You are on page 1of 178
JOSE DE MESA Y TERESA GISBERT HISTORIA DE LA PINTURA CUZQUENA BUENOS AIRES 1962 INTRODUCCION El Virreinato del Peri, con sus limites vivos y cambiantes, desde el afio de 1545, de su fundacién, hasta el afio de 1825, en que fue abolido, fue uno de los focos culturales més importantes de América, siendo el arte una de sus manifestaciones més genuinas, originales y sorprendentes. Harold E. Wethey hizo hace algunos afios un estudio completo de Ja arquitectura virreinal peruana; Harth-terré ha dedicado no pocos esfuerzos al estudio de la escultura; sobre pintura sélo contamos con estudios parciales que no dan un panorama completo, ni siquiera apro- ximado, de lo que fue la pintura en el Virreinato del Pert, Soria ha esclarecido problemas concernientes al siglo xv1; Cossio ha intentado por primera vez estudiar la pintura cuzquefia, pero la pintura peruana no tiene aun un estudio completo. Hay multitud de ensayos y estudios parciales insertados en libros generales de arte, que dan una idea muy pilida de lo que en realidad fue, Este convencimiento, y el carifio por los muchos cuadros que vimos esparcidos en iglesias y museos, nos Ievé hace algunos afios a escribir nuestro libro Holguin y la pintura alto- peruana del virreinato; el mismo interés nos leva hoy a ocuparnos de la ‘pintura cuzquefia, uno de los temas més controvertidos y mis tratados del-arte americano, Lo hacemos bajo la conviccién de que la escuela cuzquefia no es la tinica, sino una de las varias escuelas locales, cons tutivas de la pintura virreinal peruana. Lima cuenta, sin duda, con una escuela propia, otro tanto ocurre con el norte peruano y las excuelas del Alto Pert. Sin embargo, al punto en que estan los estudios, no es posible pasar adelante sin dejar en claro los problemas concer- nientes a la Hamada Escuela Cuzquena, titulo bajo el que se ha agra- pado, sin distincién alguna, cuanta pintura se ha producido en Ja ciu- dad incaica desde la legada de los espafioles hasta los afios de la inde- pendencia, Esta escuela cuzquefia se ha caracterizado por sus innumerables 11 Bintores waiter qro tm dom ‘tygeemn, opal popular, sepremmiaron escenas religiosas Menas de hieratismo y sobredorados, Esta definicion es arbitraria y prematura, ya que la gran documenta por Cornejo Bouroncle nos muestra un importante grupo de pintores gue no participa de los caracteres anotados y que son los verdaderos EAponentes de la escuela cuzquetia, Estos maestros trabajaron en el Siglo xvns siguieron las tendencias europeas y pretendieron. dar a ie pintura cuzquefia un alcance universal. Sélo a partir de 1680 aparece Jo que hoy se conoce como escuela cuzquefia, cuyos caracteres ya hemos anotado, Esta nueva forma de pintura predomina durante tedo el st glo xvi ¥ gira en torno a tres grandes maestros: Marcos Zapata, Mausi, cio Garcia y Pedro Nolasco, Las razones que motivaron la transformacién de la escuela cuzque- Ba del siglo viz, comecta y europeizante, en la. pintura cuzquefia Pepular del siglo xvi, nos Hevaron al estudio de Quispe Tito, que es el directo responsable de este cambio. El maestro indio tiene emcinctee imitadores, que se encargan de llevar a sus iiltimas consecuemenn todas Sus innovaciones, que son la base sobre la que se fundamenta la pintura del siglo xvi. el siglo xvm: el abandono del arte europeizado y correcto, para desembocar en la pin. fura fécil y atractiva de los maestros populares. La pinture colle cs en todo similar a la cuzquefia: su figura clave es Leonardo Flores. El Problema de Potos{ es un tanto diferente, pues Holguin dejé en esta escuela un amor por Ja figura que munca tuvieron Quispe Tito y Flores, Amigos de paisajes ideales donde acttian figuras arquetipos. Para ellos los brocados, los péjaros y las joyas valen tanto como les figuras. Para Holguin es el hombre quien predomina. Presentamos el desarrollo de la pintura cuzquefia desde sus orige- nes hasta la independencia; se sefialan sus raices hispanoindigenas y el Srorme impulso que constituye la figura de Bernardo Bitti, como intr. ductor del manierismo en las tierras altas, El fendmeno del romncimieny en el Cuzco, es comin al de todo el Peri: la ciudad incaica coparticipa de las corrientes impuestas por el jesuita italiano en Lima, el Coleg y Chuquisaca, Los pintores més representativos del Cuzco son posteriores a Pardo Lagos, el tiltimo maestro en el que perdura la influencia de biti te un grupo que florece hacia 1660 y cuyo arte se nutre en las escuelas Peninsulares y otras corrientes europeas; su principal exponente ec Espinoza de los Monteros. El pintor més importante del sigle xvi ea indio Basilio de Santa Cruz, correcto y europeizado, que logra impo- 12 nerse a un grupo de artistas. Sin embargo, es Quispe Tito quien al final triunfa gracias a su estilo rebelde y altamente original. Sobre estas bases hemos resumido nuestro trabajo, con una intro- duccién histérica sobre el Cuzco. José pe Mrsa y Teresa Gisperr, La Paz, diciembre de 1960. 