You are on page 1of 18

REVISTA R

D E VLI A
S TCAE PDAEL L7A8 C
• EP
DAI CLI E7M8 B R E 2002 7

Crecimiento económico
y desarrollo humano
en América Latina

Gustav Ranis
Director Henry R. Luce del
Centro de Estudios Este estudio explora los nexos recíprocos entre desarrollo hu-
Internacionales y de Areas, A fines de los años cincuenta, Cuba presentaba una estructura
Profesor Frank Altschul de
mano y crecimiento
económica económico
con marcados rezagos entecnológicos
América Latina. El creci-
e insuficiente
Economía Internacional, desarrollo industrial. El dinamismo de la producción y las in-
miento promueve el desarrollo humano a medida que la base
Universidad de Yale versiones era bajo, en tanto que la distribución del ingreso
Gustav.ranis@yale.edu revelaba
de sesgos
recursos concentradores
se amplía, marcados.
en tanto que un mayor Durante el período
desarrollo huma-
1959-1989 el producto aumentó a una tasa media anual apro-
Frances Stewart no genera
ximada de más
4% ycrecimiento a medida que
la política económica unaalpoblación
asignó Estado unmás pa-
Directora, pel relevante en la producción de bienes y servicios, con mar-
sana y educada contribuye a mejorar el desempeño económi-
Queen Elizabeth House, cado predominio de la planificación sobre los mecanismos del
Oxford mercado
co. en la regulación
El análisis de regresión de muestra
la actividad económica.
conexiones En que
fuertes esa
frances.stewart@queen- etapa, la economía experimentó trascendentes modificaciones
elizabeth-house.oxford.ac.uk
van
de susdelbases
desarrollo humano
productivas, aunalcuando
crecimiento económico
repitió muchas ende-
de las la
ficiencias comunes de los países socialistas: sobredimensio-
región, pero aquéllas desde el crecimiento económico al desa-
namiento de proyectos, incorporación de tecnologías atrasadas
y descuido
rrollo humano de son
la competitividad.
mucho más débiles Así,que
durante
a niveltres décadas
mundial, tal
Cuba se mantuvo al margen de las enormes transformaciones
vez
que debido al efecto
se sucedían en losperturbador
mercados de Occidente.
la crisis de Al
la deuda.
amparoSe- de
los arreglos con los países socialistas, el país contó con merca-
gún estudios de países exitosos y no exitosos, el éxito en
dos seguros para sus exportaciones, una relación de intercam-
bio favorable
materia (algo menos
de desarrollo en los
humano se años
debióochenta)
a un bueny un generoso
desempeño
financiamiento de la balanza de pagos. Con ineficiencias noto-
económico combinado
rias, se incrementó con gasto
el acervo socialdealto,
de bienes y los
capital y sefracasos
expan-
dió la infraestructura física; se amplió la capacidad de embal-
estuvieron asociados a conflictos, desastres naturales y severas
ses de agua, se modernizó la red ferroviaria y se construyeron
autopistas,
políticas decarreteras
ajuste. El ycomportamiento
caminos rurales.deSelosavanzó
paísesen la elec-
confirma-
trificación del país. Se realizaron fuertes inversiones en desa-
ría la de
rrollo necesidad
recursosde dar prioridad
humanos, al desarrollo
particularmente humano
en los sectorespara
de
salud, educación, cultura y deporte. El elevado contenido so-
alcanzar un ciclo virtuoso de crecimiento y más desarrollo
cial de la política económica permitió avances sustanciales en
los servicios básicos a la población, así como la formación de
humano.
recursos laborales con calificaciones crecientes.

D I C I E EN
CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO M BAMERICA
R E 2 0 0 2LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
8 REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002

I
Introducción

Hay poderosas razones para considerar que el objeti- alguna forma de crecimiento económico que promue-
vo fundamental de la actividad humana es el desarro- va el desarrollo humano, o si determinadas modalida-
llo humano y no el crecimiento económico. Se ha de- des de crecimiento económico son más propicias para
finido el desarrollo humano como la ampliación de las alcanzar el desarrollo humano; igualmente, si hay al-
oportunidades que tienen las personas de poder acce- guna forma de desarrollo humano que promueva el cre-
der a una vida más larga, más saludable y más plena.1 cimiento económico o si hay tipos concretos de ese
Esta definición es muy vasta y puede incluir una gran desarrollo más adecuados para promover el crecimien-
variedad de opciones, por ejemplo, en cuanto a los to; y si es posible decir algo útil sobre las prioridades
aspectos políticos y culturales. En el presente artículo en caso de que haya que optar. Por ejemplo, ¿debería
centramos la atención en un limitado subgrupo de promoverse el desarrollo humano antes que el creci-
opciones, orientadas concretamente a la salud y la miento económico, o podríamos postergar el logro del
educación, que se hallan entre los requisitos fundamen- desarrollo humano mientras fomentamos el crecimiento
tales para tener opciones en otros campos. Este estu- económico?
dio concuerda en gran medida con el espíritu de mu- Para dar respuesta a estas preguntas, exploramos
cha de la obra de Al Berry, cuya principal preocupa- los vínculos teóricos y luego los analizamos empírica-
ción ha sido avanzar más allá del incremento del in- mente, basándonos en datos comparados de países de
greso per cápita para centrarse en su distribución, con todas las regiones en desarrollo del mundo. El ejerci-
el fin de mejorar las condiciones de vida de los pobres.2 cio nos permitió llegar a resultados convincentes acerca
En un trabajo anterior (Ranis, Stewart y Ramírez, de las interrogantes que acabamos de plantear. En esta
2000), examinamos en forma teórica y práctica las vin- oportunidad, nos proponemos examinar en qué medi-
culaciones entre el desarrollo humano (definido en esta da nuestras conclusiones generales son aplicables en
forma más bien restringida) y el crecimiento económi- América Latina y qué conclusiones de política han de
co. No hay duda alguna de que existe una firme rela- derivarse de la experiencia de la región.
ción recíproca entre ambos. Por una parte, el crecimien- En la sección II siguiente se resumen los resulta-
to económico proporciona los recursos que permiten dos de nuestro trabajo anterior. La sección III contie-
mejorar ininterrumpidamente el desarrollo humano; por ne algunas estimaciones econométricas para América
la otra, el mejoramiento de la calidad de la mano de Latina, y las compara con las conclusiones a que ha-
obra contribuye de manera importante al crecimiento bíamos llegado en el plano mundial. La sección IV da
económico. Si bien es cierto que estos nexos genera- a conocer información sobre algunos países de Amé-
les se aceptan sin dificultades, para que sean de algu- rica Latina que han evolucionado de manera particu-
na utilidad en materia de política es preciso conocer- larmente favorable o desfavorable. Finalmente, la sec-
los más a fondo. En especial, hay que saber si existe ción V ofrece algunas breves conclusiones.

1 En el primer informe del Programa de las Naciones Unidas para

La versión original del presente trabajo fue presentada a la Con- el Desarrollo (PNUD) sobre desarrollo humano se expresa que “El
ferencia en honor al profesor Albert Berry sobre los efectos socia- objetivo básico del desarrollo humano es crear un ambiente propi-
les y económicos de la globalización y de la liberalización en el cio para que los seres humanos disfruten de una vida prolongada,
mercado laboral y la distribución del ingreso, organizada por la saludable y creativa” (PNUD, 1990, p. 31) y se define el desarrollo
Universidad de Toronto y que tuvo lugar el 19 y 20 de abril de humano como “un proceso en el cual se amplían las oportunidades
2002. Deseamos expresar nuestro reconocimiento a Tavnett Suri, del ser humano” (ibid., p. 34).
por el excelente apoyo que nos prestó en la investigación, y a Prateek 2 Para un ejemplo temprano, véase Berry y Urrutia (1976); para

Tandon, por su ayuda. uno mucho más reciente, Berry (ed., 1998).

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002 9

II
Desarrollo humano y crecimiento económico:
conclusiones del estudio anterior

A nuestro juicio, el desarrollo humano es el objetivo qué manera el desarrollo humano, aparte de ser un
central de la actividad humana y el crecimiento eco- objetivo primordial, contribuye a aumentar el ingreso
nómico un medio que podría llegar a ser muy impor- nacional. Ambas cadenas se muestran en el gráfico 1.
tante para promoverlo. Al mismo tiempo, los logros en
materia de desarrollo humano pueden contribuir de 1. Cadena A: del crecimiento económico al desa-
manera decisiva al crecimiento económico. En conse- rrollo humano
cuencia, hay que examinar dos cadenas causales dis-
tintas: una de ellas va del crecimiento económico al Al examinar lo que se ha escrito acerca de los facto-
desarrollo humano, a medida que los recursos prove- res que determinan el desarrollo humano, resulta que
nientes del ingreso nacional se asignan a actividades los principales eslabones de la cadena que va del cre-
que contribuyen a este último; la segunda va del desa- cimiento económico al desarrollo humano se relacio-
rrollo humano al crecimiento económico e indica de nan con lo siguiente:

GRAFICO 1
Desarrollo humano y crecimiento económico

DESARROLLO HUMANO

Función de mejora del


desarrollo humano

Aptitudes de trabajadores,
administradores
y empresarios

Ingresos de las ONGa,


asignación de recursos y
Elección de tecnología; coeficientes de prioridad
investigación y
desarrollo, y
adaptación e innovación Asignación de
a nivel local Modalidades y
distribución del gasto recursos al desarrollo
Ahorro e inversión de los hogares humano y coeficientes
internos y externos de prioridad

C C
A Ingresos de los
A
D Distribución del ingreso Coeficiente de gasto D
Volumen y composición hogares y tasas del gobierno
E de las exportaciones de pobreza E
(central y local)
N y del producto N
A A

B A

PIB PER CÁPITA

Fuente: Elaboración propia.


a ONG: Organizaciones no gubernamentales.

