Professional Documents
Culture Documents
VISION REDUCCIONISTA Vs
VISION HOLISTICA DE LA
ADMINISTRACION
Visión Holística
La teoría de sistemas, todos los sistemas están englobados en
sistemas más grandes. Además estos sistemas se rigen por las
mismas reglas, y se observan comportamientos similares. Tanto en
células, como en cuerpos, como en el universo, hay una serie de
elementos que están interrelacionados y que son interdependientes,
es decir que si alguno es alterado modifica al resto; son sistemas. Si
el nivel celular y el astronómico se rigen por las mismas reglas, ¿por
qué obviamos lo que nos dice la ciencia a nivel de sistemas humanos?
Como primer artículo sobre este interesante intento de buscar el
paralelismo de los sistemas, vamos a hablar del caos. Sin entrar
demasiado en conceptos de física entenderemos el caos como el
desorden, la falta de equilibrio.
Malas noticias para los amantes del orden, el universo ( recordemos
que somos parte de él, que no es algo que se guarde en los libros de
ciencia) tiende al caos. La segunda ley de la termodinámica dice que
en cualquier sistema cerrado el desorden, la entropía, va aumentando
a medida que el tiempo pasa ( de hecho, parece que. según Stephen
Hawking, la flecha del tiempo y la de la termodinámica van en la
misma dirección, así que el hecho de que no recordemos el futuro
indica que nos movemos hacia el caos). Bajaré este concepto a
términos más cotidianos para que sea fácil de ver, si hay un puzzle
ordenado dentro de una caja y la vamos sacudiendo el puzzle
probablemente se irá desordenando, porque es mucho más probable
el desorden que el orden.
Así que si a menudo se pregunta por qué siempre surgen problemas
que desbancan situaciones de equilibrio, piense que usted y su
organización como parte del universo están sujetos a su orden, que
irónicamente es desorden.
Es más, sus intentos de orden, generan más desorden a nivel global
que orden a nivel particular.
Espero que nadie haya saltado por la ventana, aun, ante tal
exposición de un destino tan aciago.
Hasta que universo colapse aún queda mucho, y se pueden hacer
muchas cosas.
Ante las situaciones de caos caben dos respuestas, por un lado se
puede ser reacio al cambio e intentar volver a la situación inicial, o se
puede aceptar la nueva situación y generar un nuevo equilibrio; pero
éste no va a ser tal, porque recordando la segunda ley de la
termodinámica, el caos aumenta. Así pues es la adaptación al propio
caos lo que hará que nuestros equipos evolucionen y sobrevivan. Esto
que se le determina retroalimentación positiva ( en contraposición a
la negativa que pretende volver al estado inicial), fomentará la
creatividad de los individuos y permitirá que el desarrollo de nuestra
organización vaya parejo al del entorno. Además este tipo de
retroalimentación tiene efectos no lineales, es decir que pequeñas
modificaciones no generan pequeños cambios, sino grandes.
Conocido es el ejemplo de la mariposa que genera un huracán.
Por último, comentar que según Lorenz, el del modelo matemático
que explica porque la mariposa puede generar el huracán, es que
partiendo de un modelo de flujos se obtiene que aunque se parta de
diferentes puntos de origen se tienden a estar dentro de unos valores
determinados, y conforme va girando, ya que tiene forma de bucle,
va cambiando a otro nivel; pero la cantidad de vueltas que da antes
de “saltar” es impredecible. Yo diría que todos tendemos a equilibrios
donde estamos cómodos y son la parte no azarosa de nuestra vida,
pero en un determinado momento este equilibrio salta, y tenemos
que movernos hasta el siguiente nivel.
Es curioso como la ciencia tiene tanto que decirnos de nuestros
comportamientos, que a veces asumimos según nuestra lógica y que
luego no resultan ser así. Como que el tiempo no es absoluto y que en
diferentes puntos del espacio fluye con distinta velocidad, relativa, el
tiempo es relativo. En el próximo artículo intentaremos aproximar
este concepto a nuestro entorno organizacional.
Desde un enfoque holístico somos parte, participante, del universo.
Todo indica que hace falta un cambio radical en la forma en que las
empresas son manejadas.
La situación ha llegado a un punto crítico.
Gerentes estresados, empleados presionados,
trabajo a destajo y sueldos recortados, caída en la
productividad, “quintas”, luchas de poder,
insomnio, corrupción, dobles mensajes,
enfermedades crónicas, taquicardia, “serruchadas
mutuas de piso”, números “dibujados”, intereses
personales que priman sobre los generales,
“overtime” indiscriminado, vacaciones
postergadas, despidos masivos, entre otras,
parecen ser las “delicias” inevitables del actual mundo empresario.
En su carrera por el éxito económico las empresas lamentablemente
se han enredado en esta telaraña de mutua tortura diaria.
Y lo más preocupante es que las empresas cada vez más influyen en
el modo en que vivimos, y con cada vez más poder establecen el
camino por el que evoluciona el mundo.
