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MARIATEGUI BAJO IA VISION SOVIETICA

José Manuel Ballesferoc

Los escritos de Mariátegui constituyen un fundamento insustituíble para la com-


prensión de la realidad peruana y latinoamericana. ful [o ha comprendido la historio-
grafía nacional y extranjera al considerar a la obra de Mariátegui como guía metodoló-
gica del análisis de la vida social contemporánea.
hmlelamente a esta posición, algunos autores han procumdo ignomr la importancia de
la obm de Mariátegui, otros, en cambio, han deformado y/o frushadq consciente o incons-
cientemente su potencialidad teórica y práctica. Como se recordará, ya dumnte su üda, Ma-
riátegui fue catalogado por algunos sectores dominantes de "europeísta" pam afirmar que sus
postulados no tenían asidero alguno en el contorto peruano.
Autores denominados públicamente "fieles seguidores de Mariátegui",. sin tomar en
cuenta las mndiciones acfuales, escriben artíolos repetitivos, colmados de citas o<tensas del
¡rensador peruanq donde está ausente la aplicación creativa de sus tesis y el desarrollo de sus
ideas, de tal modo que las posibilidades aplicatirras de su persamiento quedan fn¡shadas.
En lo concerniente a la historiografía soviética hay que recordar que, aunque algu-
nos de los trabajos de Mariátegui fueron conocidos en Rusia ya durante su vida, será
sólo a partir de la muerte del pensador pemano que ésta inaugura su atención a la obra
del Amauta, la cual se convertirá en continuo objeto de interés durante todos los peío-
dos por los que transitará la historiografía soviética, aunque durante cada uno de ellos,
como veremos, asumirá diversas interpretaciones.

LA PRIMERA REFERENCIA
Mariátegui dedicó una gran cantidad de artículos a la temática soviética donde
analizó a los personajes y hechos de la Revolución Rusa, así como ofreció un valioso
comentario sobre la cultura y el arle soviéticos. (Mariátegui 1980: 92-116 y 173-182;
1985: 75-1 15 ; 1987 : 158-178).
F¿ro, ZTüvo el interés demostrado por Mariátegui a la problemática soviética algu-
na correspondencia concreta durante su vida? Según una hipótesis del historiador so-
viético Yuri Gávrikov la respuesta sería positiva:
La primera referencia hecha por algún soviético sobre Mariátegui la habrfa efec-
tuaclo Chicherin, el Comisarlo de fuuntos Exteriores de Rusia Soviética, ni más ni me-
nos que al propio Máxim Gorki.
En ltalia,Mariátegui y su esposa trabaron amistad con Chicherin. lbn grata impre-
sión habrían producido las conversaciones con el Amauta al estadista ruso que, al re-
gresar a su país y detenerse unos días en Berlín, donde en ese momento descansaba
Gorki, informó al autor de La Madre sobre la interesante personalidad de Mariátegui.
Esta referencia oral (o incluso escrita) habría abierto al escritor pemano la posibilidad
de realizar una entrevista a Gorki en el sanatorio de Saarow Ost, cercano a Berlín.
(Gáwikov 1978).La opinión de Chicherin fue trascendente ya que, como recuerda el
propio Mariátegui sobre Gorki "su alojamiento estaba clausurado a todas las visitas ex-
trañas, a todas las visitas insólitas". (Mariátegui 1980: 176). La entrevista que giró en
torno a asuntos literarios y políticos se realizó exitosamente a través de la esposa de