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
10 REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002

a) La distribución del PIB entre los hogares y el go- cación, hay gastos que son claramente mucho más
bierno, puesto que cada uno de ellos cumple fun- productivos que otros en cuanto al logro de avan-
ciones esenciales, aunque diferentes, en la gene- ces en desarrollo humano. Por ejemplo, general-
ración de condiciones favorables al desarrollo hu- mente se reconoce que la educación primaria, par-
mano. A la sociedad civil también le correspon- ticularmente en una etapa temprana de desarrollo,
de desempeñar un papel, por ejemplo, por conduc- influye más en el desarrollo humano que la edu-
to de las organizaciones comunitarias y otras or- cación terciaria.
ganizaciones no gubernamentales. La participa- e) Lo más probable es que las actividades de las
ción de estas organizaciones en los recursos na- organizaciones no gubernamentales o de otros
cionales depende de lo que resuelvan el gobierno sectores de la sociedad civil promuevan el desa-
y los hogares sobre el monto que hay que asig- rrollo humano. La información al respecto es más
narles. dispersa pero, al parecer, los gastos de las orga-
b) La distribución del ingreso, puesto que lo más nizaciones no gubernamentales suelen orientarse
probable es que el ingreso que perciben las fami- marcadamente a objetivos de desarrollo humano
lias más pobres refuerce nuestro concepto restrin- (por ejemplo, generar ingresos para los pobres y
gido del desarrollo humano (educación, salud), ya destinarlos a proyectos relacionados con escuelas,
que estos hogares son los que tienen mayores nutrición y salud). En la mayoría de los casos, las
carencias. organizaciones no gubernamentales desempeñan
c) La tendencia de los hogares a invertir sus ingre- un papel complementario e incluso secundario,
sos, descontados los impuestos, en rubros que en pero en algunos casos —como el Bangladesh
los países pobres contribuyen más directamente a Rural Advancement Committee (BRAC) y el Ban-
promover el desarrollo humano, por ejemplo, ali- co Grameen, en Bangladesh; las escuelas Ha-
mentos, agua potable, educación y salud. Al pa- rambee en Kenya, y los Comedores Populares en
recer, uno de los principales factores determinan- Perú— parecen constituir una fuente importante
tes es la proporción del ingreso que es controla- de reforzamiento del desarrollo humano (Riddell
da por las mujeres. y otros, 1995).
d) Por lo que toca al gobierno, la asignación de re- f) Naturalmente, es importante la eficacia de estos
cursos al mejoramiento del desarrollo humano es diversos gastos para elevar los niveles de desarro-
una función del gasto total del sector público, de llo humano. Los gastos en insumos del desarro-
la proporción de éste que se destina a los secto- llo humano no constituyen objetivos de por sí,
res de desarrollo humano, y de la manera en que pero son medios para avanzar en diversos aspec-
se distribuye dentro de estos sectores. Esto pue- tos del bienestar básico. Otro eslabón importante
de expresarse en la forma de tres coeficientes:3 el de la cadena A es el tipo de medida que resulta
coeficiente de gasto público, definido como la más provechosa en un nivel de desarrollo deter-
proporción del producto nacional bruto que gas- minado, y de qué manera diferentes combinacio-
tan los distintos niveles del gobierno; el coeficien- nes de medidas provocan un cambio en el desa-
te de asignación de recursos al desarrollo huma- rrollo humano. A este eslabón de la cadena lo
no, definido como la proporción del gasto total del hemos denominado función de mejoramiento del
gobierno que se destina a los sectores vinculados desarrollo humano; se asemeja a una función de
al desarrollo humano, y, finalmente, el coeficien- producción en que relaciona los insumos que se
te de prioridad del desarrollo humano, definido aportan al desarrollo humano, como el gasto pú-
como la proporción del gasto total en el sector de blico en servicios de salud o agua potable, con el
desarrollo humano que se destina a “áreas priori- objetivo de desarrollo humano que es lograr un
tarias”. La definición precisa de lo que es área mejoramiento de la salud.
prioritaria varía según el grado de desarrollo del De este análisis de los diversos eslabones de la
país, por lo cual este tercer coeficiente resulta más cadena que va del crecimiento económico al desarro-
arbitrario y difícil de medir que los otros dos. Sin llo humano resulta evidente que, en general, cabría
embargo, dentro de los sectores de salud y edu- prever la existencia de importantes relaciones de
causalidad entre la economía y los logros en materia
de desarrollo humano, pero que estas conexiones no
3 Véase PNUD, 1991. son automáticas: la solidez de los eslabones de la ca-

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002 11

dena A varía de acuerdo con una amplia gama de fac- e) La enseñanza secundaria y terciaria son elemen-
tores, incluidas la estructura de la economía, la distri- tos fundamentales para el desarrollo de institucio-
bución del ingreso y de los bienes y las opciones de nes claves —de gobierno, jurídicas, financieras y
política. otras— todas las cuales son esenciales para el
desarrollo económico.
2. Cadena B: del desarrollo humano al crecimien- f) Desde el punto de vista macroeconómico, las
to económico “nuevas teorías sobre el crecimiento” aspiran a
hacer endógeno el progreso técnico con la incor-
Cuando se enfoca la atención en la cadena B, compro- poración de algunos de estos mismos efectos,
bamos la existencia de un firme respaldo empírico a haciendo hincapié a la vez en la educación, en el
la idea de que a medida que las personas se tornan más aprendizaje con la práctica y en investigación y
sanas, mejor alimentadas y más instruidas, contribu- desarrollo. Varios estudios empíricos han mostra-
yen más al crecimiento económico. Dicho más concre- do que la educación tiene efectos positivos en el
tamente, las investigaciones a nivel micro y crecimiento a nivel macroeconómico, los que
macroeconómico revelan que: varían según el grado de instrucción y el modelo
a) La ampliación de la educación primaria aumenta de crecimiento macroeconómico elegido.6
la productividad de los trabajadores urbanos y g) La educación afecta la naturaleza y el crecimien-
rurales. En la agricultura, la educación eleva la to de las exportaciones que, a su vez, influyen en
productividad de los agricultores que utilizan téc- la tasa global de crecimiento. Se ha sostenido que
nicas modernas y, como era de esperar, no influ- en una fábrica moderna, incluso los trabajadores
ye tanto en los que utilizan métodos tradiciona- no calificados normalmente necesitan los conoci-
les.4 Además, la educación contribuye de manera mientos básicos de letras y aritmética y la disci-
importante a la capacidad técnica y al cambio plina que se adquieren en la enseñanza primaria
tecnológico en la industria. y el primer nivel de la enseñanza secundaria
b) Se ha demostrado que el mejoramiento de la sa- (Wood, 1994). Hay estudios que han demostrado
lud y de la nutrición influye directamente en la que el incremento de las exportaciones de ma-
productividad de la mano de obra, especialmente nufacturas está directamente relacionado con el
entre las personas más pobres.5 La morbilidad tie- crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).7
ne efectos negativos en la productividad de la h) La educación también puede influir en el incre-
mano de obra, cosa que se observa, por ejemplo, mento del ingreso per cápita a través de sus efec-
en estudios realizados en Ghana y Costa de Mar- tos en el denominador, esto es, en el aumento de
fil (Schultz y Tansel, 1993). En algunos casos, la la población. Muchos estudios han mostrado que
evidencia indica que la salud y la nutrición influ- la escolaridad femenina está inversamente relacio-
yen aún más en la productividad que la educación nada con la fecundidad (Ainsworth, Beegle y
formal, pese a que la bibliografía relativa al de- Nyamete, 1995).
sarrollo ha hecho mucho más hincapié en el efecto i) Se ha demostrado que ampliar la enseñanza pri-
de la educación. maria conduce a una distribución más equitativa
c) La enseñanza secundaria, incluso la técnico-pro- del ingreso (Psacharopoulos y otros, 1992, p. 48),
fesional, facilita la adquisición de destrezas y de y estudios recientes indican que la distribución
capacidad de gestión. más equitativa de bienes e ingresos contribuye al
d) La enseñanza terciaria contribuye al desarrollo de crecimiento económico.8 Al igual que en la cade-
la ciencia básica, a la selección adecuada de las na A, en la cadena B la solidez de los diversos
importaciones de tecnología, a su adaptación al eslabones es variable y no hay una conexión auto-
medio nacional y al desarrollo de tecnologías mática entre el mayor grado de desarrollo humano
autóctonas. y el incremento del PIB per cápita. Naturalmente,

6 Por ejemplo, Barro (1991) y Barro y Lee (1993 a y b).


7 Entre otros, Michaely (1977), Krueger (1978), Ram (1985), Rana
4 Véase Schultz (1975), Welch (1970), Rosenzweig (1995), Foster (1988) y Edwards (1993).
y Rosenzweig (1994). 8 Véase Alesina y Rodrik (1994), Alesina y Perotti (1994), Persson
5 Véase las encuestas en Behrman, 1993 y 1996. y Tabellini (1994) y Birdsall, Ross y Sabot (1995).