13 LA CIUDAD DEL CUZCO* A historia de Ja ciudad del Cuzco es la historia de la transculturacién de Espafia en América y concretamente en el Pera. Alli es donde a partir de 1534, se enfrentan la cultura nativa del Pera incaico con la cultura de Espafia, que acaba de alcanzar su unidad nacional y entra en cl renacimiento, pujante y ansiosa de conquistar nuevos horizontes, como efectivamente lo hizo, Desde el punto de vista de la escuela de pintura cuzquefia, cuyo estudio pretendemos realizar, lo que mos inte- resa es el medio o la circunstancia en que vivieron y se desarrollaron los maestros que la integran. Se habla de uma fundacién espafiola del Cuzco y efectivamente asi se realizé en 1534 sobre la base de la ciudad incaica. A tal punto es esto cierto que Harth-Terré ha demostrado en algunos articulos suyos como la simbiosis de ambas razas es, en el aspecto arquitecténico, tan elocuente: muchas de las construcciones que se creen incaicas, en el Guzco, son realizadas bajo la direccién de arquitectos 0 maestros espa- fioles por artesanos natives. No es terreno muy propicio para las artes el tiempo transcurrido entre 1534 y 1570. En efecto, muchas de las convulsiones bélicas que sacuden el territorio del Perit tienen por centro el Cuzco o sus alrede- dores. Asi la rebelién del inca Manco II dirige su principal ataque a la capital incaica y el cerco de la misma Meva horas de angustia a los conquistadores. No transcurren cinco afios sin que la lucha fratricida entre Pizarro y Almagro ensangriente la ciudad, que fue escenario de muchas de las peleas entre los nuevos amos de la tierra, Muertos los jefes de la expedicién conquistadora, Pizarro y Almagro, aun quedan 1 El presente capitulo ha sido compuesto a base de las siguientes obras: Anales del Cuzeo, Lima. 1901; Runén Vanoas Usanre, Historia del Perte Virreinato (1551-1600), Boenos Aires. siglo xvi, siglo xvi, 1949, 1954, 1957; Hunmenro VAnquez Macmr caso, José pe Mess y Trnusa Grsaunz, Manual de Historia de Bolivia, La Paz, 1958. 17 sus parientes, y son ellos los que oponiéndose a las Ordenanzas de Bar- celona ‘se alzan en franca rebelién separatista contra la majestad del César Carlos, sefior de aquel imperio donde no se ponia el sol, 1542 a 1546; seis afios de lucha entre realistas y alzados ensangrientan al Pert, ¥ el Cuzco pasa varias veces de bando, considerado siempre como centre estratégico, por su situacién en medio de la ticrra y por ser la antigua capital del imperio. Es en la plaza del Cuzco donde ruedan las eabeone de Tos alzados Gonzalo Pizarro y su Iugarteniente Carvajal, vencidos por el maquiavélico clérigo que enviara Carlos V a pacificar el Pert, Ta fundacién de nuevas ciudades como La Paz, no quitan importancia al Cuzco, cuya preeminencia en el desarrollo politico, econémico y artistico ha de continuar en mayor auge con el fortalecimiento del vires, nato en manos de hombres tan hébiles como don Antonio de Mendoza Tas banderias y rebeliones no concluyen; al contrario, la. pacificacién no fue tal: ya en 1553 vuelve a encenderse la chispa entre los deacon, fentos y es precisamente en la ciudad del Cuzco, Esta vez el porta. estandarte de la rebelién es Herndndez Girdn. Concluye el incidente al cabo de un afio con la consabida derrota del rebelde en Pucard y su Consecuente ejecucién en Lima. Bajo el gobierno del férreo don Andre Hurtado de Mendoza se tomaron medidas drdsticas contra los focos que aun quedaban en el Cuzco; como consecuencia rodaron varies cabezas, Hacia 1554, es muerto en Vilcabamba el iiltimo inca, heredero del ‘trono imperial: Manco II. Quienes luego detentan ese’ titulo, lo siguen manteniendo en rebeldia frente al asentamiento del ereciente poderio espaiiol en el Pera. Algtin Iuca como Tito Cusi, intenta alzar. Se, pero éste, con sagaces negociaciones, fue reducido en 1868 Dos descubrimientos fueron capitales para la vida econdmica de todo el Perit. Ambos acaecieron hacia la segunda mitad del siglo, Son el hallazgo del cerro rico de Potosi y el del azogue 0 mercurio en Huancavelica. El primero en 1545, el segundo en 1560, Ambos se com, plementaban y dieron una direccién definitiva a la economia peruana ex Tos siguientes doscientos aftos. La ciudad del Cuzco enclavada on medio de ambos asientos de riqueza, definié también a partir de ese momento su futuro destino econémico y cultural: centro de produccién agricola y capital cultural del medio Peri Hay en la historia de Espaiia y del Perit dos hombres que son siné- nimos y que se complementan: nos referimos, como es natural, al rey Felipe IL, que marca el apogeo del Imperio Espafiol, y a don Francises de Toledo, que trae al Perit, con su sabio