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Gorki, quien conocía el idioma italiano. (Mariátegui
IggO: 173_1771.
STALINISMO
La primera relación escrita confirmada
de la posición soviética frente a Mariátegui
se realizó con motivo de su muerte.
En el mnnru;n de condorencia de ra socredad Hrs_
pano-Americana, procedente
de Leningrado, con fecha 2s de abrir
por su vicepresidente Vigodski y de 1930, frrmada
su secretario Schamonov, se leer
"..' con gran interés y admiracíón
estábamos siguiendo dade rejos
cionanla y rcnouadom del dífunto ra rabor rcwru-
compunnÁ"... fue un sfmbolo de la
(Wgodskj 1930: 91*gZI Améríca Nueva.,
Durante la primera mitad de ra década
de 1930 se percibe ra ausencia de habajos
historiográficos soviéticos sobre Mariátesri.
Bi"
1' La escasa difusión de ra obra a" ü".iat"g"¡situación se debió a:
en esos años: sóro dos libros pubrica_
dos en e[ fu"i (r" Elce.na contemporá
ea en r92sy ros 7 Eneayoe en
cada uno de elros editados sóro una r92g)
vez- Así como tres mir textos, ra
parcidos en muchas revistas y mayoría es_
2' La escasa acogida.de.ror ."iunirtu. otros aún inéditos ,ornnlüll
"r"entonces por
pá*Jno, an"nese ra obra de Ma-
riátegui como reflejo de ras directivus
in r, Tercera Int".nu.ünáió" uni que incru_
so Defenca der Marxremo tuvo que
seieditada por su amigo, er escritor
mericano wardo tiank, nortea_
Ín..r9.34:
ritro que también rciuio ra-i¡ardld absoruta
la Intemacional (Flores.Galindo de
í9a2, fóá, rOz, fq8l.
Durante er régimen starinista rn l".tur".inron
los dog¡mas de la ilr Internacionar
las disciplinas sociales' Fn estas en
cas una sora opinión: Mariátegui no -na¡"i"n"r'i"l aifundida en las publicaciones soviéti-
fue marxista. A Vradimir lrr¡."itl*ñ gw _
fundador de Ia ratinoamercanística tr 42),
nn ru unss, Le tocó ofrecernos ra primera
publicada por un historiador soviético.oU* opinión
t"t-Jatngui,
"en 1926 1g2g desptegó nn ,u, ob,u, ),tnru¡u,
basado en ra rucha - contta,k h2gemonía todo un sistema de opiniones
del movimiento pequeño buryuá y
a"ilÁlta¡"aq pvpugnando Ia ,butonomía,,
ante l"iíru-po¡no.,,(uircshewki
Fam 1941 Miroskevski habia desarro[ui" 19&5:1M).
á,in ,n,ar ru tesis tegando a afirmar que:
'En el último período de su
w:da, Mariatugui, bajo ra presión
ta-leninista, fue obligado a revisar sus prrior-Jn de ra qftica manis_
uista populktas, desatnorados por
en tos años 26, 27 y 2a en hs págínas1. ér
en pañicular, de su ,,7
i" áai ,nÁu-ua,i d;;;;;,..
,Labor,,y
librc Ensayos ..., (Mircshernki l94I).
hra enfender en que se susrentó Miroshevski para
(naródnichestvo) fue diiundrao afirmar que el popurismo ruso
po. üurilt"ü"i" ,*rn, de su obra
derada enónea por los comunistas p"*uno", escrrta (tesls consl_
y soviéticos años más tarde, como
veremos), debemos recordar argo luego
sotre nrta uJri"dad ¿"r ,o"iui¡rÁl rü;t
El populismo fue ra ídeolotía característic"-¿" comunar.
r" etapa demofrát¡"olü"ursu*u ¿" ru
liberación de Rusia (1g61
gsl. eru
-
régimen de servidumbre y eI desarrorr. "-0..i* intereses de ros campesinos, atacó
.ápituli.ü ¿e Rusia, quiso abolir a la autocracia
al
zarista rilediante la revolución camp'esina.
rtl¡r*it"*Li encontró similitud entre las ideas
de los populistas como He¿en y tus
zas en la América Latina:"
an ü";;;;i expuestas en ,,Er probrema de ras
ra_

. ."Las.comunidades que lan


demostrado bajo ra oprcsíón más
dum condiciones de
resistencía y persktencia rearmente
urombrorur,'reprer.ntan en er furú
un facfor nafurar
Nueva Sínlesis, Nro 3 - 1995
de socialización de la lierra.' (Mariátegui 1990 (1929): 42|
[-a cita anterior es la misma que utilizó Miroshevski para concluir que
,A pesar de que Mariátegui se consideraba 'marxista'se orientaba hacía la lucha
indepeidiente de! campesinado indígena, negando la hegemonía del proletariado en el
movimiento revolucionario". (Miroshevski I 94 1 )'
En verdad existía cierta similitud entre los "arraigados hábitos de cooperación" del
indio comunero, expuesto por Mariátegui, como aptitudes favorables para la constitu-
ción de un régimen socialista y la convicción de los populistas que el mir (comunidad
rusa), venía a s"r el embrión de las relaciones socialistas y por consiguiente el
campesi-
no era el elemento fundamental en la lucha por la liberación. En base a esta idea esta-
ban seguros que para que en Rusia se estableciera el socialismo bastaría con eliminar
los obsiáculos que impedían el libre desenvolvimiento de la comunidad, es decir liqui-
dar tanto a los terratenientes como al capitalismo, destructor de la comunidad.
Enconkamos una similitud entre las apreciaciones de Mariátegui y los populistas
(naródniki). hro, cpor qué surgió esta similitud en palses tan distantes y a casi 60 años de
diferencia entre sus er<posiciones? Algunos factores histórims nos darán la respuesta:
1. Los pensadores populistas desanollaron su ideología en un país campesino y atra-
sado en la segunda mitad del siglo XIX. Mariátegui y su generación, en un conti-
nente distinto y casi 60 años después, "debieron afrontar problemas similares".
(Flores Galind o t982:52\. El propio Mariátegui se refirió a la similitud entre Rusia y
los países de América l-atina como el Peni:
"Li feudalidad deió análogamente subsistentes las comunas rurales en Rusia, país
con el cual es siempre interesante el paralelo porque a su pÍoceso históríco se
aproxima el de estos países agrícolas y semifeudales mucho más que al de los paí
ses capitalistas de Occidente (Mariátegui 1981 (1928): 64/
2. Los "naródniki" y Mariátegui, al estudiar su respectiva realidadrhabían constatado
que sus países eran atrasados y con una población mayoritariamente campesina y
una pequeña clase obrera. Sin embargo, estos campesinos contaban con sus "mir"
y sui ,,ayllus" donde se habían mantenido tradiciones colectivistas o "elementos de
socialismo Práctico'l A Pesar que:
,Bajo et régimen de propiedad señorial, el mir rusq como la comunidad peruana,
auperimentó una completa desnaturalización'. (Mariálegui 1981 (1928): 65).
3. Basándose en su propia reatidad agraria atrasada,enconhamos de común en las ideas
de los populistas y Mariátegui el sentimiento de rechaeo a las teorías que pretendieron
universalizar los ¡enJolucionarios de Europa Occidental en lo que se refiere a la necesidad
de conüar 6gn un capitalismo desanollado pam organizar la rs.¡olución socialista. fuí
octurió con el persamiento deHénen, uno de los fundadores del populismo, durante
,¡arios años fue un dirigente de los ápadniki (occidentalistas), pero luego de la derroia
de las rerroluciones europeas de 1848 se decepcionó de las posibilidades revolucionarias
de Occidente y elaboró la teoía del socialismo ruso fundando el "natódnichestvo". ho-
pagó en las aldeas de los campesinos (de ahí el nombre de populistas: "ir al pueblo") la
p*iUmaua de lograr el socialismo en Rusia, a travtás de la comunidad campesina, sal-
tando el capitalismo.
En el caso de Mariátegui su defensa de la comunidad fortaleció su rechaeo a[ capi-
talismo:
,En el furú no tenían que repetirce los enorcs que en occidente había generado

