EL HOGAR Vi
CALA ESQUELA
Num. 24
Monumento 4 Merino (Piura)
SUMARIO «F neducatlvo del p \io, por Elvira Garciu y Gareia,— Sra. Teresa Gonza-
Jez de Fanning», Elvira Garcfa y Ga) —, por Luzmila Ronceros—sPlegarian, por Placido uha)—
sPensamientos» «La Providenzas, por Parzanese
bor BR. Rossel, “
DE ENRIQUE ALVAREZ
IMP. “LA ECONOMICA”
it ma ee bit a imbre 15 de 1909
a Deere Goad
La Escueva:.
REVISTA PEDAGOGICO-LITERARIA Re
PUBLICACION QUINCENAL
DIRECCION: = VALLADOLID N81 ALTOS ~ TELEFONO 796
Dinectera: Elvira Qarcia y Garcia —— Sometaria? Refeca Catter
Fin educativo del premio ble, Alas personas encaryadas de ma-
nejarlas; pero casi siempre resultan
seres apocados, dispuestos al servi-
resorees dele eigie eesrara aac lismo, que es la forma més perfecta
Nave: pon tambign los grandes recur de obediencia y sumisiGn:
S0s de la educacion: pero. premio} eas
deen eons cgnciaapensl ae Ta (obra ene proclama ante todo,
ientanieaeeis, "la alibertads del nino Y prescinde del
—— orden y de toda forma disciplinaria,
La Pedagogia se funda, pues. en esa que de cualquiera manera tienda &
base y construye distintos sistemasde cvactar la facultad de pensar y proce-
educaci6n, para conducir al nino ala des, con entera independencia. Ense-
perfecci6n posible. Dos escuelas prin- ta también 4 deliberar sobre sus ac-
cipales se disputan lasupremacia: tna 08, haciéndose responsable de todos
que funda su doctrina en la conserva. ellos; y obtendré ast como tnica y
ci6n del orden inalterable, inamovible, merecida saneién de la Naturaleza,
silencioso, sin respetar la naturaleza que nunca dejade premiar con el pla-
del nifio, ni observar las leyes de un cer, la alegria, la salud y la paz, al
desenvolvimiento fisico_y psiquico, y individuo que practica actos buenos,
da origen é-1a.«disciplina escolars, Sines decir, eouformes con las aptitudes
disciplina, dicen, no se puede instruir aspirac i
al niflo, ni tampoco educarlo; luego,
se necesita encarrilarlo, sobre todo,neutra. Nada se alcanzari, formando
niflos eminentemente pasivos, quienes
NO reaccionaran manana sobre el me-
dio en que yivan, aunque no esté en
armonfa con su manera de pensar y
sentir; seran hombres eternos conser-
vadores de prejuicios y preocupaciones
adqniridas; continundores de habitos
ydecostumbres arraigadas con fuerza
secular invencible; y en medio de esa
indolencia no podrin protestar nun-
€a cou lo que esta en armonfa con la
corriente de siglo.
La escuela dela libertad absoluta,
marea otro peligro, porque conduce
la anarquia y 4 la disolucién, medios
en los cuales no puede reposar el bie’
nestar del individuo ni el progreso de
la sociedad.
Debe tomarse lo que de bueno mar*
ca cada escuela, y consultar los dicta-
dos de la sana raz6n, obseryandy y
respetando la naturaleza del nino en
sus variadas manifestaciones.
La ley suprema de la vida, es la de
Jaadaptaci6n de los seres al medio en
que viven; observarla es’el primordial
deber del educador, como que es
hacerse cargo del alma del nifio,
dirigiendo el despertar de sus més
preciosas facultades. Olvidar esa ley
6 no cumplirla en toda su exten-
sién, es mutilar en su nacimiento las
condiciones fisiol6gicas y psicolégicas
del educando, formando un ser dese-
quilibrado 6 anormal. Atenta esto
la Pedagogia, en su nuevo concepto,
seflala y determina los procedimien-
tos, planes de ensenanza, principiosde
L HOGAR Y LA ESCUEL
Had
tas para: lacolectiv
va cada uno de sus indlviduos.
