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EXPEDIENTE 1961-2006
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, once de enero de dos mil siete.
En apelación y con sus antecedentes se examina la resolución de veinticuatro de enero de dos
mil seis, dictada por la Sala Tercera del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, constituida
en Tribunal Constitucional, en el planteamiento de inconstitucionalidad de ley en caso concreto
hecho por Llantas Vitatrac, Sociedad Anónima, por medio de su Gerente General y
Representante Legal, Marlon Gabriel Nuila, contra los artículos 1, 2, 3, 7 y 9 del Decreto 99-98
del Congreso de la República, Ley del Impuesto a las Empresas Mercantiles y Agropecuarias.
La postulante actuó con el auxilio de los abogados Oscar Eugenio Rivera Nuila y Jorge Luis
Hernández Tobar.
ANTECEDENTES
I.- LA INCONSTITUCIONALIDAD
A) Caso concreto en que se plantea: Recurso contencioso administrativo número trescientos
setenta y siete – dos mil cinco de la Sala Tercera del Tribunal de lo Contencioso Administrativo.
B) Ley que se impugna de inconstitucionalidad: artículos 1, 2, 3, 7 y 9 del Decreto 99-98 del
Congreso de la República. C) Normas constitucionales que se estiman violadas: artículos
4, 39, 41, 119, 239 y 243 de la Constitución Política de la República de Guatemala. D)
Fundamento Jurídico que se invoca como base de la inconstitucionalidad: lo expuesto
por la peticionante se resume: a) la Superintendencia de Administración Tributaria –SAT- le hizo
ajustes al Impuesto a las Empresas Mercantiles y Agropecuarias, correspondiente a los
períodos comprendidos del uno de enero de dos mil uno al treinta de junio de dos mil tres; b)
planteó recurso de revocatoria contra aquella decisión en el que acotó la inconstitucionalidad
de la Ley del Impuesto a las Empresas Mercantiles y Agropecuarias, recurso que fue
desestimado por el Directorio de la citada Superintendencia y, por ende, confirmados los
ajustes que del citado impuesto le hicieron, todo ello en aplicación de los artículos 1, 2, 3, 7 y 9
de la Ley del Impuesto a las Empresas Mercantiles y Agropecuarias, normas que violan los
artículos 4, 39, 41, 119, 239 y 243 de la Constitución; c) los artículos 1, 2 y 3 que tratan lo
relativo al objeto del impuesto, violan el artículo 4 de la Constitución, garante del derecho a la
igualdad, porque hacen recaer la carga tributaria sobre la propiedad de las personas
individuales o jurídicas domiciliadas en el país que desarrollan actividades mercantiles o
agropecuarias. Al enfocarse directamente sobre un segmento determinado de la sociedad, da
un trato desigual o arbitrario, sin que la diferenciación establecida encuentre justificación
razonable de ningún tipo; d) los artículos 1 y 3 también violan el mandato que prohíbe la doble
o múltiple tributación garantizado en el artículo 243 de la Constitución, porque gravando la
propiedad de las empresas y sus activos, hacen recaer el impuesto sobre el mismo objeto que
lo hace el Impuesto Sobre la Renta y, si bien, la Ley cuestionada establece que el pago de tales
impuestos es acreditable a uno u otro <artículo 10 de la Ley cuestionada>, tal acreditamiento
tiene una restricción al regular que el monto del impuesto a las Empresas Mercantiles y
Agropecuarias pagado durante los cuatro trimestres del año calendario, podrá ser acreditado,
se entiende únicamente, al pago del Impuesto Sobre la Renta que corresponda al año
calendario siguiente; e) los artículos 7 y 9 impugnados, violan: i) el principio tributario de
“capacidad de pago” y el mandato de que el sistema tributario debe ser justo y equitativo
(artículo 243 de la Constitución), porque las citadas normas gravan la propiedad de la empresa
de la denunciante, sin atender los resultados económicos que ésta hubiera obtenido como
consecuencia de la explotación de sus bienes, pues no juzgan si la contribuyente, como sujeto
pasivo del tributo, tiene o no capacidad para contribuir al gasto público. El artículo 7
cuestionado, estableció que este impuesto se determina sobre la base de ingresos brutos,
