You are on page 1of 12

Plataforma para FM, SFC, SQM.

Reivindicación de derechos

www.plataformafibromialgia.org
2.010

Biomarcadores en el Síndrome de Fatiga Crónica: Evaluación de


la función de las células Natural Killer y de la dipeptidil
peptidasa IV/CD26
Mary A. Fletcher1,2,3*., Xiao R. Zeng1,2, Kevin Maher1, Silvina Levis1,2, Barry Hurwitz3, MichaelAntoni3,
Department of Medicine, University of Miami Miller School of Medicine, Miami, Florida, United States of America, 2
Miami Veterans Health Care Center, Miami, Florida, United States of America, 3 Department of Psychology,
University of Miami, Coral Gables, Florida, United States of America, 4 Department of Medicine, University of
Alberta, Edmonton, Alberta, Canada.

Abstracto
Antecedentes: Estudios del Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) de nuestro y de otros laboratorios
describen una disminuida citotoxicidad de las células natural (NKCC) y una elevada proporción de
linfocitos que expresan el marcador de activación, la dipeptidil peptidasa IV (DPPIV) – también conocida
como CD26. No obstante, ni estos ensayos, ni otros tests de laboratorio se aceptan ampliamente para el
diagnóstico o la prognosis del SFC. Este estudio buscó determinar si la NKCC o la DPPIV/CD26 tienen una
exactitud diagnóstica para el SFC.

Métodos/Resultados: los sujetos incluían mujeres y hombres con SFC y controles sanos. Se midió la
función de las células con un biochip, mediante células K562 y liberación de 51Cr. La DPPIV/CD26
asociada con linfocitos se estudió con citometría de flujo cualitativa y cuantitativa. Se midió la
DPPIV/CD26 en suero con ELISA. Análisis con la curva receiver operating characteristic (ROC) valoró el
potencial del biomarcador. La función citotóxica de las células NK para 176 sujetos con SFC era
significativamente más baja que en los 230 controles. Según el análisis ROC, la NKCC era un buen
predictor del estado del SFC. No había una significativa diferencia en el recuento de las células NK entre
los casos y los controles. El porcentaje de linfocitos CD2+ (células-T y células NK) positivos en DPPIV/C26
era elevado en los casos con SFC, pero había una disminución en la cantidad de moléculas (rMol) de
DPPIV/C26 expresadas en las células-T y a NK y una disminución de la forma soluble de la enzima en el
suero. Análisis con las curvas ROC indicaron que las 3 mediciones de la DPPIV/CD26 demostraron
potencial como biomarcadores para el SFC. Ninguno de los chips de DPPIV/C26 correlacionaba
significativamente con la NKCC.

Conclusiones: Mediante análisis ROC, la NKCC y tres métodos para medir la DPPIV/C26 examinados en
este estudio tenían potencial como biomarcadores para el SFC. De estos, NKCC, %CD2+CD26+ linfocitos
y rMol CD26/CD2+ linfocito, requirieron citometría de flujo, sangre fresca y el acceso a un laboratorio de
alta complejidad. La soluble DPPIV/C26 en suero con un chip estándar ELISA, o con otros factores
solubles en un tipo multiplex de ELISA.
La dipeptidil peptidasa IV en linfocitos o en suero no era predictiva de la NKCC lo cual sugiere que se
debería considerar estos como biomarcadores no-redundantes.
Las anomalías de la DPPIV/CD26 y del funcionamiento de las células NK tienen particular relevancia para
el posible papel de la infección en la iniciación y/o la persistencia del SFC.

Citación: Fletcher MA, Zeng XR, Maher K, Levis S, Hurwitz B, et al. (2010) Biomarkers in Chronic Fatigue Syndrome:
Evaluation of Natural Killer Cell Function and Dipeptidyl Peptidase IV/CD26. PLoS ONE 5(5): e10817.
doi:10.1371/journal.pone.0010817 - Editor: Derya Unutmaz, New York University, United States of America
Recibido Abril 9, 2010; Aceptado Mayo 2, 2010; Publicado Mayo 25, 2010 - Copyright: © 2010 Fletcher et al. This is
an open-access article distributed under the terms of the Creative Commons Attribution License, which permits unrestricted use,
distribution, and reproduction in any medium, provided the original author and source are credited. Funding: This work was
supported by grants from the NIAAA: R21AA016635 (PI MA Fletcher); NIAID: R01AI065723 (PI MA Fletcher); CFIDS Assoc. of
America: (PI N Klimas); NIAID: UO1 AI459940 (PI N Klimas), NHLBI: RO1 HL65668 (PI B Hurwitz); NIAMD: R01 AR48932-01A1 (PI S
Levis). The funders had no role in study design, data collection and analysis, decision to publish, or preparation of the manuscript.
Competing Interests: The authors have declared that no competing interests exist. * E-mail: mfletche@med.miami.edu These
authors contributed equally to this work.

