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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTIN

FACULTAD DE ECONOMIA

LA TENTACIÓN TOTALITARIA DE FUNDACIÓN DE LO


ECONÓMICO

Dr. Adolfo Prado Cárdenas

Escapando a los horrores de Speehamland, los hombres irán hacia el refugio de una
utópica economía de mercado-(Karl Polanyi “La gran transformación” 1944. p. 144)

La Economía Política no se ha fundado, ni en la práctica, ni en teoría de un día al otro.


En su forma relativamente acabada, ella es reciente, La racionalidad económica
capitalista sobre la búsqueda del interés, sobre el individuo libre y separado, sobre la
generalización del mercado, sobre el trabajo asalariado, no tiene apenas sino dos siglos
de existencia y no se expresa por primera vez en tanto tal con Adam Smith (1776). Cuya
obra anticipa más aun sobre la fundación de tal sociedad, que no describe la sociedad de
su tiempo. Cierto, esta racionalidad existía antes, pero de ninguna manera
generalizada. Ella se limitaba, como decía Marx, a los “puertos mercantes” de la
sociedad feudal. Por tanto en limites estrechos, puntuales, discontinuos. Braudel
tenía razón de mostrar los flujos y reflujos de la circulación mercantil, donde
ciertas partes de Europa eran los centros activos, estaba aun lejos de esta
circulación de mercancías y de moneda una producción organizada sobre el modo
de economía capitalista imponiendo sus reglas.

En el siglo XVII y aun en el siglo XVIII no podemos hablar de sociedad dominante en


términos económicos, en el sentido en que la sociedad seria antes de todo reproducida
por una actividad económica capitalista autónoma y hegemónica.

Es decir hasta que punto, de lo que se presenta hoy día como natural y en si mismo es
reciente en la historia humana y comprende un periodo corto. Paradójicamente - es
importante señalarlo - los elementos necesarios a la fundación de la economía vendrán
en la partida; No economistas, ni mismo mercaderes, sino de filósofos y de políticos.

Punto esencial: La primera revolución contra el feudalismo es para comenzar ideológica


y política. Es la representación de un nuevo sistema que va abrir la vía a la constitución
de lo económico y evidentemente en legitimar la extensión de las relaciones
mercantiles.
Para que el capitalismo pueda establecerse, es necesario que pueda inscribirse en
“actos” y en “pensamientos” para los individuos cuya puesta en movimiento necesita
una nueva existencia social y una nueva subjetividad: El individuo libre, separado,
movido por el interés para la satisfacción de sus deseos, placeres y necesidades. Para
ello, el individuo libre debe oponerse al individuo colectivo de la sociedad jerárquica
anterior (Dumont 1977). Para ello igualmente la sociedad debe disponer de un nuevo
incentivo: el trabajo, que permite abrirse del “estado natural”, de constituir lo
económico, concepto y realidad del trabajo que es el producto de un largo camino entre
la sociedad de las ordenes (Duby 1980) y la sociedad salarial; Evidentemente, no quiere
decir que los campesinos de entonces no trabajaban, sino el trabajo no había sido
aislado, separado de la actividad productiva, desnaturalizado, devenido objeto de
apropiación y por tanto de definición en tanto que tal. Durante mucho tiempo, el trabajo
asalariado ha sido la excepción y dotado de un estatuto particular desvalorizado. Por
signo de la ausencia de detención de una familia.

1. De la nueva sociedad civil a lo económico

La formidable idea nueva que es avanzada en el curso de los siglos XVII y XVIII
por lo filósofos es que la construcción de la sociedad civil no revela ni un derecho
ni un poder superior, pero es la obra de los individuos, ellos mismos declarados
libres, al momento mismo van alienar esta libertad al Estado El orden burgués se
constituye, en las representaciones y debates políticos, antes mismo que lo
económico sea fundado.

A.- La Creación del individuo Libre, Aislado.-

Thomas Hobbes (1651).-

Va ha jugar un rol mayor en la constitución de esta nueva representación, que acompaña


el desarrollo de la circulación mercantil. Para el la sociedad política puede emerger y
sustituir al estado natural gracias al Contrato Social. Los individuos. Dotados de razón,
abandonan al Estado ciertos derechos en un pacto de sumisión mutua.