gobierno, el espiritu misionero dle la ‘conquista, concebido por Isabel la Catélica. El periodo de go. bierno del Virrey Toledo (1569-1580), significa para el Peri la etapa inicial de su incorporacién institucional al Imperio Espafiol, les Ordenanzas de Toledo se puede decir que son la carta magna del virrei, 18 nato. Toledo traia instrucciones precisas de Felipe II; debia definir, de una yez por todas, un problema debatido en Espafia desde hacia mas de sesenta afios: el derecho de posesién que tenia la Monarquia a las tierras de América. Voces se habian alzado que la discutian; ahi estaba el largo y constante alegato de Fray Bartolomé de las Casas impugnado por Sepiilveda y otros doctores salmantinos. El ilustre fray Francisco de Vitoria, fundador del derecho internacional, da la pauta para una solucién en sus célebres Relecciones de Indias. Pero para ello hay que comprobar, en el terreno mismo de los hechos, el derecho de posesién que tuvieran los antiguos amos de la tierra: los incas, Por eso es que el Rey Prudente envia al sagaz. Virrey Toledo a hacer las averi- guaciones en la capital del incanato; de ali que el Cuzco fuera la meta principal en la visita de Toledo, El y su séquito realizaron a fondo y en conciencia su tarea, habiendo servido el empefio para sacar a luz las revelaciones més importantes que se han hecho hasta hoy sobre el gobierno, la cultura y las costumbres de uno de los imperios mas gran- des de América. Las averiguaciones de Toledo son fruto de las conti- muadas encuestas que se hicieron a los naturales; producto de este trabajo son la Historia Incaica, de Sarmiento de Gamboa y la Historia Natural y Moral de las Indias, del padre Acosta; asimismo, toda la vasta exploracién arqueolégica iniciada por Polo de Ondegardo, que se resu- me en Ceques y Adoratorios del Cuzco. Es durante la época de Toledo cuando con mayor fuerza se enfrentan los productos culturales de Espafia y Perdi, abriendo amplio campo a la mestizacién cultural —valga el término— que dard sus més sazonados frutos en el siglo xv. No hay hombre perfecto y Toledo, como todos, tuvo su error para la posteridad: Ia ejecucién de Tupac Amaru, el tiltimo descendiente de los incas. Con ello concluye, en el siglo xvr, la oposicién formal de la nobleza incaica a la dominacién hispdnica. ‘A la conclusién del gobierno de Toledo, quedé el pais organizado y con sus metas politica y econémica muy bien sefialadas; por ello, hacia 1585, aparecen en el Cuzco los primeros resultados del cultivo organizado del trigo y del maiz, hecho por los espafioles, pese a que la regién se veia afligida por uno de los mayores azotes epidémicos que asolaron el Pert: la viruela y el sarampién, que por ser enfermedad mueva para los aborigenes, los diezmé literalmente. Con altibajos ¢ intervalos duré hasta 1590. La época del Virrey Toledo fue en todo el Perit, y légicamente en el Cuzco, el periodo de mayor florecimiento en todos los érdenes de la vida y de la cultura, Coinciden en ella la aparicién de nuevas corrientes del pensamiento con Ja Iegada de los jesuitas y la nueva generacién de hombres de cultura de Espafia; el aprecio y estudio de Tas antiguallas del Pert, como se lamaban los restos de las viejas culturas precolombinas; la aplicacién de las reformas tridentinas, que 19 dada Ia fe de entonces, en el aspecto religioso significan um nuevo enfoque del pensamiento y de la vida, y la introduccién del manic rismo en el arte y en la literatura, La ciudad del Cuzco fue sede de obispado desde 1536 (uno de los mis antiguos de América), ademés de ser la antigua capital del Impe- Ho Incaico y la ciudad de mayor importancia en todo el Pert durante el siglo xv1, Al erigirse el obispado concentré en ella las casas matrices de las Srdenes religiosas. Asi fue cabeza de la provincia fhanciseans de San Antonio de los Charcas. El primer convento dominico que we fonds ex el Peri, estuvo en el Cuzco; los mercedarios mantavieron convento [ua Sats Giudad desde 1536 y los agustinos se establecioron alli desde 1559, los jesuitas, once afios después, en 1571. La existencia de esta one’ religiosas amén de varias parroquias para el adoctrinamiento de indios, tanto dentro de la ciudad como en sus alrededores, produjo hacia fines del siglo xvr una intensa labor de construccién y decoracién de templos, que hizo florecer el arte en la ciudad. EI perfodo de paz que habia vivido el Perti en las décadas octava y Rovena del siglo, se vio alterado en la ultima por bandos y descoss Henge £2 Varios puntos del torritorio a los que no fue ajeno el Cuzco, haciéndose sentir en la ciudad los banderios y partidos provenienter se la diferencia entre las autoridades de la Audiencia en Charcas, A mic de esto, 1a inquietud se propagé con motivo del rumor de alzamicnns general de indigenas y mestizos, en el que al parecer