“Habrá un zarandeo del cedazo. A su tiempo la paja debe ser separada del trigo. Debido a que la iniquidad abunda, el amor de muchos se ha enfriado. Es precisamente el tiempo cuando lo genuino será lo más fuerte”. (Carta 46, 1887; Eventos de los Últimos Días, pág. 177).
“Habrá un zarandeo del cedazo. A su tiempo la paja debe ser separada del trigo. Debido a que la iniquidad abunda, el amor de muchos se ha enfriado. Es precisamente el tiempo cuando lo genuino será lo más fuerte”. (Carta 46, 1887; Eventos de los Últimos Días, pág. 177).
“Habrá un zarandeo del cedazo. A su tiempo la paja debe ser separada del trigo. Debido a que la iniquidad abunda, el amor de muchos se ha enfriado. Es precisamente el tiempo cuando lo genuino será lo más fuerte”. (Carta 46, 1887; Eventos de los Últimos Días, pág. 177).
arrepentimiento; pero el que viene tras m, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es ms poderoso que yo; l os bautizar en Espritu Santo y fuego. Su aventador est en su mano, y limpiar su era; y recoger su trigo en el granero, y quemar la paja en fuego que nunca se apagar. Porque he aqu yo mandar y har que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae un granito en la tierra. El Seor viene pronto. En cada iglesia debe haber un proceso de purificacin y de zarandeo, porque entre nosotros hay hombres impos que no aman la verdad ni honran a Dios. Estamos en el tiempo del zarandeo, en el tiempo en que todo lo que pueda ser sacudido ser sacudido. El Seor no disculpar a los que conocen la verdad y no obedecen sus rdenes en palabras y acciones. Mateo 3:11, 12, Ams 9:9; Review and Herald, 19 de Marzo de 1895; Eventos de los ltimos Das, pg. 177, Testimonios para la Iglesia, tomo 6, pg. 333 {1900})
Porque as dice Jehov de los ejrcitos:
De aqu a poco yo har temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y har temblar a todas las naciones. La voz del cual conmovi entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: An una vez, y conmover no solamente la tierra, sino tambin el cielo. Y esta frase: An una vez, indica la remocin de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. Voy a referir una visin que me dio el Seor el 26 de enero de 1850. El potente zarandeo ha comenzado y proseguir de suerte que aventar a cuantos no estn dispuestos a declararse por la verdad con valenta y tenacidad ni a sacrificarse por Dios y su causa. El ngel dijo: Acaso pensis que alguien ser obligado a sacrificarse? No, no. Debe ser una ofrenda voluntaria. Se ha de vender todo para comprar el campo. Hageo 2:6, 7 (Primera parte), Hebreos 12:26, 27; Primeros Escritos, pg. 50
Elas a todo el pueblo, dijo: Hasta cundo
claudicaris vosotros entre dos pensamientos? Si Jehov es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de l. Y el pueblo no respondi palabra. Yo conozco tus obras, que ni eres fro ni caliente. Ojal fueses fro o caliente! Pero eres tibio, y no fro ni caliente, te vomitar de mi boca. El 20 de noviembre de 1857 me fue mostrado el pueblo de Dios, y lo vi poderosamente sacudido. Pregunt cul era el significado del zarandeo que yo haba visto, y se me mostr que lo motivara el directo testimonio que exige el consejo del Testigo Fiel a la iglesia de Laodicea. Tendr este consejo efecto en el corazn de quien lo reciba y le inducir a ensalzar la norma y expresar claramente la verdad. Algunos no soportarn este testimonio directo, sino que se levantarn contra l. Esto es lo que causar un zarandeo en el pueblo de Dios. Los adventistas del sptimo da que adoptan su posicin bajo la bandera de Satans, primero abandonarn su fe en las advertencias y reproches contenidos en los testimonios del Espritu de Dios. 1 Reyes 18:21, Apocalipsis 3:15, 16; Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pgs. 166, 167, Mensajes Selectos, tomo 3, pg. 93 [1903])
Y esto pido en oracin, vuestro amor abunde