1
Plataforma para FM, SFC, SQM. Reivindicación de derechos

www.plataformafibromialgia.org
2.010

El Síndrome de fatiga crónica (SFC) se caracteriza por fatiga persistente e inexplicada que
resulta en un grave deterioro del funcionamiento diario y se define por síntomas, discapacidad
y exclusión de condiciones médicas y psiquiátricas que podrían explicar la fatiga [1,2].
Estudios basados en la población estimaron la prevalencia del SFC en 0,23% a 0,41% [3,4]. Los
costos para la economía de los EE.UU. se estiman anualmente en 9 mil millones dólares en
pérdida de productividad y hasta $ 24 mil millones de dólares en gastos sanitarios [5–7].
Las complicaciones y las comorbilidades pueden ser severas. Por ejemplo, el síndrome de
fatiga crónica se ha asociado disfunción crónica o episódica autonómica y cardiovascular [8].
Recientes resultados de nuestro grupo han demostrado un descenso del volumen sistólico y
del gasto cardíaco en los pacientes más severamente afectados del SFC [9]. Hay informes que
sugieren un mayor riesgo de cáncer y de suicidio [10,11]. El SFC afecta a todos los grupos
étnicos y estratos socio-económicos de la sociedad aunque como mínimo de 2 a 4 veces más
mujeres que de hombres sufren de esta enfermedad [3,12,13]. El diagnóstico mediante la
definición de caso [1] requiere la exclusión de cualquier otra explicación médica para estos
síntomas, produciendo un proceso lento, ineficaz y propenso a errores. Esto también es
costoso porque el diagnóstico clínico actual suele implicar especialistas de atención terciaria.

Al igual que muchas enfermedades crónicas la fisiopatología del SFC es compleja y afecta a
varios de los principales sistemas de regulación del cuerpo. Hay considerable literatura que
describe la disfunción inmune en el SFC [14-16], aunque las revisiones de la inmunología del
SFC señalan que no se ha logrado un acuerdo universal sobre las alteraciones inmunológicas,
en gran parte debido a las diferencias en las metodologías, las definiciones de caso y la calidad
de los estudios [17,18].
Sin embargo, redundantes informes apoyan 1) reducción de la función de las células natural
killer (NK) [14,19] con deficiencias en la perforina y en las granzimas en las células NK y en los
linfocitos T CD8 + [20], 2) inflamación [21,22], 3) alteración de los perfiles de citoquinas [9,10]
con elevación de las citoquinas proinflamatorias [11,12] y de polarización [11,13] de Th2
(célula ayudante T tipo 2) y 4) activación linfocitaria crónica [14,16].

Los esfuerzos actuales de investigación están orientados hacía la identificación de un marcador


individual o de una combinación de marcadores asociados suficientemente con el SFC para
facilitar el diagnóstico objetivo y el manejo del SFC. Anteriormente informamos que los
pacientes con SFC con una pobre función NK tenían más fatiga, menos vigor, más disfunción
diurna y más deterioro cognitivo. Estos resultados preliminares proporcionaron pruebas en
apoyo de la utilización de la NKCC como marcador de subgrupo para la severidad de la
enfermedad en el SFC [23].

En la superficie de muchas células, incluyendo en los linfocitos, se encuentra presente la


DPPIV/CD26, una glicoproteína transmembrana y una serina peptidasa que escupe dipéptidos
prolina de la N-terminal de los polipéptidos, incluyendo quimiocinas y neuropéptidos. Se
encontró en el suero una forma soluble enzimáticamente activa. Hemos observado una
elevada proporción de linfocitos que expresan este marcador de activación en pacientes con
SFC en comparación con los controles [14]. No hay disponibles pruebas de laboratorio
ampliamente aceptadas para el diagnóstico o el pronóstico del SFC. Este estudio buscó
determinar la exactitud con la que las mediciones de la NKCC o la DPPIV/CD26 distinguen
entre personas derivadas con diagnóstico clínico del SFC y controles sanos.

2
Plataforma para FM, SFC, SQM. Reivindicación de derechos

www.plataformafibromialgia.org
2.010

Métodos
Objetivos
El trabajo previo indicó el funcionamiento defectuoso de las células NK y una alto por cien de
células T y células NK que expresan el marcador de activación DPPIV/CD26 en casos de SFC. El
objetivo de este estudio fue determinar el potencial de la NKCC y del DPPIV/CD26 como
biomarcadores para el SFC.

Participantes
Los pacientes con Síndrome de Fatiga Crónica (edades entre 18 y 60, edad media 44; 83%
mujeres) procedían de la Universidad de Miami, Facultad Miller de Medicina, Clínica de SFC y
Inmunodeficiencia, después de ser diagnosticados con SFC con los criterios de diagnóstico
clínico de los CDC [1,2] (Tabla 1).

Todos eran participantes en estudios de investigación (NIH, Asociación de Fatiga Crónica y


Síndrome de Inmunodeficiencia (CFIDS) o de la Universidad de Miami). Los criterios de
exclusión incluían cualquier condición médica activa que podía explicar la presencia de fatiga
crónica, incluyendo diabetes, el uso actual de inmunomoduladores o antibióticos, y un
diagnóstico psiquiátrico pasado o presente de psicosis (por ejemplo, esquizofrenia), demencia,
trastorno depresivo mayor con síntomas psicóticos o melancólicos, trastorno bipolar, anorexia
o bulimia nerviosa, abuso de alcohol/sustancias en los dos años siguientes a la aparición de la
fatiga o en cualquier momento posterior.
Los sujetos con SFC fueron estudiados 2 a 25 años después de la aparición de los síntomas, con
un inicio promedio de 10 años. Los controles sanos (Tabla 1) (edad 23-74, edad media de 41
años, mujeres 86%) procedían de la Universidad de Miami, o de estudios financiados por NIH
o CFIDS. Cada uno completó un historial clínico y psiquiátrico que incluía medicamentos y
abuso de alcohol/sustancias. Las personas con activas condiciones médicas o psiquiátricas,
medicamentos inmunomoduladores o abuso de alcohol/sustancias fueron excluidos.