último que tampoco puede servir de parámetro para determinar la capacidad de pago, porque
no permite efectuar las deducciones necesarias para conservar la fuente generadora de rentas,
dando ello como resultado, una evidente injusticia tributaria por violación al principio de
capacidad de pago; ii) violan los principios de equidad y justicia tributaria y la prohibición de
implementar políticas impositivas confiscatorias. Respecto de esta norma, la Corte de
Constitucionalidad en sentencia de quince de diciembre de dos mil tres <expedientes
acumulados ciento ochenta y uno – dos mil uno y un mil setecientos setenta y seis – dos mil
uno, la declaró contraventora de los principios de que los impuestos deben estructurarse
conforme a la equidad y justicia tributaria y atendiendo al principio real de pago del
contribuyente y, por ende, contrapuesta al artículo 243 de la Constitución, razones éstas que
también sustentan la inconstitucionalidad del artículo 9 impugnado, pues se pretende que la
contribuyente contribuya sufragando gastos del Estado con ingresos que no ha generado por el
simple hecho de poseer una empresa mercantil; f) el artículo 7 mencionado también viola los
artículos 41 y 243 de la Constitución, garantes de la prohibición de la confiscación de bienes,
porque hace recaer la determinación del impuesto sobre los ingresos brutos o la base del activo
neto total, desatendiendo la relación de utilidad-pérdida que el sujeto pasivo hubiere causado
en sus operaciones mercantiles, ya que dicho impuesto grava, no sólo las renta que se
pudieren generar con la empresa, sino parte de los bienes que son necesarios para la
generación de dichas rentas y, en dado caso, el sujeto pasivo reporte pérdida en el período
impositivo, el impuesto recae especialmente sobre la propiedad que está fuera del ámbito de
lucro, lo que implica confiscación de bienes; g) la imposición sobre ingresos brutos o los activos
netos posibilita la pérdida constante de activos y ello desincentiva la actividad económica de la
contribuyente y viola el contenido de los artículos 118 y 119 de la Constitución, tal como lo
consideró esta Corte en la sentencia ya citada. Solicita que se declare la inaplicabilidad de las
normas impugnadas en su caso concreto. E) Resolución de primer grado: el tribunal
consideró: “...En el presente asunto el cuestionamiento de derecho, se refiere a establecer si
los artículos 1, 2, 3, 7 y 9 de la Ley del Impuesto a las Empresas Mercantiles y
Agropecuarias, contenido en el Decreto 99-98 del Congreso de la República, son
transgresivos de los artículos 4, 39, 41, 239 y 243 de la Constitución Política de la República
y con ello establecer la existencia de confrontación con la norma constitucional. El artículo
243 de la Constitución Política de la República establece en el segundo párrafo la prohibición al
establecimiento de tributos confiscatorios, entendiendo que aquellos que se determinen en ese
sentido son contrarios al orden constitucional, es por eso que es necesario contar con una
definición clara, de lo que significa el principio de no confiscatoriedad en el ámbito tributario,
para tal efecto el Doctor Marín Arias… sostuvo: “… un impuesto debe ser considerado
confiscatorio cuando, para pagarlo, un sujeto ha de liquidar y disponer de parte de su
patrimonio. Si así sucede, el patrimonio es la fuente de donde se sustraen los recursos y el
impuestos es confiscatorio, por cuanto, por medio de él, el Estado toma por vía coactiva para si
una parte del patrimonio del administrado sin compensación alguna.” (…) Y siendo que el
patrimonio de una persona comprende la propiedad de la misma no se puede, al tenor del
artículo 243 constitucional, estructurarse los tributos transgrediendo la equidad y justicia
tributarias en base a la real capacidad de pago del contribuyente… para que el tributo sea
constitucionalmente válido debe establecerse bajo ciertos límites, como lo son la delimitación
del hecho imponible, la delimitación de la base imponible y la delimitación del tipo impositivo.
