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será exacto que Isabel tendía subditos, y el REY

\ sentenciarlos; asi nos lo dijo la Revista. P r e - d&.° 35 oJtba*l,c¿
DON CARLOS V. esclavos y vasallos} Discurramos.
g ú n t a s e : ¿no es esta una verdadera tiranía? ¡Y 23 3e Mteto %t fi%.
eso es en el reinado de la libertad] La revolu-
¿ Q u é significa la voz esclavo? Un hombre sin
ción no está obligada á ser consecuente.
mas libertad (pie una bestia, sujeto al capricho
Siempre ha sucedido lo mismo. ¿ Se arrancó
de su s e ñ o r , sin voluntad propia, cargado á la vez
de la mano benéfica y paternal de los Monarcas
de hierros, amarrado á u n poste ó á la rueda
de la tahona; el látigo siempre presto á cas- el cetro de su autoridad? ¿Cayó el poder en ma-
tigar la mas leve trasgresion, y por fin hecho nos de oscuros y presuntuosos filosofastros? ¿Sí?
víctima de las coacciones físicas mas humillantes, Pues empezó una época mas ó menos larga de
y que destruyen enteramente la libertad huma- opresión, despotismo y tiranía. La historia en la
na. Esta es la idea de la verdadera esclavitud; mano. Cítese un solo pueblo de la tierra que haya
y ¿habrá en España un hombre tan estúpido estado sujeto á una opresión mas dura, y á u n
tan necio y atolondrado que se persuada seria despotismo mas atroz bajo el imperio de los
WiA mmiM*.
esta la suerte de los españoles en el reinado de hombres libres, que la culta nación francesa.
CARLOS V? Y ¿ no es esto insultar á la razón y bur- ¡ Cuántos millares de víctimas fueron sacrificadas
larse de lá credulidad de los incautos? I^is pro- ó sin forma de juicio, ó con irrisorias formali-
vincias sujetas al cetro de CARLOS V., ¿no disfru- d a d e s ! ; Cuántos ciudadanos fueron despojados
tan hoy de la libertad mas completa, salvas las de sus haberes! El p u d o r , las virtudes todas y
restricciones que exigen la tranquilidad y el or- hasta la misma cortesanía proscriptas como ene-
den público? f Cuántos miles de testigos cuenta migas de la libertad; y los hombres de bien obli-
ARTICULO DE OFICIO
fuerza oculta, emprendió esta un vivo fuego, que
en su apoyo esta verdad incontestable! Desen- gados á encerrarse en oscuros subterráneos ú tan pronto como lo observaron los enemigos, se
gañémonos. Las expresiones hiperbólicas de va- obligados á huir al extranjero; los cadalsos c u - i/r/tte ¿w noveaad e?i <k¿, refugiaron á la trincadura con la perdida de 3
sallage, esclavitud, hierros y cadenas son muy biertos de sangre; el terror y la desolación c u - muertos que dejaron en el campo, y 6 heridos
poco exactas, y maliciosamente escogidas para briendo de luto toda la Francia, y reduciendo
wn/iortanóe ¿a¿i¿d.
que pudieron retirar quedando en nuestro po-
extraviar la opinión de los españoles, y hacer á la esclavitud mas indigna á veinte y seis m i - der los tres fusiles de aquellos; sin que de nues-
prosélitos á favor de la usurpación. Pues ¿qué llones de habitantes. simolJlT 1
, be neflCÍ
f Z dÍsfmta S A
- - B el
- ^ení tra parte haya resultado ni siquiera una leve
significado racional podrá tener en el dia esa Esto mismo ha sucedido entre nosotros. Ni simo Señor Infante Do N S E B A S T O GABIUEL.
herida, no obstante el vivísimo fuego de bala rasa
voz espantosa de vasallo? Viene á ser un sinó- acaso hay época en nuestra historia en que los y metralla que hicieron de dicha trincadura: y
nimo de subdito, pero en ninguna manera de españoles hayan sido mas propiamente vasallos y añade que al volver á su destino observó, que
esclavo: luego el decir á la juventud que en el esclavos, ni en que se baya verificado mas li- Leibach n tlCmS
° qUC Se han
"Mido de de Portugalete llegó una partida de rebeldes á la
reinado de Isabel seríamos subditos, y en el de teralmente lo de y u g o s , hierros y cadenas, que dad\í¿ /TgUran' 9^ ^>nlinúan en aqueUa Ciu- indicada casa, y la prendieron fuego. Lo que me
CARLOS V. esclavos y vasallos , es una superche- en el imperio de las libertades patrias. El año dad sm la menor novedad en su importante salud apresuro á poner en el superior conocimiento de
ría con que se pretende alucinar á la parte in- aa se vio la nación indignamente esclavizada por tfv Perenísimo Señor PBÍWCIM DE ASTURIAS
V. E. para su satisfacción.—Dios guarde á V. E.
cauta del pueblo español. los mismos hombres que hoy se dicen p r o p u g - muchos años. Cuartel general de Galdácano I/J
Lo mas gracioso es, que en el reinado de los náculos de la libertad. Los calabozos se vieron sZra ,T°f A"'*' «&**«*
¿enoia Infanta DOÑA MARÍA TERESA Y la Seré
?* la Serenísima de Febrero de i836.—Exmo. Sr.—Juan Manuel
hombres libres, y ahora mismo que dicen gozar llenos de hombres h o n r a d o s , y la parte sana de msima Señora Infanta D O I A M A R Í / A ^ X A U A Sarasa.— Exmo. Sr. Secretario de Estado y del
la nación de los fueros sacrosantos de la liber- la nación tembló mas de una vez al reverbero Despacho de la Guerra.
t a d a s la España mas esclava, mas tiranizada, y de los puñales y al estruendo de los trágalas. Comandancia general de Guipúzcoa.—Exmo.
de consiguiente menos libre que bajo la domi- Los Pirineos vieron huir al extrangero infinitos Sr.— La estrechez en que de dos meses á esta
nación de sus Reyes. Un gobernador civil, u n ciudadanos, que no pudieron resistir la espantosa parte se hallaba la guarnición de San Sebastian,
oficial de la guardia nacional, un ministril cual- tiranía de los patriotas. el ahogo y privaciones que sufría, consiguientes
quiera , aterra á los pacíficos habitantes con la En el reinado de Isabel, que dicen ser la épo- r i ^ ^ Z f r t £ ' ejército Beal de á un estado de riguroso bloqueo, y el deseo de
severidad de sus pesquisas, y con el allanamiento poca gloriosa de la libertad, vemos la inmensa ma- tallón L „ , \ r ~ t l C ü m a » d a n t e del 6.° ba- vengar los descalabros sufridos en las casernas de
de sus casas, que se está ejecutando á todas ho- yoría del pueblo español tiranizada por un par- noúda t q e fe * * ** R i e n d o Arambarri y San Rartolomé, no podían mirarse
ras. ¿Se quejaban de la arbitraria destitución de tido petulante é inexorable, que colocado al írente teras de \¡nZ .• a d e f r e n t e d e J a s c a n - con indiferencia por el gobierno usurpador, siem-
algunos empleados? Pues hoy se separan á cen- del p o d e r , y apoderado de la fuerza armada
tenares, asi en el ramo administrativo, como en ejerce el mas duro despotismo sobre un pueblo,
el judicial, en la hacienda y la milicia. Si pre- que se resiste á reconocer el trono fantástico de
-; trtadX éZST'L fr,Iga,etr'existia pre propicio á oir los clamores de sus desven-
turados prosélitos: asi es, que aunque á costa de
los mayores esfuerzos y sacrificios, ha podido
en clianc
guntan la causa de su separación, la respuesta la usurpación. fin de „ . ° «olía aproximarse; con el proveer aquella Plaza de lo necesario para su de-
Sim Ín t0 y
á buen librar e s , la expatriación ó el confina- Resulta de lo dicho, que las acriminaciones in- P i n t a s sel A J ^ a ' ™ e n t a r ' á estos fensa, y aumentar su guarnición hasta el número
tentadas contra el Monarca legítimo caen de lleno E * i S e . d l " ? ' ° desde Munguía con dos com-
miento. Aunque jamas hayan pensado en CARLOS V, de CSta d de 3ooo h o m b r e s , sin contar con los urbanos.