Recolección de la sangre. Se recolectaron muestras de sangre por la mañana. Para los chips de
la función linfocitaria y para la citometría de flujo, se utilizaron tubos de heparina de sodio. Las
muestras se mantenían a temperatura ambiental y se entregaban al laboratorio dentro de las 4
horas. Para el hemograma completo, se recogía la sangre en ácido tetra acético de etileno
diamina y se entregaba al laboratorio dentro de las 4 horas. Se separaba el suero del coágulo
de sangre dentro de las 4 horas de la recogida en un tubo de tapón rojo y se guardaba a -20ºC
hasta que ser analizado.

Citotoxicidad de células NK (“asesinas naturales”). El biochip de la NKCC se realizaba con


sangre completa antes de 8 horas después de la recogida en un ensayo de liberación de cromo
como descrito previamente [24]. Se utilizaba la línea celular eritroleucémica sensible de la
K562 como célula diana. El ensayo se realizaba por triplicado en cuatro ratios target-to-
effector cell con incubación de 4 horas. Se utilizaba el % de citotoxicidad en cada ratio target-
to-effector y el número de células CD3-CD56 + (NK) por unidad de sangre para expresar los
resultados como % de citotoxicidad con un ratio de target-to-efector cell de 1:1.

Determinación de los subgrupos de linfocitos y evaluación de las concentraciones de


proteínas en la superficie de la célula por fluorescencia cuantitativa. Para la evaluación de
subpoblaciones linfocitarias y para los estudios cuantitativos de intensidad de la fluorescencia

3
Plataforma para FM, SFC, SQM. Reivindicación de derechos

www.plataformafibromialgia.org
2.010

de los antígenos en la superficie celular se utilizó un método de lisis de sangre entera [25]. La
sangre entera las muestras se tiñeron en 4 combinaciones de colores, con concentraciones
optimizadas (Saturación) de las concentraciones de anticuerpos, se lisaron los eritrocitos y se
fijaron las células con el reactivo Optilyse C (Beckman-Coulter Corp., Hialeah, FL). Se determinó
la determinación de las poblaciones de linfocitos, monocitos y granulocitos mediante
dispersión de luz y la vuelta a inyectarla (“light scatter and back gating “)en la fluorescencia
para la población CD45 brillante y la CD14 negativa con un citómetro de flujo de Beckman
Coulter multiparámetro. El control de isotipos fue la referencia para los eventos negativos. A
diario se establecía la compensación espectral. El control de calidad incluía la optimización de
la recuperación de los linfocitos, la pureza del gate del análisis, el linfosum y la repetición de
las determinaciones.

Los anticuerpos marcados con ficoeritrina (PE) se utilizaron para las determinaciones
cuantitativas de fluorescencia y se registraba la intensidad media de la fluorescencia en
ecuación de regresión lineal derivada del análisis de las normas de intensidad de fluorescencia
QuantiBrite (Beckton Dickenson, San Jose, CA). Esto permitió la conversión de valores de
intensidad de fluorescencia a números medianos de moléculas PE vinculadas por célula PE
(cantidad relativa de moléculas proteína expresadas por célula con concentraciones de
saturación de anticuerpos; rMol/célula). Esta técnica nos permitió determinar la cantidad
relativa (r) de moléculas (Mol) de CD26 en los linfocitos CD2 + (células-T y células-NK) (Figura
S1).

Tabla 1. Citotoxicidad de células Natural killer y dipeptidil peptidasa IV/CD26 en casos de síndrome de
a b
fatiga crónica comparada con controles .

Variable Nº de casos de SFC Media (25–75th percentil) Nº de controles sanos Media (25–75th percentil) p

NKCC% 176 12 (8–21) 230 28 (20–37) .000

% CD26+CD2+ Cells 75 61 (55–66) 100 52 (47–59) .000

sCD26 in Serum (ng/ml) 73 489 (396–643) 122 671 (496–871) .000

rMol CD26/CD2+ Cell 77 3625 (2844–4633) 102 4388 (3600–5388) .001

a
› 80% mujeres, edad media 48;
b
› 80% mujeres, edad media 47.

Determinación del CD26 soluble. Se evaluó el CD26 soluble en suero con un kit ELISA de
Bender MedSystems (Viena, Austria). Este ensayo tiene una sensibilidad de 7,26 ng / ml y una
precisión del 4,6%.

Cuestiones éticas. Todos los sujetos firmaron un consentimiento informado aprobado por la
Junta Institucional de Revisiones de la Universidad de Miami. Los participantes hablaban Inglés
con un nivel de al menos de octavo de primaria para asegurar que eran capaces de
comprender el consentimiento informado, y de leer y completar los cuestionarios.

4
Plataforma para FM, SFC, SQM. Reivindicación de derechos

www.plataformafibromialgia.org
2.010

Métodos estadísticos. Se utilizó el test no-paramétrico de Mann-Whitney para determinar las


magnitudes de diferencias entre los grupos. Para determinar las correlaciones se utilizó la
prueba no-paramétrica de Spearman. Los valores de p‹0,05 se consideraron estadísticamente
significativos. La precisión diagnóstica de los biomarcadores fue evaluada en términos de
verdaderos positivos (sensibilidad) frente a verdaderos negativos (1-especificidad) usando los
análisis (“nonparametric receiver operating characteristics = ROC) [26] disponibles en el
software Statistical Package for Social Sciences (SPSS) para Windows (SPSS Inc, Chicago, IL). El
plot ROC no-paramétrico utiliza todos los datos, no hace suposiciones paramétricas y
proporciona estimaciones imparciales de sensibilidad y especificidad, lo que indica la
capacidad de una prueba para discriminar entre dos estados alternativos de salud, en este
caso, casos con SFC y controles sanos. El cálculo de la superficie debajo de la curva (AUC),
proporciona un número único conveniente.
Una AUC.0.5 indica que la prueba no muestra diferencias entre los dos grupos, mientras que se
encuentra AUC = 1.0 si la prueba da una perfecta separación entre los grupos. Las coordenadas
de las curvas (COC), que ofrecen todo el espectro de parejas de sensibilidad/especificidad y
una imagen completa de exactitud de la prueba, se dan en los archivos complementarios para
cada plot del ROC.

