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Es muy común que la mujer embarazada exprese sus temores sobre el dolor que va a

experimentar durante la dilatación y el parto y la forma en que cree que va a reaccionar y a


afrontar el dolor.

No obstante, las intervenciones que en último término se escojan dependerán de la situación


y de las preferencias de la mujer y de su proveedor de salud.

Así como las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas para aliviarlas que pueden
utilizarse durante las distintas etapas del proceso del parto.

MOLESTIAS DURANTE EL PROCESO DE PARTO

Orígenes neurológicos: El proceso de parto tiene dos orígenes Durante la primera etapa,
las contracciones uterinas producen la dilatación y el borramiento del cérvix e isquemia
uterina (reducción del flujo sanguíneo con el consiguiente déficit local de oxígeno) que
resulta de la constricción de las arterias que irrigan el miometrio. Nervios espinales y de los
nervios simpáticos corresponden a dolor visceral.

Durante la segunda etapa, denominada período expulsivo, la mujer experimenta dolor


perineal o somático. se origina en el estiramiento de los tejidos perineales para dar paso al
feto y en la tracción del peritoneo y los elementos de soporte cérvicouterinos durante las
contracciones.

Durante la tercera etapa, así como los denominados "entuertos", son de localización uterina
y se asemejan al experimentado al comienzo de la primera etapa.

Percepción del dolor


Aunque el umbral del dolor presenta similitudes notables en todas las personas sin importar
las diferencias de género, sociales, étnicas o culturales, estas diferencias desempeñan un
papel preponderante en la percepción individual del dolor.

Expresión del dolor


El dolor tiene como resultado respuestas psíquicas y acciones físicas reflejas. La calidad del
dolor físico se ha descrito como punzante, quemante, agudo, sordo, tipo calambre o
productor de náuseas.

Lo que redunda en cambios en la presión arterial, el pulso, la respiración y el color de la


piel. Pueden observarse palidez y diaforesis. También son comunes los episodios de
náuseas y vómito.

El dolor es una experiencia individual y las personas desarrollan numerosos mecanismos


para afrontarlo con éxito.
La paridad también afecta esta percepción en el parto, ya que las primíparas tienen partos
más prolongados por lo que pueden sufrir mayor fatiga que las multíparas, lo que da origen
a un círculo vicioso de aumento del dolor que tiene mayores probabilidades de conducir al
uso de un apoyo farmacológico.

Teoría del control de la puerta

De acuerdo con esta teoría, las sensaciones dolorosas viajan a lo largo de los nervios
sensitivos hacia el cerebro.

Cuando se usan técnicas de distracción como el masaje o las caricias, la música y la


imaginación, la capacidad de las vías nerviosas para transmitir el dolor se reduce o se
bloquea por completo.

En otros momentos, la fatiga materna, el tamaño o la posición del feto u otros factores
pueden hacer necesario el uso de medicamentos para aliviar un poco más las molestias del
parto.

TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO DE LAS MOLESTIAS

Métodos de preparación para el parto

Son el de Dick-Read o método de parto natural (MPN), el de Lamaze o curso


psicoprofiláctico y el método de Bradley o de parto asistido con el marido como
entrenador.

Dick-Read ofrece información sobre la dilatación y el parto mismo, así como sobre
nutrición, higiene y ejercicio.

Ejercicio físico para preparar el cuerpo para el parto, relajación consciente y patrones de
respiración. La respiración consciente comprende la relajación progresiva de grupos
musculares de todo el cuerpo.

Los instructores del método de Dick-Read, se enseña a la mujer a forzar sus músculos
abdominales a elevarse durante la contracción, despegando así los músculos del abdomen
del útero contraído.
Método de Lamaze
El método de Lamaze (curso psicoprofiláctico)

De acuerdo con Lamaze, el dolor es una respuesta condicionada. Por tanto, las mujeres
pueden condicionarse para no experimentar el dolor del parto.

Incluyen concentrarse sobre un punto focal, como una fotografía favorita o un modelo, para
mantener las vías nerviosas ocupadas de manera que no puedan responder a los estímulos
dolorosos.

