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San Marcos de üma, Universidad Decana en América

EI, RTv ANULA DEFINITTyAMENTE LA PRIoRII}AD DE

Sfi.rro Dournco, 17 47 -17 58

El argumento definitivo anulando la Bula de 1538 aparecg en


el pleito que sostuvieron los Dominicos y los Jesuitas entre 1704
y 1758. Los dominicos sostienen la Universidad de Santo Tomás
y la remontan a la Bula de 1538. Al mismo tiempo reclaman para
sí la Universidad de Santiago de laPaz (de los Jesuitas) y tam-
bién la herencia dejada por Hernando Gorjón. El pleito es deno-
minado oplenaria, posesario y de propiedad> (C. de Utrera, 50).
En cierto momento fueron reconocidas las dos universidades, 27
de mayo de 1747. (C. Utrera ob.cit.254-255) Antes, en 7 de fe-
brero de 1747,Femando VI había mandado <erigir el Colegio de
la Compañía de Jesús de la ciudad de Santo Domingo de la Isla
Española en universidad y estudio general con las mismas facul-
tades y privilegios que gozaba la que se fundó en el Colegio de
Godón (y) se haga loable memoria del expresado Hernando
Gorjón, como de su fundador y bienhechon. (C. de Utrera ob.cit.
252-253) (R.C.citada en p. 253).
El ánimo conciliador de Femando VI queda burlado porque
los Dominicos insisten en pretender la herencia de Gorjón, atri-
buirse la Bula de 1538 e intitularse <<primada> de América, o sea
la llamada Universidad de Santo Tomás. Este título de primada
fue impugnado por los Jesuitas y en forma definitiva por el pro-
pio rey Femando VI en 1758 (Apéndice IV). Antes, 1747,había
dicho el rey que la Bula de 1538 <habiendose urgüido de falso
este instrumento...>>. Ante la insistencia de los Dominicos de
autoproclamar <<primada> a la de Santo Domingo de esa propia
ciudad, dice, no tenía título para continuar en la posesión en que
había estado de Universidad por no haber exhibido la bula origi-
nal de erección y aunque lo hubiera ejecutado le faltaba mi real
condescedencia y el pase de mi Consejo de Indias para su uso, sin
lo cual no podía tenerle en esos mis dominios> (R.C.Aranjuez 2
de Agosto de 1758). (C. de Utrera ob. cit. 334-335). (Apéndice
IV).
Añade la Real Cédula citada <y teniendo presente el respeto
que se me debe y que es propia mía la prerrogativa de declarar
semejantes preferencias y primacías jamás presumió apropiarse

IJ
M i guel M at ic o re na Est rada

(laPaz de los Jesuitas) el título de Universidad primaria (pero la


de Santo Tomás de los Dominicos) se tituló Universidad pñmada
de las Indias, injuriando en esto no solo a la de vuesto cargo (el
Padre Rector de los Jesuitas) sino también a las de Mexico y Lima
y otras de la América> (p.334). También se indica <la primacía
que no tiene ni yo le había concedido a la de Santo Tomás... si no
lo Primado> Pone de ejemplo las de Bogotrí y Quito
se borraba
donde también los Jesuitas y Dominicos tienen ambos sendas
universidades <<sin que ninguna piense en intitularse primaria o
más antiguo Finalmente declara el rey .<por la presente mi real
cédula declaro no competera la mencionada Universidad del Co-
legio de Santo Tomás el título de primaria ni otro alguno que
denote anterioridad o preeminenciu (p. 335). (Apéndice).