se les califica de sospechosos ; y con este salvo sobre el partido que las promueve : y que si hay RnS» i %t* "• ™**.'7 k^ndo Todos estos preparativos, atendidas las escasas
conducto hay lugar á las vejaciones, á la depor- despotismo , tiranía, hierros y cadenas, son pre- puso «ue o r U ° a , 3 S c ^ o y media, drs- fuerzas que se hallaban á mis órdenes, no me
tación y al calabozo. Allí pasan los meses sin cisamente las que emplea la revolución contra Se^tiradonS V 0h,nta, os a
f -' ' mando del capitán dejaban dudar que algún dia fuese acometido y
que se les diga la causa ni el juez que haya de l la causa de la legitimidad y del orden. reser ; l n ^ t " 1 C n el
° ™> or
disimulo y arrojado, como el enemigo propalaba, de la pro-
vincia de Guipúzcoa. Las noticias confidenciales
el res o de I, fSC1VaC10n d Í C h ° C o r a a n d a n t e con recibidas del extranjero y otros conductos, coin-
guerr h „ , ' 5 * 1 * 1 7 " T * a l S a r S e n t o & «* cidían con mis temores. Llegó por fin el dia 10
* r ¿ I , C ° n * ? a f a n o s se° acercasen del corriente y hora de las once de su mañana,
EN LA IMPRENTA REAL. « t i g o - v S r S r a r a . , ] a n r l a t e n c i ó n del eue- en que el enemigo puso en práctica su plan, sa-
a S 1 S a I Í e r U d e e l l a como co
deíé re¿ií ' ° *a liendo repentinamente de Sau Sebastian, con di-
Sen perSeCUCÍOn de
biéndosp ' J aquellos, ha- rección al convento del Antiguo, apoyado por un
cendóse aproxunado á la casa donde estaba í a | vapor, un bergantín y varias trincaduras que tam-
 ( 171 )
bien echaron en tierra algunas compañías. Este
p u n t o cubierto por una sola compañía del 5.° ba-
tallón de Guipúzcoa; fue forzado; y los enemigos
en número de aooo subieron al camino real y
er
caserío de Montua. El i . batallón desde el m o -
m e n t o de la salida del enemigo, acudió á sostener
el convento de San Bartolomé y sus atrinchera-
mientos, contra otra columna de mas de mil hom-
bres que intentaba apoderarse de ellos: como el
er
costado izquierdo fue envuelto, el i. batallón se
vio atacado por el flanco y retaguardia; á pesar
de la posición crítica en que se encontraron estos
valientes, se replegaron ordenadamente, y pudie-
ron no sin mucho trabajo, apoderarse del para-
peto del caserío de Ayele; mas como el enemigo
era tan numeroso, después de una fuerte resis-
tencia emprendió su retirada basta el de ("achola.
Mi llegada á aquel punto contuvo esta, y dio alien-
to al soldado ya fatigado después de una hora de
fuego contra fuerzas tan superiores. El 5.° bata-
llón de Castilla acantonado en Urnieta avanzaba
rápidamente al combate, y su compañía de caza-
dores atravesando el portillo de Arricarte fue á
tomar las alturas que dominan al Antiguo, y re-
chazar al enemigo en caso de que intentase flan-
quear la venta de Oriamendi, por donde debia de
pasar dicho batallón. El comandante del 5.° de
Guipúzcoa, que se hallaba en Astigarraga, también
se dirigió con una compañía á la altura de Oria-
mendi desde el momento que dio principio el
fuego. Reunidas estas escasas fuerzas no dudé va
de la victoria: á la cabeza de las compañías de
a tigable zelo, en medio de los mayores peligros,
granaderos y i. de Castilla, me dirigí por el flan-
a al logro de la victoria. Los soldados guipuzcoa-
co d e r e c h o ; la 6. del mismo batallón y el 5.° de
Guipúzcoa lo verificaron al mismo tiempo por el
izquierdo, y el comandante ü . José María Iriondo
con las fuerzas del i.° por el c e n t r o : este orde-
nado movimiento ejecutado con el ardor y entu-
siasmo que distingue á los defensores de nuestro
S o b e r a n o , rechazó y humilló al enemigo, é hizo
abandonar su fuerte posición y retirar á la car-
rera hasta el convento de San Bartolomé y barrio
de San Martin, causándole una horrorosa pérdida
de muertos y heridos, entre estos un gefe, y 6 ofi-
ciales, y 16 prisioneros. En este momento dio prin-
cipio el fuego de artillería de la plaza de un modo
espantoso contra mis pequeñas columnas, q u e ya
ocupaban sus antiguos parapetos, y el vapor y
trincaduras lo verificaban de flanco, aun con mayor
rigor. Aprovechando esta coyuntura , el enemigo
intentó nuevo a t a q u e , y aun logró por un mo-
mento apoderarse del parapeto del molino de Vien-
to; pero con un cañón de á 6 que oportunamente
coloqué contra las fuerzas navales, y dos com-
pañías conducidas una por mí y otra por el co-
mandante Iriondo, lograron arrojarlo de él, si bien
con la sensible pérdida de este joven valiente, re-
comendable en todos conceptos, y cuya m e -
moria quedará grabada en la de cuantos sepan
apreciar el verdadero mérito. Todos los ataques
sucesivos tuvieron el misino resultado, habiéndo-
seme incorporado una compañía del 6.° batallón;
y al paso que la luz del dia iba declinando, ce-
dieron los horrores de una lucha sostenida con
denuedo p o r ambas partes en el espacio no in-
terrumpido de seis horas. Durante ellas, Exmo. Sr.,
brillaron á la par el valor y noble emulación de
cuantos se hallaron en esta memorable y gloriosa
jornada , pues todos se disputaban la preferencia
de acabar con enemigos tan injustos de nuestra
desventurada patria. Digo gloriosa , porque con
razón merece este renombre ; pues si bien es cosa
común en los combates cvávr las mas fuertes p o -
siciones á fuerzas cuadruplicadas como ocurrió en
esta , se ven pocos ejemplares de volverse á re-
cuperar arrollando al enemigo, y causándole una
pérdida de 7a m u e r t o s , 26 prisioneros y mas de
/joo heridos , á la vista de una plaza fuerte y sos-
tenida por sus formidables baterías y buques de
diferentes portes, sin haberse llevado consigo mas,
ni otro triunfo (pie el que tiene de costumbre, como
es el saqueo é incendio de cuantos caseríos en-
contró á su paso en la distancia de media legua,
que por un momento ocupó. Se han cogido en el
campo 75 fusiles, varias cananas, y una corneta.
La nuestra consiste en i 5 muertos incluso el pri-
mer comandante accidental del primer batallón,
D. José María Iriondo , y 55 heridos contándose
entre ellos el capitán D. José Antonio Zurutuza,
el subteniente D. Antonio Olascoaga del primer
batallón, y el teniente del 5.° D. Juan Ignacio Li-
ceaga ambos de Guipúzcoa , y 1 sodados prisio-
neros. El gefe interino del E. M. D. Antonio Ar-
j o n a , los dependientes del mismo y mis ayudan-
tes, contribuyeron eficacísimamente con su infa-
nos y castellanos, hermanados para siempre en
defensa de la santa Causa, los unos por principios,
y los otros por convicción y reconocimiento, riva-
lizaron en valor , y demostraron á sus enemigos:
que a u n q u e muy inferiores en fuerza, vigoriza-
dos por la justicia que les asiste, saben despreciar
los peligros, y triunfar de sus adversarios en cual-
quier número y lugar que se presenten. Todos son
dignos defensores del legítimo heredero de S. Fer-
nando, y á todos los considero acreedores á la muni-
ficencia Soberana; pero viéndome embarazado para
hacer una división entre tantos valientes y he-
chos heroicos, que he presenciado con el fin de
que el principal mérito no quede defraudado, re-
comiendo muy particularmente al padre y h e r m a -
nas del malogrado comandante D. José María
Iriondo, joven en quien justamente fundaban las
Potencia extranjera colocó al frente de los nego-
mas lisongeras esperanzas. A D. José Torres , h-
I sico del I e r batallón de Guipúzcoa por el extra-
ferentes colores en que estaban divididos los re-
ordinario arrojo en tirarse á una bomba que cayo
volucionarios ha comprendido lo peligroso de su
entre dos compañías, y quitarle la espoleta; y á
posición , y disolviendo las cortes, ha dispersado
los demás que aparecen de la adjunta relación,
a
para las gracias que el REY N. S. se digne dispen-
•a cuerpo dirigiéndose á un mismo fin, podían
sarles; á cuyo fin suplico á V. E. se digne po-
haberle destruido.
nerlo en su Soberano conocimiento.—Dios guarde
á V. E. muchos años. Hernani 16 de Febrero
de i83G.—Exmo. Sr.—José Miguel Sagastibelza.—
Exmo. Sr. Secretario de Estado y del Despacho
,ra
de la Guerra.
" e t Uio de dos meses, y acaso con mas vigor que
(172)
PARTE NO OFICIAL.
Noticias extranjeras.
T O L O S A. 6 de Febrero de i836.