an ms y ms en ciencia y todo conocimiento, para que aprobis lo mejor, a fin de que seis sinceros e irreprensibles para el da de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios. Muchos sern limpios, y emblanquecidos y purificados; los impos procedern impamente, y ninguno de los impos entender, pero los entendidos comprendern Dnde est la espiritualidad de la iglesia? . Dnde estn los hombres y mujeres llenos de fe y Espritu Santo? Mi oracin es: Purifica a tu iglesia, oh Dios. Dios est zarandeando a su pueblo. Dejar una iglesia limpia y santa. No podemos leer el corazn del hombre; pero el Seor ha provisto los medios necesarios para mantener su iglesia pura. Ha surgido un grupo de gente corrompida. Desprecian la amonestacin, y no desean ser corregidos. Han tenido tiempo de arrepentirse de sus pecados; pero han apreciado demasiado el yo para hacerlo morir La zaranda se est moviendo. No digamos: Detn tu mano, oh Dios. La iglesia debe ser purificada, y eso suceder. Romanos 12:2, 3, Filipenses 1:9-11, Daniel 12:10; Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pgs. 97, 98
Amados, no os sorprendis del fuego de prueba que
os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraa os aconteciese. Yo envo mi mensajero, el cual preparar el camino delante de m; y vendr sbitamente a su templo el Seor. He aqu viene, ha dicho Jehov de los ejrcitos. Y quin podr soportar el tiempo de su venida? O quin podr estar en pie cuando l se manifieste? Porque l es como fuego purificador, y como jabn de lavadores. Y se sentar para afinar y limpiar la plata; limpiar a los hijos de Lev, los afinar como oro y plata. Bienaventurado el varn que soporta la tentacin; porque cuando haya resistido la prueba, recibir la corona de vida. Se me mostr que cada prueba del proceso de refinamiento y purificacin impuesto a los que profesaban ser cristianos demostraba si algunos eran escoria. El oro fino no aparece siempre. En toda crisis religiosa, algunos caen bajo la tentacin. El zarandeo de Dios avienta multitudes como hojas secas. La prosperidad contribuye a que ingresen en la iglesia multitudes que meramente profesan la religin. Pedro 4:12, Malaquas 3:1-3, Santiago 1:12; Testimonios para la Iglesia, tomo 4, pg. 92, Mensajes Selectos, tomo 2, pg. 422
Se le permiti infundir aliento a la imagen de la
bestia, para que imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. Y haca que a todos, pequeos y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el nmero de su nombre. No est lejos el tiempo cuando toda alma ser probada. Se nos querr imponer la marca de la bestia. A aquellos que han ido cediendo paso a paso a las exigencias del mundo y se han acomodado a sus costumbres, no ser cosa difcil ceder ante autoridades dominantes, antes que someterse al escarnio, insultos, a la amenaza de encarcelamiento y a la muerte. La contienda es entre los mandamientos de Dios y los mandamientos de los hombres. En ese tiempo, el oro ser separado de la escoria en la iglesia. Cuando se invalide la ley de Dios la iglesia ser zarandeada por pruebas terribles, y una proporcin ms elevada de la que ahora anticipamos, prestar atencin a espritus seductores y a doctrinas de demonios. Apocalipsis 13:15-17; Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pg. 76 [1882]), Mensajes Selectos, tomo 2, pg. 422 [1891]
A tus profetas han dado muerte, y tus altares han
derribado; slo yo he quedado, y procuran matarme. Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. As tambin aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. Y dejar en medio de ti un pueblo humilde y pobre, el cual confiar en el nombre de Jehov. El remanente de Israel no har injusticia ni dir mentira, ni en boca de ellos se hallar lengua engaosa; y no habr quien los atemorice. Dios tiene fieles siervos, que en el tiempo del zarandeo y de prueba aparecern en escena. Son hombres preciosos, ahora escondidos, que no han doblado la rodilla a Baal. Bajo un exterior tosco y poco atractivo se revele el brillo de un genuino carcter cristiano. De da miramos al cielo, pero no vemos las estrellas, el ojo no puede distinguirlas. De noche vemos sin embargo su brillo genuino. No est distante el tiempo en que sobrevendr la prueba a toda alma... el oro ser separado de la escoria en la iglesia. La verdadera piedad se distinguir claramente de la apariencia y del oropel. Ms de una estrella que hemos admirado por su brillo, se apagar entonces en las tinieblas. Romanos 11:3-5, Sofonas 3:12, 13; Servicio Cristiano, pg. 63, Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pgs. 80, 81