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evolución”
Homo sapiens tiene sus peculiaridades, sin duda. Somos una especie única
en muchos aspectos. Pero no tanto como siempre hemos pensado.
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Presentación PowerPoint elaborada por Prof. Luis Baggiolini
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crítico y del método científico se ha recuperado la definición materialista y
zoológica griega, y nos hemos dejado de monsergas.
Pero los memes2 tradicionales pesan, y mucho. Aún es común que mucha
gente considere al hombre como el único ser dotado de alma, el único ser
espiritual, el único ser religioso y demás necedades. Aunque nadie -como
decía Ramón y Cajal- nunca haya encontrado el alma en la punta del bisturí.
Afortunadamente, esta visión animista está en claro retroceso, conforme la
sociedad del conocimiento va extendiendo la visión científica del mundo.
Y que el hombre es el único animal que se sonroja y que llora. Tal vez sea
porque es el único que tiene motivos para ello.
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Un MEME, es según las modernas teorías de difusión cultural, la unidad teórica de difusión cultural para
su transmisión de una generación a otra
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estudio se efectúa en el seno de una concepción amplia de la cultura
entendida de manera informacional: una cultura es información
transmitida entre miembros de una misma especie, por aprendizaje social
mediante la imitación, por la enseñanza o por asimilación.
Desde hace tiempo varios autores han señalado las similitudes entre la
evolución cultural y la evolución biológica. Popper, por ejemplo, señalaba
las semejanzas entre el proceso del progreso científico y la selección
natural, y mucho antes Leslie White también hizo consideraciones parecidas
para el conjunto de la cultura. Pero desde Richard Dawkins4 se ha dado un
paso más, ya que este autor considera la evolución cultural análoga a la
evolución biológica y, en general, análoga a todo proceso evolutivo.
Así entonces, del mismo modo que la vida evoluciona por la supervivencia
diferencial de los genes, – entidades reproductoras de los organismos vivos,
sometidos a selección natural –, la cultura evoluciona mediante la
supervivencia diferencial de replicadores culturales, a los que Dawkins llama
“memes”, o unidades mínimas de información y replicación cultural, y que
se someten también a un proceso de selección.
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L’Espresso, Roma, 22 de noviembre de 1997. Citado por El País, 23-XI-1997.
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DAWKINS, R (1986) El gen egoísta, Salvat: Barcelona.
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Desde la perspectiva de la teoría de los memes podemos decir que
poseemos dos tipos distintos de procesadores de información: a) el
genoma o sistema de genes situados en los cromosomas de las células de
cada individuo, que determina el genotipo, y b) el cerebro y el sistema
nervioso, que permite el procesamiento de la información cultural. El
acervo genético de nuestro genoma se puede escindir en unidades mínimas
de información que son los genes, trasmitidos sexualmente mediante su
replicación de una generación a otra. La información cultural se transmite
de cerebro a cerebro (por enseñanza, imitación o asimilación) y puede
dividirse en unidades simples (tales como una idea, un concepto, una
técnica, una habilidad, una costumbre, una manera de fabricar un utensilio,
etc.), que, no sin cierta ambigüedad, Dawkins llama memes.
Esta conclusión poco simpática para la soberbia individual debe ser pensada
en el marco de la concepción evolutiva e interaccionista del yo: un individuo
es, a la vez, el fruto de la evolución biológica y de la evolución cultural
generada en interacción con otros yoes, tesis que forma parte de la
revolución en contra del narcisismo antropocéntrico, como lo fue en su
momento la revolución copernicana, el darwinismo o la teoría freudiana del
inconsciente. Desde este punto de vista esta tesis se vincula a la concepción
estructuralista de la muerte del sujeto y al fin del dualismo y del
racionalismo cartesiano.
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DENNETT, Daniel, (1995) La conciencia explicada. Paidós: Barcelona
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las conexiones entre ellas todavía muchísimo mas. De esto se desprende las
dificultades para la creación de un modelo matemático, tan necesario para
acompañar a las construcciones teóricas, que permita entender la evolución
cultural, no obstante, esta tarea empieza a ser arremetida por los autores
mencionados y por los teóricos de la inteligencia artificial (en este sentido
van los estudios de D. Dennett, D. Davidson y otros filósofos).
Pero para poder construir ideas alrededor de esta nueva mirada evolutiva
del hombre, y pensando en esto del homus cibernético quiero recurrir,
como indiqué al comienzo del trabajo, a autores de otros campos
disciplinares y pensar que ideas del campo de la cibernética y de la teoría
general de sistemas anclan en este concepto de hombre cibernético.
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del control y la comunicación en sistemas complejos (seres vivos,
computadoras), es importante mencionar en este punto como son
equiparados estos términos ya desde tan temprano recorrido. Pero la
versión moderna de la misma (von Foerster) se refiere a ella como al
estudio de las relaciones (de organización) que deben tener los
componentes de un sistema para existir como entidad autónoma, existir
como tal en algún espacio o dimensión, autogobernándose.
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Neurobiólogo chileno, elaboró una tesis sobre la cognición humana, los primeros conceptos
están en su obra Biology of Cognition
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MATURANA, H. VARELA, F. (1996) El árbol del conocimiento. Editorial Universitaria:
Santiago de Chile
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Biólogo chileno discípulo de Maturana y von Foerster
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esconderse en cuevas a construir poblados primero, ciudades después y
estaciones orbitales finalmente.