Estos límites que la propia Constitución establece en su artículo 239, son piedra angular sobre
la cual debe de regirse toda estructura legislativa de los tributos, siempre respetando a la
propiedad privada como una garantía, de igual forma, de orden constitucional (Artículo 39 de la
Constitución Política de la República), ya que en caso contrario el legislador al emitir una ley
estaría traspasando esos límites debidamente establecidos, produciendo efectos negativos en
los contribuyentes, que se traduciría en una confiscación del derecho de propiedad. En el
presente caso los artículos 1, 2, 3, 7 y 9 de la Ley del Impuesto a las Empresas Mercantiles y
Agropecuarias que establecen… son contrarios al orden constitucional, por existir una clara
confrontación, con los artículos 39, 239 y 243 de la Constitución Política de la República, lo que
hace que la presente acción de inconstitucionalidad en caso concreto, deba ser declarada con
lugar… En cuanto a la sentencia emitida por la Corte de Constitucionalidad <se refiere a la
emitida en los expedientes acumulados 1766-2001 y181-2002>… no se hace consideración
alguna porque sus efectos son a partir del tres de febrero de dos mil cuatro, ya que se toma
únicamente como un precedente. No se hace especial condena en costas…” Y resolvió:
“...DECLARA: I) CON LUGAR LA ACCION DE INCOSTITUCIONALIDAD EN CASO
CONCRETO de los artículos 1, 2, 3, 7 y 9 del Decreto 99-98 del Congreso de la República de
Guatemala que contiene la Ley del Impuesto a las Empresas Mercantiles y Agropecuarias, y en
consecuencia INAPLICABLE AL CASO CONCRETO, promovido por la entidad VITATRAC,
SOCIEDAD ANONIMA, a través de su Gerente General; II) Como consecuencia…, la
resolución del Directorio de la Superintendencia de Administración Tributaria número
ochocientos cincuenta y ocho guión dos mil cinco (858-2005) emitida en la sesión del Directorio
de fecha trece de octubre de dos mil cinco, documentada en el acta número cero ochenta y
cuatro guión dos mil cinco (084-2005), deviene INAPLICABLE a la entidad Llantas Vitatrac,
Sociedad Anónima; III) No se hace especial condena en costas; y IV) Notifíquese…”
III. APELACION
La Superintendencia de Administración Tributaria –SAT-, apeló los numerales I y II.
IV. ALEGATOS EN EL DIA DE LA VISTA
A) Llantas Vitatrac, Sociedad Anónima, solicitante de la inconstitucionalidad: a) reiteró las
razones expuestas al promover la acción, en especial, las referidos a que, para contribuir
al Estado, quien paga el impuesto ha de recibir previamente un ingreso, beneficio o
ganancia, porque esto es lo que en esencia permite al contribuyente realizar el pago,
circunstancia que no ocurre con la base imponible del Impuesto a las Empresas
Mercantiles y Agropecuarias, porque conforme éste, se pretende que ella pague
solamente porque es propietaria de una empresa mercantil, lo cual lesiona principios de
equidad y justicia tributaria, capacidad de pago, no confiscación y propiedad privada; b)
los artículos impugnados que establecen la base imponible y el tipo impositivo, son
contrarios al orden constitucional por confrontar los artículos 39, 239 y 243 de la
Constitución; c) no es cierto que pretenda efectos retroactivos a la sentencia de esta
Corte que declaró la inconstitucional general de esta Ley, ni estima que ese efecto le
haya dado el a quo, pues éste no se fundamentó en el citado fallo de
inconstitucionalidad; d) la sentencia de primer grado fue dictada con apego a la ley y con
el objeto de asegurar la vigencia y el respeto al régimen de Derecho, por lo que solicita
que la misma sea confirmada. B) La Procuraduría General de la Nación expuso que la
actuación de la administración tributaria se situó dentro de la obligación de la recurrente
de pagar el impuesto, observando la forma de determinar la base imponible. La Ley que
fundamenta el cobro, estaba vigente al momento de surgir el hecho generador y la
obligación de la recurrente y su carga de pagar y observar la forma de determinar la base
imponible. Las normas atacadas de inconstitucionalidad se aplicaron de conformidad
con la ley y no contradicen norma constitucional alguna, por lo que la acción de
