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legales pidiendo al Estado lo que no puede dar, se decidieron por las ideas
revolucionarias y por la huelga general; como nico medio de luchar
ventajosamente con el coloso de la explotacin. Y demuestra asmismo que, a
pesar de las brutalidades de la polica y de los burgueses, sus instigadores, la
jornada de ocho horas se impone.
En un pas en que las industrias textiles mantienen en Pensilvania a 5,300
nios menores de quince aos; 4,300 nias menores de catorce, y 27,000
mujeres y muchachas de mayor edad en un trabajo penoso; en un pas en que
hay una ciudad como Filadelfia, donde los nios trabajan en los almacenes, en
las tiendas, y en las fbricas catorce y diecisis horas diarias; en un pas en
que slo en las factoras de Nueva Jersey se explota a 15,000 nios de ocho a
quince aos; en un pas donde la relacin de los nios menores de quince aos
ocupados en diferentes trabajos al nmero de todos los dems obreros es de 3
a 7 y de 2 a 5, casi la mitad; en un pas tal, tiene que ser necesariamente muy
enrgica la actitud de los trabajadores para suprimir de una vez por todas estas
infamias que matan lentamente a los padres y a los hijos, a los adultos y a los
muchachos, a las mujeres y a los ancianos. En un pas tal, que goza fama de
rico y libre, y sin embargo, los obreros sufren tan terrible explotacin y viven tan
miserables que tienen que arrojar a sus hijos a las rudezas de la faena diaria
durante muchas horas; en un pas tal, repetimos, es lgico, es necesario que
se luche a brazo partido con la burguesa, y se d el impulso a otros pases
donde los trabajadores no han comprendido bien toda la extensin y la gran
verdad de sus males.
En Norteamrica naci la idea de iniciar la huelga general, y ya hemos visto
como la clase trabajadora ha respondido en todas partes a aquella iniciativa.
De Chicago parti la primera seal, y apenas ha transcurrido tiempo apreciable
cuando la lucha se ha generalizado de un modo imponente.
Los poderosos republicanos federales de Amrica han querido detener el
movimiento sacrificando a unos cuantos propagandistas, y el movimiento
arrolla hoy todos los obstculos y se sobrepone a todas las resistencias.
Todo es pequeo ante esta preponderante manifestacin de las fuerzas
revolucionarias.