“Esto es mas que el consenso y que la concordia; Es una unidad real de todos ellos
en una sola y misma persona, realizada por el pacto de cada hombre con cada otro, de
tal manera que cada hombre diría a cada otro: Yo autorizo y cedo mi derecho de
gobernarme a mi mismo a este hombre, o a esta asamblea de hombres, con esta
condición: que tu le cedas tu derecho y autorices todas sus acciones del mismo modo”.

Hecho esto, la multitud así unida en una persona recibe el nombre de Estado. (En latín
civitas). Esta es la generación de aquel gran LEVIATAN o mas bien (para hablar con
mayor reverencia) de aquel dios mortal al que todos nosotros debemos nuestra paz y
nuestra defensa, por debajo del Dios inmortal”. (Hobbes, p 177-178)

Thomas Hobbes es uno de los primeros autores en disociar las leyes divinas de las
leyes forjadas por los individuos mismos sobre la base de un contrato social. Sino
también de reconocer el poder y esa libertad inicial del individuo, ellos se encuentran
alienados por delegación a un poder político superior que, según Hobbes es el Estado
absolutista, y que termina en Locke en la monarquía liberal. La libertad esta hecha para
ser cedida, sino ella es rápidamente fuente de anarquía. El Estado es la garantía de
seguridad.

John Locke (1632-1704).-

Mejora el dispositivo de Hobbes transformando el pacto social en un contrato de


asociación, cuyo objetivo es de asegurar el respeto de los derechos naturales, donde es
parte el derecho de propiedad. La propiedad individual adquiere el estatuto de un
derecho ganado políticamente y jurídicamente. El individuo no es solamente libre en la
determinación de un poder político, inicial, de principio. El es libre y aislado de la
comunidad en su existencia social como propietario privado.

“La razón por la cual los hombres entran en sociedad es la salvaguarda de su


propiedad, y el fin por el que estos eligen un legislador y lo autorizan es que pueden
instituirse leyes y establecerse reglas capaces de custodiar y delimitar la propiedad de
cada miembro de la sociedad, y de limitar el poder y moderar el dominio de cada parte
o miembro de esta”.

Mandeville, Bernard(1714).-

Sustituye al individuo de razón imaginado por Hobbes y Locke, un individuo en la


búsqueda de la satisfacción de sus vicios, sus deseos, sus pasiones y donde hace elogio
en la “Fábula de la abejas”, donde el panal representa la sociedad bajo la monarquía
orangista. En este panal, la abejas industriosas no cesan de trabajar para satisfacer los
vicios de las otras abejas, no es necesario trabajar para satisfacer los vicios, la actividad
del panal se encontrara profundamente afectada y regresiva.

Lo que completamente sorprendente y moderno en Mandeville es:

- Que es uno de los primeros en establecer la distinción entre trabajadores (las


abejas industriosas) y no trabajadoras (aquellas a las que satisfacen los deseos)

- Que el no se contenta de hablar de derechos, sino de necesidades relacionados


con una finalidad claramente identificas: El crecimiento de las riquezas.

Los primeros sustentos o fundamentos de la economía capitalista son


planteados.
David Hume (1739).-

Último de los grandes filósofos en terminar de constituir la representación del orden


burgués – retoma lo esencial del dispositivo del Mandeville, moralizándolo. No hace
mas elogio de los vicios y de los deseos, pero elogia las pasiones, llevadas al estado de
virtud en la búsqueda de la pasión toda poderosa, la del dinero. “Una pasión posible, el
amor al dinero” anota A.O. Hirchman (1977, p 61) a propósito de Hume.

Es así al término de un largo camino que la noción del interés puede ver el día e
integrase a la noción del individuo libre. Cada individuo. Lanzado a la búsqueda de la
satisfacción de sus pasiones. Persigue la más grande de ellas, el del dinero, pasión
equilibrante donde la consunción concurre al crecimiento de la riqueza social. El
individuo libre, separados de sus semejantes, lanzado a la búsqueda de ganancias, es
ideológicamente creado. Al mismo tiempo. El trabajo puede ser planteando como nuevo
incentivo de la sociedad, medio de realización de la pasión por el dinero.

“Los hombres no pueden adquirir que por el trabajo, y si ellos no tienen pasión, ellos
permaneceran en la ociosidad”(Hume. Citado por Vidonne, 1982, p. 182).

