El documento habla sobre cómo Cristo viene espiritualmente a salvar cada alma cada día, aunque su primera venida fue visible en carne. Aunque su llegada espiritual es imperceptible, exhorta al lector enfermo a alzar la cabeza e intentar erguirse hacia Cristo, pues no es necesario viajar lejos para encontrarlo, ya que Él está cerca a través de Su Palabra. Sugiere entregarse al arrepentimiento del corazón y la confesión de los labios para salir de la conciencia miserable.
El documento habla sobre cómo Cristo viene espiritualmente a salvar cada alma cada día, aunque su primera venida fue visible en carne. Aunque su llegada espiritual es imperceptible, exhorta al lector enfermo a alzar la cabeza e intentar erguirse hacia Cristo, pues no es necesario viajar lejos para encontrarlo, ya que Él está cerca a través de Su Palabra. Sugiere entregarse al arrepentimiento del corazón y la confesión de los labios para salir de la conciencia miserable.
El documento habla sobre cómo Cristo viene espiritualmente a salvar cada alma cada día, aunque su primera venida fue visible en carne. Aunque su llegada espiritual es imperceptible, exhorta al lector enfermo a alzar la cabeza e intentar erguirse hacia Cristo, pues no es necesario viajar lejos para encontrarlo, ya que Él está cerca a través de Su Palabra. Sugiere entregarse al arrepentimiento del corazón y la confesión de los labios para salir de la conciencia miserable.
Si para realizar la salvacin en la tierra vino una sola vez en
carne visible, para salvar cada alma viene cada da en espritu e invisible, como est escrito: El Espritu que est delante de nosotros es Cristo el Seor. Y para que sepas que esta llegada espiritual es imperceptible, contina: A su sombra viviremos entre los pueblos. Y si el enfermo no puede salir muy lejos al encuentro de tan excelente mdico, intente, al menos, alzar la cabeza y erguirse un poco hacia el que viene. No tienes que cruzar los mares. No necesitas atravesar las nubes ni pasar los Alpes. Ni te sealan un camino muy largo. Sal t mismo al encuentro de tu Dios. A tu alcance est la Palabra; la tienes en tus labios y en tu corazn. Entrgate a la compuncin del corazn y la confesin de tus labios. De este modo saldrs del basurero de tu miserable conciencia, porque es indigno que entre all el autor de la pureza.