Resultados

Citotoxicidad células asesinas naturales (citotoxicidad de las natural Killer)


Los valores de la NKCC fueron significativamente inferiores en los casos que en los controles
(p, 0.000) (Tabla 1). La cantidad de células NK no era diferente entre el SFC y los controles. Los
valores de CD3-CD56+ linfocitos/cumm (expresados en mediana (percentil 25ta-75a) eran: 176
(134-256) para el SFC y 236 (151-336) para los controles. De acuerdo con la curva ROC no-
paramétrica de las 406 muestras, tal como se muestra en la Figura 1, la NKCC fue un buen
predictor del estado del SFC. Los valores más bajos de NKCC indicaban evidencia de un estado
real positivo (SFC). El área bajo la curva (AOC) se muestra en la Tabla 2. Las coordenadas de la
curva (COC) se dan en la tabla S1.

Dipeptidil peptidasa IV/CD26


Medimos este peptidasa en las superficies celulares y en el suero de un subconjunto de las
muestras de las que habíamos estudiado la NKCC. Los resultados mostrados en la Tabla 1,
comparando SFC con controles, indicaron una elevación del porcentaje de los linfocitos CD26 +
CD2 +, pero una disminución de la cantidad de moléculas de CD26 en las células T y NK y una
disminución de la forma soluble de CD26 en el suero. El análisis de la curva ROC y la AUC, que
se muestra en la Tabla 2 y las Figuras 2, 3 y 4 indicó que las tres mediciones de CD26 tienen
potencial como biomarcadores para el SFC (véase COC en las tablas S2, S3 y S4). El chip de
citrometría de flujo cualitativo para la concentración de CD26 + en los CD2 + linfocitos y la
prueba de ELISA de sCD26 en suero eran buenas predictores. El método de flujo cuantitativo
para la concentración de CD26 en los linfocitos CD2+ fue menos preciso. El análisis Spearman
mostró que ninguno de los ensayos de CD26 correlacionaba significativamente con la NKCC
(datos no mostrados).

5
Plataforma para FM, SFC, SQM. Reivindicación de derechos

www.plataformafibromialgia.org
2.010

Figura 1. Se utilizaron los análisis ROC para evaluar la NKCC como


predictor del SFC. El plot no-paramétrico ROC (curva azúl)
indicaba la capacidad de la NKCC para discriminar entre los casos
SFC y los controles sanos. Valores más pequeños de NKCC
estaban asociados con casos SFC. La línea de 45 grados (verde)
indica el plot teórico de un test sin discriminación entre SFC y
controles.
doi:10.1371/journal.pone.0010817.g001

Discusión

Los datos de este y de otros estudios anteriores dan apoyo creíble a la disminución de la
función NKCC en el SFC. Estas células efectoras del sistema inmune innato tienen un papel
importante en la inmunidad antiviral, antibacteriana y antitumoral, pero resultan deficientes
como indican las mediciones por citólisis directa de las células diana, y como determinado por
la medición de las proteínas líticas intracelulares [14,20]. En 60 a 80% de las muestras
publicadas, el SFC presentaba con un inicio agudo de la enfermedad, con síntomas sistémicos
similares a la infección de una gripe que no desapareció [14]. El inicio súbito, los síntomas de
mialgias, artralgias, dolor de garganta y adenopatías provocaron el surgimiento de una teoría
de enfermedad inducida por infección [14,27]. Los informes publicados tanto apoyan, como
niegan asociadas infecciones microbianas, reactivación de infecciones por latentes herpes
virus y/o infecciones por retrovirus en el SFC [28-35]. Es interesante el hallazgo por Glaser y
colegas que los efectos inmunológicos adversos de infecciones persistentes con Epstein Barr
(EBV) no exigen la síntesis del ADN viral [36]. Algunos trabajos publicados sugirieron la
posibilidad de un elevado riesgo de cáncer en pacientes con SFC [10-11], aunque hasta la fecha
no ha habido muchos estudios a largo plazo de la historia natural para evaluar este riesgo con
precisión.

Tabla 2. Análisis de la curva ROC: Área debajo de la Curva (AUC) para citotoxicidad células natural
killer y dipeptidil peptidasa IV/CD26 en casos de SFC comparado con controles.

Variables Área Std. Error a Asymptotic Sig. b Asymptotic 95% Confidence Interval

Lower Bound Upper Bound

NKCC% .776 .024 .000 .729 .823

CD2+CD26+% .746 .037 .000 .674 .818

sCD26 ng/ml .732 .036 .000 .652 .794

rMolCD26/CD2+ cell .650 .042 .001 .568 .733

a Con suposición no-paramétrica; b Hipótesis Null: área verdadera = 0.5. - doi:10.1371/journal.pone.0010817.t002

6
Plataforma para FM, SFC, SQM. Reivindicación de derechos

www.plataformafibromialgia.org
2.010

Anteriormente hemos demostrado que la proporción de linfocitos (células NK y T) que expresa


el CD26 se encuentra elevado en los casos con SFC [14]. En el presente estudio encontramos
reducida en los pacientes con SFC la densidad de DPPIV/CD26 en la superficie de los linfocitos
y la concentración de la enzima en plasma, en comparación con los controles. Nosotros
postulamos que esta reducción se debe a la crónica activación de linfocitos en los pacientes
con SFC. El presente estudio se suma a la evidencia de la pérdida de la función inmune innata y
de la activación inmunológica crónica, resultantes de la presencia a largo plazo de estímulos
antigénicos, ya sea propio u extraño. En comparación con los controles sanos, los pacientes
con hepatitis C crónica tenían una disminución significativa de los niveles séricos de la CD26
soluble [37].