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ese sistema ecanómico porque gracias a ra conunidad,
podríamos seguir una evorución
hisfórica diferente" ... 'br probrema no era como desanorar
er capitarismo (y por ro
tanto rcpetir la hísforia de Europa en América Latina)
sino como seguir una vía autó-
noma. (Flores Galindo 1980:50.
I en esta vía autónoma, Mariátegui expresó su confianza en las comunidades
campesinas, en la posibilidad de fusionar el socialismo
y la tecnología modernas con
sus remanentes en la sierra. ...
"en que el comunismo agrario primitivq subsistenre en eshucruras
concretas y en
un hondo espfritu colectivisla, se transforme, bajo la
hegemonía de la clase prolelaria,
en una de las bases más sólidas de la sociedad colecÍivista preconizada
por el comu-
n ismo marxista " (Ma riátegui 1 990:
6g).
Al reconocer ra hegemonía en ra conducción de la transformación
sociarista, no
hay lugaq en el pensamiento de Mariátegui, para la
"fantasía popuriuiu" atribuícla por
Miroshevski al Amauta.
más, Mariátegui procuró dar a su tesis un fundamento
.Aún ideorógico que proven-
ga de la misma Internacional comunistarla
cual, a pesar que durante esos años condu-
cía su política según ras directivas aprobada en su
VI congreso, (uno da ros más radica_
les, el mismo que había impuesto ra táctica de ,'clase.ontiu
.tá*,1 .uninni. dentro de
sus resoluciones algunas tesis, anteriormente expuestas
por los fundadores del estado
soviético con la intención-de justificar la imposición
del sácialismo en los pueblos asiáti-
cos y siberianos de la URSS:
"E w bngeso de ra I.c. ha señarado una vs más la psibitidad,
nomía rudimentaria, de iniciar di¡ectamente una
pm puebros de eco-
oryaniación económíra colecün, sin sufrir
la larya ernlución prla que. han psado obos pueblos.,,(Manátqui
1gg0, 6S)
E'ta fue la propuesta de Mariátegui: h kadición colectivista andina en la cons-
kuccíón del socialismq tarea que seúa lidemda "rpLu,por el proletariado.
Esta idea no o,',.enece
definiüvamente al popurismo. hrece ser que lq¡Áne,¡ri
no reyó la obm de Mariátegui en su
conjunto y conoció muy poco sobre la realidad peruana.
Aunque llama la atención no haber
tomado en cuenta ra tesis que proponía el vr con$eso
de h dminte*, y olu", dumnte ros
años 30 y zl0 con el fortalecimiento del stalinismo,-el
avance del dogmutlio y la intención de
imponer el modelo soüético de conshurción
del socialismo como único váláo pam el resto
de países, fueron dejadas de rado las tesis menos
mdicales. B evidente qr" ruiro.n"*u o_
oibió el artículo de Mariátegui bajo el influjo de los
dogmas stalinistas qrJ e.xctuían la posibi-
lidad de seguir,,caminos autónomos', qun ándtzc.n
a.l socialismo.
La opción de un desarroilo originar del socialism-o
en nuestro país propuesta por
Mariátegui enfadó a la Komintern,qr" yu desde
1928 había decidido manrenerse ín-
formada sobre la actividad del--escritor pn-uno (Vanden
19g7,g4), ;;ismo origino ra
polémica entre el Amauta y ra III Intemácional. (Frores
Galindo tgg0,zllo).
hra la l(omintem dirigida por stalin no er<istía un desanollo
autónomo del socialismo,
producto de una rearidad concreta, es
más, no se concebía una especificidad nacional
que cualquier país de América latina debía sino
coloniales" y, como tales, para todos ellos
ser engrobado denb aát g;[al ,,pulr* ."*i_
exisfa uia misma táctica política, que ros partidos
comunistas debían seguir.fielmente si deseaban
seguir siendo .on.ü"*dÁ secciones
Intemacional' t'a originalidad de la propuesta de de la
MJriategui será entonces condenada por los
historiadores de la Komintem, enfue ellos
Mirosher¡ski, quien Ie acusó de popurista,
so y sin conoc€r toda su obm, aunque con exce_
no sin total fundamento,
-*o t".?, ,irto. sin em_

