PACTO AMBIENTAL COLOMBIANO

En mi condición de Candidato/a (Pre – candidato/a) a la Presidencia
de la República de Colombia para el periodo 2010 – 2014, adhiero con
mi firma al PACTO AMBIENTAL COLOMBIANO y asumo, en el caso
de resultar electo, los compromisos planteados en este documento, los
cuales parten de las siguientes consideraciones que comparto en su
integridad:
1. Los hechos han confirmado las opiniones y pronósticos de los
expertos: estamos frente a un deterioro ambiental sin
precedentes: cambio climático, destrucción de ecosistemas,
extinción de especies, agotamiento de los recursos
naturales, contaminación de agua, suelo y aire,
enfermedades emergentes que afectan todas las formas de
vida. La humanidad entera está amenazada y las poblaciones
más necesitadas son las más vulnerables a los desastres
naturales.

2. El conjunto de los factores de la crisis ambiental exacerba y

genera nuevas tensiones: inseguridad social y de salud,
fragilidad económica, migraciones y desplazamientos
humanos, conflictos por el acceso a los recursos; todo lo
cual implica, que ignorar el imperativo ecológico o tratarlo al
margen, provocaría un agravamiento de los problemas sociales y
de las inequidades nacionales y mundiales.

3. Lo que está en peligro es el futuro de Colombia y del planeta, lo

cual nos coloca en la encrucijada de escoger un cambio
fundamental o proseguir en el camino de la destrucción. Es una
oportunidad única e inaplazable de comprometernos en un
profundo viraje económico, social y cultural de nuestras
sociedades, apoyándonos en la movilización colectiva y en
una reorientación de las políticas públicas. Es imperativo
para la preservación de la vida, la actividad económica, el
empleo, la solidaridad, la democracia y el bienestar de todos,

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realizar una evolución profunda hacia otras formas de vivir,

producir, trabajar, consumir, alimentarnos y desplazarnos.

4. Dado que ninguna amenaza es comparable a la descrita es

necesario colocar lo ambiental en el centro de la acción pública y
dedicar todos los esfuerzos necesarios para ir reemplazando
un modelo de desarrollo insostenible por otro que coloque
la sostenibilidad como el empeño primordial de la sociedad
colombiana y de su Gobierno. La crisis ambiental, por ser
inédita y de una amplitud sin igual, nos cuestiona y pide
respuestas que van más allá del desacuerdo político para
convertirse en una causa común.

5. Asumirlo como causa común es el propósito de firmar el PACTO

AMBIENTAL COLOMBIANO y colocar sus propuestas como eje
del accionar del próximo Gobierno, sin menoscabo de las
diferencias que surgen alrededor de otros temas que preocupan
a la sociedad colombiana y cuya importancia reconozco.

6. El colocar lo ambiental en el centro de las políticas públicas,

además de una prioridad es una oportunidad. Las medidas
necesarias, por apremiantes y difíciles que puedan parecer hoy,
generarán mañana, una fantástica creatividad industrial,
estimularán la investigación científica y descubrirán nuevas
fuentes de empleo. La “revolución” ambiental trae nuevas
actividades, una nueva era económica y social y mejoría de
la condición humana. Tomar el liderazgo de la acción
ambiental no solo ayudará a construir un propósito nacional que
unifique a la sociedad colombiana, sino que permitirá posicionar
a nuestra patria como líder en el tema, sobrepasando con creces
aquellas percepciones negativas que puedan existir a nivel
mundial en referencia a nuestro país y los fenómenos de
narcotráfico y violencia.

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Consciente de la crisis, de la urgencia, de las oportunidades y

beneficios que la sostenibilidad como premisa trae consigo, me
comprometo en un pacto solemne con la sociedad colombiana a
cumplir las siguientes orientaciones en el ejercicio de la Presidencia de
la República:

1. Considerar los aspectos ecológicos como prioridad y centro

del interés común para hacer de Colombia un país ejemplar en
materia de desarrollo sostenible.

2. Luchar contra el Cambio Climático y por la preservación de

la biodiversidad como determinantes mayores de la acción
pública.

3. Poner en marcha las herramientas económicas, jurídicas,

tecnológicas y educativas para adaptar o reducir nuestro
consumo en función de las exigencias ecológicas y sociales
actuales y futuras.

4. Acometer inmediatamente una revisión profunda de las

políticas actuales en materia de energía, transporte, minería,
urbanismo, educación, agricultura y ciencia y tecnología
para enmarcarlas en mi Gobierno en criterios de sostenibilidad.

En ese marco orientador adelantaré políticas y acciones en los

siguientes campos:

1. Economía: En aplicación de una lógica de sostenibilidad,

fomentaré cambios en los patrones de producción y consumo de
los diferentes sectores de la economía del país, buscando que la
producción limpia sea un modelo nacional de desarrollo
productivo. Los productos industriales deberán ser concebidos
para que duren, tengan opción de reutilización o de reciclaje, con
el fin de reducir los flujos de materiales, desechos y energía.

2. Energía: Lucharé contra el Cambio Climático fomentando el

ahorro energético y un ajuste al modelo actual para incluir la
variable ambiental, conservando nuestros bosques, e impulsando
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y favoreciendo la producción y uso de energías renovables,

alternativas y amigables con el medio ambiente.