En otro estudio se comparó la infección aguda, autolimitada con la vacuna de la gripe en vivo y
la infección crónica con un antígeno persistente, como por ejemplo con citomegalovirus
(CMV), EBV o el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), mediante citometría de flujo con
múltiples parámetros y tecnología tetrámero. Estos análisis identificaron un patrón único de
alta densidad de expresión DPPIV/CD26 entre las células específicas T CD8 de la influenza, pero
no en células T CD8 específicas para CMV, EBV (Tres epítopos diferentes) o el VIH [38]. Estos
resultados fueron interpretados como indicación de que la expresión de CD26 (alta) es
característica de una célula de memoria, presente en la infección aguda, pero no en infección
crónica.

La dipeptidil peptidasa IV/CD26 clava la N-terminal de los dipéptidos X-Pro de los péptidos. La
peptidasa controla la vida media en vivo del factor-1 (SDF-1) derivado de células estromales,
quimioquinas proinflamatorias. Ratones deficientes en DPPIV/CD26 exhibían mayores niveles
circulantes de SDF-1 activo, asociado con un incremento de la cantidad de células positivas
para e SDF-1 receptor (CXCR4) que infiltran articulaciones artríticas [39].

Figura 2. Se utilizaron análisis ROC para evaluar el % de linfocitos


CD26+CD2+ como predictor de SFC. El plot no-paramétrico ROC
(curva morada) indicaba a capacidad de % de linfocitos CD26+CD2+
para discriminar entre casos de SFC y controles sanos. Valores más
altos de % de linfocitos CD26+CD2+ se asociaban con casos de SFC.
La línea de 45 grados (verde) indica el plot teórico de un test sin
discriminación entre SFC y controles.
doi:10.1371/journal.pone.0010817.g002

Figura 3. Se utilizaron análisis ROC para evaluar la dipeptidil


peptidasa IV/CD26 en suero como predictor del SFC. El plot no-
paramétrico ROC (curva roja) indicaba la capacidad de la
dipeptidil peptidasa IV/ CD26 en suero para discriminar entre
casos de SFC y controles sanos. Se asociaron valores más bajos
con casos de SFC. La línea de 45 grados (verde) indica el plot
teórico de un test sin discriminación entre SFC y controles.
doi:10.1371/journal.pone.0010817.g003

7
Plataforma para FM, SFC, SQM. Reivindicación de derechos

www.plataformafibromialgia.org
2.010

En un estudio clínico de los mismos investigadores, los niveles plasmáticos de DPPIV/CD26 de


pacientes con artritis reumatoide estaban significativamente disminuidos en comparación con
los de pacientes con artrosis y presentaban correlación inversa con el nivel de la proteína C-
reactiva. Postularon que la disminución del nivel en circulación de la DPPIV/CD26 soluble con
artritis pueda influir en la regulación mediada por DPPIV/CD26 del eje quimiotáctico SDF-
1/CXCR4. Estos pacientes tienen una elevada cantidad de células T que expresan DPPIV/CD26 y
una reducción de la actividad enzimática DPPIV y del antígeno DPPIV/CD26 en plasma en
comparación con los controles [39,40].
La dipeptidil peptidasa IV/CD26 causa la degradación del péptido glucagón-like 1 (GLP-1), una
hormona de la incretina [41].
Los inhibidores de la DPPIV/CD26, como la sitagliptina, que impiden la degradación del GLP-1
[42], se comercializan ahora para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 (T2DM).
Teniendo en cuenta que la DPPIV/CD26 tiene un papel clave en la regulación del sistema
inmune, como molécula de activación de las células-T y en los trastornos mediados por el
sistema inmune, cabe señalar que no se han investigado de manera extensa los efectos de la
inhibición de la DPPIV/CD26 sobre el sistema inmune. Hay informes de incrementos de
infecciones después del tratamiento con sitagliptina [43]. Hasta ahora sólo se han medido las
variables de seguridad rutinarias de laboratorio en ensayos controlados aleatorios publicados.

La administración de inhibidores de la DPPIV/C26 para tratar a pacientes con T2DM puede


influir en la función inmunológica, incluyendo en la NKCC. Un estudio del gen CD26 en ratones
knock-out llegó a la conclusión que la DPPIV/C26 contribuye a la regulación del desarrollo, de
la maduración y de la migración de células T CD4, NK y NKT, a la secreción de citoquinas, a la
producción de anticuerpos dependientes de las células-T y al cambio isotipo de
inmunoglobulina de las células B [44].
Un primer diagnóstico del SFC no se haría en el paciente con una evidente T2DM. Sin embargo,
se desconoce la frecuencia de la aparición de diabetes tipo 2 después de diagnosticar el SFC -
ni se conocen los efectos de un inhibidor de DPPIV/C26 en el paciente con SFC.
Es típico que la duración de la enfermedad exceda los 10 años. La persistencia puede implicar
una interacción compleja de la regulación inmune, autonómica y neuroendocrina y sigue
siendo poco comprendida. Es importante recordar que la inflamación crónica asociada puede
tener importantes consecuencias sobre el metabolismo de energía mediante la promoción de
la resistencia a la insulina [45]. Este estado inflamatorio crónico también podría apoyar una
concurrente respuesta Th1 de bajo grado al inhibir los efectos protectores del subgrupo de
células-T reguladoras mediante el aumento de la expresión de la IL-6. La disminución de la
NKCC y las manifestaciones anormales de la DPPIV/C26 en el SFC serían compatibles con la
hipótesis que el sistema inmune de las personas afectadas está sesgado hacia el patrón tipo
ayudante-T2 (T-helper =Th2) o patrón de citoquinas orientado hacía la inmunidad humoral.