inconstitucionalidad en el caso concreto debe declararse sin lugar. C) La
Superintendencia de Administración Tributaria, -SAT-, argumentó: a) los artículos 3, 7, 9 y 15
impugnados dejaron de tener vigencia a partir del tres de febrero de dos mil cuatro, de
manera que en el período de imposición que pretende cobrar, las normas estaban
vigentes; b) al momento en que se impugnan, las normas ya no están vigentes, por
declaratoria de inconstitucionalidad general, situación ante la cual, conforme doctrina de
la Corte de Constitucionalidad, una cuestión de inconstitucionalidad deja de tener
materia, lo que no permite al tribunal competente pronunciarse sobre el fondo de la
pretensión <Expediente 498-99, sentencia de 14 de octubre de 1999>; de esa cuenta, el a
quo no debió pronunciarse sobre el fondo en este caso; c) pretender que la declaratoria
de inconstitucionalidad general se aplique retroactivamente, afecta la seguridad y
certeza jurídicas, garantizadas en el artículo 2 de la Constitución, pues ello daría la pauta
para que los contribuyentes que pagaron el Impuesto a las Empresas Mercantiles y
Agropecuarias, soliciten la devolución del mismo, lo cual aparejaría grandes pérdidas
para el Estado de Guatemala; d) en este caso, se pretende cobrar el impuesto en la fecha
en que la ley estuvo vigente y gozaba de plena validez, por lo que es improcedente y
falta a la técnica jurídica plantear una acción de inconstitucionalidad en caso concreto
para que la declaratoria de inconstitucionalidad general produzca efectos retroactivos,
violando el artículo 15 de la Constitución; e) su facultad de cobrar posteriormente un
impuesto, generado en un período anterior, se corrobora en el artículo 47 del Código
Tributario, el cual preceptúa que el derecho de la Administración Tributaria para hacer
verificaciones, ajustes, rectificaciones o determinaciones de las obligaciones tributarias,
liquidar intereses, multas y exigir su pago y cumplimiento a los contribuyentes o
responsables, deberá ejercitarse dentro del plazo de cuatro años, tal como lo hace en
este caso; f) la sentencia de primer grado no hace una verdadera confrontación de las
normas impugnadas con la Constitución, por lo que pide que se revoque dicho fallo. D)
El Ministerio Público, alegó: a) en este caso debió establecerse si se cumplió el
presupuesto general de procedencia consistente en “la vigencia de la norma que se
impugna de inconstitucional”, habida cuenta que la Corte de Constitucionalidad,
mediante declaratoria de inconstitucionalidad dejó sin vigencia las normas atacadas en
este caso; b) la multa y ajustes determinados en contra de la accionante tuvieron lugar
antes de la publicación de la sentencia de esta Corte, cuyos efectos son ex nunc y no
retroactivos, por lo que el tribunal de primer grado no debió declarar con lugar la
inconstitucionalidad en caso concreto basada en artículos previamente declarados
inconstitucionales, pues con ello incumplió con el presupuesto indefectible relacionado
con la vigencia de las normas jurídicas. Solicita que se revoque la sentencia apelada.
CONSIDERANDO
-I-
En todo proceso de cualquier jurisdicción o competencia, en cualquier instancia y en
casación y hasta antes de dictarse sentencia, las partes podrán plantear como acción,
excepción o incidente, la inconstitucionalidad total o parcial de una ley. Este es un instrumento
jurídico procesal que mantiene la preeminencia de la Constitución sobre toda otra norma
jurídica que no sea compatible con ella, resguardando su jerarquía de ley superior.
-II-
En el caso que se analiza, la entidad Llantas Vitatrac, Sociedad Anónima, promovió
inconstitucionalidad en caso concreto en la forma que permite el artículo 122 de la Ley de
Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad <acción de inconstitucionalidad con otras
pretensiones>, haciendo coincidir esta pretensión con la del recurso contencioso administrativo
que en el mismo escrito promueve contra la resolución del Directorio de la Superintendencia de
Administración Tributaria número ochocientos cincuenta y ocho guión dos mil cinco (858-2005)
de fecha trece de octubre de dos mil cinco.
