Los incas

RITOS FUNERARIOS
Al igual que las otras poblaciones de la regin andina, los incas crean que la vida continuaba despus de la muerte.
Los muertos entraban a forma parte del misterioso mundo de los huacas, trmino que designaba genricamente a todo
aquello (amuletos, dolos, santuarios) que guardaba conexin con un poder sobrenatural, con una fuerza oscura.
Se deba suministrar a los muertos una morada confortable y un ajuar adecuado para afrontar la nueva vida que
habran de encontrar. Si no se sentan a gusto o se vean abandonados regresaran sbitamente, para arrastrar consigo
el alma de algn pariente, que les hiciera un poco de compaa.
En las zonas costeras, las tumbas estaban constituidas por profundos pozos cavados en la arena. En el altiplano, sobre
todo en la regin sagrada del lago Titicaca, se alzaban en cambio las chullpas, torres redondas o cuadradas que se
construan con gruesos bloques de piedra, superpuestos.
Los difuntos eran sometidos a un proceso de embalsamamiento parcial (el clima rido hace que el cuerpo se seque, sin
descomponerse) y se colocaban en los sepulcros sentados o en posicin fetal, envueltos en mantas, esplndidas
prendas tejidas que a veces eran verdaderas obras de arte. A los personajes de cierta jerarqua se les colocaba sobre el
rostro una mascarilla de oro.
Al lado de la momia se depositaban alimentos, un poco de maz, algunos cuencos conchicha -una especie de cerveza
extrada del maz-. Junto a las provisiones, las herramientas de trabajo, los objetos de la vida cotidiana, las pequeas
cosas por las cuales en el curso de su existencia terrena el difunto haba mostrado predileccin o afecto: el telar, la
lana para hilar, los adornos, si se trataba de una mujer, o un juguete a la vera de los cuerpos ms pequeos de los
nios.