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bargo en los años 30 y zlo un estigma de ese tipo seruía pam descalificar a cualquier pensador
que se considemse marxista.
En nuestros días [a tacha de populista, como sinónimo de elemento contrarrevolu-
cionario, se ha desvanecido a la luz de importantes investigaciones hislóricas. (Jewólina
1986;; Venluri 1970\.
La influencia de la lll Internacional todavía se percibe en la referencia sobre Mariá-
tegui de G. Yákobson, quien consideró que Mariátegui enfocaba de un modo "liberal" el
problema indígena. (Yákobson 1943).
Dumnte los años restantes del régimen stalinista,los historiadores soüéticos no volverán
a ocuparse ya de Mariátegui, y ni falta hacía, pues con los criterios dominantes de entonces
ya todo lo que se podía escribir se había publicado. L-a posibilidad de que surjan novdades
interpretativas em casi nula, y es que en este contexto la historia fue subordinada a las nece-
sidades políticas del PCUS, se le rcó para legitimar las acciones del partido y pam distorsio-
nar los hechos que Stalin considemba necesarios. (Fontana l98Z:22Cir.
como resultado de la disolución de la lll Internacional (19213) se produjo de in-
mediato un descenso en la rigurosidad de la dependencia de los PC extranjeros a Mos-
cú. Pronto se publicaron tres artículos de comunistas pemanos donde se rechazó la tesis
de Miroshevski sobre el populismo de Mariátegui,y en su lugar se procuró afirmar la
posición "marxista - leninista" de Mariátegui con la finalidad de adaptarlo al esquema
soviético stalinista imperante y no necesariamente para rehabilitarlo como el original re-
volucionario teórico y práctico de un contexto nacional concreto. Prevaleció entonces la
necesidad de imponer una idea antes que basarse en la realidad. (Del kado 19213: 33
y Anoyo Posadas 1946: 6, 17: 9
1921,6; 34)
-56 De este modo .
- de Mariátegui
se fue privando a la obra de toda su singularidad y
diversidad: se minimizó su inter¡is por la comunidad andina y las novedades literarias y
se acentuó su rol en la organización del partido y se subrayaron las referencias a Marx y
Lenin. Fue silenciada la estima de Mariátegui hacia la obra de Sorel, Freud y Trotsky.
Paulatinamente se inició la veneración a la imagen de Mariátegui de la cual abusó la iz-
quierda pemana hasta hace poco.
La nueva apreciación de un Mariátegui marxista leninista, se difundió por toda
América Latina, pero tardó en producir eco en la URSS debido a: la falta de nuevos
historiadores que se incorporen luego de la guerra a la producción activa, el inicio de la
Guerra Ría y sobre todo la persistencia del stalinismo que difícilmente hubiera admitido
tln error. El nuevo enfoque de un Marlátegui legitimizador del marxlsmo-lenlnlsmo so-
viético convirtió al Amauta en un excelente candidato para ser rehabilitado por los go-
berna¡rtes de la URSS. furo esta nueva imagen recién será aceptada en ese pafs a parlir
de 1956 cuando el XX congreso del PCUS inauguró una nueva fase en la historia so-
viética,conocida con el nombre de .....

PRIMAVERA
Fs a partir del trascendente XX Congreso det PCUS en 1956, cuando se inicia el
proceso de desestalinización junto con la primavera democrática de Jruschov, que la
historiografía sobre L-atinoamérica cobrará mayor objetividad.
De inmediato apareció un extenso artículo con 94 notas bibliográficas, donde se
replantea el análisis sobre Mariátegui. (Semionov 1957). For primera vez en la historio-
grafía soviética se consideraba que Mariátegui no había sido populista señalando que