. La Gaceta de Languedoe hablando de la situa-
ción de la España dice entre otras cosas lo que si-
gue.—¿Cuál lúe en otro tiempo, y cuál es en el dia
la situación de la Península? Antes que el espíritu
revolucionario germinase entre sus habitantes, era
contada en el rango de las primeras potencias eu-
ropeas. Un gran numero de bajeles acudía de to-
das partea á buscar en ella los productos de su
fecundo suelo y de sus ricas colonias. En ultramar
poseía un vasto imperio q u e le prodigaba inmen-
sos tesoros. En todas las costas y por todos los
mares se veía flotar el pabellón de la heroica y
floreciente España. La religión se mantenía en toda
su pureza y esplendor: ninguna heregía ni peligro-
sa innovación turbaba la religiosa quietud de los
españoles. Mas la revolución entró con los ejér-
citos ^franceses, y el espíritu sectario penetró con
los auxiliares ingleses; quienes ademas atizaron
en sus colonias el fuego revolucionario, hacien-
do que los habitantes se rebelasen contra su go-
bierno á título de recuperar su perdida indepen-
dencia. Pero no bastó que fuese arruinada por
una guerra extranjera, sino que debia también ex-
periux otar trabajos y calamidades de otra especie...
Después que la propaganda se ha desengaña-
do de no poderla conquistar por la fuerza de las
armas , ha recurrido á los medios que le son
peculiares. . . .
La consorte de un Rey moribundo obtuvo de
este la ex-heredacion del heredero legítimo de
la corona. La hija de este Rey debe casarse con
un Príncipe extranjero , y el gran pensamiento
de Luis XIV no pudo tener efecto
Para consumar la iniquidad ha sido preciso re-
currir á todas las vilezas, echando mano de todos
los hombres viciosos , que había diseminados en
diversos puntos ; y el justo-medio español ha ob-
tenido por algún tiempo un poder vacilante ; pero
es inherente á la secta de los doctrinarios el pe-
recer arrastrados por sus propios principios, y
a
si han caido unos tras otros todos los que desde
Caá hasta Toreno han dirigido la revolución. Una
cios al judío Mendizabal; quien viendo los di-
todos los partidos , que si hubieran formado
Mas el israelita, ¿ ha calculado bien el giro de
0s
sucesos d e s ú s enemigos? ¿Si creerá que esta
e
union que se le oponía y á , y que tan arbi-
ria¡uente ha disuelto , no volverá á la palestra
INGLATERRA.
4 de Febrero de i836.
LOWDBES.
El Morning Herald dice.—'Según relaciones,
Martínez de la Rosa, T o r e n o , y los de su par-
tido no pretenderán ser diputados en las p r ó -
ximas cortes, que aseguran, serán mucho mas de-
mocráticas y revolucionarías que cuantas se han
reunido desde el año 20. En seguida continúa, re-
firiéndose al Standard: se patentiza que los m i -
serables sedientos de sangre que arrastraron á
100 carlistas fuera de la cindadela de Barcelona
y los asesinaron bárbaramente, no quedaron del
todo satisfechos con la perpetración sola de este
atroz acto de crueldad; sino que consumaron su
barbarie hasta el extremo de alimentarse de la
carne de las víctimas degolladas. Si alguno lo duda,
no tiene mas de leer el siguiente extracto de una
carta inserta en el Morning Chronicle de hoy,
en la que dice su corresponsal privado, testigo
de vista del suceso.—-"Nadie menciona los ase-
sinatos del 4? n i se acuerda de los infelices pri-
sioneros. Las clases mas elevadas, y aun las se-
ñoras hacen alarde como de un acto patriótico,
de comer del cuerpo de O'Donell. Por lo dicho
veréis que las clases bajas y sin educación no
son las mas despreciables en este país. Mi pluma
ha estampado un hecho que asombra; pero debo
añadir sin e m b a r g o , que yo mismo he visto á
varias personas comer la carne de O'Donell, des-
pués de haberle cortado los pies y la cabeza.
Deseo vivamente que la prensa inglesa anatema-
tice á los caníbales de ambas clases, al popu-
lacho y á la gente de educación. Concluyo con
manifestar, que semejantes relaciones, sino se
desfiguran del t o d o , se pintan al menos con-
forme á Jos sentimientos personales del escritor;
pero mi objeto ha sido referir los hechos con
una exactitud, capaz de desafiar la contradicción
de cualquier persona verídica.»
El Herald del 5 refiere.—Hemos recibido p e -
riódicos holandeses y alemanes, Jos primeros con
fecha de antes de ayer. Los papeles alemanes con-
tienen pocas noticias recientes, pero gran canti-
dad de expeculaciones políticas. La alusión á la
nacionalidad de Polonia hecha en la cámara de
Jos diputados de Francia, produjo alguna sensa-
ción en ¡os gabinetes de las tres grandes poten-
cias. Un periódico de Francfort inserta en el ca-
pítulo de Berlin un artículo, en el que se expresa
de un modo casi hostil sobre este a s u n t o , ame-
nazando á la Europa con el incendio de una guerra
general, sino se abandona el sueño de la nacio-
nalidad de Polonia.
Los fondos españoles bajaron el dos por ciento
en Londres el dia 4> >' e n Paris causó vivas in-
quietudes á los partidarios de la Reina viuda, Ja
disolución de las cortes de Madrid.
 ( 171 )
bien echaron en tierra algunas compañías. Este
p u n t o cubierto por una sola compañía del 5.° ba-
tallón de Guipúzcoa; fue forzado; y los enemigos
en número de aooo subieron al camino real y
er
caserío de Montua. El i . batallón desde el m o -
m e n t o de la salida del enemigo, acudió á sostener
el convento de San Bartolomé y sus atrinchera-
mientos, contra otra columna de mas de mil hom-
bres que intentaba apoderarse de ellos: como el
er
costado izquierdo fue envuelto, el i. batallón se
vio atacado por el flanco y retaguardia; á pesar
de la posición crítica en que se encontraron estos
valientes, se replegaron ordenadamente, y pudie-
ron no sin mucho trabajo, apoderarse del para-
peto del caserío de Ayele; mas como el enemigo
era tan numeroso, después de una fuerte resis-
tencia emprendió su retirada basta el de ("achola.
Mi llegada á aquel punto contuvo esta, y dio alien-
to al soldado ya fatigado después de una hora de
fuego contra fuerzas tan superiores. El 5.° bata-
llón de Castilla acantonado en Urnieta avanzaba
rápidamente al combate, y su compañía de caza-
dores atravesando el portillo de Arricarte fue á
tomar las alturas que dominan al Antiguo, y re-
chazar al enemigo en caso de que intentase flan-
quear la venta de Oriamendi, por donde debia de
pasar dicho batallón. El comandante del 5.° de
Guipúzcoa, que se hallaba en Astigarraga, también
se dirigió con una compañía á la altura de Oria-
mendi desde el momento que dio principio el
fuego. Reunidas estas escasas fuerzas no dudé va
de la victoria: á la cabeza de las compañías de
a tigable zelo, en medio de los mayores peligros,
granaderos y i. de Castilla, me dirigí por el flan-
a al logro de la victoria. Los soldados guipuzcoa-
co d e r e c h o ; la 6. del mismo batallón y el 5.° de
Guipúzcoa lo verificaron al mismo tiempo por el
izquierdo, y el comandante ü . José María Iriondo
con las fuerzas del i.° por el c e n t r o : este orde-
nado movimiento ejecutado con el ardor y entu-
siasmo que distingue á los defensores de nuestro
S o b e r a n o , rechazó y humilló al enemigo, é hizo
abandonar su fuerte posición y retirar á la car-
rera hasta el convento de San Bartolomé y barrio
de San Martin, causándole una horrorosa pérdida
de muertos y heridos, entre estos un gefe, y 6 ofi-
ciales, y 16 prisioneros. En este momento dio prin-
cipio el fuego de artillería de la plaza de un modo
espantoso contra mis pequeñas columnas, q u e ya
ocupaban sus antiguos parapetos, y el vapor y
trincaduras lo verificaban de flanco, aun con mayor
rigor. Aprovechando esta coyuntura , el enemigo
intentó nuevo a t a q u e , y aun logró por un mo-
mento apoderarse del parapeto del molino de Vien-
to; pero con un cañón de á 6 que oportunamente
coloqué contra las fuerzas navales, y dos com-
pañías conducidas una por mí y otra por el co-
mandante Iriondo, lograron arrojarlo de él, si bien
con la sensible pérdida de este joven valiente, re-
comendable en todos conceptos, y cuya m e -
moria quedará grabada en la de cuantos sepan
apreciar el verdadero mérito. Todos los ataques
sucesivos tuvieron el misino resultado, habiéndo-
seme incorporado una compañía del 6.° batallón;
y al paso que la luz del dia iba declinando, ce-
dieron los horrores de una lucha sostenida con
denuedo p o r ambas partes en el espacio no in-
terrumpido de seis horas. Durante ellas, Exmo. Sr.,
brillaron á la par el valor y noble emulación de
cuantos se hallaron en esta memorable y gloriosa
jornada , pues todos se disputaban la preferencia
de acabar con enemigos tan injustos de nuestra
desventurada patria. Digo gloriosa , porque con
razón merece este renombre ; pues si bien es cosa
común en los combates cvávr las mas fuertes p o -
siciones á fuerzas cuadruplicadas como ocurrió en
esta , se ven pocos ejemplares de volverse á re-
cuperar arrollando al enemigo, y causándole una
pérdida de 7a m u e r t o s , 26 prisioneros y mas de
/joo heridos , á la vista de una plaza fuerte y sos-
tenida por sus formidables baterías y buques de
diferentes portes, sin haberse llevado consigo mas,
ni otro triunfo (pie el que tiene de costumbre, como
es el saqueo é incendio de cuantos caseríos en-
contró á su paso en la distancia de media legua,
que por un momento ocupó. Se han cogido en el
campo 75 fusiles, varias cananas, y una corneta.