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
12 REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002

la educación, la salud y la nutrición no pueden por esperanza de vida disminuyó alrededor de 1.75
sí solas transformar la economía. El volumen y puntos porcentuales.
calidad de la inversión interna y externa, junto con c) La tasa inicial de matrícula femenina en la ense-
el entorno general de políticas, son también facto- ñanza primaria tuvo un efecto significativo pero
res importantes que determinan el desempeño eco- pequeño en la tasa de mejoramiento de la espe-
nómico. Tal como en la cadena A, en la cadena B ranza de vida registrada posteriormente. Atribui-
la distribución del ingreso parece ser importante. mos esto a los efectos en el comportamiento del
hogar derivados de los ingresos de las mujeres,
3. Resultados empíricos sus conocimientos y el control que ejercían den-
tro del hogar.
En nuestro trabajo empírico anterior utilizamos regre- d) Contrariamente a lo previsto, la distribución más
siones comparadas que abarcaron entre 35 y 76 países equitativa del ingreso no pareció influir en el
en desarrollo, según los datos disponibles sobre deter- desarrollo humano.
minadas variables para el período 1960-1992. Pusimos e) Tal como cabía esperar, las variables ficticias,
a prueba las hipótesis que se indican a continuación, tanto para África como para América Latina, re-
derivadas del análisis de la cadena A antes resumido. sultaron todas negativas y significativas, debido
El desarrollo humano sería mayor: a que el factor de comparación fue la muy exitosa
A1: mientras mayor fuera el crecimiento económico; Asia oriental. En cada caso el coeficiente fue
A2: mientras menor fuera la proporción de la pobla- bastante pequeño.
ción que se encontrara por debajo de la línea de Respecto de la cadena B, probamos las siguien-
la pobreza; para un determinado nivel de PIB per tes hipótesis:
cápita, esto significaría que el desarrollo humano El crecimiento del PIB sería mayor:
sería mayor mientras más equitativa fuera la dis- B 1: mientras mayor fuera el desarrollo humano;
tribución del ingreso; B 2: mientras mayor fuera la tasa de inversión;
A3: mientras más ingresos destinaran los hogares al B 3: mientras más equitativa fuera la distribución del
desarrollo humano en un determinado nivel de in- ingreso.
gresos. Esto puede relacionarse a la vez con la Considerando como variable dependiente el PIB
escolaridad de las mujeres y con el grado de con- per cápita en el período 1970-1992, en el caso de la
trol que ellas ejercieran sobre los ingresos del ho- cadena B encontramos que:
gar; a) Las medidas del grado inicial de desarrollo huma-
A4: mientras mayor fuera la proporción del PIB que el no eran invariablemente significativas, aunque con
gobierno destinara al gasto social. coeficientes bajos.
Utilizando como variable dependiente para el b) Con una sola excepción, la variación de la espe-
período 1970-1992 la variación del desarrollo huma- ranza de vida (1962-1982) era positiva y signifi-
no, representada por la reducción del déficit de espe- cativa.
ranza de vida, en el caso de la cadena A encontramos c) La tasa de inversión interna era siempre signifi-
que: cativa, salvo cuando se incluyeron las variables
a) El crecimiento del PIB per cápita resultó ser sig- ficticias regionales.
nificativo y bastante sólido en todas las d) Prácticamente todas las variables retrasadas de la
ecuaciones, y el mayor crecimiento del ingreso per distribución del ingreso dieron resultados del sig-
cápita se tradujo en un mejor comportamiento del no esperado (esto es, la distribución más equita-
desarrollo humano. De acuerdo con una ecuación, tiva del ingreso iba unida a un mayor crecimien-
se estimó que el aumento de un punto porcentual to económico) y casi en todos los casos eran sig-
en la tasa media de crecimiento del PIB per cápita nificativas, salvo cuando se incluyeron las varia-
reducía en más de tres puntos porcentuales el bles ficticias regionales.
déficit de esperanza de vida en el período. e) Las variables ficticias regionales correspondien-
b) La proporción de recursos nacionales destinados tes a América Latina resultaron significativamente
a gasto social casi siempre resultó ser significati- negativas en todos los casos, y sucedió lo mismo
vamente positiva. Por cada punto porcentual de en un caso correspondiente a África.
incremento de la proporción media del PIB inver- En síntesis, consideradas en su conjunto, ambas
tida en salud y educación (retrasada), el déficit de cadenas mostraron que el crecimiento económico te-

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002 13

nía efectos positivos significativos en el desarrollo será el ciclo de crecimiento económico y desarrollo
humano y que, por su parte, este último tenía un efec- humano, ya sea en sentido ascendente o descendente.
to significativamente positivo en el crecimiento eco- Cuando las vinculaciones son precarias, pueden pro-
nómico. ducirse casos de desarrollo asimétrico. Por una parte,
puede suceder que un crecimiento económico propi-
4. Ciclo virtuoso, ciclo vicioso y desarrollo cio no traiga consigo un desarrollo humano satisfacto-
asimétrico rio si, por ejemplo, hay conexiones débiles, como un
bajo coeficiente de gasto social; por otra parte, es po-
En consecuencia, los resultados que obtuvimos respal- sible que un desempeño satisfactorio en materia de de-
dan decididamente la existencia de dos cadenas que sarrollo humano no genere un crecimiento económico
vinculan el desarrollo humano con el crecimiento eco- favorable si hay escasez de recursos complementarios
nómico. Esto significa que una economía puede encon- (tasas de inversión bajas, por ejemplo). Sin embargo,
trarse en una espiral ascendente de desarrollo humano lo más probable es que estos casos de desarrollo
y crecimiento económico que se refuerzan mutuamen- asimétrico no persistan; con el tiempo, la parte débil
te, con niveles altos de desarrollo humano que llevan actuará como freno sobre la otra y se producirá un ciclo
a un crecimiento elevado, y un alto crecimiento eco- vicioso; o bien, si a lo largo del tiempo se fortalecen
nómico que a su vez estimula aún más el desarrollo las vinculaciones, quizá mediante una modificación de
humano. A la inversa, si el desarrollo humano es pre-
las políticas, habrá un ciclo virtuoso.
cario, puede que conduzca a un crecimiento bajo y, en
Para clasificar empíricamente el comportamiento
consecuencia, a un escaso avance hacia el mejoramien-
de los países, comparamos los resultados de cada cual
to del desarrollo humano.
con el promedio de todos los países en desarrollo. Es
De acuerdo con este razonamiento, clasificamos
importante examinar la forma en que los países pasan
el desempeño de los países en cuatro categorías: la de
de una categoría a otra a lo largo del tiempo. En nues-
ciclo virtuoso, la de ciclo vicioso y dos categorías de
desarrollo asimétrico, una con sesgo pro desarrollo tro trabajo anterior, las dos categorías de desarrollo
humano (esto es, con fuerte desarrollo humano y es- asimétrico resultaron ser muy poco permanentes. En
caso crecimiento económico) y otra con sesgo pro cre- realidad, la conclusión más interesante de este trabajo
cimiento económico (es decir, con escaso desarrollo fue que ninguno de los países que comenzó con un ses-
humano y marcado crecimiento económico). En el caso go pro desarrollo económico pudo pasar de allí a un
del ciclo virtuoso, un buen desarrollo humano refuerza ciclo virtuoso; todos ellos volvieron a caer en el ciclo
el crecimiento, el que a su vez promueve el desarrollo vicioso (desarrollo humano deficiente, escaso crecimien-
humano, y así sucesivamente. En el caso del ciclo vi- to económico). En consecuencia, nuestro análisis ante-
cioso, un comportamiento deficiente en materia de rior de alcance mundial reveló que no se puede avanzar
desarrollo humano tiende a traducirse en resultados a un ciclo virtuoso si hay sesgo en favor del crecimien-
mediocres en cuanto a crecimiento, lo que a su vez to económico, ya que ello conduce a un punto muerto.
reduce los logros de desarrollo humano, y así sucesi- En cambio, algunos países que comenzaron con un ses-
vamente. Mientras más fuertes sean las vinculaciones go pro desarrollo humano efectivamente lograron avan-
en las dos cadenas antes descritas, más pronunciado zar hasta situarse en el grupo de ciclo virtuoso.

III
El panorama latinoamericano

El panorama mundial, ampliado ahora al período 1960- representa la tasa media de crecimiento del PIB per
2000, se presenta en el gráfico 2, donde la línea divi- cápita —ambas ponderadas por la población. Dicho
soria vertical representa la reducción media del déficit gráfico revela que los países de América Latina se
de desarrollo humano del mundo en desarrollo en su concentran en los cuadrantes de sesgo pro desarrollo
conjunto, mientras que la línea divisoria horizontal humano y de ciclo vicioso. El contraste es marcado con

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
14 REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002

GRAFICO 2
Clasificación del comportamiento de los países, 1960-2000

80

70
Porcentaje de reducción del déficit del HDI*

60

-2 0 2 4 50 6 8 10 12

40

30

20

10

0
Porcentaje de crecimiento del PIB anual per cápita (1960-2000)

Africa Medio Oriente Asia Oriental América Latina Asia Meridional

Fuente: Elaboración propia.

los países de Asia oriental, que se sitúan principalmente norma en esa década y que un país como México, cuyo
en el cuadrante de ciclo virtuoso, y los del África ingreso per cápita en los años ochenta fue decrecien-
subsahariana, que se encuentran sobre todo en el cua- te, puede no obstante figurar en el cuadrante de ciclo
drante de ciclo vicioso. La medida de desarrollo hu- virtuoso.
mano que hemos utilizado en el gráfico —esto es, Al comparar entre ellos a países de América La-
HDI*—, es idéntica a la última fórmula adoptada por tina en 1960-2000, clasificados únicamente en relación
el Programa de las Naciones Unidas para el Desarro- con el desempeño medio de la región (gráfico 3), cua-
llo (PNUD) para su propio índice de desarrollo humano tro países aparecen en la categoría de ciclo virtuoso, a
(HDI),9 salvo que no considera el componente de ingre- saber, Chile, Costa Rica, México y Panamá. El núme-
so, porque no queremos que éste aparezca como parte ro mayor de países latinoamericanos se sitúa en el
a la vez del desarrollo humano y del crecimiento eco- cuadrante de ciclo vicioso, y un número reducido en
nómico. los cuadrantes de sesgo pro desarrollo humano o pro
El lugar que ocupa América Latina frente a otras crecimiento económico.
regiones obedece en parte a las repercusiones particu- Una vez más, resulta esclarecedor examinar los
larmente intensas que en ella tuvo la crisis de la deu- movimientos de los países en el tiempo. El cuadro 1
da de los años ochenta. Como se sabe, a menudo se muestra las posiciones de los países latinoamericanos
habla de este período como de “la década pérdida”. En decenio por decenio. Los hemos clasificado según su
cambio, cuando la comparación se hace entre países crecimiento y la reducción del déficit del HDI* en cua-
latinoamericanos —particularmente en el decenio de drantes de ciclo vicioso, de ciclo virtuoso, de sesgo pro
1980— se observa que el crecimiento negativo fue la desarrollo humano y de sesgo pro crecimiento econó-
mico, y examinamos la forma en que los países cam-
9 El HDI, según está constituido actualmente, incluye la esperanza
bian de categoría de un decenio a otro. Tales transi-
de vida al nacer, calculada como índice con un mínimo de 25 y un
ciones se determinan por el desempeño de estos paí-
máximo de 85 años; un componente de educación integrado por el ses en relación con el promedio de América Latina, no
alfabetismo de adultos, una tasa bruta combinada de la matrícula del mundo. Comprobamos que las posiciones de los
primaria, secundaria y terciaria, y una medida del ingreso real pon-
derado por el nivel de ingreso, a paridad de poder adquisitivo (véa-
países fluctúan en el tiempo debido a una serie de ra-
se PNUD, 2001). zones, tanto generales como específicas de cada cual.

