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Nea arses 998 Karra Maw'n y otros poemas: La antropologia poética de Clemente Riedemann* Yanko Gonzalez Cangas ~ OBERTURA E\ estudio intenta analizar desde una tradicién disciplinaria, la antropologia y particularmente la etnografia, la obra postica del escritor surefio, premio Pablo Neruda 1990, Clemente Riedemann. Se trata de Karra Maw'n y Otros rabajo fue prosentado al IX Saminaro Intamacional de la Sociedad Chiena de Estudios Literarins| SOCHEL) “ Anltopélogo, Magister en Ciencias Sociales. institute de Cien ‘as Sociales de la Universidad Austval de Chie Poemas, publicado en 1995 y que retine tres cor- pus. El primero, Kara Maw'n, que fue publicado como libro individual en 1984, reeditandose en 1995, y los corpus Santiago de Chile y Wekute in NY, que acompafian al primero en la edicién de 1995. El objetivo del estudio es explorar nuevas "en- tradas" a la obra del autor, referidas a la naturale- za experimental de la obra de Riedemann al into- rior de la antropologfa, interpretando las matrices discursivas de cada uno de sus corpus, teniendo como contexto el substrato epistemolégico don- de se asientan y el desarrollo tiltimo de la etno- gratla al interior de la antropologia. 1. EL AUTOR, EL HABLANTE: LA RESITUACION DEL ETNOGRAFO Las lecturas mas abundantes de la obra poéti- ca Karra Maw/n (Ed. Alborada, 1984) de Clemen- te Riedemann (Valdivia, 1953) nos hablan de la explicita vinculacién de la obra a un horizonte sim- bélico signado por las tensiones, contlictos e hibridaje de grupos étnicos diferenciales en nues- tro pais, especificamente en el espacio regional denominado “sur de Chile": mestizaje, genocidio, etnacidio, etnocentrismo, la pérdida de identidad cultural deculturacién— y otros fenémenos de ‘cambio cultural derivado del contacto de varias culturas. Estas miradas transitan por la vision del ha- blante como un poeta-cronista que denuncia, rehaciendo la historia a través de diversas fuen- tes y ptocedimientos, los avatares de un largo proceso de contacto cultural en el sur de Chile, desde el punto de vista de las transgresiones socioculturales provocadas en la cultura mapuche-huiliche, habitantes originarios del te- rritorio, por otros grupos cutturales; espafioles primero, alemanes y chilanos posteriormente. Eltexto ha sido clasificado por Carrasco (1989, ARTICULO ‘Yanko Gonzale 6 1995) como perteneciente a una de las facetas mas novedosas de la poesia actual, que el estu- dioso inscribe como "Poesia Etnocultural", pro- duccion lirica relativamente reciente que se ubi- ca en la tradicién de exploracién historica y antropolégica a partir del lenguaje poético, entre cuyos antecedentes mas significativos en la poe- sia latincamericana estarian e! "Canto General” de Pablo Neruda, "Homenaje a los Indios Ameri- canos' de Emesto Cardenal hasta el "Poeria de Chile* de Gabriela Mistral. Sj alguna duda cabe sobre la importancia de la obra en la poesia chilena reciente, éste y otros investigadores nos afirman: “Katra Maw'n @s uno de los textos canéni- cos de Ia iteratura etnocultural(..) Este tipo de textualidad se muestra, segun mi expe- riencia, como la tendencia mas vigorosa de la poesia reciente y constituye el gran aporte de los escritores del sur al proceso global de la poesia contemporénea” (Carrasco, 1995:152) “El texto es un notable y extenso poema centrado en los procesos de conquista y colonizacion del sur de Chile (...) Mas alla de que este texto abra una zona inexplorada poéticamente, constituye una obra de im- pecable factura artistica, e importantisima debido a la asuncién de una zona oscura en la historia de Chile y su novedosa reso- jucién escritural" (Galindo y Miralles, 1993:81) Karra Maw'n (el lugar de la lluvia en Mapudungun) 0 posiblemente la ciudad de Valdivia, contione un nucleo tematico que gira en torno a los antecedentes previos a la llegada de los conquistadores, el proceso de conquista y los efectos de! enfrentamiento cultural; la llama- da "pacificacién’, la posterior colonizaci6n alema- na, y otros hitos histéricos y descripciones cultu- rales que se aproximan a los hechos més cerca- nos ai momento de la escritura. Sin subvalorar el aporte literario de la obray la gran cantidad de micro !ecturas posibles en cada. una de sus cinco secciones ', nos interesa res- catar uno de los elementos mas singulares en la ‘conformacicn del relato lirico, a saber, los proce- dimientos para la factura del poemario en rela: cidn con el hablante, el supuesto cronista, que contiene una singular forma de dialogar con la tradicion literaria y tiene proyecciones {undacionales con respecto a las nuevas prdcti- cas etnograficas en Chile. Particularidades a la cual nos referiremos introduciendo algunos ante- cedentes. La forma textual y estética donde se prende Karra Maw'n en a literatura nos remite a una multiplicidad de practicas escriturales que proli- feraron en la Espatia de conquista y en la colonia americana en los Siglos XVI y XVII: el relato his- torico bélico, el poema épico, la historia de la des- cripcién natural, el diario de viaje, ete Emparentadisimos aparecen aqui Ercilla y su épica "Araucana’, Diego Arias de Saavedra y su extenso "Purén Indémito" y "Arauco Domado" de Pedro de Offa, cuyos relatos posticos entrecruzan con extraordinaria destreza la descripcién histo- rica y etnografica. 