You are on page 1of 33

Esta edición está basada en la idea original de S.B.

modifi-
cada y adaptada conforme se vió necesario, pero sin perder
la idea, ni el sentido original

Está permitida la reproducción total


o parcial de este documento, siem-
pre y cuando se conserve el sentido
original y se cite la fuente de donde
se tomó.

© 2007
Asociación Centrooriental de
los Adventistas del Séptimo
Día Movimiento de Reforma
EXCELSIOR
Cra. 45 No. 40A- 30 Sur EditoresX-
Santafé de Bogotá D.C. “Más adelante, Más arriba”
PREFACIO

Con muchos y variados dones ha dotado Dios a su iglesia,


pero ninguno de ellos excede en importancia al don excelso
de la profecía. Pablo decía:
“ Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, mas sobre
todo que profeticéis” (1 Cor. 14:1)
Entendemos también que el don profético es una señal que
identifica al verdadero pueblo de Dios, pues, mientras que la
mayoría de los infieles busca hablar en lenguas, el pueblo de
Dios busca el don profético:
“Así que, las lenguas por señal son, no a los fieles, sino á los
infieles: mas la profecía no a los infieles, sino a los fieles” (1
Cor. 14:22).
Notamos, pues, la gran importancia de este don del cielo, de
ahí que el enemigo -que nunca duerme- busque desvirtuar y
mover de la fe al humilde seguidor de Jesucristo, con el fin
de verle muy pronto en el fango de la duda, en la olla de la
desesperación, o peor aún, en el bando de los enemigos de la
verdad.
Es el anhelo de los editores, que los argumentos que aqui se
esgrimen puedan servir para alentar a los de poco ánimo, que
sostengan a los débiles y fortalezcan a los que prosiguen a la
meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús. Anhelamos tambien contemplar con nuestros ojos el
día glorioso cuando las profecías no se necesiten más y vea-
mos, ya no por espejo oscuramente, sino cara a cara a Aquel
que nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su sangre. A
Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

LOS EDITORES
Verdades Sencillas

EL MAYOR PROFETA

Todos conocemos el nom-


bre de los grandes profe-
tas de la Biblia: Ezequiel,
Daniel, Jeremías, Isaías,
entre otros, pero es sor-
presivo que el más grande
de los profetas no es nin-
guno de éstos, sino el hijo de Zacarías y Elizabeth:
Juan el Bautista, quien –dicho sea de paso– tiene
su contraparte al final de los tiempos. A medida
que avancemos en el estudio ya lo veo a usted,
diciendo:

-Mmmmm pero esto no se aplica solamente a Juan


el bautista!!

Pero, mientras alcanzamos ese termino, recordem-


os lo que Jesús dijo de Juan: “Más os digo que en-
tre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta
que Juan el bautista…” (Lucas 7:28)
Verdades Sencillas
Es importante notar, que Juan aparece después de
un largo período de silencio profético –cuatrocien-
tos veinticinco años- conocido como el período
“intertestamental”, durante el cual se introdujeron
muchas tradiciones, doctrinas y prácticas foráneas,
es decir –de afuera- y que iban en contravía del
sendero trazado por el cielo; ejemplo de esto ten-
emos:

- La práctica de ejercicios en los gimnasios: La


historia dice que, mediante un enorme soborno en
dinero y la promesa de un tributo actual, Jasón ob-
tuvo el Sumo Sacerdocio y Onías III (que era el
sumo sacerdote legítimo) fue depuesto y detenido
en Antioquia. Por primera vez las costumbres grie-
gas se introdujeron en Jerusalén con un éxito que
demuestra hasta qué grado los judíos se habían
helenizado en espíritu. No contento con renunciar
a los privilegios del culto libre obtenido de reyes
anteriores, el descuido de los servicios del templo,
Jasón edificó un gimnasio en donde los jóvenes
judíos practicaron desnudos -esa era la costum-
bre helénica- los ejercicios griegos, y aun algunos
llegaron hasta a acabar con la marca de la circun-
cisión mediante una operación quirúrgica (pues era
La Luz Menor
motivo de vergüenza). Jasón también envió repre-
sentantes a los juegos quinquenales del Hércules
Tirio, llevando grandes presentes, pero los enviados
tuvieron escrúpulos para ofrecerlos a los dioses
paganos, y los entregaron para la construcción de
barcos.