La nuestra consiste en i 5 muertos incluso el pri-
mer comandante accidental del primer batallón,
D. José María Iriondo , y 55 heridos contándose
entre ellos el capitán D. José Antonio Zurutuza,
el subteniente D. Antonio Olascoaga del primer
batallón, y el teniente del 5.° D. Juan Ignacio Li-
ceaga ambos de Guipúzcoa , y 1 sodados prisio-
neros. El gefe interino del E. M. D. Antonio Ar-
j o n a , los dependientes del mismo y mis ayudan-
tes, contribuyeron eficacísimamente con su infa-
nos y castellanos, hermanados para siempre en
defensa de la santa Causa, los unos por principios,
y los otros por convicción y reconocimiento, riva-
lizaron en valor , y demostraron á sus enemigos:
que a u n q u e muy inferiores en fuerza, vigoriza-
dos por la justicia que les asiste, saben despreciar
los peligros, y triunfar de sus adversarios en cual-
quier número y lugar que se presenten. Todos son
dignos defensores del legítimo heredero de S. Fer-
nando, y á todos los considero acreedores á la muni-
ficencia Soberana; pero viéndome embarazado para
hacer una división entre tantos valientes y he-
chos heroicos, que he presenciado con el fin de
que el principal mérito no quede defraudado, re-
comiendo muy particularmente al padre y h e r m a -
nas del malogrado comandante D. José María
Iriondo, joven en quien justamente fundaban las
Potencia extranjera colocó al frente de los nego-
mas lisongeras esperanzas. A D. José Torres , h-
I sico del I e r batallón de Guipúzcoa por el extra-
ferentes colores en que estaban divididos los re-
ordinario arrojo en tirarse á una bomba que cayo
volucionarios ha comprendido lo peligroso de su
entre dos compañías, y quitarle la espoleta; y á
posición , y disolviendo las cortes, ha dispersado
los demás que aparecen de la adjunta relación,
a
para las gracias que el REY N. S. se digne dispen-
•a cuerpo dirigiéndose á un mismo fin, podían
sarles; á cuyo fin suplico á V. E. se digne po-
haberle destruido.
nerlo en su Soberano conocimiento.—Dios guarde
á V. E. muchos años. Hernani 16 de Febrero
de i83G.—Exmo. Sr.—José Miguel Sagastibelza.—
Exmo. Sr. Secretario de Estado y del Despacho
,ra
de la Guerra.
" e t Uio de dos meses, y acaso con mas vigor que
(172)
PARTE NO OFICIAL.
Noticias extranjeras.
T O L O S A. 6 de Febrero de i836.
. La Gaceta de Languedoe hablando de la situa-
ción de la España dice entre otras cosas lo que si-
gue.—¿Cuál lúe en otro tiempo, y cuál es en el dia
la situación de la Península? Antes que el espíritu
revolucionario germinase entre sus habitantes, era
contada en el rango de las primeras potencias eu-
ropeas. Un gran numero de bajeles acudía de to-
das partea á buscar en ella los productos de su
fecundo suelo y de sus ricas colonias. En ultramar
poseía un vasto imperio q u e le prodigaba inmen-
sos tesoros. En todas las costas y por todos los
mares se veía flotar el pabellón de la heroica y
floreciente España. La religión se mantenía en toda
su pureza y esplendor: ninguna heregía ni peligro-
sa innovación turbaba la religiosa quietud de los
españoles. Mas la revolución entró con los ejér-
citos ^franceses, y el espíritu sectario penetró con
los auxiliares ingleses; quienes ademas atizaron
en sus colonias el fuego revolucionario, hacien-
do que los habitantes se rebelasen contra su go-
bierno á título de recuperar su perdida indepen-
dencia. Pero no bastó que fuese arruinada por
una guerra extranjera, sino que debia también ex-
periux otar trabajos y calamidades de otra especie...
Después que la propaganda se ha desengaña-
do de no poderla conquistar por la fuerza de las
armas , ha recurrido á los medios que le son
peculiares. . . .
La consorte de un Rey moribundo obtuvo de
este la ex-heredacion del heredero legítimo de
la corona. La hija de este Rey debe casarse con
un Príncipe extranjero , y el gran pensamiento
de Luis XIV no pudo tener efecto
Para consumar la iniquidad ha sido preciso re-
currir á todas las vilezas, echando mano de todos
los hombres viciosos , que había diseminados en
diversos puntos ; y el justo-medio español ha ob-
tenido por algún tiempo un poder vacilante ; pero
es inherente á la secta de los doctrinarios el pe-
recer arrastrados por sus propios principios, y
a
si han caido unos tras otros todos los que desde
Caá hasta Toreno han dirigido la revolución. Una
cios al judío Mendizabal; quien viendo los di-
todos los partidos , que si hubieran formado
Mas el israelita, ¿ ha calculado bien el giro de
0s
sucesos d e s ú s enemigos? ¿Si creerá que esta
e
union que se le oponía y á , y que tan arbi-
ria¡uente ha disuelto , no volverá á la palestra
INGLATERRA.
4 de Febrero de i836.
LOWDBES.
El Morning Herald dice.—'Según relaciones,
Martínez de la Rosa, T o r e n o , y los de su par-
tido no pretenderán ser diputados en las p r ó -
ximas cortes, que aseguran, serán mucho mas de-
mocráticas y revolucionarías que cuantas se han
reunido desde el año 20. En seguida continúa, re-
firiéndose al Standard: se patentiza que los m i -
serables sedientos de sangre que arrastraron á
100 carlistas fuera de la cindadela de Barcelona
y los asesinaron bárbaramente, no quedaron del
todo satisfechos con la perpetración sola de este
atroz acto de crueldad; sino que consumaron su
barbarie hasta el extremo de alimentarse de la
carne de las víctimas degolladas. Si alguno lo duda,
no tiene mas de leer el siguiente extracto de una
carta inserta en el Morning Chronicle de hoy,
en la que dice su corresponsal privado, testigo
de vista del suceso.—-"Nadie menciona los ase-
sinatos del 4? n i se acuerda de los infelices pri-
sioneros. Las clases mas elevadas, y aun las se-
ñoras hacen alarde como de un acto patriótico,
de comer del cuerpo de O'Donell. Por lo dicho
veréis que las clases bajas y sin educación no
son las mas despreciables en este país. Mi pluma
ha estampado un hecho que asombra; pero debo
añadir sin e m b a r g o , que yo mismo he visto á
varias personas comer la carne de O'Donell, des-
pués de haberle cortado los pies y la cabeza.
Deseo vivamente que la prensa inglesa anatema-
tice á los caníbales de ambas clases, al popu-
lacho y á la gente de educación. Concluyo con
manifestar, que semejantes relaciones, sino se
desfiguran del t o d o , se pintan al menos con-
forme á Jos sentimientos personales del escritor;
pero mi objeto ha sido referir los hechos con
una exactitud, capaz de desafiar la contradicción
de cualquier persona verídica.»
El Herald del 5 refiere.—Hemos recibido p e -
riódicos holandeses y alemanes, Jos primeros con
fecha de antes de ayer. Los papeles alemanes con-
tienen pocas noticias recientes, pero gran canti-
dad de expeculaciones políticas. La alusión á la
nacionalidad de Polonia hecha en la cámara de
Jos diputados de Francia, produjo alguna sensa-
ción en ¡os gabinetes de las tres grandes poten-
cias. Un periódico de Francfort inserta en el ca-
pítulo de Berlin un artículo, en el que se expresa
de un modo casi hostil sobre este a s u n t o , ame-
nazando á la Europa con el incendio de una guerra
general, sino se abandona el sueño de la nacio-
nalidad de Polonia.
