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El Cristianismo y la Cultura
La Pureza y La Inmoralidad
II Corintios 6:14-7:1
En este texto encontramos una prohibición contra el compañerismo o amistad con el mundo,
una declaración o recordatorio de lo que somos, y una admonición a la separación y
santificación.
Hermanos, tenemos que tomar en serio este texto, porque es imposible acercarnos a Dios o
aún tener una relación con Él si no tenemos una aversión sincera hacia el mundo y si no
practicamos una separación verdadera de el. Como Santiago nos advierte:
Santiago 4:4 “¡Oh almas adúlteras¡¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad
contra Dios? Cualquiera pues que quiera ser amigo del mundo se constituye enemigo
de Dios.”
Aquí el mundo se define como cualquier persona, cultura, ideología, actitud, o práctica que
contradice y se opone a la voluntad de Dios.
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Apuntes del Retiro de Jóvenes FIEIDE – Andalucía 30 de abril al 2 de mayo, 2010 Paul David Washer
2. Si el Cristiano entra en una relación, alianza, o acuerdo con el incrédulo, hay solo dos
posibles resultados, y los dos son dañinos y destructivos:
a. El cristiano va a ser influenciado por el incrédulo, va conformarse más y más al
mundo, y va a perder las marcas distintivas de un discípulo de Cristo. El carácter y
las obras que le distinguen del mundo van a disminuir, y su testimonio se va a perder.
i. I Corintios 15:33 – “No os dejéis engañar: Las malas compañías corrompen las
buenas costumbres” (LBA).
ii. ¿Cuán peligroso resulta hacer amistar con el mundo? Aún los pastores cuyo
ministerio es rescatar a los pecadores tienen que tener temor:
Galatians 6:1 – “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta,
vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre,
considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.”
Judas 1:22-23 – “A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad,
arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor,
aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.”
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E. Lo Absurdo e Irracional de los Yugos Desiguales: Este texto no solamente prohíbe que el
cristiano haga alianza con los incrédulos o se ponga bajo su influencia, sino también lo marca
como absurdo, irracional, e inconcebible.
1. ¿Hay compañerismo entre la justicia y la injusticia? ¡No! La justicia se refiere a todo lo
que se conforma a la voluntad o ley de Dios. La injusticia proviene de la palabra griega
anomía que significa literalmente “sin ley”. ¿Puede haber compañerismo entre una persona
que busca someter su vida entera a la ley de Dios y otra que vive como si Dios no existiera y
no nos hubiera dado ninguna ley para obedecer?
a. Tito 2:14 – “[Cristo] se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad
[anomía] y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.” ¿Cómo vamos a
tener compañerismo con injusticia o los que la practica?
2. ¿Hay comunión entre la luz y las tinieblas? ¡Tampoco! La luz y las tinieblas son
mutuamente exclusivas. No puede existir juntas.
a. II Pedro 2:9 - “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable.”
b. I Tesalonicenses 5:5 – “Porque todos vosotros sois hijos de luz, é hijos del día; no
somos de la noche, ni de las tinieblas.”
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c. Efesios 5:7-8 – “No seáis pues partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais
tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz.
d. Efesios 5:11 – “Y no participéis con las obras infructuosas de las tinieblas, sino más
bien reprendedlas.”
3. ¿Hay concordia entre Cristo y Belial [Hebreo: sin valor = Satanás ]? ¡De ninguna
manera! La más grande diferencia en el universo existe entre Cristo y Satanás, y el
antagonismo más grande en el universo existe entre Cristo y Satanás.
a. I Juan 3:8 – “… Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer [Griego: lúo =
destruir] las obras del diablo.”
b. ¿Cómo vamos a entrar en acuerdo con los que siguen el diablo o cómo vamos a
participar en las mismas obras?
4 ¿Hay un acuerdo entre el templo de Dios y los ídolos? De nuevo, la pregunta es absurda.
Son dos cosas mutuamente exclusivas. El templo representaba el verdadero servicio y
adoración a Jehová; los ídolos representaban la adoración de demonios, y resultaban en el
juicio divino.
a. En Deuteronomio 13:6-10, la ley mandaba al israelita que apedreara sin misericordia
a su hermano, hijo, hija, amada esposa, o amigo íntimo si le incitaba a adorar a otros
dioses.
b. Para el pagano en el tiempo de Pablo, el llegar a ser cristiano significaba una
separación total con su pasado religioso de idolatría.
i. Según I Tesalonicenses 1:9, el cristiano es una personas que se convierte de los
ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero.
ii. Según I Corintios 6:9, los idólatras no heredarán el reino de Dios.
iii. En I Corintios 10:14, el apóstol Pablo nos da la siguiente admonición: “Por
tanto amados míos, huid de la idolatría.” En I Juan 5:21, el apóstol Juan termina su
carta con la admonición: “Hijitos, guardaos de la ídolos. Amén.”