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002 15

GRAFICO 3
América Latina: clasificación del comportamiento de los países, 1960-2000

65
Chile
Porcentaje de reducción del déficit del HDI* Perú
60 México
Costa Rica
Argentina Panamá
55
-1 -0.5 0 0.5 1 Ecuador 1.5 2 2.5 Brasil 3
Bolivia JamaicaEl Salvador Colombia
República
Venezuela 50 Dominicana
Honduras Uruguay

Nicaragua Guatemala
45 Trinidad & Tabago

Paraguay
40

Haití
35
Tasa media de crecimiento del PIB per cápita

Fuente: Elaboración propia.

CUADRO 1
América Latina: Clasificación de los países según las variaciones
del desarrollo humano (DH) y el crecimiento económico (CE), 1960-2000

País 1960-1970 1970-1980 1980-1990 1990-2000

Argentina Sesgo pro DH Sesgo pro DH Sesgo pro DH Ciclo virtuoso


Bolivia Ciclo vicioso Ciclo vicioso Ciclo vicioso Ciclo vicioso
Brasil Sesgo pro CE Sesgo pro CE Sesgo pro CE Ciclo vicioso
Chile Sesgo pro DH Sesgo pro DH Ciclo virtuoso Ciclo virtuoso
Colombia Sesgo pro DH Sesgo pro DH Ciclo virtuoso Sesgo pro DH
Costa Rica Sesgo pro DH Sesgo pro DH Ciclo virtuoso Ciclo virtuoso
Ecuador Ciclo vicioso Sesgo pro CE Ciclo virtuoso Sesgo pro DH
El Salvador Ciclo vicioso Ciclo vicioso Ciclo vicioso Sesgo pro CE
Guatemala Ciclo vicioso Ciclo vicioso Ciclo vicioso Ciclo vicioso
Guyana – Sesgo pro DH Sesgo pro DH Ciclo virtuoso
Haití Ciclo vicioso Ciclo vicioso Ciclo vicioso Ciclo vicioso
Honduras Ciclo vicioso Ciclo vicioso Ciclo vicioso Ciclo vicioso
Jamaica Ciclo virtuoso Sesgo pro DH Ciclo virtuoso Sesgo pro DH
México Ciclo virtuoso Ciclo virtuoso Ciclo virtuoso Ciclo virtuoso
Nicaragua Sesgo pro CE Ciclo vicioso Ciclo vicioso Ciclo vicioso
Panamá Ciclo virtuoso Sesgo pro DH Sesgo pro DH Ciclo virtuoso
Paraguay Sesgo pro DH Ciclo virtuoso Ciclo virtuoso Sesgo pro DH
Perú Ciclo vicioso Ciclo vicioso Ciclo vicioso Ciclo virtuoso
República Dominicana Ciclo vicioso Sesgo pro CE Sesgo pro CE Sesgo pro CE
Trinidad y Tabago Ciclo virtuoso Ciclo virtuoso Sesgo pro DH Ciclo virtuoso
Uruguay Sesgo pro DH Sesgo pro DH Ciclo virtuoso Ciclo virtuoso
Venezuela Sesgo pro DH Sesgo pro DH Sesgo pro DH Sesgo pro DH

Fuente: Banco Mundial (2001).

Los países de América Latina entran y salen de las ca- menor de países y a que la semejanza entre ellos es
tegorías de desempeño virtuoso y vicioso con mayor mayor, lo que significa que incluso variaciones leves
frecuencia que la observada en el contexto mundial. pueden conducir a cambios de categoría; y en parte a que
Esto obedece en parte a que se trata de un número es posible que la mayor incidencia de perturbaciones

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
16 REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002

CUADRO 2
Cadena A: Evidencia recogida de la experiencia de
América Latina, 1960-2000ab
(Mínimos cuadrados ordinarios (MCO): cambio en desarrollo
humano en un decenioc como variable dependiente)

Variable (1) (2)


Variable dependiente: reducción Variable dependiente: reducción
del déficit de del déficit en disminución
esperanza de vida de mortalidad infantil

Tasa de crecimiento del PIB per cápita en decenio 3.99 1.23


(p. ej., 1970-1980) x 100 (0.83) (0.15)
Gasto público en educación como porcentaje del PIB, 1.23d -0.25
promedio del decenio (p. ej. 1970-1980) x 100 (1.92) (0.22)
Tasa bruta de matrícula femenina en enseñanza primaria, 1.42 0.17d
promedio del decenio (p. ej., 1970-1980) x 10 000 (0.25) (1.74)
Variable ficticia para década de 1970 x 100 0.90 9.80e
(0.41) (2.54)
Variable ficticia para década de 1980 x 100 3.22 12.07e
(1.22) (2.63)
Variable ficticia para década de 1990 x 100 -0.53 9.32e
(0.23) (2.34)
Intercepto x 100 8.89d 5.75
(1.71) (0.63)
Número de observaciones 76 76
R2 0.095 0.220

Fuente: Banco Mundial (varios años).


a Por ejemplo, 1970-1980. d Indica significación a nivel de l0%.
b El decenio de 1970 es la década omitida. e Indica significación a nivel de 5%.
c Las cifras entre paréntesis son estadísticas t absolutas.

exógenas se traduzca en más cambios de esta natura- Latina, tanto para determinar la solidez de las conexio-
leza. nes recíprocas globales entre desarrollo humano y cre-
Lo que es más importante es que el análisis de cimiento económico, y de los eslabones concretos que
América Latina refuerza nuestra conclusión anterior: conforman las cadenas A y B. Como es natural, en el
no es posible pasar de un desempeño sesgado en fa- caso de América Latina dispusimos de un número muy
vor del crecimiento económico a uno de ciclo virtuo- inferior de observaciones, por lo que utilizamos los
so. En cambio, los países con desempeño sesgado en datos correspondientes a cada década y a cada país,
favor del desarrollo humano sí pasan a menudo al ci- combinando las series cronológicas y los datos trans-
clo virtuoso, mientras que aquellos con sesgo pro cre- versales. Los resultados figuran en los cuadros 2 y 3.
cimiento económico tienden a volver al ciclo vicioso. En el caso de la cadena A, examinamos las re-
Esto tiene importantes connotaciones para la tarea de ducciones del déficit de la esperanza de vida y del
decidir la secuencia de las políticas y sugiere que, déficit en disminuir la mortalidad infantil como posi-
contrariamente al modelo que a menudo se recomien- bles variables dependientes (columnas 1 y 2 del cua-
da, no es posible ocuparse primero del crecimiento y dro 2). En la columna 1 se observa una relación posi-
después del desarrollo humano, porque en la práctica tiva aunque no significativa entre la tasa de crecimiento
esto menoscabará al uno y al otro. Sin embargo, forta- y un mejor HDI en el período 1960-2000; allí el avance
lecer el desarrollo humano es una manera aceptable de del desarrollo humano se mide por la disminución del
crear condiciones propicias para el crecimiento soste- déficit de la esperanza de vida. El gasto público en
nido y, por ende, acrecentar aún más el desarrollo hu- educación10 como proporción del PIB al comienzo de
mano.
Resulta aleccionador examinar hasta qué punto
nuestros resultados econométricos globales, que se re- 10 Utilizado en sustitución del gasto en educación y salud, por falta

sumieron más atrás, son aplicables al caso de América de datos.

