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ACUERDO Y SENTENCIA NUMERO 401

DEL 21 DE AGOSTO DEL 2000

Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala
Constitucional, resolvió plantear y votar la siguiente:
C U E S T I O N:
¿Es procedente la acción de inconstitucionalidad deducida?.
A la cuestión planteada el Doctor SAPENA BRUGADA dijo: El Ab. Augusto R.
Ruiz Díaz, en representación de los Sres. Otto Francisco Farber, Wilson Ce, Lauri
Scherer e Ivalino Pressi, promueve acción de inconstitucionalidad contra la Ley 1229/98
“Que declara ruta departamental y expropia tierras afectadas por la construcción de la
Ruta Itaipyte-Puerto Indio, ubicadas en el Distrito de Hernandarias, hoy San Alberto,
Departamento de Alto Paraná, por causa de utilidad pública”.
El representante convencional de los propietarios afectados por la citada ley,
sostiene que la misma viola el artículo 109 de la Constitución Nacional pues no existe
causa de utilidad pública. También alega la violación del debido proceso y del derecho a
la defensa en juicio pues considera que sus mandantes debieron haber sido escuchados
previamente a fin de poder presentar sus objeciones al Congreso. Además, hace alusión
a la escasa viabilidad de la ley por razones técnicas, a la intención discriminatoria que
encubre a la misma, a la prevalencia de intereses particulares y a otras cuestiones que no
hacen al objetivo principal de esta acción, cual es, el de verificar si la ley expropiatoria
viola alguna norma constitucional.
El artículo 109 de la Constitución Nacional establece: “Se garantiza la propiedad
privada, cuyo contenido y límites serán establecidos por la ley, atendiendo a su función
económica y social, a fin de hacerla accesible para todos.
La propiedad privada es inviolable.
Nadie puede ser privado de su propiedad sino en virtud de sentencia judicial, pero se
admite la expropiación por causa de utilidad pública o de interés social, que será
determinada en cada caso por ley. Esta garantizará el previo pago de una justa
indemnización, establecida convencionalmente o por sentencia judicial, salvo los
latifundios improductivos destinados a la reforma agraria, conforme con el
procedimiento para la expropiación a establecerse por ley”.
Del texto constitucional surgen los presupuestos que deben darse para la
expropiación: causa de utilidad pública o interés social, y la garantía del previo pago
indemnizatorio. Ambos supuestos están dados en la ley impugnada. En efecto, el
artículo segundo establece la causa de utilidad pública, sin que esta Corte pueda realizar
ninguna apreciación respecto de dicha calificación. Es el Poder Legislativo, el que, de
acuerdo a las facultades conferidas por la propia Constitución establece los casos en que
existe causa de utilidad pública. El artículo 109 de la Constitución establece además que
la ley expropiatoria debe garantizar el pago previo de una justa indemnización, y ese es
el sentido del artículo séptimo de la ley 1229/98. En estas circunstancias, no es posible
considerarla inconstitucional.
Respecto a la posibilidad de cuestionar la calificación de “utilidad pública o
interés social”, declarada por el Congreso, cabe recordar el criterio que ha venido
sentando esta Corte en varios pronunciamientos: “En cuanto a la ¨causa de utilidad
pública o interés social¨, la misma debe ser “determinada en cada caso por la
ley¨(artículo 109) y como el dictamiento de ésta es facultad del Congreso, resulta que
corresponde a las cámaras legislativas decidir si existe o no ¨causa de utilidad pública
o interés social¨ que justifique proceder a la adopción de una medida que limita el
derecho de propiedad.
La decisión que adopte el Congreso se habrá de basar en hechos concretos que
generen esa ¨causa de utilidad pública o interés social¨ de que habla la Ley Suprema, y
que lleven a los legisladores al convencimiento de que debe procederse a la
expropiación. El Congreso tiene la atribución de apreciar si en una situación dada, la
¨causa de utilidad o interés social¨ realmente existe y es de tal evergadura que justifique
la adopción de la medida excepcional de que hablamos.
Como se afirmó más arriba, la facultad de expropiación es privativa del órgano
legislativo, y de la declaración de la ¨utilidad pública¨ o del ¨interés social¨, sólo podría
ser cuestionada en sede judicial cuando la arbitrariedad fuera clara y evidente.
En el presente, caso no se aprecia una arbitrariedad evidente en la calificación
de la utilidad pública, realizada por el Congreso, por lo que no corresponde una
revisión en ésta instancia, por la vía de inconstitucionalidad” (CS, Asunción, 22, abril,
1999, Ac. y Sent. N°162).
En cuanto a la supuesta violación del derecho a la defensa, existe también un
profuso material jurisprudencial en el que se destaca que “...el procedimiento para la
sanción de una ley de expropiación es el mismo que se sigue para la sanción de
cualquier otra ley. En tal procedimiento no está previsto como paso necesario e
ineludible, el dar intervención a los que resultarán afectados por la futura ley, para que
ejerzan la defensa de sus intereses o para que expresen su parecer. Todo esto sin
perjuicio del derecho de peticionar a las autoridades que tiene cualquier persona, y del
derecho de los congresistas a recabar cuanto información consideren de utilidad”. (CS,
Asunción, abril, 24, 1997 Ac. y Sent. N° 210).
Por tanto, por las consideraciones expuestas precedentemente, y conforme a la
abundante jurisprudencia existente en la materia, voto por el rechazo de la acción
planteada, con costas.
A su turno los Doctores LEZCANO CLAUDE y FERNANDEZ GADEA,
manifestaron que se adhieren al voto del Ministro preopinante, Doctor SAPENA
BRUGADA, por los mismos fundamentos.
Con lo que se dio por terminado el acto, firmando SS.EE., todo por ante mí, de
que certifico, quedando acordada la sentencia que inmediatamente sigue:-
VISTO: Los méritos del Acuerdo que anteceden, la CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA, Sala Constitucional, R E S U E L V E:
RECHAZAR la presente acción de inconstitucionalidad planteada, con costas.
ANOTAR, registrar y notificar.

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