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Alfa
En la segunda mitad de la década de los 70, el joven misionero se mudó para Miami, y
después de contraer matrimonio con Esther Mondéjar, la iglesia le encomendó la tarea de
trabajar por la obra de Dios en Belice.
Debido a problemas migratorios, con lo que hasta ese entonces era una colonia
británica, no pudo entrar a Belice y retornaron a Miami, donde la Iglesia le dio la tarea de
atender espiritualmente la República Dominicana. Ese país y Puerto Rico fueron los
lugares que alternaba, el siervo de Dios trabajando en Campañas para el desarrollo de la
y
obra de Dios en esos países caribeños.
Ya para esos años, como Evangelista, en los inicios de la década de 1980; Miguel
Rodríguez viajó con su familia hacia San Antonio, Texas; con el propósito de establecer la
iglesia de Dios en esa ciudad norteamericana.
Para esos años, un trágico accidente automovilístico marcó la vida de la familia
Rodríguez y la iglesia en pleno. El hijo mayor, Michael, de tres y medio de edad, murió en la
tragedia y fue un duro revés para la joven pareja.
Omega
Debido a la recuperación física del accidente, retornaron a la ciudad de Miami. Pero
Dios tenía planes divinos para Miguel.
Para el año 1984, retronaron a los anteriores propósitos en el estado de Texas y la
familia se estableció en la ciudad de Austin. Inspirados por Dios y por los hermanos
Caraza, se establecieron en Fort Worth, Texas, lugar que Dios les tenía preparado para que
realizaran una maravillosa obra por más de 20 años.
La obra pastoral de Miguel Rodríguez, fue bendecida desde el cielo, y Dios les concedió
establecer una obra hermosa, la adquisición de una linda Iglesia, y ganar almas para el
Maestro. Hoy en día, la iglesia de Fort Worth goza de una salud espiritual digna de destacar.
Su estadía de 21 años en Fort Worth fue de crecimiento para Miguel. Fue ascendido a
Supervisor el 31 de diciembre de 1994; el 1 de enero de 2000 fue ascendido al grado de
Superintendente y exactamente dos años más tarde, fue ordenado Obispo de nuestra
Iglesia. En enero del año 2003, fue elegido miembro del Concilio Superior de la Iglesia.
El Apóstol Cecilio García le asignó la tarea de trabajar en la administración de la Oficina
Central en Miami en marzo del año 2005. Por el testimonio de Dios, dos meses, más tarde el
Obispo Miguel Rodríguez se trasladó a Miami, para ayudar al apóstol Cecilio en la dirección
Principio y Fin
administrativa de la iglesia internacional.
Su trabajo ha sido notable, la iglesia en pleno lo testifica, y el Concilio Superior selló
dicho testimonio, cuando el día 29 de mayo de 2008 fue elegido como el futuro Apóstol
Director de nuestra Iglesia.