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002 17

CUADRO 3
Cadena B: Evidencia recogida de la experiencia de
América Latina, 1960-2000
(Mínimos cuadrados ordinarios (MCO): crecimiento del PIB
per cápita en un decenioa como variable dependiente)bc

Variable independiente (1) (2)

Tasa de alfabetismo, promedio del decenio 2.54d –


(p. ej. 1970-1980) x 1 000 (1.92)
Log. de la esperanza de vida, promedio del decenio – 3.94d
(p. ej. 1970-1980) x 10 (1.80)
Promedio inversión interna bruta (% del PIB) en el decenio 4.20 4.54
(p. ej. 1970-1980) x 1 000 (1.05) (1.14)
Variable ficticia para la década de 1970 x 100 -0.45 -2.05
(0.08) (0.36)
Variable ficticia para la década de 1980 x 10 -3.39e -3.63e
(6.10) (6.03)
Variable ficticia para la década de 1990 x 100 -8.57 -11.53d
(1.49) (1.75)
Intercepto x 10 -0.55 -14.80d
(0.53) (1.72)
Número de observaciones 84 84
R2 0.414 0.411

Fuente: Banco Mundial (varios años).


a Por ejemplo, 1970-1980. d Indica significación a nivel de 10%.
b El decenio de 1970 es la década omitida. e Indica significación a nivel de 1%.
c Las cifras entre paréntesis son estadísticas absolutas de t.

cada decenio resultó positivo, y significativamente va, lo que podría reflejar el efecto sostenido de la es-
relacionado con la reducción de dicho déficit. En la tabilización y el ajuste en el crecimiento.
columna 2, la matrícula femenina en la enseñanza pri- Considerando los resultados en su conjunto, en-
maria tiene efectos positivos y significativos en la re- contramos que en el contexto latinoamericano la ca-
ducción del déficit en materia de disminución de la dena A parece más débil que la cadena B; esto es, si
mortalidad infantil. Aunque habríamos deseado incluir bien el mayor desarrollo humano conduce a más cre-
una variable para la distribución del ingreso, al no cimiento en las décadas siguientes, las tasas de creci-
disponer de suficientes datos hubiéramos tenido que miento en América Latina no están significativamente
bajar el número de observaciones a la cuarta parte. relacionadas con las variaciones en materia de desa-
En el caso de la cadena B, encontramos que dos rrollo humano. Esto puede deberse en parte al gran
medidas diferentes de los logros en materia de desa- peso que tuvieron en América Latina —en compara-
rrollo humano al comienzo de cada período (la tasa de ción con nuestros resultados a nivel mundial— la cri-
alfabetismo y el logaritmo de la esperanza de vida) sis de la deuda y los ajustes consiguientes, que a me-
estaban positiva y significativamente relacionadas con nudo se hicieron a expensas de los gastos en desarro-
el crecimiento del ingreso per cápita (cuadro 3). Cabe llo humano. Por lo demás, al parecer las variaciones
destacar que en esta cadena comprobamos que la va- en el marco de política, específicamente en cuanto a
riable ficticia correspondiente a 1990 era negativa y los coeficientes de prioridad y a los factores que de-
altamente significativa. Este es un claro efecto de la terminan la eficiencia de la función de mejora del de-
crisis de la deuda, que indica que en los años ochenta sarrollo humano, contribuyeron en buena medida a ex-
los logros en desarrollo humano no se tradujeron en plicar las diferencias de comportamiento de este últi-
crecimiento, como sucedió en otros decenios. Además, mo. De hecho, la reseña que se ofrece a continuación
en las ecuaciones de la cadena B, la variable ficticia acerca de la experiencia de determinados países con-
para 1999 también resultó significativamente negati- firma esta conclusión.

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
18 REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002

IV
Éxitos y fracasos en cuanto a desarrollo humano
y a crecimiento económico: casos de países

En esta sección se describe brevemente la experiencia nomía se expandió rápidamente (la tasa de crecimien-
de tres países que tuvieron un buen desempeño (ciclo to alcanzó los niveles más altos de toda América Lati-
virtuoso) y tres cuyo desempeño fue deficiente (ciclo na), en gran medida estimulada por el incremento de las
vicioso). La idea es dilucidar a qué situaciones y polí- exportaciones de productos básicos no tradicionales.
ticas se podrían atribuir estos resultados. Desde los años sesenta Chile contaba con un
Chile logró desempeñarse bien durante los cua- amplio conjunto de programas estatales de asistencia
renta años considerados, en circunstancias que su ré- social en los campos de la seguridad social, la salud y
gimen político y la orientación de sus políticas sufrían la educación. Además, había acceso universal a los
cambios radicales. servicios médicos curativos y a programas de atención
Desde comienzos del siglo veinte, este país asu- preventiva para todas las embarazadas, recién nacidos
mió un fuerte compromiso con el desarrollo humano. y niños menores de seis años que no tenían acceso a
Ya en 1930, tres cuartas partes de la población adulta servicios de salud alternativos. En general, estos pro-
sabía leer y escribir (Thorp, 1998). En los años sesen- gramas se mantuvieron pese a fuertes reducciones del
ta, y en los primeros años del decenio de 1970, duran- gasto social global, que entre 1975 y 1990 cayó de 4%
te el gobierno de Allende, se mantuvieron los avances a 2% del PIB. Pese a esta baja, en general el desarrollo
en el campo del desarrollo humano gracias a genero- humano del país siguió mejorando, sobre todo gracias
sas inversiones estatales en educación y salud. Hacia a una mejor focalización, en parte lograda por descen-
fines de los años sesenta, el gasto social ascendía a un tralización de los servicios. En el campo de la educa-
20% del PIB; la matrícula en la enseñanza primaria ción, el gasto público se centró en la enseñanza pri-
abarcaba un 95% de los niños de 6 a 14 años de edad, maria y secundaria y se apartó de la terciaria; de he-
y un 81% de los partos eran atendidos por profesiona- cho, en esta última bajó de 38% del gasto público to-
les de la salud (Raczynski, 1987). El incremento del tal en educación en 1980, a 19% en 1990. Además, el
ingreso per cápita fue modesto (1.6% anual), e iguali- gobierno creó una serie de programas y subsidios es-
tario en relación con América Latina en su conjunto, peciales destinados a proteger a los miembros más
dando lugar a una evolución sesgada en pro del desa- vulnerables de la sociedad, en especial madres e hijos.
rrollo humano. Entre ellos cabe mencionar el subsidio familiar al grupo
La toma del poder por Pinochet en 1973 presa- de pobreza extrema, un programa complementario de
gió cambios radicales en la política económica y so- alimentación para las madres y los preescolares, así
cial. En la política económica, hubo un marcado vira- como programas para los niños con déficit nutricional,
je hacia la apertura y una reducción del papel del Es- y un programa de alimentación escolar que tenía por
tado. En los diez años siguientes, esto se tradujo en el objeto reducir la deserción escolar y la tasa de repeti-
estancamiento del ingreso (tras un alza inicial) y en un ción (Raczynski, 1987). En las escuelas públicas, la
creciente desempleo, que de 6% en los años sesenta tasa de deserción escolar bajó de 7% en 1977 a 5% en
se elevó a más de 16% a comienzos de los años ochen- 1984. La entrega de los servicios de salud a los muni-
ta. Sin embargo, parte de los efectos adversos de esta cipios significó tener que destinar el menor presupuesto
situación en el desarrollo humano se contrarrestó con a la prevención de las enfermedades y no a la medici-
grandes programas de empleo. La distribución del in- na curativa. La mortalidad infantil se redujo de 73 por
greso empeoró, al punto que en Santiago el coeficien- cada mil nacidos vivos en 1972 a 17 en 1989.
te de Gini se elevó de 0.47 en los años sesenta a 0.51 En consecuencia, los diez primeros años del pe-
en el período 1978-1982.11 A contar de 1986, la eco- ríodo de Pinochet no fueron exitosos en lo que se re-

11Riveros (1998). Según Berry (ed. 1998, p. 16), entre 1969 y 1978 Santiago ponen de manifiesto uno de los mayores deterioros que se
los datos sobre la distribución del consumo en los hogares del gran hayan registrado estadísticamente en un país en desarrollo.

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002 19

fiere a crecimiento económico, pese a lo cual se man- En 1960, el país destinaba alrededor de 3% del PIB a
tuvieron los avances en desarrollo humano debido a gasto en la salud pública, cifra que a fines de los años
una mejor focalización de un gasto social más reduci- noventa se había elevado a más de 5%, en gran parte
do; es decir, un marcado mejoramiento del coeficien- hacia fines del período. Mientras que en 1960 la espe-
te de prioridad condujo a una evolución sesgada en pro ranza de vida era de 67 años, en 1980 se elevó a 73
del desarrollo humano. En los últimos años del régi- años, y a 76 años en el período 1995-2000. Durante
men se reanudó el crecimiento económico y el país los años sesenta, la mortalidad infantil se mantuvo en
avanzó hacia un ciclo virtuoso. un nivel bastante elevado: 68 por mil en 1960 y una
El regreso a la democracia, en 1990, condujo a leve caída a 62 por mil en 1970. Sin embargo, después
una renovada expansión del gasto social y a un creci- bajó significativamente a 19 por mil en 1980 y a 12
miento económico sostenido y algo más equitativo. En por mil en 1999.
los años noventa, Chile creció a una tasa media de Las reducciones de que fue objeto el gasto en el
4.5% al año, tras haber exhibido una de 1.2% en los sector social costarricense durante la primera mitad del
años setenta y de 2.1% en los ochenta; el desempleo decenio de 1980 afectaron principalmente a las áreas
disminuyó a niveles bajos y fue posible suspender los prioritarias, de modo que la proporción del gasto en
programas estatales de empleo; se llevó a cabo una re- educación que se destinaba al 40% de los hogares si-
forma tributaria que hizo más progresivos los impues- tuados en el tramo inferior de ingreso bajó de 42% en
tos, con lo cual se ayudó a financiar el creciente gasto 1980 a 36% en 1986. Sin embargo, en la segunda mitad
social, y el gasto en educación y salud se duplicó con del decenio el gasto social tuvo un repunte. Por otra
creces. De esta manera, en el decenio de 1990 Chile parte, el salario mínimo se mantuvo, la distribución del
ingresó al ciclo virtuoso, con un mejor desarrollo hu- ingreso no empeoró y se reanudaron los avances en
mano favorecido por un mayor crecimiento y más gasto materia de desarrollo social. Como resultado, el país
social. Por su parte, la aplicación de políticas econó- pudo mantenerse en un ciclo virtuoso.
micas más eficaces, unida a mayores niveles de desa- Los avances logrados por México en el campo del
rrollo humano, facilitó la expansión sostenida del PIB desarrollo humano fueron muy posteriores a los de
per cápita. Chile o Costa Rica. En 1960, más de un tercio de su
Al igual que Chile, Costa Rica tiene una larga población adulta seguía siendo analfabeta. México cla-
trayectoria de compromiso con el desarrollo humano. sifica en la categoría de ciclo virtuoso debido a las
En 1950, su tasa de analfabetismo era de sólo 20%, mejoras en desarrollo humano y crecimiento económi-
mientras que en el conjunto de América Latina supe- co del período 1960-1999. Pero de todas formas, en
raba el 40% (Thorp, 1998). La decisión de eliminar las cifras absolutas siguió quedando significativamente por
fuerzas armadas, adoptada en 1948, liberó recursos debajo de Chile y Costa Rica. Por ejemplo, al finali-
para el gasto social, que se mantuvo sostenidamente zar el período indicado, la esperanza de vida era de 67
en niveles bastante altos, aunque a comienzos de los años, esto es, poco menor que el promedio de Améri-
ochenta fue objeto de recortes. En 1988, la mitad del ca Latina (69 años) y muy inferior a los 75 años al-
gasto público volvió a destinarse a salud y educación, canzados en Chile y los 77 años logrados en Costa Rica
asignándose un 30% de él a áreas prioritarias. (Thorp, 1998).
En los años sesenta y setenta el crecimiento fue Hasta 1970, durante el gobierno de Echeverría,
bastante bueno (5% a 6% al año). Un amplio sistema México disfrutó de lo que se denominó “crecimiento
de prestaciones sociales tuvo cobertura casi universal. con estabilidad”, y también avanzó en materia de de-
Costa Rica invirtió casi el 6% del PIB en educación. Se sarrollo humano. En el decenio de 1970 continuó cre-
alcanzó la matrícula universal en la enseñanza prima- ciendo, pero con la ayuda de un fuerte endeudamiento
ria, mientras que en la secundaria se elevó a cerca de y con crecientes desequilibrios fiscales. La economía
dos tercios; un 20% de los jóvenes de 20 a 24 años de tuvo un comportamiento vigoroso a fines de los años
edad asistía a la educación superior, y la matrícula sesenta y en los setenta, cuando el PIB aumentó en pro-
masculina y la femenina eran relativamente equivalen- medio 7% a nivel global (3% per cápita), y el sector
tes. En los años sesenta, el analfabetismo de adultos manufacturero, que era el de mayor crecimiento del
se redujo 8 puntos porcentuales; en 1980, sólo el 13% país, atrajo un volumen apreciable de inversión extran-
de los costarricenses mayores de diez años eran anal- jera. La pobreza extrema declinó de 76% en 1960 a
fabetos, y en 1999 esa proporción había bajado a 4.5%. 45% en 1981, aunque la distribución del ingreso siguió
En los años sesenta los avances en salud fueron siendo insatisfactoria, con coeficientes de Gini de 0.5
relativamente lentos, pero más adelante se aceleraron. a 0.6 (Maddison, 1992).