3. Agricultura y medio rural: La agricultura ecológica o verde

implica producir de manera diferente a la predominante en la
actualidad y concilia la producción de alimentos, seguridad
alimentaria y materias primas con el respeto por el medio
ambiente, el trabajo del campesino, la calidad de los productos y
la salud. Sin embargo, el modelo agropecuario actual obra en
sentido contrario por lo cual debe ser revisado y sus políticas
públicas y de fomento, reorientados hacia la producción limpia y
con justicia social.

4. Territorio: La expansión urbana desmedida atenta contra el

espacio rural y disgrega las actividades humanas. Controlaré la
expansión urbana a través de la densificación y el acercamiento
de los lugares de vivienda con los de trabajo y de
entretenimiento. Con ello, lograremos preservar el espacio
natural y lograr a la par, economías importantes en la
construcción de vías e infraestructura de servicios, logrando
disminución de los desplazamientos motorizados y los tiempos de
transporte con efectos favorables sobre el consumo energético, la
emisión de gases de efecto invernadero y la contaminación del
aire.

5. Transportes: En política de transporte haré énfasis y privilegiaré

medios de transporte más limpios como el ferrocarril y transporte
fluvial, en complemento al transporte aéreo y terrestre
convencional. Si bien el país tiene un enorme rezago en
infraestructura vial que requiere implementar, tendré especial
cuidado en la implementación de la misma, de manera que se
tengan en cuenta todos los riesgos para la biodiversidad,
utilizando mecanismos de última generación en construcción de
infraestructura, privilegiando por ejemplo viaductos y túneles que
eviten una mayor destrucción de nuestra enorme riqueza natural.

6. Fiscal: Las cuentas ambientales nacionales deberán reflejar

progresivamente el verdadero precio de los servicios dados por la
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naturaleza (servicios ambientales). Hacer visible el costo

económico real de las actividades humanas involucrándolas al
mercado, eliminar los subsidios públicos que lleven a la
degradación del medio ambiente y reorientar los recursos
financieros a favor del desarrollo sostenible que garantice la
preservación a perpetuidad de nuestros recursos naturales.

7. Biodiversidad: La biodiversidad es una de las mayores reservas

valorizables del país y en su conocimiento, conservación y
aprovechamiento está nuestro principal elemento de
competitividad. No en vano en Colombia reposa el 10% de la
biodiversidad mundial. Implementaré esfuerzos y adecuaré las
políticas para su protección, conocimiento y utilización. La
intervención de los ecosistemas deberá respetar las Leyes y
Principios de Sostenibilidad; buscaré integrar la preservación del
patrimonio natural en la estrategia global de desarrollo sostenible.
Tendré un especial énfasis en las regiones de Amazonia,
Orinoquia y Chocó biogeográfico, cuya aptitud principal será la
conservación dada su importancia para nuestro desarrollo
sostenible y la responsabilidad que tenemos frente al mundo, por
encontrarse en nuestro territorio. Así mismo, daré la mayor
importancia a nuestros océanos y cuencas hidrográficas, como
escenarios de nuestro territorio que requieren protección especial
y manejo sostenible de sus recursos.

8. Salud: Retomo el lema de prevenir antes que curar. Estableceré

una política de prevención en lo que concierne a: 1. la
alimentación, principalmente en dos aspectos: empleo intensivo
de pesticidas en la producción y utilización de organismos
genéticamente modificados; y 2. los problemas de salud
derivados de la contaminación del agua, aire y suelo. En general
considero necesario evaluar la incidencia de la degradación
ecológica en la salud y su peso en el costo global del tratamiento
de las enfermedades.

9. Investigación: La política de ciencia y tecnología se orientará a

hacer de la sostenibilidad un motor para la innovación y para la
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generación de nuevas tecnologías y su aplicación en las

actividades económicas, privilegiándola en apoyos económicos y
motivaciones financieras y fiscales.

10. Política internacional: Colocaré como prioridades diplomáticas

el desafío ambiental, el cumplimiento de los compromisos que el
país ha adquirido en los convenios multilaterales relacionados
(Cambio Climático, Biodiversidad, Desertificación, Montreal,
Acuerdos de pesca, etc.), las amenazas que pesan sobre la vida
y el planeta, la conservación de los ecosistemas comunes en las
fronteras, los beneficios planetarios que proporcionan las áreas
de máximo interés ambiental como la Amazonia, la Orinoquia y
el Chocó y la liberación de todas las barreras existentes al
comercio sostenible.
11. De la actividad pesquera: Estableceré políticas pesqueras y
acuícolas que permitan hacer un aprovechamiento racional y
sostenible del recurso y una institucionalidad apropiada para su
ejecución. Especial énfasis haré en la recuperación de los
ecosistemas de la cuenca del Magdalena, cuya productividad
tiene un enorme potencial.
12. Educación: Pondré en marcha una gran política de educación y
de sensibilización ecológica, indispensable para obtener la
adhesión de la sociedad al desarrollo sostenible y suscitar los
cambios de comportamientos que impone. A través de la
educación, la información y la comunicación, buscaré impregnar
el conjunto de la sociedad de conocimientos y valores éticos y
ambientales.

Consciente que estas orientaciones y acciones implican un viraje

fundamental en la vida de los colombianos, invito a cada uno de
ellos y a sus organizaciones sociales y económicas a acompañarme
en estos propósitos, pues el compromiso personal y político que
asumo sólo podrá ser realidad con el concurso general de la
sociedad colombiana.

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En el curso de la campaña política y en el programa de Gobierno

que inscribiré ante la Registraduría precisaré las metas que, en
cumplimiento de este Pacto Ambiental Colombiano, logrará el
Gobierno que aspiro a presidir.

NOMBRE DEL CANDIDATO FIRMA

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