B.- Del individuo libre al individuo asalariado.-

Si los filósofos han echado ya las bases esenciales de la concepción de la economía


política (el individuo libre y aislado, el derecho de propiedad, la búsqueda de la
ganancia, el trabajo, y de la delegación del poder a un Estado que equilibre las pasiones
y garantice el crecimiento de la riqueza), queda un elemento esencial: El asalariado.

Este elemento no va a aparecer en los escritos de los grandes teóricos de la épocas, es


un hecho, que la realidad, con toda su violencia, va ha revelarla.

El movimiento de constitución del individuo reputado libre no fue solamente un


movimiento en el orden de las ideas, sino un gigantesco proceso de dislocación de la
antigua sociedad que toma sucesivamente dos formas en Inglaterra, el movimiento de
los “enclusures” y “Speenhamland”.

Con las “enclusures” (1490-1640), la sociedad británica se desgarra, explosiona. La


tierra es declarada por primera vez mercancía. Objeto de propiedad privada y de
intercambio mercantil. Esta codificación del estatuto de la tierra – que va
permanentemente poner en crisis la Agricultura inglesa-toma la forma de una verdadera
revolución de los ricos contra los pobres que arroja las gentes sin tierra a la mendicidad.
Que “libera” millones de individuos, desprovistos de todo, primer reservorio de
hombres para el desarrollo potencial de la economía capitalista.
Este movimiento – que Marx magistralmente describe - fue de tal violencia que
amenaza la sociedad de dislocarla y obliga al reino a frenar su desarrollo, atenuando las
consecuencias.

“Si Inglaterra soporta sin grave perjuicio las calamidades de los enclusures, es por que
los Tudor y los primeros Stuart utilizaran el poder de la corona para frenar el proceso
de desarrollo económico hasta que este sea socialmente soportable”, recuerda Kart
Polanyi (1944, p.65).

Sin embargo la brutalidad de la destrucción del campesinado ingles, obliga - no la


formación inmediata de un asalariado industrial que no tomara amplitud sino
tardíamente- sino un formidable desarrollo de la pobreza, que termina directamente
sobre el segundo gran acontecimiento: “Speennhamland”.

“Speenhanland” (1795-1834) - Debido al nombre de una localidad inglesa don de se


reunieron los jueces de condado de Berkshire - es un momento esencia en la génesis de
asalariado en la primera patria del capitalismo. Su objeto fue, en relación con la
economia mercantil, la destrucción de las formas de auto. Producción, el desarrollo de la
miseria, de garantizar la suerte de los individuos y de evitar una total desagregación de
la sociedad. Su principio es de asegurar un “derecho de vivir” otorgando un ingreso
minino a los pobres, independientemente de su trabajo en el cuadro de la parroquia, La
garantía de este ingreso -se calificaría hoy dia de “salario social” - aparece bajo la
forma de complemento del salario(o de sustituto a la ausencia salario) acordado
conforme a un barómetro indexado sobre el precio del pan. Este acontecimiento es
fascinante - y la historia oficial se esfuerza después, de pasarlo bajo silencio- es en este
sentido como un verdadero capitalismo social es edificado, mientras mismo que el
capitalismo industrial no esta aun que balbuceando.

Durante este periodo, el nivel de los salarios se hunden y el nivel de vida mínimo no es
mantenido sino que a partir de recursos obtenidos de la parroquia, con una
multiplicación por 20 de los impuestos locales de 1796 a 1830. Ultima tentativa de la
sociedad inglesa de sostener el nuevo orden económico en un orden social que
prolongaba los principios de solidaridad de la sociedad anterior. Speenhamland va
producir efectos contrarios a sus objetivos iniciales desacreditando permanentemente
toda forma de hegemonía social sobre lo económico. En efecto, si el sistema comienza
según las modalidades de ayuda a los asalariados, estas locaciones tendrían por efecto
principal de hacer bajar los salarios acordados por los empleadores por debajo del nivel
de subsistencia y se transforma en un mecanismo de utilización de los recursos públicos
para subvencionar a los capitalistas de la época. Esta subvención tuvo un doble efecto.