-El método de educación


griego: Se sacó a la ju-
ventud del campo y de
detrás de los rebaños y
se los envió a “estudiar” en grandes centros de ense-
ñanza establecidos bajo el método de los griegos,
donde al finalizar el proceso educativo recibían un
“título” y volvían a su país a impartir en las es-
cuelas rabínicas los conocimientos recibidos. Juan
no estudió en estos centros, y mucho menos Jesús,
por eso de él se decía: “De dónde sabe este de le-
tras, no habiendo estudiado?”

- La vestimenta tradicional judía fue reem-


plazada por el estilo de vestir de los helénicos. La
juventud hacía ejercicio bajo sombreros griegos
y hacían alarde del popular vestido provinciano
griego por las calles de Jerusalén.
Verdades Sencillas

- El concepto de la economía como eje y razón


de la existencia fue adoptado por los judíos. Todo
comenzó cuando Tolomeo hizo a cierto judío re-
caudador de impuestos desde Fenicia hasta las
fronteras de Egipto, este a su vez nombró a otros
judíos como auxiliares en el trabajo de recaudar,
al hacerse ricos invertían el dinero en Judea y este
contínuo raudal de recursos hizo que la economía
“mejorara” y que muchos pobres alcanzaran un
nivel económico superior, los demás no querían
quedarse rezagados y así la lucha por subir de cat-
egoría y llegar a ser “alguien en la vida” vino a ser
la razón fundamental de la existencia.

- Se incorporó el teatro, la música, el drama,


el vino y las danzas como parte de la “recreación”
del pueblo de Dios. Aún llegaron a participar en
los festivales griegos con sus terribles actos de di-
sipación y orgía.

- Se cambió el régimen alimenticio dado por


medio de Moisés por uno “más amplio” propug-
nado por los griegos.
La Luz Menor
Estos aspectos, entre otros, fueron menguando la fe
del pueblo de Dios y trajo como reemplazo de la fe
sencilla en el Dios del cielo y sus doctrinas, el for-
malismo, el descuido de los ejercicios espirituales
y el amor a este mundo y sus deleites. En medio
de esta terrible oscuridad espiritual Dios levantó al
más grande de los profetas.

Veamos ahora algunas características de este hom-


bre de Dios:

1. El más grande de los profetas nunca realizó un


milagro. Veámoslo en la palabra de Dios en Juan
10:41, 42 “y muchos venían a él y decían: Juan
a la verdad ninguna señal hizo, más lo que dijo
en cuanto a éste (Cristo) era verdad”. Deducimos,
pues, que Juan era profeta, no por sus señales, sino
por su mensaje.

2. Juan el Bautista no escribió ningún libro del


canon sagrado pero no por eso deja de ser consid-
erado como el más grande profeta. Noten Mateo
11:11. “De cierto os digo que entre los que na-
cen de mujer no se ha levantado otro mayor que
Juan el bautista”. ¡El mayor de los profetas y no
Verdades Sencillas
escribe ni una línea del libro sagrado! Juan, pues,
es un profeta considerado “extracanónico” (fuera
del canon) que en nada le desmerita ni disminuye.

3. Cuando a Juan le
preguntaban si era
profeta, él respondía
que NO. Veamos lo
que dice el evangelio
según san Juan en el
Cristo enseñó claramente que capítulo 1 versícu-
Juan era el Elias esperado; que los 19-21. “Este es el
era profeta y más que profeta.
testimonio de Juan,
cuando los judíos enviaron de Jerusalén sac-
erdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú,
quien eres? Confesó y no negó, sino confesó: no
soy el Cristo. Y le preguntaron: ¿qué pues? ¿eres
tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y re-
spondió: NO”. Enfático, ¿verdad? No deja som-
bra de dudas con su tajante respuesta. Juan además
decía que NO era Elías. Pero el señor Jesucristo
al referirse a Juan el bautista en Mateo 11:14 dice:
“Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había
de venir” y además señala que Juan –no solo es
profeta, sino más que profeta- . Qué raro está esto!
La Luz Menor
parece haber una aparente contradicción Bíblica,
Juan que NO y Jesús que SI! La respuesta a este
enigma es sencilla:

a. en primera instancia, Juan no se autode-


nominaba “profeta”, más bien prefería ser llama-
do “el mensajero del Señor”. Cree esto? Veamos
donde está escrito: Vayamos al libro del profeta
Malaquías, capítulo tres, versículo uno: “He aquí
yo os envío mi mensajero, el cual preparará el
camino delante de mí”. Aquí clara mente se llama
a Juan “el mensajero del Señor”. Juan prefiere el
título “mensajero” a “profeta” debido a que com-
prendía que la naturaleza de su obra abarcaba más
que la simple actividad realizada por el profeta
común; Jesús –por supuesto- también lo sabía, por
eso esbozó este aspecto amplia y directamente en
Mateo 11:9, “Pero qué salisteis a ver? ¿a un pro-
feta? Sí, os digo, y más que profeta”. Jesús sabía
que la obra de Juan era de más que un profeta! In-
cumbía a Juan la colosal obra de preparar a un
pueblo para la venida del Mesías. .