Es su pretensión que se inapliquen los artículos 1, 2, 3, 7 y 9 de la Ley del Impuesto a las
Empresas Mercantiles y Agropecuarias (Decreto 99-98, reformado por el Decreto 80-2000,
ambos del Congreso de la República) en el proceso contencioso administrativo antes referido
(número 377-2004, Sala Tercera del Tribunal de lo Contencioso Administrativo).
-III-
El Ministerio Público, la Procuraduría General de la Nación y la Superintendencia de
Administración Tributaria, han sostenido, por una parte, la ausencia de presupuestos para la
viabilidad de la pretensión de inconstitucionalidad, dada la falta de vigencia de la ley; y, la ilegal
pretensión de la accionante de que no se apliquen las normas cuestionadas por el hecho de
haber ocurrido su derogatoria por declaración de inconstitucionalidad general, con lo cual,
alegan, se pretende darle efectos retroactivos a la ley.
Al respecto, esta Corte ya ha estimado que tales circunstancias no impiden el conocimiento de
fondo de casos como el presente, de manera que, para entrar a conocerlo se remite al criterio
jurisprudencial sustentado en los siguientes fallos: (i) sentencia de dieciocho de julio de dos mil
seis <expediente 2311-2005>; ii) sentencia de veinte de junio de dos mil seis <expediente
1273-2005; y iii) sentencia de treinta de marzo de dos mil seis <expediente 1340-2005>.
-IV-
Analizado el asunto dentro del cual se promueve el presente incidente, se establece que las
normas atacadas, en efecto, están siendo aplicadas al caso concreto de la accionante y
podrían resultarle aplicables en el proceso contencioso administrativo que ésta promovió contra
la decisión del Directorio de la Superintendencia de Administración Tributaria. En sede
contencioso-administrativa, tal aplicación se concretará cuando se analice si fue o no correcto
el reparo que la administración tributaria hizo a la impugnante sobre el Impuesto a las
Empresas Mercantiles y Agropecuarias. Esto evidencia que, aunque la norma atacada perdió
vigencia desde el tres de febrero de dos mil cuatro, día que siguió a la publicación del fallo de
esta Corte en el Diario Oficial, a tenor de lo establecido en el artículo 140 de la Ley de Amparo,
Exhibición Personal y de Constitucionalidad, sus efectos aún siguen para el caso de la
accionante de inconstitucionalidad en el caso concreto, lo que viabiliza el conocimiento del
presente planteamiento de inconstitucionalidad.
Se impugnan los artículos 1, 2, 3, 7 y 9 de la Ley del Impuesto a las Empresas Mercantiles y
Agropecuarias. A los primeros tres artículos <1, 2 y 3> se les imputa violación al artículo 4º de
la Constitución, garante del derecho de igualdad, ello porque, dice la accionante, hacen recaer
la carga tributaria sobre la propiedad de las personas individuales o jurídicas domiciliadas en el
país que desarrollan actividades mercantiles o agropecuarias, enfocándose así directamente a
un segmento determinado de la sociedad, sin que la diferenciación que establecen encuentre
justificación razonable.
Se cuestiona así, la referencia que las tres normas hacen respecto del sujeto pasivo del tributo,
señalando como tales a los propietarios de empresas mercantiles y agropecuarias. La
vulneración del derecho de igualdad por parte del artículo 1 cuestionado, fue abordada por
este Tribunal en sentencia de quince de diciembre de dos mil tres <expedientes acumulados un
mil setecientos sesenta y seis – dos mil uno y ciento ochenta y uno – dos mil dos>, en la que
sustentó que “…la norma que se analiza <se refiere al artículo 1> carece de diferenciación
sustancial que vulnere el principio de igualdad, en ellas se observa la característica de
territorialidad de los impuestos que son creados por el Congreso de la República de Guatemala,
y no existe en ella discriminación alguna entre nacionales y extranjeros, al no ser el criterio de la
nacionalidad del propietario de la empresa el que prevalece como factor preponderante para
determinar la imposición”. Aunque el análisis de esta Corte sobre la contravención al derecho
igualdad se basó en el factor nacionalidad del contribuyente, tampoco se encuentra vulneración a
este derecho por el hecho de que se graven dos tipos de empresas, pues la generalidad de la
norma radica en su afectación para cualquier persona, existente o por existir, que se coloque en
la posición de propietario de este tipo de empresas. De esta manera, la generalidad o
particularización de la norma no radica en el tipo de empresa, sino en el sujeto general
susceptible de ser sujeto pasivo de la misma. Por ello, los artículos 1, 2 y 3 que regulan, a cargo
de quiénes está el impuesto, el hecho generador y el sujeto pasivo, todos referidos a “los
propietarios” de empresas mercantiles o agropecuarias, no vulneran este derecho por no
establecer diferenciación sustancial entre dos tipos de personas.