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esta tesis había existido debido
a que los investigadore-s
soviéticos ,,centraron
ción en fórmuras aisladas contradictorias la aten-
o arrancadas der contexto ...,, (semionov
1960 66)' Ahora Mariátegui era 'rnr,uuitituJo" como pensador;-uoirtu
destacó especialmente su "papel leninista,,, se
d" difu";;;; esta ideología,,.
"siendo popurarizador destacado
der mtarxismo en-América det sw, propagó
ldea de la dícfadura der proreiarra¿q Ia
irr¡rli ra necesidad de ra hegemonfa
clase obrera en er mouimient" ",
t"""uL¡onuriá luchó con ¿-,i" de ra
do polltíco independiente ñ, l, á",,t der parti-
lel nrotetaÁáo;,'fin_,onov 1960: gl).
A pesar de esta revaroración, puru ros
soüéticos el pensámiento de Mariátegui
conünuaba siendo peculiur no
en.o.,baban e
leninista . prnnrin-l rirenciar todo
r" r"i'"","?ffif,H::ff:l?nffi:JH:r5
constatar que ra diversidad de ras particuraridades
der p"r."-i"rt" Je Mariátegui
balsaba el eshecho morde prefab.i*d; re-
;;;;rta leninista,no les quedó oha sorución
sino Ia de "encarar" este hecho u,''onnrtu.,do
ü hnterodoxia de Mariátegu¡:
"rindió tributo a ta teorna de tos mitos
del 'bindiafismo revorucionat¡" rrunÁi,-i
*""tr;-:;:;;;)J'éZ'JiiZo"ornt, ideótogo
)-Á *"rn der impubo oáu¿o, ¿n refrejo
la influencia der bergsonismo. cierta de
inJonsecuencia de Mariátegui en
refe¡entes a la organización los probremas
aet proteiraáqJ"ntuou, asimismo,
ideas anarcosindicalistas. reminiscencias de ras
¡5"-i"""" rció,Oil.
con el inicio de la,Revolución cuuunu
Latina por parte de los historiadorn, iísssl aumentó el interés hacia América
.oui?ti"j.. Los- arrcuros y libros sobre
ca se murtipricaron. se impursó esta temáti-
ra pubricación de fuentes rri.i¿ri"...
culh.'atsoviéüco informó üi ,nprn"n.,tu.,tn
:lgy"*l Ai;;;;;;
dos en su país (Diákonov 1959).
ros 7 Ensavo"
".,J"I'r"rdo baduci-
Además,en 1961 se cre6 ernstituto
de América Latina de ra Academia
cias de la URSS, donde empezó de cien_
a funcionar el Departame"b ;;
Denho de esta atmósfera de interés i;;;;íses Andinos.
hacia nuest¡o continente
Ia edición rtrsa (10'" en er aparece
mundo) ¿n ro, i er".vl": "" "iá¡"'rsff
11 cuar incruyó ras tesis
cas presentadas a ra p¡imera ideorógi_
conferencia comunista Laünoame-ricana
Buenos Aires en junio de 1929. rearizada en
t¡r¡u.iat gJ féáSl.
ESTANCAMIENTO
Dwante el inmoülismo brezhneüano,
cuyo influjo se dejó senür en la sociedad
desde ffnes de rce años 60 hash soüética
."¿uá*J'"-r*'u¡r* so itntcto ae u furestorka)
nueva_
mente se fortalecieron las concepciones
esquemáücas lmpuestas por el pCUS,
congrcso. y conferencias, a la producdón desde sus
manifestase libre y creatirra. Al ;Éilrd;n
hrstoriográ'3, ,u, que ésh se
üpectgen f SSi,.rE¿p Fcnhna escrtbió:
"La mayor rerte de to que ie pruruce
." L ur¡¿n souiética en materia de teofa de ra
histoia etpwa de esorasticbm"
que a¡renas si han cambiado -á*Áa, bien sea en eruanbraciones frrasófras
del slalinistno pra acá, .,..,,
(fun;;
Por ejempro,en lo que atañe a bs ,-n,üliíi"
d exclusivos modos de producción que
señalados por Starin en 193g (Barba fueron
roovssJ"n" se produjo ningún cambio
cial ni siquiera con ra desestarinización, sustan_
u.r un Éórofo soüético es*ibió en
'con plena certeza puede habrarse 19g0:
de ¿tinco formaciones socioeanómicas
dos de producción, que son ras etapas o mo_
fundamtentares de
las etapas más importantes del progres","r¡rl. ;'fu"¿rniánIa hisÍoria Jn-Á nu_ur¡¿u¿,
l 9g0; 49__50)

Nueva Sírrtesis, Nro 3 - 1995


Por esto durante los años anteriores a la Perestroika en la URSS los historiadores
no pudieron referirse al modo de producción asiáüco sino sólo en términos de:
"va¡iante asiática del feudalismo", "esttuctura especial del feudalismo" o "peculiaridad
del feudaüsmo en Oriente". (Varga 7965: 7 4 y 78\.

Bte nivel de desarrollo de la historiograffa soviética repercutió en el enfoque de