Ella pone los “menos pobres” en extrema dificultad en el sentido donde todos aquellos
que, resisten al empobrecimiento, buscan evitar de vivir de los ingresos de la parroquia
a ganar su vida por sus propios esfuerzos, no estaban en medida apenas de encontrar
trabajo. Los empleadores preferían emplear a los que se beneficiaban ya de un socorro
público y al cual podían otorgar un salario inferior al minino vital. Ello disminuía las
capacidades de resistencia del campesinado ingles, ya arrojado de sus tierras, a la
inserción en el orden salarial.. Enseguida, y de manera evidente, ello disminuía el costo
de formación de este asalariado.
A causa del costo social enorme que ello representa y de sus efectos paradójicos - una
generalización de la pobreza- el sistema de Sppenhamland termina por hundirse- La
utopía de someter lo económico a lo social termino, victima de sus contradicciones y de
sus ilusiones. Pero el efecto fue decisivo en la historia de la industrialización inglesa:
Spennhamland da el “golpe de gracia” indispensable a la extensión del asalariado y a la
emergencia de una clase de empleadores “modernos”. Y la abolición del sistema de
Speenhamland fue el verdadero acto de destrucción de las formas de resistencia de
lazos provenientes de la existencia campesina del nacimiento del proletariado. Ella
inculca la idea-que no es absolutamente natural en la época-según la cual la seguridad
de un ingreso depende del trabajo asalariado”.

Sin embargo, un hecho esencial de esta experiencia de “capitalismo social” sobrevive:


la promesa hecha por el Estado, de mantener un nivel de vida mínimo para la población.
No se comprende nada de la historia del capitalismo después de entonces, y al
desarrollo evidente de los gastos sociales consentidos por los Estados, si se olvida este
compromiso que recuerda permanentemente los riesgos de ajustes y del estallido de un
mínimo de cohesión de la sociedad. Hecho altamente significativo: al momento de la
anulación de la ley sobre los pobres en Inglaterra, fue así derogado la ley sobre las
importaciones de trigo que, bien que ella acelera la crisis de la agricultura inglesa,
permite de difundir, fuera de Inglaterra, la producción de bienes alimentarios,
reimportados a bajo precio, de manera, no solamente a mantener un bajo nivel del costo
de constitución y de reproducción del asalariado británico, sino a evitar una muy fuerte
regradación del nivel de vida real sobre la tierra inglesa. El famoso liberalismo
comercial ratificar el compromiso del gobierno y de la administración británicas en la
gestión del asalariado. Gestión que, es necesario señalarlo, no fue nunca una pura
gestión operada por el mercado de trabajo.

Con la historia, violenta y dolorosa, de la creación del trabajo asalariado, todos los
constituyentes de la formación de lo económico moderno van a ser reunidos, tanto
ideológicamente como prácticamente.

C.- El dispositivo de lo económico y de su pretensión totalitaria.-

El dispositivo conceptual de la economía política – todo aquello que nos compromete


hoy día a considerar de manera natural, como la manifestación de leyes “necesarias”
para toda producción. Para toda existencia social – reposa en efecto sobre dos
construcciones distintivas y articuladas.

La primera, que muy sucintamente hemos recordado la génesis histórica, es aquella que
nosotros llamaremos: el proceso de individualización privada. Ello reposa sobre una
representación centrada sobre la noción del individuo: La sociedad es una colección de
individuos, libres y separados, en la cual el trabajo permite de satisfacer las necesidades
(individuales) ilimitadas sobre la base del funcionamiento y de la generalización del
mercado, con una garantía de coherencia revelada al Estado, que “absorbe” una parte de
los poderes y de la libertad formalmente reconocida a esos individuos.
Esta primera construcción – establecida, por lo esencial, por los filósofos que fundan el
ideal de la burguesía inglesa oponiéndose a los principios de la sociedad feudal – da una
base a la economía política. Es completamente importante de considerar que la
edificación del sistema ideológico-político burgués ha precedido y preparado la
verdadera (y tardía) extensión de lo económico del capitalismo. Y por tanto no existe
crítica de lo económico sin crítica del político.

La segunda construcción se refiere a la economía política clásica, en el sentido estricto,


tal como es desarrollada por Adan Smith y David Ricardo. Esta segunda
conceptualización retoma el ideal de la individualización privada, pero agrega un nuevo
incentivo: el sistema de adelantos de capital que es sustituido en adelantos en trabajo y
lo engloba. Para producir y satisfacer sus necesidades. Deseos, pasiones, el individuo (el
burgués) no debe solamente poner en obra el trabajo. El debe adelantar un capital e
incorporar una nueva mercancía: la fuerza de trabajo, que aparece como la fuente de
trabajo en tanto que ella es comprada e incorporada a su capital por el individuo.