Se denuncia que los artículos 1 y 3 transgreden también el principio que prohíbe la doble
o múltiple tributación garantizado en el artículo 243 de la Constitución, porque grava la propiedad
de las empresas y sus activos, haciendo recaer este impuesto sobre el mismo objeto que lo hace
el Impuesto Sobre la Renta.
Respecto del artículo 1 y la denuncia de violación al artículo 243, esta Corte en la
sentencia antes citada, concluyó que, conforme el principio democrático en la emisión de las
leyes, es posible concluir que en el artículo 1 impugnado, el Congreso de la República actuó con
sustento en los artículos 171, literal a) y 239 de la Constitución Política de la República, sin
quebrantar los principios contenidos en el artículo 243 del texto supremo. Esta conclusión se
reitera en este fallo para estimar que el artículo 1 no viola la última norma constitucional citada.
Respecto del artículo 3. Esta norma literalmente preceptúa: “Están obligadas al pago del
impuesto, las personas a que se refiere el artículo 1 de esta Ley. Las personas individuales o
jurídicas propietarias de empresas mercantiles y agropecuarias que operan dentro de los
regímenes que establecen los Decretos Números 22-73, 29-89 y 65-89 del Congreso de la
República, están obligadas al pago del Impuesto a las Empresas Mercantiles y Agropecuarias
que establece la presente Ley.”
Esta Corte en el precedente ya mencionado, concluyó que el segundo párrafo de la
misma, es inconstitucional por violación al artículo 243 que garantiza la equidad y justicia de los
tributos, al obligar a personas individuales o jurídicas propietarias de empresas mercantiles y
agropecuarias que operan bajo un régimen tributario especial, a tener que pagar el Impuesto a
las Empresas Mercantiles y Agropecuarias, sin que el pago del mismo pueda ser objeto de
compensación o acreditamiento con el pago de otro impuesto (el Impuesto Sobre la Renta), lo
cual, también concluyó, es injusto e inequitativo. En este caso, la vulneración se dice que
ocurre a la prohibición de doble o múltiple tributación, porque el objeto del impuesto recae
sobre el mismo objeto que grava el Impuesto Sobre la Renta. Al respecto, se aprecia que en el
artículo 10 de la Ley del Impuesto a las Empresas Mercantiles y Agropecuarias, se prevé la
posibilidad <que constituye un beneficio> de que el impuesto impugnado sea acreditable al
Impuesto Sobre la Renta o viceversa. Aunque esta Corte estimó que tal posibilidad quedó
desvanecida para las empresas que operan bajo regímenes establecidos en los Decretos 22-73,
29-89 y 65-89 del Congreso de la República, y, por ello, como se vio, lo declaró inconstitucional,
para que tal párrafo sea inconstitucional en este caso concreto, su impugnante debió acreditarle
al juez constitucional, estar comprendida dentro de las empresas sujeta a los regímenes
establecidos en los decretos recién citados, a efecto de advertir si, al pagar el impuesto en su
caso, resultarían vulnerados aquellos principio de equidad y justicia tributaria y el que prohíbe la
doble o múltiple tributación. Al no haberse hecho esta alegación, la aplicación de tal norma en el
caso de la postulante para cobrarle el tributo generado en el tiempo que la ley estuvo vigente, no
es inconstitucional y así debe declararse.