Los instructores del método de Lamaze creen que la respiración torácica eleva el diafragma
alejándolo del útero en contracción, dándole así más espacio para expandirse.

Método de Bradley
El método de Bradley se diseñó basándose en la observación del comportamiento de los
animales durante el parto y se basa en el trabajo en armonía con el cuerpo

La técnica resalta los factores ambientales como semioscuridad, soledad y silencio para
hacer del parto una experiencia más natural. Las mujeres que emplean este método parecen
estar dormidas durante la dilatación, pero en realidad se encuentran en un estado de
profunda relajación mental.

Comparación entre los métodos de educación para el parto


La mayor parte de quienes proponen la preparación para el parto concuerdan en que las
principales causas de dolor en el parto son el miedo y la tensión.

Y que existen algunas diferencias sutiles entre los métodos en términos del enfoque
utilizado

Si no que debemos que incorporan una variedad de estrategias dirigidas a aumentar la


capacidad de la mujer para afrontar el parto y minimizar su necesidad de medicamentos.

COMO SON:
Técnicas de relajación y respiración Relajación por focalización y retroalimentación

Técnicas de respiración

En la primera etapa del parto, las técnicas pueden promover la relajación de los músculos
abdominales, agrandando así la cavidad abdominal. Esto aminora la fricción y la
incomodidad entre el útero y la pared abdominal durante la contracción. Debido a que los
músculos del área genital también se relajan, no interfieren con el descenso del feto. En la
segunda etapa, la respiración se utiliza para aumentar la presión abdominal ayudando así en
la expulsión del feto.
Caricias (técnica de masaje) y presión sacra
Las caricias y la presión sacra, o el masaje, son dos métodos que han brindado alivio a
muchas mujeres durante la primera etapa del parto.

Hidroterapia
Tomar una ducha caliente ayuda a promover la relajación. La fuerza del chorro de agua en
el abdomen actúa contrarrestando la irritación y puede distraer a la mujer de las molestias
de las contracciones.

Estimulación nerviosa transcutánea con electricidad


Esta técnica involucra la colocación de dos pares de electrodos a cada lado de la columna
en las regiones torácica y sacra seguida de la aplicación de corrientes eléctricas continuas
suaves provenientes de un dispositivo operado con baterías.

Otros métodos no farmacológicos

Incluyen la hipnosis, la acupresión, el yoga, la biorretroalimentación y el masaje


terapéutico la aromaterapia.

Hoy en día se estimula a las mujeres para que se pongan a tono con las claves de su propio
cuerpo e incorporen las respuestas naturales. Las técnicas incluyen la vocalización, o el uso
de sonidos, para aliviar la tensión; la relajación asistida por la imaginación; la visualización
para guiar a la mujer hacia espacios positivos ("ver" la vagina abierta dando paso al bebé);
la aplicación de compresas calientes en el perineo; el masaje perineal; la música relajante y
el uso de iluminación suave.

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DEL DOLOR

Sedantes
Los sedantes del tipo de los barbitúricos alivian la ansiedad e inducen el sueño sólo en el
preparto.

Los sedantes administrados sin analgésicos pueden sólo aumentar la aprensión y hacer que
la madre se ponga hiperactiva y desorientada. Los efectos colaterales indeseables incluyen
depresión vasomotriz y respiratoria que afecta a la madre y al recién nacido. Debido a estas
desventajas, los barbitúricos son de uso bastante restringido.
Analgesia y anestesia

Se ha investigado mucho en el desarrollo de medidas farmacológicas para controlar las


molestias durante el nacimiento. El objetivo de los investigadores es desarrollar métodos
que ofrezcan un buen alivio del dolor a las mujeres sin aumentar los riesgos para ellas o
para el feto y sin afectar el progreso del parto.

El tipo de analgésico o anestésico seleccionado está determinado en parte por la etapa del
parto en que está la mujer y por la vía del parto que se tiene en mente.