b. Juan rehusaba ser llamado profeta a causa


de la proliferación de falsos profetas que daban
Verdades Sencillas
mal nombre al término.
c. El bautista rehusaba ser llamado profeta a
causa de su humildad. Era un sencillo y humilde
siervo de Dios, sencillo a tal grado, que, hablando
de sí mismo, dice: “…Yo bautizo con agua; mas
entre vosotros está uno que vosotros no conocéis.
Este es el que viene después de mí, el que es antes
de mí, del cual yo no soy digno de desatar la cor-
rea del calzado” (Jn. 1:27).
En resumen: Era Juan profeta? Sí y más que un
profeta, pero prefería ser llamado “mensajero del
Señor” porque comprendía la tremenda magnitud
de la obra que realizaba, porque era humilde y por
causa de los falsos profetas que daban mal nombre
al término.

4. La obra de Juan era autenticada por profecías


bíblicas. Había profecías bíblicas que anunciaban
claramente que Juan se levantaría. Noten lo que
dice Mateo capítulo 3 versículo 1 en adelante: “en
aquellos días vino Juan predicando en el desierto
de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino
de los cielos se ha acercado. Pues este es aquel de
quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz
del que clama en el desierto: preparad el camino
La Luz Menor
del Señor, enderezad sus sendas.” (Isaias 40:3).
Pero esta no es la única profecía que anunciaba
el levantamiento de Juan para preparar el camino
del Mesías, vayamos al libro de Lucas -el médico
amado- en el capítulo 7 versículo 27: “(Jesús está
hablando) Este es de quien está escrito: He aquí,
envío mi mensajero delante de tu faz, El cual pre-
parará tu camino delante de ti”. Esta es la profecía
hallada en le libro del profeta Malaquías 3:1. Así,
pues, queda demostrado que Juan no se levantó ca-
prichosamente, sino que lo hizo respaldado por la
palabra profética más permanente.

5.Juan predicó la purificación


del Santuario. Sorprendente
que el profeta Malaquías re-
suma la obra de Juan dici-
endo: “He aquí, envío mi La Biblia habla clara-
mensajero, el cual prepara- mente acerca del inicio de
rá el camino delante de mi” la obra de purificación del
“…y vendrá súbitamente a santuario celestial.
su templo –o santuario- el Señor a quien vosotros
buscáis, y el ángel del pacto a quien deseáis vo-
sotros…porque él es como fuego purificador y
como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar
Verdades Sencillas
y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de
Leví , los afinará como a oro y como a plata…”
(Ver Mal. 3:1-3) Ahora cabe la pregunta: ¿purificó
Jesús el santuario (templo)? La respuesta es SI, dos
veces, una al comienzo y otra al final de su minis-
terio (ver Juan 2:13-22 y Mateo 21:12-17).

6. Se decía que la obra de Juan era satánica. La


gente, y especialmente los líderes estaban en con-
tra del mensaje predicado por el bautista, por eso
le achacaron, entre otros, que su obra venía como
consecuencia de la influencia directa de los demo-
nios. Ha leído esto? Leámoslo juntos: “Porque
vino Juan que ni comía ni bebía, y dicen: Demo-
nio tiene” (Mateo 11:18) Qué asombroso!!! Juan
realizando la obra de Dios, preparando el camino
para el Mesías que va a purificar su templo, pre-
parando el pueblo para la venida del Mesías y se
atribuye esta obra al mismísimo demonio!!! Gran
ceguedad!!!

7. Juan no era apreciado por los dirigentes reli-


giosos. Lucas en el capítulo 7:29 y 30 señala que el
pueblo estuvo de acuerdo con el mensaje predica-
do por Juan, pero los dirigentes religiosos no
La Luz Menor
querían saber nada del bautista: “Y todo el pueblo
y los publicanos, cuando lo oyeron, justificaron
a Dios, bautizándose con el bautismo de Juan.
Mas los fariseos y los sabios de la ley desecharon
los designios de Dios, respecto de sí mismos, no
siendo bautizados por Juan”. El problema mayor
de Juan, no era con el pueblo, sino con los minis-
tros de aquella época que rechazaban su mensaje.

