LA LITERATURA DE POSGUERRA

1. La lírica
1.1. Panorama de la lírica tras la guerra
1.1.1. Murieron: Unamuno y García Lorca (1936), Antonio Machado (1939),
Miguel Hernández (1942)

1.1.2. Se exiliaron: Juan Ramón Jiménez, Salinas, Guillén, Alberti, Cernuda,

León Felipe, etc. Gran parte de su obra es creada en el destierro. Del exilio.

1.1.3. Permanecieron en España: Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y

Gerrardo Diego. Se unieron a la “Generación del 36”.

1.2. La poesía de los años cuarenta. La Generación de 1936

Poetas nacidos entre 1909 y 1922, vivieron la guerra en plena juventud. También
llamados: Generación escindida.
Surgen dos corrientes poéticas:

1.2.1. La poesía arraigada:

En las revistas: Escorial y Garcilaso. Es aquella que crece sin angustia en un mundo
considerado armónico y ordenado. Componentes: Juventud creadora. Usan formas
clásicas (soneto). Temas amorosos, religiosos y patrióticos. Tono frío y academista.

1.2.1.1. Autores: Luis Rosales, Dionisio Ridruejo, Luis Felipe Vivanco,

Leopoldo Panero, Rafael Morales. Evolución intimista y familiar.

1.2.2. La poesía existencial o desarraigada:

Aparece en 1944 con Hijos de la ira de Dámaso Alonso, con las revistas: Corcel,
Valencia y Proel y con Sombra del Paraíso de Vicente Aleixandre.
De tono trágico existencial, disgusto ante un mundo caótico. Tema religioso, subyace
un tono social (sufrimiento colectivo). Estilo apasionado, imágenes tremendistas.
Emplea el versículo.

1.2.2.1. Autores: Dámaso Alonso, Victoriano Crémer, Eugenio García de

Nora, Ángela Figuera, Carlos Bousoño, José Luis Hidalgo, José Mª
Valverde y José Hierro.

1.3. La poesía social de los años cincuenta

Literatura de urgencias, instrumento para denunciar la injusticia y la solidaridad. Auge
entre 1955 y 1960. Más destacados: Blas de Otero y Gabriel Celaya.

1.3.1. Temas: Tema de España, injusticia y solidaridad.

1.3.2. Estilo: Estilo sencillo, lenguaje coloquial, prosaico y expresivo. Llega a
la inmensa mayoría.

2. La narrativa
2.1. La novela de la década de 1940
Tres tipos de novelas: ideológica o política: Rafael Serrano, novela realista clásica:
Ignacio Agustí y José Mª Gironella, humorística: Wenceslao y Darío Fernández Flórez.
Escapan de estas tendencias La familia de Pascual Duarte, de Cela y Nada, de Carmen
Laforet. Que tiene una visión pesimista y existencial. Más tarde Miguel Delibes y Ana
Mª Matute.

2.2. Camilo José Cela (1916-2002)

Pesimismo enmascarado bajo un humor negro. Riqueza expresiva, habilidad en la
descripción de tipos y ambientes.

2.2.1. Vida
2.2.1.1. Nace en A Coruña y empieza los estudios de medicina.
2.2.1.2. En la Guerra Civil era del bando franquista.
2.2.1.3. Fue funcionario.
2.2.1.4. Recibió el premio Nobel en 1989.

2.2.2. Obra
Poesía, libros de viajes, relatos breves, diccionarios secretos y novelas.
Visión deformada del mundo, pesimismo. Estilo directo, cuidado, lenguaje
coloquial.

2.2.2.1. Trayectoria:
2.2.2.1.1. La familia de Pascual Durarte (1942): relato tremendista.
Muy cruda, provocó una polémica.

2.2.2.1.2. La colmena (1951): etapa de realismo social y renovación

formal. Novela abierta, condensación temporal, personaje
colectivo. Visión panorámica del vivir colectivo. Actitud
objetiva. Novela social y existencial. Refleja la incertidumbre.

2.2.2.1.3. San Camilo, Oficio de tinieblas y Cristo versus Arizona:

evolución del experimentalismo a finales de los sesenta.
Nuevas técnicas narrativas.

2.3. Miguel Delibes (1920)

Tono ético de base cristiana. Amor a la naturaleza, rechaza deshumanización. Sencillo.

2.3.1. Vida
2.3.1.1. Nace en Valladolid, ejerce de periodista en El Norte de Castilla.
2.3.1.2. Vida y personalidad sencillas.
2.3.1.3. Ingresa en la Real Academia en 1974.