los invesügadores sobre la obra de Mariátegui originando un doble proceso de abun-
dancia de textos y de simplificación esquemática y repetitiva:
Abundancia de textos.- Fue posible gracias a la aparición en el Perú de las
obras completas de J.C. Mariátegui en los años 60 y 70. Los trabajos sobre el Amauta
se multiplicaron aún más con el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre el
Perú y la URSS en febrero de 1969.
De este modo, en 1967 se publicó la primera compilación de arfculos sobre Ma-
riátegui (Korionov 1966). En ella se destacaron los autores Serguiei Semiónov y Ana-
toli Shulgovski que escribieron sobre el pensamiento de Mariátegui incidiendo en sus
planteamlentos expuestos en su arfculo publicado en L957 , También fue autor de un
artículo sobre la fundación del partido el historiador Korionov quien sobreestimó el in-
flujo anarcosindicalista en la obra del Amauta. Además formaron parte de esta colec-
ción de artículos "El problema indígena en los habajos de Mariátegui" de Yu¡i Zubrihki
y "Mariátegui y la literafura soüética" de Vera Kutiéischikova, donde analiza el enfoque
que el Amauta realizara de los escritores soüéticos en decenas de arfculos. En todos
estos babajos se pretendió rendir homenaje a Mariátegui con elogiosas referencias a su
erudición y amplitud de temas, pero siempre acomodando sus esc¡itos a los esquemas
políücos del régimen soviéticqlimitando la amplifud de su pensamiento.
En 1969 apareció el primer número de la reüsta Arnérica Laüna la que publicitó
el interés por el estudio de esta región del mundo y permitió que la historiografía sobre
Mariátegui crezca en número.
En 1971, la Academia de Ciencias de la URSS publicó una compilación de artícu-
los sobre el Perú con motivo de los 150 años de la independencia de nuest¡o país, en el
se incluyó el artículo de Semionov "El papel de Mariátegui en la formación de la cultu-
ra nacional' (Semiónov 1971 ).
En los años siguientes, el pensamiento de Mariátegui eshrvo intensamente comen-
tado en investigaciones dedicadas a: Túpac Amaru (Sózina 7973:L26\,la comunidad
andina (Sa¡nárkina 19741, el nacionalismo (shulgovski 1974: 49-72) y el pueblo
quechua (Zubritzki 1975).
Fue nuevamente tratado en forma exclusiva en el arfculo de Semiónov
"Mariátegui-pensador, político, comunista" en la recopilación de habajos, editada por
la Academia de Ciencias, La Cultura en el Perh' (Semiónov 1975).
Interesante es la tesis que expuso el investigador Lapin en su artículo "En las
fuentes de la prosa peruana" en 1'975:
,,La
herencia uivencial de J.c. Mariátegui se expfesó no sólo en el hecho que sus
ideas fueron la base de la plataforma esléüca de una nueva corriente, sino que tam-
bién por el hecho de haber sido él autor de una producción literaria, la cual con dere-
cho puede ser considerada et prólago de la prosa uÍbana contemporánea. Ella se llama
'La Novela y Ia l1da'. (Laptn 1975:34).
Otro artículo exclusivo sobre Mariátegui fue el del historiador Yuri Gáwikov "La
vida como una saeta". (Gáwikov 1977).

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También es citado Mariátegui en el libro de Vadim
Koval La Lr¡z de octubre co-
bre América l-atina,en er que destaca el papel de J.c. Mariáteguien ra
difusión del
significado de la revolución socialista en RusL.'1
Koval 1977).
Los investigadores Terterián y Kutiéishikova pubricaron
el libro Las concepcio-
nee. hletérlco-culturalee der autoctonrsmo
en Amérrca Latina,
donde en 6
páginassedestacaélimportanteaportedeMariátegui:
'MaiáÍegui luchó incansablemente contra el misticismo
racial conlra el culto a la
exclusiuidad indígena, por la verdadera causa
revolucionaria en el movimiento indíge-
na". (Teñeríán 1 978: 129).
. Yuri Gáwikov pubricó un amprio artículo en ra revista Hietoria Moderna y con_
femporánea en la que empreó gran número de fuentes,
incluyendo la entrevista que
hiciera a la viuda de Mariátegui. (Gáwikov 197g¡.
como fuente de gran utilidad fue empreacra la obra
de Mariátegui en el trabajo de
la historiadora Tatiana G.oncharova Er Inirgenremo:
rdeorogía y porítica:
"&racterizando la literatura indigenisi de los pafses
anclinos, es necesario recono-
cer su sentido social' su semeianza con la
literatura rusa de los muji!<s, de fines del siglo
XIX, como la indicó J.C. Mariáfegui,. (Goncharova
1979: 47).
Eequematismo-- A. ra_ par con los trabajos publicados
sobre Mariátegui, se reflejó
en rástos el formalismo de la época a través
ya anteriormente expuestos, así como
ie la repetición .rqu"n-'áti.u sobre temas
el apego por las citas aislaias de Mariátegui con
la finalidad de demostrar su "filiación marxist'a-leninista,,
y er encubrimiento de aque_
llos incómodos textos donde se elogiaba a
Sorel, Zinóvilv, E_;r;-;; ;". supuesto a
Trotsfu' Es decir la interpretación supáró en importancia
al análisis del texto hist&ico.
En los escritos de Mariátegui, lás historiaáores
soviéticos buscaron que los funda-
dores de PCUS sean elogiados: Lenin, chicherin,
Dzherzhinski g ros que etos (y su par-
tido) consideraban sus (así Mariátegui haya mostradá su aámi.ución
(Mariátegui 1980:92-94, 11emis3s a ellos),
112), sean ,it"n.¡u"ao., tares como; Trotsky y
Bta práctica explica el por qué, luego de lo,s 7^Ensayos, ziróviev.
publicado una nueva obra de Muriat"g.,i"n no se haya traducido y
t. úRss, ni .iqui"ru ,,Hechos
ideas de la revorución rusa" incluído Á
I.. E"..rra contempo ránea,así "iloiir,. como tam_e
poco el libro Defensa der.marxismo,
der que los autores del período der Estanca_
miento extrajeron muchas citas, pero no, por
supuesto, aquellas que.hab[an, por ejem-
plo, de la importancia de Freud.
Dentro de este marco ideológico resultaba
muy difícil realizar algún aporte signifi-
cativo en la ciencia histórica. En el caso de
los historiadores soviéticos que eligieron
tudiar a Mariátegui encontraron que la multilateralidad es-
de su obra desbordaba los es-
trechos marcos permitidos por la oficialidad:
la posibilidad de emplear libremente la ri-
queza de la obra del ensayista peruano
y .."u, ,,n interesante aporte historiográfico
frushó. Ellos debían seguir ras pautas partidarias se
para orientar sus investigaciones y te_
ner en cuenta los límites de los permisible.
Durante el Btancamiento este hecho fue
habitual, los historiadores del pcus
constituían casi la mitad de los historiadores
de ra unióri Soviética. v"urno. lo que
George Enteen nos dice sobre er objetivo qu.
tuuinron estos investigadores duranle ros
años anteriores a la perestroika:
"fur laryo tiempq er propósito de ra hístoriografía
del partido ha sido ideorógico y
político: un cúmulo de rrabajos realizados
para"legitímar la función ¡ecrora det pcus
Nueva Síntesis, Nro 3 - 1995
59
dentro de la sociedad soviéüca, elogiar los rogros del partido y denigrar a sus
enemi-
gos". (Enteen 1989: 76).
Bta realidad explica la ausencia, a pesar de la abundancia y las buenas intenciones.
de
un aporte hascendente de la histografia soüética de Mariátegui, mmo sí
la ha dado Ia tristo-
riografa alemana, norteamericana, francesa e itariana, con Manfred Kosso[ Harry
Vanden,
Robert Faris y Antonio Melis. A propósito a este úftimo pertenece la frase sintesis:
"No es posible proclamarse Marfafeguista y prantear una uisión dogmáüca de la
sociedad". (Melis 1 990: 1 O8).
Durante la primera mitad de los años 80, una nueva generación de historiadores
impulsó lmidamente un intento serio de renovación de la ciencia, el mismo que
fue
promoüdo pacientemente y sin aspavientos e¡r la docencia y elaboración de
tesis. Al-
gunos de ellos lograron publicar sus novedosos estudios polémicos que
coexistieron
con la gran mayoría de publicaciones tradicionales del régimen brezhneiano.
Bte intento de renor¡ación estimuló, junto con otros factores, el advenimiento de la ...