tuvieron parte activa algunos ingleses. Complicése en estos sucesos la figura dev don Carlos Inca, prominente miembro de la nobleza incaica, que, después de jnicio, fue exculpado, no habiendo escapado al cadaleo otros conju. rados, en 1601, En 1598, habia fallecido en el Escorial el Rey Felipe Il, infausto Sneeso que fue lamentado en todo el Pert, habiéndose hecho en'el Cuzco, costosas honras ftimebres en su memoria. Gon la muerte de Felipe TL 7 01 sdveniotientn al troma de au hijo Felipe IT cocluye una simpa importante de la situacién politica y econémica del Peri: la organin cidn y el asentamiento de las instituciones espafiolas, y se inicia el desenvolvimiento normal de la vida virreinal, Suceso importantisimo desde ol punto de vista cultural, es para Ja ciudad del Cuzco la fundacién del Seminario de San Antonio Abad, realizada dos afios antes de la conclusién del siglo y que como focn de formacién religiosa fue centro de difusién de ideas y germen de la futura Universidad del Cuzco un siglo después Iniciado el siglo xv, uno de los actos de gobierno del novel mo- narca Felipe TIT fue la abolicién del servicio personal de indios en muchos aspectos, Esta Real Cédula firmada en 1601, desgraciadamente Como muchos otros documentos que demostraban la ‘recta intencién de los gobernantes espafioles, no fue puesta en préctica por las autori. 20 dades del Pert, que velan en su aplicacién sélo el perjuicio econémico que podian provocar. Tuvo naturalmente su repercusién en el Cuzco, donde la poblacién indigena era muy elevada en nimero. Un hecho muy importante y significativo para la historia y apre- ciacién del Cuzco tavo lugar en 1609 en Lisboa: la publicacién de los Comentarios Reales de los Incas, de Garcilaso de la Vega, el Inca, Gra- cias a este ilustre literato ¢ historiador que era descendiente de los Incas ¥ que habia salido de la ciudad del Cuzco en 1559, se conocid en el mundo el imperio incaico y su capital, el Cuzco, La fama mundial que alcanzé el libro de Garcilaso, ha hecho de esta ciudad una de las mas célebres y conocidas de América precolombina ¢ hispana, En el si- glo xvi, la historia del Cuzco, influida por su estable economia, se desarrolla en un remanso de tranquilidad frente al tumulto de las ciudades y poblaciones mineras del Alto Peri, y es que la vida de esta ciudad gira en torno a la produccién agricola ‘como centro econémico. Politicamente el nuevo siglo se inicia con la Iegada a Lima del Virrey Montesclaros, en 1608, y la creacién del Consulado de Comercio en 1613, Dicha institucién, muy discutida, influyé en los destinos eco- némioos y sociolégicos de todo el Perd y por lo tanto del Cuzco. En 1614 la ciudad afirma su sefiorio y abolengo mandando poner cen los registros de escrituras puiblicas el mote: En la gran ciudad del Cuzco, cabeza de los Reinos del Perit. Las fiestas que en 1617 se celebran en honor de Ja Inmaculada Concepcién, fiesta instaurada on toda Espatia, crea seguramente la enorme produccién de cuadros de este tema del cual Quispe Tito es el principal intérprete, Al lado de la celebracién mariana debié tener honda repercusién el motin descubierto en Lima, y que al decir de las autoridades espa- iolas estaba organizado por los indios. Estos queriendo recuperar sus antiguos dominios planearon una sublevacién que debia estallar en Lima en connivencia con el Cuzco, Este intento, como tantos otros del mismo siglo, en diversas partes del Peri, fracasé. Quizé a raiz de esto se instala aquella comisién de Extirpacién de a Molatria, que recogié y destruyé en el Pert todos los idolos y guacas aun existentes, Hevando a los hechiceros y sacerdotes de la antigua reli- gién a casas de correccién y adoctrinamiento cristiano en Lima, Juli y Chuquisaca. La vida cultural de 1a ciudad se incrementé con la fundacién de dos casas de estudios superiores: el Seminario de San Antonio Abad (1619) y el de San Francisco de Borja (1620). A ello afédase la construccién del Corral 0 Casa de Comedias iniciada en 1622 y se verd que el desarrollo intelectual del Cuzco era tan intenso como el de Lima o Chuguisaca, Hay que hacer constar que las dos Universidades: Ja de Chuquisaca (1624) y la del Cuzco (1623) se fundaron con apenas un afio de diferencia, 21 a. ik 2 n ounauan wmcnerat -amea. | ote sain 2 tana ie tains ononias 8 aorta mae owen u teu | omveweus ee I ensue sabres { Me dvessa fermaafe > | env tan Mapa de la resin del Cuzco ¥ lago Titicaca, los pueblos en que existen cuadros menci en el que se marcan ‘ionados en el texto, La década 1630-40 transcurre dentro de una tranquilidad sélo inte- rrumpida por los sucesos de crénica que describe el autor de los Anales del Cuzco, y por las fiestas hechas en homenaje a la jura del principe Baltasar Carlos, en 1632, y por las egadas y ébitos de obispos, ast como también por la