8. Juan se levantó en medio de un gran despertar


religioso. Mateo 3:5 y 6 señala que: “Y salía a él
toda Jerusalén, y toda Judea y toda la provincia
alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en
el Jordán, confesando sus pecados”. Indudable-
mente fueron conmovidas las multitudes! Hubo un
gran reavivamiento -un gran despertar de la espiri-
tualidad- donde había profundo escudriñamiento
del corazón, búsqueda de Dios, arrepentimiento
genuino y avance en la piedad primitiva.

9. Juan apareció cuando estaba por cumplirse una


profecía de tiempo. Dios no hace nada la azar, él
tiene un cronograma profético bien definido; Juan
hace su entrada en la inminencia del cumplimiento
de una profecía de tiempo, sabe cual? La profecía
Verdades Sencillas
de las setenta semanas de Daniel 9:24 en adelante.
Sorprendente la exactitud de la obra de Dios en
cada época!!!

10. Juan nunca fue un líder en Israel y jamás fue


ordenado. Juan nunca ocupó una posición en la or-
ganización, nunca fue fariseo, ni saduceo, ni es-
criba, Dios lo llamó y eso era suficiente recomen-
dación. El mensaje que traía era de importancia
–y quiero enfatizarlo- para el pueblo de Dios, no
para las otras naciones; Juan fue enviado a los que
profesaban ser el pueblo escogido de Dios, NO A
OTRAS NACIONES. Veámoslo en hechos 13:24:
“Antes de su venida predicó Juan el bautismo de
arrepentimiento a todo el pueblo de Israel”; este
es el mensaje para los escogidos de Dios.

11. Juan no presentó ningún mensaje nuevo. El


mensaje de Juan no incluye doctrinas extrañas,
confusas o desconocidas hasta el momento. Juan
predicó el antiguo mensaje que se había perdido
bajo los cerros de tradiciones, doctrinas y manda-
mientos de hombres que se habían levantado du-
rante el tiempo de oscuridad profética. Sacó a la luz
nuevamente la reforma pro-salud, la vida sencilla
La Luz Menor
en el campo, la reforma en el vestido, la fe sencilla
en Cristo, la santificación del sábado y de los man-
damientos de Dios en general; en resumen, la idea
de Dios por medios de Juan, era llevar de regreso
al pueblo a la forma original trazada por él y olvi-
dada durante los 425 años de oscuridad profética.
El mensaje de Juan no tiene nada de innovador, no
presenta nuevas luces, es, simplemente, el mismo
viejo mensaje pero presentado en una nueva óptica.
Jesús conocía perfectamente esta faceta y la enun-
ció con claridad en Mateo 17:11: “Respondiendo
Jesús les dijo: A la verdad, Elías viene primero,
y restaurará todas las cosas”. Restaurar es llevar
algo a su estado original, lejos está de significar
el enunciamiento de nuevas y sensacionales cosas.
En resumen: Juan no fue innovador, sino reforma-
dor, copió en lo sustancial las obras de los profetas
y reformadores antiguos y las dio como si fueran
propias. (ver también Lc. 1:17)

12. Juan el bautista exaltó la Santa, Justa y buena


ley de Dios. El bautista presenta las exigencias de
la eterna ley de Dios y señala una vía de escape a
la destrucción preparada para los violadores de la
misma, esto se rebela en Mateo 3:2: “Arrepentíos,
Verdades Sencillas
porque el reino de los cielos se ha acercado”.
Ahora respondamos:
De qué se arrepiente
uno?
-De lo malo.
Y cómo se llama en la
Biblia a lo malo?
-Pecado.
Y qué es pecado?
-Transgresión de la ley. En la cruz se ve claramente
De cual ley? la inmutabilidad de la ley de
-La santa, justa y buena Dios. Si se pudiera cambiar
o abolir, Jesús no hubiera
ley de Dios!!
necesitado morir.
Juan predica sobre lo
horrendo del pecado y sus nefastas consecuen-
cias, pero presenta también la solución sencilla al
problema del pecado en Cristo el Salvador; escu-
chémosle exaltar a Cristo: “He aquí el cordero de
Dios que quita el pecado del mundo” ¡Bendito y
completo mensaje para la salvación de la humani-
dad perdida!!!