Analgesia sistémica
La analgesia sistémica sigue siendo la principal forma de analgesia para el alivio del dolor
del parto cuando no está disponible el personal entrenado en la administración de la
analgesia regional

Analgesia y anestesia por bloqueo nervioso


En obstetricia se emplean numerosos compuestos para producir analgesia (cierto grado de
alivio del dolor y bloqueo motor) y anestesia (alivio del dolor y bloqueo motor) locales.

Rara vez las personas son sensibles (alérgicas) a uno o más de los anestésicos locales. Al
principio el SNC de estas personas se estimula cuando se les inyectan cantidades excesivas
de un anestésico regional. Esto puede ir seguido de depresión respiratoria, hipotensión y
otros efectos adversos serios. La atropina, los antihistamínicos, el oxígeno y las medidas de
soporte deben revertir estos efectos.

Debe contarse con la disposición inmediata de un equipo de reanimación cardiovascular,


que incluya oxígeno y aspiración.
Anestesia por infiltración local. La anestesia es de uso común cuando hay que realizar
una episiotomía.

Se induce una anestesia rápida inyectando por término medio de diez a 20 ml de lidocaína
al uno por ciento o clorprocaína al dos por ciento

Bloqueo pudendo

Aunque no alivia el dolor de las contracciones uterinas, sí alivia el del clítoris, los labios
mayores y menores y el perineo. El dolor vaginal y perineal

Anestesia subaracnoidea (espinal o raquídea). El anestésico se inyecta a través del


tercero, cuarto o quinto espacios intervertebrales, donde el medicamento se mezcla con el
líquido cefalorraquídeo. Esta técnica de inyección única es útil para aliviar el dolor del
parto pero no el de la dilatación. Para el parto vaginal, la solución se administra durante la
segunda etapa, cuando el parto es inminente.

Debido a que durante la anestesia raquídea pueden presentarse hipotensión marcada,


disminución del gasto cardíaco y la perfusión placentaria, y trastornos respiratorios, debe
hidratarse a la mujer con soluciones IV antes de la anestesia para reducir el potencial de
hipotensión por bloqueo simpático. Después de la inyección del anestésico, deben vigilarse
y registrarse la presión arterial, el pulso y la respiración de la madre y la FCF cada cinco a
diez minutos. Si aparecen signos de hipotensión materna seria o de sufrimiento fetal agudo,
deben instaurarse medidas de urgencia.

Debido a que la madre entonces no es capaz de percibir sus contracciones, hay que
instruirla para que sepa cuándo pujar

Las ventajas de la anestesia no se presenta hipoxia fetal y se mantiene la normotensión


fetal. El estado de conciencia de la madre se mantiene, se alcanza excelente relajación mus-
cular, y la pérdida de sangre no es excesiva. El estado de alerta de la madre permite que la
mujer pueda participar en el proceso del parto.

Las desventajas de la anestesia espinal incluyen las reacciones medicamentosas (como


alergia), mielitis químicas raras o infecciones, hipotensión y parálisis respiratoria; puede
necesitarse reanimación cardiopulmonar.

(Episiotomía, fórceps de desprendimiento) tiende a ser mayor debido a que se eliminan los
esfuerzos voluntarios del período expulsivo.
El parche peridural de sangre autóloga (un parche que repara el desgarro o el agujero
que sufre la duramadre alrededor de la médula espinal) a menudo resulta beneficioso y este
tratamiento debe considerarse si la cefalea no se resuelve por sí sola.

La FCF y el progreso del parto deben seguirse de cerca debido a que las mujeres en
dilatación con anestesia peridural pueden no ser conscientes de los cambios en la fuerza de
las contracciones uterinas ni del descenso de la presentación. En ocasiones las
contracciones pueden deprimirse y hacer necesario su refuerzo con oxitocina.

Las desventajas del bloqueo peridural para la mujer incluyen la necesidad de una vía
intravenosa, mareo ocasional, debilidad de las piernas, dificultad para evacuar la vejiga y
escalofríos.

Las reacciones adversas o la absorción rápida del agente anestésico pueden redundar en
hipotensión, convulsiones o parestesias maternas. La posibilidad de un parto intervenido
(por ejemplo episiotomía o uso de fórceps) puede incrementarse en la mujer que no ejerce
un pujo efectivo; en ocasiones una anestesia espinal alta accidental (y más tarde una cefalea
postespinal) pueden provenir de una perforación inadvertida de la membrana dural durante
la administración de una anestesia peridural lumbar.

