz “Neo-folklore”.
III. Conclusión
III. 1. Reflexiones finales sobre lo Investigado.
La globalización, mundialización, el neoliberalismo y otros han fortalecido la
identidad de los pueblos en los que permanentemente se renuevan los patrones culturales, se
integran o simplemente se fusionan. Así la fusión de distintos géneros musicales es un estilo
dentro de la música popular no sólo en Argentina sino en Latinoamérica. Existen varios
referentes al respecto pero citaré a un salteño, del cual he denominado estilo Chamesiano, lo
que anida es su creatividad, es la ejecución del bombo legüero materializado en la batería.
Este estilo “chamesiano” encontró seguidores - bateristas y percusionistas - de nuestro país,
es un estilo que guarda mensajes porque encontramos en ellos hibridación cultural,
regionalización y también globalización, pues habita el espacio urbano.
Toda esta innovación se genera conjuntamente con la tecnología, así es como de
esta manera grupos musicales e intérpretes aportan sus conocimientos y estilos a través de
notaciones, trazando líneas de análisis con lenguajes técnicos e innovadores siendo ésta una
3
Fealtherstone, M, 1991, citado en Bocork, R.,1993.p.52
con el sentido que una entidad así tiene para las gentes entre quienes se manifiesta o que la
usan. Recordemos que las entidades culturales son constructor lógicos empíricos basados en
la observación de la conducta verbal y no verbal de los actores humanos individuales.
La característica de estudiar, indagar y difundir la herencia social de los pueblos
nos pone en tensión cuando hablamos del folklore entre la conservación y el cambio entre la
creación y la renovación. En este siglo XXI habrá muchos escenarios innovadores, pero no
dejarán de emerger del molde original, la noción de Neofolklore desarrollada en esta
ponencia es la significación de una construcción social sobre renovación e innovación con
un gran aporte de creatividad, recordar que preservar es no olvidar que el proceso de
aculturación hoy, se define dentro de una sociedad globalizada donde el control cultural está
en manos de una sociedad democrática y libre.-
Bibliografía:
Gustavo Bueno, Nosotros y ellos. Ensayo de reconstrucción de la distinción emic/etic de Pike.
Pentalfa, Oviedo 1990 Colección El Basilisco 21×13 cms · 131 pgs ISBN 84-7848-424-
8
La Sociedad Folk, by Robert Redfield and Gregorio Rosas Herrera © 1942 Universidad Nacional
Autónoma de México
Augusto R. Cortazar. (1965) Esquema del Folklore, Bs.As. Columba.
Robert Redfield. (1963) El mundo primitivo y sus transformaciones, México F.C.E.
George Foster. (1964) Las culturas tradicionales y los cambios técnicos México, FCE.
Augusto R. Cortazar. (1968) “Régimen para estímulo de las artesanías y ayuda a los artesanos”
del Fondo Nacional de las Artes, Catálogo de la primera exposición representativas de las
artesanías argentinas Buenos Aires, Fondo Nacional de las Artes.
Thelma Mc Cormack. (1992) “La cultura folk y los medios masivos de comunicación” Serie de
Folklore,(17):5-38. Dpto. Ciencias Antropológicas, Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad de Buenos Aires
A
Cuando el lingüista, el etnógrafo, el antropólogo, el historiador dicen intentar el conocimiento de
determinadas instituciones, gestas, ceremonias o, en general, contenidos culturales de un pueblo
estarían propiamente:
(1) (a) O bien tratando de reproducir esos contenidos culturales tal como se les aparece a los
individuos humanos (actores, agentes) que pertenecen al pueblo o cultura de referencia; (b) o bien
tratando de reproducir las operaciones que los sujetos agentes de esas gestas, ceremonias, etc.
llevan a efecto cuando las realizan. En los casos (a) y (b) se estaría produciendo desde un punto de
vista emic. Notemos que las situaciones (a) y (b) pueden darse conjuntamente: al reproducir las
operaciones de un carpintero que fabrica una mesa reproduzco la mesa tal como la percibe el
carpintero. Aquí la perspectiva emic subjetual se corresponde con la perspectiva emic objetual y
recíprocamente. Pero podría ocurrir que una reconstrucción emic subjetual no nos condujese a una
reconstrucción objetiva, es decir, podría ocurrir que la imitación de las operaciones de otro sujeto
no nos pusiese delante de objetos o configuraciones similares a las percibidas por él.
(2) O bien se está tratando de reproducir, o al menos, fijar las coordenadas, de estos contenidos
culturales a partir de factores que acaso no son percibidos como internos por los miembros de ese
pueblo, o agente de referencia, sin que por ello (al menos, según la tesis 'eticista') tengamos que
abandonar la pretensión de haber alcanzado un mayor grado de potencia en la reconstrucción.
Estaremos entonces en una perspectiva etic. También esta perspectiva etic puede referirse
solamente a un punto de vista etic operatorio que no nos lleve, sin embargo, a una configuración
etic objetual: pudiera ocurrir que nos lleve a una reconstrucción emic objetual a partir de
operaciones etic muy distintas de las emic subjetuales, como cuando se reconstruyen fotografías
que han sido previamente digitalizadas.