7” Kaira Wawn se divide on olneo sevolones, La primera Versa s0bre “los astios do vida" antos de fa llogada do los os: parolas. La segunda intenta desert el proceso de ccupacion alemana yl lamada "Pacifcacion de la Araucania’. La tercora trata del ocaso do "Kaira Maw haciendo un corto con el terremoto de 1960 en | sur de Chile. La cuarta parte devela la posicién marginal de a winia mapuche. La quinta hace apa: Ger al suelo autoalinlegrado a los hechos descrits y conta os, section que veremos an dell La posicién de cronista y la apelacién a ia his- toria para la construccién de la obra por parte del autor puede ensombrecer o confundir la tarea etnogafica. En este caso, el referente escritural llamado “crénica’ es un punto de partida para dar cuenta sobre los "otros*. El llamado "padre de la historia’, Herddoto, es también, habitualmente lla- mado “el padre de la antropologia’, en cuanto describe e interpreta culturalmente al mundo bar- baro -Medos, Egipcios, Persas, etc.— en rela- cin con la cultura de occidente ~Griega~. Asi, entendemos Karra Maw'n como una obra desplegada sin complejos disciplinarios en la tra- dicién etogratica, describiendo e interpretando otras culturas * en la diacronia, a través del dis- fraz de cronista. Lo crucial para delimitar donde aparece la heuristica etnografica en el que “recuenta’ la realidad pasada (cronista) y el que comprende y describe la realidad presente (etnagrato), es la preocupacién y pretensién ex- plicita por generar conocimiento sobre otras cul- turas. Es aqui donde hay que resituar al etnografo de Karra Maw’n, que aparece enmascarado en el cronista. Esta operacicn explicita del sujeto autoral de ‘vestirse de cronista’ a través del ha- blante y reconstruir la génesis y acontecimientos de un pueblo en su relacién con culturas domi- nantes, puede leerse como una estrategia retorl- «a. Este procedimiento enmascarador revela paradogicamente al antropdlogo mas aguzado, que es el que utiliza en la alquimia de la “ficcionalizacién dirigida'" las fuentes empiricas y escritas para traducir, desde una singular posi- ci6n cultural, los estilos de vida particulares de a lo menos cuatro grupos étnicos en contacto: 2 Carrasco (1998147), hace droctamonte alusion a este hecho dcienco que la obra "es simultaneamento una interpratacion antropokigica de los vinculos entre diverses grupos etnicos en 1 sur de Chile." lo cual abra esta perspectva de itorprota- El desarrollo doa prop add rural en. mapuche-tuilliches, espafioles, alemanes y chi- lenos. Es asi, que el plan programatico de la fac- tura de la obra, entrelaza, como los primeros “hermeneutas" espafioles de la conquista, la des- cripcién histérica, pero sobre todo etnografica, al interior de la tradicion poética. I, KARRA MAW'N: LA APERTURA FUNDACIONAL Es esta caracteristica la que le otorga una in- teresante posicién dentro de las practicas etnograficas tal como se conciben actualmente. En este sentido, la obra es de sumo interés des- de e| punto de vista escritural, de "presentacién del relato". Esta constituye un hito para levantar referentes “prestigiados’ de practicas etnograticas, diferentes.a las que la antropologia sostenia como vlidas desde el punto de vista cientifico, clasica- mente monogratias descriptivas, "realistas", pro- veedora de datos "objetivos", describiendo al "otro" con la técnica objetiva del "discurso regu- lador remoto" (Rosakdo, 1989), omnisciente y le- gitimado como el unico posible, depositario del monopolio de los acercamientos que signan la verdad, por tanto alejadas completamente de pre~ tensiones literarias. Su obra es continuadora de escritores como José Maria Arguedas, Luis Vulliamy, Juan Pablo Riveros, y otros antropélogos poetas, teniendo come contexto fun- damental, las practicas etnograficas que venian impregnando a la antropologia desde Tristes Tr6- picos de Lévi-Strauss, pasando por los aportes de Clifford Geertz, hasta llegar a las obras etnograficas de S. Tyler, Taussing y de antrop6- logos potas como Stanley Diamond y Friederich. Es asi, que Karra Maw'n se inserta perfecta- mente dentro de las nuevas corrientes experimen- tales mas radicales de la etnografia (Reynoso, 1991), donde se sitia la llamada antropologia ‘Yanko Gonzalez © poétic °. Podemos deci con Rose, analizando una de las obras del antropdlogo poeta Stanley Diamond a propésito de una descripcién de un ritual nativo Zuhi, que: “El posta fue un observa dor, igual que un etndgrafo, un vehiculo reflectivo (...) un espejo hecho de versos, para que los Zuni vean, por Si es que quieren, su version sobre ellos mismos (...)" (1983:347). Elresultado ocurre de forma singular en la biis- queda entre el cruce de [a creacién y el relato etnogratico y contiene en si un afan estético, dia- logando con Clifford Geertz en su obra “El Antropdlogo como Autor" : "...