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Antonio Muñoz,
Ayuntamiento de Sevilla Sevilla
anmu78@dipusevilla.es
En los albores del próximo milenio la ciudad de Sevilla afronta la oportunidad de dirigir y aglutinar,
como capital regional de Andalucía, las ventajas que se derivan de su privilegiada posición a escala
europea y peninsular:
• Como ciudad que sirve de punto de confluencia entre diversos ejes de desarrollo del
Continente Europeo (los de las regiones atlánticas y las regiones mediterráneas y el eje
continental París-Madrid-Sevilla)
• Como metrópolis estratégica del sur de Europa para la comunicación y el intercambio con el
Norte de Africa (países del Magreb) y América Latina.
A ello hay que añadir su progresiva incorporación a un conjunto de ciudades emblemáticas del
patrimonio cultural europeo y mundial (Venecia, Florencia, etc.), que son destinos principales del
turismo urbano en la actualidad.
Será un proceso largo y complejo definir el nuevo papel de la ciudad en este contexto, recuperar su
protagonismo en el Mundo. Sin embargo, nos engañaríamos si solo habláramos de retos y
oportunidades, también coexisten junto a estas oportunidades un conjunto de amenazas derivadas del
denominado Fenómeno de la globalización, es decir, el proceso de internacionalización de la economía
de las últimas décadas que esta siendo posible, entre otras causas, por la galopante revolución
tecnológica que se inició en los años setenta. Sin estos cambios tecnológicos sería inexplicable el
grado de integración de una economía mundial como la actual y que, con seguridad, se profundizará
en años venideros.
Frente a las nuevas posibilidades empresariales que se presentan en el nuevo escenario económico,
también se convive con una mayor permeabilidad a las incoherencias monetarias que se producen en
puntos lejanos del planeta, toda vez que sus efectos negativos acaban afectando a las economías
regionales sin olvidar tampoco la persistencia de grandes bolsas de subdesarrollo socioeconómico, a
pesar de esta mundialización económica y de la intensidad del estímulo a la economía que las nuevas
tecnologías conllevan.
• En primer lugar decir que la mayoría de los cambios cualitativos producidos últimamente en la
sociedad mundial están encontrando una etiqueta o marca que está llegando a usarse más
allá del mundo académico, profesional o financiero. Así, la globalización o mundialización
económica parece todo un descubrimiento mercantil que hay que explotar comercialmente,
como si de un invento o producto novedoso se tratase. Además, aunque existen dudas o
posturas encontradas sobre su naturaleza y alcance real, el concepto de globalización aparece
como la panacea explicativa tanto de cualquier contrariedad económica en unas ocasiones,
como de algún episodio bondadoso desde el punto de vista socioeconómico en otras. Existe
por tanto, bajo mi punto de vista, un Fenómeno inflacionista de "globalización", en el sentido
del abuso del vocablo para etiquetar Fenómenos, causas o efectos de los que supuestamente
dependen o se explican con la globalización.
• Otro aspecto previo a destacar es la "colonización" a escala mundial del concepto, es decir,
presuponer que lo que está ocurriendo con mayor o menor intensidad en los países
desarrollados está ocurriendo de forma paralela en el resto de zonas con niveles de renta y
bienestar inferiores a aquellas. Es decir ¿se puede hablar realmente de un Fenómeno a escala
mundial o estamos ante una nueva mutación del capitalismo en determinadas regiones
económicas? ¿Supone la globalización una ruptura de la distinción entre economías centrales
y economías periféricas? ¿Estamos ante una vieja dama vestida con un modelo de la última
pasarela de Milán? ¿Es la globalización una mera forma más elegante, desde el punto de vista
académico y político, de seguir explicando la dicotomía Norte-Sur, y de distraer en definitiva a
continentes enteros como Africa y parte de Latino América y Asia en soluciones más
definitivas y radicales ante el subdesarrollo socioeconómico que padecen?
• Por otra parte quisiera puntualizar que no niego la existencia del Fenómeno económico-social
que podemos llamar "globalización" y que tradicionalmente aparece en los textos y
documentos como la etapa histórica que precede a la caída del socialismo real como
alternativa al capitalismo. Existir, existe; pero debemos dejar claro que no podemos caer en
la trampa de los "globalizadores" que hábilmente lo explican todo recurriendo a la palabra
mágica. Por otra parte esta mundialización o globalización no deja de ser parcial: como
definen muchos autores, para lo bueno y para lo malo, es una mundialización mutilada.