Los fondos españoles bajaron el dos por ciento
en Londres el dia 4> >' e n Paris causó vivas in-
quietudes á los partidarios de la Reina viuda, Ja
disolución de las cortes de Madrid.
 (••
NOTICIAS DE ESPAÑA.
El REY N. S. continúa e n Durango en c o m -
pañía de S. A. R.
De Vitoria escriben con fecha del 15, que según
las cartas de Almuñecar (Andalucía) se publicó
por allá, que los facciosos habían sido derrotados
por Córdoba en las inmediaciones de Vitoria:
que la acción había sido decisiva, y por último
.que la guerra habia terminado. Para celebrar la
noticia, cuando llegara a confirmarse, s<: hacían
magníficos preparativos; no h u b o patriota que
no dispusiera sus galas: salieron del polvo todo
genero de instrumentos para organizar una or-
questa de aficionados: se requirió á los sacrista-
nes para que hiciesen pedazos las campanas el
día de la solemnidad: bailes, t o r o s , torneos, más-
caras, todo se preparaba; cuando llega la noticia
de que Córdoba se habia visto obligado á reti-
rarse á Vitoria, q u e su triunfo fue un sueño,
una ilusión, y que no traspasó los términos de
u n buen deseo. La función se suspendió, y los
patriotas se dieron á esperar ulteriores resultados,
respecto á q u e se les dijo por último, que los
encuentros del 16 y 17 de Enero habían sido
u n simple reconocimiento.
De Cataluña sabemos : que en las Presas de
Olot h u b o acción de guerra el día a de Febrero.
Una columna de nacionales y peseteros fue ata-
cada á la bayoneta; y h u b o de retirarse en dis-
persión, con pérdida de x4 muertos y muchos
heridos.
Las armas de S. M. en número de 10.000 ca-
talanes bloquean estrechamente á Tremp, que se
halla guarnecido por los nacionales y u n batallón
de línea. El corregimiento de Talarú ha sido en-
teramente desocupado por los cristinos.
En carta escrita á Vitoria por u n oficial de la
guarnición de Zaragoza, se lee entre otras co-
sas.— Esperamos á Rodil; pero debe suponerse,
que no hará mas que los otros. De Cataluña no
esperamos sacar partido. Las fuerzas facciosas se
están sobre el pié que tenían. Mina ha dividido
su pequeño ejército en cinco c o l u m n a s : dicen
que hará; pero esto lo ha de decir el tiempo.
Por la parte de Tarragona domina la facción , y
nos ha hecho sufrir bastante. Los cabecillas del
bajo Aragón tan pronto forman un solo cuerpo,
como se dividen y subdividen en partidas mas ó
menos numerosas, estropeando nuestras colum-
nas que se fatigan sin fruto, y regularmente pier-
den mas que ganan. El corregimiento de I-érida
está cubierto de facciones: han organizado m u -
chos cuerpos y fundido algunas piezas de batir.
Hemos recibido varios números del Diario de
Zaragoza: y lo primero que al desdoblarlos se
3)
h a ofrecido á nuestra vista, ha sido la firma de
Adán. ¿Qué trae este hombre? Sabido. Ha lle-
gado á su noticia que existen todavía en Ara-
gón algunos conventos de los que debieron s u -
primirse por la Real orden de 25 de Julio, y
proponiéndose llevar á efecto el plan de refor-
m a s , q u e con tanta sabiduría principió por las
c a m p a n a s , manda á los subdelegados de p o -
licía q u e los cierren inmediatamente, por quitar
la ocasión de acontecimientos inevitables, que de-
biera acarrear la presencia de unos objetos que
han llegado á hacerse tan odiosos: pero lo se-
rán tan solo para el señor Adán y demás devo-
tos dé la cofradía; y puede creer S. S. (pie el
exterminio de los frailes está causando en todos
los pueblos españoles una impresión sumamente
dolorosa, porque desengañémonos: quien decla-
ma contra los frailes no es la nación, es u n
partido poco numeroso, pero gritador y petulan-
te. Esto lo saben hasta los niños, y solo á Adán
pudiera haberle ocurrido, que la opinión de la ESÍ
paña está cada día mas pronunciada contra estos
institutos. También ha averiguado el buen Adán,
q u e los carlistas han promovido el degüello de
los frailes, para sacar partido de estas sangrien-
tas escenas; añadiendo que la catástrofe de Bar-
celona es debida á las sujestiones del partido
realista, que no vacila en sacrificar aun á sus
amigos políticos. Tales desatinos no merecen otra
respuesta que el mas absoluto desprecio. Para
impugnar y poner en ridículo semejantes san-
deces basta referirlas, y á mayor abundamiento
puede añadirse : Adán lo ha dicho.
Las cartas de Zaragoza del 3 dicen: que
en aquella ciudad han quemado en estatua á Mar-
tínez de la Rosa y Toreno y que han querido sa-
quear la casa del diputado Polo y Monge. Cor-
ren voces de que Mina se ha escapado con m u -
cho dinero. Cerca de Monzón los carlistas han
fusilado mas de 100 cristinos entre los cuales se
hallaba Fray Juan Gerónimo Gasque organista de
los P. P. Mínimos de Zaragoza que fueron asesi-
nados por él el 3 de Abril de i 8 3 5 .
La libertad de Imprenta, entre los muchos y
muy malos efectos que ha producido, va siendo
también ocasión de sucesos muy originales. Es
el caso, que el señor D. Fermín Caballero Re-
dactor del Eco, diputado á cortes y conocido
por la exageración de sus ideas, dio en la manía
de satirizar con gracia ó sin ella á todos los
personages que han figurado en España, desde
el año de 1808. En una de sus insolentes cari-
caturas ha ridiculizado feamente al general Cas-
taños, causando algunos disgustos, y exaltando
la bilis del general Bretón, que deseando ende-
rezar aquel entuerto salió al Prado en busca del
célebre Caballero. Venia este embozado en su
capa, montados sus reverendos anteojos, conver-
sando de política con los ministros en embrión,
Isturiz y el divino Arguelles. El ofendido gene*
r a i , sin respecto á la inmensa literatura de Ca-
ballero, ni á la elocuencia <le Arguelles, ni á la
autoridad del señor Presidente del estamento,
acometió á nuestro escritor, y á mano limpia le
dio .su merecido. Al principio de esta escena se
hizo presente á Bretón, que el Prado no era u n
lugar competente para pedir ni dar satisfaccio-
n e s ; pero el enojado militar repuso ( y al pare-
cer con razón) que habiendo sido publica la
ofensa, debió ser también publico el desagravio:
por fin, se c o n d u j o la comedia á mediación de
los amigos; levantóse Caballero empolvado, mo-
híno y mal contento, y se retiró á su casa á
descansar de la refriega, w. . Vaya en paz, y ande
con mas miramiento; que DO lo h a r á , aunque
lo emplumen. La Heriría dice, qne los obsequios
que se lucieron á M r de Caballero fueron • • < •
pies emjicllones: no lo dice asi nuestro corres-
ponsal: pero llámense como M quiera: es bien
sabido que los físicos reducen todos los sentidos
al del tacto, y nosotros pasamos con gusto por
lo de empellones; pues ai lin todo se reduce á
una fuerza externa . que obra por modumpercus-
sionis; pero se nos permitirá hacer la adiccion de
que estos empellones tuvieron el carácter de lo
que nuestros vecinos llaman soufflet, sous-barbe,
coup de poing sous le mentón. Con estas restric-
ciones pase la proposición de la Revista.
Sin embargo de este suceso que debió poner
sal en la mollera á todos los escritores y escri-
bientes de la Capital, ya corre un libelo titu-
l a d o ; retrato político de Martínez de la Rosa:
Caballero también por dar muestras de su ar-
repentimiento, inserta en su Eco los nombres
de los que componían en el año de í a la gran
logia del anillo , para que se vea d i c e , que
aun estamos sub anulo Piscatoris: el último de
la lista es el ministro Héros.
Según todas las apariencias en las cortes p r ó -
ximas va á reunirse la flor y la nata del republi-
canismo español. Mal avenido el gobierno con el
sistema de los moderados los ha proscrito para
siempre; porque ya se v e , por muy liberales que
parezcan, son todavía sectarios y pertinaces de-
fensores del despotismo ilustrado, (pie no embar-
gante esta calificación, al cabo es despotismo,
nombre terrible que hace coagular la sangre en-
tre las venas.