5. De la misma manera es una locura, es absurdo, es una herejía, pensar que un
creyente verdadero puede unirse con un incrédulo en un yugo desigual.
II. Una Declaración o Recordatorio de Nuestra Identidad (v.16, 18). Cuando el creyente se olvida
de quien es, comienza a actuar como no debe. La razón por la cual no debemos formar amistades y
alianzas con el mundo es porque somos el templo de Dios y Él mora dentro de nosotros.
A. Lo Que Somos: “Porque vosotros sois el templo del Dios viviente.”
1. El templo era el trabajo de diestros artesanos, pero nosotros somos la hechura de Dios,
creados en Cristo Jesús para buenas obras (Efesios 2:10). No debemos profanar, desfigurar
su hechura con la desobediencia y mundanería.
2. El templo fue purificado con la sangre de becerros, machos cabríos y corderos, pero
nosotros hemos sido purificados con la precia sangre de Cristo (Hebreos 9:21-23).
No debemos ensuciar el templo de nuevo. No debemos ser como un perro que vuelve a su
vomito o una puerca que después de haber sido lavada se revuelca de nuevo en el cieno. (II
Pedro 2:22).
3. El templo era la morada de Dios, pero ahora nosotros somos su morada. En I
Corintios 6:19-20, el apóstol Pablo escribe: “¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del
Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Pues por
precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro
espíritu, los cuales son de Dios.
a. No nos pertenecemos a nosotros mismos, sino pertenecemos a Dios. Somos
únicamente para su uso. No tenemos el derecho de tomar lo que le pertenece y usarlo
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para un uso contrario a su voluntad. ¿Cómo vamos a usar, identificar o aliar su templo
con el mundo y las prácticas mundanas, especialmente cuando Él está dentro del
templo.
b. No nos pertenecemos a nosotros mismo, porque hemos sido comprados por el
precio de la sangre de Cristo. Por tanto, no debemos usar nuestros cuerpos para el
pecado, sino para glorificar a Dios. Para esta razón fuimos creados, para esta razón
fuimos recreados en Cristo.
4. El templo era dedicado al servicio y adoración de Dios. Pero ahora nosotros hemos
sido llamados a dedicar a Dios nuestros cuerpos como sacrificios vivos y santos (Romanos
12:1) y ofrecer continuamente a Dios el fruto de nuestros labios como un sacrificio de
alabanza (Hebreos 13:15), de derramar nuestras vidas ante Dios como una libación, como
un olor fragrante (Filipenses 2:17; II Timoteo 4:6; Efesios 5:2; Filipenses 4:18).
5. El templo era un lugar santo, porque el Dios que moraba en el templo era santo. Por
lo tanto, nosotros debemos ser santos porque Él es santo. Como el apóstol Pedro escribió
en I Pedro 1:14-19 - “Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes
teníais estando en vuestra ignorancia; Sino como aquel que os ha llamado es santo, sed
también vosotros santos en toda manera de vivir; Porque escrito está: Sed santos, porque
yo soy santo. Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la
obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación.”
a. No debemos llenar nuestro templo, el templo de Dios, con ídolos o otros amores.
Según las Escrituras, el levantar un ídolo en el templo de Dios es una abominación de
desolación, una abominación espantosa (Daniel 11:31; 12:11; Mateo 24:15; 13:14).
b. No debemos hacer una alianza entre el templo de Dios y los incrédulos, paganos,
y mundanos.
c. No debemos usar el templo para actividades vulgares o mundanas.
i. Resulta en la Disciplina del Señor – Las Escrituras dicen que el celo del Señor por
su templo le consume (Juan 2:17). Por esta causa Él hizo un látigo y echó fuera a los
cambistas del templo. Cristiano, el Señor es muy celoso por ti, si te entregas a las
vanidades de este mundo, el Señor te vendrá de repente y te limpiará como un
fuego de fundidor y un jabón de lavaderos (Malaquías 3:1-2).
ii. ¿Quieres ser usado por Dios, entonces escucha la admonición del apóstol
Pablo en II Timoteo 2:20-21: “Pero en una casa grande, no solamente hay
utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para
usos honrosos, y otros para usos viles. Así que, si alguno se limpia de estas cosas
(iniquidad v.19), será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto
para toda buena obra.”
