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La Empresa de Colón

Las efemérides del 12 de octubre, causaron una discusión amistosa de dar crédito al
verdadero descubridor de América. Hubo referencias a los atlantes, los egipcios, los
fenicios, los cartaginenses, los vikingos, naciones, y a Leif Erikson, Zheng He, Juan Cousin
y Cristóbal Colón, el último y único acreditado, a pesar de dudas y cuestionamientos.

No importa quien tuviese razón, el caso es que quien llegare primero se encontró con
pobladores aquí. Este argumento, sin embargo, es maltratado por la aseveración de
Washington Irving en el prólogo de su libro “Vida y Viajes de Cristóbal Colón” en el
sentido de que la evidencia arqueológica muestra antiguos habitantes del continente
americano con características culturales y morfológicas diferentes a las de quienes se
hallaron durante la colonización. Siendo así, habríase probado que los indígenas habitantes
del Nuevo Mundo eran también invasores.

Lo indiscutible y trascendente es que Cristóbal Colón sostiene la llave de apertura de la


simbiosis responsable de la existencia de un continente multifacético en términos étnicos,
lingüísticos y culturales.

Sobre Colón, Irving (op. cit) dice que “...su verdadero apellido es Colombo, latinizado por
él en sus primeras cartas Columbus...”, con la aseveración de que Fernando, hijo de Colón,
explica que su padre alteró el apellido para que no se confundiesen sus descendientes con
los de las ramas colaterales (ibid), por suponer que su nombre romano era Colonus.

En latín, columbus significa palomo, y colonus colono, campesino, lo cual podría revelar
una intención de Colón de aparecer como noble. Se supone que nació Colón en Génova,
Italia, como Cristophoro Colombo, hijo de un matrimonio de humildes tejedores:
Doménico Colombo y Susana Fontanarrosa. De pequeño no tuvo interés en el oficio de sus
padres pero sí por la geografía y la navegación, y desde muy joven trabajó como grumete,
desarrollando su interés con la lectura de textos y mapas de su época.

Se hace navegante y, convencido de que la tierra es redonda por lo que se puede llegar a
oriente partiendo hacia occidente, busca convencer a Juan de Portugal y luego a los Reyes
Católicos de España de que financiaran su proyecto. Con la ayuda de figuras importantes de
la iglesia y las cortes, logra el apoyo de Isabel y Fernando, que se plasma el 17 de abril de
1492 en un contrato ventajoso para un Colón carente de fortuna (ver Johán de Coloma en
“Capitulaciones de Santa Fe”), que se firma en Santa Fe de Las Vegas, Granada, y que
adicionalmente, le devengará un diezmo de los beneficios y la posibilidad de invertir una
“ochena parte” del costo de los recursos físicos:

“...que Vuestras Altezas como Señores que son de las dichas Mares Oceanas fazen dende
agora al dicho don Christoval Colon su almirante en todas aquellas islas y tierras firmes que
por su mano o industria se descubriran o ganaran en las dichas Mares Oceanas para durante
su vida, y después del muerto, a sus herederos e successores de uno en otro perpetualmente
con todas aquellas preheminencias e prerrogativas pertenecientes al tal officio, ...”

“...que Vuestras Altezas fazen al dicho don Christoval su Visorey e Governador General en
todas las dichas tierras firmes e yslas que como dicho es el descubriere o ganare en las
dichas mares, e que paral regimiento de cada huna e qualquiere dellas, faga el eleccion de
tres personas para cada oficio, e que Vuestras Altezas tomen y scojan uno el que mas fuere
su servicio, e assi seran mejor regidas las tierras que Nuestro Señor le dexara fallar e ganar
a servicio de Vuestras Altezas.”

La ejecución del contrato tuvo como primer producto la elaboración de una Real Provisión
de los Reyes Católicos que fue leida y colocada en la Iglesia de San Jorge en Palos de la
Frontera, en Huelva, el 30 de abril de 1492, con el siguiente texto:

“... Vien sabedes como por algunas cosas fechas e cometidas por vosotros en desserbicio
nuestro, por los del nuestro Consejo fuistes condenados a que fuésedes obligados a nos
serbir dos meses con dos carabelas armadas a vuestras propias costas e espensas cada e
quando e doquier que por nos vos fuese mandado so ciertas penas, segund que todo más
largamente en la dicha sentencia que contra vosotros fue dada se contiene. E agora, por
quanto nos avemos mandado a Christoval Colón que vaya con tres carabelas de armada,
como nuestro capitán de las dichas tres carabelas, para ciertas partes de la mar océana sobre
algunas cosas que cunplen a nuestro servicio e nos queremos que llebe consigo las dichas
dos carabelas con que asy nos aveis de servir...”

Se obtuvieron las carabelas La Pinta, de Gómez Rascón y Cristóbal Quintero y la Niña, de


Juan Niño, y la nao La Gallega, de Juan de la Cosa, esta última, fletada por Colón, fue
renombrada La Santa María y usada como la nave capitana de la expedición, teniendo
como maestre a Juan de la Cosa, la cual zarpó el 3 de agosto de 1492 con retraso, porque la
Corona concedió una extensión a los judíos desde el 30 de junio hasta el 2 de agosto para
que evacuasen España, con una tripulación de al menos 90 hombres que se consiguió para
las tres naves.

Parece que no hubo tiempo de inspeccionar las naves o que Colón eligió las Canarias como
su base de operaciones. El hecho es que la expedición recala en éstas después de varias
averías en camino y allí se acondicionan las naves y se toman provisiones para el viaje,
aunque tales operaciones usaron alrededor de la mitad del tiempo del compromiso dictado
en la Real Provisión de Palos.

Salen de Canarias, de La Gomera, el 6 de septiembre de 1492 y tras un azaroso viaje lleno


de sorpresas, inquietudes, zozobras e intentos de insubordinación, llega a San Salvador,
llamada Guanahaní por los indígenas. el 12 de octubre de 1492, en Las Bahamas,
maravillando a todos los expedicionarios.

Para los Reyes Católicos de Castilla y Aragón, el año de 1492 produjo eventos de enorme
trascendencia para el futuro de Europa, todos con sus auspicios: (1) la expulsión de moros y
judíos que eliminó el mejor capital humano de España e incitó la piratería del norte de
África contra España, (2) la ascensión de Rodrigo Borja al trono de Roma como el Papa
Alejandro VI, quien otorgó derechos exclusivos de conquista en el Nuevo Mundo a España
y Portugal en todo el globo terráqueo en 1493, incitado así a los demás países europeos a
desafiarla mediante el uso de corsarios, y (3) el fracaso de Cristóbal Colón en su empresa
de hallar una ruta más corta para llegar a la India, que se convirtió en enorme éxito al
encontrar un mundo nuevo para Europa y España, que logró la recuperación económica de
España.
Marcos R Taveras es Consultor Privado
marataveras.blogspot.com
marataveras@gmail.com

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