2.3.2. Obra
Abundan los personajes indefensos y ambientes humildes. Frágiles en un mundo que
se va deshumanizando.
2.3.2.1. Trayectoria:
2.3.2.1.1. La sombra del ciprés es alargada: Nadal en 1947, se inicia
con ella. Trata sus temas recurrentes: la infancia y la muerte.
El camino: infancia y vida en el campo.
La hoja roja: perspectiva de un jubilado.
Las ratas: vida de un viejo y un niño.
 2.3.2.1.2. Cinco horas con Mario (1966): conjunta la preocupación
ético-social y la renovación formal. Monólogo interior. Crítica
irónica de las clases medias provincianas.

2.3.2.1.3. Parábola de l náufrago: parodia de la deshumanización del

individuo moderno.
Recupera las formas anteriores: El príncipe destronado.
Combina experimentalismo y denuncia: Los santos inocentes.

2.4. La narrativa de la década de 1950: el realismo social

Se recogen las nuevas preocupaciones sociales. Temas: problemas colectivos. Estilo:
sencillo. Tono: crítico y testimonial. Se pretende llegar a un amplio público.
Se distinguen dos tendencias:

2.4.1. El objetivismo: desde una perspectiva neutral. Se entiende la novela

como el testimonio de la época. El autor no aparece, protagonista
colectivo, se concentra en el tiempo y el espacio. Sencilla de estructura y
estilo.
2.4.1.1. Autores: Ignacio Aldecoa, Jesús Fernández Santos, Carmen
Martín Gaite, Juan García Hortelano, Rafael Sánchez Ferlosio.

2.4.2. El realismo crítico: pretende denunciar de forma más explícita las

injusticias sociales. Compromiso con la realidad. Personajes-tipo.

2.4.2.1. Autores: Lauro Olmo, Luis Goytisolo, Alfonso Grosso, José

Manuel Caballero Bonald.

3. El teatro
3.1. Tendencias teatrales de los años cuarenta
Los géneros dominantes son: comedia de evasión y drama ideológico o político.
Pobre por la ausencia de dramaturgos, la censura, el aislamiento cultural,
dependencia de los intereses empresariales.
Teatro posterior:

3.1.1. Teatro humorístico

Humor intelectualizado, aprovecha posibilidades cómicas del lenguaje, esconde una
visión amarga y escéptica de la realidad.

3.1.1.1. Jarciel Poncela

Humor disparatado, teatro como el reino de lo absurdo. Situaciones inverosímiles.
Personajes atípicos y diálogos humorísticos muy intelectualizados. Visión critica de la
realidad.
3.1.1.1.1. Obras: Cuatro corazones con freno y marcha atrás, Eloísa
está debajo del almendro, Los ladrones como gente honrada...

3.1.1.2. Miguel Mihura

Escribió teatro y guiones de cine. Fundó y dirigió La Codorniz. Humor basado en la
dislocación del lenguaje. Visión diferente de la sociedad. Personajes grotescos y
lenguaje vanguardista. Visión crítica.
 3.1.1.2.1. Obras: Tres sombreros de copa, El caso de la señora
estupenda, Maribel y la extraña familia.

3.1.2. Del drama ideológico al teatro realista social

Corriente existencial que evoluciona a realismo social. Tono ético, carga de
inquietud que renueva y dignifica la escena.

3.1.2.1. Antonio Buero Vallejo (1916-2000)

Historias de una escalera, premio teatro Lope de Vega, inicia el teatro de testimonio y
compromiso, sobre la realidad de la posguerra. Del pueblo bajo. Obras realistas,
caracteres problemáticos en su proyección social. Plantea problemas
fundamentales del ser humano. Busca la verdad: clima de desasosiego, mundo
trágico fundado en la esperanza humana.

3.1.2.1.1. Obras
3.1.2.1.1.1. Históricas: Las meninas, El sueño de la razón, Un
soñador para un pueblo.
3.1.2.1.1.2. Fantasía: Irene y el tesoro
3.1.2.1.1.3. Tortura y culpa: La doble historia del doctor Valmy.

3.1.2.2. Alfonso Sastre (1926)

Teatro social. Se da a conocer en la prensa como teórico. Defiende un teatro social de
denuncia y protesta. Tema: la opresión y predomina el aspecto social sobre el
individual.
3.1.2.2.1. Obras: La mordaza, Guillermo Tell tiene los ojos tristes, La
sangre y la ceniza -o Diálogos de Miguel Servet.

3.1.3. Evolución del realismo social

Se sigue haciendo un teatro crítico, pero se aleja de la estética realista. Tienden a un
teatro más alegórico, expresionista o de farsa.