posesién de nuevas dignidades eclesidsticas, regu- lares y seculares. Todos estos hechos constituian verdaderos aconte- cimientos, Un suceso que debié sacudir fuertemente la conciencia catélica de la ciudad, fue sin duda el descubrimiento realizado por la Inquisicién, de cinco sinagogas (entiéndase por sinagogas, reuniones de judios con fines religiosos), celebradas en casa del judaizante Pedro Montero de Espinoza, alrededor del afio 1634, A primera vista no causa extrafieza el asunto, pero si se comprende Ja profunda repercusién que debié tener en la vida social, econmica e intelectual de la ciudad la existencia de un niimero suficiente de judios para poder mantener una sinagoga. La mayoria eran mercaderes y gruesos, segim el autor de los Anales. Castigados por el Santo Oficio, los cuantiosos bienes de los seguidores de Moisés pasaron a poder del fisco y la casa citada se convirtié en tambo. No se puede menos que pensar que aquellos israelitas tuvieran en su seno algunos intelectuales. La sinagoga supone la existencia de rabinos, que ficles a las leyes talmiidicas esparcian sus ensefianzas. Es probable que queden algunas huellas de este movimiento semita en las artes y en la vida intelectual del Cuzco. Aunque nada se puede afirmar es curioso el hecho de que uno de los principales pintores de esta época a Juan Espinosa de los Monteros, cuyo apellido es idéntico al del dueiio de la casa en que se celebraban las sinagogas. La Iuctuosa fecha de 31 de marzo de 1650, sefiala para la ciudad Ja destruccién casi total de sus monumentos y principales edificios por el terrible sismo que sacudié la urbe y sus contornos. Segim testimonio de Ia época se sintié este terremoto en todo el Collao y Altiplano hasta Sicasica, Desgraciado suceso, fue sin embargo, con fortuna. Pese a las terri- bles pérdidas de vidas y materiales, sefialé el comienzo de la grandeza monumental que hoy vemos en la ciudad. En efecto, a partir del mismo afio se comenzé la reconstruccién de la urbe que ya no iba a parar hasta los comienzos del siglo siguiente, Esta reconstruccién pareceria suponer una gran prosperidad econé- mica, Sin embargo no fue asi. Hacia mitad del siglo, quizés desde 1644 en adelante, comienza para el Perti y especialmente para la zona alta, un periodo de crisis econémica, Esta crisis se veré aumentada y empeo- rada por la rebaja de la moneda realizada por las autoridades a conse- cuencia, entre otras causas, de las falsificaciones en Potosi. Enorme debié ser la influencia de esta pérdida econémica para el Cuzco, pues 23 los primeros afios de la década de 1650 vemos las continuas reclamacio- nes de los indigenas que veian afectada su economia con el pago de tributos cancelados ya, en una moneda de mayor valor. Asimismo las exportaciones agricolas y de paiios, de los que el Cuzco era principal proveedor, se ven disminuidas y mermadas. No por ello cesé la actividad social en la villa y hasta el pueblo de San Sebastién, donde trabajaba Quispe Tito, debieron legar los ecos de las grandes fiestas hechas en 1651, cuando solemmemente se proclamaron por patronos de la ciudad Incaica a la Virgen conocida con el nombre de la Linda y a Santiago Apéstol. Esta proclamacién se hizo teniendo en cuenta el sefialado favor que hicieron estos celes- tiales personajes a los espafioles sitiados por el Inca Manco II en la ciudad un siglo antes, Poco a poco vieron los habitantes del Cuzco, como de las ruinas y de los toldos levantados en Ia plaza y en que vivieron las drdenes religiosas durante algiin tiempo, se iban levantando pujantes y nuevos, los templos y conventos. Alli se alza, primero, el de San Francisco, como le correspondia ya que en las lides de la conquista los frailes del sayal de Asis, habian Hegado junto a las primeras huestes de Pizarro. La emulacién de las érdenes es grande para tener en la ciudad la iglesia y convento en que mejor se albergase a Dios. Y asi la ciudad contempla aténita en 1651, la cuestién promovida por el Cabildo Ecle sidstico y Civil contra los Padres de la Compaiifa de Jestis por querer éstos ocupar parte de la plaza a fin de hacer su Iglesia més larga Enojosa y larga fue la cuestién, que se levé hasta el hecho de emitir el Cabildo una prohibicién formal en 1656, para que no se con- tinuase el edificio. Fue consiguiente la divisién de opiniones en la ciudad, pero los jesuitas no se inmutaron y el majestuoso edificio de Ja orden se continué elevando hasta Uegar a su término. El afio de 1654, debié ser para el Cuzco de gran regocijo pues durante él, vio la terminacién de la fabrica de la Catedral. Comenzada hacia mds de un siglo, habia visto el empefio de artistas de primera categoria como Veramendi, Becerra, Carrién y tiltimamente el de Gu- tiérrez Sencio y Chaver de Orellana que la concluyé en un esfuerzo verdaderamente titanico después