PERESTROIKA
La juramentación de Mijaíl Gorbachov como secretario General del cc det
Pcus, el máximo cargo de poder en la URSS, permiüó iniciar en este país u'proceso
global de reformas, la Pereshoika (Reesbucfuración), que tuvo como oüintiuo
constuir
un socialismo democrático.(Gorbachov 19g6).
La manifestación más destacada de esta novedosa política fue la Glásnost
(Tiansparencia informativa),promovida desde 1987 por los reiormistas
soüéticos. E,ta
permiüó ocupar un amplio espacio en los medios de difusión soüéticos a las graves
denuncias conha el régimen totalitario neostalinista,provenientes de independin¡tn,
n
incluso de funcionarios del gobierno (Biriukova 19g6:1&-19).
L¿ Glásnct permiürá al invesügador soüético Varshá'ushik denurciar que durante
el
Btancamiento los historiadores "no han descrito las cosas tal como fueron" sino que
realiza-
ron sus investigaciones y escribieron stts ob¡as "según se requiera',. (Varshárnhik tóal:Zs¡.
. Los historiadores progresistas aprovecharon de las condiciones creadas por la
Glásnost para iniciar el rescate y Ia reconstrucción de la historia soüética y exigir Ia
apertura de los a¡chivos soviéticos. (Ballesteros 19g9).
Gran parte de este clamor se cumplió: el eshecho caudal de información se des-
bordó, la imposición verücal sobre la dirección de las ciencias sociales se debilitó y los
diversos asuntos historiográficos cobraron mayor objetividad y rigor metodológico.
De este rnodo, los historiadores de la Renovación ophron por esclarecer los hechoo del
pasado en lugar de estar jutilicando el presente. B en aste contexto que se
¡iublica el arfcu-
lo del doctor en filoeofía Vladimir ntov, quien subrayó la especificidad creativa del nrarxismo
de Mariátegui, especialrnente en su enfoque del carácter universal de las leyes del desanollo
social, asícomo de Ia cuesüón indígena como componente delproblema nacional.
Titov reconoce la influencia negativa del período de estancamiento en Ia historio-
grafía de ese país, sobre todo, al dedicarse a pensadores tan polémicos como Mariáte-
gui e invita a sus colegas a invesügar su pensamiento, ya que "algunos problemas
planteados por el marxista peruano no han sido todavía objeto de un análisis porme-
norizado" (Titov 1989: 122).
B interesante que en el arlculo mencionado de 37 citas y referencias, 30 pertene-
cen a Mariátegui y el resto son comentarios y citas de Manfred Kossok. Alberto Flores