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SIBILIA, Paula. 2006. El hombre postorgánico. Buenos Aires: FCE
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manifestaba la fusión entre un organismo vivo y una máquina con el fin de
mejorar o sustituir las funciones orgánicas mediante el empleo de la alta
tecnología. Esta expresión va a comprenderse mejor a través de la
literatura y la ficción, los Cyborg empezaron a formar parte del imaginario
popular gracias al cine: Blade Runner, el cine de Cronemberg, la literatura
de ciencia ficción: Ph. Dick, S Lem.
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HARAWAY, Donna (1991) “Manifiesto cyborg” Blog Tecnoliberación
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Estamos ante una nueva modalidad tecnológica en la que la creación de
máquinas, típica del Homo sapiens, una vez más prolonga la acción del
hombre en el mundo de la materia, esta vez en su propio organismo.
Ante esta situación surgen las ineludibles reacciones excesivas que ven en
este nuevo frente tecnológico una amenaza, mientras que en el opuesto se
presenta la utopía de la creación de una nueva especie de hombre “mitad
humano” y “mitad máquina” (el “hombre biónico”, el cyborg). Lo cierto es
que estamos ante nuevas subjetividades, que deben ser analizadas, sin
demonizar el fenómeno.
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vez, el homo cyberneticus es tecnología en la naturaleza, al punto que se
requiere una definición nueva de lo que sería lo natural y lo artificial.
En referencia a estos dos espacios entre los que se mueve el hombre, Roy
Ascott, propone una arquitectura de la cyberpercepción que “dejaría de
lado el yo aislado y monádico para dar paso a múltiples yoes conformados
en un espacio telemático, donde se produce un sistema holomático: la
conexión en un punto entre el individuo y la red supone que al mismo
tiempo está conectado virtualmente a toda la red”
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LÉVY, Pierre. (1999) ¿Qué es lo virtual? Paidós: Barcelona
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ASCOTT, Roy. (2000) La arquitectura de la cibercepción, en Ars Telemática, Comunicación, Internet y
Ciberespacio. Làngelot: Barcelona.
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cirugías desplaza el cuerpo del homo sapiens como condición esencial para
una presencia identitaria. La diferenciación entre sexo y género como
modos consolidados va trasmutando. Las identidades de género se va
fragmentando, diluyendo.
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En este sentido nada nos está garantizando la continuidad de la especie. En
esta línea, hay autores como Franco Volpi16 que sugieren un humanismo
que “se abra al crecimiento técnico-científico sin nostalgia por el originario
estado de naturaleza perdido, pero que no lo subordine por otra parte al
imperativo de la técnica fuera de toda regla” Mientras que para Peter
Sloterdijk,17 es necesario distinguir la diferencia entre natural/cultural y
natural/artificial, a la vez que tomar en consideración que “el dominio de la
escritura/lectura se ha reemplazado por lo retórico/visual”, lo que requiere
nuevas definiciones del vocablo “máquina”. Este autor afirma que “la
relación sujeto/objeto deja paso a la relación sujeto/tecnología, y habla de
un “código antropotécnico” para la selección de nuevas formas del ser
humano a través de la biomanipulación: las Reglas para el parque humano.
Cabe recordar aquí su ejemplo de que el corsario sabía donde acababa su
cuerpo y empezaba el garfio, pero con las nuevas prótesis esa distinción se
harto complica y ya no tiene sentido”
En este punto retomo a Donna Haraway, por cuanto sus apreciaciones son
bien originales, empujando más allá las mutaciones, esta autora “afirma el
cyborg como una nueva instancia para lo femenino, y en su Manifiesto
Cyborg habla de nuevas definiciones sexuales postgénero y de las
posibilidades de reproducción no orgánicas de la especie”
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VOLPI Franco: El hombre entre nihilismo de la técnica y responsabilidad ético-política, pp. 83-92.
América y al idea de la nueva humanidad, Sociedad Argentina de Filosofía, Tomo IX, Córdoba, 2003. En
Konvergencias Blog de Daniel López Salort -
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SLOTERDIJK Peter: El post-humanismo: sus fuentes teológicas, sus medios técnicos. Conferencia en el
Aula del Rectorado de la Universidad Internacional de Andalucía, el 9 de mayo de 2003; Critica de la
Razón Cínica. Siruela Ediciones, 3º edición, Barcelona, 2006. En Konvergencias Blog de Daniel López
Salort -
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Expresión utilizada por Ridley, en su obra Genoma
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Aquí se presenta otra discusión respecto de la materialidad del ADN, y en
ese sentido, Paula Sibilia nos recuerda que en “la física contemporánea…la
materia deja de ocupar un lugar en el espacio y pasa a estudiarse como un
forma de energía. Esa energía inmaterial suele adquirir, cada vez con mayor
frecuencia, el rostro de la información”
BIBLIOGRAFÍA
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VIRILIO, Paul (2005) El arte del motor Buenos Aires: Manantial
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Término utilizado por Hassoun, en su obra Contrabandistas de la memoria
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L’ ESPRESSO, Roma, 22 de noviembre de 1997. Citado por El País, 23-XI-1997.
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