de los dafios causados por el terremoto de 1650. Las obras de embellecimiento interno y probablemente la fachada, debiéronse concluir después, ya que la consagracién se hace en 1668. Toda la década de 1650-60 es de febril actividad constructiva y durante ella los arquitectos, maestros de obras, ensambladores, etc., son muy solicitados, como se veré a través de los multiples ‘contratos, parcialmente publicados. La década siguiente, en cambio, es la de los pintores, Los claus- tros e interiores de las iglesias se habfan terminado ya y colocado algu- 24 nos retablos, Faltaba tan sélo ornar los muros con lienzos describiendo en ellos las glorias de la Iglesia y las érdenes respectivas. Alli se ve la obra de los Quispe, de los Espinosa, de los Rivera, de los Sapaca Inga, etc., y de tantos otros que dejaron en esta década y Jas siguientes las muestras de su arte para la contemplacién de los fieles y de la posteridad El afio de 1668, junto a la consagracién de la Catedral y de San Francisco, vio el Cuzco el fastuoso desfile de los ejércitos y la comitiva del Conde de Lemos, aquel gran Virrey del Peri que de regreso a Lima pasé por la ciudad, Importante debié ser la visita pues en créni- cas y anales, como en inscripciones y cuadros, se recuerda el aconteci- miento. Desusada era la visita: pocos mandatarios del Pera realizaron giras de esta categoria, Seré bueno traer aqui a colacién, el jubilo y fiestas similares realizadas en Potosi, en caso similar, medio siglo des- pués, en 1716, al paso por la Villa Imperial del electo Virrey Arzobispo Rubio Morcillo de Aufién. Como ya se sabe, tal evento fue inmortali- zado por la pluma de Fray Juan Torres y del historiador Orsua y Vela y por el pincel de Pérez Holguin, que nos dejaron las mejores muestras de su talento en la descripcién de dicha entrada, No se debe descartar en la historia del arte la obra y funcién de los mecenas, y pocos ha habido en toda la América del siglo xvn, tan importantes como el obispo don Manuel Mollinedo y Angulo. Quizas slo se le pueda comparar a su colega en dignidad, el Obispo de La Paz, Juan Queipo del Llano y Valdés, La Iegada del Obispo Mollinedo al Cuzco, en 1673, sefiala para la ciudad el comienzo de un periodo de prosperidad para su progreso artistico y constructivo, que sélo iba a cesar a la desaparicién del insigne prelado, al cerrarse el siglo, La actividad y mecenazgo de Mollinedo fue incesante durante las décadas 1670/80/90. Si hoy se hace una visita al Cuzco, desde el punto de vista artistico, se ver que la parte constructiva y orma- mental, data en su mayoria del tiempo del insigne prelado, "Iglesias en Ja ciudad, en los pueblos de la didcesis, retablos inmumerables, mag- nificos frontales y objetos de plata, cuadros por millares, marcos, etc.; todo recuerda el paso por el Cuzco de los Mollinedo, pues no fue solo uno, el obispo, sino también su sobrino, el Parroco de la Almudena: don Andrés Mollinedo, Bajo el patronato de los Mollinedo florecieron artistas de la talla de Tomés Tuyru Tupac, Basilio Santa Cruz, Marcos Rivera, Martinez de Oviedo, etc. Junto a los edificios de la ciudad, se levantaron los de los pueblos de la didcesis y entre ellos merece especial mencién el de San Sebastian, lugar del taller de Quispe Tito, que gracias al esfuerzo del obispo y los caciques del lugar se concluyé exteriormente en 1664 y su decoracién 26 iMerior en 1678 con la hechura del retablo mayor de Ia parroquia por el insigne artista Martinez, de Oviedo. Afios después, en 1688, muere en el Cuzco el doctor don Juan [ipinosa Medrano, parroco de San Cristdbal y Chantre de la Catedral. Mas conocido con el nombre de Lunarejo, ‘es la mis grande gloria literaria del Peri, en este periodo, Fue estrictaments contemporsneo del grupo mas grande de artistas plasticos que produjo el Cuzco en el Geto xvi: el arquitecto Chavez. de Arellano, el ensarsblade Martinez de Oviedo, el escultor Tomés Tairi Tupac y el pintor Diego Quispe Tito, La problemética que plantea el desarrollo de Ia. sucesos en el Virreinato del Perit durante el siglo xvm, es muy compleja. En profu- sién de libros y articulos se han estudiado las sublevaciones indigenas de fin de siglo y se las conoce mis o menos perfectamente; pero la causalidad de las mismas y las razones que a elles llevan, se remontan a Jos origenes del siglo y no se conocen tan bien. Sin atian profun- damente el problema, creemos que hay que analizar a génesis de la sotiedad del siglo xvm, en la economia de los diverses estesne sociales, en los altibajos de Ja produccién minera, en la decadeacie general de la monarquia espatiola y en la mala administracién del gobierno, sobre todo en las ramas més altas del frondoso arbol de la buroeene virreinal, No nos queremos pronunciar sobre ninguno de los puntos anterio- Fe ye Mo hemos estudiado, pero si