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2. La separación del mundo, del pecado, del las vanidades de este siglo no es un fin en
sí mismo. Sino que nos separamos de todo esto para acercarnos a Él.
3. Dios nos promete a Sí mismo. ¿Qué más quieres? Si estas promesas no te animan, no te
estimulan, no te emocionan, no te entusiasman es por que no eres creyente o aunque eres
creyente tienes un conocimiento muy limitado de quien es Dios.
a. Mientras más conoces a Dios, más lo amas, y más llega a ser todo lo que quieres.
Yo amo a mí esposa más ahora, que cuando nos casamos. ¿Por qué? Es porque conozco
más de sus virtudes, y estas virtudes despiertan y aumentan mi amor para ella. De la
misma manera, mientras más conocemos a Dios y su virtudes, nuestro amor para con
Dios crece más.
b. Por esta razón la necesidad más grande en la iglesia hoy en día es la enseñanza
de la doctrina, especialmente de la doctrina de los atributos y obras de Dios. Es
lamentable que la mayoría de ustedes probablemente nunca hayan hecho un estudio de
quién es Dios. Escucha lo que escribe el profeta Jeremías:
“Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el
valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de
alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y
justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová” (9:23-24).
III. Una Admonición a la Separación (v.17). En medio de estas promesas encontramos tres fuertes
admoniciones que nos enseñan nuestra única respuesta apropiada o racional a lo que Dios nos ha
prometido. Pablo está citando este texto de Isaías 52:11, donde se refiere al éxodo de Israel de
Babilonia. Dios llamó a Israel a salir de Babilonia antes de su destrucción y no contaminarse con la
impureza e inmundicia que caracterizaba el lugar.
A. Salir de en medio - La palabra "salir" proviene del verbo griego exérchomai que significa salir
o escapar.
1. La misma palabra griega se encuentra en Apocalipsis 18:4 donde Dios amonesta que
su pueblo salga de Babilonia (Roma) antes de su caída – “Y oí otra voz del cielo, que
decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis
parte de sus plagas.”
2. Como Lot saliendo de Sodoma y Gomorra antes de su destrucción, nosotros debemos
salir o escapar de cualquier yugo desigual con los incrédulos, y cualquier participación en
sus obras. Como el apóstol Pablo advierte a los creyentes en Éfeso:
a. Efesios 5:3-12 – “3 Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre
entre vosotros, como conviene a santos… 6 Nadie os engañe con palabras vanas,
porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. 7 No seáis,
pues, partícipes con ellos… Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas,
sino más bien reprendedlas; 12 porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen
en secreto.”
B. Apartarnos - La palabra "apartarse" proviene del verbo griego aphorízo que significa
separarse o marcar con limites para excluir a otros. No solamente debemos dejar al mundo
incrédulo y sus obras, sino también debemos tener convicciones bien marcadas, tomar
decisiones fijas, ponernos límites entre nosotros y el mundo. Una decisión fija: Nunca vamos a
cruzar al mundo, y nunca vamos a permitir que el mundo cruce a nosotros.
C. No Tocar - La palabra "toquéis" proviene del verbo griego háptomai que significa tocar o
aferrarse, agarrarse, adherirse, pegarse a algo. No solamente debemos dejar al mundo sino
debemos tener cuidado que no llevemos nada del mundo con nosotros.
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1. Aunque Rachel estaba rumbo a la tierra prometida, ella todavía llevaba consigo los
ídolos de sus padres paganos. Físicamente, ella se había separado de su cultura pagana,
pero su cultura pagana todavía estaba dentro de su corazón.
2. Cuando llevamos nuestra cultura pagana, inmoral, y anti-bíblica a la iglesia tenemos
un desastre. Este es el problema de la Iglesia en los EE.UU. y Europa. De una forma hemos
salido del mundo, pero de otra forma hemos traido el mundo con nosotros. Y ahora la
iglesia se le parece al mundo.
3. Debemos ver el pecado y la inmundicia moral como otras cosas que no queremos
tocar: Como algo asqueroso como el vómito o un cadáver podrido. Como una víbora
venenosa o una bestia feroz que nos asusta tanto que ni tenemos la fuerza de extender
nuestra mano para tocarla.