13. Juan reprendía a los líderes, por eso lo odia-


ban. Aquellos a quienes fue enviado Juan se creían
muy autosuficientes y que no podían caer de su ex-
La Luz Menor
altada posición, Juan los despierta de su falsa segu-
ridad con el mensaje: “No penséis decir dentro de
vosotros mismos: a Abraham tenemos por padre,
porque yo os digo que Dios puede levantar hijos
a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el
hacha está puesta en la raíz de los árboles; por
tanto todo árbol que no da buen fruto es cortado
y echado en el fuego”. Al sonar esta voz -como
trueno en cielo despejado- llamando a una reforma
genuina, los líderes reaccionaban cerrando sus ojos
a la verdad completa, sumiéndose más en la iniqu-
idad y frunciendo su ceño contra el enviado del
cielo. Cabe aquí añadir que los profetas nunca han
sido amados, queridos, ni estimados, más bien han
sido anatematizados y perseguidos, por eso, si hoy
se habla en contra de la mensajera de Dios para
este tiempo, no hay motivo para desanimarnos, ni
preocuparnos, peor fuese que hablaran bien, pues,
como dice el Salvador: “ay de vosotros cuando
los hombres hablen bien de vosotros!, porque eso
hacían sus padres con los falsos profetas” (Lc.
6:26).

14. Juan llama a la gente a producir frutos. El men-


saje del bautista no se limita a señalar el pecado
Verdades Sencillas
y mostrar la solución en Cristo, sino que tam-
bién presenta las exigencias de la nueva vida en
Cristo. Mateo 3:8 “Haced, pues, frutos dignos de
arrepentimiento”...“Todo valle sea alzado y bájese
todo monte y collado; y lo torcido se enderece y
lo áspero se allane”, señala la importancia de la
permanencia en Cristo y
la necesidad de la muerte
a la vieja manera de vivir
Jesús señala el camino a
todos, el cual se resume
en la frase: VETE Y NO
PEQUES MÄS!!

con sus hábitos y concu-


piscencias y el resurgir tri-
unfante y cada día con más fortaleza en el nuevo
estilo de vida cristiano,visible y práctico. Aquí está
la causa sencilla del porqué de la ira contra el pro-
feta. Herodías se ofende cuando Juan le señala el
pecado y le pide frutos dignos de arrepentimiento.
Cuán distinto si solo hubiera señalado el pecado,
el perdón que Cristo ofrece y el permiso de Cristo
para seguir pecando!!! Nunca tal acontece!!! El
mensaje no pisa con suaves y resbalosos pies, sino
La Luz Menor
que corta hasta lo más profundo del alma como
una espada aguda de dos filos; señala el pecado y
pide una separación completa –espíritu, alma y cu-
erpo- del mismo; que no comulgue más el pecador
con la transgresión. El inspirado apóstol Pablo
resume este concepto diciendo: “Pero ahora libra-
dos del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis
por vuestro fruto la santificación y como fin la vida
eterna”.

15. Juan proclama: La hora de su juicio ha lle-


gado! Mateo 3:10 y 12 señala una obra de juicio
sin precedentes: “Y ya también el hacha está pu-
esta en la raíz de los árboles; por tanto todo árbol
que no da buen fruto es cortado y echado en el
fuego” “Su aventador en su mano está y aven-
tará su era; y recogerá su trigo en el granero y
quemará la paja en fuego que nunca se apagará”
Es una obra tremenda de separación del grano y la
paja, de lo genuino y lo espurio, de lo verdadero
y lo falso, con sus consecuencias eternas. Pero no
es sorpresa que Juan predique semejante men-
saje, pues ya el profeta Malaquías en el versículo 5
del capítulo 3 (que ya hemos citado arriba, donde
habla a cerca de la obra del mensajero del Señor y
Verdades Sencillas
la venida del Señor mismo)
lo había predicho: “Y ven-
dré a vosotros para juicio;
y seré pronto testigo contra
los hechiceros y adúlteros,
contra los que juran men-
tira, y los que defraudan
en sus salario al jornalero,
Teme a Dios porque a la viuda y al huérfano, y
la hora de su juicio ha los que hacen injusticia al
llegado!!!
extranjero, no teniendo te-
mor de mí dice Jehová de los ejércitos” ; luego en
una forma impresionante resume la consecuencia
del juicio: “Entonces os volveréis y discerniréis
la diferencia entre el justo y el malo, entre el que
sirve a Dios y el que no le sirve” (vers. 18). Juan,
pues, predicó un mensaje de separación y de juicio
quedando un remanente que sería allegado al alfolí
por la mano divina.