nos permitiremos sefalee algunos de los problemas, ya que atafien en general o on particular a la ciudad del Cuzco, Bl paso del siglo xvi al xvi marca el cambio dinéstico en la casa reinante de Austria a la de Borbén, Los Borbones traen puntos de iste diferentes a los sustentados por Espaiia hasta entonces, Podemos decir que Espafia en general se abre un poco a las corrientes de pensa- miento, de cultura y de comercio europeas, hacia las que habia perma- necido corrada hasia entonces. Prucha de ello es el navin francés de Rermiso, que Uegaba al Callao desde 1708 hasta 1720, wate menos, Al parecer este comercio tavo ventajas, pues permitié al Pact comerciar Tevenerctderia francesa y europea; pero a cambio de ello estoe baron Hevahan, sin dejar los impuestos correspondientes, barra do oro y plata El contacto comercial trajo consigo el intercambio cutee, Hacia 1735 visité el Perit la expedicién de La Condeming que fuera de su trabajo cientifico, fue de gran beneficio para le sociologia, por el hecho de que entre los aniembros de dicha expedicién sean Jos espa- Roles Jorge Juan y Antonio de Ulloa, El informe de amhes abe. el estado sociolégico del Pertti fue de trascendental importancia para el futuro gobierno del mis Este intercambio cultural con Francia produjo en el Peri, como Jo habia hecho en Espafia, un cambio de la manera de pensar, en las costumbres, y aun en la misma moda; se refleja esto bn le pintura 26 cuzquefia del siglo xvi en 1a que aun los personajes de la Corte Celes- tial ostentan vestimenta “a la francesa”, Citaremos algunos sucesos importantes del siglo que hubieron de influir en la vida cotidiana del Cuzco, Durante todo el siglo se sigue agitando la cuestién que se habia discutido en el xvi del manteni- miento 0 supresién de la mita, En 1720 por real cédula se suprimié la de Huancavelica, pero, como siempre, primé el criterio econémico de los mineros y la real medida quedé casi sin efecto, No olvidemos que de la regién del Cuzco concurrian muchos indigenas a esta mita y que por Jo tanto la medida tuvo repercusién en su vida. Un afo antes asolé la regién una epidemia de célera o tifus exantemitico durando casi dos afios; diezmé la poblacién indigena del Cuzco y toda sw regién como otrora (en 1589) dejando por saldo en la ciudad 20.000 muertos y en Jos pueblos de los alzededores unos 40,000. Como consecuencia so’ pro- dujo una enorme escasez de viveres en toda la zona con el consiguiente hambre. La cotidiana tranquilidad de la vida virremal se vio interrumpida en la ciudad del Cuzco, hacia 1730-32, por el pleito surgido entre la audiencia de Lima y el Obispo Fray Bernardo Serrada, por el nombra- miento de un cura, A esto se afiadié el conflicto que se produjo entre el tribunal de la cruzada y don Alonso Marcétegui, comisario de la Inquisicién. Este tipo de pleitos de competencia y' de preeminencia que hoy nos extrafiarian, en la época virreinal tenian gran importancia, pues en general se hallaban basados sobre el concepto del honor. En los citados pleitos acabé por iriunfar el poder civil, hecho bastante sintomatico del periodo que se vivia. A partir de 1738 se comienzan a incoar los procesos sociolégicos y revolucionarios que van a caracterizar, en Ia historia del Peri, toda la segunda mitad del siglo, Hoy nos damos cuenta de que la cansa prin- cipal de todo este proceso es el mal trato de que en general eran ‘objeto los indios, sobre todo por parte de corregidores y autoridades menores. Desde el siglo xv1 el clamor es constante, los reclamos casi cotidianos; estos reclamos hechos ante las autoridades virreinales y muchas veces clevados hasta la corona, daban por resultado medidas paliativas, que muchas veces no tenian efecto, Madrid estaba muy lejos del Peri y las tropelias, las exacciones, los latrocinios, abusos de auto- ridad, etc, de tal o cual corregidor 0 cacique se conocian demasiado tarde y los procesos tardaban tanto en el largo camino desde las audien- cias al Consejo de Indias y de éste al monarca, que el mal levaba camino de tener poco remedio. Durante el siglo xv, hubieron ya algunas rebeliones y alzamientos indigenas y populares, que no tuvieron mayor resultado. En el si- glo xvm1 el proceso sociolégico en el Perti y por Jo tanto en el Cuzco, se va agudizando. Los indigenas que habian tomado poca parte en la 27 vida social, empiezan a despertar de su letargo y a intervenir activa Tronte en Ios reclamos. El siglo xvi es el siglo de una clace sociel Ja mestiza, que elevada en mimero por el natural proceso diolégico, ceed ca Nenit activamente en la vida politica del virreinato, ccupando cada vez cargos més altos. No olvidemos que ol mecine Suelse @ Yexier acess al sucerdocin -y lege a caegos tiles wa al ot glo xvi. De acuerdo a los censos el mitmero de blancos habla descen dido en el Perit en forma