Los datos obtenidos sobre la función de las células NK, la activación inmune y la DPPIV/C26 en
las superficies celulares y en el suero, son consistentes con una etiología viral para el SFC. La
elevada proporción de células-T CD4 y CD8 activadas y de deficiente NKCC en los casos del SFC
sugiere que las células-T están metabólicamente limitadas en el ejercicio de sus funciones de
ayudantes. Las anomalías observadas pueden tener aplicaciones con otras enfermedades
complejas, crónicas y mal comprendidas, incluyendo la fibromialgia, enfermedad de la guerra
del Golfo, enfermedades reumatológicas y esclerosis múltiple - aunque la constelación precisa
de los patrones observados con estos biomarcadores puede ser diferente en cada una.

8
Plataforma para FM, SFC, SQM. Reivindicación de derechos

www.plataformafibromialgia.org
2.010

Sin embargo, el panel específico que hemos identificado aquí probablemente sea útil como
marcadores objetivos para diagnosticar el SFC, determinar subgrupos, seguir los pacientes con
el tiempo y como diana para estrategias terapéuticas. Estos indicadores son parte de un
sistema complejo e integrado y hay que abordar su inter-dependencia [46].

A consecuencia de esto nos dedicamos actualmente a la cartografía de la estructura de la red


de interacciones neuroendocrinas-inmunes en el SFC.

Limitaciones

Las limitaciones obvias de este estudio son que cada muestra de pacientes representa un
único punto en el tiempo. Para solucionar esto, estamos llevando a cabo un amplio estudio
longitudinal para seguir a más de 150 pacientes durante 18 meses. Las muestras se recogen en
tiempos de relativa remisión y de exacerbación de síntomas. La terminación del estudio
permitirá correlacionar los síntomas relacionados con el SFC con la función y la activación de
los linfocitos. Debido a que el SFC es una enfermedad que afecta a las mujeres de manera
desproporcionada, más del ochenta por ciento de los casos en el presente estudio eran
mujeres. El estudio más grande tendrá suficiente fuerza para permitir hacer un subestudio de
los patrones de los biomarcadores en hombres con SFC.

Conclusiones
El predominio de las pruebas que indican que las personas con SFC tienen disminución del
funcionamiento de las células NK y activación anormal de las células-T y NK fue apoyado por
este estudio. El objetivo del estudio fue determinar la utilidad de estas mediciones como
biomarcadores.
Mediante el análisis ROC se identificaron la NKCC y la dipeptidil peptidasa/CD26 como
potenciales biomarcadores para el SFC a través de la demostración de su exactitud para
discriminar a pacientes con SFC de controles sanos.
La dipeptidil peptidase/CD26 en los linfocitos o en el suero no se correlacionaba con la NKCC,
lo que sugiere que se trata de biomarcadores no redundantes. Los tratamientos actuales para
el SFC se dirigen a la reducción de la severidad sintomática, pero no existe cura para esta
enfermedad.
Los hallazgos de este estudio dan apoyo a la idea que causa y/o fisiopatología del SFC están
relacionadas con infección. Estos hallazgos pueden conducir a enfoques terapéuticos.
El espectro de la enfermedad infecciosa hace más hincapié en la importancia de esta
investigación para la salud pública.

Información de Apoyo

Figura S1. Ilustración de la técnica utilizada para convertir los valores de intensidad de la
fluorescencia en números medios de moléculas PE por célula vinculada (cantidades relativas
de moléculas de proteína expresadas por célula en concentraciones de saturación de
anticuerpos; rMol / celular). Se encuentra en: doi: 10.1371/journal.pone.0010817.s001 (TIF
0,38 MB)

Cuadro S1 Coordenadas de la curva de NKCC.


Se encuentra en: doi: 10.1371/journal.pone.0010817.s002 (0,23 MBDOC)

9
Plataforma para FM, SFC, SQM. Reivindicación de derechos

www.plataformafibromialgia.org
2.010

Tabla S2 Coordenadas de la curva ROC para CD26 + + CD2. Los linfocitos en el SFC comparados
con controles.
Se encuentra en: doi: 10.1371/journal.pone.0010817.s003 (0,20 MB DOC)

Cuadro S3 Coordenadas de la curva ROC para sCD26.


Se encuentra en: doi: 10.1371/journal.pone.0010817.s004 (0,17 MB DOC)

Tabla S4 Coordenadas de la curva para rMolCD26CD2 +.


Se encuentra en: doi: 10.1371/journal.pone.0010817.s005 (0,28 MB DOC)

Contribuciones de autores:

Concibieron y diseñaron los experimentos: MAAF KM NGK. Realizaron los experimentos: XRZ
KM. Analizaron los datos: MAAF GJB. Contribuyeron con reactivos/materiales/herramientas de
análisis: BH MA SL. Escribieron el documento: MAAF NGK. Revisaron críticamente el papel: BH,
MA, GJB.