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
20 REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002

Uno de los grandes pilares del gobierno posrevo- el gasto en educación aumentó 90% y, en salud, 79%.
lucionario de México ha sido su resuelto compromiso Gracias a una focalización mayor, aunque relativamen-
con el desarrollo humano. En los años sesenta, este te ineficaz, se redujeron los subsidios generales de
compromiso se tradujo en mayor hincapié en la refor- alimentación. Para aumentar la eficacia del gasto so-
ma agraria, la salud, el saneamiento, la educación y la cial en función de su costo y estimular una mayor
nutrición. En los años setenta, el gasto en educación participación de la comunidad, se creó un amplio pro-
ascendió a un promedio aproximado de 18% del gasto grama denominado PRONASOL. Uno de sus componen-
público total, mientras que el gasto medio en salud fue tes contemplaba una gran gama de programas socia-
de 5% (FMI, varios años). También contribuyeron a les, incluso en educación y salud, pero el partido que
estos resultados los adecuados coeficientes de priori- a la sazón se encontraba en el poder lo acusó de ma-
dad, en virtud de los cuales el grueso del gasto públi- nipulación política. Es posible que estos factores ex-
co se destinó a la enseñanza primaria y a programas pliquen por qué en los años noventa México pasó a la
de vacunación. Como resultado, entre 1960 y 1980 el categoría de países con sesgo pro crecimiento econó-
desarrollo humano mejoró significativamente; la espe- mico. En 1995, el programa cambió de nombre
ranza de vida aumentó de 59 a 66 años; la mortalidad (PRONOSOL) y fue reestructurado, tornándose menos
infantil declinó de 74 a 53 por mil nacidos vivos; el político.
alfabetismo adulto se elevó de 66% a 83%; y la matrí- En síntesis, México estuvo en la categoría de ci-
cula escolar bruta casi se duplicó (subió de 106% a clo virtuoso en los años sesenta y setenta debido a su
120% en la enseñanza primaria, de 23% a 49% en la crecimiento económico y gasto social. Otro elemento
secundaria y de 5% a 14% en la terciaria). que ha reforzado el desarrollo humano en el país ha
En los años ochenta, bajo el acoso de la crisis de sido el mejoramiento de las funciones de género gra-
la deuda, las cosas fueron diferentes. México disminu- cias a la mayor institucionalización de los derechos de
yó el coeficiente de gasto, con la consiguiente reduc- la mujer. El hecho de que en los años noventa los re-
ción de las erogaciones en desarrollo humano, que sultados en materia de desarrollo humano hayan sido
entre 1983 y 1988 se contrajeron 6% al año. En el menos favorables tal vez pueda atribuirse a una
mismo período el ingreso real disponible per cápita focalización inadecuada, a los recortes que fue preci-
cayó 5% y los niveles de desempleo y de subempleo, so introducir con motivo de las crisis y a la situación
así como la tasa de pobreza, fueron cada vez mayores. heredada del decenio anterior.
La participación de la educación en el gasto total su- Entre 1960 y 1970, debido a un crecimiento eco-
frió una merma de casi 30%, gran parte de la cual fue nómico acelerado de más de 6% al año y al vigoroso
absorbida por la enseñanza primaria (Friedmann, compromiso del gobierno con el desarrollo humano,
Lustig y Legovini, 1995). Entre 1983 y 1988 el número Jamaica se encontró en un ciclo virtuoso, con un gas-
de maestros y alumnos por escuela se redujo, y otro to social que aumentó de 5.6% del PIB en 1960 a 12.2%
tanto sucedió con el número de consultorios médicos, en 1975. En los años sesenta, la matrícula en la ense-
camas de hospital y médicos per cápita. Sin embargo, ñanza primaria se elevó de 65% a 85%, mientras que
pese a sus deficientes resultados en materia de creci- en la enseñanza secundaria aumentó de 15% a 58%.
miento económico y desarrollo humano, México lo En 1970, la esperanza de vida era de 68 años y la tasa
hizo relativamente bien si se le compara con el resto de alfabetización de 86%, ambas muy superiores al
de la región y no con el ámbito mundial . promedio regional (Thorp, 1998). Sin embargo, graves
Tras las reformas económicas iniciadas a fines del problemas económicos y la consiguiente aplicación de
decenio de 1980, la economía mexicana evolucionó programas de ajuste duros se tradujeron en un deterioro
mejor, estimulada por la inversión extranjera a que dio de los resultados en el campo del desarrollo humano y
lugar la ratificación del Tratado de Libre Comercio de empujaron a Jamaica hacia un ciclo vicioso por gran
América del Norte. Sin embargo, a raíz de las crisis parte del resto del período.
financieras de 1994 y 1998, se produjo una contrac- En los años setenta, severas perturbaciones de la
ción económica que condujo a reducir la inversión en relación de intercambio originaron una contracción
el sector social. En la década de 1990, en su conjunto, económica que obligó a introducir pronunciados recor-
la tasa media de crecimiento fue de 1.25% al año (en tes en el gasto social, de acuerdo con las indicaciones
los años ochenta había sido negativa). En la primera del FMI. En los años ochenta se mantuvo el deterioro
parte de los años noventa se elevó la proporción del del gasto en desarrollo humano y se aplicaron riguro-
PIB destinada a los sectores sociales. Entre 1989 y 1993, sas medidas de ajuste, incluida una reducción de 30%