En las elecciones de diputados que se hicieron
para el congreso soberano <!e los años de 20 al
a3 h u b o indudablemente sobornos, intrigas, y
amaños de toda especie. En la que se hizo para
los estamentos que acaban de espirar con tanta
ignominia, se trabajó por la revolución de una
'llanera infatigable. Los resultados correspondieron
e rir para la salvación del pais á los nuevos electores.
n parte solamente, pues aun habia algún que
°rro procurador, que se empeñaba en enfrenar
aunque ya infructuosamente el monstruo de la do-
minación popular.
3Ias en la asamblea que va á reunirse no ten-
drá cabula ni Jo que llamaron la moderación, ni
e
l término-medio. Jamas se ha intrigado tan es-
candalosámente , como se hace hoy, para formar
un cuerpo legislativo, compacto y homogéneo.
Se ha estado repitiendo hasta el fastidio, que en las
cortes era de grande utilidad la oposición, porque
el choque mismo de las opiniones facilitaba la
investigación de las verdades mas abstractas; pero
esto se decía, cuando estaba en boga el téimino-
media: mas ¿cayó ? ¿Entró á dominar la revolu-
ción , que era su hermana carnal, ó al menos su in-
mediata consecuencia ? Pues ya no se quiere opo-
sición: lo qtlé antes era un deber, hoy es un
crimen: los opositóles eran antes hombres libres,
francos, sinceros, ardientes de/ensotes de la patria;
y hoy son insufribles, alborotadores y sediciosos.
I.os patriotas parece que confian en la sensa-
tez del pueblo etpañol, que otra vez mas sabrá
sacrificar en las aras de la patria su engañada
esperanza; pero aquí ( i c e m o s , (pie si «1 pueblo
español se dejase dominar del partido democrá-
tico, habría de sacrificar muchas veces sus en-
gañadas esperanzas en las aras de la revolución,
y que si se ofreció á la nueva generación, rom-
per las barreras que la impedían expresar su
pensamiento, ha sido este lenguaje una super-
chería para alucinar á los incautos. ¡Bello modo
de proteger la libre enunciación del pensamien-
to , el proscribir políticamente á los q u e no es-
taban de acuerdo con las juntas insurgentes!
Pero volvamos á los estamentos. La Reina viu-
da en su célebre discurso á la apertura de la
asamblea ofreció, que la patria quedaría rege-
nerada : que la riqueza de los particulares y la
del estado crecerían en una progresión rápida:
que las especulaciones industriales serian favo-
recidas: q u e . . . . ¡pero á dónde vamos á parar
con lo que se prometió al abrirse los estamen-
tos! Ya finaron: y ¿ q u é hemos sacado en lim-
pio? Esperanzas engañadas, según lo dicen aun
los mismos periódicos de la Capital. Una consi-
deración se agolpa al entendimiento del Español,
(mal se dijo en singular porque son cincuenta
los entendimientos que redactan aquel papel.) Y
la tal consideración que se agolpa es poderosa,
fecunda en consecuencias, y consiste en que los
que han tenido la misión de salvar la p a t r i a , los
q u e han sido llamados á repararla, los que se
han encargado de anudar por medios legales lo
que fue con lo que ha de ser , aun están al
principio de su tarca, y ningún gran resultado
han obtenido todavía. Se queja también el Es-
pañol de que hoy son los métanos q u e eran los
peligros y la incertidumbre que cobija el por-
venir; sin embargo no inculpa á los estamentos,
p o r q u e las circunstancias son á veces mas fuer-
tes que los h o m b r e s ; pero manifiesta q u e el mal
existe, y está p a t e n t e , y que es necesario recur-
Sea para salvar el p a i s , sea para perderle, ya
han recurrido, v muy de veras á los nuevos elec-
tores, y no hay intriga que 110 se emplee para o b t e -
ner una elección republicana. Los periódicos h i -
cieron sus primeras advertencias preparatorias. Han
i n s i n u a d o : i.° que no deben ser carlistas: ^esto
 (••
NOTICIAS DE ESPAÑA.
El REY N. S. continúa e n Durango en c o m -
pañía de S. A. R.
De Vitoria escriben con fecha del 15, que según
las cartas de Almuñecar (Andalucía) se publicó
por allá, que los facciosos habían sido derrotados
por Córdoba en las inmediaciones de Vitoria:
que la acción había sido decisiva, y por último
.que la guerra habia terminado. Para celebrar la
noticia, cuando llegara a confirmarse, s<: hacían
magníficos preparativos; no h u b o patriota que
no dispusiera sus galas: salieron del polvo todo
genero de instrumentos para organizar una or-
questa de aficionados: se requirió á los sacrista-
nes para que hiciesen pedazos las campanas el
día de la solemnidad: bailes, t o r o s , torneos, más-
caras, todo se preparaba; cuando llega la noticia
de que Córdoba se habia visto obligado á reti-
rarse á Vitoria, q u e su triunfo fue un sueño,
una ilusión, y que no traspasó los términos de
u n buen deseo. La función se suspendió, y los
patriotas se dieron á esperar ulteriores resultados,
respecto á q u e se les dijo por último, que los
encuentros del 16 y 17 de Enero habían sido
u n simple reconocimiento.
De Cataluña sabemos : que en las Presas de
Olot h u b o acción de guerra el día a de Febrero.
Una columna de nacionales y peseteros fue ata-
cada á la bayoneta; y h u b o de retirarse en dis-
persión, con pérdida de x4 muertos y muchos
heridos.
Las armas de S. M. en número de 10.000 ca-
talanes bloquean estrechamente á Tremp, que se
halla guarnecido por los nacionales y u n batallón
de línea. El corregimiento de Talarú ha sido en-
teramente desocupado por los cristinos.
En carta escrita á Vitoria por u n oficial de la
guarnición de Zaragoza, se lee entre otras co-
sas.— Esperamos á Rodil; pero debe suponerse,
que no hará mas que los otros. De Cataluña no
esperamos sacar partido. Las fuerzas facciosas se
están sobre el pié que tenían. Mina ha dividido
su pequeño ejército en cinco c o l u m n a s : dicen
que hará; pero esto lo ha de decir el tiempo.
Por la parte de Tarragona domina la facción , y
nos ha hecho sufrir bastante. Los cabecillas del
bajo Aragón tan pronto forman un solo cuerpo,
como se dividen y subdividen en partidas mas ó
menos numerosas, estropeando nuestras colum-
nas que se fatigan sin fruto, y regularmente pier-
den mas que ganan. El corregimiento de I-érida
está cubierto de facciones: han organizado m u -
chos cuerpos y fundido algunas piezas de batir.
Hemos recibido varios números del Diario de
Zaragoza: y lo primero que al desdoblarlos se
3)
h a ofrecido á nuestra vista, ha sido la firma de
Adán. ¿Qué trae este hombre? Sabido. Ha lle-
gado á su noticia que existen todavía en Ara-
gón algunos conventos de los que debieron s u -
primirse por la Real orden de 25 de Julio, y
proponiéndose llevar á efecto el plan de refor-
m a s , q u e con tanta sabiduría principió por las
c a m p a n a s , manda á los subdelegados de p o -
licía q u e los cierren inmediatamente, por quitar
la ocasión de acontecimientos inevitables, que de-
biera acarrear la presencia de unos objetos que
han llegado á hacerse tan odiosos: pero lo se-
rán tan solo para el señor Adán y demás devo-
tos dé la cofradía; y puede creer S. S. (pie el
exterminio de los frailes está causando en todos
los pueblos españoles una impresión sumamente
dolorosa, porque desengañémonos: quien decla-
ma contra los frailes no es la nación, es u n
partido poco numeroso, pero gritador y petulan-
te. Esto lo saben hasta los niños, y solo á Adán
pudiera haberle ocurrido, que la opinión de la ESÍ
paña está cada día mas pronunciada contra estos
institutos. También ha averiguado el buen Adán,
q u e los carlistas han promovido el degüello de
los frailes, para sacar partido de estas sangrien-
tas escenas; añadiendo que la catástrofe de Bar-
celona es debida á las sujestiones del partido
realista, que no vacila en sacrificar aun á sus
amigos políticos. Tales desatinos no merecen otra
respuesta que el mas absoluto desprecio. Para
impugnar y poner en ridículo semejantes san-
deces basta referirlas, y á mayor abundamiento
puede añadirse : Adán lo ha dicho.
Las cartas de Zaragoza del 3 dicen: que
en aquella ciudad han quemado en estatua á Mar-
tínez de la Rosa y Toreno y que han querido sa-
quear la casa del diputado Polo y Monge. Cor-
ren voces de que Mina se ha escapado con m u -
cho dinero. Cerca de Monzón los carlistas han
fusilado mas de 100 cristinos entre los cuales se
hallaba Fray Juan Gerónimo Gasque organista de
los P. P. Mínimos de Zaragoza que fueron asesi-
nados por él el 3 de Abril de i 8 3 5 .