16. Juan era un hombre muy raro. Si hubiéramos


visto a Juan el bautista hubiéramos considerado
que era un tipo muy raro y tal vez lo hubiéramos
llamado extremista, loco o fanático. Vestía raro,
comía raro, vivía en un lugar muy raro, predicaba
La Luz Menor
raro y sin embargo Jesús no repara en apariencias
sino que con voz todopoderosa lo declara: el may-
or de los profetas. Hoy día hay personas que se es-
candalizan, retroceden y tildan de fanáticos, locos
y extremistas a aquellos que buscando algo mejor
“escogen ser maltratados con el pueblo de Dios,
que gozar de los deleites temporales del pecado”;
A aquellos que se acercan al trono de la gracia y
con fe sencilla preguntan: Señor qué quieres que
yo haga? Y ante la respuesta vehemente: “Escapa
por tu vida! No mires atras! ” comienzan a pre-
pararse concienzudamente para el inminente re-
torno del Mesías prometido en gloria y majestad,
mediante la puesta en práctica del mensaje sencillo
pero poderoso y zarandeador predicado hace casi
dos mil años por Juan,“la voz que clama en el de-
sierto”.

17. Juan el bautista cometió errores. El bautista,


no obstante ser el mayor de los profetas cometió
errores, en algunas cosas su conocimiento era par-
cial y creció con el transcurso del tiempo en su
entendimiento; esto se puede evidenciar por ejem-
plo en la seguridad de Juan respecto de la obra
Mesiánica de Cristo (que era el tema bandera y
Verdades Sencillas
principal aspecto de la predicación de Juan). Al
principio Juan declaró poderosamente: “He aquí el
cordero de Dios que quita el pecado del mundo”
(Jn. 1:29) pero luego con fe vacilante y trémula
manda a preguntar: “¿Eres tú
aquel que había de venir o es-
peramos a otro?” (Mt. 11: 3)
¿Creció? ¿Tuvo que corregir al-
gunos conceptos? SI. Una de las
razones de la equivocación de
Juan, está en que no pudo com-
prender a tiempo la diferencia
No obstante ser Juan entre la primera y la segunda
el más grande profeta, venida de Cristo, él imaginaba
fue acosado por dudas que había solo una venida del
y cometió errores.
Mesías, por eso cuando se en-
tera que Jesús habla de amor, de misericordia y de
bienaventuranza, Juan recuerda: “su aventador en
su mano está” “ya el hacha está puesta en la raíz
de los árboles” y no logra conciliar estos aspectos.
Recapitulando: Juan era humano, era imperfecto y
creció en su conocimiento con el paso del tiempo,
pero, no obstante esto, es el mayor de los profetas.

18. La luz mayor y la luz menor. En el ámbito


La Luz Menor
adventista generalmente se cree que los términos
“luz mayor” y “luz menor” se refieren al paralelo
entre el sol y la luna: el sol la luz mayor, la luna la
luz menor, pero la verdad es que esta comparación
no es correcta. El Espíritu de profecía usa esta ter-
minología en base a la comparación –no de la luna
y el sol- sino de Cristo y Juan el bautista. Usted
ya sabe que Jesús es comparado con el gran sol de
justicia (Mal. 4:2) y Juan es comparado con una
luz pequeña en Juan 5: 35: “El era antorcha que
ardía y alumbraba” El objetivo de la venida de
Juan está redactado en Juan 1:7 y 8: “Este vino por
testimonio, para que diese testimonio de la luz, a
fin de que todos creyesen por él. No era él la luz,
sino para que diese testimonio de la luz” Queda
claro que Juan vino “para dar testimonio de la luz”,
pero aquí cabe una pregunta que sorprenderá al
lector(a): ¿Para qué levantó Dios una luz pequeña,
una antorcha, si iba a venir una luz infinitamente
más grande: el sol? ¿Para qué una luz menor si iba
a venir una luz mayor? ¿si el sol se va a levantar,
para qué una simple antorcha? Muchos exclaman:
Si yo tengo la Biblia, para qué Elena White? La
respuesta es sencilla: -Como los hombres no acep-
tan la luz mayor, Dios en su misericordia les envía
Verdades Sencillas
una luz menor para ver si se despiertan y obedecen
la luz mayor. Notemos nuevamente los versículos
35 y 36 de Juan 5: “El era una antorcha que ardía
y alumbraba y vosotros quisisteis recrearos por un
tiempo en su luz más yo tengo mayor testimonio
que el de Juan” ya tenemos bien claro que Juan es
la luz menor y Jesús es la luz mayor, ahora leamos
los versículos 31 al 33 para ver el contexto: “Si yo
doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es
verdadero. Otro es el que da testimonio de mí, y sé
que el testimonio que da de mí es verdadero” Aquí
está hablando de Juan. Ahora leamos el versículo
33: “Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él
dio testimonio de la verdad” Qué tenía Juan? El
testimonio de Jesucristo!! y todo el mundo amaba
a Juan? No, no, antes, lo aborrecían, pero él tenía
la verdad. Lo interesante de todo esto es que, los
que profesaban leer la Biblia –la luz mayor- termi-
naron rechazando la Luz mayor (Cristo) porque re-
chazaron la luz menor (Juan). Vamos finalmente al
versículo 39 donde concluye esta argumentación:
“Escudriñáis las escrituras” la luz mayor son las
escrituras, por que ellas dan testimonio de Jesús.
Ahora bien, ¿las Escrituras del antiguo testamento
eran mayores que el testimonio verbal de Juan?
La Luz Menor
Claro que sí . Volvamos al texto: “Escudriñáis las
escrituras porque a vosotros os parece que en ellas
tenéis la vida eterna y ellas son las que dan testi-
monio de mi”¿los judíos estudiaban las escrituras?
Si, ¿Conocían los puntos y las comas? Si, ¿La sin-
taxis y la gramática? Si, ¿Todo el vocabulario? Si,
si lo conocían, pero perdieron el punto principal:
No encontraron a Cristo en ellas. A pesar de profe-
sar tener la luz mayor, no entendían, por eso Dios
levanta a Juan para decirles claramente: “He aquí
el cordero de Dios que quita los pecados del mun-
do” y dejarlos sin excusa, pero como rechazaron la
luz menor, rechazaron también la mayor y se que-
daron sin la una y sin la otra: “Y no queréis venir
a mi para que tengáis vida” Vers. 36. Como conse-
cuencia de esto, Jesús dicta sentencia:“No penséis
que yo os tengo de acusar delante del Padre, hay
quien os acusa, Moisés en quien vosotros esperáis,
porque si vosotros creyerais a Moisés, creeríais en
mi, porque de mi escribió él” La luz mayor del
antiguo testamento los condenaría en virtud de no
haber aceptado el testimonio de la luz menor: Juan
el Bautista.