Asumamos pues la existencia desde algo más de una década de un reforzamiento de las
relaciones económicas y políticas entre los países que conducen el llamado "sistema global",
pero aceptemos al menos la diversificación geográfica del Fenómeno.
• Centrándonos en el área geográfica que nos ocupa: Sevilla y su zona de influencia socio-
económica. Podíamos preguntarnos si la globalización de la economía se está haciendo notar
en el entramado empresarial y financiero ubicado en dicho ámbito geográfico, más allá de la
penetración que ha tenido la idea en las aulas universitarias, los discursos políticos y debates
financieros.
Podemos hablar de un proceso por el que muchas empresas locales han incrementado de forma
sustancial el uso de las nuevas tecnologías de la información. Esto da lugar a que muchas empresas a
través de herramientas como Internet, por ejemplo, establezcan acuerdos de cooperación y otras
alianzas con empresas ubicadas en el exterior, además de la búsqueda de materias primas, nuevos
mercados y clientes que se realizan de otra forma.
En definitiva para las empresas más innovadoras se les está ampliando el espacio competencial en la
medida, en que el acceso a mercados globales se ve facilitado, a través de esta revolución
informática.
Llegado este momento, hay que preguntarse que hacer, que camino seguir para que nuestra zona sea
competitiva en este mundo supuestamente cada vez más interrelacionado desde el punto de vista
económico.
La globalización es y será una amenaza y una oportunidad, según el último informe de la ONU la
liberalización e integración de los mercados son instrumentos para el crecimiento de los países en
desarrollo. Si bien hasta ahora pocos han podido aprovechar sus bondades y la mayoría han pagado
sus consecuencias.
¿Qué hacer desde los poderes locales? La consolidación del tejido empresarial existente y favorecer la
aparición de nuevos emprendedores, con posibilidades de acceso a las tecnologías de la información y
los llamados bienes intangibles (conocimiento y capacidad de gestión en dirección y marketing)
constituyen la mejor garantía para aprovechar las oportunidades de esta mundialización. No obstante
cabría indicar otras características que deberían tener nuestras empresas cual es la posibilidad de
generar valor añadido desde la esfera local consolidar unas ventajas comparativas que se mantengan
en el medio y largo plazo.
En este sentido desde Sevilla y sus poderes locales se debe apostar ante todo por lo siguiente:
• Búsqueda de fórmulas apropiadas para que la Ciudad y su área metropolitana se hagan más
habitables y sostenibles (desde el punto de vista social, ambiental, económico y cultural).
• Organizar el espacio urbano basado en una mezcla de usos y funciones urbanísticas (talleres,
urbanos, comercio, industrias...) mucho más creativa y generadora de riqueza que la de
barriadas metropolitanas, estrictamente dormitorios, de la periferia urbana.
• Planificación de barrios donde se mezclen diferentes clases sociales, para evitar situaciones de
marginalidad.
• Reducir el consumo de recursos energéticos, suelo, agua ...
que en un entorno cada vez más globalizado las ciudades responden a los retos del aumento de la
competencia, tanto dirigiendo o conveniando con la iniciativa privada los cambios en la estructura y
espacios productivos, como difundiendo las oportunidades y fortalezas de la propia ciudad en su
conjunto.
El aumento de la competencia entre los territorios derivada de la globalización conlleva por tanto, que
la estrategia a implementar pasa principalmente en Sevilla por:
• Fortalecer las ventajas que representan los recursos locales (humanos, culturales,
turísticos...)
• diferenciación de los sistemas productivos, con generación de algún valor añadido adicional
desde el territorio.
• Especialización con respectos a otras zonas.
Hagamos pues de Sevilla y su zona de influencia socioeconómica, un espacio sostenible como mejor
garantía de supervivencia a largo plazo y convirtámosla en un espacio preferente para la localización
de actividades modernas y tecnológicamente avanzada.
Conclusión
Decir por último que estamos ante un nuevo milenio, con nuevas tecnologías y nuevas reglas del
juego económico y social. El gran reto de las ciudades y espacios productivos ha de ser el de
recuperar el humanismo en la vida económica. Los efectos de la globalización se presentan muy a
menudo como un mundo sin fronteras, capaz de eliminar cualquier atisbo de sensibilidad social. Es la
cara más cruel de la mundialización económica.
Si somos capaces de diseñar un camino idóneo para generar más calidad social y económica y buscar
excelencias empresariales en Sevilla, éstas serán las mejor garantía para navegar en los Fenómenos
de la globalización y en el uso de las nuevas tecnologías que dicho sea de paso también exigen una
atención permanente por la formación, el talento y la creatividad de los habitantes de la zona en
cuestión.