Dos Co¡,scros v Ur.¡rvpnsmlDEs EN Smrro Dourrco

Conviene advertir que se trata de dos colegios y dos universi-


dades diferentes. En una primera etapa resulta confuso identifi-
car cada una de las instituciones. Con más claridad se les puede
identificar en el siglo XVI[.
Un colegio formado por el Obispo de Santo Domingo don
Sebastián Ramírez de Fuenleal, en 1529. Ono es el ya menciona-
do de Hernando Gorjón o Colegio de Santiago delaPaz a cargo
de los Jesuitas que se extingue con su expulsiónen 1767. La otra
universidad es la de Santo Tomás a cargo de los Dominicos que
remontan su fundación a la controvertida Bula de 1538. Este es el
origen que reclama la actual Universidad de Santo Domingo.
Los Jesuitas, establecidos a mediados del Siglo XVII en San-
to Domingo, reactualizan la Universidad de Santiago delaPazy
como sus herederos fueron reconocidos por la Audiencia en l1M.
Ocupan el local del Seminario que, desde 1602, había incorpora-
do el Colegio y Universidad de Gorjón (L. A. Eguiguren: La
Universidnd.., t. I., pág. 198). Los Dominicos reclamaron y des-
de 1704 se inició un largo pleito con los Jesuitas que terminó con
la Cédula de 1758. Esta tesis fue magnificada por el nacionalis-
mo del dictador Leonidas Trujillo. Es también la tesis de Sor
Agueda María Rodríguez, estudiosa de las universidades latinoa-
mericanas. Leonidas Trujillo, el nefasto dictador de Santo Do-
IA
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mingo, mandó recoger los ejemplares de Cipriano de Utrera por-


que contradecían su opinión.

f¿ tesis opuesta y radical es la de Fray Cipriano de Utera.


Señala hay dos universidades. [¿ de Santo Tomás encargada a los
padres Dominicos y la de Santiago de los Jesuitas. <Ni la primera
tuvo existencia jurídicamente inconffovertible por haber sido uni-
versidad de hecho y no de derecho, ni la segunda tampoco, por no
haber existido durante mucho tiempo en el orden del hecho bien
que fuera Univenidad de pleno derecho>. Radicalmente sostiene
Utrera que recién fueron reconocidas oficialmente las de Santo
Tomás, de los dominicos, el 26 de Mayo de 1747 y la de Gorjón
(C. Utrera ob. cit. pág. 1l). En esta ocasión se reconoció la anti-
güedad de la Universidad de Santiago de los Jesuitas, como here-
dera de la creada en 1558. Adviértase que Utrera rechaza la exis-
tencia y legalidad de la Bula de 1538 porque nunca tuvo el pase
regro. Incluso subraya este sabio investigador que la de Santo To-
más <<no fue la primera universidad del Nuevo Mundo>> (ob. cit.
pág. 12). Cipriano de Utrerafue un investigador culto, informado y
bien documentado. Repetimos que su obra sobre las dos universi-
dades de Santo Domingo hasta ahora no ha sido superada. Ni su
teoría sobre la Bula de 1538 ha sido refutada desde el punto de
vista de la historia del Derecho Indiano. Queda como una de las
obras ejemplares de la historiognfía americanista del siglo XX.
Al reconocer el Rey y Cipriano de Utrera la fundación de 1558 y
rechazar totalmente la Bula de 1538, resulta ser San Marcos de Lima
del 12 de Mayo de 1551 lanriás antiguajuídicamente de América.
Además, a diferencia de México y Santo Domingo, San Marcos ha
mantenido sin intemrpción la continuidad institucional, administra-
tiva y académica. En el próximo año 2001 cumplM su 450 Aniver-
sario. t¿ Universidad de México es posterior y su fundación se hizo
por Real Cédula de Toro a2l de Setiembre de 1551 (A.G.I. Sevilla.
Audiencia de México, t-egajo 1089). En cambio México y Santo
Domingo han tenido intemrpciones de casi un siglo.