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002 21

en el gasto real en educación y salud entre 1980 y 1986 factores externos (deterioro de la relación de intercam-
(Banco Mundial, 1984). El coeficiente de prioridad del bio) y deficiente gestión interna. Entre 1975 y 1983,
desarrollo humano también empeoró, aunque el gasto la caída del PIB fue mayor que su expansión anterior.
en la educación terciaria estuvo relativamente protegi- A lo largo de los años setenta el crecimiento del PIB
do. Los subsidios generales de alimentación fueron per cápita promedió un 0.7% al año. En los años ochen-
reemplazados por otros focalizados, y los niveles de ta persistieron las crisis externas y la inadecuada ges-
nutrición se debilitaron. Por su parte, la distribución del tión interna; la absorción del grueso de los sistemas de
ingreso se tornó más inequitativa y aumentó la pobreza. distribución y comercio minorista por el gobierno se
A fines de los años ochenta la economía jamai- acompañó de grandes bajas de la productividad. El
quina tuvo un repunte y en el período 1986-1990 el PIB racionamiento de las divisas y el control de las impor-
per cápita aumentó 2.4% al año; pero esto no se tra- taciones desembocaron en escasez de insumos produc-
dujo en gasto social, cuya participación porcentual en tivos, y la precariedad de la infraestructura dificultó aún
el PIB disminuyó. Sin embargo, a comienzos de los años más la evolución de la economía. En los años ochen-
noventa dicho gasto se recuperó, al punto que en 1995 ta, ésta exhibió un retroceso y el ingreso per cápita se
el gasto en salud pública se elevó a 3.2% del PIB y aquél redujo 3.9% al año. Durante el decenio de 1980, el PIB
en educación pública llegó a 5.4%. acumuló una caída de 28%. Además, las crisis condu-
En los años noventa, la economía del país siguió jeron a reducciones del gasto social, el que disminuyó
teniendo resultados mediocres. El crecimiento medio como proporción del gasto total del gobierno. En 1988,
del PIB per cápita fue negativo (alrededor de –0.6% al el gasto en educación sólo alcanzó a un 6.4% del gas-
año entre 1990 y 1999, comparado con 1.2% en el de- to total del gobierno y la inversión en salud llegó úni-
cenio anterior), pese a lo cual los indicadores de desa- camente a 3.7%.
rrollo humano mejoraron sustancialmente, lo que po- En el decenio de 1990 se modificó la política
dría augurar un mejor desempeño futuro en materia de macroeconómica cuando el gobierno liberalizó las
crecimiento económico. Hacia fines del decenio, la normas aplicables a las divisas, eliminó los controles
esperanza de vida del país era de unos 75 años, la tasa de precios y las prohibiciones sobre las importaciones
de alfabetismo de adultos de 86%, la tasa bruta de y estimuló la inversión privada. Esto dio lugar a una
matrícula en la enseñanza primaria de 98%, y en la racha de crecimiento: entre 1990 y 1999 el PIB per
enseñanza secundaria de 90%. La mortalidad infantil cápita creció a una tasa media anual de 4.2% (muy por
bajó a 20 por mil nacidos vivos. encima del promedio regional). No obstante, el desa-
El caso de Guyana se asemeja al de Jamaica, sólo rrollo humano se mantuvo a la zaga, ya que en 1999
que más desfavorable, puesto que ya en los años se- la esperanza de vida sólo llegaba a unos 64 años, sien-
senta la precariedad del comportamiento económico do que el promedio regional era de aproximadamente
menoscabó el desarrollo humano, lo que después se 70 años, y la mortalidad infantil continuaba siendo ele-
agravó debido a programas de ajuste que incluyeron vada, de alrededor de 57 fallecidos por cada mil naci-
reducciones del gasto social. En el decenio de 1990 hubo dos vivos (el promedio regional era de 31). Hacia 1990
un leve repunte económico, pero éste no se acompañó el gasto público en salud y educación comenzó a mos-
de una mejora importante del desarrollo humano. trar alguna mejora y al finalizar la década el primero
Al comienzo del período, la esperanza de vida del se situaba en torno al 9% del PIB y el segundo se había
país era relativamente baja, de aproximadamente 60 elevado al 8% del gasto público total.
años en 1960, y la mortalidad infantil elevada, de cer- En Nicaragua se distinguen tres períodos diferen-
ca de 99 por mil. Tras la independencia, en 1966, hubo tes: la era de Somoza, que abarcó los años sesenta y
un período inicial en que el PIB y el gasto social au- setenta; la revolución sandinista y posterior gobierno
mentaron de manera significativa. Por ejemplo, en el de este signo, que se acompañó de guerra civil perma-
período 1970-1975 el gasto en educación creció más nente; y el período de posguerra de los años noventa.
de 60% y en salud más de 40%. La tasa de matrícula Nicaragua fue uno de los últimos países de América
de la enseñanza primaria y de la enseñanza secunda- Latina en lograr algún avance sustancial en materia de
ria se elevaron. En los años setenta, el gobierno am- desarrollo humano. En 1960, más de la mitad de la
plió sustancialmente su control de la economía, esti- población adulta era analfabeta y la esperanza de vida
mándose que dominaba un 80% del sector formal. La llegaba sólo a 47 años (Thorp, 1998).
expansión inicial cedió paso a una crisis económica Durante la era de Somoza se registraron altas
casi permanente, originada por una combinación de tasas de crecimiento, pero su distribución fue muy

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
22 REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002

desigual. Los propios Somoza eran dueños o tenían el en el decenio como consecuencia de la actividad béli-
control del 60% de la actividad económica del país. El ca, el embargo comercial impuesto por los Estados
gasto social, que también estaba desigualmente distri- Unidos y la renuencia a invertir de la banca extranje-
buido, era bajo. Hacia fines del decenio de 1970, sólo ra. Se produjo una espiral inflacionaria y la situación
un 65% de los niños en edad escolar estaban matricu- se agravó debido a desastres naturales, incluidos hu-
lados en la escuela y no más de 22% terminaba los seis racanes y sequía. En 1990, el ingreso per cápita fue
años de enseñanza primaria. Tres cuartas partes de la inferior al de los años setenta y en la década siguiente
población rural eran analfabetas. La tasa de mortalidad el PIB per cápita cayó un 4.1% al año.
infantil bordeaba los 100 por cada mil nacidos vivos. Con el tiempo, el colapso económico y los tras-
Entre 1965 y 1975 se duplicó el número de niños me- tornos causados por la guerra terminaron por debilitar
nores de cinco años que padecían de malnutrición, en los sectores sociales, pese a los esfuerzos de los
circunstancias de que el PIB también aumentó al doble. sandinistas. Por ejemplo, la tasa de alfabetismo retro-
El crecimiento económico se alteró notablemen- cedió a los niveles de fines de los años setenta, y la
te con la revolución de 1979, año en que el PIB se con- mortalidad infantil, que en los primeros años de su
trajo un 25%. Los sandinistas se habían comprometi- gobierno había bajado a 63 por mil, comenzó a remon-
do a aumentar el gasto social y mejorar la distribución tar, hasta alcanzar a 72 por mil en 1989.
de los bienes y del ingreso. En los primeros años del En el período de posguerra de los años noventa
régimen, en 1980 y 1981, el PIB se elevó 5% y hubo predominaron los problemas de la deuda y el ajuste, y
una gran expansión del gasto social y de la cobertura también los causados por desastres naturales, como una
de los servicios sociales. Se duplicó la proporción del sequía y un huracán. La verdad es que nunca se inició
PIB destinada a la enseñanza primaria y secundaria y una recuperación económica y que el gasto social se
el analfabetismo de adultos se redujo de 50% a 23%. redujo. En el decenio de 1990, la tasa de crecimiento
El sector salud también mostró una fuerte expansión del PIB per cápita fue apenas positiva, situándose en tor-
y se hizo hincapié en la atención preventiva y prima- no al 0.3% al año en el período 1990-1999.
ria, mediante la focalización de los servicios en las En síntesis, los años de Somoza ilustran hasta qué
principales causas de la mortalidad materno-infantil y punto un crecimiento económico favorable puede no
de los menores de un año, la ampliación de la cober- traducirse en desarrollo humano cuando es inequitativo,
tura y el logro de una mayor participación de la co- cuando la distribución del ingreso y los bienes son
munidad. En consecuencia, tanto en salud como en desiguales, y cuando el gasto social es bajo y se acom-
educación los coeficientes de prioridad fueron favora- paña de un coeficiente de prioridad desfavorable. En
bles. El desempeño de ambos sectores registró mejo- cambio, en el período sandinista el desarrollo humano
ras: en 1980, la esperanza de vida se había elevado a mejoró notablemente al comienzo, porque el gasto
aproximadamente 59 años (desde 47 años en 1960) y social aumentó y se distribuyó mejor, pero ello se anuló
la matrícula bruta en la enseñanza primaria se situaba por los efectos de la guerra, el embargo y los desas-
en torno al 94% (66% en 1960). tres naturales. En el período de posguerra hubo que
Sin embargo, a raíz de la guerra civil que sobre- hacer frente a la deuda derivada del conflicto bélico, a
vino a continuación, el PIB disminuyó año a año entre financiamiento inadecuado y a la aplicación de seve-
1984 y 1990, acumulando una caída de más de 40% ras políticas de ajuste.

V
Algunas conclusiones

En comparación con el promedio general del mundo zos del período, la esperanza de vida de América La-
en desarrollo, en el período1960-2000 América Lati- tina era bastante superior a la del resto del mundo en
na en su conjunto se caracterizó por niveles relativa- desarrollo. Es posible que esto se haya debido a que
mente altos de desarrollo humano y de avances en este la región alcanzó la independencia política mucho antes
campo, pero por comportamientos menos favorables en y por lo tanto hubo un mayor compromiso con el de-
materia de crecimiento económico. En 1960, a comien- sarrollo humano, en especial por parte de las elites. Al