Ahora veamos rápidamente el paralelo con el Es-


Verdades Sencillas
píritu de Profecía:

La hermana white se levantó


después de un largo período
de silencio profético. La
Biblia dice que hubo un
largo silencio profético
de más de 1.260 años en
Helena G. de White,
fué llamada por Dios los cuales no cayó lluvia
para servir como “la espiritual del cielo, es
mensajera del Señor” en decir, no hubo luz pro-
apoyo del pueblo rema- fética, en los cuales los
nente que Guardaría los dos testigos profetizaron
mandamientos de Dios y
cubiertos de saco y cili-
tendría la fe de Jesús.
cio.

La hermana White no hizo milagros. En los días de


las hna. White, algunos le acusaron de no ser una
verdadera sierva de Dios por causa de no hacer
señales y prodigios, ella describe esta actitud en
Manuscript Releases Volumen 19 pág. 372:
“La obra que el Señor ha colocado sobre mí se
ridiculiza y escarnece, pero aún en esto estoy
en buena compañía pues los fariseos hacían lo
mismo con el Salvador y con sus obras: Algunos
La Luz Menor
declaran su incredulidad en la obra que el Señor
me ha encomendado pues, ellos dicen: la Señora
White no hace milagros”.

La hna. White no escribió ningún libro de la Biblia. Cu-


ando a ella le preguntaban si era profeta, simple-
mente contestaba que era la mensajera del Señor:
“Al comienzo de mi obra varias veces se me pre-
guntó: ¿Es usted profetisa? Siempre respondí:
Soy la mensajera del Señor” (Alza Tus Ojos 158)
Porque comprendía que su obra va más allá de la
obra del simple profeta, además porque era humil-
de y también por causa de la gente que profesaba
ser profeta y daba mal nombre al término.

Dios levantó a Elena G. de White conforme a la pro-


fecía bíblica, Apoc. 14:12 y 19:10 “Entonces el
dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue a
hacer guerra contra el resto de la descendencia de
ella, los que guardan los mandamientos de Dios y
tienen el testimonio de Jesucristo” “…El testimo-
nio de Jesucristo es el Espíritu de la profecía”.

La hna. White se levantó en medio de un reaviva-


miento religioso y cerca del cumplimiento de una
Verdades Sencillas
profecía de tiempo. Predicó que la hora del juicio
había llegado y el inicio de la obra de purificación
del santuario. Ella era odiada y aún lo es, incluso
por algunos que aseveran ser miembros del pueblo
de Dios. La pluma inspirada nunca fue ordenada
por manos humanas, ni ocupó un puesto en la di-
rectiva de la obra. Exaltaba la ley de Dios y llamaba
la atención a la única solución: Cristo, el Cordero
de Dios que quita el pecado del mundo.