Se pasa así – en las teorizaciones de fines del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX –
de la socialización privada defendida por los filósofos a lo que llamaremos: La
socialización mercantil salarial, lo económico en el sentido estricto, fundado y
defendido por los primeros economistas llamados clásicos.

Lo económico va aparecer bajo la forma de un sistema de adelantos en capital (y en


trabajo asalariado, incorporado a ese capital) destinado a crecer y a ampliarse, sobre la
base de una producción generalizada de mercancías, supuestamente de satisfacer las
necesidades de los individuos privadas.

El trabajo – bien entendido: el trabajo asalariado – que era concebido al comienzo como
el incentivo central de la producción mercantil cede el paso a la noción de capital,
conformando y legitimando la separación, del que nos hablo ya Mandeville, entre los
verdaderos individuos libres propietarios de los adelantes en capital, y los individuos
libres de segunda zona, surgidos de la expropiación y del empobrecimiento, vendedores
de su capacidad de trabajo, alienando doblemente su poder.

- Su poder político al Estado

- Su poder de producción al capital.

Será necesario, a pesar de todo, tres siglos – del siglo XVII a comienzos del siglo XX –
para que esta concepción adquiera una forma acabada y llegue a imponerse, allí donde
ella verdaderamente muere, En Inglaterra.

Lo económico es entonces una construcción ideológica, articulada a un conjunto de


relaciones prácticas, que incorpora y combina los siguientes elementos:

- El individuo libre, separado: la sociedad aparece como el producto de los


individuos y no a la inversa. Pero esos individuos (los individuos de la
concepción liberal) son repute ser primitivamente separados y aislados.
Desnudos de lazos sociales. Es a través del Estado y el Capital que esos
individuos son censsadosde socializarse, fundar una comunidad organizada.
- El trabajo, base de la producción de las riquezas y de la satisfacción ilimitada de
las necesidades, noción que, progresivamente, con el avance doloroso del
estatuto será incorporado al del capital.

- Un sistema de adelantos en capital y en trabajo asalariado, que condiciona y


gobierna la formación de un sobre producto, el incremento de la riqueza.

- La producción de mercancías, cuyo principio esta asociado a la existencia de un


mercado generalizado, mercancías que no pueden desarrollarse bajo esta forma
sino por que la tierra de u n lado, la fuerza de trabajo del otra lado ellas mismas
han sido decretas mercancías.

- El desarrollo de formas monetarias, que considerar inscribir toda producción de


riqueza en el orden mercantil, y de negar toda forma de producción que no le
correspondan (como el trabajo realizado en el seno de unas familias, auto-
producción campesina, etc.)-

- El Estado, surgido de la delegación de poder consentido por los individuos y que


juega un doble rol: rol de apoyo al desarrollo de las relaciones económicas y del
mercado generalizado, rol de creación de una “esfera social” destinada a
asegurar un nivel de existencia mínima y a prevenir los riesgos de dislocación
de la sociedad nacional.

Lo económico, una vez constituido, va rápidamente afirmar su pretensión totalitaria,: el


va a hacer “como si” toda producción era o debe ser económica, “como si”toda riqueza
producida había o debía tener una forma monetaria, “como si” el interés a ala ganancia
y a la satisfacción ilimitada de las necesidades individuales son el móvil de toda persona
humana.

Pretensión totalitaria considerable, que ningún dictador no osera a este punto exprimir:
la reproducción de la existencia vital de los individuos no parece depender que de lo
económico; la reproducción y el uso de la naturaleza no parece depender que de lo
económico; es hasta la pertenencia de los individuos a la sociedad que supuestamente
pasa obligatoriamente por lo económico: el que no entra en el trabajo asalariado, que no
se integra al circuito económico, es un excluido, un “sin sociedad”, que únicamente el
Estado, la familia, la protección social se mantienen en una existencia mínima.

¿Pero que es de las relaciones reales?

- -El trabajo,

- -Un sistema de adelantos en capital y trabajo asalariado,

- -La producción de mercancías,

- -El desarrollo de formas monetarias,

- -El Estado.

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