También se han impugnado los artículos 7 y 9 de la Ley cuestionada. Estas normas fueron
declaradas inconstitucionales por esta Corte en el precedente ya identificado, tras concluir que
la forma de cálculo de la base imponible establecida en el segundo y tercer párrafos del artículo
7, viola los principios de que los impuestos deben estructurarse conforme a la equidad y justicia
tributarias y atendiendo a la real capacidad de pago del contribuyente, razones éstas que también
le condujeron a estimar inconstitucionales el primer párrafo de esta norma y del artículo 9
cuestionado, por violación del artículo 243 de la Constitución.
En observancia de la interpretación precedente, esta Corte concluye que los artículos 7
y 9 impugnados, resultan lesivos a la norma constitucional precitada, por lo que en el caso
concreto deben ser declarados inconstitucionales y, por lo tanto, inaplicables a la entidad
pretensora al momento de resolverse el proceso contenciosos administrativo instado por ésta.
Habiéndose declarado con lugar el incidente en primer grado, el auto apelado debe
confirmarse en lo que a la estimación de la inconstitucionalidad de los artículos 7 y 9 se refiere,
no así del resto de normas. También es pertinente modificar el fallo en cuanto a sus efectos,
pues éstos deben producirse, no sobre el expediente administrativo directamente, sino en el
propio recurso contencioso administrativo junto con el que se planteó la cuestión de
inconstitucionalidad, por ser éste el caso concreto jurisdiccional existente.
-V-
El fondo de lo aquí resuelto observa los precedentes citados en el segundo párrafo del
considerando II de este fallo.
CITA DE LEYES
ANTECEDENTES
Consulta.
Competencia.
Legitimación.
La Corte aprecia que la completa lectura del artículo 108 del caso demuestra la
constitucionalidad del artículo comentado, puesto que en aquél se prevé la
posibilidad de que se establezcan excepciones por medio de leyes o disposiciones
propias de entidades descentralizadas, condición que puede tener el régimen
aduanero de un país, bien sea por regulación interna o por acuerdo internacional,
según convenga a la finalidad del servicio.
Artículo 64.- La importación y exportación que se efectúe por los pobladores de las
zonas limítrofes entre países; se podrá eximir total o parcialmente de los tributos
que gravaren la importación o exportación para consumo, conforme Acuerdos o
Negociaciones Bi o Multilaterales. Esta modalidad excluye su uso con fines
comerciales o industriales.
La Comisión estima que, por otorgar beneficios para ciertos sectores de la población
guatemalteca, se viola el artículo 4º. De la Constitución. El Dictamen del Ministerio
opina que esta preocupación es infundada pues es similar a la situación migratoria
de que gozan esas personas, reguladas en la Ley de Migración.
Artículo 75.- El Aforo de las mercancías podrá efectuarse por los Agentes de
Aduanas bajo la modalidad de la autodeterminación y liquidación de los tributos
aduaneros y otros cargos fiscales, pagándose la cantidad autoliquidada en las
Instituciones autorizadas y cumpliendo con las demás formalidades que para este
efecto señale la legislación nacional.
La objeción formulada por la Comisión consiste en que el destino que podría darse a
los artículos subastados podría darse a los artículos subastados podrían estar en
contraposición con el sistema aduanal interno. El Ministerio disiente de este criterio
y cita, como apoyo, los artículos del 108 al 120 del Código de Aduanas.
Esta Corte estima que tanto la objeción como la defensa relacionadas no son
pertinentes por cuanto la confrontación que deba hacerse es con normas
constitucionales y no con preceptos de jerarquía inferior que no constituyen, por sí,
parámetros de constitucionalidad.
Artículo 93.- De las decisiones del Director General de Aduanas, se podrá reclamar
conforme a los recursos ordinarios y extraordinarios que establezca la legislación
nacional, excepto en materia de clasificación y valoración que serán conocidos por
los órganos técnicos correspondientes con la facultad de conocer en última
instancia administrativa.
La Comisión del Congreso expresa que debería formularse reserva por la división
del conocimiento en caso de reclamo que contiene la disposición arriba transcrita. El
Memorándum de Cancillería comenta que el conocimiento por los órganos técnicos
correspondientes de los asuntos de clasificación y valoración aduaneras se
encuentra en consonancia con los artículos 150 y 171 literal l) de la Constitución.