La libertad de Imprenta, entre los muchos y
muy malos efectos que ha producido, va siendo
también ocasión de sucesos muy originales. Es
el caso, que el señor D. Fermín Caballero Re-
dactor del Eco, diputado á cortes y conocido
por la exageración de sus ideas, dio en la manía
de satirizar con gracia ó sin ella á todos los
personages que han figurado en España, desde
el año de 1808. En una de sus insolentes cari-
caturas ha ridiculizado feamente al general Cas-
taños, causando algunos disgustos, y exaltando
la bilis del general Bretón, que deseando ende-
rezar aquel entuerto salió al Prado en busca del
célebre Caballero. Venia este embozado en su
capa, montados sus reverendos anteojos, conver-
sando de política con los ministros en embrión,
Isturiz y el divino Arguelles. El ofendido gene*
r a i , sin respecto á la inmensa literatura de Ca-
ballero, ni á la elocuencia <le Arguelles, ni á la
autoridad del señor Presidente del estamento,
acometió á nuestro escritor, y á mano limpia le
dio .su merecido. Al principio de esta escena se
hizo presente á Bretón, que el Prado no era u n
lugar competente para pedir ni dar satisfaccio-
n e s ; pero el enojado militar repuso ( y al pare-
cer con razón) que habiendo sido publica la
ofensa, debió ser también publico el desagravio:
por fin, se c o n d u j o la comedia á mediación de
los amigos; levantóse Caballero empolvado, mo-
híno y mal contento, y se retiró á su casa á
descansar de la refriega, w. . Vaya en paz, y ande
con mas miramiento; que DO lo h a r á , aunque
lo emplumen. La Heriría dice, qne los obsequios
que se lucieron á M r de Caballero fueron • • < •
pies emjicllones: no lo dice asi nuestro corres-
ponsal: pero llámense como M quiera: es bien
sabido que los físicos reducen todos los sentidos
al del tacto, y nosotros pasamos con gusto por
lo de empellones; pues ai lin todo se reduce á
una fuerza externa . que obra por modumpercus-
sionis; pero se nos permitirá hacer la adiccion de
que estos empellones tuvieron el carácter de lo
que nuestros vecinos llaman soufflet, sous-barbe,
coup de poing sous le mentón. Con estas restric-
ciones pase la proposición de la Revista.
Sin embargo de este suceso que debió poner
sal en la mollera á todos los escritores y escri-
bientes de la Capital, ya corre un libelo titu-
l a d o ; retrato político de Martínez de la Rosa:
Caballero también por dar muestras de su ar-
repentimiento, inserta en su Eco los nombres
de los que componían en el año de í a la gran
logia del anillo , para que se vea d i c e , que
aun estamos sub anulo Piscatoris: el último de
la lista es el ministro Héros.
Según todas las apariencias en las cortes p r ó -
ximas va á reunirse la flor y la nata del republi-
canismo español. Mal avenido el gobierno con el
sistema de los moderados los ha proscrito para
siempre; porque ya se v e , por muy liberales que
parezcan, son todavía sectarios y pertinaces de-
fensores del despotismo ilustrado, (pie no embar-
gante esta calificación, al cabo es despotismo,
nombre terrible que hace coagular la sangre en-
tre las venas.
En las elecciones de diputados que se hicieron
para el congreso soberano <!e los años de 20 al
a3 h u b o indudablemente sobornos, intrigas, y
amaños de toda especie. En la que se hizo para
los estamentos que acaban de espirar con tanta
ignominia, se trabajó por la revolución de una
'llanera infatigable. Los resultados correspondieron
e rir para la salvación del pais á los nuevos electores.
n parte solamente, pues aun habia algún que
°rro procurador, que se empeñaba en enfrenar
aunque ya infructuosamente el monstruo de la do-
minación popular.
3Ias en la asamblea que va á reunirse no ten-
drá cabula ni Jo que llamaron la moderación, ni
e
l término-medio. Jamas se ha intrigado tan es-
candalosámente , como se hace hoy, para formar
un cuerpo legislativo, compacto y homogéneo.
Se ha estado repitiendo hasta el fastidio, que en las
cortes era de grande utilidad la oposición, porque
el choque mismo de las opiniones facilitaba la
investigación de las verdades mas abstractas; pero
esto se decía, cuando estaba en boga el téimino-
media: mas ¿cayó ? ¿Entró á dominar la revolu-
ción , que era su hermana carnal, ó al menos su in-
mediata consecuencia ? Pues ya no se quiere opo-
sición: lo qtlé antes era un deber, hoy es un
crimen: los opositóles eran antes hombres libres,
francos, sinceros, ardientes de/ensotes de la patria;
y hoy son insufribles, alborotadores y sediciosos.
I.os patriotas parece que confian en la sensa-
tez del pueblo etpañol, que otra vez mas sabrá
sacrificar en las aras de la patria su engañada
esperanza; pero aquí ( i c e m o s , (pie si «1 pueblo
español se dejase dominar del partido democrá-
tico, habría de sacrificar muchas veces sus en-
gañadas esperanzas en las aras de la revolución,
y que si se ofreció á la nueva generación, rom-
per las barreras que la impedían expresar su
pensamiento, ha sido este lenguaje una super-
chería para alucinar á los incautos. ¡Bello modo
de proteger la libre enunciación del pensamien-
to , el proscribir políticamente á los q u e no es-
taban de acuerdo con las juntas insurgentes!
Pero volvamos á los estamentos. La Reina viu-
da en su célebre discurso á la apertura de la
asamblea ofreció, que la patria quedaría rege-
nerada : que la riqueza de los particulares y la
del estado crecerían en una progresión rápida:
que las especulaciones industriales serian favo-
recidas: q u e . . . . ¡pero á dónde vamos á parar
con lo que se prometió al abrirse los estamen-
tos! Ya finaron: y ¿ q u é hemos sacado en lim-
pio? Esperanzas engañadas, según lo dicen aun
los mismos periódicos de la Capital. Una consi-
deración se agolpa al entendimiento del Español,
(mal se dijo en singular porque son cincuenta
los entendimientos que redactan aquel papel.) Y
la tal consideración que se agolpa es poderosa,
fecunda en consecuencias, y consiste en que los
que han tenido la misión de salvar la p a t r i a , los
q u e han sido llamados á repararla, los que se
han encargado de anudar por medios legales lo
que fue con lo que ha de ser , aun están al
principio de su tarca, y ningún gran resultado
han obtenido todavía. Se queja también el Es-
pañol de que hoy son los métanos q u e eran los
peligros y la incertidumbre que cobija el por-
venir; sin embargo no inculpa á los estamentos,
p o r q u e las circunstancias son á veces mas fuer-
tes que los h o m b r e s ; pero manifiesta q u e el mal
existe, y está p a t e n t e , y que es necesario recur-
Sea para salvar el p a i s , sea para perderle, ya
han recurrido, v muy de veras á los nuevos elec-
tores, y no hay intriga que 110 se emplee para o b t e -
ner una elección republicana. Los periódicos h i -
cieron sus primeras advertencias preparatorias. Han
i n s i n u a d o : i.° que no deben ser carlistas: ^esto
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era evidente y por tanto eseusado el advertirlo:)
ridad
Aprueban al parecer esta medida por la segu-
de los mismos religiosos, ó al menos por-
J&.' 16 % « , i6 Je í £ U í ^ j¡¡%
a • que no deben ser parciales del absolutismo 1
ilustrado, término-medio, doctrinarios, ni cosa que su existencia no tuese un pretexto para p r o -
mover alborotos siempre lamentables. El gobierno
que se les parezca: 3.° tampoco acomodan los vo-
y sus apologistas dirán en este punto cuanto gus-
tos fluctuantes; sino los hombres decididos por el
ten ; pero siempre será indudable que la s u p r e -
partido del movimiento. Asi la asamblea tendrá
sión de los regulares parte de otro principio m u y
el carácter de homogénea sin los fatales elementos diverso. El carácter de impiedad, y el acreditado
de oposición, que antes eran tan útiles y hoy les ateísmo que distingue á nuestros regeneradores c o -
•
parecen ya tan perniciosos. locados hoy á la cabeza del poder, el progreso de
1
El Eco desea en los nuevos electores y eligen- la revolución , y la codicia de los bienes eclesiás-
dos decisión por las instituciones hbcrales; inde- ticos, han sido las causas principales de esta p r o -
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pendencia de carácter; juicio claro j hombres que videncia: habiendo también tenido gran parte en
Ernán de compadrazgos y de relación* de san- este negocio la degradante política de un minis- «S&Ji«
ere y amistad. ¡Mucho pedir es! Quiere también terio débil, que quiso llenar por este medio los
L e el liberalismo de los electores haya sido pro- deseos de un partido , robustecer su popularidad,
gado del año ao al »3, y convendrá que sean de grangearse su cooperación y apoyo, y poder pasar
los perseguidos en la última década. ¡Buenos se- por hombres del movimiento y amigos de la ci-
rán ellos 1 Tampoco basta que ahora se muestren vilización y los progresos, l.s necesario tener p o r
partidarios de Isabel: es preciso aeguu el acoque muy estúpidos á los españoles, para quererles per-
correspondan sus antecedentes liberales: que sean suadir , q u e si se han suprimido las órdenes re- ARTICULO DE OFICIO
compradores de bienes nacionales, emigrados alec- ligiosas , ha sido consultando á su seguridad. La ocasionado la muerte , debiendo acreditar plena-
tos á la constitución, voluntarios nacionales de an- bulliciosa alegría con que los órganos de la opi- mente por certificaciones juradas de los facultati-
« / ¿fp. Jca¿/c ¿c?v twvedad eu ¿/i vos asistentes á la última enfermedad, que el fa-
taño, que es el plantel de donde podrán salir bue- nión liberal publicaron la noticia, y los testimo-
nos electores y buenos elegidos. Auade que no nios de satisfacción que han dado los revolucio- llecimiento ha sido consecuencia precisa de alguna
/ de aquellas causas; quedando dichos facultativos
es necesario que sea un sabio, un literato, un narios de todos los colores , prueban que esta
h o m b r e - d e m u n d o ; basta que sea liberal disposición ha tenido origen muy diferente que el sujetos á la responsabilidad establecida en la Real
De igual beneficio disfruta S. A. R. el Serení- orden expedida con fecha 18 de Enero de 1826
El Español q u i e r e , que sean jóvenes , ardientes, que se le quiere d a r , para alucinar á los incautos. simo Señor Infante D O N SEBASTIAN GABRIEL.
