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enamora y empieza a frecuentarle cada noche. Pasan muchos das solares y meses lunares.
Despierto, Endimin languidece frente a su amor imposible. Dormido, se convierte, sin saberlo, en
el objeto de amor de la misma diosa. l no sabe que ella le visita cuando suea, y ella no sabe que l
la ama cuando est despierto y consciente. Son Selene y el pastor dos amantes que se persiguen sin
encontrarse.
Un da despierta y ve a su amada, y el goce es infinito para ambos; se confiesan su amor. Pero desde
ese momento, Endimin ya no es feliz; siente pnico. Es consciente del paso del tiempo, ese que tan
finamente dibuja su amada, que se les escapa irremediablemente, y se horroriza ante los primeros
signos de su propia vejez. Selene pide ayuda a Zeus, y ste decide que Endimin permanezca
intemporal mientras est dormido; slo envejecer, en adelante, en los periodos de vigilia.
Endimin hace prometer a Selene que estar siempre con l mientras duerma. Suea y no envejece;
y siempre despierta enamorado. Pero entonces, cuando est despierto, ella no est y se desespera;
solo desea volver a caer dormido otra vez para tenerla entre sus brazos. Pobre Endimin De qu le
sirve su gozo si no puede deleitarse? Le dio tanto miedo el fugaz tic-tac de Cronos que no pudo
saborear el presente.
Los aos han pasado. Una zozobra
da horror a mi vigilia. Me pregunto
si aquel tumulto de oro en la montaa
fue verdadero o no fue ms que un sueo.
Intil repetirme que el recuerdo
De ayer un sueo son la misma cosa.
Mi soledad recorre los comunes
caminos de la tierra, pero siempre
busco en la antigua noche de los nmenes
la indiferente luna, hija de Zeus.
J.L.Borges. El sueo de Endimin
Por tercera vez, usurparon el trono de la Luna. Esta vez fueron la terrible Artemisa griega y la Diana
de Roma las que se convirtieron en deidades lunares. Es curioso que estas diosas de la caza y de los
animales salvajes, adems, fueran vrgenes, a diferencia de la promiscua Selene; y que sus influjos
se dirigieran a los alumbramientos y las enfermedades ginecolgicas. Otra vez ms la Luna, y el
ciclo femenino.
Algo ms tarde, lleg Mara, otra virgen divina, y la representaron pisando a la luna. Pero esa es
otra historia muy larga y yo bastante me he liado por hoy.