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002 23

mismo tiempo, entre las regiones fue la latinoameri- Naturalmente, también hay muchos caminos que
cana la que registró la mayor desigualdad en la distri- conducen al fracaso. En Nicaragua, durante el período
bución del ingreso (Berry, 1998). de Somoza, el crecimiento acompañado de una distri-
Nuestros esfuerzos por estimar la solidez de di- bución muy deficiente del ingreso privado y de los
versos eslabones en las cadenas A y B indican que servicios sociales menoscabó apreciablemente la cade-
aquellos entre el crecimiento económico y el desarro- na A. Graves perturbaciones económicas y el hecho de
llo humano varían más en América Latina que a nivel que durante el ajuste no se protegiera a los sectores
mundial. El coeficiente de gasto social sale bien para- sociales explican el comportamiento relativamente
do, pero el crecimiento del PIB no siempre se tradujo deficiente del desarrollo humano en los años ochenta
en una mejora significativa del desarrollo humano, lo en Jamaica, durante gran parte del período de estudio
que indica que en cada país se dieron situaciones con- en Guyana y durante los años noventa en Nicaragua.
cretas que afectaron la solidez de la cadena. Por otra En el decenio de1980, la guerra y el embargo comer-
parte, los eslabones de la cadena B, que va de desa- cial contribuyeron de manera importante a socavar las
rrollo humano a crecimiento económico, demostraron mejoras en desarrollo humano de Nicaragua, además
aproximarse más a los resultados de carácter global, de que en todas las décadas se produjeron desastres
con niveles iniciales de desarrollo humano que influ- naturales. La elevada deuda externa, acumulada como
yeron de manera significativa en el crecimiento eco- consecuencia de la guerra en el caso de Nicaragua,
nómico. Respecto de ambas cadenas nos vimos limi- también obstaculizó los esfuerzos de desarrollo huma-
tados en lo que podíamos comprobar, ya que dispusi- no realizados en la Nicaragua de la posguerra, y en
mos de menos datos de países sobre algunas variables Guyana durante los años ochenta y noventa.
y de un menor número de observaciones. El estudio de la forma en que se comportaron los
Los casos de países analizados ilustran de qué países decenio a decenio (véase más atrás el cuadro 1)
manera las circunstancias concretas influyeron en la confirma la impresión, a la cual ya habíamos llegado
solidez de los diversos eslabones de las cadenas A y a nivel mundial, de que es preciso promover el desa-
B. Nuestro estudio abarcó tres países que se situaron rrollo humano para poder situarse en un ciclo virtuoso
en el cuadrante de desempeño virtuoso en el período de crecimiento económico y mejoramiento del desa-
en su conjunto (Chile, Costa Rica y México) y tres que rrollo humano. Ningún país de América Latina logró
cayeron en el de desempeño vicioso (Guyana, Jamai- pasar de un comportamiento sesgado en favor del cre-
ca y Nicaragua). cimiento económico al ciclo virtuoso. Nuestras regre-
Por lo que respecta a los tres casos exitosos, el siones para América Latina revelan igual cosa, esto es,
crecimiento alto acompañado de un elevado coeficiente que aumentando el desarrollo humano efectivamente
de gasto social se tradujo en mejoras del desarrollo se mejora el crecimiento económico, aunque en este
humano (México en los años sesenta y setenta, y Chi- caso las mejoras del desarrollo económico no siempre
le en los sesenta). Un camino alternativo para alcan- dieron lugar a avances en el desarrollo humano. En
zar el éxito, ilustrado por Costa Rica, es el de lograr consecuencia, nuestras conclusiones a nivel regional
un crecimiento moderado y relativamente bien distri- también son contrarias a la secuencia de políticas que
buido, acompañado de coeficientes de gasto social muy se recomienda generalmente, esto es, que primero hay
altos y adecuados coeficientes de prioridad. En el pe- que generar crecimiento y que el desarrollo humano se
ríodo intermedio (1975-1990), Chile mostró un tercer dará por añadidura. Para terminar con una nota opti-
camino para llegar al éxito, que se caracteriza por gasto mista, es posible que el aumento del gasto en el sector
social muy bien focalizado, con crecimiento disparejo social registrado en América Latina en los años noven-
durante gran parte del período y un coeficiente de gasto ta prepare el camino para un mayor crecimiento en el
social sólo moderado. Posteriormente, Chile se situó decenio actual, en contraposición a las reducciones de
dentro del grupo de crecimiento elevado y adecuado ese gasto en los años ochenta que dificultaron el cre-
coeficiente de gasto social. cimiento y, en consecuencia, el desarrollo humano.

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART
24 REVISTA DE LA CEPAL 78 • DICIEMBRE 2002

Bibliografía

Ainsworth, M., K. Beegle y A. Nyamete (1995): The Impact of Maddison, A. (1992): The Political Economy of Poverty, Equity and
Female Schooling on Fertility and Contraceptive Use: A Study Growth: Brazil and Mexico, Washington, D.C., Banco Mun-
of Fourteen Sub-Saharan Countries, LSMS working paper, dial.
N° 110, Washington, D.C., Banco Mundial. Michaely, M. (1977): Exports and growth: An empirical investi-
Alesina, A. y D. Rodrik (1994): Distributive politics and economic gation, Developing Economics, vol. 4, N° 1, Amsterdam,
growth, Quarterly Journal of Economics, vol. 109, Nº 2, Países Bajos, North-Holland.
Cambridge, Massachusetts, MIT Press. Persson, T. y G. Tabellini (1994): Is inequality harmful for growth,
Alesina, A. y R. Perotti (1994): The political economy of growth: The American Economic Review, vol. 85, N° 2, Nashville,
A critical survey of the recent literature, The World Bank Tennessee, American Economic Association.
Economic Review, vol. 8, N° 3, Washington, D.C., Banco
PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) (1990):
Mundial.
Banco Mundial (1984): Trends in Developing Economies, Washing- Desarrollo humano. Informe 1990, Santa Fe de Bogotá, Ter-
ton, D.C. cer Mundo Editores.
_______ (varios años): World Development Indicators 2001, Washing- _______ (1991): Desarrollo humano. Informe 1991, Santa Fe de
ton, D.C. Bogotá, Tercer Mundo Editores.
Barro, R. (1991): Economic growth in a cross section of countries, _______ (2001): Desarrollo humano. Informe 2001, Santa Fe de
Quarterly Journal of Economics, vol. 106, N° 2, Cambridge, Bogotá, Tercer Mundo Editores.
Massachusetts, MIT Press. Psacharopoulos, G. (1994): Returns to investment in education: A
Barro, R. y J. Lee (1993a): International comparison of educational global update, World Development, vol. 22, N° 9, Oxford,
attainment, Journal of Monetary Economics, vol. 32, N° 3, Reino Unido, Pergamon Press.
Amsterdam, Países Bajos, North-Holland Publishing Company. Psacharopoulos, G. y otros (1992): Poverty and Income Distribution
_______ (1993b): Losers and winners in economic growth, en Banco in Latin America: The Story of the 1980s, Washington, D.C.,
Mundial, Proceedings of the World Bank Annual Conference Banco Mundial.
on Development Economics, 1993, Washington, D.C., Banco Raczynski, D. (1987): Política social, pobreza y grupos vulnerables:
Mundial. la infancia en Chile, en G. Cornia, R. Jolly y F. Stewart (eds.),
Behrman, J. R. (1993): The economic rationale for investing in Ajuste con rostro humano, vol. 2, Madrid, Siglo XXI de Es-
nutrition in developing countries, World Development, vol. 21, paña Editores.
N° 11, Oxford, Reino Unido, Pergamon Press.
Ram, R. (1985): Exports and economic growth: Some additional
_______ (1994): Intrafamily distribution in developing countries,
evidence, Economic Development and Cultural Change, vol.
Pakistan Development Review, N° 33, Islamabad, Pakistán,
TGE Pakistan Institute of Development Economics.
33, N° 2, Chicago, Illinois, The University of Chicago Press.
_______ (1996): The impact of health and nutrition on education, Rana, P. (1988): Exports, policy changes and economic growth in
The World Bank Research Observer, vol. 11, N° 1, Washing- developing countries after the 1973 oil shock, Developing
ton, D.C., Banco Mundial. Economics, vol. 28, N° 3, Amsterdam, Países Bajos, North-
Berry, A. y M. Urrutia (1976): Income Distribution in Colombia, Holland.
New Haven, Yale University Press. Ranis, G., F. Stewart y A. Ramírez (2000): Economic growth and
Berry, A. (ed.) (1998): Poverty, Economic Reform and Income human development, World Development, vol. 28, N° 2,
Distribution in Latin America, Boulder, Colorado, Lynne Oxford, Reino Unido, Pergamon Press.
Rienner. Riddell, R. y otros (1995): Non-governmental Organizations and
Birdsall, N., D. Ross y R. Sabot (1995): Inequality and growth Rural Poverty Alleviation, Nueva York, Oxford University
reconsidered: Lessons from East Asia, The World Bank Press.
Economic Review, vol. 9, N° 3, Washington, D.C., Banco Riveros, L. (1998): Chile’s structural adjustment: Relevant policy
Mundial. lessons for Latin America, en A. Berry (ed.), Poverty,
Edwards, S. (1993): Openness, trade liberalization, and growth in Economic Reform and Income Distribution in Latin America,
developing countries, Journal of Economic Literature, vol. 31, Boulder, Colorado, Reiner.
Nº 3, Nashville, Tennessee, American Economic Association. Rosenzweig, M. R. (1995): Why are there returns to schooling?, The
FMI (Fondo Monetario Internacional) (varios años): Government American Economic Review, vol. 85, N° 2, Nashville,
Finance Statistics Yearbook, Washington, D.C. Tennessee, American Economic Association.
Foster, A. D. y M. R. Rosenzweig (1994): Technical change and Schultz, T. W. (1975): The value of the ability to deal with
human resources and investments: Consequences of the green disequilibria, Journal of Economic Literature, vol. 13, N° 3,
revolution, Philadelphia, Pennsylvania, University of
Nashville, Tennessee, American Economic Association.
Pennsylvania, inédito.
Schultz, T. P. y A. Tansel (1993): Measurement of Returns to Adult
_______ (1995): Learning by doing and learning from others: Human
capital and technical change in agriculture, Journal of Political Health, LSMS working paper, N° 95, Washington, D.C., Ban-
Economy, vol. 103, N° 6, Chicago, Illinois, The University co Mundial.
of Chicago. Thorp, R. (1998): Progreso, pobreza y exclusión: una historia eco-
Friedmann, S., N. Lustig y A. Legovini (1995): Mexico: Social nómica de América Latina en el siglo XX, Washington, D.C.,
spending and food subsidies during adjustment in the 1980s, Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
en N. Lustig (ed.), Coping with Austerity: Poverty and Welch, F. (1970): Education in production, Journal of Political
Inequality in Latin America, Washington, D.C., The Brookings Economy, vol. 78, N° 1, Chicago, Illinois, The University of
Institution. Chicago Press.
Krueger, A. (1978): Foreign Trade Regimes and Economic Wood, A. (1994): North-South Trade, Employment and Inequality:
Development: Liberalization Attempts and Consequences, Changing Fortunes in a Skill-Driven World, Oxford, Reino
Cambridge, Massachusetts, Ballinger. Unido, Oxford University Press.

CRECIMIENTO ECONOMICO Y DESARROLLO HUMANO EN AMERICA LATINA • GUSTAV RANIS Y FRANCES STEWART

You might also like