Bur.s v Plrr,oxrro

Ya se sabe que el Patronato tiene su origen en las Bulas poste-


riores al segundo viaje de Cristóbal Colón. Bien conocida la Bula

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Miguel Maticorena Estrada

Inter Caetera de donación. Más impofante es aún la Universalis


Ecclesiae (Roma 28 de Julio de 1508). Realmente con estas Bu-
las el Rey de España sustituye al Papa en todas las actividades
propias de la Iglesia. Incluso se sabe que el Rey de España nunca
permitió el establecimiento de una Nunciatura en América. Con
el Estado absolutista todo derivó en el nefasto Regalismo y
Galicanismo.
En este contexto cualquier Universidad Ponüficia no tenía
valorjurídico sin el previo "Pase Regio". Incluso podríamos de-
cir que el Patronato llegó a ser una obsesión para las autoridades
en la América Colonial. Como un ejemplo véase la Cédula del 6
de setiembre de 1538 que dice: <<que si algunas Bulas o Breves se
llevasen a nuestras Indias... sino constare que han sido presenta-
das en nuesfro Consejo de Indias y pasados (los Breves Pontificios)
mandamos a los Virreyes, presidentes y oidores de las Reales
Audiencias que los recojan todos originalmente> (En Luis Anto-
nio Eguiguren : La Universidad en el siglo XVI.Tomo I. pág. 576).
Esta y otras Cédulas que mandan no aceptar textos ponüficios sin
Pase Regio se cuentan por centenares. Las de 1538 revelan que
por este Regalismo no fue confirmada la Bula In Apostolatus
Culmine (28 de octubre de 1538. Cipriano de Utrera: Las Dos
Universidades... pá9. 182 - I84). Esto ocurre en lo que hemos
llamado la incidencia lascasista, como luego lo señalamos.

Bwe ¡,¡o REcoNocIDA

Otra Cédula referida al Penú es la del 29 de Junio de 1534 ala


Audiencia de Lima: <<Como sabéis por nos esta ordenado que se-
mejantes Breves (Pontificios) que se lleven a esas partes no se
guarden ni cumplan sin que en nuestro Consejo de Indias sean vis-
tos... y sino, se suplique de ellos... no se use de ellos>> (Pedro José
Parras.' Gobierno de los Regulares de América.Madid, 1783, tomo
11.p6,g.165. Citado por Luis Antonio Eguiguren). Los textos del
Virey Toledo reiteran esta doctrina Regalista: <nos vamos rete-
niendo hasta entender que estén pasados por Vuestra Alteza..." (L.A.
Eguiguren: ob. cit. pá9.574). Otro texto de Toledo: <Me mandó
V.M. que no consienta usar de ningunos Breves Apostólicos si no
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fuesen refrendados y examinados por vuestro Real Consejo de In-


dias>. Otra carta de Toledo: <<no se use de los Breves que no estu-
vieran pasadas por el Real Consejo> (La Plata 2 de diciembre de
1573). En una apostilla a una carta del Viney Toledo aparece: <28

- Esta proveído generalmente desde el año de 1538, para todas las


Indias, que no se consienta usar de ningunas letras apostólicas que
se llevaren a las Indias sin ser primero presentadas en Consejo.
Otro úexto: <sobre lo de los Breves que despacho Fray Bernardino>>
Minaya de México, como señalamos (Valladolid 6 de juüo de 1538).
Con esto basta para demostrar que la Bula discutida queda
entrampada en esta campaña antilascasista.

MAs so¡nr S¡r*ro DoMncco

Cipriano de Utrera menciona que en 1538 se mandó recoger


textos pontificios carentes del Pase Regio. Copia también el co-
rrespondiente texto de la Re c op i:Iac ión de I 680 (ob.cit. 1 80- 1 85 ).
L.A. Eguiguren dio noticia del Breve de Paulo III mandando re-
coger textos pontificios que resultaren perjudicales al Rey de Es-
pafla (l,a Universidad en el siglo WI, n ). C.D. Valcárcel publica
el breve (1968). (Apéndice),
Las dos prevenciones mencionadas permiten una hipótesis. O
mejor dicho hay que relacionarlas con la incidencia lascasista de
esos años. Hay que recordar que las Relecciones del dominico
Francisco de Vitoria son de 1538-1539. En 1537 Paulo III había
expedido un breve sobre la libertad de los indígenas de América.
En estos mismos años, el dominico lascasista Bernardino de
Minaya había obtenido varios textos pontificios en defensa de los
indios de América. Cados V y Felipe II ordenaron requisar esos
documentos que circulaban ya en las Indias, e incluso pidieron
fueran anulados (6 de setiembre de 1538, 21 de octubre 157I, L4
Mayo 1583). La Bula In Apostolatus culmine había sido pedida
porlos dominicos que eran sospechosos de impugnar, con Vitoria
y Las Casas, los títulos del dominio español en América. Poresto,
posiblemente, es que los Dominicos evitaron la censura del Con-
sejo de Indias y se quedaron sinel Pase Regta. Con estos antece-
dentes sg explica la requisa de textos pontificios ordenados por
Carlos V y el mismo Paulo [II.
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