(estoy en contra) de que los buenos textos etnograficos deban ser planos y faltos de toda pretensién (..) y no suje- tos al atento examen critic literario ni merecer- lo" (Geertz, 1989:12). Es un proyecto de obra engarzado en un “giro” dentro de la tradici6n, como bien lo expone Tyler: “El discurso de una nueva antropologia re- chazaria la economia aristotética del dis- ‘curso, monofénica, malamente imitativa de la légica, y admite en su lugar todo los me- dios posibles de discurso, polifonia, parataxis, parabolas, paradojas, enigmas, elipsis y tropos de toda clase. Por lo tanto la antropologia convencional ha caducado junto con la ciencia naturales a las que pro- curaba imitar" (Tyler 1991:45) ‘3 ES imporiante sefalar, que para efectos expositvos, danom- amos antropologia come sincnimo ce etnograta, pecisando si, el grado mas dalinitado de ésta iia, pero que se encuen- {ra porfoctamente ropresontada bajo ol otuo discplinario do ‘anropologia cultura. Asimismo dejamos claramente ident ceadas cs tps de practioas escrturales al interior de esta co: ‘macte: aquelios antropoiogos poets que escriban sobre sus ‘experien- cas antropoldgicas, como un chservador de distintas culluras y los que no lo hacen escibiends igualmente poesia ue se pueden distingur bajo ls teminas de antrapckigia pos. ‘ica y poesia anttopoligica (CI, Rose 1983 346. © come lo sefiala el antropsiogo chileno Da- niel Quiroz, que intenta hacer el mismo llamado: "Tenemos que llevar la Antropologla hacia Un terreno escasamente recorrido: la posi- bilidad de incorporar al relato ala explica- cién etnografica, la experiencia vital del encuentro investigador-informante, funda- mentalmente para entender la riqueza cognocitiva del acercamiento antropolagico. Esto nos leva a la literatura, al cuento a la poesia. SI, se ha escuchado correctamen- te, a la poesia. pensamos que las sugeren- cias que los antropdlogas podemos encon- trar en la literatura no son nada desprecia- bles y este trabajo [el suyo] puede consi- Gerarse como un primer intento sincero de acercamiento” (Quiroz, 1987: 15) La resolucién de esta crisis, lleva a Karra Maw’n a ‘saltar" definitivamente la brecha entre | conocimiento cientifico (su epistemologia po- sitivista, su iluminismo, su "verdad’) y la creacion, la poiésis; es decir, la fusién definitiva entre el sujeto que conoce (@} etnégrafo que describe) y @1 objeto del cual se pretende dar cuenta (lo que se describe, la naturaleza ~ el hombre), esto nos situa ciertamente en una radicalizacion del suje- to, epistemoldgicamente situada en las corrien- tes interpretativas mas radicales del conocimien- to (Giddens, 1987). Es interesante constatar cémo este etnégrafo “trajeado" de cronista utiliza procodimientos creatives para "armar' y describir relaciones interétnicas y culturales en contlicto. Ejecutando la mecanica desdoblada del etnégralo poeta, al hacer aparecer al sujeto que conoce (el observador, él mismo) fundida con la realidad cultural que se describe, hurga al inte- rior de cada cultura las fuentes necesarias para levantar versiones de un “ellos" (espafioles, ale- manes, chilenos, mapuches) que se engarzan en un contexto mayor con el etndgrafo, el cual se revela sin complejos y ademas convertido en un “aparente” trénstuga en cuanto a pertenencias culturales se refiere. De este modo, este supues- to cronista se expresa en espafol, se posiciona en forma identificatoria con el hibridaje étnico chileno-aleman en cuanto a origen y emprende la defensa del mundo indigena mapuche- huilliche. En este sentido, es importante contextualizar los motores de la obra. Decimonénicamente la construccién de teoria @ partir del trabajo etnogratfco llev6 al antropdiogo @ constituirse en un estudioso camaleénico, ca- paz de identificarse con sus informantes, nativos e /a cultura que estudiaba y conseguir la infor- macién necesaria para sus fines (practica que histéricamente ha estado vinculada al colonialis- mo). En los aitos algidos de movimientos socia- les, particularmente la década de los 60’, varias

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