juevos Enfoques acerca de la relacién entre
Eaucacién y Desarrollo.
Fernando Storni 8.1.
Se ha hablado mucho de 1a inrluencia de 1a educacién
en el desarrollo. Cuando se habla del desarrollo econémico se es-
pecitica que: 1. la eaucacién influye en la produccién al mejorar
la productividad de la fuerza de trabajo, 2, esta mejora contribu-
ye @ los ingresos més altos de los m4s educados y 3, que la edu-
cacién afecta la distribucién del ingreso.
1a economfa del desarrollo consideré especialmente el primer
aspecto y s6lo @sde hace poco ae ha tratado de profundizar también
en los efectos de la educacién sobre la distribucién del ingreso
y le rigueza. ‘
Pare estos estudios se han realizado especialmente los ané—
lis acerca de 1s plunescién de los ecuracs humanos y el del costo
y beneficio o enfoque de "tasa de rendimiento", en el que el valor
productivo de la educucién est4 encarado como "capital humano".
Donald R. Snodgrass ba sefaledo las limit.ciones de ambos en su tra~
bajo publicado en 1980.
B1 hecho de considerar especialmente al des:rrollo couo
un ienémeno econémico es el primero que entré en crisis y por lo
tanto ls relacién entre desarrollo y educacién sufrié una trans— ;
jormacién. Hoy en dia es bubitual hablar de aeserrollo en un sent
tido mucho més emplio. No es un mero aumento de bienes materiales.
Bg cierto que esta critica 41 dessrrolio se expresé en ¢
primer luger, por los Romanos Pont{fices, cono SS.Juan 4xIII que
llanaba la stencién acerca de que el desarrollo econémico deb{a ir
unido al progreso sociul, que consiste principslmente en la liber-
tad y en le aistribucién equitetiva de los bienes.
rero esta critica ha sido apoyada Giltimamente, aunque no en
forma explicits por el economista Rail Frebisch que en su libro acer=
ca del Capitelismo periférico latinosmericano se refiere precisamen=
te a que el proceso Je dessrrollo mmfmm econémico debe transtormar-
se y ave "ls trsnsiorm.cién del sistema tiene pues que asegurar la
convergencia del objetivo ético de libertai con la equidad?
Como se ve hay algo més que econom{s en el proceso del des-errollo y esto partiendo desde premises econémicas. La libertea y la
equided son parte del progreso social. Uesarrollo y trogreso social
son, por lo tanto, un tnico objetivo que influye no sblo en la
Produccién sino que también debe estar ei servicio del desarrollo
pleno del hombre: de todo el hombre y de todos los hombres.
bgte modo de plantesr el problema del deserrollo intluye
inaudablemente con el papel que le educacién puede cumplir en el
mismo.
Le que se nos pluntes es la conviccién de que @l desarrollo
as{ entendido exige "una velorecidén més activa de las cualidedes
humanas" y es la educacién le encargede de logrer el pleno desen~
volvimierto del tonbré y sus cualidades.
Agi definimos #1 deserrollo como el camino de eelir de situa-
ciones menos humanas hacia situaciones més humanas. 81 desarrollo
debe combatir lag injusticiss pare aue to.os los hombres vivan con-
diciones ma bumanas. Por esc, ya 10 decta Fublo VI, el desarrollo
“exige trunsformaciones audeces, profunianente innovadoras. Hay
que emprender, sin esperar més, reformus urgentes. Cade uno debe
aceptar generosanente su papel, sobre todo los que por su educa-
gién, su eituacién y su poder tienen grandes posibilidades de ac-
cién". (snefclics Populorum Frogressio, n& 42, Subrayado nuestro).
Le realided ce nuestro sistema econémico que he pretendido
alcanzer el desarrollo con olvido de los rincipios éticos ha sido
criticado también desde otro Angulo por xatil brebisch que parece
un eco de los Sumos rontifices cuando ul hevlur del sistema capi-
tulists periiérico nos dice: "hay que reconocer resveltazente sus
grandes tallas, ess fullas cuyo desentace es 1a crisis del siste-
ba. ke también une crisis de valores espirituales, pues el incenti-
vo econémico, junto con su considerable significacién din4mica, ha
Penetruio donde no debiera. Abercan esos valores espiritusles los
principios éticos del desarrollo y van mucho ms lejos. Son valores
trascendentes. Sin ellos no habré cohesién social en un sistema,
por grunde cue sea su racionalidad" (RuG1 Frebiech, Capitaliemo pe~
ritérico. Crisis y Transformacién. Fanao de Cultura Econémice. mé~
xico 1981. pége. 336 y 337).
ucus papel juega entonces la educacién en este desarrollo?bos encontramos auf gon una convergencia de penssmientos en
personalivades como 83.Juan XXIII, Pablo VI y Refil Prebisch que
nos permite decir que la tarea de la educacién antes de relacionar~
se directsmente con el uusento de la produccién de los bienes ma-
teriales debe insistir en presentar a los educandos, sobre todo a
través de la préctica, los valores que sseguren cohesién a2 siste-
ma, como lo dice Prebisch, y que son especialmente le solidaridad,
le Justicia, ly susteridad, acompafidos por eee generosidad ove
pide Fablo VI a los que por su educacién tienengrandes posibilida-
dea de accién, para vencer los obstéculos del desarrollo, en bus-
ca de su equilibrio. :
la verdad es cue nos encontramos que también el desarro-
ilo implica valores Aumanos. £2 primero de estos valores es el rea-
peto por el hombre, por todos los hombres. Ace podewos agregar a
los nombres sen-lados, todavis, el de los Gltimos directores dal
Banco iyndisl, Desde Mec Nemara, Larosiere y Clausen todos han se~
fialado el deber de los paises més desarollados y del Banco Hundiel
y la Ascciacién para el Desarrollo Internacional (IDA) de trabajar
para combatir 1a pobreza por todos los medics. Clausen en abril de
este afto ha seiialedo como los pregstaros del Banco Mundie? a los
paises nés pobres significan shore desde 1979 a 1983 el cincuenta
Por ciento del totul de los mismos; cuundo antes del 68 no alcanza-
ban #1 treinta y siete por ciento. Esta eliminacién de lu pobreza
incluye, indujablemente, la escasez de educacién. 81 desarrollo
equilibrado, como lo ent.enden nuestros autores, exige gue toua la
Poblucién, incluf.a claro «std la rural, pues alcanzar el ejercicio
de eu derecho @ estudiar, de eprender, de acceder @ los bienes de
je cultura, # travée de una instruccién fund.cental comin y de una
itormscién técaica o proiesional de wcuerdo con el progreso de la
cultura de su propio pals, como lo senalaba SS.Juan XIII en la En-
célicu tacem in terris, n@ 14, Bata cutertera de la educacién » toda
la poblscién implica un wejoramiento de le formacién docente para el
trato de los sectores més necesitados, mfg pobres de le poblacién.