alarmante lo que agudizaba el problema, Ta historia de Ja sogunda mitad del siglo xvi en el Cusco como £2 otras partes del Peri es la historia de los movimientos revoluciona. Hos alzamientos de indigenas que en forma desorganizada, pero ce tame onstituye el legato més grande realizado por los indigenas en favor de sus detechos y reivindicaciones. Aun hoy. los historielones se hallan divididos en el aspecto real que tuvieron estas revoluciones Rotines y alzamientos, y si fueron en procura de la independencia ¢ simplemente en busca de una reforma parcial del régimen politico en que vivian, Como un torbellino se suceden en el vitimo tercio del siglo la crea: Gion, del Virreinato de Ja Plata, la expulsién de los jesultae la vooko de Amat a Espafia y el gobierno de Guirior, aquel Virrey que se con- Fan em, los dolorosos reclamos de los indigenas. Pronto llega al Visitador Areche, sin duda la figura més funesta del siglo. El Vigeedee no conforme con el Virrey consigue que éste yuelva a Espafia, a haverse cargo del juicio de que injustamente se le hiciera objeto. Aveche pone en Tugar de Guirior, hombre de férrea voluntad, a Jéuregui a quien maneja hébilmente y a quien le toca gobernar el Perti en altos crudielen de su historia: 1780-1783. Es en la sierra, en el Cuzco, concretamente en Tinta, donde surge Ja rebelién de Gabriel Condorcanqui, quien so alza bajo el nombse ae Tupac Amaru; su historia es demasiado compleja y sus repereucioncs muy grandes para que pretendamos sintetizarla, Merece tn estudio aparte, y Ja historia del Cuzco en el siglo xv parece que es en gran arte el camino para esta rebelién, que una vez frustrada pone término al _apogeo de indios y mestizos, marcando el fin del ccala Parroco andino, aunque alguna de sus formas. persista, lejos de los centros urbanos, hasta muy entrado el siglo xrx. A partir de entonoes Se entra en el neoclasicismo y en Jos prolegémenos de la independencia, 28 LA PINTURA CUZQUENA DURANTE EL SIGLO XVI N22, fécil reconstruir el proceso por el cual nace tal o cual tendencia artisticas mucho més dificil es encontrar en América las raices de lo que fue el arte virreinal. La falta de documentos, la inaccesibili, dad de buena parte de las obras conservadas (sobre todo en pintura), el mal estado y la dispersién de otras muchas no permiten decir hoy cuales son Jos primeros pasos de la pintura virreinal, y haciendo excep- cién de Quito, poco o nada se puede decir de lo que ocurrié desde los afios de la conquista (1534 para Cuzco) hasta 1580. Nosotros expon- dremos aqui todo aquello que pudo contribuir a formar Ia pintura cu quefia, aunque queremos hacer una salvedad: no es demasiado impor. tante saber qué ocurrié en aquellos afios del siglo xv1, para comprender el desarrollo de la pintura cuzqueiia ulterior, y no es importante porque a raiz de la Ilegada de tres pintores italianos al Peri entre 1580 y 1600, el mundo de las artes en el virreinato cambia por completo La pintura indigena como antecedente Es corriente pensar que los indios, si bien eran habilisimos para la arquitectura *, desconocian por completo el arte de la pintura. Por esto se ha supuesto que Ja pintura virreinal se debe integramente a la for. macién europea que recibieran los artesanos. Los estudios hechos hasta hoy tampoco permiten hablar de una influencia indigena en la pintura del siglo xv1; los rasgos que se pueden considerar propiamente america. nos aparecen muy tarde, en la segunda mitad del siglo xvm, y plena. mente en el siglo xvi. Sin embargo, no podemos pasar por alto las Hie tte Hawra-menné, Contribucién al estudio de la Arquitectura del Cuzco; los tdtimos canteros incaicos, 11 Congreso Nacional de Historia, Lima, 1958. 29 manifestaciones pictéricas de los indigenas en el momento de la con- quista y algo después, manifestaciones que tienen su pequefio lugar en la pintura del virreinato. En Jas culturas anteriores a los Incas, encontramos con alguna frecuencia telas pintadas, siendo las mas conocidas las del tiltimo periodo Chimu, dos de las cuales publica Means en 1932%, No sabemos que esta técnica haya persistido entre los incas, pero algtn tipo de pintura recogieron éstos de las cultures precedentes, puesto que nos consta que hicieron pintura en més de una ocasién, La forma més usual en que Jos incas usaron la pintura es para decorar los famosos queros (fig. 1), algunos de los cuales son anteriores a la conquista y otros coloniales 4, perdurando su uso hasta el siglo xx, como se demuestra por algunos queros cuzquefios que tienen la imagen del libertador Bolivar. Los més finos de estos queros se trabajan hacien- do incisiones en ellos segiin un dibujo determinado y Iendndolo de color. En La Paz (Museo de Murillo), hay um hermoso cofre, con motivos europeos y por Jo tanto de la época virreinal, al parecer

You might also like