¡La seguridad de los religiosos! ¡ Disparate! Pues r para los de su clase , q u e no procediendo con la
entusiastas. Con tales elementos; ¿qué no debemos
qué ¿no habia medios de reprimir al populacho debida claridad y justicia en la extensión de estos
prometernos de la próxima legislatura r
y hacerle respetar estos establecimientos ? U n Las últimas noticias que se han recibido de documentos ocasionan perjuicios al Real erario. De
castigo ejemplar contra los asesinos é incendia- Leibach aseguran, que continúan en aquella Ciu- Real orden lo digo á V. S. para los efectos con-
rios del año pasado ¿no hubiera puesto á raya el dad sin la menor novedad en su importante salud siguientes.— Dios guarde á V. S. muchos años.
En los periódicos de la usurpación hemos visto zelo de los patriotas? Otra p r e g u n t a : ¿ E s tam- S.A.R, el Serenísimo Señor PRÍNCIPE P E ASTIIU.VS, Real de Oñate 7 de Febrero de i836.—Fillemur.
un artículo con el epígrafe de fin improvisado de bién por la seguridad de los religiosos ó por el ios Serenísimos Señor-es Infantes DON JUAN C A R L O S ^
los frailes. La victoria mas importante que h u - odio á sus institutos el mandar que luego , luego, DON FERNANDO MARÍA, su Augusta Tia la Serenísima
bieran podido obtener los bravos defensores de se conviertan los conventos en plazas, cobertizos Señora Infanta Dbfrí MARÍA TERESA , jr la Sere- PARTE NO OFICIAL.
de Isabel 2. a , no causaría ciertamente tal júbilo y tiendas? ¿ P o r qué tanta prisa á demolerlos? Y nísima Señora Infanta DOÑA MARÍA AMALIA.
y contentamiento. Un periódico de la Capital ha ¿ por qué se quiere tan pronto tener la satisfac- Noticias extranjeras.
dicho con mucha sal (á su parecer) que por arte ción de decir: aqui fue un convento? Mendiza-
de birla birloque aparecieron cerrados los con- | bal ha tenido el gusto ( aunque pasagero) de oir REAL ORDEN. PRÜSIA. Berlín 3 de Febrero de i836.
ventos; pero que todo se hizo con tranquilidad: ! decir á los interesados apologistas de su adminis- 1

porque tratándose de establecimientos religiosos, I tración. " H é aqui reformas radicales; hé aqui
consagrados al silencio y á la contemplación, no progresos positivos , y hé aqui de que modo con-
les tocaba acabar sus dias, sino con la calma que viene y debe gobernarse.»
inspira la buena conciencia : y q u e los siervos
del Señor han pasado á mejor vida, reingresan- Por lo demás no deja de estrañarnos aquello
de que, con la extinción de regulares, consiguen
do á la sociedad, y volviendo sus bienes al centro
de q u e no debieron salir : es decir , á la Nación. estos ingresar en la sociedad: como si el carác-
ter de religiosos los hubiera tenido fuera de ella.
Dejando el birla birloque, que es una frase ta-
bernaria y que solo puede justificarse en nuestros Se acaba de decir también por los mismos
; periódicos, que los bienes pertenecientes á las
escritores, por el exceso de placer que les causó
esta sabia medida de Mendizabal, es de notarse casas religiosas vuelven al centro de donde n u n -
ca debieron salir, como propiedad de la nación;
el torpe sarcasmo con que cantan el triunfo de
la impiedad , riendo sobre las victimas que aca- j no hay pues en apoderarse de estos bienes (si
lo han de decidir nuestros oráculos) ni r o b o , ni
ban de sacrificar en las aras de la revolución. El
silencio, la contemptacion de los religiosos, (a ¡ rapiua. despojo, violencia, saqueo etc. e t c . ; pero
buena conciencia, la calma con que terminan sus en medio de esta vocinglería, nosotros probaré*
dias , ect. ect. son aparentes graciosidades , que nios todo lo contrario: á saber, que estos bienes
refluyen contra ¡a religión del estado. Son o b - pertenecen á la Iglesia, y que no han sido m
jetos que deben tratarse siempre con el mayor pueden ser popiedad de la nación: y por con-
d e c o r o , y solo podrá prescindirse de estos mira- secuencia legitima que el tomarles de cualquiera
mientos en el estado de licencia y desmoraliza- manera es un verdadero r o b o , una rapiña en
ción eu que se halla la Península. todo el rigor de la palabra. (Se continuará)
EN LA IMPRENTA REAL.
He dado cuenta al REY N. S. de una instan-
cia en q u e D. a Estefanía Zoznya, viuda de D. Vi-
cente Barbería teniente que fue del 5.° batallón
de Navarra, solicita la pensión correspondiente
por haber muerto su marido el día 9 cíe Agosto
de i834 al impulso de una sufocación, que le
produjo u n o de los acontecimientos de la glo-
riosa acción acaecida en aquel d í a ; y enterado
S. M. del expediente formado en virtud de esta
reclamación , conformándose con el parecer de
su Asesor Real , y teniendo presente la práctica
observada por su Augusto hermano, ' Q. E. G. E.)
se ha servido conceder á la referida viuda la pen-
sión de 2 000 leales ele vellón anuales; decla-
rando por p u n t o general con este motivo , y en
aclaración del artículo 5.° del Real Decreto de
11 de Febrero de i8:¿4- hecho extensivo á las
familias de las víctimas de la presente campaña,
que deben considerarse también muertos en ac-
ción de guerra ó de resultas de ella los que han
fallecido por efecto de las fatigas de la campaña.
0
q u e cualquiera acontecimiento de ella, les ha
El Boletín Oficial de Leyes contiene el siguiente
decreto , que hace tiempo se esperaba. — "Nos,
Federico Guillermo ect.—Habiéndosenos informado
de las pérdidas considerables q u e han experimen-
tado algunos de nuestros vasallos en la reduc-
ción de la deuda española, y considerando el in-
minente riesgo, que amenaza á aquellos q u e se
ocupan de estas especulaciones en mis Estados,
deseando -poner límites á estas transaciones, ha-
ciendo una concesión al mismo tiempo á los tí-
tulos ya adquiridos; creemos necesario evitar por
medio de medidas legales , los abusos qqe resul-
tan de estas operaciones de intereses , y nos r e -
servamos la facultad de arreglar este asunto p o r
medio de otras providencias; pero adoptamos pro-
visionalmente las que nos han sido propuestas por
nuestro ministro de Estado; y son: i." Toda transa-
cion en los fondos españoles q u e se ejecute des-
pués de la publicación del presente decreto será
nula , á menos que no se verifique por las
partes contratantes. En cualquier otro caso no
tendrá valor ni efecto. Ningún alegato legal se ad-
mitirá en la materia : á las transacioneS en estos