Referencias

1. Fukuda K, Straus SE, Hickie I, Sharpe MC, Dobbins, et al. (1994) The chronic fatigue syndrome: a comprehensive
approach to its definition and study. International Chronic Fatigue Syndrome Study Group. Ann Intern Med 121:
953–9.
2. Reeves WC, Lloyd A, Vernon SD, Klimas N, Jason LA, et al. (2003) Identification of ambiguities in the 1994 chronic
fatigue syndrome research case definition and recommendations for resolution. BMC Health Serv Res 3(1): 25.
Review.
3. Reyes M, Nisenbaum R, Hoaglin DC, Unger ER, Emmons C, et al. (2003) Prevalence and incidence of chronic
fatigue syndrome in Wichita, Kansas. Arch Intern Med 163: 1530–1536.
4. Jason LA, Richman JA, Rademaker AW, Jordan KM, Plioplys AV, et al. (1999) A community-based study of chronic
fatigue syndrome. Arch Intern Med 159: 2129–2137.
5. Chandler HK, Ciccone D, MacBride RJ, Natelson B (2008) Medically unexplained illness in short- and long-term
disability applicants: prevalence and cost of salary reimbursement. Disabil Rehabil 30(16): 1185–1191.
6. Reynolds KJ, Vernon SD, Bouchery E, Reeves WC (2004) The economic impact of chronic fatigue syndrome. Cost
Eff Resour Alloc 2(1): 4.
7. Jason LA, Benton MC, Valentine L, Johnson A, Torres-Harding S (2008) The economic impact of ME/CFS: Individual
and societal costs. Dyn Med 7: 6.
8. Gerrity TR, Bates J, Bell DS, Chrousos G, Furst G, et al. (2003) Chronic fatigue syndrome: what role does the
autonomic nervous system play in the pathophysiology of this complex illness? Neuroimmunomodulation 10: 134–
141.
9. Hurwitz BE, Coryell VT, Parker M, Martin P, Laperriere A, et al. Chronic fatigue syndrome: illness severity,
sedentary lifestyle, blood volume and evidence of diminished cardiac function. Clin Sci (Lond), 2009 Oct 19;, 118(2):
125–35.
10. Jason LA, Corradi K, Gress S, Williams S, Torres-Harding S (2006) Causes of death among patients with chronic
fatigue syndrome. Health Care Women Int 27: 615–26.
11. Levine PH, Peterson D, McNamee FL, O’Brien K, Gridley G, et al. (1992) Does chronic fatigue syndrome
predispose to non-Hodgkin’s lymphoma? Cancer Res 52(19 Suppl): 5516s–5518s.
12. Evengard B, Jonzon E, Sandberg A, Theorell T, Lindh G (2003) : Differences between patients with chronic fatigue
syndrome and with chronic fatigue at an infectious disease clinic in Stockholm, Sweden. Psychiatry Clin Neurosci 57:
361–368.
13. Jason LA, Plioplys AV, Torres-Harding S, Corradi K (2003) Comparing symptoms of chronic fatigue syndrome in a
community-based versus tertiary care sample. J Health Psychol 8: 459–64.
14. Klimas NG, Morgan R, Salvado F, Fletcher MA (1990) Immunologic abnormalities of chronic fatigue syndrome. J
Clin Microbiol 28: 1403–1410.