Narcóticos peridurales e intratecales.

El uso de analgésicos narcóticos peridurales o intratecales durante el parto tiene varias


ventajas: estos agentes no causan hipotensión materna ni afectan los signos vitales, la mujer
siente las contracciones pero no el dolor, su capacidad para pujar durante la segunda etapa
de dilatación se preserva porque el reflejo de pujo no se pierde y la fuerza motriz
permanece intacta.

Los efectos colaterales de los narcóticos peridurales e intratecales incluyen náuseas,


vómito, prurito, retención urinaria y depresión respiratoria retardada que con frecuencia se
presenta alrededor de doce horas después de la administración.

La depresión respiratoria es una preocupación seria; por está razón, la frecuencia


respiratoria de la mujer debe valorarse y registrarse cada hora durante 24 horas o con la
frecuencia designada en el protocolo del hospital.

Contraindicaciones de los bloqueos subaracnoideos y peridurales.

Negativa del paciente.


Hemorragia anteparto. La hipovolemia aguda conduce a un aumento del tono simpático
para mantener la presión arterial. Toda técnica anestésica que bloquee las fibras del
simpático puede producir una hipotensión considerable que puede poner en peligro a la
madre y al bebé.
Terapia anticoagulante por un trastorno hemorrágico. Si la mujer está recibiendo una
terapia con anticoagulantes o tiene un trastorno hemorrágico, el traumatismo de un vaso
sanguíneo puede causar la formación de un hematoma que puede comprimir la cola de
caballo o la médula espinal y llevar a unas secuelas serias del sistema nervioso central.
Infección en el sitio de la inyección. La infección puede diseminarse a través de los
espacios peridural o subaracnoideo si la aguja atraviesa un área infectada.
Tumor en el sitio de la inyección. Un tumor en el sitio de la inyección es inusual pero es
una contraindicación definida.
Alergia a las drogas anestésicas.
Historia de traumatismo espinal o cirugía por enfermedad del sistema nervioso central.
Hipotensión marcada.
Las contraindicaciones relativas a los bloqueos intraespinales incluyen trastornos del SNC,
una historia de cirugías extensas de la espalda, obesidad morbosa o una anomalía anatómica
que impida la identificación de los puntos prominentes y una enfermedad actual o previa
del SNC

Anestesia general
La anestesia general rara vez está indicada para partos vaginales no complicados. Puede ser
necesaria si existe una contraindicación

La mujer no está despierta con este método y existen peligros de depresión respiratoria y
vómitos seguidos de aspiración. Para las mujeres con hipovolemia, no obstante, la anestesia
general es más segura que la analgesia por bloqueo nervioso.

Si se considera la anestesia general, la enfermera no da nada por vía oral y comprueba que
se establece una perfusión intravenosa.

Anestesia inhalatoria.

Anestesia en mujeres obesas

Hipotermia materna
después de analgesia y anestesia
La hipotermia se define como una temperatura central corporal de menos de 35 °C.

Se considera que los opiáceos/narcóticos, barbitúricos, tranquilizantes y antieméticos


afectan la termorregulación incrementando la vasodilatación y la pérdida de calor radiante;
que los anestésicos generales lo hacen disminuyendo la termorregulación, y que la anestesia
peridural y espinal lo hacen induciendo vasodilatación periférica.

La enfermera puede minimizar estas complicaciones asegurándose de que las áreas de parto
estén calientes, se cubra a las mujeres con mantas calientes después del parto y se
reconozca en forma precoz la hipotermia.
Valoración

La valoración de la mujer, el feto y el proceso del parto es un esfuerzo conjunto por parte
de la enfermera, quienes consultan con la mujer lo referente a los hallazgos y
recomendaciones. Las necesidades de cada mujer son diferentes y deben considerarse
muchos factores en la valoración para determinar la elección de la analgesia y la anestesia.
También es importante que la enfermera valore las necesidades de aprendizaje de la mujer
de parto.

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