Las empresas generan de una u otra forma la tecnología, los
productos y los servicios que prácticamente determinan nuestra
forma de vida.
Es más, muchos grupos y empresas multinacionales hoy ya son tanto
o más influyentes y poderosos que países enteros... y siguen
avanzando.
Y a partir de su amplia influencia las empresas han llevado su estrés
interno a la sociedad, a las familias, a la vida personal.
La calle está que arde.
Esto es un hecho.
Sin embargo, este problema encierra una oportunidad...
¿Una oportunidad..?
Si. Sobre la base de este poderío económico y de gestión, la
empresas se yerguen como formidables agentes de cambio en el
mundo actual.
Es así que, si pudiéramos lograr que las empresas en su conjunto
enfoquen sus esfuerzos hacia el desarrollo de un determinado
objetivo, la enorme energía desplegada generaría con seguridad un
rápido avance hacia dicho objetivo.
¿Y si pudiéramos hacer que dicho objetivo fuera la genuina evolución
de la sociedad..?
Es decir, si fuera posible, a través de un nuevo
paradigma de gestión, lograr que las empresas
dirijan todo su poderío hacia la evolución positiva y
hacia el desarrollo de una superior calidad de vida,
sus efectos serían probablemente mucho más
fuertes y profundos que los que un gobierno sería
capaz de lograr.
Esta nueva forma de ver al rol de las empresas en
el mundo actual, y en Argentina en particular,
podría generar cambios que tal vez hoy mismo las
instituciones no logran comenzar.
El poder de las empresas e iniciativas privadas, alineado bajo esta
nueva visión de la administración podría ser una clave para la
solución de nuestros múltiples problemas.
Posicionar a las empresas en este nuevo rol y orientar sus energías
hacia la mejora de la calidad de vida requiere sin duda de un nuevo
paradigma de gestión.
Un nuevo paradigma de la administración.
Un nuevo paradigma de la función del Gerente.
El manejo de las empresas bajo este nuevo paradigma, visto como
medio para un mejoramiento del sistema global, conforma una nueva
visión de la administración.
Una visión refrescante de la administración... más amplia, más
integradora...
Una visión que “humaniza” la administración...
Que la lleva de los números, las estadísticas y los balances hacia las
necesidades de la gente...
Hacia el fin que las empresas nunca deberían
haber perdido de vista... lograr la superación
del hombre y el avance hacia superiores
niveles de calidad de vida.
Una visión de la administración que podría
terminar definitivamente con la artificial
dicotomía “capitalismo vs. socialismo”...
Un modelo en el cual ambas ideologías se
integran... poniendo todo el “know-how” y
poderío de gestión y tecnológico de las
empresas en pos del fin más elevado... el
“desarrollo de la humanidad”
Un modelo que daría a la Administración un sentido más allá de lo
técnico y económico...
A este nuevo modelo lo podemos bautizar como
“Administración Holística”.
¿Perdón..? ¿"Administración holística"?
SI.
"Holística", del griego "holos", "todo".
“Administración holística” es una nueva forma de administrar las
empresas... con un objetivo básico, no ya de "rentabilidad
económica”, sino de “rentabilidad social”, o sea, de generación de
una superior calidad de vida... teniendo en cuenta TODOS sus
impactos en el sistema.
En el nuevo paradigma el valor agregado no se mide en $, sino en
incremento de la calidad de vida.
La definición clásica de empresa es simple: "un conjunto de personas
con el objetivo común de ganar dinero".
En este nuevo modelo la mismísima definición de empresa es
diferente: “un conjunto de personas con el objetivo común de mejorar
la calidad de vida en la sociedad”.
Este simple cambio en la definición del concepto de “empresa”
generaría cambios muy profundos en todos los criterios que se
utilizan actualmente para la toma de decisiones gerenciales.
Es interesante ver como, desde sus orígenes, la evolución de la
ciencia de la administración gradualmente nos está llevando, de
manera natural e inexorable, hacia esta nueva visión holística de la
administración.
Veamos como se fue dando esta evolución.
La administración nació como una ciencia dedicada al estudio de las
mejores prácticas en el manejo de las empresas, siempre con el fin de
lograr mayores niveles de eficacia y eficiencia.
Desde principios del siglo pasado, y por
décadas, en un contexto relativamente
estable, con medios de comunicación
relativamente lentos y por lo tanto con una
baja velocidad de cambio contextual, la
problemática de la administración se centró
"hacia adentro" de las empresas.
El estudio detallado del contexto no era lo
fundamental, ya que éste variaba lentamente.
Los niveles de demanda eran estables y
suficientes para todas las empresas.
La competencia era leve o inexistente en
algunos casos.
Este marco dio forma a la administración de
empresas en su forma "tradicional".
En la administración “tradicional” se trataba principalmente de
controlar, registrar, ordenar, mantener. Nadie hablaba de la
necesidad del "cambio"...
Era un paradigma de la administración centrado en el
"mantenimiento"... en desarrollar todas aquellas tareas requeridas
para sostener la organización en un contexto relativamente aislado y
estable.