Fue enviada como mensajera al pueblo remanente de


Dios, no al mundo. Su mensaje no es nuevo, es el
mismo de Juan. Amonesta a los líderes de la iglesia
y pide una reforma completa en los hábitos, prác-
ticas y teorías.

La hermana White fue humana, se equivocó, tuvo


que corregir conceptos, creció en conocimiento a
medida que aumentaba su experiencia. No era in-
falible, no era “la papisa de papel” como muchos
despectivamente la llaman. Muchos se aferran
a declaraciones de la pluma inspirada para desa-
creditarla, por ejemplo, el asunto de “la puerta cer-
rada”, según la cual, la hermana White creía que
en 1844 se había cerrado la puerta de la gracia
La Luz Menor
para el mundo impío; ella aclara más adelante es-
tos conceptos popularmente creídos. Ella creció en
conocimiento, no era perfecta, era humana. Ahora,
si alguien tiene inconvenientes en aceptar estos
cambios de posición, que recuerde el caso de Na-
tán y David registrado en 2 Samuel 7:3 – 17, donde
el profeta al principio le dice a David que edifique
la casa al Eterno y al día siguiente tuvo que volver
para corregir sus palabras y no por eso deja de ser
profeta del Dios altísimo.

La hermana White no trajo a la luz ninguna doctrina


nueva. Ella no es “innovadora”, más bien es “res-
tauradora” de las verdades antiguas que estaban
fuera de uso por parte de la gente que aseveraba
ser “el pueblo de Dios”: El sábado es bíblico, la
reforma pro-salud es bíblica, la indumentaria del
pueblo de Dios es bíblica, la educación de los ni-
ños, el inicio del juicio investigador, etc. Todo está
y se puede comprobar en la Biblia.

Los escritos de Helena White representan la luz menor


para guiar a los hombres y mujeres a la luz mayor.
“El Señor ha enviado a su pueblo mucha instruc-
ción, línea sobre línea, precepto sobre precepto, un
Verdades Sencillas
poquito aquí y un poquito allá. Poco caso se hace
de la Biblia y el Señor ha dado una luz menor para
guiar a los hombres y mujeres a la luz mayor. ¡Oh,
cuánto bien podría haberse realizado si los libros
que contienen esta luz fueran leídos con una deter-
minación de practicar los principios que contienen!
Habría una vigilancia, una abnegación y un es-
fuerzo resuelto mil veces mayores. Y muchos más se
regocijarían ahora en la luz de la verdad presente”
(El Colportor Evangélico pág. 174, 175).

Es tiempo de volver a leer los libros rojos (o azules si


tiene los 2 tomos grandes) y sacar a la luz las grandes
y solemnes verdades que en ellos se encuentran reg-
istradas para beneficio de los que aseveran ser “el
pueblo de Dios para este tiempo” y están en procura
de dar la solemne voz de amonestación:
El Esposo viene, salid a recibirlo!!!

Oirá usted el llamado?

concluimos, pues, que Dios trabaja siempre en


forma metódica e invariable; como dice la pluma
inspirada:
“La obra de Dios en la tierra presenta, siglo tras
La Luz Menor
siglo, sorprendente analogía en cada gran movimien-
to reformatorio o religioso. Los principios que rigen
el trato de Dios con los hombres son siempre los
mismos. Los movimientos importantes de hogaño,
concuerdan con los de antaño, y la experiencia de
la iglesia en tiempos que fueron encierran lecciones
de gran valor para los nuestros”. (C.S. 391)

Estimado lector(a): que tus pies se afirmen -si aún


vacilan- en la firme roca de la verdad eterna: Los
mandamientos de Dios y la fe de Jesús! Unete a los
peregrinos que paso a paso ascienden la escabrosa
cuesta camino de la eternidad. Ya vislumbramos los
umbrales dorados que señalan el fin de una era y el
comienzo glorioso de otra mejor que nunca termi-
nará, pero mientras llega ese día bendito, sigamos al
pie de la letra el consejo del apóstol Pedro:
“Tenemos también la palabra profética más segura a
la cual hacéis bien en estar atentos como a una an-
torcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día
esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros
corazones”.

Amén
Otros materiales disponibles:

Una respuesta doctrinal (texto por Cuadernillo para colorear


texto) e histórica de la doctrina del basado en el libro “La Historia
rapto secreto. de la Redención”.
$4.000 $3.000

Eres tú
culpable?

Hablada en español

Película en DVD que


muestra la cruda realidad
Cuadernillo para colorear sobre el maltrato a los
basado en el libro “La Historia animales.
de la Redención”.
$5.000
$3.000

You might also like