10
Plataforma para FM, SFC, SQM. Reivindicación de derechos

www.plataformafibromialgia.org
2.010

15. Barker E, Fujimura SF, Fadem MB, Landay AL, Levy JA (1994) Immunologic abnormalities associated with chronic
fatigue syndrome. Clin Infect Dis 18 Suppl 1: S136–41.
16. Landay AL, Jessop C, Lennette ET, Levy JA (1991) Chronic fatigue syndrome: clinical condition associated with
immune activation. Lancet 338: 707–12.
17. Maher K, Klimas NG, Fletcher MA (2003) Immunology. In Handbook of Chronic Fatigue edited by Jason LA,
Fennell PA, Taylor RR. Hoboken, NJ: John Wiley & Sons. pp 124–151.
18. Lyall M, Peakman M, Wessely S (2003) A systematic review and critical evaluation of the immunology of chronic
fatigue syndrome. J Psychosom Res 55: 79–90. Review.
19. Caligiuri M, Murray C, Buchwald D, Levine H, Cheney P, et al. (1987) Phenotypic and functional deficiency of
natural killer cells in patients with chronic fatigue syndrome. J Immunol 139: 3306–3313.
20. Maher KJ, Klimas NG, Fletcher MA (2005) Chronic fatigue syndrome is associated with diminished intracellular
perforin. Clin Exp Immunol 142: 505–511.
21. Raison CL, Lin JM, Reeves WC (2009) Association of peripheral inflammatory markers with chronic fatigue in a
population-based sample. Brain Behav Immun 23: 327–337.
22. Aspler AL, Bolshin C, Vernon SD, Broderick G (2008) Evidence of inflammatory immune signaling in chronic
fatigue syndrome: A pilot study of gene expression in peripheral blood. Behav Brain Funct, Sep 26; 4: 44.
23. Siegel SD, Antoni MH, Fletcher MA, Maher K, Segota MC, et al. (2006) Impaired natural immunity, cognitive
dysfunction, and physical symptoms in patients with chronic fatigue syndrome: preliminary evidence for a
subgroup? J Psychosom Res 60: 559–566.
24. Fletcher MA, Baron G, Fischl M, Klimas NG (1987) Use of whole blood methods in assessment of immune
parameters in immunodeficiency states. Diag Clin Immunol 5: 69–81.
25. Maher K, Fletcher MA (2006) Quantitative flow cytometry in the clinical laboratory, Clin. Appl Immunol Rev 5:
353–372.
26. Zweig MH, Campbell G (1993) Receiver-Operating Characteristic (ROC) plots: A fundamental evaluation tool in
Clin Med Clin Chem. 39: 561–577.
27. Evenga°rd B, Klimas N (2002) Chronic fatigue syndrome: Probable pathogenesis and possible treatments. Drugs
62: 2433–2446.
28. Kogelnik AM, Loomis K, Hoegh-Petersen M, Rosso F, Hischier C, et al. (2006) Use of valganciclovir in patients
with elevated antibody titers against Human Herpesvirus-6 (HHV-6) and Epstein-Barr Virus (EBV) who were
experiencing central nervous system dysfunction including long-standing fatigue. J Clin Virol 37: Suppl 1: S33–38.
29. Glaser R, Padgett DA, Litsky ML, Baiocchi RA, Yang EV, Chen M, et al. (2005) Stress-associated changes in the
steady-state expression of latent Epstein-Barr virus: implications for chronic fatigue syndrome and cancer. Brain
Behav Immun 19: 91–103.
30. Ledina D, Bradaric´ N, Milas I, Ivic´ I, Brncic´ N, et al. (2007) Chronic fatigue syndrome after Q fever. Med Sci
Monit 13: CS88–92.
31. DeFreitas E, Hilliard B, Cheney PR, Bell DS, Kiggundu E, et al. (1991) Retroviral sequences related to human T-
lymphotropic virus type II in patients with chronic fatigue immune dysfunction syndrome. Proc Natl Acad Sci U S A
88: 2922–6.
32. Khan AS, Heneine WM, Chapman LE, Gary HE, Jr., Woods TC, et al. (1993) Folks TM, Schonberger LB. Assessment
of a retrovirus sequence and other possible risk factors for the chronic fatigue syndrome in adults. Ann Intern Med
118(4): 241–5.
33. Holmes MJ, Diack DS, Easingwood RA, Cross JP, Carlisle B (1997) Electron microscopic immunocytological
profiles in chronic fatigue syndrome. J Psychiatr Res 31: 115–2.
34. Lombardi VC, Ruscetti FW, Gupta JD, Pfost MA, Hagen KS, et al. (2009) Detection of infectious retrovirus, XMRV,
in blood cells of patients with chronic fatigue syndrome. Science 326: 585–589.
35. Erlwein O, Kaye S, McClure MO, Weber J, Wills G, et al. (2010) Failure to Detect the Novel Retrovirus XMRV in
Chronic Fatigue Syndrome. PLoS One, 2010 Jan 6; 5(1): e8519.
36. Glaser R, Litsky ML, Padgett DA, Baiocchi RA, Yang EV, et al. (2006) EBVencoded dUTPase induces immune
dysregulation: Implications for the pathophysiology of EBV-associated disease. Virology 346: 205–218.
37. Yang SS, Fu LS, Chang CS, Yeh HZ, Chen GH, et al. (2006) Changes of soluble CD26 and CD30 levels correlate with
response to interferon plus ribavirin therapy in patients with chronic hepatitis C. J Gastroenterol Hepatol 21: 1789–
93.
38. Ibegbu CC, Xu YX, Fillos D, Radziewicz H, Grakoui A, et al. (2009) Differential expression of CD26 on virus-specific
CD8(+) T cells during active, latent and resolved infection. Immunology 126: 346–53. Epub 2008 Jul 22.
39. Busso N, Wagtmann N, Herling C, Chobaz-Pe´clat V, Bischof-Delaloye A, et al. (2005) Circulating CD26 is
negatively associated with inflammation in human and experimental arthritis. Am J Pathol 166: 433–42.

11
Plataforma para FM, SFC, SQM. Reivindicación de derechos

www.plataformafibromialgia.org
2.010

40. Muscat C, Bertotto A, Agea E, Bistoni O, Ercolani R, et al. (1994) Expression and functional role of 1F7 (CD26)
antigen on peripheral blood and synovial fluid T cells in rheumatoid arthritis patients. Clin Exp Immunol 98(2): 252–
256.
41. Thornberry NA, Gallwitz B (2009) Mechanism of action of inhibitors of dipeptidyl-peptidase-4 (DPP-4) Best Pract
Res Clin EndocrinolMetab. 223: 479–486.
42. Richter B, Bandeira-Echtler E, Bergerhoff K, Lerch C (2008) Emerging role of dipeptidyl peptidase-4 inhibitors in
the management of type 2 diabetes. Vasc Health Risk Manag 4: 753–768.
43. Amori RE, Lau J, Pittas AG (2007) Efficacy and safety of incretin therapy in type 2 diabetes: systematic review
and meta-analysis. JAMA 11;298: 194–206.
44. Yan S, Marguet D, Dobers J, Reutter W, Fan H (2003) Deficiency of CD26 results in a change of cytokine and
immunoglobulin secretion after stimulation by pokeweed mitogen. Eur J Immunol. 33: 1519–527.
45. Straburzynska-Lupa A, Nowak A, Pilaczynska-Szczesniak L, Straburzynska- Migaj E, Romanowski W, et al. (2010)
Visfatin, resistin, hsCRP and insulin resistance in relation to abdominal obesity in women with rheumatoid arthritis.
Clin Exp Rheumatol 2010 28(1): 19–24.
46. Fuite J, Vernon SD, Broderick G (2008) Neuroendocrine and immune network re-modeling in chronic fatigue
syndrome: an exploratory analysis. Genomics 92: 393–399.

12

You might also like