Resultado de una serie de estudios
¥ de investigaciones, prolijamente he-
thos, por educadores atentos al desen-
yolvimiento del nino, es que la les
adaptaci6n, ha de cumplirse, po en el
sentido de ser arrastrados ci zamente
por los impulsos de la Naturaleza, que
bso seria caer en una especie de escla-
yitnd inconsciente: no, el cumplimien-
todeesa ley, nos haré conocernos
mejor, ser duefios de sf mismos, corre-
gir nuestros defectos y convertirnos
eu nuestros propios maestros y regu-
lJadores del medio ambiente en que Vi-
vamos.
El educador debe consagrarse prin-
cipalmente 4 despertar y avivar los
sentidos del educando, para quejuzgue
su conducta eon enteraimparcialidad;
se haga cargo de sus faltas y sepa in-
terpretarlas, sin hacer responsable &
nadie de lo que hizo y, de lo queco-
moconsecuencia lesobrevino; y que, re-
cibacomo natural premio 6 castigo me-
recido, las contrariedades 6 satisfaccio-
nes que cada una de las acciones que
practica le haga merecer. Cumplireon
sns deberes, por el valor que le merece
eldeber mismo, no por la esperanza
de la recompensa obligada, es alcan-
zar un principio de moralidad eumpli-
da;eseducarpara llegar ala perfeccién.
tajas progrementir Amuchos. No se dira.que exage-
ro, sie recuerda, que después de una
Ge esas solemnidades, muchos de los
hifios, qnese consideran desairados,
por no haber obtenido todos les pr
inios, que su ambicién leshacta sonar,
ge oneentan quejoros del colegio, del
cual se-vuelven enemigos implacables,
para ir € poblar otro colegio, ante
tayo maestro, expondran la quele
madre 6 hijo, de que se ha cometido
tina injusticia dando los premios 4
@eterminados nifios, atribuyendo lo
practicado 4 un acto defavoritis
Jo que es peor de una vil adulacion-
Estas quejas, las hemos ofdo. estoy
segura, todas Ins personas que nos
consagramos 4 la ensefianza sin que
pueda evitarlo nnestra protesta hon-
rada, por la mancha que se pretende
arrojar, sobre um compariero delabor.
Con esto, creo que el nifio queda sufi-
cientemente desmoralizado, porque
no s6lo se ha vuelto envidioso, por el
éxito de sus compafieros, sino lo que
es mas erave, se torna en ingrato con-
tra quien le consagra afanes y cuida-
dos; y ademas se vuelve injusto y
agresivo.
Podavia existe otra consideracion
en apoyo de lo que afirmo; casi siem-
pre se recompensa al alumno, que ma-
‘yor quietud muestra en la clase, dén-
dose trazas para esconder lo que mo-
valmente es; y como las faltas se mar-
can por el nfimero de veces, que hay
que reconyenir al nifio, se juzga como
el mejor, al que nomerece ninguna ad-
vertencia, aunque su adelanto intelec-
tual se estanque, 4 medida que crec
en presunciGn, sensiblerfa, hipocresia y
goismo. Al contrario, un nino de ca-
ter spc ale pasa
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rie durante las semneve, habla
con sus comparieros 6 les busca juego.
es juzgado y castigado como un mal
aluinno; no importa que tenga und al-
ma noble donde impere 1 franqueza.,
el desinterés. la Jealtad. 1a nobleza, et
Nada. de eso vale, la diseiplina escolar
juzga al nifio por las buenas formas,
mnds que aquellas virtudes que DO tie-
nen aspecto aparatoso para desium—
rar, Lo mismo le pasaré mamana,
en sociedad, donde no importa ser
malo, sino el saber esconder que s° eS
La escuela del disimulo ¥ Ja hipocre-
sia despiertan demasiado temprand,
asociéndose para rebajar la parte mo-
ral del individuo.
Fl nifio necesita erecer penetrado de
que no es posible dejar de cumplir el
deber y que su cumplimiento 10 exige
recompensa; que el amor al trabajo,
es lo que encamina siempre al deber y
queeste produce la mas grande de las
catistacciones. Hay que inculear en el
espiritu del ninio, que quien sebe tra-
bajar vive sin vilipendio, soza.con dig-
nidad, llega 4 ser libre, aprende 4 co-
pernarse y sabe pensar. Es obra de la
Pedagogia el hacer amar el trabajo
creador, regenerador, salvador y que
cfectuado con inteligencia, destruiré
alguna vez, el dominio de la fuerza
bruta amparadora de los exclusivis—
mos y de la barbarie.
Si el premio no mo
duca