60 Nrrcva Sírrtesis, Nro 3 - 1995


Galindo, carlos Franco, entre otros. Novedoso es el hecho que en todo el artículo no se
cita a ninguno de los historiadores soviéticos que hasta ese momento habían escrito
sobre el Amauta, ni tampoco a los documentos del pcus ni al propio Lenin. se desta-
ca más bien el mérito de Mariátegui que:
'Consiste en Ia aplicación, con espfritu creador de Ia teorfa cienfffrca marx¡sta
-
lenínista del conocimiento y de la transformación revolucionaria de las relaciones socia-
Ies al análisis de las condiciones socioeconótnicas concretas de América Latína,, (Títov
1989:1s1 )
Con la rehabilitación de Ziníviev en 1988 y la aparición de los escritos de Trotsky
a partir de 1989, los historiadores de la URSS no tendrán ya necesidad de obviar las
referencias incómodas. Surgió la posibilidad de investigar y difundir cualquier aspecto
de la obra de Mariátegui sin tener que contentarse con las citas selectas adaptables a
los requerimienlos políticos del gobierno soviético anterior a la Perestroika. Lamenta-
blemente, durante los úlümos años de existencia de la URSS la crisis afectó la econo-
mía soüética, de tal modo que el número de ediciones y el tiraje de publicaciones so-
ciales disminuyó. Se debilitó el lazo cultural que, durante tantos años. había exisfido
enhe el Perú y la URSS. (Ballesteros 1990).

LA RUSI,A POSTSOVIETICA
Desde la desaparlción de la URSS, en diciembre de 1991,la dlfuslón de publtca-
ciones rtrsas en el Perú ha cesado abruptamente.
conocemos por referencia, con motivo del centenario de Mariátegui (1994), que
el interés de los científicos rusos por la obra del Amauta se mantiene. Los cienfficos
Goncharova, Koriónov, Rovínskaya, semiónov, smirnova, Titov y Volsld se adhlrleron
al comité preparatorio por el centenario de Mariátegui, Bperemos que en los próxl-
mos años se recupere el intercarnbio cultural entre nueshos países.

CONCruSIONES
1. La obra de Mariátegui ha sido continuamente citada y empleada en la historio-
grafía soüéüca durante los 4 períodos fundamentales de la existencia de la URSS.
2. Al igual que en el Perú, en la unión soüéüca, ra obra de Mariátegui ha sldo em-
pleada como pretexto en el debate entre disüntos partidos políticos:
r Durante el slalinismo, la obra de Mariátegui será tildada de "populista" con la
flnalidad de ser descalificada de la literatura revoluclonarla.
¡ Durante Ia Primavera, shulgovski y semiónov conhibuyeron a la
"desestalinlzación" eloglando al "nrarxisnlo-leninlsmo" de Mariátegur.
t Durante el Btancamiento neostalinista se mantuvo el doble proceso de reto-
mar la rigidez dogmática, al analizar a Mariátegui, con fines de Justificación
política por parte del PCUS. Por oho lado, la difusión del marxismo ceativo

antidogrnático de Mariátegui, por parte de jóvenes historiadores lnnovadores,
permitió inütar a los investigadores a seguir el ejemplo del Amauta, lnfluyendo
positivamente en el desarrollo de las ciencias sociales y, por consiguiente,a la
democratización de la sociedad soüética.
' Durante la Perestroika fue "descubierto" el carácter crítico, dinámico y flexible
del marxismo de Mariátegui, reconociéndose que el mismo fue producto de un
severo análisis de la observación multilateral de la üda misma unida a una

Nueva Sínte-sis, Nro 3 - 1995 61


práctica revolucionaria.
El carácter de las apreciaciones de la obra de Mariátegui no se debió sólo a la ca-
rencia de haducciones sino al hecho principal que la interpretación de los prime-
ros historiógrafos de Mariátegui no se independizaron del objetivo políüco de los
dirigentes de la uRSS. Un pensamiento como el de Mariátegui que reúne una
vastedad de temas y diversas fuentes, sólo podía ser entendido mediante un seve-
fo análisis de los años en que transcurrió su vida. Por ejemplo en ninguno de los
artículos que hemos revisado, especialmente en los antefiores a la Pereshoika, no
existe un análisis global del Perú durante el régimen de Leguía'
4. En el período anterior a la Perestroika se destaca una visión esquemática del
Marxismo: se pretendió moshar a un Mariátegui "puro", "descontaminado", sin
consideraf que el pensamiento socialista, especialmente de un país no europeo
puede tomar las fuentes "clásicas" marxistas y ohas fuentes, no necesariamente de
esta ldeología con la finalidad de crear una fterramienta ideológica que le permita
comprender mejor su realidad acorde con el contexto nacional'
5. El carácter cont¡ario a.todo dogmaüsmo y esquematismo de la obra de Mariátegui
sirvió a la Perestroika, ya que la amplitud del marxismo de Mariátegui inauguró la
discrrión de la interrelación entre el régimen socialista y la parücipación democrá-
tica de los ciudadanos.

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