4. La naturaleza feroz del pecado se ilustra claramente en las Escrituras:
a. Génesis 4:7 – “Si haces bien, ¿no serás aceptado? Y si no haces bien, el pecado yace a la
puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo (LBA).
b. La palabra "codicia" proviene de la palabra hebrea teshuqah que denota un fuerte
deseo o anhelo, el deseo de un hombre por una mujer, de una mujer para un hombre,
de una bestia de devorar
5. La naturaleza feroz del pecado se manifiesta especialmente en la inmoralidad y las
pasiones juveniles:
a. Las Escrituras nos manda que luchemos cara a cara con el diablo (Efesios 6:12-
13). Santiago dice que debemos aún resistir o oponer agresivamente al diablo y huirá
de nosotros (Santiago 4:7).
b. Pero con respecto a las pasiones juveniles, las Escrituras nos mandan que
huyamos (II Timothy 2:22).
6. La mejor manera de evitar el pecado es temerlo, no tocarlo, evitarlo a toda costa. Juan
Wesley dijo, “Dame cien hombres que no temen nada excepto el pecado, no desean nada
excepto Dios, no me importa si son clérigos o laicos, ellos a solas sacudirán las puertas del
infierno, y establecerán el reino del cielo sobre la tierra.” Las Escrituras nos enseñan que la
mejor manera de vencer el pecado es evitar un enfrentamiento con el pecado cuando sea
posible:
a. Proverbios 22:3 – “El prudente ve el mal y se esconde, pero los ingenuos pasan y
reciben el daño.”
b. II Timoteo 2:22 – “Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el
amor y la paz con los que de corazón puro invocan al Señor.”
c. Mateo 4:7 – “Jesús le dijo: --Además está escrito: No pondrás a prueba al Señor tu
Dios.”
D. A final de estas admoniciones, Dios nos da otra promesa – Él nos recibirá. La palabra
"recibiré" proviene del verbo griego eisdéchomai que significa recibir bondadosamente, dar la
bienvenida, aceptar. Dios no está esperándote para reprender y reprocharte, sino para
recibirte bondadosamente.
1. Esta promesa es fiel y digna de toda aceptación porque el que nos hace la promesa es
el Señor Todopoderoso – kúrios pantokrator – el Señor Todo-soberano que tiene domino
sobre todo.
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C. La palabra "limpiarnos" proviene del verbo griego katharízo que significa limpiar o
purificar. El verbo se encuentra en el tiempo aoristo. Nos limpiamos por miedo, para evitar
contacto con la contaminación moral cada vez que la oportunidad se presente.
1. La palabra "contaminación" proviene de la palabra griega molusmós que significa
impureza, inmundicia. Es importante notar el adjetivo “toda” [Griego: pantós]. Debemos
limpiarnos de todo tipo, toda variedad de contaminación, sea de carne o de espíritu; un
acto físico del cuerpo, un pensamiento del intelecto, una decisión de la voluntad, o una
actitud del corazón.
D. La palabra "perfeccionando" proviene del verbo griego epiteléo que significa llevar a
cabo, perfeccionar, cumplir, terminar.
1. La palabra "santidad" proviene de la palabra griega hagiosúne que significa santidad
o pureza moral.
2. Pablo no está enseñando que el creyente puede ser perfecto o sin pecado en esta
vida, sin embargo se puede decir que la perfección moral es la meta. El Señor Jesús
dijo, “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”
(Mateo 5:48).
3. Pablo está enseñando que el creyente debe luchar agresivamente para crecer en
santidad y conformidad a Cristo:
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E. La palabra "temor" proviene de la palabra griega phóbos que significa temor, terror,
reverencia, respeto.
1. El temor de Jehová es una motivación principal en nuestra lucha para la santidad o
conformidad a Cristo.
a. II Corintios 5:9-11 - “Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle
agradables. Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de
Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo,
sea bueno o sea malo. Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los
hombres…”
b. Filipenses 2:12-13: “Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no
como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en
vuestra salvación con temor y temblor; 13 Porque Dios es el que en vosotros produce
así el querer como el hacer, por su buena voluntad.”
c. I Pedro 1:17 – “Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga
según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra
peregrinación.”
2. El Señor Jesús enseñó en Lucas 12:4-5: “Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que
matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis
temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el
infierno: sí, os digo, a éste temed.”
3. Esta admonición está de acuerdo con varias enseñanzas en el libro de Proverbios:
a Proverbios 8:13 – “El temor de Jehová es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia,
y el mal camino y la boca perversa, aborrezco.”
b. Proverbios 16:6 – “Con misericordia y verdad se corrige el pecado: Y con el temor de
Jehová los hombres se apartan del mal.”
c. Proverbios 23:17 – “No tenga tu corazón envidia de los pecadores, Antes persevera en el
temor de Jehová todo tiempo.”
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