Esta Corte determina que, aunque la redacción del artículo 93 citado no es la más
adecuada para su inmediata intelección, no puede deducirse que el atribuir como
última instancia administrativa el conocimiento de determinados asuntos (por cierto
de carácter especial) a una comisión técnica no contraviene la Constitución, en
tanto que las resoluciones de tal comisión puedan quedar sujetas a control de
legalidad por los órganos jurisdiccionales correspondientes, en nuestro caso, el
Tribunal de lo Contencioso Administrativo, posibilidad que la norma no excluye y,
por consiguiente, se entiende que el derecho de las personas a la tutela judicial
efectiva no se encuentra vulnerado.
La Comisión del Congreso señaló que por este artículo se "delega de cierta manera"
funciones legislativas al Consejo mencionado, contraviniendo el artículo 171 inciso
l) número 2) de la Constitución. La Cancillería no sustenta dicho criterio porque,
según argumenta, de conformidad con los artículos 6 y 7 del Convenio se le
transfirió y atribuyó competencia al Consejo Arancelario y Aduanero
Centroamericano para que sea el órgano encargado de dirigir y administrar el
mencionado régimen.
La Corte advierte que el Derecho comunitario que se perfila a los finales del siglo
XX no sólo admite sino estimula la perfección de acuerdos internacionales que
progresen de la cooperación a la integración entre las naciones. El derecho
constitucional guatemalteco contiene claras indicaciones orientadas hacia la
integración centroamericana. En primer término, en el artículo 150 se preceptúa el
mandato para que el Estado adopte "las medidas adecuadas para llevar a la
práctica, en forma parcial o total, la unión política o económica de Centroamérica ".
En el artículo 171, que regula atribuciones del Congreso de la República, en el
inciso l) número 2), se establece su competencia de aprobar, antes de su
ratificación, los tratados, convenios o cualquier arreglo internacional cuando:
"...establezcan la unión económica o política de Centroamérica, ya sea parcial o
total, o atribuyan o transfieran competencias a organismos, instituciones o
mecanismos creados dentro de un ordenamiento jurídico comunitario concentrado
para realizar objetivos regionales y comunes en el ámbito centroamericano."
La interpretación del artículo 103 del Protocolo que se examina es que la asignación
de competencias de tipo legislativo al Consejo Arancelario y Aduanero
Centroamericano tiende a explicitar mecanismos efectivos y concretos de
integración económica, y que esto se apoya en los mandatos constitucionales
citados, lo que resulta compatible con los principios del Derecho comunitario que la
Constitución reconoce en dos campos exclusivos y excluyentes: (a) por razón de la
materia, que se refiera a la integración económica o política; y (b) por razón política
y territorial, únicamente a Centroamérica. En lo específico de la materia aduanera y
arancelaria que se examina, la futura normativa que pudiese emitirse debe basarse
en la equidad, y, aunque la norma (parte final del artículo 150 citado) no lo señale,
a la estricta reciprocidad, que obviamente forma parte del concepto general de lo
equitativo.
a) que los artículos 12, 15, 64, 75, 86, 87, 90, 93 y 103 del Protocolo de
Modificación al Código Aduanero Uniforme Centroamericano de 7 de enero de 1993,
aprobado por el Congreso de la República por Decreto 105-97 de veintiocho de
octubre de mil novecientos noventa y siete, no contravienen la Constitución Política
de la República;
POR LO TANTO
PRESIDENTE
MAGISTRADA
MAGISTRADO
MAGISTRADO
SECRETARIO
ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
III. APELACION
El accionante apeló.
CONSIDERANDO
-I-
-II-
Por las estimaciones anteriores el amparo debe declararse sin lugar, como lo hizo el
tribunal a quo, procediendo en consecuencia confirmar la parte resolutiva del fallo,
modificándola en el sentido de agregar las consecuencias de no ser pagada en el
tiempo previsto la multa impuesta al abogado patrocinante.
LEYES APLICABLES
POR TANTO
PRESIDENTE
CONCHITA MAZARIEGOS TOBIAS
MAGISTRADA
MAGISTRADO
MAGISTRADO
MAGISTRADO
MAGISTRADO
MAGISTRADO
SECRETARIO GENERAL